Sábado 7 de enero del 2006 http://www.nacion.com/ln_ee/2006/enero/07/opinion5.html CAMBIO CLIMÁTICO Y SALUD Darner A. Mora Alvarado Salubrista público El planeta Tierra ha estado sufriendo un cambio climático (CCL) provocado por actividades humanas relacionadas con el uso de combustibles fósiles, tala y quema de árboles, además de la producción de otros gases, como metano, óxido nitroso y diversos halocarburos. Estos gases han favorecido el efecto invernadero, aumentando la temperatura promedio de la superficie terrestre, que oscila alrededor de los 15°C, afectando los ecosistemas y el equilibrio de las especies. Según el criterio de los los expertos, la temperatura promedio en el siglo XX aumentó un 0,6 ºC, dos tercios de ello a partir de 1975; de continuar este aumento, la temperatura promedio global llegará a 17 ºC en el 2100. Estos cambios han provocado inundaciones en muchos lugares y sequías en otras latitudes, influenciando directa e indirectamente la salud pública de las poblaciones correspondientes. Estos efectos podrían ser beneficiosos al "suavizar" los inviernos de las zonas templadas, pero, en general, han sido y serán muy dañinos en países tropicales como el nuestro. ¿Más dengue? Por otra parte, se aumentarían las enfermedades de origen hídrico, debido a que ciertas bacterias como Vibrio cholerae, Salmonella, Shigella, E. coli y otras se multiplicarán aún más al aumentar las temperaturas de las aguas. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (2002), se estimó que el CCL es responsable en el 2000 de casi el 2,4% de los casos de diarrea y del 6% de los de paludismo en el mundo. En este sentido, en Costa Rica es necesario discernir si el aumento de los casos de dengue sufridos en el 2005 (36 000) se debe o no al CCL. Ante esta preocupante situación, es necesario que las Naciones Unidas obliguen a los países desarrollados a disminuir la utilización del petróleo y amainar la producción de gases contaminantes que aumentan el efecto invernadero. Respecto a los países como el nuestro, es necesario realmente hacer conciencia de que el mencionado problema es una realidad, pero, sobre todo, es fundamental hacer sostenibles nuestros bosques y ecosistemas. http://www.nacion.com/ln_ee/2007/agosto/16/aldea1203757.html Riesgo por aumento de temperaturas CAMBIO CLIMÁTICO GOLPEARÁ SALUD DE LOS COSTARRICENSES Mosquito del dengue proliferará en Valle Central por alza en temperaturas Diarreas, asmas y alergias también se exacerbarán por alteración del clima Marcela Cantero y Pablo Fonseca mcantero@nacion.com El aumento de la temperatura, debido al calentamiento global, hará que los costarricenses se vean más afectados por enfermedades transmitidas por mosquitos, contaminación del aire y falta de agua y alimentos. Dengue, malaria, Chagas, leptospirosis, hantavirus, diarreas, alergias y asma encabezan la gran lista de males que empeorarán por el aumento en las temperaturas del planeta en los próximos 90 años. Otros Sitios: Visite un sitio especial de Nacion.com y Aldea Global sobre el Cambio Climático. El ejemplo más claro y contundente es el del dengue. El mosquito transmisor de este mal, el Aedes aegypti , es un amante del calor. Por ello, prefiere habitar las zonas tropicales y costeras. Sin embargo, con el aumento de temperaturas, el mosquito ha ido encontrando el calor que le gusta en zonas más altas. Esto ya se observa en Costa Rica. En la década de los años 60 el Aedes aegypti fue erradicado del territorio nacional. Sin embargo, volvió. En 1993, el Ministerio de Salud registró en Puntarenas casos de dengue en el país, pero sus estudios también detectaron al Aedes aegypti en ciudades del Valle Central ubicadas entre los 1100 y 1200 metros de altitud, como San José. Eso alertó a los salubristas pues el insecto no solía vivir más allá de 1000 metros de altura. ¿Por qué sucedió eso? La causa está en el aumento de la temperatura, lo que convirtió a las tierras altas del país en un ambiente apropiado para hospedar al mosquito transmisor. Según datos del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), las temperaturas en el Valle Central aumentaron tres grados Celsius en los últimos 30 años. Con el aumento de tres grados Celsius más en la temperatura del país, según se proyecta para los próximos 90 años, el mosquito encontrará más espacios para habitar. /LA NACIÓN Un estudio del Instituto de Investigación