LA FILOSOFIA DEL LENGUAJE: WITTGENSTEIN JOSE GAJATE HISTORIA DE LA FILOSOFIA MEDIA VOCACIONAL – ICFES UNIVERSIDAD CONTENIDO INTRODUCCION 1. EL MOVIMIENTO ANALITICO 1.1 Atomismo lógico 1.2 positivismo lógico o neopositivismo 1.3 Filosofía analítica 2 WITTGENSTEIN 2.1 Vida y obras 2.2 Primer Wittgenstein: “Tractaus lógico - philosophicus” 2.2.1 Antecedentes: Teorías de Frege y Rusell 2.2.2 El Tractaus: Teorías del lenguaje a) Teoría de la “función de verdad” b) Teoría “figurativa del lenguaje” 2.2.3 La filosofía como crítica del lenguaje 2.3 Segundo Wittgenstein: “Investigaciones filosóficas” 2.3.1 Antecedentes: El positivismo lógico – circulo de Viena 2.3.2 Revisión de las teorías del Tractatus 2.3.3 Las investigaciones: Teorías del lenguaje ordinario a) Teoría de los “juegos del lenguaje” b) Teoría de la “determinación del sentido por el uso” 2.3.4 La filosofía como “Terapia del lenguaje” 2.4 Wittgenstein y la filosofía analítica 2.4.1 La escuela de Cambridge 2.4.2 La escuela de Oxford 3. ACTIVIDADES INTRODUCCION La crisis abierta en la fundamentación de la matemática a finales del siglo XIX, así como el impulso que reciben las ciencias en su desarrollo con las nuevas teorías (de la relatividad, cuantica, física atómica, etc.), hacen que los filósofos, sobre todo del área cultural anglosajona, presten especial atención a problemas planteados en el terreno de la metodología científica. Nace axial el llamado “Movimiento analítico” que, entendiendo la filosofía como análisis del lenguaje, se desarrolla a lo largo del siglo XX fundamentalmente dentro del área cultural anglo-americana El movimiento analítico se ha desarrollado en tres corrientes filosóficas más o menos sucesivas: * Atomismo lógico de Rusell, que propone el “lenguaje lógico” como modelo del lenguaje científico. * Positivismo lógico o neopositivismo de los filósofos del círculo de Viena, que desarrollan el analazos lógico del lenguaje como método para determinar el “Lenguaje con significado”, es decir, el científico. * Filosofía analítica que mediante el análisis del “Lenguaje ordinario” amplían la perspectiva de la filosofía analítica más allá de la metodología científica. Sin embargo, el movimiento analítico en cuanto tal, tiene a Wittgenstein como figura central, ya que es el verdadero impulsor de este movimiento y quien genera las diversas corrientes filosóficas que lo constituyen. En su obre Tractatus lógico-philosophicus recoge el pensamiento de lo que se ha dado en llamar “Primer Wittgenstein”. Refleja las influencias del “Atomismo lógico” de Rusell y es, a la vez, fuente de inspiración para los filósofos positivistas lógicos o neopositivistas. En su obra investigaciones filosóficas recoge el pensamiento del llamado “Segundo Wittgenstein”, y en ella revisa y amplia las teorías del lenguaje expuestas anteriormente, abriendo el camino a las diversas variantes que constituyen la “Filosofía analítica” 1. EL MOVIMIENTO ANALITICO El movimiento analítico tiene como común denominador el que todos los filósofos de las corrientes que lo conforman dan primacía al “análisis del lenguaje”. Se trata de un moviendo de pensamiento “propio de Ingleses y Americanos” que se quiere dar un viraje desicivo en la concepción de la filosofía. Durante el siglo XIX el pensamiento Ingles estuvo dominado por el idealismo hegeliano. Sin embargo, a finales del siglo comienza a tomar cuerpo una reacción contra el mismo y una recuperación de la tradición empirista propia de la filosofía Inglesa. 1.1 Atomismo lógico: Rusell, Frege y Moore Esta reacción contra el idealismo neohegeliano y la recuperación de la filosofía empirista va a ser desarrollada en la Universidad de Cambridge por Rusell, Frege y Moore. Su pensamiento lo podemos resumir en los siguientes puntos: * Los seres individuales no se definen por sus relaciones a un conjunto, o lo que es lo mismo, en virtud del lugar que ocupan dentro de la totalidad, como pretendía el idealismo, sino que se definen mucho mejor por su independencia o autonomía. Una cosa u objeto es lo que es independientemente de que forme parte de un conjunto. * Lo real no se puede definir por su relación esencial al pensamiento, o lo que es lo mismo, lo real no es lo que constituye el pensamiento, como así mismo afirmaba el idealismo, sino lo que esta ahí, lo dado, los hechos que se dan, independientemente de una mente que los piense. * El método adecuado a la filosofía no es el método sintético (la unión de un sujeto y un predicado), sino el “analítico” o método de la descomposición de las partes de un todo o disección de los elementos d un conjunto. El universo no es la totalidad, sino que consta de múltiple elementos, de muchas partes, consta incluso de átomos. De ahí que a esta corriente filosófica se le llama ”Atomismo lógico” Este enfoque de la filosofía, esta actividad realista-empirista, y este método analítico lo aplican al lenguaje. Quieren buscar una filosofía que enlace seriamente con la ciencia: y si la ciencia se expresa a través de juicios, proposiciones, enunciados, o lo que es lo mismo, tiene expresiones lingüísticas, el lenguaje debe constituir el objeto de la filosofía. Rusell y frege analizan el lenguaje ideal o lógico, mientras que Moore analiza el lenguaje común u ordinario. En este interés por análisis del lenguaje lo que diferencia al “movimiento analítico” naciente del empirismo clásico, que centraba su interés en el origen de las ideas y en la elaboración de la teoría del conocimiento. 