1 Instituto Bíblico Teológico “Dios Es Amor” Inscrito en el Ministerio del Poder Popular Para Relaciones Interiores y Justicia. Dirección General de Seguridad Jurídica e Instituciones Religiosas Bajo el Nro. 7.755. Rif.: J- 30950119-4 Facultad de Altos Estudios Teológicos Profesionales Facilitada y Orientada por el Dr. PHD Carlos Belizario www.ministeriodiosesamor.net.ve Correo: ministeriodiosesamor@hotmail.com Telf.: (0424)-848.52.17; (0281)-277.23.93 APÓSTOLES DR. CARLOS BELIZARIO Y DRA. ROSA DE BELIZARIO DIRECTORES GENERALES LIC013-CONSEJERIA BIBLICA TERAPERUTICA II Nombre y Apellido: ____________________ Telf.:___________________ 2 CONTENIDO I. Consejería Bíblica…………………………………………………………………………………..4 II. El fundamento de la Consejería………………………………………………………………6 III. Visión de la Fundamentación de la Consejería Bíblica Terapéutica………..7 IV. La Búsqueda de una Perspectiva Bíblica de la Consejería……………………….8 V. El Conflicto Cultural………………………………………………………………………………..9 VI. El Retraso Cultural…………………………………………………………………………………10 VII. La Integración: El Problema Básico…………………………………………………………12 VIII. La Búsqueda de un Estilo de Consejería en Jesús……………………………………13 IX. Acercamientos en la Conserjería Cristiana……………………………………………..15 X. Un punto de vista Bíblico para la Consejería………………………………………….16 3 I. CONSEJERÍA BÍBLICA "Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra. Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta" 2 timoteo 3:16- 17 Hebreos 4:12-13. Es evidente que vivimos en una sociedad muy herida y quebrantada compuesta por personas que muchas veces viven arrastrando heridas del pasado emocionales y espirituales que no han podido o no han sabido resolver; o por personas que están viviendo en soledad y amargura producto de relaciones deshechas o a punto de resquebrajarse. Todo esto es producto de la caída del ser humano y su separación de Dios que ha traído consigo que hombres y mujeres, enceguecidos por la desviación que el pecado produce, tiendan a herirse mutuamente. Y como consecuencia de esas heridas tiendan a reaccionar, interpretar y buscar soluciones a través de patrones que no corresponden al diseño de Dios. La totalidad de las personas que llegan a las iglesias traen consigo, y en diferentes grados, una variedad de conflictos y disfunciones con las que deberán seguir luchando y sanando hasta poder ir disfrutando cada vez más plenamente de la vida abundante que el Señor Jesucristo ofrece a los suyos (Jn. 10:10; Ro. 6:4). Es así que no es suficiente para el creyente el simplemente escuchar un sermón o una clase y tratar de apropiarse del mensaje individualmente, sino que debe existir también una interacción sanadora con el resto del pueblo de Dios que ayude a que todos juntos, y mutuamente, enfrenten sus problemas sin temor a la crítica o la condenación y que, en un ambiente de comunidad, amor, compasión, oración y de obediencia y respeto a la palabra, se empiece el bendito proceso de sanidad personal y relacional (Gálatas 6:2). 4 Esta concentración intenta ir más allá de la suposición tradicional que afirma que la consejería está enfocada básicamente en la sanidad del individuo lograda a través de una relación privada con un consejero. Por el contrario, una visión bíblica de la consejería pone el énfasis en la ayuda mutua y en el cuidado de unos con otros. Todo esto bajo la luz de la vida abundante ofrecida por Jesucristo a toda su iglesia (Juan. 10:10; 1 Pedro 3:8-9). Esta concentración utiliza las Escrituras como principio y herramienta fundamental para entender crítica y compasivamente a la naturaleza humana y sus relaciones; y establecer, bajo la ayuda y dirección del Espíritu Santo, las posibles causas para los problemas que dañan al individuo y sus relaciones y las diferentes maneras de abordar estas dificultades que, bajo el prisma bíblico, son beneficiosas para mejorar tales disfuncionalidades. La concentración buscará generar herramientas y habilidades que permitan al consejero el poder entender la complejidad de la naturaleza humana expresada en los diferentes tipos de personalidad, vivencias y problemas que caracterizan nuestra existencia, así como el poder ayudar a individuos y grupos que estén enfrentando algún tipo de crisis o problema tanto a nivel personal, familiar, laboral o en cualquier otro nivel. La meta es poder equipar completamente al consejero bíblico para que con seguridad y con competencia pueda integrar los principios bíblicos. Al mismo tiempo, que hacer evaluar y hacer uso de estudios del comportamiento humano interpretados a la luz de la Palabra de Dios con el fin de iluminar y encontrar las raíces espirituales, emocionales, mentales o físicas, el contexto cultural y los patrones repetitivos que estén dañando al individuo mismo o sus relaciones. Todo esto facilitaría la vida plena tanto en el ámbito personal, las relaciones, el matrimonio y la vida familiar. 5 II. EL FUNDAMENTO DE LA CONSERJERÍA Si queremos aconsejar a alguien necesitamos conocer a la persona, cuáles son sus necesidades ¿Cómo saber que si es verdad, correcto o apropiado lo que dice el aconsejado? ¿Cómo saber que si es verdad, correcto o apropiado lo que sabemos? Saber del aconsejado (Si es creyente) – sus luchas, si no, saber que es un ser humano ¿Cómo saber que lo que sabemos es verdad? (una nueva mirada a la consejería bíblica) Los teólogos desde la perspectiva liberal compatibilizaron con la esencia humanista y la matizaron con tintes evangélicos. Pero… primero una serie de preguntas. ¿Podemos usar las ciencias de la conducta? ¿Las podemos usar, o verlas como algo mundano o demoníaco?