Cambio Climático. Dudas y certezas ante un diagnóstico amenazante — Cristóbal Edwards, académico de la Escuela de Periodismo UC —Juan Carlos Castilla, académico de la Facultad de Ciencias Biológicas UC — Patricio Aceituno, académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matémáticas de la Universidad de Chile Cristóbal Edwards: La última escena del documental de Al Gore Una verdad incómoda muestra el planeta Tierra desde el espacio, un paisaje polar, uno desértico y el estero que corre junto al campo de la familia Gore, en el estado norteamericano de Tennessee. La voz en off de Al Gore recuerda que nuestro planeta es apenas un punto en el espacio, pero es nuestro único mundo. Dice que enfrentar el cambio climático es una cuestión moral, más allá de ecológica o económica. Y llama a tomar medidas hoy para que las generaciones futuras puedan vivir bien en él. Ciertamente hoy existe un altísimo interés por el cambio climático. Hoy, la búsqueda en Google de esas dos palabras, obtiene nada menos que 1 millón 680 mil enlaces a sitios web. ‘Calentamiento global’: más de 1 millón 300 mil resultados. En inglés, el idioma más usado en la web, global warming obtiene 66 millones de links y climate change, 99 millones. El 11 de junio se realiza la cumbre 2007 sobre cambio climático en Londres, organizada por el diario The Guardian. En dos días más, el viernes 11 de mayo, Al Gore, dará su conocida y controvertida presentación sobre Una verdad incómoda en encuentro sobre cambio climático en CasaPiedra. También participan la presidenta Michelle Bachelet, científicos, incluyendo el profesor Castilla, economistas, abogados y periodistas, entre otros profesionales. Ayer, martes 8, el ex presidente del país y actual enviado especial de la ONU para el cambio climático, Ricardo Lagos, propuso fijar el 2009 como fecha para la firma de otro protocolo al estilo de Kioto, con medidas concretas para reducir los efectos del calentamiento global. El Protocolo de Kioto, presentado en 1997 y en efecto desde 2005 —cuando con la ratificación de Rusia se alcanzó un número de países que representa más de la mitad de las emisiones de gases del mundo que producen el llamado efecto invernadero—, comprometió a 141 países a tomar medidas para reducir sus emisiones de anhídrido carbónico (CO2). EEUU y Australia son los únicos países desarrollados que lo firmaron, pero decidieron no ratificarlo por considerarlo injusto hacia los países industrializados respecto de China e India. Se critica que muchos países que sí lo han ratificado, no lo han cumplido. El protocolo expira en el año 2012. Otra iniciativa internacional de importancia relacionada con el cambio climático es el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), que fue creado en 1988 por dos organizaciones de las Naciones Unidas, la de meteorología mundial y el programa medioambiental, para evaluar información científica relevante sobre los cambios climáticos inducidos por la actividad humana, los impactos que tienen, y las alternativas para adaptarse a los cambios y mitigarlos. Unos dos mil quinientos científicos de varios países evalúan entre sí sus investigaciones sobre el clima, y junto con más de 1.300 autores han realizado cuatro informes sobre los cambios registrados, los efectos de la actividad humana, las proyecciones y las recomendaciones. Son considerados entre los más serios del mundo y frecuentemente citados en conferencias, paneles y publicaciones. ¿A qué nos referimos con el cambio climático? Según la enciclopedia libre de Internet Wikipedia, el clima es un promedio, a una escala de tiempo dada, del tiempo atmosférico. Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. El término suele usarse, de forma poco apropiada, para hacer referencia tan solo a los cambios climáticos que suceden en el presente, utilizándolo como sinónimo de calentamiento global. Los cambios climáticos se producen a muy diversas escalas de tiempo y en todos los parámetros climáticos, como la temperatura, las precipitaciones y la nubosidad, entre otros. Son debidos a causas naturales externas, como variaciones en la radiación solar y la órbita de la Tierra, el impacto de los meteoritos, y a las internas, como el movimiento de las placas tectónicas del planeta, la composición atmosférica, las corrientes oceánicas, el campo magnético terrestre, y en los últimos siglos, también a la acción del hombre. El clima ha estado relativamente estable en los últimos 650.000 años y la temperatura promedio anual del planeta ha sido de unos 14 grados centígrados. Pero a finales del siglo XVII, el hombre empezó a utilizar combustibles fósiles que la Tierra había acumulado en el subsuelo durante su