Mensaje final de Mons. Víctor M. Fernández y Mons. Eduardo M. Taussig Monseñor Víctor Manuel Fernández – Rector Universidad Católica Argentina En primer lugar quiero agradecer a la CEPAU, a monseñor Taussig el habernos invitado a hacer un recorrido histórico porque creo que la historia siempre es maestra de vida, nos enseña tanto. Nos enseña a no cometer los mismos errores pero también a recoger testimonios que nos estimulan para el presente. Yo creo que seguramente muchos de ustedes al recordar la entrega, la generosidad, la creatividad de las personas que hemos recordado, de las instituciones que hemos recordado, nos da ánimo para preguntarnos qué puedo hacer yo hoy, de qué manera puedo yo asumir ese testimonio hoy en el contexto actual. Ojalá que todos salgamos estimulados en esta línea. Creo que esto está conectado con el sueño de los que fundaron nuestras universidades católicas, que era formar profesionales excelentes pero que incidieran en la sociedad con la cosmovisión cristiana. Los testimonios que se han recogido estos días ayudan a recuperar con fuerza aquel sueño de nuestros fundadores. Y también nos estimula esto a repensar cómo están funcionando nuestras universidades en orden a lograr ese objetivo. Es verdad que hoy en día la vida universitaria es mucho más compleja, hay muchas cosas que tener en cuenta, hay incluso muchas complicaciones que nos vienen de afuera, pero este objetivo tiene que mantenerse en pie con toda fuerza. Con respecto a nuestra presencia pública, porque en definitiva esta perspectiva histórica tenía que hacernos pensar en nuestra presencia pública, y como expuso el profesor Ricardi, el compromiso de los laicos en la vida pública, de manera particular. Por eso me parece bueno que recojamos brevemente, que recordemos rápidamente las cosas que nos propone el papa Francisco sobre la dimensión social de la Iglesia. En Evangelii Gaudium particularmente dice el papa: “La Iglesia tiene derecho a emitir opiniones sobre todo aquello que afecte a la vida de las personas”, opinar, intervenir en el debate público, “ya que la tarea evangelizadora implica y exige una promoción integral de cada ser humano”, sigue el Papa, “no se puede decir ya que la religión deba recluirse en el ámbito privado o que esté sólo para preparar almas para el cielo, por consiguiente, nadie nos puede exigir que releguemos la religión a la intimidad secreta sin influencia alguna en la vida social y nacional, sin preocuparnos por la salud de las instituciones de la sociedad civil, sin opinar sobre los acontecimientos que afectan a los ciudadanos”. Y después el Papa retomando ejemplos de Teresa de Calcuta y de muchos otros dice: “Quién a ellos les podía decir que se quedaran encerrados en la sacristía”, quién, a estos apasionados que han hecho tanto por la historia y por el mundo se les podía pedir que se encerraran en el secreto. Los marcaba ese profundo deseo de cambiar el mundo, de transmitir valores, de dejar algo mejor detrás de nuestros pasos por la Tierra, y seguramente muchos de los que ustedes han recordado en estos días compartían esta pasión. En ese contexto está la opción por los descartables de la sociedad que el Papa nos recuerda siempre. A veces se dice que esa no es tarea de los académicos pero el Papa insiste “No hay excusa, nadie puede decir esto es para otros que tengan ese carisma, o ese gusto, sino que es una dimensión de la vida cristiana que todos tenemos que vivirla y que por lo tanto las universidades también tenemos que asumir de alguna manera, o tener alguna presencia en los lugares más abandonados, alguna tarea, alguna cercanía. O, desde otro punto de vista, procurar integrar la vida universitaria a aquellos que tienen más dificultades, no tener solo alumnos de clase media sino ser capaces de promover y preparar chicos que puedan entrar a nuestras universidades. El Papa recuerda un texto de Lucas 14 donde dice: “Cuando des un banquete no invites a tus vecinos, a tus amigos ricos, invita a los pobres, a los paralíticos, a los ciegos, a los cojos, esos que no tienen nada para devolverte”. Pero al hablar de esta dimensión social de la vida cristiana el Papa remarca otro eje muy fuerte que es el diálogo, la promoción del diálogo en la sociedad para la paz social, y para formar ese poliedro donde todos terminamos enriqueciéndonos unos a otros. En esa línea el Papa destaca aquél principio suyo: “La unidad prevalece sobre el conflicto”, pero también otro principio que es: “El tiempo es superior al espacio”, y cuando dice “El tiempo es superior al espacio” nos ayuda a plantear adecuadamente nuestra presencia pública que no es ante todo ocupar lugares de poder sino generar procesos, procesos que a mediano y largo plazo terminan cambiando las cosas. El sólo ocupar un espacio de poder es pan para hoy y hambre para mañana. La capacidad de generar procesos sí es un fermento que termina tarde o temprano dando frutos. Yo espero que el ENDUC nos ayude a entusiasmarnos