No hay que ir lejos porque Tú estás cerca. No hay que ir lejos porque Tú estás aquí. Y no es viajando, Señor, como llegamos a Ti, sino por el camino del amor, y nosotros te amamos. Acción Católica General Sector de Infancia www.accioncatolicageneral.es 22 DE ABRIL III DOMINGO DE PASCUA El Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día Ellos contaron lo del camino y cómo lo reconocieron al partir el pan. Estaban hablando de todo esto, cuando Jesús mismo se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz esté con vosotros». Aterrados y llenos de miedo, creían ver un espíritu. Él les dijo: «¿Por qué os asustáis y dudáis dentro de vosotros? Ved mis manos y mis pies. Soy yo mismo. Tocadme y ved que un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo». Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como ellos no creían aún de pura alegría y asombro, les dijo: «¿Tenéis algo de comer?». Le dieron un trozo de pez asado. Lo tomó y comió delante de ellos. Luego les dijo: «De esto os hablaba cuando estaba todavía con vosotros: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos». Entonces les abrió la inteligencia para que entendieran las Escrituras. Y les dijo: «Estaba escrito que el mesías tenía que sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y que hay que predicar en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas. Jesús quiere que seamos sus seguidores. Pero seguidores que se mojan, que son testigos suyos, que se les nota al primer momento que llevan dentro algo que no les deja estar como si nada cuando suceden cosas que van en contra del Reino de Dios. Unas preguntillas para pensar y comprometerse ... Piensa si en alguna ocasión has decidido mantenerte al margen cuando ante ti ha sucedido alguna injusticia en el cole, en el barrio o pueblo, en tu grupo de amigos, en la familia... Escribe la situación que has vivido. Lucas 24, 35-48 Cuando Jesús se presenta de nuevo a los apóstoles les dice: ¿Por qué os asustáis y dudáis dentro de vosotros? Muchas veces los cristianos, cuando vemos que a otra persona la están tratando injustamente, o cuando no estamos de acuerdo con cosas que se dicen de Jesús, de la Iglesia o de los cristianos, decidimos callar. Nos asustamos y dudamos como lo hicieron los discípulos. Los cristianos, al decidir ser amigos de Jesús, hemos decidido meternos en problemas. Que aunque nos asustemos y tengamos miedo, nos debemos mojar y decir y hacer aquello que creamos que debemos hacer. Es natural ener miedo para levantar la mano o dar un paso adelante y decir que algo no es justo o para defender a una persona de una injusticia. Pero los cristianos lo hacemos. No porque seamos mejores personas, sino porque la fe nos impulsa, porque el Espíritu Santo que nos envía Dios no nos deja permanecer callados o mirar para otro lado ante las cosas que pasan a nuestro alrededor o en cualquier lugar del mundo. ¿Cómo te sentías? ¿Qué crees que te dice Jesús ante estas situaciones? Piensa en algo que sucede a tu alrededor y que consideres que es una injusticia. Piensa que puedes hacer, aunque sea algo muy sencillo y toma un compromiso.