historia geológica. La quema de petróleo, carbón y gas natural ha causado un aumento del dióxido de carbono o anhídrido carbónico (CO2) en la atmósfera, que últimamente es de 1,4 partes por millón al año y produce el consiguiente aumento de la temperatura. El dióxido de carbono o anhídrido carbónico (CO2) es uno de los gases del efecto invernadero que contribuye a que la Tierra tenga una temperatura habitable, siempre y cuando se mantenga dentro de un rango determinado. Sin dióxido de carbono, la Tierra sería un bloque de hielo. Por otro lado, un exceso de dióxido de carbono acentúa el efecto invernadero, reduciendo la emisión de calor infrarrojo al espacio y provocando un mayor calentamiento del planeta. Se estima que desde que el hombre mide la temperatura, hace unos 150 años y siempre dentro de la época industrial, ésta ha aumentado 0,5 ºC y se prevé un aumento de entre 1 y 5,8 °C de aquí a 2100 -justamente, uno de los aspectos de mayor discusión actual por las graves consecuencias que tendría esta alza para las actuales condiciones de vida en el planeta. A principios del siglo XXI, el calentamiento global parece irrefutable según la comunidad científica. Los últimos años del siglo XX se caracterizaron por poseer las temperaturas medias más altas del siglo. Para algunos, es preciso detener el nivel de emanaciones de CO2, metano y otros gases que producen calentamiento. Incluso se habla de mitigar los efectos de su acumulación en la atmósfera, los océanos y la tierra, y ojalá reducirlos por medio de drásticas medidas. Sin embargo, para los detractores de la visión más alarmante del cambio climático, las políticas propuestas para enfrentarlo tienen efectos más dañinos que los del propio calentamiento. ¿Cuáles son las evidencias del cambio climático en discusión actualmente? ¿Qué relación tienen con la contaminación y la pérdida de la biodiversidad de flora y fauna? ¿En qué están de acuerdo los científicos del mundo? ¿Qué está en discusión? ¿Qué ganan, qué pierden con el cambio climático los gobiernos, las empresas, las ONGs y los movimientos radicales? ¿Cuál es el rol de los medios periodísticos frente al cambio climático? ¿Con qué nivel de seriedad tratan el tema? ¿Qué se puede y se debe hacer respecto del cambio climático a nivel personal, regional, nacional y global? Éstas son algunas de las preguntas para los expertos que hemos invitado a este foro: Patricio Aceituno es doctor en Meteorología, profesor del Departamento de Geofísica y vicedecano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. Juan Carlos Castilla es doctor en Biología Marina, profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas UC, miembro de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., y premio Fundación BBVA en Ecología y Biología de la Conservación. Cristóbal Edwards: Profesor Aceituno, usted participó recientemente en reuniones del Panel Intergubernamental. ¿Cuál es el clima de la discusión de los resultados? Patricio Aceituno: Yo participé en 3 sesiones en el año 2005 y 2006, en uno de los grupos que tenía como responsabilidad definir los escenarios a nivel global para fines del siglo XXI y participé como representante de la región sudamericana, región que no tiene expertos de ese nivel para esa tarea. Mi conclusión fue que se trataba de un trabajo de muy alto nivel, con gente de un alto grado de preparación y muy exigente, además en filtrar la información que llegaba al panel. Había una regla muy estricta: solamente se podía incorporar información que hubiese sido publicado en revistas de nivel ISI (revistas de corriente principal, validadas y hasta una cierta fecha). Cristóbal Edwards: ¿En esas reuniones, usted calificaría la discusión como consensuada o determinada, es decir, hay una mayoría que piensa de una forma con respecto a una minoría o se busca un término medio? Patricio Aceituno: Yo diría que hay dos niveles: uno científico y otro político. Y la verdad es que en la sesión final, cuando se aprueba el informe, toda la acción política, diplomática entra en acción y se argumenta cada adverbio, cada adjetivo. Por ejemplo, cuando alguien quiere decir que «las evidencias científicas indican que existe una alta probabilidad de que ocurra tal cosa», se para el jurado del país X y dice «yo creo que no es así, que la probabilidad no es alta». Y ahí se suspende la sesión y se comienza a discutir si la probabilidad es alta, medianamente alta o muy alta, y se califica qué se va a decir. O sea, está todo muy regulado, las palabras no son cualquiera. Entonces, en esas sesiones uno ve que tras todo esto hay un gran interés político y económico. Antes de las sesiones, yo vi alianzas que me parecían extrañas, por