“Cuantos más fuertes son las raíces del

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UNIVERSIDAD DE MATANZAS
“CAMILO CIENFUEGOS”.
Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades.
EVENTO: ”Patria Símbolo e Identidad”.
TEMA: “Educación Cultura e Identidad”.
TÍTULO: “Dulce María Loynaz; arraigo de cubana. La Identidad
Nacional vista a través de uno de sus poemas”.
Autores: Lic. María Caridad Calvo Vázquez.
PROF. Asistente de la Fac. de Ciencias Sociales y Humanidades.
Direc: Calle 300 nº 7318 entre 73 y 75 Matanzas.
Tel: 245735.
Email: maria.calvo@umcc.cu
Lic. Lidia Véliz Fernández´.
Año: 2004.
2
“Cuanto más fuertes son las raíces del árbol, más son las ramas verdes que
traspasan todas las rejas y salvan todas las vallas”.
José Martí.
3
INTRODUCCIÓN
La sociedad contemporánea atraviesa por momentos en que se habla de un
mundo unipolar, hay un predominio de las economías neoliberales surgidas a
finales de la segunda Guerra Mundial. Teniendo en cuenta que entre sus ideas
fundamentales se sostiene que la desigualdad tiene un valor en sí misma, que la
vitalidad de la competencia garantiza el desarrollo, la relación hombre-hombre es
cada vez más crítica.
Pero en medio de esta convulsa realidad en que vivimos nos es necesario saber
quiénes somos, de dónde venimos. Alguna que otra vez nos hemos preguntado
quién soy, de dónde vengo, o quién eres, pero en la multideterminación de esta
identidad es muy importante el pasado y el presente, para poder visualizar el
futuro. Estas dimensiones temporales indican niveles de análisis dentro de los
cuales se expresa el universo del fenómeno. Su vigencia y actualidad ante los
retos de la contemporaneidad, requiere no perder de vista su historicidad.
Entender el pasado ayuda a entender el presente y proyectar el futuro. Por estas
razones pretendemos valorar la identidad nacional en Dulce María Loynaz a
través de uno de sus poemas.
4
Epígrafe 1.1
Reflexiones sobre la presencia de la identidad nacional en el poema
CXXIV, de Dulce María Loynaz.
“Honor a quien honor merece”.
1902 –2002 ,ha transcurrido un siglo y aún su voz acaricia nuestros oídos,
sentimos sus versos y nos deleitamos con esta dama de las aguas que nos legó
tan preciada literatura.
5
DESARROLLO
Desde los primeros orígenes de la sociedad, el individuo se percató de su valor
práctico e instrumental para el resto del grupo, lo cual rompe con el aislamiento
entre los miembros y abona el terreno para la génesis y desarrollo de un nuevo
tipo de interrelaciones en la actividad vital del grupo, es decir, el trabajo y, con él
las relaciones sociales.
Sin la percepción de la relación individuo-grupo como un valor instrumentalpráctico, es imposible organizar un tipo de actividad productiva conjunta como el
trabajo. Este contribuyó considerablemente al desarrollo de la técnica.
Al percibir metafóricamente la realidad, el hombre, desde los momentos iniciales
de su existencia, adquirió la capacidad de modificar de manera creadora, primero
la mente y después en la vida práctica; su relación con la naturaleza, con los
demás hombres y consigo mismo. Con la naturaleza, mediante el trabajo; con los
demás hombres, en la vida laboral y social en general, consigo mismo, por medio
del autoconocimiento y reconocimiento de su mundo subjetivo y existencia
individual.
Pudiéramos reflexionar que de la misma manera en que al hombre le es inherente
a la técnica desde el comienzo de su existencia más primitiva, ya que “sin ella
podría sobrevivir como animal, pero no como hombre”, porque no es para él una
opción sino parte de la naturaleza; en esa misma medida, y producto del trabajo y
las relaciones sociales, le fue imprescindible utilizar el lenguaje-recordemos que
es un hecho social- para poder comunicase y así establecer la relación hombrehombre; trajo a su vez el surgimiento de la lengua, soporte a través del cual se
expresan también la identidad cultural y nacional. Por tanto, defenderla es
defendernos, un pueblo se resume en su lengua, en la cual se sintetiza su ser
material y espiritual. Ella es de gran validez científica y ayuda a comprender el
problema de la identidad.
