Jardinería con Flora Canaria Tacoronte 2009 (Autor: Luis Delgado Pestano) La perspectiva del jardín.Nuestras islas, especialmente Tenerife, tienen marcadas por su ubicación y altura dos vertientes determinantes: norte y sur. La exposición básica de las especies debe guardar coherencia con la orientación y la envergadura de la planta, de tal forma que (salvo que se pretendiera dotar de sombra algún sector del jardín) la exposición debe ser escalonada, situándose los árboles de mayor desarrollo al fondo de la perspectiva. El objetivo es una exposición homogénea a la luz y a la mirada del observador, evitando que unas plantas oculten a otras. Esta norma se puede romper cuando trabajamos con especies de sotobosque con baja necesidad lumínica y que exigen introducirse en el jardín para divisarlas en el medio umbrío. El objetivo de la perspectiva es producir una sensación de profundidad de campo infinito. Marcos de plantación.También para establecer una distancia conveniente entre árboles y entre plantas debemos calcular el desarrollo máximo de las especies utilizadas, de tal forma que el resultado final no sea el dominio de un ejemplar sobre otro. Si el ambiente pretendido es de carácter selvático, la densidad de plantación puede ser alta pero sin alcanzar una competencia insana. Si los ambientes que buscamos son termofilos debe existir marcos amplios que permitan el desarrollo de las copas de los árboles al máximo. Por último las especies basales o costeras deben tener garantizada, en todo caso, una exposición plena al sol. Ambientes diversificados.Bien por razones estéticas o por pretenderse darle al jardín un uso didáctico o expositivo es factible representar asociaciones vegetales que se corresponden a distintos ecotonos instalando con coherencia sistemas de riego para ambientes húmedos y eliminando los riegos o instalando sistemas localizados, que no humedezcan en exceso, para las plantas xerófitas. Debe respetarse en verano, entre agosto y septiembre, un periodo de descanso, sin riego, coincidiendo con la parada vegetativa de la mayor parte de las especies canarias. Este descanso garantiza una respuesta más intensa de las plantas en la brotación otoñal, mayor producción floral y menor incidencia de las patologías. Abonos.La vegetación y el suelo de las islas están firmemente interrelacionados, como ha demostrado el trabajo del ingeniero Carlos E. Hernández Rodríguez sobre restauración de la cubierta vegetal con Laurisilva. No obstante, en jardinería se tiende a romper esta interrelación usando especies con distintas necesidades edafológicas y nutricionales. Por ello el uso de abonos puede ser aconsejable para la obtención de desarrollos sanos y rápidos, pero ha de hacerse con extremada prudencia. Algunas especies de zonas secas y pobres pueden ver alterados sus metabolismos en presencia de exceso de agua y nitrógeno. En este caso debe evitarse el uso de abono. 1 Limpieza.Es el periodo de parada estival el idóneo pera realizar limpiezas de materiales desechables como ramas secas. También las podas de arbustos florales como lavándulas que mejoran con esta técnica su volumen y floración. Mulching.El suelo del jardín exige una cubierta según el tipo de vegetación. Así el suelo de un bosquete de Laurisilva tiene un gran atractivo en el colorido diverso de la hojarasca y la variedad de los brinzales. Sin embargo para plantas xerófitas un suelo de arena y rocas volcánicas resulta natural y muy estético. Jardinería con Flora Canaria Tacoronte 2009 (Autor: Luis Delgado Pestano) Reproducción de especies canarias para uso en jardinería. Diferencia entre planta para restauración natural y planta para jardinería.La producción de planta para restauración natural tiene una serie de condicionantes que no son necesarios para la producción jardinera. Planta de restauración.Origen y destino del material genético: El material genético debe ser recogido preferentemente en la zona más próxima al lugar de la restauración, evitando procesos adaptativos con origen diferente. Tipo de reproducción: En la restauración se pretende conservar la diversidad genética que corresponde a la zona, por lo que es inexcusable el evitar la clonación de los individuos a plantar. A tal