Tema 15: La dictadura franquista 15.1: El franquismo: evolución política, económica y social hasta 1959 1.- Características del franquismo: El 1 de abril de 1939 terminaba la Guerra Civil y las tropas franquistas triunfaban sobre la República. Se iniciaba entonces una dictadura que se dilató hasta la muerte de Franco en 1975. Hasta 1959 esta etapa, o primer franquismo, se caracterizó por las secuelas dejadas por la guerra, especialmente los años cuarenta, con una posguerra de reconstrucción nacional, autarquía económica y aislamiento internacional. En los años cincuenta se producirá la apertura del país y el fin del aislamiento. El franquismo se considera una dictadura autoritaria, con sumisión al poder ejecutivo de los restantes poderes e instituciones. Una dictadura sin libertades políticas, aunque sí otras libertades como la económica o la libertad de movimiento de los españoles. Fue una dictadura pragmática, adaptándose a las coyunturas diferentes en función de los intereses del régimen. Fue una dictadura personal, pues la pieza clave del sistema fue la propia figura del dictador, el general Francisco Franco, que concentró los mayores poderes. 2.- Bases sociales e institucionales del franquismo: Tras el arrasamiento material, demográfico y moral que produjo la Guerra Civil, Franco edificó un régimen sobre las ruinas de la guerra. El Estado que quiso crear Franco lo vertebró sobre unas bases sociales e institucionales que garantizaran su permanencia durante casi cuarenta años, contando para ello con la despolitización de las clases populares. Su apoyo lo obtuvo de distintos grupos de poder: a) Las clases económicamente pudientes: terratenientes, industriales y financieras. El régimen devolvió inmediatamente las tierras y los negocios confiscados por la República a sus antiguos dueños, recuperando por tanto estos grupos la hegemonía social que siempre tuvieron. b) El ejército: fue el principal apoyo de Franco. Un ejército firmemente anticomunista, era defensor a ultranza de la unidad nacional y del orden público; subordinado y controlado firmemente por Franco, que era el Generalísimo. c) La Falange: el partido fundado por José Antonio Primo de Rivera, fue la base ideológica del franquismo en los primeros años, así como la cantera de la que saldrá buena parte de los cuadros dirigentes del régimen, sobre todo en los años cuarenta. De Falange dependerán instituciones de carácter laboral y social: * Los sindicatos verticales: agrupaciones de patronos y obreros por ramas de producción bajo el control y arbitraje de las autoridades de Falange. Era el sindicato único, que se llamará Central Nacional Sindicalista. * Organizaciones sociales: para inculcar los principios del régimen, como la Sección Femenina, el Frente de Juventudes o la Organización Juvenil Española (OJE). d) La Iglesia: tan perseguida en la Guerra Civil en la zona republicana, adoptó una postura de alianza con Franco, convirtiéndose en uno de los pilares más sólidos del régimen. Para la Iglesia. La iglesia no se opuso a la represión del régimen, especialmente en los años de la posguerra, ni contra la violación de derechos humanos en los años 40 y 50. 3.- La represión y la resistencia interior A.- Respecto a la represión hay que diferenciar entre la producida como consecuencia de la Guerra Civil, que fue especialmente dura (al terminar la guerra había 270.000 presos en las cáceles y en 1945 sólo había 43.000 y en este período se ejecutaron unas 30.000 personas) y la represión específica de la dictadura, que fue selectiva y ejercida sobre grupos minoritarios que para las autoridades franquistas significaban un peligro para el régimen. Las depuraciones políticas, que afectaron especialmente a funcionarios, militares, profesores, etc. sospechosos o confesos de haber colaborado con el Frente Popular durante la República, siendo apartados de sus profesiones y muchos encarcelados por la ley de Responsabilidades Políticas de 1939. En 1940 se promulgó la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo. Para Franco masones y comunistas eran los responsables de todos los males que España había tenido desde el siglo XVIII. El control de los medios de comunicación social y la censura fueron otros modos de represión. Todas las emisoras de radio debían conectar obligatoriamente con Radio Nacional de España para emitir un único “parte” informativo que previamente había revisado la censura. B.