ejemplo, Ecuador, Venezuela y Arabia se unían para sustentar una posición. ¿Y qué había detrás de eso? Petróleo. Es decir, el petróleo es una línea conductora que recorre todo el mundo y va asociando países que van defendiendo sus intereses. Entonces hay una mezcla: un ambiente científico de primer nivel, pero las decisiones que se toman son políticas, que se toman con acuerdos y negociaciones. Cristóbal Edwards: ¿Cuáles son las evidencias en el cambio climático? Juan Carlos Castilla: Las evidencias científicas son incontrarrestables. Con Patricio lo conversamos antes de entrar al foro, si uno hubiese hablado de las evidencias científicas hace 20 o 25 años atrás, existían distintas alternativas y en este momento las evidencias son incontrarrestables. Por ejemplo, en términos del incremento del anhídrido carbono en la atmósfera, el metano, hay números y porcentajes incontrarrestables. También lo es con el origen antropogénico, que tiene que ver con el hombre. Nosotros sabemos cuando nos avisan sobre el tiempo atmosférico para tres días más, lo dicen con una probabilidad de un 70 o 80% y a veces le apuntan y otras veces no. Los satélites han ayudado mucho. Entonces, el problema viene, cuando se tienen todos los elementos y todas las variables filtradas —de la manera que lo dice Patricio— hay que desarrollar escenarios probabilísticos, porque son temas complejos y las variables no están correlacionadas en forma lineal unas con otras. Si a ustedes les dicen que mañana va a llover con un 90% de probabilidades y tienen que caminar 10 cuadras, ustedes van a salir con paraguas. Pero si le dicen 75% o 65%, ya estamos hablando de otro escenario. En este momento creo que son 23 escenarios, 23 situaciones y combinaciones posibles, con altas posibilidades de que ocurran y mirando al 2050 o al 2100, no mirando la próxima semana. No somos capaces de hacer una predicción exacta del clima. Es incontrarrestable que el anhídrido carbono ha subido, que la temperatura de la tierra ha subido, pero cuando esos elementos se colocan sobre la mesa, hay que diseñar modelos y esos modelos son los que llamamos escenarios y son probabilísticos. Y esos escenarios han ido cambiando con el tiempo y se han ido afinando. Para terminar la idea: no se habla en este momento, de un escenario posible de aumento del nivel del mar de 10 metros, pero probablemente hace 10 años atrás esos eran los escenarios. Ahora hablamos de los escenarios para el 2050 o 2100, ¿podría el mar subir 6 metros? Sí porque la probabilidad es del 80%, aunque la probabilidad podría estar errada. Entonces, se ha mejorado la información científica, se han desarrollado nuevos escenarios y esos escenarios son probabilísticos. Patricio Aceituno: Yo quiero mencionar algo, qué habría sido interesante tener una visión, en el sentido que, en este momento todos nos preocupamos del tema del cambio climático. Y es bueno ver aquí generaciones jóvenes que no conocieron realidades relativamente recientes. En el año 70, si uno revisa las principales publicaciones científicas para ver qué se decía sobre el tema del clima, es curioso darse cuenta que la discusión era por qué hay un global cooling, por qué la tierra se está enfriando, qué está haciendo el hombre que hace que la tierra se enfría. Se discutía el efecto de los aerosoles y tampoco se decidía aún si los vuelos iban a ser de tipo estratoféricos, con aviones supersónicos —finalmente fue el Concorde el único que sobrevivió— y se discutía el impacto que tendría en al estratosfera el liberar una gran cantidad de aerosoles y eso supuestamente provocaría un aumento de la reflexión de la radiación solar y por lo tanto, un factor que contribuiría a acelerar el proceso de enfriamiento. Lo que quiero decir, es que este tema, hace 30 años tenía un paradigma distinto: porqué nos estamos enfriando. Por lo tanto, ha cambiado la visión en un tiempo relativamente reciente, es interesante ver cómo los científicos utilizando metodologías que al interior de la comunidad científica fueron muy cuestionadas, y un poco vuelvo al comentario del profesor Castilla, por qué si no le creemos a un pronóstico meteorológico de dos días, por qué hacemos fe de que los científicos tienen la razón, de que, a fines del siglo XXI vamos a tener 3, 4 o 5 grados de aumento. Porqué, por ejemplo, si a principios de este año se comentaba que el 2007 iba a ser el más cálido de la historia del planeta, porque existía el evento de El Niño, que se estaba desarrollando con fuerza y dos meses después este desapareció. Entonces mientras más vinculado uno está con la gente que hace modelos, más cautelosos se pone Es lo que pasa en cada área: mientras más uno conoce, menos sabe