DON MANUEL IBO ALFARO Y LAFUENTE (s. XIX) Escritor, nacido en Cervera del Río Alhama, el 18 de mayo de 1828. Hijo del abogado Manuel Alfaro y de Saturnina López, realizó sus primeros estudios en Cervera, y cursó luego Filosofía en un colegio que su padre tenía abierto en esta localidad. Finalmente, se graduó como bachiller en Tudela. Se dio a conocer como escritor con la publicación, en Tarazona, de una traducción de un cuento de Marmotel titulado La Zagala de los Alpes ( 1948 ). En 1849 pasó a Zaragoza para continuar sus estudios, donde obtuvo el título de regente en Psicología y Lógica, con nota sobresaliente. Sin embargo, no logra licenciarse en Letras. En 1854 se trasladó a Madrid, donde colaboró en diversas publicaciones periódicas como El Círculo Científico y Literario, El Semanario Pintoresco, El Tribuno y El Debate, entre otros. En 1856, dedicó a la memoria de sus padres, muertos ( en 1855 ) por el cólera que asoló Cervera, y a su pueblo natal La bandera de la Virgen del Monte o la Mora Encantada. Esta obra, calificada como novela histórico-fantástica de la Edad Media, está centrada en los tiempos de la dominación árabe en Cervera; según unos, recoge la tradición y según otros, la inventa; la historia narra los infortunados amores entre el capitán cristiano Fortún y la bella Zara. La producción literaria de Ibo es amplia en estos años. Entre 1960 y 1962, se asocia con el editor Manuel Gómez Vera, editando obras como el Barbero de Sevilla, Adolfo el de los negros cabellos ( de Ibo ) y la traducción que su hermano Timoteo hace de las Lamentaciones de Jeremías. En fecha imprecisa se casa con Adela Cano Lacalle, de Gallur, Zaragoza. Más tarde vendió parte de sus bienes y se dedicó a dar lecciones de Matemáticas, Historia y Geografía, y se especializó en la preparación de alumnos para su ingreso en la escuela de Estado Mayor del Ejército. Su vinculación con la docencia, parece que no fue oficial (no quedan indicios en su expediente) quedando restringida a la práctica privada de la que había antecedentes familiares. Fue entonces cuando escribió su Compendio de Historia de España, obra que fue declarada por el Gobierno como libro de texto para el ingreso en la carrera de Estado Mayor, Artillería y Escuelas Normales. Conocido enseguida en los ambientes literarios de la capital, publicó obras como Flora y Sofía, La cruz y las golondrinas, Vivir es Amar, La sepultura de las flores, El tulipán florido, etc. El estado de salud de Ibo se vé deteriorada y su posición económica le obliga a buscar el cobijo de la Administración. Comienza una segunda fase creativa dominada por el relato sentimental: La flor de Marruecos, 1875, y Cuatro días brillantes de Castilla, 1976. En 1877 el gobierno español, que disputó fundaciones con Francia e Italia en Tierra Santa, lo envió a Constantinopla a los Santos Lugares con el objeto de que investigara en los archivos y localizara documentos que acreditasen los derechos de España. En el viaje conoció las ciudades de Barcelona, Marsella, Alejandría y Jaffa. A su regreso, en 1877, publicó una de su mejores obras ¡Jerusalén!, Descripción exacta y detallada de los Santos Lugares, curioso testimonio de la época, donde afianza sus gustos literarios (en ella confiesa que su carencia de salud le impide abordar una obra de mayor envergadura). Después, en 1880, viajó a Roma, Florencia, Bolonia, Venecia, Millán y Génova visitando sus principales monumentos y no dejando ningún testimonio literario. El 27 de febrero de 1884 se presentó como Diputado a Cortes por el distrito de Arnedo, al que pertenece su pueblo, Cervera. Murió en Madrid, el 24 de noviembre de 1885, a consecuencia de un derrame cerebral. Su esposa, Adela Cano, deposita, el 9 de diciembre de 1885, en el Registro de la Propiedad Intelectual varios ejemplares de varias obras para que sus derechos le sean reconocidos. Las preocupaciones económicas de la viuda quedan en evidencia Para más información REVISTA PIEDRALÉN nº 9 (1997) Julián Bravo Vega Editada por el Ayto. de Cervera y la Universidad de La Rioja (Disponible en la Biblioteca Municipal)