fin la reproducción debe ser siempre sexual, es decir por semillas, evitando la reproducción vegetativa de cualquier tipo salvo que alguna especie tuviera serios problemas para la producción y/o germinación de sus simientes. Actualmente este problema está prácticamente superado al conocerse los métodos de germinación de prácticamente todas las especies. Planta de jardinería.Origen y destino del material genético: Para este tipo de producción no es necesario un origen determinado pudiéndose incluso disponer de plantas madres en cultivo para la obtención del material a reproducir. En todo caso no podemos omitir que en las islas la proximidad del medio natural al antrópico es casi total por lo que, como mínimo, debe evitarse el movimiento de material vegetal entre islas para no polucionar genéticamente la diferencia vicariante de la insularidad y por tanto la diversidad. Tipo de reproducción: Existen especies arbóreas y herbáceas de fácil producción sexual y por lo tanto es rentable utilizar este método también para la jardinería. Ejemplo: Lavándulas, Limoniums, Hypericum, etc. Existen especies que su reproducción sexual es difícil o produce planta con lentitud por lo que la reproducción vegetativa es determinante en jardinería, consiguiéndose planta con rapidez y porte adecuado. Ejemplo: Lavateras, Sauces, Salvias, Acebuche. Otras diferencias.El porte de la planta y por lo tanto el tamaño y tipo de envase también están diferenciados. En planta de restauración se utilizan recipiente de tipo forestal (termo conformados de alveolos o macetas de capacidad y volumen no superior a un litro). 2 Para jardinería el recipiente está en función a los tamaños de planta demandados en este uso; siendo recipientes similares a la maceta pequeña entre uno y dos litros para herbáceas y arbustos pequeños y entre cinco y mil litros para árboles, dragos, palmeras, arbustos de gran porte, etc. Metodología general para la reproducción sexual de especies canarias.Los procesos de reproducción sexual de especies canarias están altamente evolucionados de tal forma que procedimientos convencionales como la escarificación química con ácido y la lixiviación con sustancias disolventes están superados y son des aconsejables tanto por su potencial contaminante para el Medio como por el riesgo para el manipulador. Como norma general (puede existir alguna excepción) los frutos en gálbulos, drupas y bayas deben ser tratados vía fermentación para la separación de las semillas, las cuales una vez limpias no deben ser oreadas sino permanecer húmedas hasta su siembra que, a su vez, se debe realizar inmediatamente después, no superando las cuarenta y ocho horas desde su limpieza hasta su siembra. Existen varias excepciones a esta norma en las especies cuya estrategia exige una estratificación húmeda- templada como son los Ilex y el Acebuche. Esta estratificación consiste en conservar las semillas en un medio sin luz, húmedo y aireado de tres a cinco semanas con temperatura entre 5º C y 14º C procediendo posteriormente a su siembra. Para los frutos en espigas o frutos someros como la mayor parte de los arbustos florales solo es necesario recolectar y limpiar manualmente separando las semillas de su portador. La mayor parte de estas semillas se pueden sembrar directamente en bandeja sin otra exigencia. Ejemplos: Hypericum, Lavándulas, etc. Los frutos en conos (pinos), legumbres (tagasastes, escobones) y cápsulas dispersadoras (euphorbias) requieren someterse a un proceso de desecado intenso hasta que liberen la semilla. En el caso de las semillas de pino deben ser embebidos al menos durante 24 h. antes de su siembra; los tagasastes mejoran la germinación si son sumergidos en agua caliente 80º C. y se le deja enfriar embebiéndose de 24 a 48 h. antes de su siembra. Las euphorbias plantean el problema de disponer de frutos que al someterse a un ambiente muy seco disparan la semilla a gran distancia por lo que se deben recoger los frutos maduros pero cerrados y someterlos a secado cálido (bien solar o en horno de secado) pero siempre cubriendo el recipiente que lo contiene con papel secante o malla que evite la perdida de las semillas al dispararse, las euphorbias no necesitan embebido previo. 3