¿La psicología complementa, remplaza o se somete a la Palabra de Dios? El creyente comprometido con la palabra ¿cómo puede integrar su lealtad Escritural con el conocimiento de la psicología “secular”? En el ámbito teológico y algunas veces en lo cotidiano oímos decir “todos somos teólogos” e igualmente “¿Todos somos sicólogos?” ¿Cómo reaccionará la gente, los hijos, los padres, etc. a ciertas situaciones y a la respuesta que demos? ¿Cómo funciona el ser humano? Conciente o no todos tenemos una idea. Hay varios niveles para hacer la integración de esta serie de preguntas. ¿Cómo podemos integrar la Biblia con la psicología? ¿Cómo integro mi profesión, con mi profesión de fe cristiana? “Manejos de fobias” ¿Dice algo la Biblia? ¿Cómo integrarlo? Antes de entrar al procedimiento debemos pensar si es posible pensar en filtrarlo por las Escrituras. El hecho de que se puedan mezclar dos cosas no quiere decir que sea bueno ¿puede ser integrada la teología con la psicología? ¿Puede mezclarse el aceite y el agua? “ontológicamente si es posible pero, la verdad es que no se puede. “Una cosa es que se pueda y otra si se debe”. Entonces como contestar a la pregunta ¿Cómo lo integramos? 6 III. VISION DE LA FUNDAMENTACION DE LA CONSEJERÍA BÍBLICA TERAPEUTICA * La Visión de la Consejería Bíblica es simple y dinámica. Creemos que la enseñanza bíblica sobre Dios, el hombre, nuestros problemas y sus soluciones es el único fundamento sólido para una consejería verdaderamente bíblica. La Biblia no es algo que podamos "añadir" o "integrar" a un sistema de consejería cuyas raíces se encuentran en escuelas psicológicas de pensamiento. La Palabra de Dios es mucho más que una "cita" a título anecdótico al final de una sesión de consejería! Nuestra meta es practicar, enseñar y difundir una metodología de consejería construida sobre los principios bíblicos de resolución de conflictos y de cambio personal. * Si eres un pastor, consejero, maestro, madre, médico, si estás en contacto con gente necesitada y buscas la manera de poder ayudarles, estamos convencidos de que en primer lugar necesitas un buen conocimiento de las Escrituras más que cualquier otra cosa, para después poder recibir una formación en consejería que te ayude a ver las implicaciones y aplicaciones prácticas de la Palabra de Dios. La Biblia es tremendamente profunda y práctica. Es capaz de abrir nuestro entendimiento a las necesidades más profundas del corazón humano. Tan sólo la Palabra de Dios puede alejar nuestros pasos del pecado, del dolor y de una vida centrada en uno mismo para poder vivir una vida plena, centrada en Cristo y vivificada por el Espíritu. * Estamos rodeados de problemas que parecen no tener esperanza, pero la Palabra de Dios ciertamente nos da el derecho y nos capacita para poder ofrecer una esperanza auténtica a todos aquellos que aún viven en rebelión contra Dios y se ven abrumados por sus situaciones. Una consejería genuinamente bíblica es capaz de distinguir cual es el problema central del alma en medio de un complicado amasijo de síntomas. Puede, por lo tanto, tratar con pensamientos, hábitos y conductas que son pecaminosos y destructivos, para poder ofrecer esperanza y cambio basados en otro fundamento diferente a uno mismo: Cristo. 7 El objetivo es plantear los principios valorativos que nos llevaron a establecer el perfil del Acompañamiento Pastoral con enfoque contextual, con el fin de elaborar una propuesta terapéutica coherente con este marco epistemológico. Por marco epistemológico se pretende explicar el fundamento o cosmovisión desde donde se parte para hacer la Asesoría o Acompañamiento Pastoral. Desde la perspectiva teológica, nuestro marco de referencia es la Teología Práctica propuesta por Clinebell (1992), Friedman (1996), Floristán (1993) y Baumgartner (1997), Baltodano (2003), la cual es desafiada por el contexto global y las necesidades imperantes de las comunidades y familias empobrecidas. El contexto nos interpela en la búsqueda de la justicia, la equidad de género y una espiritualidad coherente con los valores del Reino de Dios. IV. LA BUSQUEDA DE UNA PERSPECTIVA BIBLICA DE LA CONSEJERIA Haciendo eco de la actual polémica en torno a los modelos bíblicos de consejería, este estudio trata con los diversos problemas a resolver antes de que pueda alcanzarse la integración entre los puntos de vista bíblico y psicológico. Así, se explora el repertorio del rol cumplido por Jesús como una posible fuente de modelos bíblicos de consejería. Este estudio propone que la forma en que se relacionó Jesús proporciona una variada gama de modalidades de intervención-redención en la ayuda a las personas. Se nos presenta un continuo integrado de roles de consejería que van desde el proféticoconfrontativo y pastoral docente al sacerdotal confesionario. El artículo termina hablando de las consecuencias y provecho de tener un repertorio de roles de consejería. En nuestra calidad de profesionales en el campo de la salud mental, hemos sido separados unos de otros a causa de nuestras diferentes preparaciones académicas y orientaciones teóricas. Pero esto es sólo parte de la triste historia. Más importante aún, es que hemos sido separados de aquella gran parte del cuerpo de Cristo que teme a la psicología. Este artículo es una contribución a la tarea de salvar la brecha existente entre las diversas profesiones de ayuda y está destinado a comunicarse con aquellos que en la 8 iglesia se sienten amenazados por nosotros. La mayor tarea que enfrentamos es la integración entre las diversas profesiones de salud mental y entre los terapeutas cristianos y la iglesia cristiana. Es en este contexto (de la necesidad de integración) que ofrezco estos pensamientos acerca de la forma de relacionarse de Jesús. Harry Blamires (1953) sostiene que no existe una mentalidad cristiana es decir, no existe un punto de vista colectivo a partir del cual los cristianos puedan conversar unos con otros respecto del punto de vista cristiano tocante a los mayores problemas de nuestro tiempo. Creo que la presentación de conferencias y artículos son un punto de partida en el establecimiento de una mentalidad cristiana colectiva. Pero tenemos unos cuantos obstáculos que sortear antes de poder salvar la brecha existente entre las dos culturas, la teológica y la científica. V. EL CONFLICTO CULTURAL El primer obstáculo que debemos enfrentar es el problema del conflicto cultural. Históricamente el cristiano ha debido hacer frente a desafíos a la fe. A menudo estos desafíos