1.2 positivismo lógico o neopositivismo El positivismo, tal como se desarrollo a lo largo del siglo XIX, acabo por presentarse como una concepción filosófico-científica inaceptable por dos razones. * Por la critica que le hizo el filosofo y literato Bergson, con su teoría del “élan vital”, que destrozo al positivismo, al mecanicismo materialista y al cientifismo. * Por la misma evolución de la ciencia: la teoría de los “cuanta”, del físico Max Planck, y la teoría de la “Relatividad” de Albert Einstein, socavaron la fundamentación científica de la filosofa de Comte. Sin embargo, el positivismo iba a surgir de nuevo revestido de un ropaje más moderno y actualizado, bautizado con el nombre de “Positivismo lógico o neopositivismo”. También se le ha llamado “Empirismo lógico o filosofía del circulo de Viena”. El “positivismo lógico” es una corriente del “movimiento analítico” y se caracteriza porque su análisis filosófico lo realiza como una “Actividad” clarificadora del “lenguaje”. El análisis lo ejerce sobre las formas del “lenguaje científico” empleado por Max Planck y Einstein: se trata de un “análisis formalista del lenguaje”, es decir, sobre las formas de un pensamiento científico. El Positivismo lógico o neopositivismo, se caracteriza por: * Ser una flosofia del “Lenguaje científico” sobre todo de la matemática, y usa como medio la lógica. Se trata de la “lógica matemática”. Esta filosofa tuvo mucha importancia en el planteamiento y en el rigor de la problemática y metodología científica. * Ser una filosofa que no hace un análisis sobre el lenguaje, sino en su forma “Idealizada”, es decir, “Análisis formal”. * Ser una filosofía que pretende dar unidad a las “Ciencias”; en el contenido, en el lenguaje y en el método. Todo lo que no quepo en estos términos son falsos problemas; de ahí, su rechazo a la metafísica. * Ser una filosofia que ha dado grandes aportes al lenguaje: el análisis, la semántica, la semiotica (Ciencia de los significados y teoría de los signos), el estudio de las lenguas formales buscando la corrección y el rigor para evitar ambigüedades. 1.3 Filosofía analítica La “filosofía analítica” es la tercera corriente filosófica integrada en el “Movimiento analítico”. Esta corriente fue creada por discípulos y seguidores de Wittgenstein que agrupados en torna a las universidades de Cambridge y de Oxford constituyen dos escuelas de la filosofía analítica. La “filosofía analítica” desarrolla el “Análisis del lenguaje ordinario” y proyecta a la filosofía mas allá de la ciencia de nuevo. MOVIMIENTO ANALITICO INICIADORES Análisis del lenguaje lógico B. Rusell (1872-1970) Análisis del lenguaje común G.E. Moore (1873-1958) NEOPOSITIVISMO O POSITIVISMO LOGICO análisis del lenguaje científico M. schlick (1882-1936) F. Waismann (1986-1959) R. Carnap (1891-1970) O. Neurath (1882-1945) L. WITTGENSTEIN (1889-1951) FILOSOFIA ANALITICA Análisis del lenguaje-figura Tractaus lógico-philosophicus Escuela de Cambridge: análisis del lenguaje-terapia J. Wisdom (1904) Análisis del lenguaje uso Investigaciones filosóficas Escuela de Oxford: Análisis del lenguaje ordinario G. Ryle (1900-1976) J.L. Austin (1911-1960) P.F. Strawson (1919) 2. WITTGENSTEIN (1889-1951) 2.1 Vida y obras Nace en Viena, por entonces un o de los principales centros culturales Europeos, en el seno de una rica y culta familia industrial de origen judío. Su casa era centro obligado de reunión de los más ilustres representantes de las letras y de las artes de entonces. 1906 Estudia ingeniería en Berlín 1908 Se traslada a Manchester (Inglaterra) para seguir estudios de aeronáutica. Comenzó a interesarse especialmente por las matemáticas y por los problemas de su fundamentación científica. Entra en contacto con Rusell y, a instancia de este, con Frege, ambos interesados en la fundamentación de las matemáticas. 1912 Se preocupa más por la lógica y la filosofía que por la matemática y la ingeniería. Se traslada a Cambridge a estudiar lógica con Rusell y Moore. A la muerte de su padre hereda una gran fortuna que distribuye en parte, entre escritores y artistas necesitados. 1913 Buscando la soledad, se traslada a noruega donde escribe Notas sobre lógica. 1914 Regresa a Viena para alistarse como voluntario en el ejército austriaco participando en la primera guerra mundial. Estando en campaña redacta su diario e inicia la redacción de su obra: Tractaus lógico-philosophicus. 1916 Durante nueve meses esa hecho prisionero y llevado a un campo de concentración, por los italianos, en Montecasino, donde concluye el tractaus. 1920 Empieza su actividad como maestro de primaria en los pueblos de las montañas de Australia hasta 1926. Durante estos años aparece traducido el Tractaus al alemán y al ingles. Entra en contacto con los del “círculo de Viena” = Neopositivismo 1925 Escribe un diccionario para la escuela primaria, en el que recoge sus experiencias escolares sobre el aprendizaje de las palabras en los niños. 1927 Abandona la actividad escolar con los niños y se dedica a ser jardinero en un convento. Inicia una serie de trabajos relacionados con la arquitectura y la escultura. Le construye una casa a su hermana. 1929 Empieza a tener dudas sobre las ideas expresadas en el Tractaus y decide volver a Cambridge y renovar su dedicación a la filosofía Se doctora en filosofía con el tractaus y ase da a conocer con el circulo de Viena. Revisa las teorías expresadas, y en particular la “teoría del lenguaje figura” que sustituye por la teoría de “juegos de lenguaje”. Esta teoría la expone en los cuadernos azul, marrón y amarillo. En ellos recoge todas sus experiencias como maestro de primaria. 1939 Sucede a Moore en la cátedra de la universidad de Cambridge. En esta época escribe la primera parte de Investigaciones filosóficas. 1942 Abandona la universidad para participar co0mo voluntario en la Segunda guerra Mundial, ejerciendo de ayudante de enfermero en un hospital de Londres. 1947 Renuncia a la cátedra de la universidad y se retira a vivir en completa soledad. Escribe la segunda parte de Investigaciones filosóficas, concluida en 1949. 1951 Muere de cáncer en Cambridge en casa de un medico amigo. A el le hizo este ultimo encargo: “Dígales que he tenido una vida maravillosa”. Si nos atenemos al propósito que subyace en toda la obra de Wittgenstein, su proyecto aparece como esencialmente unitario: “establecer los limites del lenguaje” con el fin de mostrar que hay aspectos de la realidad a los cuales no podemos acceder de un modo adecuado por medio del lenguaje lógico formal o científico. Sin embargo, si nos fijamos en el contenido de sus obras mas importantes, tenemos que hablar de un “Primer Wittgenstein”, el del Tractaus, y un “segundo Wittgenstein” el de investigaciones filosóficas. 