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La lengua es un medio del que podemos auxiliarnos para la profundización de
nuestra historia y nuestras tradiciones por diversos motivos:
En primer lugar, si los acontecimiento originados después de aquel primer choque
cultural trajo cambios para la historia y la cultura de los pueblos de América,
también modificó o influyó en la cultura de la propia España y otros países de
Europa y África.
En segundo lugar, los que vinieron a poblar nuestra isla no sólo trajeron sus
oficios, instrumentos de la vida práctica; sino también su arte, religión, ciencia, en
fin una escala de valores culturales y sociales acuñados por la lengua.
Nuestra lengua nacional nos identifica como comunidad histórico-cultural bien
definida, por ello, la lengua española en Cuba es inseparable de nuestra identidad
cultural, porque el idioma es uno de los aspectos más importantes de la cultura
nacional y una forma o medio para su desarrollo. Tanto es así, que cuando
utilizamos nuestra lengua nacional, nos diferenciamos de un español, de un
mexicano o de un chileno, es un logro histórico de nuestro pueblo. Aquí nos
apropiamos de ella y la hicimos nuestra, la moldeamos de tal forma que
respondiera a nuestras necesidades de manifestación espiritual y de creación de
bienes materiales, ella refleja en sí misma todo ese largo proceso de mestizaje
biológico y cultural que devino, gestor de nuestra nacionalidad.
En las últimas dos décadas, el vocablo IDENTIDAD, se ha ido introduciendo en el
lenguaje contemporáneo, no como una moda en el terreno de las ideas, sino ante
la importancia que han ido cobrando los problemas de las identidades culturales y
nacionales en un mundo homogenizado por el capital transnacional y su
pretensión de homogenizar las culturas, al igual que ocurre en la producción, la
distribución y el cambio.
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Toda identidad social, es el resultado de un largo, complicado, variado y
contradictorio proceso histórico, que implica fenómenos de deculturación y
transculturación, que no se detiene en momento alguno, y sólo puede ser definido
como un proceso estrechamente vinculado a los acondicionamientos y coyunturas
histórico-sociales.
La formación de la identidad cubana (cultural y nacional), arranca con el propio
proceso histórico de la conquista y la colonia. Baste recordar que tenemos
evidencias de documentos escritos desde los siglos XVI y XVII en que se
emplearon fórmulas del lenguaje aún en uso en nuestros días. Los viajeros que
llegaban a Cuba nos apreciaban bien distintos a ellos desde los primeros
testimonios conocidos en el siglo XVII, hasta los cada vez más numerosos en los
siglos siguientes, cuando ya se fue usando la denominación de criollos, los
gentilicios (bayameses, habaneros) y finalmente el de cubano.
Cuba fue uno de los primeros puntos con que tomaron contacto americano los
europeos. Aquí se encontraba una población que no tenía ni por asomo el nivel de
desarrollo de las culturas continentales; el choque fue tan intenso, que en poco
tiempo casi desapareció el pueblo autóctono.
A partir de aquí se produjo un fenómeno social e histórico que consistió en la
fusión de diversas etnias; la europea, la africana, y más tarde, la china y la
francesa (en pequeñas porciones), que hoy son fuentes constitutivas de la cultura
nacional. Cuba llegó a convertirse en una de las colonias más prósperas por sus
codiciados productos de entonces : el azúcar y el tabaco.
Al surgir la Sociedad Económica Amigos de País, se van delineando los perfiles
geográficos, históricos y culturales de una nación que se formaba: nombres como
Arango y Parreño, Caballero y Valera empiezan a ser los sinónimos de aquellos
forjadores de una nacionalidad distinta. José de la Luz y Caballero, creó el colegio
”El Salvador”, institución criolla donde se horneó la masa juvenil que luchara por el
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reconocimiento de la nacionalidad, a tal extremo que en 1868, al estallar la Guerra
de los Diez años, una de las primeras medidas fue la clausura de aquel centro.
Nuestra Identidad Nacional fue surgiendo poco a poco y logró alcanzar un alto
grado de madurez y fuerza. Pudiéramos decir que es ella un conjunto de rasgos,
significaciones, que compartimos las personas de un mismo pueblo, una misma
historia, en un mismo territorio y que nos unen, y nos sentimos identificados unos
y otros por ese conjunto de rasgos.