o siente que menos sabe. Mientras más se conoce del tema, se abren más ventanas y cuando uno lo mira de lejos, escucha el mensaje corto, ‘la tierra se va a calentar’ y ‘se va a calentar en X grados’, pero lo que están metidos más cerca se dan cuenta que hay mucho procesos que aún no se conocen bien y que no se sabe cómo van a actuar en el calentamiento. Cristóbal Edwards: Corrientemente en los medios de comunicación se dan a conocer algunos de los factores donde hay señales claras de un cambio climático, como por ejemplo, la concentración de gases en la atmósfera, pero hay otras asuntos como la acidificación de los océanos que, al menos en Chile, es menos conocida. ¿De qué se trata esto? Se lo pregunto especialmente porque una de las razones que se utilizan en los medios para decir ‘Bueno, en Chile no hay qué preocuparse tanto porque tenemos este tremendo océano al frente’, pero qué significa y que efectos tiene la acidificación de los océanos. Juan Carlos Castilla: Bueno el incremento del C02 en la atmósfera que se deposita igual que la lluvia ácida, también se deposita en el mar. Y eso químicamente está probado que baja el PH, que en el mar es de 7.1 o 7.2, lo bajará a 6.9 o 6.8, lo acidifica. Obviamente, la cantidad de agua en el planeta es mucho mayor que la de la tierra, entonces, el efecto de la acidificación en el océano es más lento por el volumen. Pero hay evidencias que esto está pasando a un nivel relativamente bajo, no en el nivel que ocurre en la tierra. Con respecto a los efectos, los corales, que son organismos que tienen carbonato de calcio y que lo fabrican a partir del carbonato del agua, del calcio, etc, al acidificarse el sistema se hace más lento y los corales pueden empezar a morir. Y no sólo ellos, sino que también todos los organismos que tienen carbonato de calcio, como los moluscos y una enormidad de microorganismos y que son muy importantes, pero que no vemos. Pero una cosa que tenemos que tener claro, es que es un cambio global, planetario. O sea si ocurre la acidificación del océano, va a ocurrir en todas partes. Cristóbal Edwards: En un escenario, en el que tenemos evidencias científicas de un cambio, que algunos tildan de “calentamiento global” o algunos escépticos dicen que no es así o que al menos no son por causas provocadas por el hombre, es evidente, también, la discusión de cómo se interpretan esos resultados y qué ventajas políticas y económicas sacan los diferentes grupos, ¿qué pasa con otros grupos, además del ya mencionado grupo del petróleo, como la minería, las empresas forestales y también en el ámbito político, las visiones conservadoras o liberales respecto al medioambiente? Patricio Aceituno: Mi impresión es que a nivel nacional el tema, no ha sido gran tema. Hoy, sí, pero en los últimos 10 años, no. Y si uno mira las noticias del IPCC no son nada nuevas. Este es el cuarto informe que esta entidad realiza, el tercero fue en el 2001 y los resultados de este son básicamente iguales al más reciente, sólo que las incertidumbres se han reducido, pero uno no ve que el del 2001 hay tenido algún impacto. Ahora cuando uno va al sector empresarial y le pregunta: ¿usted sabe que en Chile o le preocupa que la temperatura suba en dos, tres o cuatro grados? ¿Cuándo? Me preguntan y le contesto que a finales del siglo XXI. Pero ahí me dicen que eso es muy lejos, que no sabrán a quién pertenecerá la empresa. Y ahí está la mirada a largo plazo, que como humanidad nos debe interesar, porque es la casa quien está en riesgo, pero como decisiones económicas, en Chile todavía no entra el tema. Cristóbal Edwards: ¿Cuáles son los escenarios para Chile? Patricio Aceituno: Para Chile, básicamente, hay dos señales fuertes. Uno es el aumento de la temperatura, pero no como se dijo en la prensa. El informe de Conama dice que la temperatura va a subir en forma diferente en el norte y en el sur. Cuatro a cinco grados en el altiplano de la I y II región, uno o dos grados en el extremo sur. Título de la prensa al día siguiente: la temperatura sube en cuatro grados. Ese es un resultado. Pero no hay una evidencia, por los últimos 30 años, de un gran aumento en la temperatura en Chile, a diferencia de Europa, Asia. Pero sí se anticipa una disminución en las precipitaciones en la región Central, de Santiago a Puerto Montt. Y eso es complicado. Porque cuando uno lo conecta con el resto del mundo, y uno podría decir que los cambios en Chile son de menos intensidad de los que se proyectan, por ejemplo, para Europa, donde ahí la cosa es más grave. Ahí uno visualiza, en 50 años más, una condición de desarrollo de cambio climático en Europa que haga por ejemplo, que ciertos cultivos no sean más