Juan Sánchez Navarro En la vida, todos los seres humanos tenemos una escala de valores respecto a la cual actuamos, y en ese grado la economía es importante, pero lo son más la justicia, la libertad y la honestidad. Ese es el pensamiento de Juan Sánchez Navarro, quien a los 87 años de edad desea ser recordado como un hombre que trató de influir positivamente en la sociedad, como un hombre que piensa en su familia por encima de todo, como alguien que basa su filosofía personal en la fe católica. Fundador de Cervecería Modelo y de casi de todos los organismos empresariales de México, Juan Sánchez Navarro piensa que la empresa es una célula viva de la economía, que no sólo debe enfocar su mira a obtener utilidades, sino también a generar empleos, capacitar a sus trabajadores y velar por sus derechos laborales, porque en la medida en que cuida de su personal favorece la productividad y eleva su competitividad en el mercado. El éxito, dice, es el pago del buen empresario. Miembro de una acaudalada familia de latifundistas venida a menos luego de que Benito Juárez ordenara expropiar sus propiedades en el estado de Coahuila, Juan Sánchez Navarro se levantó de la nada para erigirse en filósofo, jurista, maestro, publicita y uno de los hombres más reconocidos del ámbito empresarial de México. Junto con Manuel Gómez Morin fundó el partido Acción Nacional y más adelante, cuando se inclinó por la vida empresarial, decidió no mezclar la política con los negocios, campo en el que curiosamente inició en la Cervecería Cuauhtémoc, cuando Enrique Sada lo empleó para pegar en las calles de la Ciudad de México los carteles publicitarios de la cerveza Quijote. A los tres años, ya como gerente de la Carta Blanca, Manuel Gómez Morín le propuso crear juntos una agencia de publicidad, aventura que aceptó no sin algunas reticencias. A estas alturas de la vida, Juan Sánchez Navarro ya había contraído matrimonio, por lo que tuvo que alternar su trabajo de publicista con el de editorialista en el periódico Novedades para así completar el gasto familiar. La agencia fracasó a los dos años de su apertura, igual que su trabajo como periodista, pero su carrera como empresario apenas comenzaba, porque en ese mismo 1943 Pablo Díez Fernández, dueño de la Cervecería Modelo, lo invitó a integrarse a su equipo como encargado de las relaciones públicas y laborales del grupo. Su sentido de la competencia y sus conocimientos de las leyes y la publicidad, permitieron a Juan Sánchez Navarro impulsar el crecimiento del Grupo Modelo en todo el territorio nacional. Hoy en día, esa empresa es una de las más importantes de México y el mundo. Ignacio Hernández del Castillo Primero saciaron la belleza, después el hambre de millones de mexicanos que “con toda confianza” llevaron hasta sus mesas desde las salsas hasta las carnes y mariscos enlatados. Grupo Herdez surge del esfuerzo de la familia Hernández, cuyo primer eslabón fue don Ignacio Hernández del Castillo, quien nació en San Luis Potosí en 1896. Carrancista, dedicado al periodismo durante varios años fundó diversos periódicos en su estado natal entre los que se encuentra La Razón. se casó con Enriqueta Pons Nicoux con quien tuvo cuatro hijos: Ignacio, Enrique, Teresita y Enriqueta. Tras retirarse del periodismo quiso incursionar en el mundo de los negocios, por lo que estableció, sin mucho éxito, una tienda de fonógrafos y posteriormente tuvo la oportunidad de ingresar a la Secretaría de Salubridad como director de medicamentos. Es justo en ese lugar donde conoce a los hermanos Fernández, quienes tenían desde 1914 un negocio llamado Compañía Comercial Herdez, a través del cual distribuían diversos artículos de tocador y para el cuidado personal. En 1929 don Ignacio comienza a trabajar con los Fernández y tiempo después compra la compañía. El establece la fusión con Mc Cormick que llevó a Herdez a convertirse en la empresa líder en la venta de mayonesas en los años 40. Amante de las letras, Hernández del Castillo escribió un libro llamado