2.2 Primer Wittgenstein: Tractaus lógico-philosophicus 2.2.1 Antecedentes de la obra: Frege y Rusell Aunque Wittgenstein hizo estudios superiores de ingeniería (seguramente impulsado por su padre, que fue uno de los fundadores de la industria del hierro y del acero en Australia), sin embargo, a través de sus amigos e intelectuales que frecuentaban su casa, vivía una onda problemática filosófica que se inscribe en la línea del pensamiento metafísico que va de Kant, Schopenhauer y nietzsche, y se centra en la consideración de los limites de la razón. En Inglaterra al ponerse en contacto con las obras de Frege y Rusell, busca una clarificacion lógica del pensamiento, es decir, la construcción de un “lenguaje que signifique algo de verdad”, que tenga unos limites preciosos, que nos indique con seguridad el camino a seguir. A Wittgenstein le interesaba “el lenguaje en cuanto que es reflejo de nuestras posibilidades de hablar sobre el mundo”; su gran preocupación es explicar la naturaleza de las proposiciones, y gracias a las obras de frege y Rusell había llegado a una delimitacion formal de “lo que se puede decir” al conseguir una fundamentación lógica de las matemáticas. Digamos algo sobre el pensamiento de estos dos filósofos: Gottolb Frege (1848-1925) Es considerado como el fundador de la lógica moderna y de la filosofía del lenguaje. Retomando a Leibniz, afirma que los enunciados matemáticos (verdades de razón), no se obtienen inductivamente, sino “analíticamente”; es decir, que la verdad de los enunciados matemáticos, no depende del mundo externo o campo experimental, sino de la “comprensión” de los términos utilizados; esta incluida en ellos. Como el lenguaje moderno esta lleno de ambigüedades, de inexactitudes, e incluso de equívocos, no sirve como medio de expresión para la ciencia; es necesario construir un lenguaje que nos capacite para hablar acerca de los hechos que acaecen en el mundo. Este lenguaje es el de la lógica basado en un sistema definido de signos y una precisa cadena deductiva que opera sobre tales signos. Avanzando por los caminos de la lógica y siguiendo los procedimientos matemáticos, Frege, desarrolla la lógica preposicional: estableciendo un sistema de signos, por medio de unas reglas de inferencias que operan sobre tales signos, se genera una sintaxis lógica. Sobre esta, a partir de la distinción entre “sentido” y “Referencia”, se construye una dimensión matemática exacta que nos permite saber si una proposición es verdadera o falsa. La “Referencia” es el objeto extralingüistico, la cosa a la que se refiere el termino, Mientras que el “Sentido” es lo que capta el individuo en el lenguaje como miembro de una comunidad lingüística determinada. Wittgenstein cree con frege, que el primer requisito para filosofar es la gramática, pero en contra de el, considera que las proposiciones lógicas por ser tautológicas o verdaderas en si mismas, no dicen nada, no representan ningún estado de cosas. Bertrand Rusell (1872-1970) Trabajo inicialmente en la fundamentación lógica de las matemáticas, lo que le llevo a la afirmación de un lenguaje ideal, lógicamente perfecto, necesario para evitar ambigüedades propias del lenguaje ordinario y enfrentarse así a la comprensión de los hechos que acaecen el mundo y satisfacer las aspiraciones cognoscitivas de la filosofía. El análisis de los estudios lógicos de los hechos del mundo, lo llevo a establecer sus teorías sobre el “lenguaje y la realidad”; La teoría del lenguaje se conoce como “Atomismo lógico”, y la teoría de la realidad, como “Teoría descriptiva o referencial del significado”. Rusell, adoptando un punto de vista empirista-fenomenista, reduce lo real, las cosasobjetos, a las sensaciones, el entendimiento elabora sus propias “Construcciones lógicas”; Que no son, pues sino “Reflejos” de las cosas. Con frecuencia las cosas aparecen relacionadas unas con otras, se nos manifiestan en forma compleja; sin embargo, las cosas son simples, responden a los objetos individuales que constituyen un mundo físico. Paralelamente, el entendimiento las expresa también de forma compleja enunciándolas mediante proposiciones moleculares (por ejemplo, “”si llueve no podemos ir al cine); Sin embargo descubre que las proposiciones moleculares pueden reducirse a proposiciones atómicas (en el ejemplo anterior “llueve” y “podemos ir al cine”); esto es así, por que el lenguaje no hace sino descubrir la realidad, “Referirla”. Como el lenguaje se constituye sobre nombres que designan objetos individuales físicos, el significado de tales nombres es el objeto que “describen”. Ahora bien, como estos objetos individuales físicos entran en relación unos con otros por medio de sus cualidades, componen lo que denominamos “hechos”; así cuando hablamos no nos referimos a objetos individuales físicos, sino a “hechos”, es decir, a las relaciones de cualidades entre si. En definitiva, para Rusell, mediante el lenguaje establecemos relaciones entre hechos y estos son susceptibles de ser analizados lógicamente. Como la realidad aparece enmascarada por el lenguaje, a través de las “construcciones lógicas”; propias del entendimiento, solamente podemos “acceder” a esa realidad a través del análisis de nuestras estructuras lógicas del pensamiento. Wittgenstein, se apoya en la “teoría descriptiva o referencial” para elaborar su teoría “figurativa del lenguaje”. En ella mantiene que el significado de un nombre es un referente extralingüistico, es decir, la cosa simplemente que nombra. También se apoya en la “teoría del atomismo lógico” para expresar su teoría de la “función de verdad”. 