viables. No soy experto, pero alguien podría pensar que el cultivo de la vid no va a ser tan bueno como lo es actualmente, y sin embargo, nuestra región con uno o dos grados más, va a ser bastante buena para tener viñas y van a parecer estos apetitos entre países, entre sectores y van a mirar el mundo con otros ojos. E incluso algún inversionista chileno podrá poner algún anuncio internacional: “Vendo gran hacienda en el sur de Chile, poco cambio climático incluido”. Podría ser. Cristóbal Edwards: Profesor Castilla, ¿qué pasa con la biodiversidad? Porque una cosa es la producción, porque sabemos que, muchas veces no se respeta la fauna y la flora autóctona para producir monocultivos, por ejemplo. Entonces qué gravitación tiene afectar la biodiversidad. Juan Carlos Castilla: Buena pregunta, porque me da pie para salirme un poquito y hablar sobre lo que voy a exponer en la conferencia de Al Gore. A mí me parece que de lo que realmente tenemos que darnos cuenta es que hay varios cambios globales corriendo en paralelo y el cambio climático es uno de ellos. Por ejemplo, el de la biodiversidad, la capa de ozono, la demografía urbana, la sobreexplotación de pesca. Ahora vuelvo a la pregunta, hay cambios que han incidido en la baja de diversidad, como la pérdida de hábitat en la tierra, ya sea por deforestación, o sea la biodiversidad que existía en los bosques que uno ve camino a Concepción (que ahora son pinos, antes eran trigo y mucho antes fueron bosques nativos) es totalmente distinta a la que hay ahora y tiene algo qué ver eso con la cambio climático. Nada. Lo que quiero es llamar la atención sobre que hay varios carriles corriendo en paralelo. Y la otra pregunta qué es biodiversidad, porque este es un tema como el de la sustentabilidad, que el mundo tiene que ser sustentable y hay que defender la biodiversidad. Esto es como cuando las micros amarillas decían ‘micro ecológica’. Yo tengo fotos de las micros amarillas que decían: ‘Ésta micro es ecológica’. Y yo no entiendo eso. Lo que quiero decir es que se usan las palabras que nos llevan a confusión. O sea, cuando tú me preguntas sobre biodiversidad, pienso yo, que lo más probable es que estás pensando en desaparición de especies. Pero la biodiversidad es un concepto muchísimo más amplio que número de especies distintas. Con respecto a la biodiversidad, me preocupa más la tasa con que se han destruido los hábitats en la tierra, y me interesa que en el mar, que es donde yo trabajo, no ocurra lo mismo en cuanto a destrucción de hábitat, porque para que todos nos entendamos, es como la destrucción de la casa. Entonces hay un problema de lenguaje, porque hay un defecto en los científicos, porque no hemos sido capaces de socializar la ciencia, especialmente en Chile, Cuando Al Gire le habla a esa audiencia -que es una audiencia chiquitita, hay puros demócratas- le habla a una audiencia que entiende mucho más que nosotros y le habla a una audiencia culposa, porque y aquí me quiero largar con lo que voy a decir el viernes, porque cambio climático e incremento de la temperatura tiene que ver con emisiones de gases. Y quiénes emiten estos gases en este minuto y cuánto: seis países emiten entre el 50 y el 60%. Seis. Cristóbal Edwards: ¿Y cuáles son esos países? Juan Carlos Castilla: Los dos que no ratificaron: Australia y Estados Unidos. China e India, Japón y Corea. Entonces, Al Gore habla de problemas morales, pero esos números no los menciona. Por eso, yo digo que las sociedades bien informadas son culpables, culposas. Cristóbal Edwards: Aprovechando la mención de Al Gore y de otras personas u organizaciones que han llamado la atención sobre este tema. ¿Qué efectos tiene en la comprensión de estos cambios en la población en general, la aparente radicalización de las posturas, cuando la discusión se centra en Al Gore versus Marion Ebeel y Richard Lindzen, por ejemplo, en que desacreditan las interpretaciones de Al Gore, y hay muchos otros, por supuesto. Están las organizaciones no gubernamentales, Geenpeace, la organización de los océanos, en fin cada uno con su agenda. Pero también está Exon, la multinacional de Petroquímicos, la multinacional de autos, etc. Qué efecto puede tener el entender el problema del cambio climático del punto de vista de cómo lo entregan los científicos. Patricio Aceituno: Tú mencionabas ahí o pusiste en un mismo nivel a Al Gore con un científico, que son discursos muy distintos, en particular Richard Lindzen, a quien quiero defender quien en todos sus escritos coloca abajo “No recibo ningún dólar de las empresas del petróleo” y después de eso se larga con un discurso muy crítico respecto del informe del IPCC en general o del discurso