¿Cuáles son los objetivos principales del CREAL a corto y largo plazo? ¿Cambiarían en caso de obtener, o no, el Distintivo de Excelencia Investigadora Severo Ochoa? Los objetivos del CREAL se resumen en su Plan Estratégico 2010-2013 aprobado por el Comité Científico Asesor y el Patronato. Los programas de investigación del centro incluyen tres programas centrados en enfermedades u outcomes, respiratorio (asma, alergias, EPOC), cáncer y salud infantil (incluyendo neurodesarrollo) y tres programas centrados en factores de exposición, contaminación atmosférica y del agua y radiaciones. La crisis econòmica actual ha limitado el desarrollo y la implantación de los objetivos fijados en el Plan estratégico. La consecución del distintivo Severo Ochoa permitiría desarrollar completamente los objetivos, en concreto: 1) ampliar la investigación que realizamos sobre las causas ambientales del cáncer y especialmente al estudio de los efectos de las radiaciones ionizantes (como las derivadas de la exposición a pruebas diagnósticas) y no ionizantes (como las derivadas de la telefonía móvil) y 2) desarrollar nuevos modelos integrados para evaluar el impacto en la salud en exposiciones ambientales complejas (como las de los entornos urbanos). Otro objetivo a medio plazo es la consolidación del programa de “mentoring” como estrategia de formación de investigadores jóvenes. Los objetivos a largo plazo son menos tangibles. Lo más importante es saber responder a los cambios del entorno, a los nuevos problemas de salud, incorporar de manera estratégicamente acertada nuevas metodologías. Y sobre todo preservar y mejorar el entorno humano e intelectual del centro. ¿Porqué le gustaría que el CREAL fuera conocido: por sus investigadores, por alguna línea de investigación en concreto por la que tenga especial predilección o sepa que en ella se ha invertido más o se ha trabajado más, por algún logro concreto…? Todas las líneas de investigación son importantes y la mayoría de logros, aún siendo muy importantes en su momento, suelen ser efímeros. Nuestra apuesta es la de un centro pequeño que combinando talento y trabajo en equipo logra estar entre los mejores del mundo en su ámbito. Perseguimos descubrir efectos prevenibles de los riesgos ambientales sobre la salud y poderlos aplicar a las políticas de salud. En este sentido, si cabe elegir, nos gustaría ser reconocidos por nuestros investigadores no sólo por su afán de realizar investigación de excelencia sino también por su compromiso de trasladar los resultados a la sociedad. ¿Qué papel desempeñará el CREAL en el estudio de los factores ambientales que afectan a la salud humana? ¿El CREAL se centra más en su impacto local, nacional o internacional? En la actualidad los problemas locales tienen una fuerte dimensión global de manera que lo local y lo internacional están interconectados estrechamente. Un ejemplo de este continúo puede verse en los estudios que hemos publicado recientemente sobre los efectos de la exposición a productos derivados de la cloración del agua. Este es un riesgo relevante en muchas ciudades de Cataluña y España pero también en muchos otros países, así que recientemente la revista Environmental Health Perspectives (la primera en impacto de su ámbito) publicó en un mismo número cuatro trabajos de nuestro centro sobre este problema, al que dedicó la imagen de su cubierta. En cuanto al papel de nuestra investigación, el ejemplo al que referido sigue siendo útil ya que los resultados de nuestros estudios serán útiles a las agencias que regulan los límites de exposición tolerables a los productos derivados de la cloración así como a profesionales como los médicos que deben informar a sus pacientes sobre los riesgos de determinadas exposiciones. Otro ejemplo destacado sería la incorporación de los nuestros resultados en contaminación atmosférica en las revisiones de los estándares de calidad del aire tanto en USA como en la UE. Nuestro rol es básicamente el de proporcionar evidencia científicamente sólida que sea útil para las políticas y las iniciativas de protección de la salud frente a los riesgos ambientales. A modo de resumen, el CREAL