Enfoque Psico-Corporal: "Encarnar la Sabiduría de la Vida" Por Ricardo Toledo "La vida es eso que nos pasa mientras estamos ocupados en otra cosa" John Lennon Mi gran motivación siempre fue encontrar evidencias y confirmaciones de que la Vida contiene una sabiduría esencial básica. Y que esa sabiduría de la Vida puede ser contactada, expresada, honrada y facilitada. En mi experiencia personal encontré con mucha claridad que esa sabiduría esencial de la Vida se manifiesta a través de mi cuerpo. O tal vez mejor podría decir que el cuerpo es la manifestación de esa sabiduría de la Vida hecha carne. También encontré que para contactar y desplegar esa sabiduría era imperioso llevar la atención hacia los procesos que se desenvuelven por sí mismos a través de todo el organismo. La palabra organismo es aún más abarcadora que "cuerpo" ya que incluye las funciones y estructuras completas del ser viviente, en este caso el ser humano. Entonces la sabiduría organísmica contiene a los diversos procesos de la experiencia humana: esta sensación, tal imagen, la emergencia de una emoción, el tono de mis pensamientos y su secuencia, la organización de mis tensiones musculares, los impulsos, el modo de respirar, etc. Así es que el encuentro de la atención y la consciencia con los procesos globales de la experiencia vivida en el momento presente, abarcando ésta a "cuerpo" y "mente", me abrían la puerta a niveles muy profundos, y a la vez sabiamente organizadores, del misterio de la vida y la existencia. Y a su vez el simple pero poderoso acto de atender en plena presencia consciente facilitaba el despliegue de lo que exactamente necesitaba emerger. Es decir, este organismo cuando es facilitado a través de la atención y la consciencia, sabe cómo regularse, desarrollarse, crecer y repararse (entre sus maravillosas capacidades intrínsecas está la de curarse a sí mismo). Siguiendo esta motivación hice algunos descubrimientos. Hallé que la Vida era poco comprendida y bastante mal tratada desde los diversos órdenes de nuestra cultura, sociedad y civilización contemporánea. Y por cierto no sólo la vida humana sino la vida de la naturaleza, de los distintos reinos biológicos, del planeta entero. Y que como especie teníamos gran y obvia responsabilidad en este estado de cosas. Esto me llevó a rastrear los distintos procesos históricos de la humanidad. La historia del pensamiento, los procesos socio-culturales, el desarrollo científico, la filosofía y la religión. La pregunta era "¿cómo llegamos a esto?". Presté mucha atención al paradigma fundante de nuestra era moderna pero también exploré, a veces teórica y a veces experiencialmente, algunas prácticas y cosmovisiones de otras culturas antiguas o preindustriales, orientales o de pueblos originarios de América. Verdaderamente seguir hasta el fondo las preguntas acerca de la sabiduría de la vida y del posible oscurecimiento de esa sabiduría gatilló en mí respuestas/preguntas en disímiles y variados órdenes: el científico, el social, el espiritual, el filosófico, el del vivir cotidiano, el de las relaciones interpersonales, el de la política, etc. De hecho entre los pensadores consultados encuentro gran resonancia y afinidad con el biólogo Gregory Bateson y su hábito de preguntarse por "la pauta que conecta": "¿Qué pauta conecta al cangrejo con la langosta y a la orquídea con el narciso, y a los cuatro conmigo?¿Y a mí contigo? ¿Y a los seis con la ameba, en una dirección, y con el esquizofrénico retardado en la otra?". En el contexto de este artículo la pregunta es: ¿cuál es la pauta que conecta la sabiduría de la vida con un enfoque "psico-corporal" de las profesiones de ayuda? Decididamente el dualismo enfatizado por la revolución científica del siglo XVII, raíz de nuestra cosmovisión contemporánea acerca de la vida, la naturaleza, el hombre y el universo y también raíz de la consecuente construcción de un sistema social, político, económico y tecnológico; es el fundamento de cierta actitud dominadora y excluyente con respecto a dimensiones de la vida manifestados como aspectos "materiales": el cuerpo humano, los animales, los vegetales, en fin, la naturaleza entera. La "cosa material" (res extensa) quedó aislada y separada de la "cosa pensante" (res cogitans). A su vez el aspecto material de la vida quedó reducido, desde perspectivas mecanicistas, a un tratamiento similar al de las máquinas para su estudio, comprensión y manipulación. Y en el otro extremo, como entidad distinta y supravalorada, quedó lo pensante, el universo de la razón, la mente, el espíritu. Parece ser que con esta división y separación Descartes pretendía preservar al dominio de lo humano del avance arrollador de las perspectivas mecanicistas, pero de alguna manera terminó propiciando nuestro "desencarnar la vida", y nuestro "enseñoreamiento" sobre la naturaleza. Esto provocó que, como dijera el gran neurobiólogo chileno Francisco Varela, la característica más propia del paradigma cartesiano, racionalista y positivista sea, en términos del cognitivismo, "la actitud abstracta". Las nuevas perspectivas, en cambio, hablan de que lo "mental" es el proceso mismo de autoorganización de la vida, la capacidad autorreguladora de los organismos enteros. El cerebro es solamente el órgano biológico que tiene la función de centralizar esa tarea compleja que lleva a cabo la