han provenido de dentro del cristianismo. A través de la historia estos desafíos han sido presentados por cristianos que se han sentido incómodos con la ambivalente postura de "estar en" el mundo pero no "ser del" mundo. Como cristianos evangélicos todavía luchamos con una relación insegura con la cultura. Richard Niebuhr (1951) llama a esto la posición Cristo en contra de la cultura. Si hemos de hacer una realidad de la integración, debemos encontrar las formas de llegar a un entendimiento con esta posición anticultural. Algunos de nosotros hemos cerrado los ojos a este problema haciendo una división entre nuestra consejería y nuestra fe cristiana. No creo que esta sea una buena forma de responder al desafío. No hacer caso de la controversia entre Cristo y la cultura no es una posición más satisfactoria que la posición separatista. Necesitamos afirmar y demostrar que Cristo no está necesariamente en contra de la psicología, la sociología, el trabajo social y las perspectivas de la salud mental. Necesitamos encontrar las formas en que la iglesia haga frente a los puntos de vista del mundo que se presentan amenazadores y desafiantes a su posición. Estoy convencido de que para alcanzar la integración 9 necesitamos reformular el asunto de la relación entre Cristo y la cultura. Esto nos llevaría a no confundir a Cristo con la cultura o la evangelización cultural con la cultura cristiana (Dolby, 1972). De modo entonces que el corazón del problema de la integración del cristianismo y la salud mental se haya la necesidad de reintegrar nuestras dos culturas, la teológica y la científica. Hay quienes han abandonado del todo la empresa considerándola imposible, sin sentido o anticristiana. Pero enfrentamos todavía el problema de cómo establecer una relación entre la revelación y la investigación científica. Me parece que necesitamos intentar algo que Constantino y Calvino procuraron y lograron hacer con resultados discutibles, ir más allá de la teología y la psicología. Necesitamos desarrollar una perspectiva cristiana de la salud mental. Desarrollar un modelo integrado será únicamente posible adoptando una posición totalmente distinta de la perspectiva Cristo contra la cultura. Si bien necesitamos mantener un compromiso con la autoridad e inspiración de las Escrituras y seguir creyendo en la influencia corruptora y destructiva del pecado en el pensamiento del hombre, no podemos mantener por mucho tiempo la vitalidad de una cultura o comunidad renunciando a todo lo que tiene origen en el pensamiento o investigación extra bíblica. Supongo que la mayoría de nosotros se somete a la antigua cultura evangélica de rehusarse a investigar aquello que por quedar fuera del conocimiento y placer que aceptamos, no contribuye a nuestra salud espiritual y mental (Rieff, 1968, p. 254). Me parece que nuestros esfuerzos podrían tomarse como intentos personales o de comunidad por estabilizar la propia relación ambivalente con nuestra fe. Debemos tomar conciencia de la existencia de un vacío en la continuidad de la cultura evangélica y la comunidad cristiana a fin de proceder a su restauración y sanidad. VI. EL RETRASO CULTURAL Un segundo problema que enfrentamos aquellos que nos interesamos en la integración es el del retraso cultural. Las técnicas y herramientas con que ayudamos a las personas están más adelantadas que nuestra teología. Diría que tenemos una teología del siglo XIX y una metodología para ayudar a las personas que corresponde al 10 siglo XX. Me apresuro a señalar que entiendo la teología como una interpretación cambiante de la verdad escritural. Es decir, la teología no es un punto de vista estático de las Escrituras. Tengo un compromiso con una verdad proposicional inmutable, pero pienso que nuestra forma de entender la verdad va cambiando. Lo que necesitamos es una interpretación contemporánea de las Escrituras que se relacione con el progreso y alcance de los puntos de vista contemporáneos sobre salud mental. Por sobre esto hay una dificultad más, hasta donde sé, no ha habido ningún teólogo sistemático que haya tratado el problema de integrar las profesiones de ayuda con la verdad bíblica. Hay literalmente cientos de psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales y otros que han tratado de conectar su disciplina con el cristianismo. Pero ¿Dónde están los intentos de los teólogos por lograr la integración? Supongo que habría que reconocer en Tillich y Niebuhrs tendencias a la interrogación de parte de la teología radical. Dentro del campo evangélico podría reconocerse algunos intentos de integración en Carnell, Buswell y Henry. No obstante, la mayor parte de los teólogos parece tener poco interés o preparación para discutir la integración con aquellos que nos encontramos en el campo de la salud mental. Esto ha resultado en que la mayoría de nosotros hayamos tenido que desarrollar por nosotros mismos el fundamento escritural y teológico para nuestra práctica de consejería a través de educación de seminario informal o formal. Como profesionales cristianos estamos en una posición curiosa; puede vérsenos como profesionales en las profesiones de ayuda y amateurs en teología o como profesionales en teología y amateurs en la teoría de ayuda. En esta era de especialización necesitamos avocarnos a un diálogo, estudiar y aprender el uno del otro. La tarea de la integración es sin duda demasiado grande para una persona que tiene que desarrollar competencia en ambos campos. Aquellos que estamos intentando integrar la teología cristiana con la teoría terapéutica tenemos que enfrentar sin vacilaciones nuestras limitaciones teológicas y psicológicas. Tenemos que estar dispuestos a reexaminar nuestro modelo de integración. Tenemos que rechazar la tentación de defender nuestra posición por medio del uso de textos bíblicos trillados utilizándolos como si fueran las únicas palabras importantes que Dios haya hablado. Dejaré que cada uno piense en sus propias ilustraciones para este problema, no sea que se me critique de estar dirigiendo 11 dardos en contra de