LA CASA DE LAS JÁCENAS Un ático en la ciudad de Huesca contruido en 1965 fue el objeto de estudio. Un abogado y una periodista con una nueva necesidad; vivir y trabajar simultáneamente en un mismo espacio. Algún claro. Todos queríamos aprovechar el máximo del espacio útil del piso (entonces desaprovechado por cinco habitaciones prácticamente sin uso conectadas por circulaciones obsoletas) y potenciar la luminosidad del mismo (la propia disposición de las habitaciones impedía la propagación de luz hacia el interior). Los 110 metros del piso, la excelente orientación y ventilación del espacio (de Este a Oeste pasando por el Sur) y la premisa de buscar un programa comedido que, sólo precisaba de una habitación principal, una de compromiso, una sala de estar, una cocina, un baño -finalmente fueron dos baños- y un espacio destinado para albergar un despacho, prometían la posibilidad de alcanzar un resultado satisfactorio. 006 Proyecto La casa de las jácenas En seguida pudimos apreciar que una malla estructural, compuesta por jácenas y pilares (presente en el espacio pero oculta por algunas intervenciones posteriores al origen del edificio) podría ser la auténtica protagonista de nuestra propuesta. Ésta mostraba la posibilidad de recuperar un elemento que siempre había estado allí, pero que jamás antes se había tenido en cuenta. Jamás antes se había puesto en valor. Es más, incluso se había ocultado. El valor de esa estructura residía en su capacidad por narrar de viva voz una reaparición en el espacio, y esto es justo lo que buscaba. Conseguir hacer presente, todas las ausencias que sin duda echaba a faltar en el interior del piso que estaba justo empezando a estudiar. Pues ese piso no se encontraba en cualquier lugar. Se encontraba cerca del paisaje característico de la conocida formación rocosa del "Salto del Roldán" y las formaciones geológicas de los "Mallos de Riglos. En la ciudad de las pajaritas de papel de Ramón Acín y las esculturas de Coscolla. Todo ello no podía pasar inadvertido y las jácenas y pilares me ayudaron a que así no fuera. Por ello el proyecto se resolvió en dos alturas muy diferenciadas. Ni una sola línea se dibujó por encima de las jácenas. Ni una sola distracción. Éstas debían mostrarse con toda su presencia. Con toda su rotundidad. Nada se proyectó por encima de las jácenas. Nada. Por debajo, todo. Todo nuestro presente. El mismo que planteaba a mis clientes una nueva necesidad. El mismo presente que para mi tenía su propia necesidad; mostrar toda su complejidad. Por ello, los muebles que se encuentran bajo las jácenas, sobresalen de las paredes donde en principio reposan. Ciertamente para responder a la necesidad de evitar elementos constructivos existentes, con la voluntad de no alterar la continuidad de la forma de un programa específico. Pero también, porque de forma abstracta, intentan comprender las libres geometrías de las formaciones geológicas cercanas, que como las jácenas, siempre habían estado allí. También el techo de la zona de lectura sorprende con geometrías complejas. Lo cierto es que responden a un espacio que de por sí, precisa de un tiempo distinto. Lo cierto es que son más que una reberencia a las que propuso Ramón Acín en el parque Miguel Servet, y que ahora ocupan un lugar específico en el corazón oscense. Para expresar un tiempo más pausado. Relajado. Alcanzable. Cercano. De reducida escala. Más acogedor si se quiere. Más humano. Para que el lector sueñe. Para que se emocione. Para que se identifique en su actividad. Para que se reconozca en su espacio. Sin duda, fue a partir de toda esta reflexión, que planteé poner en orden una casa, que ya de por sí tenía la difícil labor de convivir con un estudio: Propiedad Privada Lugar Calle Cabestany Huesca Descripción Reforma de interior para convertir en una CasaEstudio Fecha de encargo 10/12/2009 (1er contacto 02.03.2009) Fecha de inicio de obra 08/10/2010 Fecha final obra 18/07/2011 (Decoración Interior 04.06.2012) Arquitecto Director Obra Joan Casals Pañella PEM <1000EUR/m2 Superficie Construida 110 m2 Colaboradores Constructor No revelado. Proyecto Visado COAC Nº Por ello el espacio CASA... es es el lugar más alejado de la entrada, coincidiendo con el espacio más privado del piso. Aquí nos encontraremos una habitación principal orientada a Oeste, con una amplia zona de vestidores y un baño encarado a las vistas que ofrece la orientación Este. En cuanto a la segunda habitación, ésta realmente no ocupa un lugar físico permanente, pues se encuentra dentro de un mueble que, a través de un guiado manual, aparece y desaparece dependiendo de las necesidades del hogar y del estudio. Pues no era una necesidad tener hipotecado un espacio, que podía ser utilizado para otros usos, casi durante el cien por cien de su vida útil. En cambio sí lo era tener _ la posibilidad de tener una habitación que un momento dado, diera respuesta a un posible compromiso. Así justo en la zona de aguas, justo donde se ubica un segundo baño completo de cortesía, se halla este ingenioso mecanismo, esperando ser utilizado. Por lo contrario, el espacio ESTUDIO... es el lugar más cercano a la entrada, coincidiendo con el espacio más público del piso. Orientado a Este, para aprovechar las horas de sol de la mañana, - coincidiendo con el horario de mayor actividad-, aquí nos encontraremos con dos elementos principales. El primero es un mueble fijo que despliega una mesa de sus entrañas. El segundo es el ya conocido mueble móvil, que por un lado, alberga todo el conocimiento del estudio. Por otro, posibilita la aparición de una segunda habitación (ya comentada en el espacio casa), reduciendo el espacio físico del uso terciario. Por tanto, el espacio CASA y ESTUDIO... es aquel lugar capaz de multiplicarse hacia cualquiera de los dos lados. Es todo aquel espacio que durante el día puede variar su uso. Es la cocina de la casa, que se esconde porque el estudio recibe una visita. Es el office del estudio que se abre para ofrecer un refresco a unos clientes. Es el baño de cortesía de la vivienda, que se convierte en el servicio de la oficina. Es la mesa del hogar, que se transforma en una auténtica y amplia sala de reuniones. Es la sala de estar, que pasa a ser una envidiable sala de espera... Quizás por ello esta manera peculiar de entrar en el piso. Justo allí, uno se encuentra un ámbito creado por una jácena, -de nuevo una jácena-, que le deja apartado momentáneamente de la casa y del estudio. Tierra de nadie. Tierra de todos. Un recibidor abierto. Abierto a la casa. Abierto al estudio. En blanco. Como todo el piso. Como todo el proyecto. Pues todo forma parte de un mismo presente; el estar allí en un momento determinado. Pero con distintas temporalidades; rodeado del peso de una historia y de una cultura precisa, que en este caso, corresponde a la ciudad de Huesca.