2.2.2 El Tractaus: Teorías del lenguaje El Tractaus es una de las obras más concisas y enigmáticas de toda la historia de la filosofía. La obra consta de siete temas o proposiciones y va seguida de un desarrollo, también preposicional, de tipo decimal. Este desarrollo consiste en una colección de sentencias cortas, concisas, sintéticas, expresadas en forma lógica y con cierta vaguedad poética, que le dan un marcado acento enigmático. Por su estilo y los temas tratados resulta ser un libro difícil de comprender. De hecho desde el mismo momento en que se dio a conocer ha tenido muchas interpretaciones. Wittgenstein, al referirse a el, dice: “el libro trata de problemas de filosofía y muestra que la formulación de esos problemas descansa en la falta de comprensión de la lógica de nuestro lenguaje”. Todo el significado del libro puede resumirse en cierto modo en lo siguiente: “todo aquello que puede ser dicho, puede decirse con claridad; y de lo que no se puede hablar, mejor callarse”. Estas palabras, junto con el conocimiento de la dificultad de comprensión, explicitan el objeto del libro: “trazar unos limites a la expresión de los pensamientos”. Como el pensamiento se expresa mediante el lenguaje, si analizamos en qué consiste este, determinaremos lo que se puede decir. El análisis del lenguaje, en esta obra, la realiza Wittgenstein partiendo de dos supuestos fundamentales, en dos teorías del lenguaje: * Que la estructura de lenguaje es revelada por la lógica: teoría de la “función de verdad”. * Que la función esencial del lenguaje es presentar el mudo: teoría “figurativa del lenguaje”. Abalicemos ambas teorías: a) teoría de la “función de verdad” En los preliminares de “notas sobre la lógica” (1913), ya había advertido Wittgenstein que la filosofía consta de lógica y ontología (y que la lógica era la base de la ontología). Las proposiciones de la lógica son tautológicas y vacías, nada de lo que acaece en el mundo puede refutarlas ya que nada dicen acerca del mundo. La lógica es un puro calculo mecánico “a priori” que determina si ciertas combinaciones de símbolos son validas o no, están bien hechas o no, atendiendo para ello no el significado de dichos símbolos, sino tan solo a las reglas sintácticas que rigen sus combinaciones. Si queremos saber si una proposición es o no lógica, lo único que tenemos que hacer es aplicarle el “método cero”, es decir, construir su “tabla de verdad” y comprobar cuando la proposición es siempre verdadera. La lógica da cuenta de si misma. Pero en el Tractaus, apoyándose en la teoría del “atomismo lógico”, afirma que , aunque la lógica no describa el mundo, es condición necesaria para cualquier descripción que pretendamos hacer del mismo. La lógica, dada su condición de trascendentalidad (sus principios son los mas normativos y necesarios), nos dice la manera como de hecho pensamos, la forma como se nos presenta el mundo. La lógica constituye la base para la epistemología; “es la proposición la que con su verdad o falsedad muestra la forma lógica de la realidad”. La lógica es, por tanto, un reflejo del mundo en cuanto que hace posible que podamos describirlo. La lógica se puede aplicar a cualquier sistema lingüístico que pretenda descubrir la realidad por que los lenguajes, en cuanto conjunto de proposiciones, son funciones de verdad de ciertas proposiciones elementales lógicas. El lenguaje y la lógica, al tener el mismo numero y tipo de elmentos, coinciden en la forma proposicional, son “isomorfos”: “todas las proposiciones de nuestro lenguaje ordinario están efectivamente, tal y como son, ordenadas de un modo completamente lógico”. En resumen: el lenguaje para Wittgenstein del Tractaus, es una colección de proposiciones, esto es, de enunciados que son susceptibles de verdad o falsedad. Prposiciones que en todo caso, en el contrexto de la lógica, son elementales (atomicas) o compuestas (moleculares). LÑas proposiciones por si mismas muestran su sentido, es decir, podemos captar si son verdaderas o falsas de acuerdo con el estado de cosas que representan. En es el uso mismo de la proposición donde captamos inmediatamente su sentido y donde podemos determinar, si son verdaderas o falsas de acuerdo con el estado de cosas que representan. Así por ejemplo: podemos decir “José es alto”, pero no se puede decir “altura es José”, porque no representa nada. Así pues, solo podemos (afirmar o negar algo) con aquellas proposiciones que tengan una determinad forma lógica. La lógica se puede aplicar a ciertas proposiciones contrastándolas con los acontecimientos del mundo: “los limites de mi lenguaje significan los limites de mi mundo”. b) teoría “figurativa del lenguaje” Nuestro lenguaje conecta con el mundo por que su función principal es representarlo, al igual que sucede entre el mapa y el terreno del que el mapa es representación. En la teoría figurativa. Wittgenstein quiere mostrarnos que la función del lenguaje es “representar” el mundo y para ello se apoya en la teoría descriptiva o referencial del significado de Rusell. Para que un lenguaje tenga una relación con la realidad, de manera que se pueda decir que sus proposiciones sean verdaderas o falsas, se necesita: * Que la realidad este compuesta de objetos simples. Ya vimos, en Rusell que e lenguaje se construye sobre nombres que designan objetos simples (cosas). * Que las proposiciones atómicas figuren hechos de la realidad. Igualmente vimos que cuando los objetos individuales físicos están en relación unos con otros por medio de sus cualidades, componen lo que se llaman “hechos”; estos hechos los expresamos en forma de proposiciones. A pesar de que las estructuras del lenguaje (nombres-proposiciones) y la estructura de la realidad (objetos-hechos) consten de diferentes signos, sin embargo, en cuanto que tienen la misma forma lógica. Comportan la misma forma de “figuración”. Es, pues, una “relación figurativa” la que mantiene el lenguaje con la realidad. La relación figurativa: consiste en la coordinación de los elementos simples de la proposición, es decir, los nombres con los objetos o cosas simples de la realidad. Cuando pensamos, lo que hacemos es proyectar unos signos proposicionales sobre un posible estado de cosas correlacionándolos biunívocamente. El