Si analizamos el origen semántico de la palabra, es: comunidad, igualdad, dentro
del conjunto que integra esa identidad, y se diferencia de otros conjuntos.
Presupone también el manejar, en las conductas de las personas, la noción de
que aquello es lo que nos hace cubanos, una conciencia en sí misma de eso que
nos distingue.
La identidad es tanto el ser como la conciencia de ese ser, como la conciencia de
eso que implica igualdad y diferencia con otro. Esa identidad puede ser individual
y social.
Desde el punto de vista filosófico, se define en el diccionario de M. Rosental y P.
Ludin:
“Categoría que expresa la igualdad de un objeto, de un fenómeno consigo mismo,
o la igualdad de varios objetos... Como la realidad material cambia sin cesar, no
suelen haber objetos absolutamente idénticos a sí mismos, ni siquiera en sus
propiedades esenciales, básicas. La identidad no es abstracta, sino concreta, o
sea, contiene contradicciones internas que “superan” constantemente en el
proceso de desarrollo y que dependen de las condiciones dadas. La identidad se
halla indisolublemente vinculada a la diferencia y es relativa. Toda identidad de
las cosas es temporal, transitoria, mientras que su desarrollo, en cambio, es
absoluto”(1)
9
La búsqueda de la identidad como estudio incesante a lo largo de la historia
deviene una fuerza positiva para el reconocimiento del individuo dentro del seno
de la sociedad, al igual que los elementos que la conforman y el grado de
asimilación y creatividad que ellos aportan a ese rasgo distintivo que constituye lo
cubano.
Partiendo de su definición filosófica, puede plantearse que es un proceso histórico
o biográfico, el individuo como ser social, adquiere cierta comprensión de su
singularidad con respecto a otros hombres y colectividades. Entonces, no es la
suma de datos empíricos-costumbres, tradiciones, etc., sino un proyecto
movedizo de nacionalidad que gira indefinidamente en torno a un ideal colectivo
cambiante y diverso.
Esta categoría de gran complejidad, por ser su estudio un proceso dinámico,
dialéctico e histórico, entre otras características que lo determinan; necesita de la
ínter disciplina, o sea, que un conjunto de ínter disciplinas de las Ciencias
Sociales, no sólo ofrezcan las herramientas teórico – metodológicas y el aporte
que le da su ciencia en particular, sino también ir logrando un pensamiento
teórico-metodológico coherente para el abordaje científico de un fenómeno
multideterminado, lo cual es difícil, pero no imposible.
La nacionalidad fue germinado desde temprana fecha y la poesía contribuyó
también a su formación. Esta es una de las más antiguas y más altas formas de
ser persona y de ser hombre.
( 1 ) - Diccionario Filosófico. Rosental y P. Ludin. 1985.
Su función dentro del existir humano la identifica como uno de los quehaceres con
que se configura la reacción de la existencia frente a la realidad que la circunda y
enfrenta. Es la poesía respuesta a una necesidad existencial de trascendencia y
10
evasión, pero esta última, no como huida y renuncia, sino como compromiso
activo, de superación del vacío de toda situación vital en que el hombre se
encuentra.
El poeta, no sólo expresa una concepción antropomórfica de la naturaleza, sino
que la ve como realidad concreta que no puede expresarse de una sola manera.
Desde el período de Cuba como factoría colonial, poetas como Silvestre de
Balboa en su “Espejo de Paciencia”, y otros que fueron precursores de los
siboneyistas del siglo XIX, fueron delineando la silueta de este territorio que
demandaba su conocimiento como algo diferente.
Es significativo que antes, en casi ningún otro género literario se encontrase
presente la idea de nacionalidad y fuese en la poesía donde se halló en proceso
de formación, más como el aviso del sentimiento y la inspiración, que de la mirada
reflexiva.
El gran personaje nacional que desde temprana fecha aparece en las obras
poéticas es la naturaleza, con carácter totalmente protagónico. El paisaje, los
frutos y la fauna insular ocupan gran espacio en los cantos iniciales que llegan
hasta lo hiperbólico e inexacto.
