Aceprensa, 15 Noviembre 2006 Se discute la relación del menú escolar con la obesidad En los últimos años se han multiplicado los esfuerzos en favor de la comida sana en los colegios, pero algunos estudios niegan que la alimentación en la escuela y el ejercicio físico disminuya la obesidad de los alumnos. Este año Carl Enrik Flodmark, jefe de la unidad de obesidad infantil del Hospital Universitario de Malmö (Suecia), ha publicado un trabajo en el “International Journal of Obesity”, que revisa 24 estudios sobre la prevención de la obesidad en distintos lugares del mundo. En total los estudios examinaron a 25.896 niños. Sólo ocho de los estudios concluyeron que las actuaciones reducían la obesidad. Por el contrario, los restantes 16 programas de alimentación en las escuelas no produjeron los efectos esperados. Flodmark se dedicó entonces a consultar otras investigaciones, pero ofrecían resultados similares: sólo 15 mostraban alguna mejora en la salud de los alumnos, mientras que en 24 no se había encontrado ninguna relación de la dieta escolar con la obesidad. El año pasado, la Cochrane Database of Systematic Reviews ofreció conclusiones similares tras examinar 22 investigaciones sobre la incidencia de la dieta en la prevención de la obesidad juvenil. En 2003, “Pathways” publicó los resultados de un ensayo realizado en la década de los noventa. Se impartieron clases sobre dieta saludable a un grupo de niños y a sus padres. Los alumnos que participaron en el experimento mejoraron su alimentación y tendían a comer menos grasas en comparación con sus compañeros. Pero no perdieron peso. Más de 5.000 niños, de 96 escuelas diferentes, pasaron una revisión médica para someterse a un estudio, Child and Adolescent Trial for Cardiovascular Health. Después de tres años, en los que estos niños comieron menos grasas y realizaron más ejercicio físico, sus niveles de colesterol, el índice de masa corporal y la presión sanguínea no eran diferentes del resto de la población con la misma edad. Pasados otros tres años, los jóvenes que participaron en la investigación aún realizaban frecuentemente ejercicio físico, pero seguían sin apreciarse diferencias con respecto al grupo de control. En cualquier caso, cada vez es mayor el número de niños con obesidad. Así lo indica un estudio realizado por el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de EE.UU. Según los datos ofrecidos, en el año 2000 el 15,3% de los niños de 6 a 11 años eran considerados clínicamente obesos; para los de 12 a 19 años, la proporción se elevaba al 15,5%. En ambos casos, las cofras son bastante mayores que el 7% y 5%, respectivamente, que daban las estadísticas de 1980. Los expertos coinciden en señalar que la salud de los niños no es una cuestión que dependa sólo de la alimentación escolar. Es muy importante que en casa sigan las mismas pautas, dice el Instituto de Medicina de EE.UU., pues las comidas escolares constituyen solo un 10% o algo más de la alimentación anual de un niño. ACEPRENSA