pensamiento es intencional, hace referencia a algo distinto de si mismo. Como el pensamiento se explicita en signos proposicionales perceptibles sensorialmente, en palabras, son estas las que constituyen el sentido de la proposición y, si esta es verdadera, muestran como están las cosas. Si queremos entender el sentido de loas proposiciones, lo que tenemos que saber es qué objetos designan los nombres que las integran. Una vez que conocemos su referencia, es la misma configuración de los nombres en la proposición la que muestra cual es la posible configuración de las cosas en el mundo que representan. De esta manera la lógica se convierte en fundamento de la ontología. El valor de la verdad de las proposiciones elementales (atómicas) se determina comparándolas con la realidad, decíamos anteriormente; determinando si lo que “figuran” acaece efectivamente en el mundo, decimos ahora. La proposición es un “modelo de la realidad”, no en si misma, sino tal como la pensamos una vez que nuestro pensamiento y las reglas que lo rigen, la lógica, determinan lo que vemos en el mundo. La proposición es la medida que aplicamos a la realidad hasta el punto que los resultados obtenidos dependerán del lenguaje elegido, lo que conlleva a la afirmación de un relativismo ontologico. Sin embargo, hay que advertir que todos los lenguajes, en cuanto sistemas de descripción del mundo, poseen en común la estructura lógica del pensamiento: todos vemos el mundo del mismo modo aunque no todos vemos en el las mismas cosas. En consecuencia, con los planteamientos teóricos expuestos. Wittgenstein considera qua y la ontología, en cuanto que constituyen la explicación del orden del mundo, son los componentes de la filosofía. Esta tiene como objeto esclarecer el significado de las proposiciones lingüísticas que nos dicen como es el mundo, la forma que presenta. 2.2.3 La filosofía como crítica del lenguaje Wittgenstein, al plantear los problemas filosóficos en relación con el lenguaje y su trasfondo lógico-temático, aporta a la filosofa un cambio de perspectiva. Tradicionalmente se venia considerando a la filosofía como una ciencia superior que aporta conocimientos específicos acerca de la realidad no alcanzables por ninguna de las ciencias particulares. La filosofía constituía una teoría que, añadiéndose al resto de los conocimientos, los fundamentaba. Dentro de esta concepción de la filosofía, la lógica presentaba un carácter meramente “instrumental”. Para Wittgenstein, la filosofía no es una “teoría”: sus resultados no son proposiciones filosóficas, sino que es una, “actividad” que consiste en esclarecer el significado de las proposiciones del lenguaje; es una actividad lógica que muestra qué proposiciones son verdaderas o falsas y que proposiciones carecen de sentido. Las primeras constituyen la ciencia natural, mientras que las segundas son las que tradicionalmente se han aplicado a la filosofía. Por lo tanto, la filosofía mas que un saber que puede añadirse al de las ciencias particulares, es una actividad analítica que determina qué proposiciones aportan conocimiento, son verdaderas o falsas, y cuales son sin sentido. 2.3.1 Antecedentes: El positivismo lógico Hacia el año 1920 se reúnen en Viena un grupo de intelectuales: físicos, matemáticos, científicos, sociólogos, etc., en torno al profesor Movitz Schlick, catedrático de la lengua de la filosofía de la universidad de Viena, interesados por la filosofía. El tema central de sus conversaciones eran las tesis del Tractaus de Wittgenstein. Este grupo, conocido como “circulo de Viena”, por medio de contactos, intercambio de profesores y congresos, estableció relaciones con diversos científicos de otras universidades que tenían puntos de vista comunes. De este modo, surgió la etapa del desarrollo del “movimiento analítico”. Con el triunfo del nazismo y la muerte de su fundador en 1936, el grupo se disperso, sobre todo por estados unidos y Gran bretaña, junto a schlick, neopositivistas: Waismann, Carnap, Neusath, Hann, Hempel, Ángel y ayer, entre otros. El “positivismo lógico” como corriente filosófica, esta integrado por científicos a los que les une la actividad critica de rechazo a la filosofía especulativa “a priori” y trascendental, en su intención de sustituirla por una filosofía científica basada en hechos. Por lo tanto, niegan la metafísica y afirman la ciencia natural. Los presupuestos filosóficos que fundamentan esta actitud neopositivista, son: el empirismo, el positivismo y las teorías del Tractaus. * Del empirismo tomaron la diferencia establecida por Hume, entre enunciados que versan sobre “hechos”. Los primeros se dan en la lógica y en la matemática, su verdad se verifica por si misma, son tautologías y no ofrecen informe sobre hechos. Los segundos son propios de las ciencias empiristas y su verdad solamente puede verificarse mediante su comprobación empírica, constatándola con los hechos. En consecuencia, como los enunciados de la metafísica no son tautologías y van mas allá de la experiencia sensible, carecen de valor. * Del positivismo retoman la convicción de que lo único que interesa es el conocimiento científico en cuanto que es el único capaz de proporcionar conocimientos ciertos. La metafísica al no caer bajo el ámbito de la ciencia no da conocimientos ciertos. * De las teorías contenidas en el Tractaus retoman aquello que le sirve para renovar los presupuestos empiristas y positivistas. A los neopositivistas les interesa, más que el conocimiento en cuanto tal o el conocimiento científico en especial, analizar las proposiciones científicas con el fin de averiguar cómo adquieren su significado. Como en el Tractaus se afirma que el lenguaje representa la estructura lógica de los hechos y es la figura de la realidad, solamente el lenguaje de la ciencia natural tiene sentido, ya que, es el único que presenta una estructura lógica y es contrastable con la realidad. Por lo tanto, el lenguaje de la metafísica no puede ser considerado como tal, luego no tiene sentido. Por