- La oposición política al régimen quedó totalmente desmantelada tras la guerra. Los dirigentes y militantes de los partidos políticos fueron detenidos, encarcelados, ejecutados o se exiliaron, sobre todo a Francia, Méjico y la URSS. No obstante el PCE, la CNT y en menor medida el PSOE, crearon algunas células de resistencia interior con escasa trascendencia. El maquis fue la forma más extrema de resistencia, formada por guerrilleros comunistas, anarquistas y socialistas que a partir de 1945 ejecutaron numerosas acciones armadas en las montañas de Asturias, León, Pirineos y serranías de Cuenca y Valencia. Fueron normalmente ataques a la Guardia Civil y el ejército, siendo abatido el último maquis en 1957. 4.- Evolución política del régimen: a) Años cuarenta. * En 1945 el gobierno se institucionalizaba con la aparición del Fuero de los Españoles, ley que pretendía parecerse a una Constitución, donde se recogían algunos derechos y casi todo eran obligaciones. Son los años de la época azul, o predominio de la Falange, etapa donde se configura el Nacional-Catolicismo. * El mismo año de 1945 aparece el Manifiesto de Lausana, donde el hijo de Alfonso XIII, don Juan de Borbón, hace saber sus derechos al trono y requiere a Franco para que deje el poder y diera paso a una monarquía democrática. * En 1947 se aprueba la Ley de Sucesión, que contemplaba a España como un reino, dejando abierta la puerta a la Restauración monárquica. b) Años cincuenta: Años del final del aislamiento, en el que el régimen inició una cierta liberación cultural por obra de católicos o falangistas aperturistas, como Ruiz-Jiménez, Dionisio Ridruejo o Laín Entralgo. Se produjeron los primeros enfrentamientos y huelgas en la Universidad (1956), lo que indicaba la contestación hacia el régimen que existía en determinados grupos sociales. Esto llevará a una vuelta atrás en aquel primer proceso de apertura. En la segunda mitad de los cincuenta se inicia la decadencia de Falange en el régimen. Muchos alcaldes y gobernadores civiles serán sustituidos por personas afines a los tecnócratas, que se irán instalando en los principales centros de poder del país (los tecnócratas eran partidarios de que fueran los técnicos o expertos los que ocuparan los principales lugares de decisión frente a los políticos. Buen número de estos tecnócratas estarán ligados al Opus Dei, una prelatura de la Iglesia Católica fundada en 1928 por José Mª Escribá de Balaguer, orientada a difundir los valores católicos en la vida corriente y, sobre todo, entre las profesiones liberales, donde se pretende asegurar el éxito individual. A partir de 1957 varios ministros del Opus entraron en el gobierno, variando la orientación económica y de política internacional del régimen franquista. En 1992 Escribá fue beatificado). 5.- La política exterior. Podemos distinguir dos etapas en este primer franquismo: A) De 1939 a 1945: hasta 1939 la dependencia de Franco respecto a los suministros de material bélico para ganar la guerra, le hizo acercarse hacia Alemania e Italia. En 1940, cuando los nazis eran dueños de media Francia y parecía inminente la caída de Inglaterra, se produjo la declaración de no beligerancia: no interviniendo en el conflicto se manifiesta cierta simpatía hacia los países totalitarios. En esta situación, el 23 de octubre de 1940 se produce la entrevista en Hendaya entre Franco y Hitler, sin que el dictador alemán consiguiera la entrada de España en el conflicto. En 1941 Alemania atacaba a la URSS (Operación Barbarroja) y España enviaba la División Azul a luchar contra el comunismo soviético. A partir de 1943, cuando la guerra se ponía contra los países del Eje, Franco pasaba de la no beligerancia a la neutralidad, lo que implicaba mantener la equidistancia ideológica entre ambos bloques enfrentados. B) De 1945 a 1956: al terminar la II Guerra Mundial el régimen intenta acercarse a los países aliados, pero estos no lo reconocerán, retirando sus