CREMAS CORPORALES Las cremas corporales son excelente recurso para cuidar la salud de la piel y de todo nuestro organismo, pues al proteger este tejido contribuimos a mantener adecuada temperatura corporal y nos protegemos de la acción de microorganismos y agresiones ambientales Con el fin de adaptarse a todos los climas del orbe y conservar su salud, el ser humano ha desarrollado técnicas tan diversas como la construcción de viviendas o la confección de ropa. Sin embargo, su primer y más importante hogar es y será su cuerpo, y dado que la piel es la barrera inmediata que nos protege del entorno, atenderla es cuidar una parte fundamental de nosotros. De ahí la importancia que ha adquirido para las industrias médica y de belleza la creación de diversas fórmulas de cremas y otros productos que mantengan humedad y elasticidad de la piel, o bien, que brinden protección y contribuyan a compensar algunos defectos característicos de la epidermis, como resequedad, exceso de grasa, etcétera. Así, aunque el uso de cosméticos es tan antiguo como la humanidad misma, es hasta décadas recientes que se ha logrado un avance en la creación de cremas corporales y faciales que ayudan a obtener no sólo una piel bella, sino también protegida y libre de enfermedades; de hecho, podemos decir que esta división es cada vez más estrecha y aparente, pues ahora se entiende que salud y estética van de la mano. Las cremas son indispensables para la piel por cuatro razones fundamentales: Aportan elementos que permiten suavizarla. Contribuyen a la regeneración de células. Humectan e hidratan. Proporcionan vitaminas. Empero, cualquier persona debe tener primero un conocimiento de los requerimientos individuales, para lo cual se recomienda consultar a especialistas en la materia y leer atentamente las instrucciones de cada producto. Es claro que del buen uso de estos productos dependerán los resultados, ya que en muchas ocasiones el desconocimiento puede alterar la estabilidad de este importante tejido. Por ejemplo, si una crema hidratante para piel grasa es empleada por alguien que más bien padece resequedad, puede desencadenarse la presencia de erupciones y escozor, pues la fórmula contiene principios activos que eliminan el exceso de humedad y cicatrizan la dermis (capa más externa de este tejido), siendo que lo que se necesita es exactamente lo contrario. Aprenda a distinguir cada tipo de piel: Seca. Tiene poros cerrados, carece de brillo, luce ligeramente arrugada en algunas zonas y es poco elástica en las mañanas. Mixta. Luce con poros dilatados y brillantez en ciertas regiones (frente, nariz y barba). El resto del rostro tiene cutis seco o normal. Grasa. Poros totalmente dilatados en todo el rostro, tono rojizo en ciertas partes, brillantez total y algunos comedones y barros. Normal. Presenta poros abiertos, apariencia sin brillo y ligera resequedad que se alivia con un poco de crema humectante. Cuidados a cualquier edad De acuerdo con especialistas, todas las personas deben utilizar cremas faciales y corporales desde temprana edad, y un bloqueador solar si el objetivo es evitar problemas relacionados con cáncer de piel y arrugas prematuras. Particularmente, las mujeres deben forjarse la sana costumbre de limpiar el rostro en mañana y noche, antes de aplicarse crema facial, a fin de evitar efectos indeseables que se generan cuando no se retira el maquillaje luego de una jornada de trabajo. Durante pubertad y adolescencia, además de limpiar debidamente la piel para evitar la aparición del acné, puede crearse el hábito de aplicar cremas humectantes suaves, que se caracterizan precisamente por estar formuladas para pieles jóvenes y poco sensibles. Más adelante, para cada tipo de piel habrán de utilizarse cremas especiales, hecho que será sencillo si ya se tiene esta buena costumbre. Cuando la piel se vuelve madura hay mayor exigencia en la atención y calidad del tratamiento, por lo que a partir de los 30 años se recomienda el uso de cremas hipoalergénicas, es decir, las que no crean reacciones alérgicas, que además pueden contar con esencias y extractos vegetales o minerales. Se encuentran así productos para cuello, contorno de ojos, arrugas en boca y frente y para cutis graso, seco, normal o mixto. Aunque no siempre los