otra parte, para los neopositivistas el nuevo método científico, del filosofar consiste en el “análisis lógico de las proposiciones y conceptos de la ciencia empírica”. La ciencia se basa en la observación sistemática de hechos expresados por medio de un sistema de proposiciones, las cuales responden, en última instancia, a la estructura lógica de hechos observados. Las proposiciones de la ciencia refieren hechos y son los únicos que tienen significado. Le corresponde, pues, a la filosofía analizar como una proposición se refiere a hechos, cómo se convierte en científica, y, por consiguiente, cómo adquiere significado. Según los neopositivistas, una proposición adquiere significado cuando podemos establecer su “método de verificación”, es decir, cuando podemos establecer su veracidad o falsedad. Una proposición es científica cuando podemos verificarla mediante una observación que la niegue o la confirme como tal. Como la ciencia es empírica, refiere hechos físicos; solamente las proposiciones empíricas pueden ser verificables, comprobadas experimentalmente. De este modo, los neopositivistas establecen una concepción “fisicalista”, es decir, conceden un valor modélico a la física. (Recordemos que gran parte de los neopositivistas son físicos). 2.3.2 Revisión de las teorías del Tractaus Wittgenstein consideraba que su obra filosófica, el Tractaus, tenía una estructura cerrada en la que todos los cabos habían quedado bien atados, y todos los problemas filosóficos resueltos. Sin embargo, las nuevas experiencias docentes, como maestro de primaria, las lecturas y el contacto con neopositivistas del círculo de Viena, resquebrajaron la seguridad en las ideas expuestas en el Tractaus. Su mente inquieta siguió trabajando; por lo que una vez que considero que podía continuar desarrollando su trabajo creativo en la filosofía, volvió a Cambridge a madurar sus ideas. Así, los escritos de 1929 a 1945 suponen la transición o el desmantelamiento de las teorías del lenguaje, contenidas en el Tractaus. Es un periodo crítico. ¿En que consiste esta transición? a) Wittgenstein observa que el lenguaje ordinario tiene una serie de proposiciones que son vagas, imprecisas, ambiguas, pero, sin embargo, sirven para nuestros fines de comunicación humana. La gramática del lenguaje ordinario es mucho más amplia que la del lenguaje lógico, la proposición, la oración, el lenguaje, son una representación o figura de la realidad, pero incompleto, lo cual no quiere decir que no tenga sentido. Empieza a ver así las ventajas, del lenguaje ordinario, lenguaje de la expectativa, que son las preposiciones que apuntaban al futuro, las cuales no tienen sentido por que sean verdaderas o falsas, si no por que “desempeñan una función dentro de la vida humana” y tienen su propia lógica. Tiene cabida otro lenguaje, el lenguaje “usual”: el que no solamente se dedica a reflejar el mundo, sino que sirve también para otras muchas cosas, como mandar, rogar, interrogar, etc. b) los cuadernos azul y marron suponen ya una revisión más sistemática de las teorías del lenguaje científico, recogidas en el tractatus. Son unos apuntes de transición entre el tractatus y las investigaciones, en los que se recoge la teoría de los “juegos del lenguaje”. Ahora lo que va buscando es el significado de las palabras del lenguaje en el uso normal que emplean los hablantes en sus diversos contextos, situaciones, estados, etc. Puesto que, antes que observadores de nuestro lenguaje, somos en realidad los “usadores” que utilizamos este lenguaje; antes que los análisis que revelan el significado de nuestras palabras, somos nosotros los que sabemos lo que hemos querido decir con ellas. De este modo, el significado de una palabra “es su uso en el lenguaje, no su verdad o falsedad lógica”. El lenguaje ordinario prevalece ahora sobre el lenguaje lógico. Así pues, la formula que empleaban los analistas en la filosofía analítica será: “no preguntes por el significado, pregunta por el uso”. El lenguaje, pues, no tiene una única fusión: representar científicamente al mundo, usando palabras totalmente adecuadas, casi perfectas, sino que el lenguaje tiene múltiples usos que pueden entenderse como “juegos del lenguaje”. 2.3.3 “investigaciones filosóficas”: teorías del lenguaje En esta obra es donde Wittgenstein hace la exposición mas completa y sistematizada de sus nuevas teorías acerca del lenguaje y de la filosofía. Es el cuerpo doctrinal fundamental del segundo Wittgenstein. La obra consta de dos partes: la primera redactada entre 1941 y 1945, esta escrita en párrafos numerados del 1 al 693 y presenta una estructura muy heterogénea, esta integrada por escritos anteriores, reelaborados; la segunda parte fue redactada entre 1947 y 1949 y se compone de 14 capítulos relativamente cortos. Como su aplicación fue póstuma, carece de la revisión del autor. El análisis del lenguaje, que Wittgenstein hace en esta obre, parte de la consideración del “Lenguaje ordinario” y tiene como ejes centrales la “teoría de los juegos del lenguaje” y la “teoría de la determinación del sentido por el uso”. En el tractatus considerado el lenguaje a través de las relaciones que la palabra tiene con la cosa referida, por medo de una significación y una representación. Las palabras nombran los objetos, los representan y, de este modo, adquieren su significado. Pero esta teoría de la significación presentaba dificultades: * Hay palabras que no tienen referencia alguna a los objetos, sino que solamente tienen uso funcional dentro del lenguaje, como es el caso de las palabras que sirven para relacionar a la gente. Cuando se dice: “allí hubo serrucho” o ésta, “es un tipo muy mañoso”. * Con las palabras no solamente hablamos acerca de los objetos, sino que hacemos las cosas más diversas. Por ejemplo: mediante exclamaciones “significamos” actitudes de dolor, peligro, admiración, ruego, mandato, etc. Incluso con frecuencia establecemos comunicaciones con significado mediante “gestos”. Las palabras, pues, no tiene un significado