alguien. Lo que me interesa señalar es que debemos estar dispuestos a abrirnos a la controversia y al debate puesto que es en este proceso que nuestra teoría y práctica se enriquecen, modifican y corrigen. VII. LA INTEGRACIÓN: EL PROBLEMA BÁSICO. Siento que estamos en una posición curiosa, atrapados entre aquellos cristianos que tratan de huir de la cultura y los profesionales de la salud mental que tratan de huir de Cristo. Me parece que los profesionales cristianos nos encontramos entre quienes transforman la psicología en teología y quienes transforman la teología en psicología. Como yo lo veo, el proceso y problema de la integración es totalmente diferente. Entiendo la integración como el adquirir conjuntamente consciencia de los aspectos que componen la psicología y la teología sin violar la autonomía o identidad que éstas tengan por separado ni negar la existencia de conflictos, paradojas y misterios. Visto así, la integración es algo más que santificar la psicología con textos escriturales o alinear la psicología y la teología para observar sus puntos de correlación y convergencia. Como sugerí antes, la integración es de interés únicamente para los cristianos que están dispuestos a entender una relación de carácter informativo, correctivo, expansivo e intrínsecamente interrelacionado entre las revelaciones especial y natural. De esto dije que era algo más allá de la teología y la psicología. Como yo lo veo, la pregunta básica en el desarrollo de un modelo de integración es, ¿Cuál es la relación entre los antecedentes bíblicos y los antecedentes no bíblicos?. Debemos procurar respuestas que vayan más allá de decirnos en qué sentido las Escrituras y estas disciplinas académicas se relacionan, se contradicen o son compatibles. Necesitamos pasar de la correlación y convergencia a la confluencia y congruencia. La integración es algo más que una armonía entre las Escrituras y la investigación humana. Integrar es construir sobre el concepto básico de que toda verdad, donde quiera que se descubra, es una verdad de Dios. Si se supone que la relación entre el cristianismo y la cultura es necesariamente antitética, la integración debe darse entonces por imposible. Adoptar la postura Cristo contra la cultura impide 12 hacerse la crucial pregunta, ¿Existe una realidad o todo mayor del cual disciplinas como la teología, psicología, psiquiatría y trabajo social sean simples componentes? Me gustaría proponer un modelo que presenta la posibilidad de integrar contraposiciones doctrinales y teóricas sin rechazarlas como contradicciones dogmáticas. Si tengo algunas suposiciones no manifiestas, creo que éstas son: (a) que Cristo es el acuerdo vivo y operante entre las distintas disciplinas, que Cristo engloba esta realidad mayor (Colosenses 2:4), que Cristo más que la teología de alguien, es el principio orgánico por el que la teología nos ha llevado más a menudo de lo que quisiéramos a una posición anticultura; (b) que la teología y la ciencia son compatibles en tanto ambas orienten su búsqueda hacia lo que existe, y en tanto ambas sigan postulando la posibilidad de encontrar alguna teoría y sistema armonioso de descripción, explicación y predicción. VIII. LA BÚSQUEDA DE UN ESTILO DE CONSEJERÍA EN JESÚS Supongo que para los evangélicos es inevitable preguntarse en cuanto a si Jesús tuvo un Estilo de Consejería. Teniendo tan alto concepto de las Escrituras, es lógico que tengamos reticencia a aceptar un punto de vista o metodología de consejería sin antes confrontarlo con nuestra regla y norma absoluta de fe y práctica. Hay algo autoritario, sino poético, en pretender que nuestro estilo de consejería es bíblico y se acerca a la forma en que nuestro Señor trató con la gente. No obstante, la búsqueda de un estilo bíblico de consejería tiene sus dificultades. Por ejemplo, decir que tal metodología es bíblica puede llevar a una aceptación a crítica de la posición. Por otra parte, pensar que se pueda definir el estilo de consejería de Jesús con más precisión que la que es posible definir la iglesia del Nuevo Testamento sería pecar de optimismo. Finalmente, no debemos olvidar que Jesús fue más que un hombre. Cualquiera haya sido su técnica de consejería, poseía algo absolutamente peculiar, el poder, visión y entendimiento divino. ¿Tuvo Jesús un Estilo de Consejería? ¿Tuvo Jesús un estilo de consejería? Al principio había titulado a mi artículo El Estilo de Consejería de Jesús. Debí reconsiderar la idea a causa del uso tanto bíblico 13 como corriente de la palabra "consejería". Pienso ahora que es más correcto hablar de la forma de relacionarse de Jesús. La Palabra consejería jamás se usa en la biblia. En las ocasiones en que se utiliza la palabra consejo, se entiende nada más que el ofrecer o recibir una advertencia. La palabra consejero se utiliza tanto en el Antiguo como Nuevo Testamento. En las tres ocasiones en que se utiliza en el Nuevo Testamento (Boulutees, Marcos 15:43; Lucas 23:50; Sumboulos, Romanos 11:34) se describe el rol de una persona como asesor. En el Antiguo Testamento se presenta con el mismo significado (Véase Proverbios 11:14; 15:22; 2 Crónicas 25:16; Isaías 1:26; 9:6). Hablando estrictamente, el concepto de consejería de nuestro siglo era desconocido para los escritores del Nuevo Testamento. Según se le define corrientemente en el campo de la salud mental, la consejería va más allá de ofrecer un consejo describiendo extensamente una variada gama de estrategias de intervención. En este artículo prefiero no entrar en el debate sobre las diferencias entre consejería y psicoterapia. El concepto de consejería lo uso más bien en su sentido genérico. Es decir, la consejería describe una gama amplia de relaciones interpersonales de intervención destinadas a producir cambios en otra persona. Por lo tanto, dado el amplio uso actual y el restringido uso bíblico, concluyo que es más preciso hablar de la forma de relacionarse de Jesús sin limitarla al sólo dar o recibir consejo. Sin embargo, en el actual debate entre evangélicos frecuentemente se pretende