catastrofista de una cambio climático acelerado. El defiende la postura “una teoría del iris” un poco reflejando el comportamiento del ojo humano que cuando uno lo fuerza con una luz muy intensa, el iris se cierra para proteger el daño, entones el dice que la tierra va a reaccionar con un efecto tipo iris. Obviamente es un discurso muy minoritario, pero yo no diría que es un discurso irresponsable, es serio, basado en argumentos sólidos y que ataca una posición que siempre ha sido débil en el discurso del IPCC, porque está basado en asumir que el conocimiento de la dinámica del clima es razonablemente bueno, y ciertamente hay áreas del conocimiento en que lo que se sabe es todavía insuficiente, en particular con el tema de los aerosoles y cómo pueden producir un efecto compensatorio al calentamiento. Ahora las disputas van a continuar. Cuando, por ejemplo, alguien le dice a un fumador que fumar produce cáncer, no le está diciendo que se va a morir de cáncer, sino que hay un riesgo alto de que se enferme con cáncer. Aquí a la tierra le están diciendo lo mismo, si fuma mucho y casi literal, si echa mucho humo, la tierra se va enfermar y de estas vías: se va a calentar, las tormentas van a ser más severas, se van a derretir los glaciares. Ahora yo fui escéptico en los años 70, ahora la evidencia me ha ido demostrando que el problema es grave, que hay que tener cuidado con la alarma que nos están dando, pero eso no va a ocurrir con la intensidad que se anuncia. Eso no quita tomar alguna acción, porque finalmente lo que va a ocurrir es que el desarrollo se va a encarecer. O sea, si queremos seguir viviendo en la tierra con el mismo modo de vida, lo vamos a poder hacer, pero va a salir más caro, porque tendremos que pagar por los procesos que significan disminuir la contaminación. Cristóbal Edwards: ¿Quiénes pagan? Patricio Aceituno: Todo pagan, aunque como lo señalaba el profesor Castilla, las causas y las culpas no están igualmente distribuidas para nada. Por supuesto que un país como China, que ese está desarrollando rápidamente, resiente que le digan que no puede producir con el estándar de los años 60 y se tiene que cuidar de emitir gases con efectos invernaderos. ¿Y quién se lo dice? El que contaminó a raja tabla en los años 40 o 50 y que pudo desarrollarse, sin que nadie le dijera, no contamine. O cuando a Brasil le dicen que cuide su bosque y no lo queme, el país reclama porque es suyo, yo manejo mis recursos. Entonces es un conflicto político y no es fácil, yo creo que el trabajo de Lagos no es para nada fácil. Juan Carlos Castilla: Déjame decirte una cosa. Yo he mirado el documental de Al Gore unas 4 o 5 veces, porque voy a estar con él y quiero tener la película clara. Hay una escena muy decidora, en la que se muestra una foto área entre el límite de Haití y República Dominicana y se ve el lado izquierdo todos los bosques absolutamente destruidos. Y lo que él dice es que eso es producto de la política. No dice de políticas de ambientales. Yo supongo que el mensaje que quiere mandar a la audiencia a la que se está dirigiendo, que es la audiencia americana culposa, no a nosotros, es que este es el resultado de políticas ambientales. Y eso a mí me revuelve la guata. Porque por Dios, Haití es el país más pobre de este hemisferio, de qué políticas ambientales se está muriendo la gente. Entonces no me importa a mí que estén todos los árboles destruidos si hay un niño que va a durar 4 minutos más en ese país. O sea prefiero que mueran menos niños, pero más árboles. Es mi filosofía, mi moral del problema. Lo que quiero decir es que se mezclan las cosas. No es un problema sólo científico, se mezcla con lo social, económico y moral. Cristóbal Edwards: Sobre los medios de comunicación, que era un aspecto que quería conversar con ustedes, porque al menos en los medios nacionales, lo títulos, como bien usted lo mencionó, suelen simplificar un problema que es muy complejo, y de alguna forma ese es uno de los grandes desafíos del periodismo, o sea, cómo se expresa en forma clara, concisa, los asuntos de interés público. Al ver las publicaciones, llaman la atención la cantidad de anécdotas de conceptos simplificados respecto de este asunto. Si es importante que las personas en el mundo tomen conciencia de la ocurrencia de estos cambios y de qué se pueden mitigar, ¿qué efectos tiene esta información simplificada en el conocimiento, en la importancia, en la gravedad en algunos aspectos que tiene el cambio climático y otros cambios de los que hemos conversado? Juan Carlos Castilla: Yo voy a hablar por mi país, y por las cosas prácticas. Una de ellas es que internalicemos este problema desde el kinder para arriba. Esa es