determinado, sino que este depende sobre el contexto en el que las usamos. * No podemos concebir el lenguaje como algo constituido independientemente del sujeto que lo expresa. * no es posible “nombrar” objetos sin antes saber “usar” los nombres. * Los nombres abstractos tienen significado, y, sin embargo, con ellos no nos referimos directamente a ningún objeto concreto. a) Teoría de los “juegos del lenguaje” El significado de las palabras en general, mas que depender de ellas mismas o de su referente, dependen de lo que hagamos con ellas, del contexto, de las situaciones, de lo que queremos describir, etc. en definitiva las palabras tienen el significado que “alguien” les da, de acuerdo a un “aprendizaje” y consiguientemente a un “ejercicio”. El lenguaje fundamental es “una actividad” que se lleva a cabo siguiendo unas reglas, es un “juego”; por consiguiente, habrá tantos lenguajes como juegos lingüísticos que seamos capaces de recrear. Las palabras tienen el significado que nosotros les damos. A la hora de elaborar una teoría del significado no podemos partir del lenguaje como algo ya determinado, sino que tenemos que analizar lo que hacemos con el mismo. En toda práctica lingüística aparecen determinadas expresiones entrelazadas con una serie de actuaciones. Partiendo de este hecho, Wittgenstein introduce su noción de “juegos del lenguaje”; llama “juegos del lenguaje” al todo “formado por el lenguaje y las acciones con las acciones con las que esta entretejido”. Solo si captamos las relaciones internas entre nuestras acciones llegaremos a conocer las relaciones internas de la práctica lingüística y en consecuencia, conocemos el significado de las expresiones lingüísticas. Hay muchas prácticas lingüísticas. Las palabras representan multitud de funciones se diferencian por lo que hacemos con ellas en nuestra vida ordinaria. Para explicar esto Wittgenstein usa una comparación: “pensemos en las herramientas de una caja de herramientas: martillo, tenazas, sierra, destornillador, clavos, tornillos etc. …, aparentemente son uniformes, pero cuando las utilizamos cada uno tiene un uso diferente según la actividad que realiza “. Lo mismo pasa con las palabras en apariencia todas las palabras que constituyen un lenguaje son iguales, pero tienen diversidad de funciones, y se diferencian por lo que hacemos con ellas en el uso. Según esto, las palabras no tienen “significación”, tienen “uso”, constituye una actividad con la cual nombramos objetos, actuamos siguiendo ordenes, describimos objetos por su apariencia, fabricamos objetos de acuerdo con dibujo, relatamos sucesos, hacemos conjeturas, formamos y comprobamos hipótesis, inventamos historias, contamos chistes, traducimos de una lengua a otra, suplicamos, maldecimos, saludamos, rezamos, etc. es decir, con el lenguaje hacemos las cosas mas diversas continuamente lo estamos recreando. Lo único que tienen todos los posibles lenguajes en común es un “cierto parecido de familia” que nos permite relacionarnos entre si; los juegos componen una familia. Lo que Wittgenstein quiere demostrar con esta teoría de los “juegos del lenguaje”, es que el lenguaje no solamente es algo necesario para poder vivir, para comunicarnos con los otros, para describir la forma que presenta el mundo, sino antes que eso, el lenguaje es un modo de hacer, de concebir el mundo, es una forma de vida: “la expresión, juego del lenguaje, debe poner del relieve que hablar el lenguaje forma parte d una actividad o de una forma de vida. b) Teoría de la “determinación del sentido por el uso” Si el lenguaje es un juego, constituye una actividad; no puede afirmarse, sin mas la existencia de un único o “modelo” del lenguaje: el formal o referencial; tampoco que haya un único “juego”: el lógico y el científico. Hay muchos lenguajes con significado; tantos como juegos que responden a los distintos “enfrentamientos” que el hombre tiene con las cosas con los distintos acontecimientos de la vida. Consecuentemente es necesario advertir que toda actividad lingüística, como todo juego, conlleva el seguimiento de unas “reglas mas o menos convencionales”, que lo hacen posible. Estas reglas no son fijas, sino que dependen del lenguaje, del juego que haya de presentarse. Es distinto el lenguaje del soporte, que el de la clase de filosofía o del que se habla en la discoteca. Siempre habrá que hablar, usar palabras de acuerdo a la situación a la que tenga que responder. Por lo tanto, a la hora de practicar un lenguaje, mas que las reglas internas que regulan su funcionamiento, tenemos que responder a como tenemos que usarlas. Es el uso el que “determina” el significado en función de las jugadas (pensemos, por ejemplo, en el juego de ajedrez). Aprender un lenguaje consiste, pues, en aprender reglas de usos de sus piezas. Sabemos un lenguaje cuando usamos bien en repetidas ocasiones sus reglas. Las reglas muestran la aplicación a seguir. Pero, a la vez, deberan r acompañadas de un esquema que determine su uso. Las reglas determinan su propia aplicación, es decir, determinan lo que debe hacerse, lo correcto, ya que son usadas por las personas para proceder de cierta manera y obtener así ciertos resultados; resultados que son normalmente percibidos por la comunidad a la que pertenecen, como correctos: “seguir una regla es análogo a obedecer una orden”. De este modo, las reglas explican la relación interna existente entre el significado de las palabras y el hecho de que debemos utilizarlos de cierta manera en determinadas circunstancias. La práctica del lenguaje es una habilidad que se adquiere con el aprendizaje y se desarrolla con el uso, respondiendo a las diversas situaciones que a diario nos presenta la vida. Todo esto lleva a la conclusión de que si queremos determinar el significado de las palabras debemos atender, en primer lugar, como las usan de hecho, los hablantes del lenguaje: ¡ no preguntes el significado, pregunta por el uso”. Tarea que se lleva a Wittgenstein a proponer ahora como objetivo de la actividad filosófica el análisis del uso correcto del lenguaje. 