Filosofía costumbrista. Falleció en 1972, a los 76 años de edad. Don Ignacio vio en sus dos hijos varones a los futuros conductores del negocio familiar, por lo que cultivo en ellos el deseo de alcanzar esta meta. Desde 1945 ambos entraron a la compañía. Ignacio se orientó hacia la parte administrativa y de producción, mientras que Enrique lo hizo en la de ventas, mercadotecnia y publicidad. Cuando todavía no se recibía como ingeniero químico, Ignacio ya ocupaba el puesto de gerente de producción de la planta México. Su hermano Enrique, por su parte, recorría tiendas y supermercados adentrándose cada vez más en el terreno de la mercadotecnia y la publicidad. Enrique creó, junto con Augusto Elías, la frase que ha identificado a la empresa, ya que los productos Herdez están “Hechos con amor”, lo mismo que otras éxitosas como “Pongále lo sabroso, mayonesa Mc Cormick” o “Con toda confianza... es Herdez”. Ambos hermanos asumieron la presidencia de la corporación en 1971, sin embargo un año después Ignacio muere y queda solo en esta posición Enrique. Con el impulso de don Enrique, Grupo Herdez se abre a la participación pública al cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores desde 1991. Recientemente se retiró de la dirección general, aunque se mantiene como presidente de Herdez. Debido a que ello le corresponde a sus hijos Enrique y Héctor Hernández-Pons Torres, la tarea de transformar al grupo: de ser una compañía típicamente familiar, a convertirse en un consorcio corporativo. Ellos son quienes dirigen actualmente la empresa que impulsaron e hicieron crecer su padre y su abuelo. Enrique Hernández-Pons Torres es licenciado en administración de empresas, con posgrados en México y el extranjero en mercadotecnia, finanzas y gestión empresarial. Se ha desempeñado en Herdez en diferentes áreas: mercadotecnia, administración y ventas. Su espíritu visionario y empresarial, además de su sensibilidad para los negocios ha generado un crecimiento constante en las empresas que dirige, constituyendo alianzas estratégicas con grandes consorcios internacionales, incursionando en nuevos mercados y aprovechando la tecnología de la vanguardia. En la actualidad es vicepresidente ejecutivo y director general del Grupo Herdez. Héctor-Hernández Pons Torres es licenciado en derecho por la Universidad Anáhuac y tiene una maestría en administración de empresas en la National University. Su principal actividad dentro de Herdez ha sido en las áreas legales y de relación con industriales y empresarios. Fue presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias y, en la actualidad, participa como consejero o vicepresidente de diferentes asociaciones: Banamex, Asociación de Industriales del Estado de México, Consejero Coordinador Empresarial, Comité de Crédito Metropolitano de Nacional Financiera, Museo Interactivo Infantil (Papalote), etcétera. Es vicepresidente y director general de Grupo Herdez. Herdez En 1930 la empresa fundada por los hermanos Fernández empezó a verse en problemas hasta caer en la quiebra años más tarde, Ignacio Hernández del Castillo decide comprarla, aún sabiendo los problemas que enfrentaba, pero confiado en su propia capacidad de hacerla prosperar nuevamente. Para 1941 Herdez cuenta ya con el aval de Zonite Products Corporation, empresa propietaria de varias marcas como la pasta dental Forhan’s el antiséptico bucal Zonite y las píldoras laxantes Jayne, entre otras. Cuatro años más tarde, junto con la llegada de sus dos hijos varones, Ignacio Hernández del Castillo comercializa las especias de importación Mc Cormick, y algunos productos de General Foods, como los flanes Jell-O y el Kool Aid. En 1956 inauguran una nueva planta con bodega y edificio de oficinas en calzada San Bartolo Naucalpan núm. 360 y se abren centros de distribución en Chihuahua, Guadalajara, Tijuana, Torreón, Monterrey y San Luis Potosí. Con la primera planta propia de Herdez, puesta en marcha en 1962, nacen los productos de su propia marca. Y años