que Jesús tuvo un estilo de consejería. Adams (1967, 1973, 1974) y Solomon (1975) se encuentran entre aquellos que afirman abiertamente que el estilo de consejería de Jesús se basaba en dar órdenes, confrontar y predicar. Uno de estos autores describe su estilo de consejería supuestamente inspirado en el modelo de Jesús diciendo, "Simplemente procuro decir la verdad y enfrentar los hechos" (Jabay, p. 44). He comenzado a llamar a esta posición "consejería profética". Por otra parte tenemos aquellos autores (Hulme, 1956; May, Lake y Clinebell, 1966; Hiltner, 1945, 1959) que afirman que su consejería es cristiana e implícitamente sugieren estar siguiendo el modelo de Jesús. A este enfoque lo he calificado como "consejería sacerdotal". Con el fin de verlo más claramente he bosquejado las que a mi parecer son las mayores diferencias entre estos dos enfoques: 14 IX. ACERCAMIENTOS EN LA CONSEJERÍA CRISTIANA Profético Sacerdotal convenciendo consolando confrontacional confesional predicando entrevistando enseñando escuchando pensando por pensando con hablando a hablando con proclamando la verdad reconociendo la verdad intranquilizando al tranquilo tranquilizando al intranquilo En términos generales, estos dos enfoques básicos, independientemente de si pretenden o no ser distintivamente cristianos, podrían describirse como consejería directiva y consejería no directiva. Si bien he llegado por mí mismo a esta concepción de enfoques de consejería cristiana en las categorías de "profético" y "sacerdotal", se puede apreciar cierta similitud con los dos tipos de métodos terapéuticos de Frank (1963, pp. 147-148), directivo y evocativo. También presentan grandes paralelos con las categorías reeducativa y reconstructiva de Wolberg (1967). Por supuesto, esta distinción en las posiciones de consejería tiene sus raíces en los años 40, mucho antes de que los cristianos aceptaran la consejería como un ministerio legítimo. En general, los terapeutas cristianos han reconocido esta distinción en sus escritos. Sin embargo, y esto lo esencial del asunto, algunos consejeros, cristianos o no cristianos, consideran que estos enfoques divergentes de consejería constituyen un continuo integrado. Por ejemplo, en su generalidad los consejeros cristianos abogan o por un enfoque ecléctico o por un enfoque dicótomo. Por un lado se enfatizan las similitudes de los enfoques de consejería y por otro se enfatizan las diferencias. A menudo el 15 punto de vista ecléctico resulta ser un esfuerzo por unificar los pensamientos cristiano y secular, con el resultado de que el pensamiento cristiano pasa a segundo plano. El punto de vista dicótomo es muchas veces un intento por preservar la autoridad de las Escrituras frente al pensamiento secular, con el resultado de que el pensamiento secular llega a calificarse en términos de algo casi diabólico. X. UN PUNTO DE VISTA BÍBLICO PARA LA CONSEJERÍA Los enfoques profético y sacerdotal se presentan en contraposición y a menudo se afirma que el uno está en antítesis al otro. Sin embargo, yo diría que estilo de consejería de Jesús contuvo estos dos enfoques divergentes. Para ayudarme en la presentación de mi argumento he utilizado el concepto sociológico de rol. Para aquellos que no estén familiarizados con este concepto, "rol" podría definirse como la conducta que se espera de una persona que mantiene un status (posición) social determinado. Comienzo mi exploración a la pregunta de cuál es el estilo de consejería de Jesús, buscando en los evangelios cuál haya sido la forma en que trató Jesús con la gente. Lo que encuentro es esto: la forma en que se relacionó Jesús con gente era diversa, no única. Si bien puede decirse que Jesús usaba la confrontación, es igualmente correcto calificar como consoladora la técnica que usó para relacionarse con las personas. La forma en que Jesús se dirigía a la gente era multifacética, es decir, enseñaba las Escrituras, escuchaba, presentaba ilustraciones, hacía preguntas y contaba historias de las que pedía a los oyentes sacaran sus propias conclusiones. En el grado en que consideremos todo el consejo de Dios comenzaremos a descubrir que Jesús no se limitó a una forma de relacionarse. Al hacer un recuento de las formas en que Jesús trata con la gente, aparece una interesante relación entre el rol que Jesús escogió cumplir y su forma de relacionarse. Por ejemplo, cuando adoptó el rol de "profeta", predicó, enseñó, confrontó y llamó al arrepentimiento. Cuando adoptó el rol de "sacerdote", escuchó, perdonó, medió y llamó a la confesión. Cuando asumió el rol de "rey", se presentó como tal, legisló y llamó al establecimiento del reino. Cuando escogió el rol de "cordero", se sacrificó, aceptó el ridículo y el rechazo, y llamó a los pecadores a que se sanaran por medio de 16 sus heridas. Cuando se sometió al rol de "siervo", lavó los pies, sirvió alimentos, dio de sí mismo y llamó a la humanidad. Cuando cumplió el rol de "pastor", alimentó, crió y protegió a su rebaño, y habló de hallar a los perdidos. Tabla 1 - El Repertorio del Rol de Jesús Status Rol Profeta Predica, enseña, confronta, llama al arrepentimiento. Sacerdote Escucha, perdona, media, llama a confesión. Rey Se muestra como rey, legisla, llama al establecimiento del reino. Cordero Se sacrifica, acepta el ridículo y el rechazo, llama a los pecadores a ser sanados. Siervo Sirve alimentos, lava los pies, cuida, da de sí mismo, llama a la humildad. Pastor Alimenta, protege, llama a los perdidos a ser hallados. Si tenemos la intención de seguir el modelo de Jesús en nuestra consejería o en nuestra forma de relacionarnos, al igual que Jesús deberíamos cumplir una gama variada de roles de intervención al relacionarnos en forma redentora con las personas con problemas. Propongo que el punto de vista bíblico de la consejería es multifacético. Si mi análisis de las escrituras es correcto, me parece un error decir que alguna forma de relacionarse sea distintivamente cristiana o bíblica. Sería un error en por lo menos dos sentidos: primero, a causa de que se basa en una