N20100115IIOrdinario

Enséñame a ser buen amigo
15 DE ENERO
II DOMINGO
DEL TIEMPO ORDINARIO
Quiero ser buen amigo, Jesús,
enséñame a buscar
el bien de mis amigos
antes que el mío propio,
enséñame a compartir
y buscar siempre lo mejor para todos.
Que no me pelee
ni me enfade con mis amigos.
Que acepte con humildad
sus consejos y sus palabras.
Que siempre tenga una sonrisa
y las manos abiertas.
Que sepa perdonar
y pedir perdón.
Ayúdame a ser buena compañia
y a llevar esperanza.
Quiero ser tan buen amigo
como tú lo eres conmigo.
Acción Católica General
Sector de Infancia
www.accioncatolicageneral.es
Vieron donde vivía
y se quedaron con él.
En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús
que pasaba, dice: - «Éste es el Cordero de Dios.»
Vamos a pensar un momento en nuestros amigos y en como creemos que mis
amigos me ven, cómo creen que soy.
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y,
al ver que lo seguían, les pregunta: - «¿Qué buscáis?»
Ellos le contestaron: - «Rabí (que significa Maestro), ¿donde vives?»
Él les dijo: - «Venid y lo veréis.»
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las
cuatro de la tarde.
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y
siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: - «Hemos
encontrado al Mesías (que significa Cristo).»
Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: - «Tú eres Simón, el hijo
de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro).»
Unas preguntillas
para pensar
y comprometerse
...
Cuando estas con tus amigos y amigas... ¿a qué jugáis? ¿de qué
cosas habláis?
Juan 1, 35-42
El texto de hoy del Evangelio nos cuenta la historia del comienzo de una gran
amistad: el momento en el que dos discípulos de Juan el Bautista conocen a
Jesús. Uno de esos discípulos es Pedro, que después será un gran discípulo de
Jesús y que será el primer Papa de todos los cristianos.
Para los cristianos la amitad es muy importante. Nuestra relación con Jesús,
con Dios, es de amistad. Jesús no nos impone nada. Nos dice lo que piensa nos
hace propuestas. Pero como buen amigo que es, no nos impone nada, sino que
somos nosotros los que tenemos que decidir. Es una amistad que se basa en la
libertad.
¿Cómo son nuestros amigos? ¿Qué esperamos nosotros de los amigos? ¿Y qué
esperan ellos de nosotros? Nuestros amigos son como un pequeño tesoro,
tenemos que cuidarlos y quererlos mucho.
¿Intentamos hacer con los amigos lo que nosotros queremos, o decidmos entre
todos? En el grupo de amigos, ¿hay unos que lo deciden todo o todos somo
importantes?
Piensa en uno de tus mejores amigos, el que tu quieras, y escribe
por qué te lo pasas bien cuando estáis juntos.
Piensa en un compromiso, en un buen gesto que puedas tener esa
amiga o amigo en el que estás pensando. Después de pensarlo
escríbelo... y no se te olvide de hacerlo. Los compromisos hay que
pensarlos, pero es fundamental hacerlos.