la población objetivo del país en este minuto. Es a quien debemos entregarle información clara, más precisa, adecuada, racional, la que eventualmente va a votar por los gobernantes que nos van a gobernar y deben estar informados de los cambios globales, no sólo de los climáticos. Yo quisiera que esa gente, no comprara racionalmente un producto de una empresa que no está comprometida con el medio ambiente como parte de su negocio. Tal cual. Que la empresa que no ha desarrollado una actitud moral o ética, respecto a que el medio ambiente es parte de su negocio y no parte de negocio de corto plazo, sino del largo plazo. Y para eso tiene que estar informado, y con la población objetivo no estamos haciendo casi nada. O sea, si no somos capaces de informarle bien a la prensa, y perdonen que lo diga, porque los periodistas no están siendo capaces de entender la información que les estamos dando, porque usamos palabras raras o complicadas, entonces no se interpreta bien y aparece un título que es el correcto. También he insistido que hay toda una problemática en el cambio global que tiene que ver con gobernabilidad, que tiene que ver con la sociedad civil, con el gobierno o los gobiernos (pueden ser las Naciones Unidas) y con el mercado y cómo integro todo y creo las presiones adecuadas, como para que por ejemplo, el ambiente pueda ser parte del negocio de las empresas. Hay un problema de gobernabilidad mundial. El hecho de que dos países súper poderosos no ratifiquen Kioto, es un problema de gobernabilidad. Ayer tuve una reunión con unos norteamericanos que están de visita en Chile, y me trataban de demostrar que, a pesar, de que no habían firmado Kioto, lo están haciendo mejor que si lo hubieran firmado y daban números y cifras. Y esa señal de gobernabilidad es muy mala. Pero cuando hablo de gobernabilidad hablo de hasta de Calera de Tango, porque existe una gobernabilidad macro y micro. En estos días me llamó el alcalde, a raíz de un artículo que escribí, para que vaya a dar una charla para que les diga qué pueden hacer, como comunidad, en Calera de Tango. Yo lo encontré extraordinario. Y un escalón más abajo que este, están los cambios de conductas individuales y el mensaje de Al Gore es que la suma de cambios individuales, va a solucionar el grave problema que enfrentaremos en los próximos 40 años o 50 años. Yo tengo mis dudas. Porque se deben cambiar actitudes en la familia, en el colegio, en la comunidad. No es simple, y ahí hay muchas cosas qué hacer en Chile. También estoy en desacuerdo con Al Gore en otras cosas. Porque fíjense ustedes en la audiencia, la recomendación es, si usted puede, cómprese un auto híbrido. Uno, no existen los autos híbridos, porque igualmente se le va a echar gasolina. Sería híbrido si tuviera energía solar y del combustible fósil. El mensaje para esta audiencia sería, cómprese un auto chico, porque los mensajes de cambios de conductas individuales tienen que ver con el lugar y las realidades que uno vive. Patricio Aceituno: Si yo siento que como sociedad somos un poco inconsistentes. Porque una charla sobre cambio climático global atrae atención fuerte y tenemos una audiencia como la que hay en esta sala y la gente se preocupa por lo que va a ocurrir en 20, 30 años. Y a lo mejor hacemos algo. Pero sin embargo, no hacemos nada para prevenir, mitigar y planificar frente a acciones de la naturaleza que no tienen probabilidades. Cuando sabemos 100% de probabilidad que ocurra, igual reaccionamos a posteriri. No nos preparamos, no enfrentamos una discusión estos desafíos y amenazas. Preguntas del público: - ¿Qué proyecciones a futuro tienen los bonos de carbono? ¿Es una posible solución? Juan Carlos Castilla: En corto, los bonos de carbono son básicamente una de las herramientas de Kioto, ojo, de mitigación. No de solución. Entonces yo tengo una industria, emito una cantidad de toneladas de anhídrido carbónico y no puedo mejorar por abc la tecnología y emito 80 toneladas de CO2, cada dos meses. El bono de carbono, es lo que permite, dentro de un porcentaje, es ir a cualquier lugar del mundo, a este industrial, estoy poniendo un ejemplo, y decir yo le compro a usted, que tiene un bosque, que absorbe anhídrido carbónico, 80 toneladas. O sea lo que produce, se absorbe. Y eso tiene un precio y se tranza en el mercado. En Chile hay varias empresas que reciben dinero por una cantidad de bosque, que incluso puede ser nativo o no nativo. Pero es una medida de mitigación, no soluciona el problema, como casi todas la s medidas de Kioto. Ahora lo que se está tratando de hacer, es que este industrial no tire 80, sino que haga una disminución y que en 5 años tire 40. Y ahí es donde Europa ha