lectura e interpretación selectiva de las Escrituras, y segundo, a causa de que limita la movilidad de las reacciones esenciales para la terapia. "Una de las formas de medir la competencia del agente de cambio tiene que ver con la habilidad que éste tenga para 17 reemplazar un modelo por otro cuando se hace necesario" (Seifert y Clinebell, 1969, p. 54). Un punto de vista dicótomo de la consejería cristiana es por lo tanto inaceptable. Pero también lo sería un punto de vista ecléctico que tienda a ignorar la paradoja y el conflicto. Yo propondría un punto de vista bíblico que sea continuo en vez de dicótomo e integrado en vez de ecléctico. El modelo de consejería que a mi parecer describe en forma más exacta que lo que lo hacen los puntos de vista dicótomo o ecléctico el estilo de relacionarse de Jesús podría conceptualizarse sobre la base de un continuo status-rol. Nótese que roles y técnicas se relacionan estrechamente pero sin que la técnica quede limitada a un rol exclusivo. Adviértase también que he agregado un tercer término descriptivo, el cual me parece ser una conclusión necesaria a partir del trasfondo bíblico. Tabla 2 - La Forma de Relacionarse de Jesús Consejería: Un punto de Vista Continuo Status: profético, pastoral, sacerdotal Roles Crítica, predicación, enseñanza, interpretación, mediación, confrontación, convicción, corrección, confesión, amonestación, defensa, sostén, apoyo, ilustración, consejo, alivio de cargas, oídos atentos, reprobación, advertencia, ayuda, consuelo, perdón. Por medio de este modelo estoy proponiendo que nuestros roles de intervención puedan ser el resultado de un entrenamiento y obligación profesional o características y capacidades personales. Idealmente, la gama de respuestas terapéuticas representa una integración del rol profesional y personalidad del consejero, de modo que éste no sólo cumpla un rol particular de ayuda sino que posee realmente las actitudes y sentimientos de ese rol. Como se puede ver a partir de este continuo status-rol, los 18 terapeutas tienen muchas posibilidades de roles de intervención. Cualquiera sea nuestro rol primario de consejería, profético, pastoral o sacerdotal, siento que necesitamos ampliar nuestro repertorio de roles de intervención y respuestas terapéuticas que incluye estos tres modelos de rol y se convierta en un estilo de consejería que con justicia pueda llamarse bíblico. Sostengo que los roles profético, pastoral y sacerdotal son diferentes pero no antagónicos en la consejería. En las Escrituras cada rol se relaciona con otro y es parte integral de la red mayor de roles llamada cuerpo de Cristo (Romanos 12; 1 Corintios 12). Existe una relación orgánica y funcional entre estos roles (Efesios 4:11-16). Los documentos del Nuevo Testamento describen estos roles como dones necesarios para el desarrollo de cada persona en la comunidad cristiana. De modo que llego a la conclusión de que la forma de relacionarse de Jesús utilizó un repertorio de roles ahora presentes en la iglesia. Quien le haya puesto el nombre de "Paracleto" a la revista de la Asociación Nacional de Cristianos en Trabajo Social, entiende mi argumento. El verbo correspondiente a esta palabra griega se traduce a menudo "exhortar", pero como observa John Carter (1975), "el concepto es lo suficientemente amplio para apoyar las diversas técnicas terapéuticas existentes, desde la intervención en crisis hasta la terapia profunda, se trata de un don dado a la iglesia claramente distinto al don del profeta o maestro. Otro estudiante (Ulrich, 1976) ha observado, "este don del Espíritu tiene que ver con las muchas formas de relacionarse, desde la paregórica (consoladora) y animadora hasta la exhortativa (amonestadora)". ¿Qué Podemos Aprender del Ministerio de Roles Diversos de Jesús? ¿Qué podemos aprender del ministerio de roles diversos de Jesús?. Primero, la integración del rol terapéutico es posible si se toma en cuenta todo el consejo de Dios. Los roles específicos pueden ser diferenciados y distinguidos unos de otros, pero no pueden ser lógica o bíblicamente segregados unos a otros. Existen muchos roles de intervención de entre los cuales puede escoger el consejero cristiano. Los roles de Jesús no se excluían mutuamente, pero cobraban supremacía sobre la base tanto de quién era la persona con quién se relacionaba como del por qué se establecía esta 19 relación. Jesús demostró flexibilidad y diversidad en el cumplimiento de su rol. Las consecuencias que esto supone para nuestra consejería cristiana se basan en el hecho observado de que Jesús se relacionó con las personas donde quiera éstas estuvieron. Jesús jamás estuvo atado a un esquema dicótomo, teniendo que escoger entre los roles profético, pastoral o sacerdotal. El consejero cristiano puede ser tanto directivo como no directivo por ejemplo. El no necesita optar por un tratamiento directivo dogmático, quiero decir, al punto de no ser capaz de escuchar en qué y por qué están afectadas las personas. Puede escuchar sin eliminar la posibilidad de enseñar. El consejero cristiano puede ser profético sin ir en detrimento de la atención de las necesidades sacerdotales de la persona afectada. Puede reprobar, corregir e instruir, pero al igual que los profetas bíblicos debe ser a la vez portador de un mensaje de consuelo y perdón. Concedido que las Escrituras definen una diversidad en las relaciones redentoras habrá consejeros con dificultades para alcanzar flexibilidad en su rol principalmente por dos razones. En primer lugar, por no estar correctamente adaptados al uso de otros modelos de intervención terapéutica. En segundo lugar, puede que el consejero sea incapaz de alcanzar flexibilidad a causa de la rigidez de su personalidad. El primer problema puede superarse por medio de educación y entrenamiento adicional, pero el segundo plantea una mayor dificultad en la consecución de cambios. Si la identidad, auto concepto y ego ideal propio tienen su apoyo exclusivamente en uno de los modelos de rol, habrá entonces una tendencia a mantener a toda costa aquel rol