2.3.4 La filosofía como “Terapia del lenguaje” Al igual que en la etapa anterior, Wittgenstein sigue concibiendo la filosofía como actividad cuya tarea consiste en “trazar limites del sentido”, es decir, “indicar lo que se puede decir y lo que no se puede decir”. Ahora bien, si en la primera etapa la delimitacion del sentido estaba establecida por la actividad lógica, ahora esta etapa de las investigaciones, los límites del sentido se establecen de acuerdo con los criterios que marcan los diversos usos o juegos del lenguaje, analizando las reglas que determinan su funcionamiento. Por consiguiente, ya no existe un criterio único y preciso de significado (el lógico), sino que los criterios los tenemos que establecer de acuerdo con los usos del lenguaje, cuyo significado tratamos de analizar. Analizando el lenguaje de este segundo modo, se constata que los problemas filosóficos surgen como consecuencia de una mala interpretación de los usos del lenguaje, es decir, son problemas lingüísticos. Si usamos mal las palabras, surgen malentendidos o confusiones de uso. Por ejemplo “creer que el lenguaje étnico tiene el mismo valor que el psicológico al usar las palabras” conciencia, conducta, regla, norma, etc. en estos casos, la filosofía debe disolver, no resolver, los problemas filosóficos, es decir, las confusiones del lenguaje. Dice Wittgenstein: “los resultados de la filosofía son el descubrimiento de algún que otro sinsentido y de los chichones que el entendimiento se ha hecho al chocar con los limites del lenguaje. Estos chichones, nos hacen reconocer el valor de este descubrimiento”. Cuando hablamos, tenemos que hablar el lenguaje de cada día. La filosofía no puede en algún modo interferir con el uso efectivo del lenguaje, solamente puede describirlo. Un problema filosófico tiene la forma, “no de salir del atolladero”; el objetivo de la filosofía es “mostrar a la mosca la salida de la botella cazamoscas”, es decir, no es cosa de la filosofía resolver una contradicción por medio de un descubrimiento, sino haciendo ver el estado anterior a la solución de la contradicción. El hecho fundamental es que establecemos reglas para un juego, y cuando las seguimos y las cosas no marchan como habíamos supuesto, nos enredamos en nuestras propias reglas. Es, pues, este enredarse en nuestras propias reglas lo que hay que entender, lo que hay que ver sinópticamente. Y esto arroja luz sobre nuestro concepto de “significar” ya que en este caso las cosas resultan de modo distinto de lo que habíamos previsto. Los problemas lingüísticos, los sinsentido, adquieren la categoría de síntomas de una enfermedad que la filosofía debe diagnosticar y curar, hacerlos desaparecer por completo comprendiendo que han ido mas allá de los limites del lenguaje. La filosofía es una terapia del lenguaje que desvela el mal uso que ha ocasionado el problema filosófico y lo disuelve. 2.4 Wittgenstein y la filosofía analítica Los nuevos temas que sobre el lenguaje y la filosofía elabora Wittgenstein en su segunda etapa de pensamiento tuvieron una gran resonancia de inmediato. Surgieron discípulos y estudiosos que profundizaron en estas teorías y en sus aplicaciones analíticas, que fueron constituyendo las bases teóricas de la corriente llamada “filosofía analítica”, tercera corriente filosófica del “movimiento analítico”. Esta corriente ve en las tesis de Wittgenstein el apoyo necesario para fundamentar sus críticas hacia los seguidores de la corriente neopositivista. El surgimiento de esta corriente se debió, en gran parte, al descontento por el rumbo que había tomado la corriente filosófica neopositiva, que reducía la filosofía al análisis lógicocientifista. Los segadores de la “filosofa analítica” encontraron en las tesis de Wittgenstein el apoyo teórico necesario para fundamentar sus criterios contra los neopositivistas y el remedio eficaz con el cual superar la reducción del análisis filosófico al lógico-cientifista. Según ellos, no se trata, pues, de seguir analizando el lenguaje científico como el único que propiamente tiene significado, sino que trata de analizar el lenguaje como en su pluralidad de usos y significados. Como vemos siguen las teorías expuestas por Wittgenstein. Esta filosofía analítica presenta una doble dirección o dualidad de vertientes que se desarrollan paralelamente en las universidades de Cambridge y Oxford, lugares en los que ejercieron su docencia los discípulos del segundo Wittgenstein. 2.4.1 La escuela de Cambridge Esta escuela esta representada fundamentalmente por Wisdon, discípulo y sucesor en la cátedra de Wittgenstein, y también por Malcon. Waismann y paúl. Todos ellos desarrollaron la concepción de la filosofía como “terapia de los hechizos del lenguaje”. El interés de ellos se centra en el análisis del lenguaje ordinario con el único fin de determinar el sentido de las palabras sin ningún tipo de prejuicios, ni doctrinal ni terminológico. Los problemas filosóficos son “perplejidades” que se producen por el uso de enunciados paradójicos que, si bien no son verdaderos, no por ellos hay que desecharlos como carentes de sentido, son es preciso hacer un esfuerzo de análisis e interpretación. Es necesario, pues, desentrañar la ambigüedad de sus términos para descubrir su significado especial. Esta corriente usa el método analítico-descriptivo, que viene a ser parecido al método del psicoanálisis. Al igual que el psicoanalista, el filosofo analítico toma conciencia de cómo ilustrar y como desfigurar ciertos modelos metafísicos. 2.4.2 La escuela de Oxford Constituye otra dirección de la filosofía analítica y seguidores de Wittgenstein. Se diferencia de la anterior por que realiza un análisis filosófico del lenguaje más constructivo. Mas que el lenguaje cotidiano, su interés esta en el lenguaje ético, psicológico, científico, religioso, etc. con el fin de establecer los limites precisos de significación en cada uno de ellos. Representantes son: Ryle, Austin y Strawson.