en este desafío de ser en la sociedad instrumentos de diálogo para la paz social y el desarrollo de todos. Le pido a Dios que los bendiga a todos ustedes para que tomando los ejemplos que hemos recorrido estos días renovemos nuestras ganas de hacer nuestros propios aportes. Muchas gracias. Monseñor Eduardo María Taussig – Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Universitaria Bueno, a mí me toca en primer lugar agradecer en nombre de la Conferencia Episcopal y de la Comisión de Pastoral Universitaria a la Universidad Católica en la persona del querido Monseñor Víctor Manuel Fernández por haber acogido este ENDUC octavo, por la hospitalidad en esta casa magnífica y por lo que ha sido la experiencia que hemos vivido a lo largo de estos tres días. Quiero mencionar también especialmente al Comité Ejecutivo en la persona de la Doctora Beatriz Balian y explicar que no está aquí entre nosotros porque está llegando a Roma en este momento para hacer un aporte a la preparación del Sínodo en los temas de la Familia de parte de toda la Universidad por eso ha dejado sus saludos en la persona del doctor Limodio, de Monserrat, que ha sido la colaboradora, y en todo el Comité. Creo que la experiencia que hemos vivido nos permite decir que se han logrado los objetivos que nos propuso Beatriz al inicio, que ha sido realmente un encuentro muy interdisciplinario como se ha quedado de manifiesto en la exposición de las conclusiones de las cuatro áreas, un encuentro inter universitario y un encuentro federal que nos renueva a cada uno desde nuestro lugar, nuestra universidad, nuestra disciplina, a proyectar este espíritu después en el trabajo de todo el año. Creo que también ha sido muy grata la dimensión de encuentro fraterno entre nosotros, los espacios han sido muy bien planteados como para que, bueno, hemos podido tener tiempo para nuestras relaciones personales y creo que esto nos gratifica y nos alegra a todos. En esta semana estarán ya subidos los trabajos, que ustedes han dejado autorización firmada, en la página web y se pondrán así a disposición de todo el mundo universitario. A título informativo, nosotros tenemos un informe mensual de la frecuencia de visitas y ranqueando los diez primeros trabajos que cada mes se han destacado, reciben entre tres mil y cinco mil visitas, dependiendo el interés del momento, pero bueno, esperemos que también todo lo que hemos producido en este encuentro que creo que ha sido muy valioso, tenga una difusión amplia. Señalo también que en mérito de la Universidad Católica, creo que este ENDUC 8 marca un salto cualitativo en cuanto a la exigencia académica. El reglamento que nos han planteado de presentar primero un proyecto de trabajo para que sea aprobado con meses de antelación nos ha obligado a todos a hacer un esfuerzo más serio. Espero que esto siga en los próximos ENDUC. Así es que bueno, muchas gracias a la Universidad Católica, muchas gracias también a todo el esfuerzo de ustedes que han colaborado, que han venido, que bueno, hemos hecho el aporte de cada uno que nos enriquece a todos. Por último tengo también el agrado de anunciar el próximo ENDUC que va a ser el año que viene en Tucumán con sede en la Universidad de Santo Tomás de Aquino, que tendrá la responsabilidad de organizarlo. No podemos determinar en qué mes, si va a ser en el primer semestre o en el segundo porque estamos a la expectativa de que el Papa fije la fecha de su visita para no superponernos con este acontecimiento que obviamente nos convocará a todos, pero en cuanto tengamos esto definido empezaremos a comunicar para que podamos trabajar en el ENDUC-9. Y el tema va a tener continuidad con lo que hemos hecho, aquí hemos mirado la historia, la propuesta va a ser mirar al futuro y cuáles son los desafíos, los aportes que desde nuestra identidad de fe católica podemos aportar a la construcción de la sociedad y de la cultura argentina. Después se precisará el tema y el lema, pero la idea es entonces tener una mirada propositiva y prospectiva afianzados y cimentados en todo este rico aporte que se ha recogido en este ENDUC. Desde ya los comprometo a todos a que lleven a sus Facultades, a sus Universidades, a sus Diócesis, esta idea que empieza a fermentar y que entonces esperemos que a mitad de año ya podamos tener definida la fecha, el momento en que va a ser el próximo encuentro y tengamos un año para recoger aportes que nos animen con esta visión a iniciar procesos o a continuar procesos iniciados por nuestros mayores que sigan fermentando como levadura en la masa en nuestra cultura universitaria, en nuestra Argentina de hoy y del futuro. Muchas gracias a todos. Fuente del documento: VIII Encuentro Nacional de Docentes Universitarios Católicos (ENDUC-8) Aportes católicos al desarrollo histórico de Argentina 15, 16 y 17 de mayo de 2015. Pontificia Universidad Católica Argentina, Buenos Aires. Comisión Episcopal de Pastoral Universitaria. www.enduc.org.ar/enduc8