particular. Estoy diciendo que la integración de los roles es posible únicamente si la personalidad del consejero es integrada. En otras palabras, la integración entre Cristo y la cultura se alcanzará en la sesión terapéutica sólo si el consejero presenta una personalidad integrada. Segundo, de la forma de relacionarse de Jesús podemos aprender que se puede "saber" cuáles son los problemas y las soluciones, y no obstante estar dispuesto a escuchar y a entender. El hecho de que se tenga conocimiento no elimina el deseo de escuchar y comprender. Tampoco esto supone que el consejero deba ignorar sus ideas preconcebidas de cuáles sean las necesidades del aconsejado. Significa que debe 20 explorarse sin explicar demasiado y confrontar sin provocar innecesariamente una actitud de defensa en el aconsejado. Los profetas entregan al hombre un mensaje en representación de Dios. El mensaje tiene relación con lo que la gente vive y hace. A diferencia de los profetas bíblicos, el "consejero profético" recibe su información de la persona a la que sirve en lugar de recibir información privilegiada de Dios sobre su aconsejado. Los sacerdotes también dan un mensaje al hombre de parte de Dios, pero a este mensaje de perdón sigue la confesión que el hombre hace a Dios, a saber, el mensaje del sacerdote a Dios. Al igual que los sacerdotes bíblicos, los consejeros sacerdotales deben recordar que el solo escuchar jamás es suficiente. AL perdón debe seguir la confesión. Y en muchas ocasiones las instrucciones en torno a la restitución serán también parte del rol del consejero sacerdotal. Tercero, la forma de relacionarse de Jesús indica que un consejero puede demostrar autoridad sin ser autoritario. El estilo de consejería en sí no constituye un peligro en la consejería profética tanto como lo constituyen las necesidades de personalidad del consejero. El enfoque profético se presta para aquellas personas que necesitan la consejería para poner en evidencia su autoridad. Por otra parte, pueda haber quienes sean atraídos a un estilo sacerdotal con el fin de evitar el uso terapéutico de su autoridad. Lo que se deduce es que la autoridad es un elemento intrínseco a cada uno de los roles de consejería y para que ésta sea eficaz no debe evitarse el usarla. Cuarto, la forma de relacionarse de Jesús demuestra que se puede tener la razón sin exigir que el aconsejado lo acepte y reconozca. La mayoría de los profetas no fueron escuchados, pero aquello no fue una evidencia de que su mensaje fuera incorrecto. Muchas veces el problema del consejero no tiene que ver tanto con la demostración de que está en lo correcto como con la confirmación de su dignidad personal. Agregaría que este es también a menudo el problema de nuestros aconsejados. La verdad es la verdad independientemente de que el otro la acepte. En la mayoría de los casos es más fácil guiar a alguien a la verdad que enfrentarlo con ella. Aunque como consejeros podamos conocer la verdad, para la otra persona nuestra verdad no puede cambiar su conducta antes de que llegue a ser "su verdad". 21 Es decir, el aconsejado debe escuchar la verdad y apropiársela antes de que ésta produzca efectivamente un cambio en su conducta. Quinto, el estilo de consejería de Jesús plantea el problema del consejero que se apresura en sus confrontaciones e interpretaciones. Jesús compartió ideas, consejos y soluciones sin esperar que su auditorio las escuchara antes de estar preparados. A menudo el consejero en su rol profético es alguien que espera que las personas cambien al decirles las palabras adecuadas sin consideración a si están preparadas o dispuestas. Cierto pastor confesó, "Cuando comencé mi ministerio, tenía una convicción bastante firme en cuanto a que la biblia posee la respuesta a cada necesidad y problema del hombre. Para mí todo lo que un consejero tenía que hacer era presentar los versículos pertinentes al problema y éste quedaba de inmediato resuelto. En el crisol del ministerio cotidiano aprendí muy pronto que los problemas no se resuelven tan fácilmente ni se cambian tan simplemente los sentimientos". Luego dijo, "Esto no significa que haya perdido confianza en la autoridad que las Escrituras tengan para hacer frente a las necesidades del hombre. Jesús nos enseña también que pecado y culpa son asuntos igualmente importantes en cada rol de consejería. Podría creerse en el pecado y en la importancia de tener conciencia de él sin necesariamente cumplir el rol de profeta. En muchas ocasiones los aconsejados dolorosamente conscientes de su pecado y error buscan a alguien que les ayude a tratar con su culpa y con las consecuencias negativas de su conducta. Llegan al consejero anhelando la intervención de alguien de confianza que les ayude a salir de sentimientos y circunstancias contra las que aparentemente nada se puede hacer. Estas personas vienen no porque necesiten que se les confronte con su pecado sino porque necesitan confrontar su pecado por medio de la confesión y el arrepentimiento. Esta es la diferencia fundamental entre un consejo profético que proclama la verdad antes desoída y rechazada y un consejero sacerdotal que confirma la verdad que a la persona afectada le cuesta enfrentar. No obstante, siempre que la confrontación sea necesaria, ésta será algo más que decir la verdad. Para el consejero cristiano confrontar es decir la verdad en amor (Efesios 4:15). "Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal" (Colosenses 4:6). 