después, volviendo a los productos que originalmente comercializaba, se asocia con Dial. Enrique Hernández-Pons, actual presidente del Grupo Herdez, ha logrado consolidar marcas como Búfalo, Miel Carlota y Doña María, y varias más, através de compras o asociaciones. Líder en el mercado mexicano, el grupo reporta ventas superiores a los 3 mil 500 millones de pesos en el último ejercicio y mejora continuamente su operación mediante desarrollo y aprovechamiento de nuevas tecnologías. El grupo Herdez cuenta hoy con más de 300 productos y 23 empresas filiales. Lorenzo y Roberto Servitje Sendra La historia de este hombre como empresario da comienzo el día que decide mandar a volar todo aquello relacionado con los pasteles. Hoy, en esa historia aun sin concluir y en este mundo donde la vida da vueltas y vueltas, a este hombre no le gusta que le toquen sus pasteles, porque precismante su éxito y su fortuna provienen de ellos. Lorenzo Servitje es fundador del Grupo Industrial Bimbo, creado en 1945 para la elaboración y distribución en la Ciudad de México de pan de caja, cuyos productos hoy llegan a todo el territorio nacional y amplias zonas del extranjero. Hijo de inmigrantes catalanes, propietarios de la pastelería El Molino, Lorenzo Servitje Sendra nace en la capital del país el 20 de noviembre de 1918 y desde los 16 años ocupa su tiempo libre en atender el negocio familiar, del que se hará cargo totalmente a la muerte de su padre en 1937, para siete años después, ocupar sucesivamente el cargo de gerente, director y presidente de Bimbo. Conocido por ser uno de los principales defensores y divulgadores de la doctrina social cristiana, Lorenzo Servitje aprovechó este credo para fomentar en Bimbo una filosofía empresarial plenamente humana, basada en valores como el respeto entre los directivos, empleados, clientes y proveedores, la solidaridad, la responsabilidad y el reconocimiento a los derechos de los trabajadores. Esta filosofía también es compartida por Roberto Servitje Sendra, hermano del anterior y quien a partir de 1990 es el presidente ejecutivo del grupo. Hombre dinámico y de grandes ambiciones, a él se debe gran parte del crecimiento de la empresa, pues en 1956 ayudó a formar la primera fábrica foránea, en el occidente del país. De 1979 a 1990, cuando ocupó la dirección general, logró que los productos Bimbo se comercializaran en Guatemala y El Salvador, para de ahí cubrir Centroamérica y avanzar hacia el sur, comenzando por Venezuela, Chile y Argentina. El resto es historia. Roberto Servitje es un hombre tan enamorado de la puntualidad y el trabajo, que es la única persona que ha laborado 55 años en la empresa y dedicado más de dos décadas en hacer de Bimbo una compañía altamente productiva y plenamente humana. Con el cariño de siempre... En 1944 y como encargado de preparar los sandwiches que se vendían en la fuente de sodas de la pastelería El Molino, Jaime Sendra se enfrenta al problema de que el pan de caja utilizado -y comprado por fuera- no respondía a las necesidades de calidad y frescura requeridas por la empresa, por lo que decide proponerle a su sobrino Lorenzo fundar juntos una fábrica de pan. Este le toma la palabra, consigue socios capitalistas y en 1945 abre sus puertas la primera planta de Bimbo, con una flotilla de 10 camiones. Hoy, la empresa posee una de las mayores redes de distribución directa a tiendas en el mundo, con cerca de 19 mil vehículos y da empleo a más de 60 mil personas. Además consta de más de 76 plantas en el mundo, 47 situadas en México, 12 en otros países de América Latina y 17 en Estados Unidos. Empresa líder en México en el campo de la planificación Bimbo no sólo cuenta con una amplia variedad de panes de caja, sino también con más de 900 productos distribuidos entre su línea de pastelería, botanas, tortillas, dulces, harina de trigo, frutas y verduras congeladas, así como maquinaria relacionada con el ramo, además de ser propietario de las marcas Marinela, Ricolino, Barcel, Sunbeam, Tía Rosa, Wonder y Alpre.