En casi todas las crisis financieras, es el propio sistema de mercado

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El verano caliente europeo
Patricio Guzmán
Después de la segunda guerra mundial, se abrió un periodo de crecimiento sostenido, la
destrucción masiva de la guerra posibilitó una etapa de introducción de nuevas
tecnologías y organización de la producción, junto a un mercado internacional bajo la
hegemonía del dólar, y de la potencia económica y militar de los Estados Unidos, todo
lo cual posibilitó un salto en la productividad. Esos fueron los años llamados ‘los veinte
gloriosos’, pero a comienzos de los años 70 estos llegaron a un alto, con el progresivo
agotamiento del modelo de acumulación, y de organización del trabajo industrial
conocido como ‘Fordismo’. Al tiempo se multiplicaron los conflictos sociales y la
inestabilidad política. Fue la era de la guerra fría y de los conflictos en los países de la
periferia capitalista.
La desregulación que comenzó como respuesta a la crisis de los años 70 y se generalizó
en los años 90 en el mundo, como parte de un nuevo modelo de acumulación capitalista,
dio lugar a cerca de dos décadas de crecimiento capitalista. Pero facilitó la
especulación masiva, el crecimiento basado en el auge inmobiliario, especialmente con
el surgimiento de los mercados secundarios y de futuros. Gigantescas burbujas
especulativas se difundieron por doquier. Fue lo que ocurrió con los mercados
secundarios a partir de las hipotecas sub prime, que dieron lugar a una fiesta de
ganancias, sin sustento real.
El colapso de Lehman Brothers el 15 de Septiembre de 2008 marcó un punto de
inflexión en la economía global. Detrás se anunciaba la quiebra del sistema financiero.
Las elites dominantes en los Estados Unidos, y del mundo entero, debieron arrojar
pragmáticamente por la borda las recetas neoliberales, y recurrir generosamente al
dinero del estado. Como suelen hacer, poco después, las autoridades anunciaron que lo
peor había pasado y el mundo pronto retomaría el crecimiento.
Pero lo peor estaba lejos de pasar. Las burbujas especulativas no son el producto de
situaciones extrañas, de una distorsión de la lógica mercantil, es el propio sistema de
mercado capitalista el que permite que se desarrollen y exploten. A partir de un cierto
punto, se transforman en crisis económica, y recesión. La globalización y la
desregulación han acelerado la extensión y la profundidad de las crisis que saltan en
horas de un país a gran parte del mundo.
La lógica de los mercados financieros, en la búsqueda de la máxima ganancia, provoca
que los negocios den paso a la especulación, provoquen la aparición de precios
especulativos, que se separan del valor de los bienes y procesos económicos que
deberían representar, hasta que finalmente se saturan y explotan. Gran parte de los
inversionistas saben que están haciendo sobre ganancias, están atentos al momento de
que acabe la espiral alcista de precios sin respaldo real, y salen escapando ante los
primeros indicios de caída del mercado. Hoy existen programas por medio de los cuales
los inversionistas programan anticipadamente ordenes automáticas de venta de los
títulos si bajan de un precio predeterminado. Este mecanismo ha multiplicado la
velocidad de contagio de la caída de los mercados.
Cuando estalló la crisis financiera en la que con diversos capítulos seguimos inmersos,
los intereses capitalistas privados afectados en nombre de los intereses superiores de la
sociedad, presionaron por la intervención estatal para que acudieran al rescate con
fondos públicos. Los paquetes de rescate y estímulo transformaron perdidas privadas en
deuda pública. Para combatir los efectos de la desaceleración económica los estados
incrementaron el gasto público, disminuyeron el costo del crédito y aumento el
endeudamiento. Como resultado empeoró la posición financiera de los países y los
eslabones más débiles comenzaron a enfrentarse a una situación cercana al default,
ceses de pagos, con intereses de la deuda en alza, y crecientes dificultades para acceder
a más deuda para hacer frente a los compromisos previos.
Las agencias de clasificación de riesgo, disminuyeron la calificación de Grecia hasta el
punto considerado deudor basura. Lo que la dejaba sin ser considerado ‘sujeto de
crédito’, pero tras ella tenemos una fila con Portugal, España, Irlanda e Italia. La banca
más afectada por un cese de pagos en Grecia, hubiese sido francesa y alemana. Pero las
consecuencias eran incalculables. La zona del euro y la propia moneda unificada
estaban en cuestión. Después de muchas dilaciones, que agravaron el problema, los
países y los montos de dinero implicados, Alemania tuvo que ceder y apoyar un paquete
de de rescate europeo de 750 mil millones de euros. Con eso la Unión Europea compró
tiempo. Pero ya entonces muchos analistas sostuvieron que no era suficiente para acabar
con los problemas.