22 Además de lo anterior, la consejería profética debe convencer en lugar de condenar. El paracleto, ya sea Jesús, el Espíritu Santo o algún hermano, ha de convencer. De modo que el aconsejado experimentará aceptación no obstante ser reprobado y corregido. A nuestros aconsejados creyentes especialmente podemos decirles, "Ahora pues, ninguna condenación hay que para los que están en Cristo Jesús" (Romanos 8:1). Sin embargo, es muy importante recordar que si bien la verdad es liberadora (Juan 8:32) en primera instancia puede producir un gran malestar. Me he encontrado también con que cuando el aconsejado experimenta condenación, ésta puede provenir de él mismo, de la acción de Satanás, o ser el resultado de la intervención de familiares y amigos que están ayudando al Espíritu Santo en su rol. El Espíritu convence; la gente y Satanás condenan (Véase Juan 16:8). Cuando una persona está dolida sea que sienta convicción o condenación, es hora de que el consejero sea más sacerdote que profeta. Finalmente, de la forma de relacionarse de Jesús aprendemos que el rol de consejero sacerdotal es para mediar entre lo divino y lo humano. El es un representante del hombre frente a Dios. En la consejería esta función sacerdotal mediadora cobra la dimensión adicional de ayudar al aconsejado creyente a ser su propio sacerdote, a desarrollar sus propias capacidades sacerdotales. Queremos que el aconsejado vaya perdiendo dependencia del terapeuta y ganando dependencia de Dios en la consecusión de su salvación. Hulme sostiene que el consejero "jamás debe violar las prerrogativas sacerdotales" que sus aconsejados tienen de ser sus propios sacerdotes (Hulme, p. 120-121). Aún cuando el consejero puede mediar en favor de su aconsejado, este no debe ser el propósito de la interacción terapéutica. La relación de consejería debe ser el medio que lleve a un fin, el medio de ayudar al aconsejado a ser su propio mediador, el medio de desarrollar su propia relación de oración y confesión con Dios. "Si se obstaculizara la función sacerdotal del aconsejado, la tarea (del consejero) no consiste en ir en auxilio y mediar por él sino en (ayudarle a) quitar el obstáculo de modo que pueda seguir siendo él su propio mediador". (Hulme, p. 130). 23 República Bolivariana de Venezuela Instituto Bíblico Teológico “Dios Es Amor” Inscrito en el Ministerio del Poder Popular Para Relaciones Interiores, Justicia y Paz. Dirección General de Seguridad Jurídica e Instituciones Religiosas Bajo el Nro. 7.755. Rif.: J- 30950119-4 www.ministeriodiosesamor.net.ve Carrera: Eclesiástica Bíblica. Grado Teológico: Licenciatura en Teología Bíblica. Código: 013- Consejería Bíblica Terapéutica II. Recomendaciones Para el Éxito en el Estudio 1. Tenga su cuaderno(s), de las diferentes Materias que usted debe de Estudiar, Analizar y tener Control Práctico, Veraz e Inteligente. 2. Usted debe Escribir las respuestas realizadas en el Cuestionario con su puño y letra, legible y entendible. 3. Investigue las palabras, términos y conceptos que usted no comprenda. Esto lo hará más diestro y veraz en la profesión digna y loable que usted ha elegido en Dios. 4. El cuaderno es Individual, y será supervisado por su profesor. Esto dará prueba que usted está Investigando y Estudiando al máximo. 5. El cuaderno de estudios debe estar forrado, en condición higiénica y presentable. 6. Las Diapositivas Power Point deben ser enviadas al correo diapositivasdiosesamor@gmail.com destinado para organizar cada una de las investigaciones que serán asignada a lo largo de los estudios realizados. 7. El Equipo que se va a conformar, debe delegar una materia donde el grupo se especializará en esa materia exclusivamente, No dejando de leer y tener un panorama de estudio de las otras materias. Es decir, cada integrante del grupo se 24 encargará específicamente de una materia. Pregunte a su coordinador delegado o pregunte sólo vía texto al 0424-848.52.17/ 0424-853.65.86 especificando su Núcleo, Grado Teológico y el periodo de estudio en el que se encuentra. 8. Traiga su Distintivo con su nombre en grande, tamaño ¼ de hoja carta, con su respectivo alfiler y su nombre escrito con marcador negro punta gruesa. 9. No se aceptan cheques, los pagos del semestre serán en efectivo o depósitos en las cuentas rectorales. Banco de Venezuela (Corriente) Nro. 0102-0418-650000025221 o Banesco (Ahorro) Nro. 0134-0262-11-2622022195 a Nombre de Carlos Belizario. 10. Debe ser usted un analista, un poeta y un expositor en su materia. No aceptamos el memorismo ni el caletre, pero si las exposiciones e intervenciones con rigor Bíblico, Teológico, Filosófico, Cultural y Científico. 11. Los Nombres, palabras y frases No comprendidas en internet en páginas cristianas de respeto y de confianza deben ser investigadas. 12. Baje su material de estudio a través de nuestra página www.ministeriodiosesamor.net.ve (sección Recursos/ Biblioteca). web: 13. Consulte sus calificaciones por nuestra página web (sección Novedades/ Evaluación). 14. Su Tesis sólo será empastada después de discutida, analizada y aprobada por el jurado. Son 3 Tesis, una para el Rectorado, una para su Profesor y una para la Iglesia a la que usted pertenece. 15. El Equipo de Tesis No puede exceder la cantidad de 5 integrantes. 25 Cuestionario 1) ¿Qué es la Consejería Bíblica? 2) ¿Cómo saber que si es verdad, correcto o apropiado lo que dice el aconsejado? 3) ¿Cómo saber que si es verdad, correcto o apropiado lo que sabemos? 4) ¿Cuál es el Fundamento de la Consejería Bíblica? 5) ¿Existe una realidad o todo mayor del cual disciplinas como la teología, psicología, psiquiatría y trabajo social sean simples componentes? 6) ¿Qué Podemos Aprender del Ministerio de Roles Diversos de Jesús? 7) Realice una Presentación Power Point de la Materia, y enviarla vía correo electrónico a: diapositivasdiosesamor@gmail.com debe identificar la presentación con la Descripción: (Grado Teológico-Nombre de la PresentaciónEstudiante-Núcleo-Director). La Presentación Debe ser de entre 7 y 12 Láminas, Las Diapositivas deben llevar Titulo, Subtítulos, Frases Importantes e Imágenes relacionas con el tema). 8) REÚNANSE con su Equipo De Estudios Teológicos, (E.T.) tome data de teléfonos sea Entusiasta, Motivador y Deléguense los puntos a Desarrollar, Discutan, Analicen y lleguen a la cumbre de la Efectividad ¡¡¡Éxitos Al 1000%!!! _____________________________________________________________________________ Para más Información Contáctenos www.ministeriodiosesamor.net.ve Teléfonos: 0281-277.23.93 (Secretaría) 0424-853.65.86 / 0424-888.94.49 (Sólo Texto) A través de Nuestras Redes Sociales Diosesamorve @diosesamorve 26