embajadores de España (salvo Suiza, Santa Sede, Portugal e Irlanda) y la ONU tampoco le permitirá entrar. Pero a medida que se fue intensificando la Guerra Fría la situación cambiará: Franco ofrecerá a USA en 1947 la instalación en suelo español de bases militares y la guerra de Corea en 1950 acelerará los acontecimientos, los embajadores fueron regresando y se firmaron dos acuerdos fundamentales que permitieron al régimen el abandono de la autarquía y la apertura hacia el exterior: * Concordato con la Santa Sede (agosto de 1953): Roma apoyaba al régimen y éste cedía en aspectos esenciales para la Iglesia: fuero especial, sostén económico, presencia de la Iglesia en el ejército, presencia de obispos en las cortes y competencias en la educación y la censura. A cambio Franco se reservaba el derecho de presentación de obispos y se le reconocía en los actos religiosos (se le nombraba en misa). * Acuerdos con Estados Unidos (septiembre de 1953): por ellos se establecía la instalación de bases militares americanas en Rota (base naval Cádiz), Morón de la Frontera (Sevilla), Torrejón (Madrid) y Zaragoza. Las bases serían de utilidad conjunta, por lo que la soberanía en ellas era española. A cambio España se incorporaba al Plan Marshall, recibiendo una ayuda de 1.500 millones de dólares en concepto de ayuda económica y militar (cifra bastante menor a la ofrecida a países como Francia, Reino Unido e incluso Alemania al terminar la II G.M. 6.- La evolución económica: Al terminar la Guerra Civil, la necesidad de reconstrucción del país impuso un modelo económico autárquico motivado por una Europa y parte del mundo en guerra. El país debía atender a la autosuficiencia económica y abastecerse a sí mismo sin dependencias exteriores. Al terminar la II G.M. en 1945 se decretaba el bloqueo internacional contra España por su régimen dictatorial, así que el modelo autárquico se hizo obligatorio. Los años de la posguerra civil fueron muy duros por los destrozos causados en el conflicto y las malas cosechas que se siguieron. El gobierno tuvo pues que intervenir en la economía, centrándose en los siguientes aspectos: Impuso el racionamiento de la mayoría de los productos alimenticios hasta 1951, con precios máximos fijados por las autoridades, lo que generó un mercado negro o estraperlo. En la agricultura se inició un proceso de ruralización que llegará hasta la segunda mitad de los años cincuenta. Se creó el Servicio Nacional del Trigo para controlar este producto vital, y la Comisaría de Abastecimientos y Transportes (Abastos) para regular la distribución de este cereal. También se creará el Instituto Nacional de Colonización, organismo encargado de la transformación en regadío de miles de hectáreas en Castilla, Aragón, Extremadura o Andalucía. Transformación que supuso un beneficio para los agricultores propietarios, sobre todo, pues nunca se hizo una reforma agraria que repartiera de modo más justo la propiedad de la tierra. En la Industria, el bloqueo internacional impuesto por el exterior, la debilidad del sector privado y las dificultades para el abastecimiento de materias primas y energía, hizo que el Estado tomara las riendas de la reconstrucción industrial, creando el INI (Instituto Nacional de Industria) en 1941 con capital público. El organismo se centrará en los sectores básicos para mantener la autarquía: siderurgia, petroquímica, construcción naval, fertilizantes y medios de automoción. Las regiones más favorecidas serán: Cataluña, País Vasco, Madrid y País Valenciano, en tanto que otras regiones como Castilla, Aragón, Andalucía, Murcia o Extremadura, con mucha menor atención en las inversiones, iniciarán un éxodo rural que vaciará progresivamente la España interior en beneficio de la periferia urbana e industrial. 15.2 El segundo franquismo: evolución económica, social y política (1959-1975) 1.