VERANO EN AMBERES

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VERANO EN AMBERES
…Caminando por las calles de Amberes, un dia cualquiera del verano, se puede respirar, casi palpar, las múltiples
actividades del llamado “Verano de Amberes― (“Zomer van Antwerpen).
Oskar González (1)
Amberes (Bélgica), Agosto 25 de 2009. El “verano en Amberes― es, ante todo, un concepto, un evento que se extiend
lo largo de todo el verano. En estos dos meses (Julio y Agosto), se concentran las actividades destinadas a todo tipo de
público; belgas, extranjeros, mujeres, niños, jóvenes, adultos, la familia y un largo etcétera se dan cita.
Todos los públicos imaginables están considerados en esta verdadera exégesis de la cultura de masas.
Y es quizás, precisamente, esa exégesis, esa concentración, en la cual se da lo bueno y lo malo de esta megaactividad; por una parte, la cultura se vive en tanto una cultura del espectáculo, antes que de la integración, como una
cultura dirigida a las masas, es decir, la cultura en tanto show, performance, circo constante y sonante que satura un
poco con su abrumadora oferta...Festivales, conciertos, teatro, cursos, talleres y en general todo lo que puede ofrecer la
cultura vista como un extenso espectáculo.
Por otro lado, se pretende la cultura como integración, como intercambio y articulación entre, por ejemplo, las
diferentes nacionalidades que conviven en esta ciudad. AsÃ-, por ejemplo, en el mismo dÃ-a, podemos asistir por la
mañana con nuestros hijos a una lectura comentada en una biblioteca o centro cultural (suerte de “cuentacuentos―
versión belga), luego al mediodÃ-a a una pieza de teatro venida de Alemania, Finlandia o Italia para terminar en la
noche asistiendo a un concierto de música africana o latina.
AsÃ-, la cultura se dilata en un periplo inagotable de experiencias, a cada cual mas exótica.
Empero, es bonito todo ese mosaico multicolor de formas, etnias, colores y estilos. Emociona un poco ver esos
escenario levantados por toda la ciudad o esos grupos de gente entusiasta aprendiendo el baile de moda.
AsÃ-, cualquiera puede participar y la participación es abierta a todos (una de las caracterÃ-sticas de estas actividades
es que la mayorÃ-a son gratis y cuando no lo son los precios son realmente muy democráticos).
El tema de los precios es un cuento aparte, acá los criterios en ese sentido son absolutamente inclusivos, la gratuidad
es la norma y si no es asÃ-, los valores de tikets o consumo, por ejemplo de comida o bebida, están realmente al
alcance de todos. AhÃ- radica quizás una diferencia fundamental con ese tipo de “fiestas― en Chile (por ejemplo “Tea
Mil―), donde los precios son la primera barrera impuesta por la mirada elitista y empresarial de la cultura en Chile. El valor
de una entrada para ver una obra de teatro, por ejemplo, ejerce en nuestro paÃ-s el primer criterio de selección clasista
y define a priori el publico deseable.
Pero, la pregunta que acá cabe, es si acaso es esta una participación “real―, en el sentido del protagonismo con el que
asume la experiencia de “ser parte―...Acá, se acentúa, más que nunca, la diferencia entre ser actor o espectador...entre
hacer y mirar.
Uno encuentra, fácilmente, alguna huella, algún eco, alguna resonancia a nuestras criollas “fiestas de la cultura―, la
misma masividad, la misma idea de “toda la carne a la parrilla― en el mas corto tiempo posible (“Teatro a mil― es otro
ejemplo); quizás la gran diferencia es que en nuestras fiestas está todo concentrado en uno o dos dÃ-as, todo junto,
todo sucediendo al mismo tiempo, como queriendo que esa reunión masiva de gentes se agote pronto en una oferta
fugaz, donde todo debe ocurrir en el mismo momento y en el mismo lugar....es un poco como en televisión, donde todo
se debe suceder simultáneamente, donde no hay tiempo para el silencio, el reposo o el recogimiento.
Acá, se busca extender la experiencia por más largo tiempo. Claro, seguramente el presupuesto que se maneja aquÃes muy superior al de que se dispone en un paÃ-s como el nuestro donde las prioridades están puestas en otra parte,
ese tipo de festividades están altamente subsidiadas...aun asÃ-, la concentración, a pesar de la diferencia en la
extensión, es la misma acá que allá.
Y el resto del año?, bueno, el resto del año, aquÃ- como allá, tienen las gentes que trabajar, pagar los impuestos,
cumplir con su tarea diaria...
El placer? Debe esperar hasta el verano siguiente, donde se saciara por tiempo y oferta limitada....
Notas
(1) Oskar González (1965) , residente en Amberes Bélgica desde hace cuatro años y medio, con estudios en filosofÃ-a
y educador, ser humano en asombro constante y nuevo papá.
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