Ahora parece que llegó el turno de Hungría como una nueva Grecia. Después que el
nuevo gobierno conservador húngaro, anunció un déficit fiscal para el año de 7 a 7,5%
comenzó la presión en los mercados. Laios Kosa, uno de los principales dirigentes del
partido gobernante reconoció que las posibilidades de que Hungría evitara una crisis
como la griega eran pequeñas, y eso aunque la situación fiscal de Hungría ha mejorado
en los últimos años. El déficit fiscal anunciado para 2010 es de 3.8%. Pero sigue su
posición sigue siendo mala con cerca del 80% de deuda pública sobre el PIB, y algunos
funcionarios han adelantado que será difícil cumplir la meta de déficit fiscal.
Ahora los gobiernos de cada país pretenden saldar esa crisis de la deuda reduciendo el
déficit público, el endeudamiento, los salarios y aumentando la flexibilidad laboral, para
recuperar la confianza de los prestamistas e inversores. Europa es la punta de lanza de
una ofensiva contra las conquistas sociales sin precedente desde la segunda guerra
mundial con despidos, recortes, congelamiento de salarios, reducción de la economía y
diversos mecanismos de ajuste.
Es un cóctel recesivo tóxico en que la medicina aplicada al enfermo puede resultar en
un recrudecimiento de la enfermedad. “La crisis financiera más grande de la historia
esta mutando de entidades privadas (el sector bancario y de hogares) a entidades
soberanas. En el mejor de los casos, los recortes fiscales golpearan la recuperación
europea; el euro que está colapsando sustraerá del crecimiento de sus socios claves – los
EE.UU., el Reino Unido, Japón y China. En el peor de los casos el sistema financiero
puede desquiciarse si el euro se desintegra o el default soberano precipita
desordenadamente una doble recesión. Sin un diagnostico objetivo, de 360 grados y una
respuesta resuelta, podemos hundirnos más profundamente o enfrentar crisis más
grandes que claramente no nos podemos permitir.” 1
Problemas en la economía china.
Tras la recuperación de su crecimiento en 2009, China ha actuado como el mayor
estímulo para las economías de otras regiones, el impacto en América Latina ha sido
sustancial debido a la recuperación de los precios de los commodities mineros y
agrícolas.
Hay señales, de que los esfuerzos de China por buscar mercados alternativos en Asia,
para reemplazar la merma en Estados Unidos y Europa, y estimular la débil demanda
interna con crédito barato y expansión de la masa monetaria, podrían estar llegando a su
limite, en medio de un sobrecalentamiento y burbujas especulativas.
"El problema del mercado inmobiliario en China es en realidad mucho, mucho más
fundamental, mucho más grande que el problema del mercado de vivienda en los
EE.UU. y el Reino Unido antes de la crisis financiera". (…). Es más que (solo) un
problema de burbuja”.
“el alto costo de vivienda podría obstaculizar el crecimiento futuro al hacer más lenta la
urbanización. El aumento de precios también son un punto potencial de ignición
política, especialmente entre los jóvenes que se sienten excluidos del mercado
inmobiliario.
"Cuando los precios suben, muchas personas, especialmente los jóvenes, se ponen muy
ansiosos", "Es un problema social".2
La volatilidad de los mercados bursátiles está muy asociada al carácter cada vez más
especulativo de los movimientos e inversiones de capital. Refiriéndose al
comportamiento volátil de la bolsa de Shangai, Michel Petits afirma: “Un mercado
impulsado casi exclusivamente por los especuladores, y con poca o ninguna
participación de los inversores fundamentales o lde valor, no es un mercado que presta
mucha atención a las perspectivas de crecimiento a largo plazo. Este proceso está
impulsado en gran medida por las modas, los factores técnicos, los cambios de liquidez,
y la señales del gobierno.
Entonces, ¿Por qué se desplomó este año la bolsa de Shangai? Se podría decir algo
sobre el impacto de la crisis europea sobre los ingresos de las exportaciones. Se podría
sugerir que la liquidez en el sistema está siendo impulsado a los bienes raíces en lugar
de las acciones. Puede reflejar el contagio y nerviosismo por la caída de los mercados
bursátiles en el extranjero.