- El Plan de Estabilización Económica: En 1959, cuando había acabado el aislamiento internacional y el racionamiento, se plantea el régimen una reforma económica con la finalidad de modernizar las actividades productivas y acercarnos al desarrollo económico de los países europeos. Este Plan significaba la liberalización del sistema económico y el abandono definitivo del modelo autárquico. Las actuaciones más urgentes fueron: Liberalización de los precios, intervenidos hasta ahora por el Estado por razones de utilidad social y por la escasez de algunos productos de primera necesidad. Liberalización de las inversiones extranjeras, con el fin de que la iniciativa privada y extranjera inyectara capital en la economía. Limitación al gasto público: para sanear la economía de la hacienda pública. . Devaluación de la peseta, fijando la paridad con el dólar en 60 pts.: con el fin de favorecer las exportaciones. Reducción salarial, para aumentar los beneficios empresariales y la reinversión. Las consecuencias de estas medidas fueron negativas en los dos primeros años: reducción del consumo (por los menores salarios), caída de precios y frenazo económico, incremento del paro y de las emigraciones de españoles hacia Europa y hacia la periferia más industrializada. Pero a partir de 1961, llegaron los efectos positivos: incremento de la inversión por la afluencia de capital extranjero, reducción del déficit público y la inflacción e incremento de la producción de modo notable en la década de los sesenta. Este crecimiento económico favoreció aún más el éxodo rural y alivió la presión social sobre el campo, que inició un proceso de modernización que elevó el nivel de vida del campesinado. En la década de los 60 se producirá una notable transformación de nuestra estructura económica: 1) Nuestra balanza de pagos mejoró de modo notorio: La balanza comercial mejoró con la exportación de más productos industriales: la entrada de tecnología extranjera modernizó la industria y se incrementó la productividad del sector; ganando en competitividad, mientras que iban perdiendo importancia nuestras tradicionales exportaciones de productos agrarios. Las inversiones extranjeras se dirigieron a los sectores energético, químico y automoción. Las remesas de emigrantes, enviadas por españoles desde Europa a sus familias, fue una inyección económica importante en muchas pequeñas localidades. El turismo se convirtió en una gran fuente de divisas y España se convirtió en un país muy atractivo para franceses, británicos y alemanes; países en pleno boom económico después de recuperarse de los desastres de la II G.M. Con los años el turismo será la primera fuente de ingresos de España. 2.- La intervención del Estado en la economía: la política industrial El Estado mantuvo en estos años una presencia importante en la actividad industrial. A partir de mediados de los sesenta las acciones se concretaron en los Planes de Desarrollo (1964-67, 1968-71 y 1972-75) con el objetivo de desarrollar la industria en otras áreas de España e intentar disminuir los desequilibrios regionales cada vez mayores. Así, Galicia (Vigo, La Coruña), Pamplona, Logroño, Zaragoza, Oviedo, Valladolid, Cartagena, Sevilla-Huelva-Córdoba) se beneficiaron de los Polos de Promoción y Desarrollo Industrial. Con estas actuaciones estatales, junto a la acción cada vez mayor de la iniciativa privada y la inversión extranjera, a comienzos de los setenta y antes de la crisis energética y económica de 1973, podemos destacar las siguientes consecuencias: Las estructuras productivas de España se habían transformado profundamente España había dejado de ser un país eminentemente agrario, contando con más del 40% de población industrial y creciendo mucho los servicios. El nivel de vida de los españoles había aumentado notablemente, creándose cada vez una mayor clase media y disminuyendo las clases bajas, aunque las clases altas mantenían las diferencias respecto a la demás Sectores vitales como vivienda y servicios públicos como sanidad, educación o el urbanismo, aun habiendo progresado, quedaron rezagados respecto al auge general de la economía Los desequilibrios regionales, a pesar de los nuevos núcleos industriales que aparecerán con gran peso regional, no desaparecerán y ahora asistiremos a desequilibrios intrarregionales. 3.