productos más costosos son los mejores para la piel, hay que decir que los creadores de artículos para el cuidado personal más famosos y tradicionales ofrecen mercancías de muy buena calidad, ya que no se conforman con ser fabricantes, sino que cuentan con centros de investigación sobre la piel para mejorar sus fórmulas, de modo que mantienen estrecha relación entre belleza y salud. Para iniciar el proceso de conservación de la piel, es conveniente la opinión de un especialista en la materia, como un dermatólogo o un experto en estética. Con el consejo de estas personas podrá elegir la línea de productos más conveniente, pues por un lado obtendrá una opinión especializada sobre las características físicas de la piel y, por el otro, relacionará sus necesidades con las tendencias de moda. La piel es un tejido habitado por nervios, vasos sanguíneos, glándulas, receptores sensoriales y células, los cuales cumplen funciones específicas, como trasladar la sangre, recibir y transmitir impulsos nerviosos, producir sudor, regular la temperatura corporal y fungir como "hogar" para la raíz de cabello y uñas. Hay ocasiones en que una o varias de las estructuras cutáneas antes mencionadas no trabajan adecuadamente debido a cambios hormonales, seguir dieta deficiente en nutrientes, modificar bruscamente el peso corporal y sensibilidad extrema a diversas sustancias químicas, entre otros factores; lo anterior puede dar lugar a resequedad, irritación, manchas, estrías, flaccidez, celulitis y alergias. En estos casos -o simplemente si se desea ayudar a que la piel se conserve bella y saludable- es fundamental recurrir a cremas corporales, ya que evitan que la epidermis pierda humedad, la protegen de las agresiones ambientales y mejoran su apariencia. Ahora bien, es importante saber que la piel del cuerpo sufre proceso de envejecimiento, el cual es distinto al del rostro porque no se arruga con facilidad, pero sí pierde elasticidad, suavidad y humedad. Por esta razón, aplicar diariamente crema debe convertirse en hábito ineludible desde la niñez, pues ello no sólo contrarrestra la resequedad, sino que además restablece la película protectora de la epidermis que, inevitablemente, se deteriora durante el baño diario. El mejor momento para aplicar estos productos es después de la ducha, ya que cuando la piel se encuentra húmeda y tibia la crema se desliza fácilmente sobre su superficie y favorece la penetración de los principios activos. Variedades La elección de la crema corporal es totalmente personal, pero es necesario tomar en cuenta el tipo de piel y/o el problema cutáneo que se pretende resolver o controlar. Así, la industria cosmética pone a nuestro alcance las siguientes variedades: Piel extra seca. Restauran la epidermis áspera, tirante y opaca al proporcionar humectación intensiva. Piel seca. Hidratan al tejido cutáneo que pierde fácilmente su nivel de humedad y brillo natural. Piel normal. Mantienen a la epidermis suave y elástica. Piel sensible. Humectan y protegen a la piel que tiende a manifestar irritación y alergias. Infantiles. Las cremas incluidas en estas líneas tienen la propiedad de humectar delicadamente la piel de bebés y niños. Especiales para escote y cuello. Su formulación aporta la hidratación necesaria para que estas zonas conserven por más tiempo su lozanía. Reafirmantes. Tonifican, alisan y refuerzan la superficie de la piel con el fin de evitar que sus fibras elásticas sufran daño; asimismo, ayudan a regenerar tejidos que han perdido su firmeza. Anticelulitis. Los ingredientes contenidos en estas cremas ayudan a eliminar toxinas y mejorar la circulación superficial de la piel, lo que reduce la inflamación del tejido y alivia la sensación de pesadez en las piernas. Antiestrías. Previenen la aparición de estrías debido a que hidratan a profundidad la epidermis, proporcionan elasticidad y mantienen la humedad adecuada, elementos indispensable para evitar que los tejidos presenten roturas; cuando este problema ya se ha manifestado su uso mejora la apariencia de la piel. Exfoliantes. Proporcionan limpieza profunda debido a que remueven células muertas e impurezas que suelen acumularse en el cuerpo, con lo que dejan la piel suave y saludable. Depiladoras. Poseen sustancias químicas que destruyen