Pero debemos tener cuidado de no leer demasiado en él. De hecho los intentos de Pekín
para desactivar las burbujas inmobiliarias en las principales ciudades sin tener en cuenta
la expansión de la liquidez subyacente, simplemente puede empujar el crecimiento de
las burbujas de precios de los activos en otras partes, y esto puede causar fácilmente el
Roubini Global Economics. Nouriel Roubini and Arnab Das. “Back to the Future? The
Shape of Reforms to Come…” May 31, 2010
1
2 Wall Street clips. Yves Smith. “Chinese Monetary Official: Housing Risk Greater than in US, UK
Pre-Crisis”. 1 de junio de 2010.
aumento de precios de los mercados de valores de Shanghai. Pero esto no se debe
interpretar como una señal de una mejora de la economía.3
El euro en problemas
La permanencia del euro – al menos en su forma actual - está en dudas, con la moneda
única es la fortaleza o fragilidad de la construcción de la Unión Europea lo que está en
cuestión. A pesar de los inmensos paquetes de rescate, los mercados capitalistas
mundiales no han recuperado la confianza y siguen acosando a Europa.
La moneda única impuesta sobre economías con productividad, y comercio exterior
muy diferentes, se ha transformado en un problema. En el pasado, los gobiernos
europeos con moneda propia, podían producir dinero y recurrir a la devaluación para
ajustar sus desequilibrios de la balanza comercial y su déficit fiscal. Ahora carecen de
esta posibilidad, y tienen que aplicar medidas directamente contractivas, con la
disminución de los salarios, del gasto público y del consumo.
La economía no funciona a partir de estadísticas muertas y formulas de modelos
matemáticas, trata ante todo de hombres y mujeres, de relaciones sociales para la
producción y distribución de bienes y servicios, de clases sociales, de la plusvalía
extraída a los trabajadores y de la distribución del excedente. Inicialmente la crisis
paralizó a la mayoría de la gente en una situación de espera, la mayoría creyeron a los
grandes medios cuando reproducían el discurso de los tecnócratas de las clases
dominantes, de que lo peor pronto pasaría, y volvería el crecimiento. Pero la confianza
de los ciudadanos y la credibilidad de las autoridades están disminuyendo, y la parálisis
se está transformando en indignación.
Un ‘verano caliente’
Haciendo un símil con la extensión de la mancha de petróleo, producto del derrame del
pozo de BP, que desde las costas polucionadas de La Florida llegará hasta el Atlántico
europeo, Marco Antonio Moreno sostiene que “Como se ve, estamos frente a uno de
los veranos más opacos de la historia, en el cual la falta de previsión e ineficiencia ha
desempeñado un rol crucial. Algunos datos que confirman esta hipótesis son el alto
desempleo de la zona euro y de Estados Unidos, que junto a los recortes salariales y los
planes de austeridad están creando el llamado “Estado de Malestar”. El FMI y el BCE
han sido inflexibles frente al tema de la deuda y presionan a los gobiernos en vez de
exigir al sistema financiero las reformas que permitirían acelerar el pago de la deuda sin
incurrir en recortes draconianos.
Las agencias de calificación también hacen lo suyo y poco aportan en amortiguar el
ciclo con la severidad de sus castigos. Se ha caído en una espiral perversa, donde la
gravedad se potencia con más gravedad y el malestar con más malestar. Tenemos una
gran mancha negra en el horizonte”.4
3 China Financial Markets. Michael Pettis. “The Shanghai Market Isn’t Really Predicting Anything”. 3
de Junio, 2010
4
El Blog Salmón. 4 de junio de 2010. Marco Antonio Moreno. Estados Unidos y Europa en el Verano
del descontento
En Europa Occidental se anuncia un verano de inestabilidad política y agitación social
como no se ha visto en muchos años, aunque lo que Moreno llama falta de previsión e
ineficiencia, probablemente más bien muestra los limites de los tecnócratas enfrentados
a los problemas irresolubles de la economía global capitalista, que estallan de muchos
frentes contradictorios a la vez, mientras las medidas adoptadas para solucionar alguno
provocan la emergencia de otros.
”Estamos en el Verano del descontento. Las deudas acumuladas por la zona euro son
insostenibles y la presión de las agencias de calificación y de los tenedores de bonos de
deuda soberana, no ayudan precisamente a dar una solución práctica a estos
problemas.”5. La rebelión griega, puede contagiarse de una forma más explosiva que el
contagió de la crisis financiera que se produjo tras el colapso de Lehman Brothers,
siguiendo la ruta generalizada de planes de reducción del gasto social y los salarios en
toda Europa.
Confederación de sindicatos Bancarios de Chile
Agustinas 814 oficina 606 – Fono: 481 61 22 Fax: 481 61 23
confederacionbancaria@gmail.com – sec_tecnico@123.cl
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El Blog Salmón. Marco Antonio Moreno. “Estados Unidos y Europa en el Verano del descontento”. 4
de junio de 2010.
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