- La evolución política: a) La institucionalización del régimen: La transformación que a partir de los años sesenta se dio en la sociedad y economía españolas no se vio acompañada de un proceso semejante en las estructuras políticas, de ahí que en este segundo franquismo se irán agudizando progresivamente la conflictividad y las contradicciones del sistema. Mientras la economía crecía y aumentaba la apertura de España hacia el exterior, se retrocedía en apertura política y cultural. Esto llevará a que el régimen, ya desde los años cincuenta se institucionalice cada vez más: Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958): se quiso dar un aspecto constitucional al régimen. España se definía como un Estado monárquico, católico y tradicional, aunque no se determinaba quién podía ser el futuro rey. En julio de 1969 Franco nombra al Príncipe Juan Carlos de Borbón como sucesor en la jefatura del Estado a título de Rey, una vez que se ha asegurado su compromiso en mantener a su muerte los principios del régimen. Las nulas expectativas de caminar el régimen hacia la democracia pudieron verse a partir del denominado Contubernio de Munich (confabulación con carácter ilícito). En Munich, el 8 de junio de 1962, se reunieron los opositores democráticos al franquismo, aunque mayoritariamente de derechas, donde se acordó no apoyar al gobierno franquista en su petición de ingreso en el Mercado Común Europeo, mientras perdurara la dictadura. A su regreso a España, los asistentes fueron vejados por el régimen y amenazados de exilio a Fuerteventura, lo que suscitó una oleada de rechazo internacional al franquismo. b) Los últimos años del franquismo: 1.- La oposición de la Iglesia: en los años sesenta la relaciones de Franco con la Iglesia se fueron desgastando. En 1968 la policía tiene detenidos a religiosos que están al frente de movimientos de oposición al régimen y se abrirá una cárcel en Zamora, previo acuerdo con El Vaticano, por la que pasarán un centenar de sacerdotes, en su mayoría vascos, acusados muchos de colaborar con ETA. Pablo VI pedirá a Franco que renuncie al derecho de presentación de obispos y, ante su negativa, Roma endurecerá su actitud frente al régimen. En 1971 la Santa Sede coloca en la diócesis de Madrid al Cardenal Tarancón, con el fin de reorientar la actitud de la Iglesia española en la situación política del momento. Pocos meses después la Iglesia pedirá perdón a la sociedad por no haber sabido reconciliar el país tras la Guerra Civil. Definitivamente la Iglesia había dado la espalda al régimen. 2.- La oposición obrera: las clases populares comenzaron a organizarse en asociaciones de carácter sindical a partir de los años sesenta (socialistas, comunistas y católicos). Las manifestaciones populares y las huelgas empezaron a surgir y se mantendrán, con distinta intensidad, hasta el final del franquismo. El PCE se infiltrará en los sindicatos verticales franquistas para defender a los trabajadores desde la legalidad existente. En 1956 nacerá de este partido el sindicato Comisiones Obreras (dirigido por Marcelino Camacho desde 1978; Antonio Gutiérrez desde 1987 y José Mª Hidalgo). Los católicos se agruparán en el sindicato USO (Unión Sindical Obrera) y los socialistas en UGT (con Nicolás Redondo como Secretario General desde 1973; Cándido Méndez desde mediados de los 90). 3.- La oposición universitaria: en 1969, al declive físico de Franco (con 77 años y parkinson) se unen las manifestaciones cada vez más frecuentes contra el gobierno, a las que se une la universidad, especialmente los estudiantes que, hasta el final del régimen, protagonizarán frecuentes enfrentamientos con la policía. El gobierno declarará en distintos momentos el estado de excepción (suspensión temporal de garantías jurídicas y posibles libertades) y endurecerá más la represión. 4.