Cuántos de nuestros grandes escritores no abordaron en sus obras el tema de la
identidad nacional, pensemos en José Martí, Alejo Carpentier, Nicolás Guillén,
Onelio Jorge Cardoso, Dulce María Loynaz, entre otros.
De esta última autora, es el poema seleccionado, con el objetivo de abordar la
temática que nos ocupa. El mismo pertenece a su colección "Poemas sin
nombre”, uno de los títulos fundamentales de la bibliografía de la autora.
11
Algunos críticos consideran que este libro marcó su madurez en el desarrollo
poético. Cuando su primera edición salió en Madrid en 1953, fue aclamado por los
críticos más exigentes. Desde entonces ha sido reeditado completamente o en
parte. En 1955, fue publicado en Milán por Juana Granados, profesora de
Literatura Hispánica en la Universidad de Bocconi. Sus composiciones poéticas
no tituladas, las cuales son identificadas por su numeración consecutiva; expresan
las características que definen la excelencia de la poesía de la autora, con más
claridad que en sus trabajos más tempranos.
Dulce María Loynaz (1902-1997) es vértice y cumbre de la poesía cubana, es
historia viva, continuidad y prolongación de la historia de nuestra patria.
Proviene de una familia de gran tradición patriótica. Su madre, Mercedes Muñoz
Sañudo, su padre, el General Enrique Loynaz del Castillo, que luchó contra el
ejército español. Sus hermanos Enrique, Carlos Manuel y Flor, también artistas;
en esta singular familia Historia y Literatura se hermanaban, en su generación
última, la de los hijos poetas, dio más que vástagos, poemas y libros fundadores
de la sensibilidad de nuestra época.
Dulce María estuvo siempre por delante de su tiempo y, cuando miraba atrás, lo
hacía para buscar en el pasado la simiente del futuro. Mujer emancipada, pese a
su riqueza, enérgica y valiente, construyó su obra al margen de modas estéticas y
sociales. Amó profunda y entrañablemente a su Patria, a su “isla grácil” que
posee, según sus propias palabras, “la ternura de las cosas pequeñas y el señorío
de las grandes cosas.”(2)
( 2 ) -.Poemas sin nombre, Dulce María Loynaz, 1993.
No fue nunca una desconocida; por más que ella se recluyera durante largas
temporadas para entregarse al retiro espiritual de la contemplación y al ejercicio
de la escritura.
12
Supo que adentrarse en la vida impone a veces alejarse del ruido. Su vida
conyugal con el canario Pablo Álvarez de Cañas, hizo que se desenclaustrara y
diera su obra a la sociedad.
Es una de las más relevantes figuras de las letras hispánicas, recibió las
condecoraciones Cruz de Alfonso X El Sabio, el premio Isabel la Católica de
periodismo en España, la Orden Félix Valera, el Premio Nacional de Literatura y el
Premio Cervantes, máximo galardón que otorga la Real Academia de la Lengua
Española, este fue uno de los más justos otorgados, porque contribuyó a
actualizar ante el mundo a una escritora universal, que estaba considerada como
gran escritora nacional, como la decana de las letras cubanas.
La mayoría de los escritores nuestros, han tratado temáticas relacionadas con la
Identidad Nacional desde tres dimensiones: la cultural en la que se insertan la
lengua, tradiciones, costumbres, sincretismo religioso, apreciación de la
naturaleza, etc. El aspecto psicosocial en el que se incluyen el sentido de
pertenencia, alto grado de emocionalidad, normas de conducta, relaciones
interpersonales; y por supuesto, no se debe pasar por alto, la dimensión política
que abarca la solidaridad y justicia, el humanismo, la independencia y la
soberanía.
En el presente trabajo pretendemos realizar algunas reflexiones sobre cómo
apreciamos la Identidad Nacional en uno de los poemas de Dulce María Loynaz,
perteneciente a su colección “Poemas sin nombres”, teniendo en cuenta las
dimensiones mencionadas.
Cuando damos fin a la lectura del poema CXXIV, nos percatamos de la belleza
del lenguaje y la hondura del pensamiento. Sus palabras son como el brochazo
audaz de algún pintor, es un cuadro lleno de colores en los que el azul prevalece:
13
... Tu cielo es un cielo vivo...
...
Tu mar es el último refugio de los delfines antiguos
...