reaccionado muy bien. Una de las cosas que yo voy a plantear en la charla del viernes, es que, si alguna vez, nos hemos enfrentado en la Tierra con un problema similar a este y si hay experiencias que podríamos derivar de ellos. Y la respuesta es que sí. En el año 1985 se descubre por primera vez el hoyo de Ozono en la Antártica. Había investigadores que habían estado trabajando en este problema 15 años antes. Y en 1978, Suecia hace una parada completa a la emisión de los CFs, los gases de los aerosoles, en los refrigeradores, etc. Y en el año 1982 se firma el protocolo de Montreal. O sea, eso es gobernabilidad global. Uno mira la curva de acumulación de CFs en la atmósfera y se detuvo. Sigue el hoyo de ozono y no sabemos si se va a achicar, y viviremos unos 50 o 100 años con eso ahí, pero el causante se detuvo. Mucha gente cambió su conducta, la Dupont que era la que producía la mayor cantidad de aerosoles y los reemplazó tecnológicamente por otra cosa. O sea la tecnología nos ayudó ahí. En cambio en el cambio climático, la tecnología se está quedando muy atrás, tanto así que no tenemos autos híbridos. Entonces ahí hay todo un cuento de gobernabilidad, cambio de conductas y resultados. Con decirles que en el 95 las tres personas que se dieron cuenta de esto se ganaron el Premio Nobel. Yo lo encuentro de película. Hay casos de los que tenemos que aprender. Mi cuento es optimista, que aún estamos a tiempo, que los cambios personal son súper importantes, pero tenemos que tener claro que esto es global y en eso la educación es primordial. - ¿Cuánto anhídrido carbónico produce el hombre proporcionalmente en comparación con la naturaleza. En el documental de Lindzen se culpa al sol, como principal causa del calentamiento global y asegura que el C02 humano es menor al del medio ambiente. Patricio Aceituno: Patricio Aceituno: El principal reservorio en el planeta de carbono y finalmente de CO2, no está en la atmósfera, está en el océano. Cuando uno compara las cifras los niveles de CO2 en tiempos de 1750 eran como 280 partes por millón, ahora estén en 370, de modo que el aporte del hombre sigue siendo menor respecto al total. Y más aún, se han hecho estimaciones, desde que empezó la Revolución Industrial, de cuánto C02 emitió el hombre y contabilizando cuánto hay en la atmósfera, hay mucho menos. Eso significa que a alguna parte de fue, y ahí el océano vuelve a jugar un rol de C02 que se inyecta desde la atmósfera hacia el océano. Ahora con respecto al sol, las teorías de cambio climático ligados al sol, son muy antiguas, quizás las primeras a las cuales se le echó mano para interpretar qué estaba pasando con el clima. Estudios de fines del siglo XIX hablan de vinculaciones entre manchas solares y clima. Pero después de un siglo no se ha podido comprobar que sea un factor significativo de cambio climático. Sin embargo, hay otros factores importantes que conocemos por la vía empírica, es decir, sabemos que existen y que no es el hombre el que está detrás de ellos. Al principio la causa de todo era el fenómeno de El Niño, pero ahora desapareció un poco de la escena y ahora empieza a surgir un nuevo componente de variabilidad que se mide en la escala de décadas y se llama variabilidad decadal del Pacífico. Este gran océano que cubre casi un hemisferio en el planeta oscila entre dos fases, una cálida y una fría y esa oscilación se mide en la escala de décadas. Y los científicos discuten si no estaríamos ahora en un cambio de fase nuevamente, hacia una cálida. Cristóbal Edwards: Sabiendo que hay muchos factores ajenos a lo humano que afectan las condiciones del clima y de la vida en el planeta, ¿vale la pena impulsar, a través de campañas un comportamiento humano a nivel personal, grupal, nacional, mundial, para cuidar mejor el planeta, o es una linda idea, pero que no tiene el mayor efecto? Patricio Aceituno: Quizás el discurso, y los medios de comunicación insisten en que hay que cuidar al planeta porque hay un cambio climático que nos amenaza. Yo creo que eso no puede ser el argumento. El discurso es que hay que cuidar el planeta porque no es mío, porque todos pasamos por acá. Juan Carlos Castilla: Yo concuerdo plenamente con lo que dice Patricio y está muy bien reflejado en la literatura en lo que se llama “La tragedia de los comunes”, en el fondo aquello que nos pertenece a todos, no lo cuida nadie. Es lo que ocurre con el aire, el mar. Por eso que digo yo, siendo el aire un recurso común, de todos, cuidémoslo, pero necesitamos un elemento de gobernabilidad antes. Y no me cabe duda que hay que formar a la gente, sobre todos más jóvenes. Tenemos que cuidar este puntito del Universo, que tiene 4500 millones de años.