GAS NATURAL (Global Energy Investment Outlook) Puntos más destacados La inversión acumulada en la cadena de suministro mundial de gas natural a lo largo del período 2001-2030 será de U$S 3,1 billones, o U$S 105 mil millones por año en promedio. Gran parte de esta inversión será necesaria para expandir la capacidad para poder satisfacer una demanda de gas de casi el doble de la actual. Con el tiempo el gasto anual aumentará desde un promedio de menos de U$S 80 mil millones en la década de los ’90 a U$S 95 mil millones durante la década actual y U$S 116 mil millones en la tercera década del período de la proyección La exploración y el desarrollo de los yacimientos de gas, incluyendo la entrada en producción de nuevos yacimientos y el mantenimiento de la producción en los yacimientos existentes, absorberá más de la mitad de la inversión total en gas. Esto será necesario para proveer cada año en las próximas tres décadas un promedio de alrededor de 300 bcm por año de nueva capacidad de producción de gas en el mundo entero – equivalente a la capacidad actual de Europa de la OCDE. Se necesitará más de dos tercios de esta nueva capacidad para compensar la decreciente producción en los yacimientos que ya están en funcionamiento y otros que entrarán en producción y luego caerán durante el período de la proyección. La tasa de inversión requerida aumentará rápidamente, alcanzando los U$S 68 mil millones por año en la tercera década – 55% más que en el año 2000. La necesidad de capital acumulada en el sector de downstream alcanzará los U$S 1,4 billones. A medida que se expanda el comercio y se prolonguen las cadenas de suministro será necesario construir una gran cantidad de nuevos gasoductos transfronterizos de alta presión, centrales de licuefacción de GNL, buques y terminales de regasificación. La inversión anual en la cadena de GNL se duplicará de U$S 4 mil millones en la última década a alrededor de U$S 9 mil millones en el período 2021-2030, respaldando un aumento de seis veces en el comercio de GNL. La inversión en redes de transmisión y distribución será mucho mayor, pero no aumentará tan rápidamente. Los Estados Unidos y Canadá, que tienen la industria de gas más grande y mejor desarrollada, absorberán mucho más que un cuarto de la inversión mundial en gas a lo largo del período de la proyección. Aunque la demanda crecerá menos rápidamente que en la mayoría de las otras partes del mundo, las elevadas tasas de disminución de la producción acrecentarán las necesidades de inversión. La OCDE en su conjunto representará casi la mitad de la inversión mundial en gas. La mayor parte del resto corresponderá a las principales regiones exportadoras actuales y emergentes – Rusia, la región del Caspio, Medio Oriente y África. La inversión en GNL será mayor en Medio Oriente, mientras que las economías en transición – la ex Unión Soviética y Europa Oriental – representarán la mayor participación de la inversión en gasoductos de transmisión e instalaciones de almacenamiento. Alrededor del 40% de las inversiones en gas fuera de la OCDE serán realizadas en proyectos para exportar gas hacia los países de la OCDE. Existe suficiente capital disponible en todo el mundo, en principio, para financiar la gran inversión en infraestructura de suministro de gas necesaria para satisfacer el aumento proyectado de la demanda en las tres próximas décadas. Sin embargo, las reformas del mercado energético, las cadenas de suministro más complejas y la creciente participación del comercio internacional en el suministro de gas mundialmente, darán origen a profundos cambios en los riesgos de inversión en la oferta de gas, las ganancias requeridas y los costos de financiamiento. Los proyectos de nuevos emplazamientos en todo el mundo implicarán inversiones iniciales muy elevadas. Obtener el financiamiento para dichos proyectos – especialmente en los países en desarrollo donde será necesaria la mayor parte de la inversión – va a ser difícil, llevará mucho tiempo y, por lo tanto, será incierto. El sector privado tendrá que satisfacer una creciente proporción de las necesidades 1 de inversión, dado que las compañías del estado no podrán conseguir financiamiento público adecuado. En muchos casos, sólo las más grandes compañías internacionales de petróleo y gas, con balances sólidos, podrán asumir las multimillonarias inversiones en dólares que son necesarias. Es posible que aumente su proporción de participación mundial en el sector gasífero. El levantamiento de las restricciones a la inversión extranjera y el diseño de políticas fiscales serán cruciales para los flujos de capital y las posibilidades de producción, especialmente en Medio Oriente y África, donde se espera que tenga lugar gran parte del aumento de la producción y exportación mundial. Como resultado de estos factores, existe un riesgo de que la inversión en algunas regiones y partes de la cadena de suministro pueda no siempre tener lugar lo suficientemente rápido. En ese caso, podrían surgir cuellos de botella en la oferta y persistir debido a la inflexibilidad física de la infraestructura de suministro de gas y los prolongados tiempos de puesta en servicio en el desarrollo de proyectos de gas. Dichas insuficiencias en la inversión empujarían los precios hacia arriba y acentuarían la volatilidad de los precios a corto plazo. Es necesario que los gobiernos avancen con cuidado en el proceso de la reestructuración y reforma de sus mercados de gas, estableciendo una política a largo plazo y un marco regulatorio que imponga reglas claras y estables para los mercados de gas y electricidad, a fin de asegurar que las estructuras de mercado no impidan las inversiones que son económicamente viables. Los contratos firmes de compra a largo plazo en alguna forma seguirán siendo necesarios para sustentar los proyectos de gran escala, al menos hasta que se haya completado la transición hacia un mercado de gas downstream realmente competitivo. Las incertidumbres acerca de la velocidad en que se desarrollarán los mercados hora a hora y los centros de mercado, al igual que los precios más volátiles y la posibilidad de precios más bajos en boca de poco en el futuro, actualmente están incrementando los riesgos de inversión, tendiendo a hacer subir los costos de capital y desviar la inversión hacia proyectos más pequeños, más cercanos al mercado. 2