Cuando te pintan en los mapas, a contraluz sobre ese
azul intenso.:
Isla mía, ¡qué bella y qué dulce ... Tu cielo es un cielo vivo,
Todavía con un calor de ángel, con un envés de estrella.
...
Sigues siendo la tierra más hermosa que ojos humanos
Contemplaron. Sigues siendo al novia de Colón, la
Benjamina bien amada...
...
Eres deleitosa como la fruta de tus árboles,
como la palabra de tu Apóstol.
Desde nuestros primeros pobladores ha estado presente el sentimiento de
soberanía, y esto no se le ha escapado a la autora, destaca las figuras de Hatuey
y Guarina, recordemos nuestra historia. Este aborigen fue el primer rebelde que
por alertar a quienes le rodeaban, sobre aquellos hombres blancos, fue
condenado a morir quemado en una hoguera. Esta idea es expresada a través de
un hermoso símil.
Eres, a un tiempo mismo, sencilla y altiva como Hatuey; ardiente y casta como
Guarina...
Hace referencia a la geografía cubana y a otros elementos propios de nuestro
clima, que describe apasionadamente. Porqué no pensar en la Sierra de los
Órganos, ubicada en la provincia más occidental, con esa plasticidad, a ella pudo
haber dedicado estos versos:
14
Vértebras de Cobre tienen sus serranías...
De igual manera compara la figura de su isla, mediante dos metáforas de singular
belleza; con la más refinada iguana.
pareces una fina iguana de oro,
un manjuarí dormido a flor de agua...
Reafirmamos lo planteado con anterioridad a través de los siguientes versos:
Islas grácil, te visten las auroras y las lluvias; te abanica el Terral;
te bailan los solsticios de verano...
Para la poetisa de las aguas, la naturaleza es como un personaje que la
acompaña siempre, sólo a partir de la misma es que la vida adquiere mayor
sentido.
Nomina a Cuba como el Paraíso Encontrado, alude a sus frutas, árboles, mar, los
sinsontes, el zunzún, los cocuyos y por supuesto, no puede estar ausente la
palma real, nuestro árbol nacional, símbolo pleno de cubanía:
... ni más escudo que el sol naciente con tu palma real.
...
Idílicas abejas pueblan de miel la urdimbre de tus frondas; allí vibra el zunzún
desprendido del iris, y destilan música viva los sinsontes.
...
Escarchada de sal y de luceros, te duermes, Isla Niña, en la noche del trópico. Te
reclinas blandamente en la hamaca de las olas...
...
Tienes la rosa de los vientos prendida a tu cintura; tus mayos están llenos de
cocuyos; tus campos son de menta, y tus playas, de azúcar...
15
Aunque el sincretismo religioso no es reflejado, se alude a personajes bíblicos
como son San José, Moisés, Jacob y establece una comparación entre su Isla y el
“Paraíso”, porque sólamente en ella puede encontrar ese sitio rebosante de paz y
tranquilidad. Tengamos presente que la religión católica contribuyó también a la
formación de lo que hoy somos.
No debemos pasar por alto la gran significación que para nuestra idiosincrasia
encierran el tabaco y una exquisita taza de café, ellos al igual que el sonido de
nuestros tambores o atabares, pasean por todo el mundo, dando muestras de
inconfundible cubanía:
...
Otra escala sutil es para él. El humo rosa del tabaco que le alegra las siestas y le
aroma de sueños el camino.
...
... Te ofreces a todos aromática y graciosa como una taza de café
.Pero no te vendes a nadie...
Con la belleza y originalidad que caracteriza al poema, su autora reafirma la
independencia, soberanía y justicia que nos caracteriza; con los siguientes
símiles:
... Como Diana, libre y Diosa, no quieres más diadema que la luna...
...
Te desangras a veces como los pelícanos eucarísticos; pero nunca, como las
sordas criaturas de las tinieblas, sorbiste sangre de otras criaturas.
...
A partir de las relaciones expuestas, podemos plantear que hay en esta autora un
sentimiento profundo de cubanía, y por tanto está presente en ella la Identidad
Nacional. Logra una sensación de transparencia y la profunda y explícita
16
identificación con su Cuba amada y querida, a tal punto que concluye la obra con
estos relevantes versos:
...
“Isla esbelta y juncal, yo te amaría, aunque hubiera sido otra mi
tierra, pues también te aman los que bajaron del Septentrión brumoso, o
del vergel mediterráneo, o del lejano país del loto”.