Oswaldo Cruz, de Brasil, señala que con un aumento de tres grados Celsius el mosquito conquista 500 metros más de altura para su hábitat. Eso significa que para el año 2100, el Aedes Aegypti habitará hasta los 1700 metros de elevación, altitud a la que se encuentra la región de Los Santos, en San José, o Fraijanes, Alajuela, por ejemplo. El caso de Costa Rica no es aislado. Diferentes estudios confirman que el cambio climático propicia el paso de los mosquitos de tierras bajas a zonas altas. En el mundo. En el caso del Aedes aegypti , su presencia se reporta a 2121 metros de elevación en India, a 2.400 metros de altitud en África y a 2200 metros de elevación en Colombia. También hay cambios en el hábitat del mosquito transmisor de la malaria, Anopheles gambiae , en regiones de África y Suramérica. En Costa Rica aún no hay registros de cambios en el patrón de este insecto que, por ahora, está en tierras bajas, como Matina, Limón. “Los insectos son extremadamente sensibles al cambio de temperaturas (...) Nuestros estudios en África y América del Sur sobre malaria y dengue encontraron que se adaptaron a ambientes más altos y aceleraron su tiempo de reproducción”, alertó Paul Epstein, del Centro para la Salud y el Ambiente Global de la Universidad de Harvard. Diarreas y asma. Las diarreas y el asma son dos males que también están relacionados con los efectos del cambio climático. Las alteraciones en las lluvias (sequías e inundaciones) provocarán escasez de agua y alimentos. Esto facilitará la propagación de virus y bacterias que causan diarreas en niños y adultos. Por ejemplo, el Hospital Nacional de Niños (HNN) atiende 1000 casos al mes en el período pico de diarreas. Esa cifra aumentará conforme el termómetro marque más grados. Un estudio hecho en el 2000 en Perú demostró que se da un incremento de 8% de los casos de diarrea por cada grado de aumento en la temperatura de la ciudad. Si ese escenario se cumpliera acá, para el año 2100 se daría un aumento del 24% de los casos de diarreas en el país. El asma y las alergias respiratorias también podrían aumentar debido a que existe mayor concentración de partículas contaminantes emitidas por autos e industrias. Esto activa las alergias en quienes tienen la susceptibilidad. Un estudio del HNN comprobó que los enfermos de asma menores de 14 años pasaron de 23% en 1989 a 33% en el 2003. El crecimiento de estas enfermedades conlleva grandes gastos. A junio de este año, la Caja Costarricense del Seguro Social invirtió ¢1000 millones en la atención de enfermos con dengue, epidemia que suma 12 814 enfermos de enero al 11 de agosto de este año. Además, atender cada año a los 160 000 asmáticos bajo tratamiento cuesta ¢8000 millones. Ante este panorama, las estrategias de prevención y mitigación se centran en establecer políticas para proteger el ambiente, disminuir la contaminación y educar en la prevención de enfermedades. Por ahora, eliminar criaderos del mosquito es la mejor estrategia para evitar más casos de dengue. IMPACTO EN SALUD Visión mundial: el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático indicó que el alza en las temperaturas afectará, entre otros, la disponibilidad de agua y comida y alterará los hábitat de insectos, aves y roedores que transmiten enfermedades al hombre. También aumentarán los muertos y heridos relacionados con fuertes oleajes, tormentas, incendios e inundaciones en el mundo. Además, crecerán los afectados por problemas cardiorrespiratorios, como consecuencia de mayores concentraciones del “ozono de nivel de tierra”. Visión local: expertos centroamericanos y de la Organización Mundial de la Salud concluyeron, en una reunión este mes, que el calentamiento global influirá en males transmitidos por insectos (dengue, malaria y Chagas); roedores (leptospirosis y hantavirus); alimentos y aguas contaminadas (diarreas) y males sensibles a la contaminación del aire (alergias y asma). Los desastres naturales, como inundaciones, huracanes y sequías, afectarán además la salud de los centroamericanos. http://www.nacion.com/ln_ee/2008/octubre/28/opinion1753073.html Costa Rica, Martes 28 de octubre de 2008. Periódico La Nación/Opinión, p. 34 A LA SALUD Y EL CAMBIO CLIMÁTICO María Luisa Ávila, Ministra de Salud La relación entre cambio climático y salud se conoce desde tiempos ancestrales. Heráclito, filósofo griego, decía que la salud humana es el reflejo de la salud del ambiente; la aristocracia romana se refugiaba en sitios altos para evitar la malaria; los cambios climáticos (CC), las inundaciones, la migración de vectores es algo que ha acompañado a la humanidad. Sin embargo, en los últimos años la participación del hombre y su responsabilidad en este cambio han venido ganando espacio en todas las agendas de salud. Cambios antropogénicos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en los últimos 30 años se han perdido 150. 