centra su investigación a todos los niveles. Investigadores del centro están coordinando y participando en más de 20 consorcios internacionales, financiados principalmente por la UE, estudios nacionales multicéntricos y también estudios que abordan problemas locales. ¿Qué cree que le hace falta a la investigación española para consolidarse en el panorama internacional? La ciencia española estaba en un buen camino hasta que apreció la crisis económica y social en la que estamos inmersos. Ahora las cosas están siendo mucho más difíciles y las diferencias norte-sur en Europa van a agrandarse nuevamente. España ha perdido la oportunidad de blindar la investigación y la innovación como puntas de lanza de un nuevo modelo económico y social y los recortes actuales están ya haciendo mella. Aunque disponemos de entusiasmo y convicción en nuestras capacidades hacen falta más recursos para seguir colaborando y compitiendo con los mejores del mundo. Los mejores centros de investigación mantienen una alta tasa de retorno de los recursos europeos y en estas condiciones reducir sus presupuestos, aunque sea un 10%, es un despropósito. Además a la ciencia española le falta, como en otros ámbitos de la vida política y social, capacidad de acomodar de manera generosa y eficaz, la realidad de Cataluña que sin duda es la lanzadera de la ciencia española. Hablando ya más sobre el Distintivo de Excelencia Severo Ochoa, ¿qué es la excelencia investigadora para usted? ¿Qué investigación de excelencia se realiza en su centro o unidad? Es muy difícil definir la excelencia. Algunos investigadores del CREAL hemos visitado regularmente Florencia durante más de 10 años para dar clases y hemos podido observar directamente el milagro del renacimiento en esa ciudad. Es difícil comprender como pudo concentrase en apenas dos siglos tanta excelencia en casi todas las disciplinas artísticas pero lo cierto es que ocurrió. Me impresiona el ejemplo de Massacio. Cómo un joven pintor que muere a los 27 años alcanza a refundar la pintura del Renacimiento, aprendiendo al lado de genios como Brunelleschi y Giotto. Para explicar la excelencia en ciencia me atrae pensar en el laboratorio Cavendish en Cambridge, Reino Unido, que acumula unos 30 premios Nobel. Aunque en la actualidad la excelencia se ha convertido en una palabra común, creo que sigue siendo, al igual que hace 2500 años en las obras de Homero, la virtud de alcanzar el límite positivo de las capacidades humanas. Me inclino a pensar que la aspiración a la excelencia junto con la capacidad de sorprenderse son los motores del arte y la ciencia. No puedo decirle que investigación de nuestro centro resulta de excelencia y cual no. No creo que exista una fórmula para decir esta línea lo es y esta no. Creo que los investigadores del CREAL nos vemos algo así como un peldaño por detrás de la excelencia pero que en cada nuevo proyecto experimentamos esa tensión de partir de lo que han hecho los mejores e intentar ir más allá. Ahí está la aspiración a la excelencia. Obviamente eso debe traducirse en hechos tangibles: proyectos que obtienen financiación en las convocatorias más competitivas, trabajos publicados en las mejores revistas, hallazgos que mejoran nuestra capacidad de resolver problemas sociales importantes. El CREAL lidera en la actualidad 5 proyectos Europeos y publica entre 90 y 100 trabajos al año en las revistas especializadas que ocupan el número 1 en impacto potencial en los campos científicos en los que trabajamos. ¿Cómo valora la creación de este distintivo? Quizás sea bueno recordar aquí que Ramón y Cajal fue posiblemente un estímulo y un ejemplo para Severo Ochoa. Lamentablemente simbolizan la excepción más que la regla en la historia científica de España. Lo importante de la última década ha sido la convicción y el empeño en mejorar nuestra ciencia y eso ha empezado a dar frutos. En Cataluña, ICREA ha sido un gran estímulo para la mejora y la internacionalización de la investigación científica. El distintivo de Excelencia Severo Ochoa puede contribuir en la misma dirección en España. Premiar a los mejores es siempre un acto de inteligencia y de justicia.