...
Tras duro y costoso esfuerzo se afianzó la Identidad Nacional, se construyó la
nación y se alcanzó el Estado Nacional, que a pesar de ser un proceso
relativamente reciente en términos históricos, es elemento decisivo para explicar
la estima del cubano contemporáneo por su Identidad Nacional, que va desde el
respeto y el amor a los símbolos patrios, la enseñanza de nuestra lengua hasta la
integración bajo normas y preceptos comunes, además de nuestros valores y
sentimientos.
17
ANEXO 1
POEMA CXXIV
Isla mía, ¡qué bella y qué dulce! ... Tu cielo es un cielo vivo, todavía
con un calor de ángel, con un envés de estrella.
Tu mar es el último refugio de los delfines antiguos y las sirenas
desmaradas.
Vértebras de cobre tienen tus serranías, y mágicos crepúsculos se
encienden bajo el panal de tu aire.
Descanso de gaviotas y petreles, avemaría de navegantes, antena
de América: hay en ti la ternura de las cosas pequeñas y el señorío de las
grandes cosas.
Sigues
siendo
la
tierra
más
hermosa
que
ojos
humanos
contemplaron.
Sigues siendo la novia de Colón, la Benjamina bien amada, el
Paraíso Encontrado.
Eres, a un mismo, sencilla y altiva como Hatuey; ardiente y casta
como Guarina.
Eres deleitosa como la fruta de tus árboles, como la palabra de tu
Apóstol.
Hueles a pomarrosa y a jazmín; hueles a tierra limpia, a mar, a cielo
18
Cuando te pintan en los mapas, a contraluz sobre ese azul intenso
de litografía, pareces una iguana de oro, un manjuarí dormido a flor de
agua...
Pero también pareces un arco entesado que un invisible sagitario
blande en la sombra, apunta a nuestro corazón.
Isla grácil, te visten las auroras y las lluvias; te abanica el terral, te
bailan los solsticios de verano.
Como Diana, libre y diosa, no quieres más diadema que la luna; ni
más escudo que el sol naciente con tu palma real.
La mala bestia no medró en tus predios, y jamás ha muerto en ti un
solo pájaro de frío.
Idílicas abejas pueblan de miel la urdimbre de tus frondas; allí vibra
el zunzún desprendido del iris, y destilan música viva los sinsontes.
Escarchada de sal y de luceros, te duermes, Islas niña, en la noche
del Trópico. Te reclinas blandamente en la hamaca de las olas.
Tienes la rosa de los vientos prendida a tu cintura; tus mayos están
llenos de cocuyos; tus campos son de menta, y tus playas, de azúcar.
Varas de San José en trance de boda, tornarse todos los gajos
secos clavados en tu tierra taumatúrgica. Rocas de Moisés, todas tus
piedras preñadas de surtidores.
19
Vela un arcángel escondido tras cada zarza tuya, y una escala de
Jacob se tiende cada noche para que el hombre duerma en paz sobre tu
suelo.
Otra escala sutil es para él, el humorosa del tabaco que le alegra las
siestas y le aroma de sueños el camino.
Para el hombre hay en ti, Isla clarísima, un regocijo de ser hombre,
una razón, una íntima dignidad de serlo.
Tú eres por excelencia la muy cordial, la muy gentil. Tú te ofreces a
todos aromática y graciosa como una taza de café; pero no te vendes a
nadie.
Te desangras a veces como los pelícanos eucarísticos; pero nunca,
como las sordas criaturas de las tinieblas, sorbiste sangre de otras
criaturas.
Isla esbelta y juncal, yo te amaría aunque hubiera sido otra mi tierra,
pues también te aman los que bajaron del Septentrión brumoso, o del
vergel mediterráneo, o del lejano país del loto.
Isla mía, Isla fragante, flor de islas: tenme siempre, náceme siempre,
deshoja una por una todas mis fugas.
Y guárdame la última, bajo un poco de arena soleada... ¡A la orilla
del golfo donde todos los años hacen su misterioso nido los ciclones!
20
Epígrafe 1.2
Propuesta metodológica para analizar y valorar la identidad nacional
en el poema CXXIV, de Dulce María Loynaz.
