Establece medidas preventivas y otras obligaciones en materia de catástrofes naturales Boletín N° 5880-12 1. Fundamentos.- Nuestro país, tiene una larga historia sobre catástrofes, principalmente por su naturaleza geológica eminentemente sísmica, teniendo una relativa frecuencia los eventos que se producen en esta materia. Además, cabe resaltar que estos no son los únicos fenómenos naturales que le afectan, pues cabe considerar una serie de otros acontecimientos que ocurren en nuestro territorio como son erupciones volcánicas, tsunamis o maremotos, aluviones, inundaciones, sequías, ondas polares, etc. En este sentido, cabe tener presente la importancia de las acciones que se pueden adoptar tanto en materia de reacción como en materia de prevención. En la actualidad los estudios en materia de emergencias o catástrofes se han centrado en el área preventiva, es decir, en la anticipación a los sucesos catastróficos y aminorar las consecuencias que de ellos se derivan. Sin perjuicios de lo anteriormente señalado, en nuestro país, a pesar de encontrarse en un territorio donde habitualmente ocurren eventos catastróficos, la política pública y sistemática en materia de prevención, corresponde a la Oficina Nacional de emergencia, pero con sus limitaciones, se desarrolla sólo en determinadas regiones o en determinadas épocas del año casi de modo coyuntural. De esta manera, creemos oportuno incentivar el incremento de políticas públicas tendientes a desarrollar en forma efectiva la educación de la población en las distintas materias relacionadas con las emergencias o catástrofes que pueden llegar a producirse en nuestro país. La vulnerabilidad de las personas frente al riesgo de desastres de cualquier tipo, natural o social, está relacionada con el desarrollo de las sociedades. La previsión de las amenazas de peligro, por tanto, se evalúa en términos de promover la noción de desarrollo sustentable entre los países. En este sentido, el rol de la información y las comunicaciones es fundamental para disminuir los riesgos frente a los desastres. Para evitar tragedias como la acontecida en Asia en el Tsunami del año 2004 se puede concluir que la transmisión precisa y oportuna, por los canales apropiados, puede significar la diferencia entre salvar vidas y sobrellevar el drama de la pérdida de vidas humanas y la destrucción de ecosistemas completos. El objetivo de las campañas de prevención y de reducción del riesgo de es tres es contar con sistemas de alerta temprana centrados en la gente: en sus con e tos sus experiencias, capacidad de reacción, y en el desarrollo de tecnologías que pueden contribuir a aminorar la vulnerabilidad frente a este tipo de crisis. 2. Historia legislativa y derecho comparado.- En nuestro país rige desde el año 1965 la ley núm. 16.282 que fija normas sobre sismos y catástrofes, o la ley 19.061 de 1991, dan cuenta de la existencias de normas coyunturales en la materia y que no obedece a una planificación estratégica, lo cual se atempera con la dictación del Decreto Ley núm. 369 de 1974 que crea la Oficina nacional de emergencia, como el "Servicio encargado de planificar, coordinar y ejecutar las actividades destinadas a prevenir o solucionar los problemas derivados de sismos o catástrofes". En el orden comparado podemos señalar que en Estados Unidos existe un organismo denominado Subcommittee on Disaster Reduction (SDR) el cual ha desarrollado una estrategia a largo plazo para reducir la vulnerabilidad ante el desastres en términos científicos y tecnológicos, haciendo uso de los avanzados conocimientos y experiencias que tiene en este ámbito. Muchos países se benefician de la cooperación en este sentido, como en las previsiones meteorológicas sobre alertas de huracanes en esa región, las que son compartidas con el resto de los países afectados por la amenaza y complementadas por los centros propios de información. En materia legislativa en materia de desastres naturales puede mencionarse en España la ley básica sobre protección civil de 1985 y la ley 6/98 sobre el régimen del suelo y valoraciones entre otras disposiciones. 3. Ideas matrices.- El presente proyecto de ley tiene por objeto establecer medidas preventivas necesarias para evitar o minimizar los efectos desfavorables que se pueden originar a raíz de alguna emergencia o catástrofe. De esta forma, se pretende crear una conciencia colectiva, a través de la educación, respecto de las medidas que se deben adoptar en forma necesaria al momento de producirse algún tipo de emergencia o catástrofe. Por otro lado facilita la implementación de los instrumentos disponibles estableciendo una presunción para ciertas categorías de desastres naturales (medidas de emergencia agrícola). Es por eso que sobre la base de los siguientes antecedentes vengo en proponer el siguiente: Proyecto de ley Art. Único.- Modifíquese la ley núm. 16.282 que fija normas para caso de sismos y catástrofes en el siguiente sentido: 1°. Incorpórense los siguientes arts. 1° bis y 1° ter. Art. 1° bis.- La autoridad competente, debe establecer la definición de las medidas básicas de protección a la población, que tienen por objeto evitar o minimizar los efectos adversos del riesgo, debiéndose considerar como mínimo las siguientes: a) Educación obligatoria a nivel escolar de los riesgos y medidas de seguridad de catástrofes naturales; b) Control de accesos. c) Avisos e información a la población. d) Refugio o aislamiento en el propio domicilio o en lugares de seguridad de público conocimiento. e) Evacuación en sus distintas variantes. f) Asistencia sanitaria. g) Monitoreo permanente de los volcanes en actividad en coordinación con los Departamentos de Geofísica u otros organismos técnicos que se disponga. Atendido el carácter prioritario, los procedimientos operativos y los medios empleados deben ser tales que se pueda asegurar la adopción de estas medidas en el momento oportuno. Art. 1° ter. Se decretará zona de catástrofe agrícola ipso iure al ocurrir los siguientes eventos: a) Nevadas o variaciones por sobre los 5° C de las temperaturas promedio, de acuerdo a la época del año, que perjudique la producción agrícola, ganadera y agropecuaria. b) Inundaciones en terrenos dedicados a la producción agrícola, ganadera y agropecuaria. c) Salidas de mar (tsunami) que afecten terrenos dedicados a la producción agrícola, ganadera y agropecuaria. d) Erupciones volcánicas. 2° Agreguese el siguiente art. 21 bis: Art. 21 bis.- Suelo no urbanizable. Tendrán la condición de suelo no urbanizable, a los efectos de esta ley, los terrenos ubicados en zonas de riesgos naturales acreditados. En estos casos las direcciones de obras respectivas no podrán otorgar permisos de obra nueva a que se refiere la ley general de construcciones. Todo proyecto inmobiliario deberá informar las condiciones técnicas del suelo en que se pretende emplazar la construcción y la eventual existencia de fallas geológicas. Su omisión hará presumir la responsabilidad del constructor por efectos de la construcción. Se prohíbe la construcción de aeropuertos en zonas de riesgos naturales acreditados.