el vello al nivel de la epidermis, por lo que el depilado dura de 4 a 6 días. Posdepiladoras. Proporcionan hidratación y efecto calmante; hay algunas que paulatinamente adelgazan y reducen el crecimiento del vello. Desmanchadoras. Su acción consiste en disminuir la acumulación de melanina (pigmento que da color a la piel) en las zonas donde se ha producido de manera excesiva. Cabe destacar que las cremas deben sus beneficios a los diferentes ingredientes que las conforman, entre los principales se encuentran: Aceite de nuez de macadamia. Su composición es similar a la de las secreciones sebáceas humanas, y sus ácidos grasos esenciales le confieren acción protectora. Ácido cítrico. Aclara manchas y pecas, tiene acción astringente y estabiliza la acidez de la piel. Ácidos grasos. Proporcionan elasticidad al cutis. Ácido hialurónico. Tiene acción hidratante, regenera la piel, restaura su elasticidad y protege de las agresiones externas. Ácidos láctico y frutales. Incrementan la calidad de la piel, atenúan manchas ocasionadas por Sol y envejecimiento, suavizan los pliegues, mejoran la elasticidad y firmeza, y remueven la capa superficial de la piel (capa córnea). Aloe vera (Sábila). Posee propiedades hidratantes y suavizantes, expulsa bacterias y depósitos de grasa que tapan los poros, regenera las células y previene el envejecimiento prematuro. Butilenglicol. Se utiliza como hidratante cutáneo. Carnosina. Protege contra los efectos nocivos del humo de tabaco y contaminación ambiental. Centella asiática. Su función es reafirmar la estructura que sujeta al colágeno y elastina en la piel, cuyo debilitamiento favorece la aparición de celulitis. Colágeno. Garantiza flexibilidad y tonicidad a la epidermis. Conservadores. Se incluyen para evitar que la contaminación microbiana altere a los productos cosméticos. Elastina. Otorga flexibilidad a la piel y resistencia frente al Sol. Extracto de alga verde. Remineraliza (aporta minerales perdidos) a la epidermis y es antiirritante. Filtros solares. S on escudo protector frente a la actividad dañina de los rayos solares. Glicerina. Mantiene la piel hidratada. Hidroquinona. Atenúa las manchas de la piel. Manteca de shea. Posee efecto emoliente (hidrata y humecta). Vitamina A. Previene la formación de arrugas y contrarresta los efectos dañinos del Sol. Vitamina B1. Disminuye ojeras e inflamación en párpados y retrasa el envejecimiento prematuro. Vitamina B2. Reduce la secreción de grasa en rostro, con lo cual se previene la aparición de barros, espinillas y puntos negros. Vitamina B3. Fortalece las fibras capilares, protege al colágeno y vasos sanguíneos, hidrata la piel y bloquea los efectos dañinos de los rayos solares. Vitamina B5. Regenera y humecta la epidermis. Vitamina B6. Equilibra la producción de sebo en la piel grasa y previene el brote de barros y espinillas. Vitamina B8. Suaviza la epidermis. Vitamina C. Devuelve la luminosidad a la piel, mejora su elasticidad, afina su textura, desvanece manchas cutáneas y uniforma su tono. Vitamina E. Contrarresta el envejecimiento de la epidermis. Vitamina F. Ayuda a reestablecer la barrera protectora de la piel. Vitamina H. Estimula la producción natural de ácidos grasos, contribuyendo a dar resplandor al rostro. Vitamina K. Mejora el aspecto de pieles con zonas enrojecidas. A tomar en cuenta Para que las cremas corporales se conserven en buen estado deben mantenerse en óptimas condiciones, es decir, alojadas en lugar fresco y protegidas de la luz del Sol. Pero esto no es todo, pues también es importante vigilar ciertos aspectos que a simple vista pueden ser señal de que la fórmula no debe ser utilizada: Si su color ha cambiado (se vuelve amarillento). Cuando el producto suelta agua antes de extraer la crema significa que la emulsión se ha roto y, por tanto, ya no ofrecerá beneficios a la piel. La presencia de algún cambio en el olor también es indicio de que se ha estropeado y no debe utilizarse. Considere que no siempre los productos más costosos son los que aportan mayores beneficios a la piel, lo que hay que tomar en cuenta es que los creadores de artículos para el cuidado personal no sólo se conformen con ser fabricantes, sino que cuenten con centros de investigación sobre la piel para mejorar sus fórmulas.