Mediante el análisis de la obra literaria se intenta dar una explicación acerca del
fondo y la forma del texto literario. El análisis de un texto no es el resumen de su
argumento, ya que no explica cómo es la obra, sino qué dice.
El verdadero análisis de un texto debe consistir en un examen del contenido,
poniendo en relación el qué se dice y el cómo se dice, o sea el fondo y la forma, el
significante y el significado, reafirmando la interrelación dialéctica que existe entre
las categorías filosóficas de contenido y forma. Por ello un comentario no consiste
en descubrir cómo se ha logrado la obra, sino cómo se ha conseguido la
comunicación.
Teniendo en cuenta lo expuesto con anterioridad, propongo utilizar la siguiente
propuesta metodológica, así como un sistema de ejercicios, que parten desde la
actividad de la lectura hasta la valoración personal de los estudiantes, quienes
deberán
aplicar
los
procesos
mentales
de
análisis-síntesis-abstracción-
generalización, la que consideramos tenga un carácter científico.
Esta propuesta metodológica puede ser utilizada en el programa de Literatura
Cubana que se imparte en la enseñanza media, específicamente en 9no grado,
durante el segundo semestre del curso, para que los educandos se sensibilicen
con la obra de Dulce María Loynaz y sean capaces de apreciar los valores éticos
de esta destacada poetisa contemporánea, así como la presencia de la identidad
cubana en su obra.
21
PROPUESTA METODOLÓGICA.
1. Localización. Localizar un texto consiste en precisar si se trata de un
texto independiente o forma parte de una obra. Investigar a qué género
narrativo pertenece, la época en que fue escrito, así como indagar
sobre su autor.
2. Lectura atenta del texto. Con el objetivo de lograr la comprensión total
del texto partiendo del sentido literal. Para realizarla, puede realizarse
con el uso del diccionario para consultar aquellas palabras de las que
se desconoce el significado. En este paso se pretende comprender el
texto, no interpretarlo y se da cumplimiento a un primer nivel de
comprensión.
3. Una lectura más detenida, para poder cumplimentar el 2do nivel de
comprensión y precisar el tema. Este tercer paso es más delicado: se
trata de descubrir qué intención tuvo el autor al escribirlo. La
determinación del tema debe hacerse de forma clara y precisa.
4. Determinación de la estructura. Para descubrir cómo está ordenado o
estructurado.
5. Análisis de la forma. Son las palabras y giros que lo componen. Aquí el
autor elige aquellos que considera más adecuados para expresar mejor
el tema. Por lo que hay estrecha relación entre tema y forma.
6. Conclusiones.
22
Es un balance de las observaciones realizadas en las etapas
anteriores. No se trata de decir si es feo o bonito, agradable o
desagradable, sino de resaltar los rasgos que lo caracterizan.

Localización
Localizar
el
tiempo
y
estilo

Localizar el autor y su
obra
Análisis
del
contenido

Lectura

Determinación del tema

Determinación
de
estructura
Análisis
de
forma
Conclusiones
la

Plano fonológico

Plano morfosintáctico

Plano Léxico-semántico

Valoración personal
la
23
Ejercicios para analizar el Poema CXXIV, de Dulce Maria Loynaz.
1 .Investigue los datos más significativos de la vida y obra de DML.
2 .Localice, en qué colección de poemas se encuentra su poema CXXIV,
así como en qué año apareció publicada.
3 Lea atentamente el poema y precisa:
¿Cuántas estrofas lo integran?
4. ¿Cuál es el vocablo que abre las puertas de este poema?
4.1 ¿Qué parte de la oración es?
4.2 ¿Qué palabra lo modifica?
4.3 ¿Por qué crees que la poetisa haya utilizado esta palabra y no otra?
4.4 Localiza la expresión empleada en el primer verso para mostrar la
actitud de la compositora ante el aspecto que le sirve como fuente de
inspiración. ¿Por qué la poetisa emplea este tipo de oración?
5. El mar y el color azul son dos términos que identifican esta obra de la
Loynaz. ¿Estás de acuerdo con este criterio? Justifícala basándote en el
texto leído.
24
6. ¿Consideras que la naturaleza está íntimamente vinculada a la belleza
poética que logra la autora en sus versos? ¿Porqué?