- Las disputas dentro del régimen: El mismo año de 1969 se produjo el Caso Matesa. Matesa, una empresa dedicada a la exportación de maquinaria textil, se había beneficiado de créditos y subvenciones del Estado, concedidos por ministros del Opus Dei por operaciones no realizadas. Los ministros independientes y falangistas airearon el escándalo llevándolo hasta las Cortes. Franco reaccionó nombrando un nuevo gobierno, pero con gran mayoría de ministros de línea tecnocrática. En este gobierno el almirante Carrero Blanco tomará las riendas del poder por el progresivo empeoramiento de la salud del Caudillo con dos objetivos: mantener la unidad de las fuerzas franquistas e impedir el crecimiento de la oposición democrática. c) El ocaso del régimen: En junio de 1973 Franco renuncia, por vez primera, a sus funciones de Jefe de Gobierno y las traspasa a su fiel Luís Carrero Blanco. Carrero preside un gobierno “duro”, con el objetivo de aplastar a la oposición democrática; pero éste se frustrará cuando del 20 de diciembre de 1973 moría tras un atentado de ETA. Franco toma la última decisión importante eligiendo a Carlos Arias Navarro como nuevo Presidente del Gobierno, otro duro conocido por su contundencia en la Dirección General de Seguridad. Pero Arias Navarro apenas podrá abordar los numerosos problemas que se presentarán: 1) Problemas con la Iglesia. El caso Añoveros: este obispo de Bilbao exige en una homilía al gobierno el reconocimiento de la identidad y la lengua vascas. El gobierno pretende que el obispo abandone su cargo a lo que él se niega y la Iglesia amenaza con la excomunión al que pretenda usar la fuerza contra un obispo. Era el mayor enfrentamiento que se producía en el régimen entre la Iglesia y el Estado. 2) Problemas en el ejército. Se va a producir una escisión en el ejército: ochenta oficiales jóvenes se constituyen en asamblea y crean un diciembre del 74 la Unión Militar Democrática (UMD), con el objetivo de caminar también el ejército hacia un sistema democrático. 3) Problemas dentro del propio gobierno. Dimisiones en el Gobierno. Arias cesa al Ministro de Información, Pio Cabanillas, por permitir cierta apertura informativa, y por solidaridad dimite el Minsitro de Hacienda, Barrera de Irimo. 4) Problemas económicos: hay claros síntomas de crisis económica motivada por el alza del precio del petróleo. El IPC alcanza ese año de 1974 el 17%, reduciéndose el salario real y multiplicándose las protestas y huelgas obreras en diferentes puntos de España. 5) Problemas diplomáticos. Aislamiento internacional. Se produjo cuando el 27 de septiembre de 1975 dos miembros de ETA y tres del FRAP fueron ejecutados. Trece países retiraron momentáneamente sus embajadores de Madrid aislando políticamente el franquismo como no había ocurrido desde los años cuarenta. 6) Problema en el Sahara. la debilidad del régimen fue aprovechada por el rey Hasam II de Marruecos para montar la denominada Marcha Verde. Varios cientos de miles de población civil marroquí desarmada se presentaron en la frontera entre Marruecos y el Sáhara con el fin de forzar la anexión. El gobierno de Arias manda que el ejército español abandone el territorio que, en parte, es ocupado por Marruecos. Por el Tratado de Madrid (14-nov-75), el Sahara se repartía entre Marruecos y Mauritania sin tener en cuenta la opinión de la población saharaui. Esto dará lugar al nacimiento del Frente Polisario, grupo armado que recurrirá a la vía armada para conseguir la independencia de su país. 7) Problema terrorista. Se produce una notable escalada de Acciones terroristas, encabeza por ETA y seguido por un grupo terrorista escindido del Partido Comunista, el FRAP (Frente Revolucionario Antifascista Patriótico), que crea una situación de inseguridad muy grande en el régimen y preocupación en la sociedad. 8) La oposición democrática se organiza: un conjunto heterogéneo de fuerzas antifranquistas, bajo la dirección del PCE y de Santiago Carrillo como Secretario General, forman en París, en julio de 1974, la denominada Junta Democrática. El PSOE, a su vez, en junio del 75, y ya dirigido por Felipe González, constituye la Plataforma de Convergencia Democrática El 20 de noviembre de 1975 moría Franco. Se decía que había dejado todo “atado y bien atado”. A partir de este momento la alternativa ya no era el inmovilismo o aperturismo, sino reforma política o ruptura democrática; es decir, reformar el sistema progresivamente desde el propio régimen, o ir hacia un cambio drástico rompiendo radicalmente con las estructuras del régimen franquista. Este será el principal asunto que habrá que dilucidar durante la denominada Transición Democrática, bajo el nuevo régimen monárquico dirigido por el rey Juan Carlos I de Borbón.