MESA 5. LA VIVIENDA Y LA COMUNIDAD Los comentarios del coordinador: a través del cristal Miguel Madera Donoso Sofisma de aureola. Si las notas del coordinador retan a la contemplación de la ciudad bajo la égida organicista de trocar morada por célula, tendremos que deliberar sobre cuántas casas, habitaciones, conforman el patrimonio urbano y en qué lugar. Y, en relación con ello, pensar en cuál es su dominio de ciudadanos, cuánta vida comparten. Proteger para transmitir método ya no parece suficiente, ahora que por fin, ante la peor cara de lo mundial, somos todos vulnerables. Entre morirnos magníficos en estos Centros, aislados de lo que denominamos el complejo urbano y sus utopías, zonificados al granel en su función única, sin ambiente de trozo de ciudad, en tanto desplazamos nuestra pretendida prosperidad hacia el caos territorial. La práctica de la arquitectura y el urbanismo se desempeña hoy bajo una imagen sin perfil ni compromiso, una vez se han considerado resueltos los problemas urgentes de quienes contamos con censo y pretexto turístico. Es una de las manifestaciones de la claudicación de lo público al interés privado, así como la terciarización del sentido de ciudadanía. Las cuatro quintas partes de mundo que hacen el resto de lo que no vivimos carecen de techo y alimento, y su mayor oportunidad se encuentra lejos de historia y arquitectura: reside en el desorden de nuestra aspiración metropolitana. Los Centros quedan entonces como claustro y refugio de visitantes y espantados: su acervo sumido más en lo inmemorial que en el conocimiento, más en la emoción que en la belleza. ¿Cuál es la realidad? Lo tantas veces dicho: centro, ciudad y suelo no urbanizable. • El proceso de urbanización no se traduce en la existencia de ciudad. La urbanización sin ciudad significa la constitución de espacios definidos por flujos, de territorios de límites imprecisos o superpuestos y de lugares sin atributos y, por lo tanto, sin capacidad de integración simbólica. Son zonas en las que la presencia del Estado es débil, la regulación por la vía del derecho es escasa y el acceso a la justicia y los servicios públicos urbanos deficiente y desigual. El derecho a la vivienda debe ir unido al derecho a la ciudad. (Hábitat I, Vancouver 1976). • El desarrollo rural y el desarrollo urbano son interdependientes. (Hábitat II, Estambul 1996). • Tenés tanta razón que no sirve para nada (Miguelito a Mafalda). 297 Los comentarios del coordinador: a través del cristal Miguel Madera Donoso De la interdependencia al desorden. La aparición de la ciudad a partir de la aldea se reconoce posible gracias a las mejoras en la agricultura y en la conservación de los alimentos introducidas por la cultura neolítica, que a su vez asienta el sentido de comunidad. En la era actual, la economía del mundo occidental ha sustituido su estructura agrícola, organizada en torno a un numero limitado de grandes ciudades y miles de pueblos y pequeños núcleos, por una estructura metropolitana, donde el crecimiento descontrolado de la urbanización no sólo ha asimilado a las unidades menores, sino a su entorno rural, amenazando los flujos naturales necesarios para la vida, que en el pasado habían servido para compensar las deficiencias del medio urbano. Las fuerzas ciegas de la urbanización, deslizándose a lo largo de las líneas de menor resistencia, no muestran ninguna capacidad de crear un modelo urbano reconocible en forma y sostén para la sociedad. En lo disciplinar, bastó con erigir arteramente la babel de urbanismo-planificación-ley , para que aquél sufriera condena y exilio. La misma consideración en unidades de entropía. En cuanto se interrumpe el intercambio de materia con el entorno, el sistema se descompone y tiende hacia el caos, se tambalea ante la acción consumista del hombre, que se nutre de la ruptura de flujos que conduce al desorden, de tal modo que las aperturas que exige el mal entendido principio de la competencia vinculan las formas de la ciudad y del territorio a la demanda de mercado. Deviene imposible la forma de cualquier modelo, tanto como su gestión y ejecución, si previamente no se determina el sostén de la plusvalía que ha de generar o, lo que es lo mismo, si puede ser satisfactoriamente enajenado. Es la óptica que subyace a varias de las formulaciones legislativas del régimen urbanístico español. La vivienda. Desde el punto de vista de la demanda real de la sociedad, y su atención desde las administraciones públicas, una cosa es el acceso a la vivienda y un entorno urbanizado dignos, y otra bien distinta es que dicho acceso conlleve el derecho a su propiedad. La confusión entre espacio de habitación y unidad inmobiliaria alienta un debate que aleja el compromiso de lo público con el gobierno y administración del territorio próximo, desarticulando las relaciones entre las artes de urbanización y la programación de vivienda e infraestructura, con los consiguientes problemas de incoherencia en el sistema urbano. Se parte del erróneo supuesto que producir viviendas bajo regímenes indirectos es proyectar ciudad y atribuir la condición de ciudadanía. Los Centros, en tanto, esperan a que agentes y administraciones incorporen los inmuebles a los circuitos del mercado. La vivienda siempre se siente vacía. 298 MESA 5. LA VIVIENDA Y LA COMUNIDAD Otros Centros, otras técnicas: actividades. Ejercicio práctico: identificar referencias e hitos inmemoriales sobre los tejidos de Belgrado, Mostar, Jenin, Bagdad, Darfur, Grozny y Gaza. Establecer a continuación un único concepto de vivienda y conjunto urbano. Comentar: la violación de los derechos humanos mediante la organización del espacio; la reordenación urbana por hecho de guerra; el concurso de urbanistas para la selección de objetivos estratégicos en la guerra preventiva. Contraste de experiencias en la manipulación espacial del crecimiento urbano del entorno Palestino; obtener una nueva definición del ejercicio profesional de los arquitectos en este caso. Visita imaginaria por La Habana Vieja y La Habana del Oeste: reproducir el ejercicio práctico que se pide arriba; repetir dentro de once años. De haber sido posible: otra mesa, a la hora de comer. La ciudad en la televisión, según programas. 299