7. Mencione elementos de cubanía presentes en el mismo.
8. Interprete los versos siguientes:
Como Diana, libre y diosa, no quieres más diadema que la luna; ni
más escudo que el sol naciente con tu palma real.
9 .Localiza en el poema las comparaciones que hace la poetisa entre “su
isla” y otros aspectos de la realidad.
9.1 ¿Qué figura literaria utiliza?
10 Escribe las anteriores comparaciones e intenta traducir con tus palabras
lo que quiere comunicarle al lector.
11 Clasifica el tipo de oración compuesta que aparece en la estrofa No 15.
¿Por qué emplea este tipo de oración y no otra, en este momento?
12 Lee la estrofa siguiente y reflexione:
Para el hombre hay en ti, Isla clarísima, un regocijo de ser hombre,
una razón, una íntima dignidad de serlo.
¿Estás de acuerdo con sus palabras? Argumente?
25
13 Seleccione del poema una frase en la que su autora ponga de
manifiesto su sentimiento de independencia y soberanía.
14 Realiza el análisis sintáctico de la primera oración gramatical.
15 Según la autora de dónde vinieron aquellos que también la aman.
16 ¿A qué contribuyeron esos que llegaron de tan lejos.
17 ¿Cuál consideras que sea el tema de este poema?
26
CONCLUSIONES
En el poema CXXIV, de Dulce María Loynaz hay una importante revelación
de lo cubano lo cual contribuirá a que perdure nuestra nacionalidad si somos
capaces de incorporarnos a los intereses de la humanidad, pero conservando
nuestro verdadero “yo”.
Su obra nos conmueve y
seduce, porque hallamos en ella una importante
revelación de lo cubano, formulado por esta poetisa a la que consideramos una
fortuna excelente de la Literatura Cubana.
27
RECOMENDACIONES.
Se recomienda continuar profundizando en el análisis de obras
pertenecientes a la Literatura Cubana que contribuyan a reafirmar nuestra
Identidad Nacional, con lo cual estaríamos propiciando la perdurabilidad de
la misma.
28
BIBLIOGRAFÍA.
1.Colectivo de autores GEST. Tecnología y sociedad. La Habana. Editorial
Felix Varela,1999.
2.Encuentro Cuba: Cultura e identidad nacional:La Habana. Editorial Unión,
1995.
3.Loynaz y Muñoz, Dulce María. Alas en la sombra. La Habana. Editorial
Letras Cubanas, 1992.
4.Loynaz y Muñoz, Dulce María. Poemas sin nombre. La Habana. Editorial
José Martí, 1993.
5. Núñez Jover, Jorge. La ciencia y la tecnología como procesos sociales.
Editorial Félix Varela,1999.
6.Rosental, M y Ludin, P. Diccionario Filosófico. Guantánamo. Editora Política,
1981
7.Revista Bohemia 20-3-92. Artículo El caso cubano 500 años, cultura y
nación.
8. Revista Contracorriente. V2 # 4 Abril/ Mayo/ Julio, 1996.
9. Revista La Gaceta de Cuba. V 34. Sep / oct/ 1996.
10. Ubieta Gómez, Enrique. Ensayos de identidad. La Habana. Editorial Letras
Cubanas, 1993.
29
11. Valdés Bernal, Sergio. Lengua nacional e identidad cultural del cubano. La
Habana. Editorial Ciencias Sociales, 1993.
30
RESUMEN:
La mayoría de los autores nuestros, han tratado temáticas relacionadas con la
identidad nacional desde tres dimensiones: la cultural, en la que se insertan la
lengua, tradiciones, costumbres, sincretismo religioso, apreciación de la
naturaleza, entre otros. El aspecto psicosocial donde se incluyen el sentido de
pertenencia, alto grado de emocionalidad, normas de conducta, relaciones
interpersonales, y por último, la dimensión política que recoge la solidaridad, la
justicia, el humanismo, la independencia y la soberanía.
En el presente trabajo, pretendemos realizar algunas reflexiones sobre cómo
apreciamos la identidad nacional en uno de los poemas de Dulce María
Loynaz, perteneciente a su colección “Poemas sin Nombre”, teniendo en
cuenta las dimensiones antes mencionadas y la posibilidad de usar estos
contenidos en la apropiación de valores de las nuevas generaciones.
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