totalidad. Lo mental o cognitivo abarca a la inteligencia de cada célula, cada órgano, cada sistema viviente como totalidad. Vida y Conocimiento son inseparables. El dualismo cartesiano ha sido superado por la Nueva Biología. En el contexto de las profesiones de ayuda, el enfoque "psico-corporal" es acerca de que cuando estás con una persona, estás con la persona entera; no te acotás a sus expresiones verbales, sus pensamientos, su discurso, su argumento, sus insights conceptuales, no te acotás a solamente escuchar sus palabras. De algún modo enfatizar únicamente la "escucha" es permanecer dentro de la actitud abstracta. Un enfoque psico-corporal, además de escuchar, ve. Y además de ver, siente. Toma lo que ve que se manifiesta a través del cuerpo (gestos, movimientos, posturas, etc.) como expresión de una información sumamente valiosa y significativa. Y no sólo lo ve sino que además hace algo específico con ello de modo que sea facilitador del proceso. Un enfoque psico-corporal sabe que el cuerpo humano es una caja de resonancia sumamente inteligente y organizada, y que habla un lenguaje muy específico y claro a través de sus sensaciones sentidas. Y que atender a estas sensaciones significativas recibiéndolas y respetando el orden según quieren venir es atender a la sabiduría de la vida misma arrojando sus botellas con mensajes certeros acerca de lo que necesita esta existencia justo aquí y ahora. Un enfoque psicocorporal invita al profesional a estar abierto a su propio cuerpo y todo su lenguaje cuando acontece el encuentro con el otro... Lo que pasa con mi estado de ánimo, mi respiración, mis movimientos involuntarios, mis tensiones musculares, mi postura, mis imágenes internas, mis propias sensaciones sentidas. Un enfoque psicocorporal trabaja con el cuerpo o la estructura física utilizando el movimiento y el contacto físico preciso para facilitar que, a partir de la toma de consciencia de la corporalidad y sus distintas partes y funciones, el organismo todo se reorganice siguiendo su propia dirección interna y encontrando un funcionamiento humano más pleno: mayor relajación, mayor amplitud de movimientos, mayor descarga, más espacio interno, mayor claridad mental, más energía, mayor capacidad de sentir placer, de relacionarse con otros, o lo que fuera necesario. En definitiva, más allá de la utilización de técnicas y metodologías propias del campo de lo corporal, un enfoque psicocorporal invita a encarnar la presencia plenamente. Ir mucho más allá de lo meramente conceptual para recobrar lenguajes olvidados o desaprovechados por una cultura que ha marginado al cuerpo, a la magia, a lo que no obedece a nuestro control, al espíritu encarnado. Una cultura que ha encajonado a la Vida... o tal vez deba decir: que ha pretendido encajonar a la Vida. Un enfoque psicocorporal busca honrar la sabiduría propia de la vida misma en el contexto de las profesiones de ayuda. Y trabaja conjuntamente con muchos pensadores de distintos campos que buscan reparar o sanar la hendidura o escisión provocada en nuestra comprensión y experiencia de la vida por el paradigma cartesiano. Por este camino transitan grandes científicos de vanguardia (G. Bateson, H. Maturana, F. Varela, F. Capra); un camino que a veces implica retornar a perspectivas y prácticas más holísticas propias de otras culturas antiguas. Entonces nuestro modo de realizar el Counseling desde una perspectiva psicocorporal implica trabajar con la persona entera. "¿Cómo estás vos? ¿Cómo está tu cuerpo?" Las dos preguntas orientadoras (no necesariamente explicitadas pero sí implícitas) y organizadoras del encuentro de Counseling Psicocorporal. Dos preguntas que deberían ser una sola, pero que no es así porque culturalmente aprendimos a dejar afuera el registro sensible de nuestro cuerpo. Y así este enfoque trabaja con la mente del cuerpo, o con el cuerpo de la mente (el lenguaje obedece al paradigma dominante así es que tal vez sea necesario ir construyendo un nuevo lenguaje y encontrar nuevas palabras). Nosotros preferimos decir que el dominio del Counseling Psicocorporal es el del "cuerpomente-en-relación". En fin, el enfoque psicocorporal busca ser un aporte más a lo que el historiador de la ciencia Morris Berman le llamó "el reencantamiento del mundo" . El esfuerzo de muchos por comprender mejor a la Vida, protegiéndola y honrándola en todos sus niveles. Y para finalizar les dejo un poema pertinente de Rodolfo Braceli, de su libro "La conversación de los cuerpos". HACE FRÍO EN LA TIERRA En estos días del mundo tantos cuerpos deambulan afuera de los cuerpos. La fricción civilizante les ha desangrado la sangre. Han perdido todo impulso los dedos, y parecen desmayados. Las bocas no recuerdan la saliva, ni la que se da, ni la que se recibe. Están cansados de un cansancio incoloro, los cuerpos. Necesitan el sosiego para recuperar la furia que los hará desembocarse, como la Vida manda. Por eso, porque los cuerpos están así de apagados, la tierra ha comenzado a enfriarse y en el remoto fondo de su cuero polvoriento late apenas. Y la madera cada vez estalla menos. Y el mar no extraña la orilla. Y los pájaros bostezan en pleno trayecto, y se derrumban. Y esto proseguirá de mal en peor, de tibio en frío, mientras los cuerpos no vuelvan a los cuerpos. -Artículo publicado en "H" La revista de Holos Capital, Nº1, Agosto 2002.