000 vidas por año a causa de los CC antropogénicos. Además muchas enfermedades crónicas tienen una estrecha relación con los cambios atmosféricos: enfermedades cardiovasculares, respiratorias e infecciosas. El impacto de la variabilidad y el clima que incluyen cambios en los patrones de precipitación e incremento en la frecuencia de eventos extremos; los huracanes y las tormentas tropicales que tienden a aumentar en intensidad; las temperaturas en ascenso y la mayor frecuencia de sequías e inundaciones ocasionan migración de vectores propios de enfermedades infecciosas como el dengue y la malaria; afectando además la migración de otros vectores como las garrapatas, incrementando la incidencia de enfermedades como la ehrliquiosis, y el patrón migratorio de las aves con la aparición de enfermedades como la encefalitis del West Nile. Por otro lado, se puede ver afectada la seguridad alimentaria la que, unida a la escasez de agua esencial para la higiene, o bien las inundaciones, aumentará la carga de enfermedades diarreicas y la contaminación de los alimentos. Los efectos en la salud serán más graves en personas de edad o afectadas con problemas de salud crónica. Es posible que la mayor parte de la carga de morbilidad adicional recaiga en los niños y los pobres, en especial las mujeres. Las enfermedades más sensibles al cambio climático –la diarrea, enfermedades de transmisión vectorial e infecciones– son más graves en los niños que viven en condiciones de pobreza. En general, el CC va a intensificar riesgos que ya enfrentan con limitaciones las poblaciones más vulnerables. En el caso de Costa Rica, esto puede estar asociado con la búsqueda de equidad en acceso a servicios. Por ejemplo, el drenaje pluvial o el manejo de los residuos sólidos, el cual es muy deficiente en cantones afectados por la malaria y el dengue. Se calcula que, en promedio, el 18% de los habitantes no tiene acceso a servicio de agua potable que cumpla con todas las normas de calidad, ya que no toda la población tiene cobertura dada por Acueductos y Alcantarillados, algunas comunidades reciben suministro de agua por acueductos rurales o administrados por las municipalidades. Este promedio aumenta en zonas rurales y en territorios indígenas. La docena mortal. Durante el congreso mundial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, en octubre de este año, se ha dado a conocer un informe, llamado “Docena Mortal”, y que enumera doce de las muchas enfermedades que pueden aumentar y extenderse a causa del CC. De seguir la tendencia actual, estos patógenos son los que tienen más posibilidades de afectar a las personas, los animales y la economía. Su expansión se explica por la proliferación y aumento en la sobrevida de estos agentes, al mismo tiempo, aumentará la susceptibilidad de contraer una infección. Con ellos las diferentes enfermedades aparecerán en zonas donde hasta entonces no eran usuales. La docena mortal incluye: tuberculosis, fiebre del valle del Rift, enfermedad del sueño, mareas rojas, gripe aviar, babesiosis, cólera, ébola, fiebre amarilla, parásitos intestinales, enfermedad de Lyme y peste. El aumento en incidencia y distribución de estas enfermedades es sin duda un tema que debe preocuparnos. El Ministerio de Salud ha desarrollado el marco conceptual de la Producción Social de la Salud, ya que la gestión de determinantes de la salud está asociada con diferentes sectores, y esto no es diferente para el CC. Una oportunidad para un cambio positivo se nos ha presentado al asumir salud la rectoría social. Para posicionar la salud y los determinantes sociales en la agenda nacional del desarrollo humano en general, y en las estrategias de mitigación y adaptación frente al CC en particular, se requiere seguir fortaleciendo nuestras capacidades para el ejercicio efectivo de la rectoría en salud y en materia social; ambas, estrechamente vinculadas.