UNIVERSIDAD CRISTIANA DEL SUR CARRERA DE DERECHO DERECHO CONSTITUCIONAL l LAS LIBERTADES PÚBLICAS PROFESOR: Lic. Daniel Romero INTEGRANTES: Roxana Arana G. Alonso Aguilar Z. Rafael Castillo M. Gerardo Venegas B. Eduardo Bermúdez Mónica Campoverde Patricia Lizano Edwin Ureña Henry Castro M. SABADO 26 DE NOVIEMBRE 2011 1 TABLA DE CONTENIDO Introducción 3 Libertad y Libertades Públicas 4 Concepto y Naturaleza Jurídica de las Libertades Públicas 9 Régimen de Suspensión y de qué Forma se Suspenden las Libertades Públicas 13 Como Tutela la Constitución Política de Costa Rica las Libertades Públicas 22 Concepto de la Libertad Personal 27 Inviolabilidad de los Documentos Privados y de las Comunicaciones 33 Marco Legal en que se Desarrollan estas Garantías 41 Derechos y Garantías Sociales: Derechos de Segunda Generación 46 Los Derechos y Libertades Políticas: Derechos de Primera Generación 49 Los Derechos de Tercera Generación 59 Conclusión 69 Bibliografía 71 2 INTRODUCCION Condición no suficiente pero sí imprescindible para la vigencia efectiva de las libertades públicas, en todo sistema jurídico, es su consagración por parte del derecho positivo. El grado máximo de reconocimiento jurídico se presenta cuando estas libertades aparecen expresamente consagradas por el texto jurídico de mayor rango, la Constitución. Este reconocimiento ha sido una constante a lo largo de la historia de Costa Rica, ya que desde su independencia ha recogido en los textos constitucionales los derechos y libertades fundamentales, limitándose inicialmente a los principios liberales tradicionales, ampliándose posteriormente a los derechos políticos, incorporando desde los años cuarenta de este siglo los derechos y garantías sociales e incorporando recientemente los derechos conocidos como de tercera generación en donde destacan, especialmente, los relacionados con la protección del ambiente. Este proceso de reconocimiento pleno de los derechos y libertades fundamentales se ha visto reforzado en las últimas décadas por el auge que ha adquirido el derecho internacional en el campo de la protección de los derechos humanos. Hoy en día, no es posible explicar el bloque de libertades públicas sin recurrir a estos dos ámbitos: el derecho interno y el derecho internacional. 3 LIBERTAD Y LIBERTADES PÚBLICAS Concepto de Libertad y su Contenido Capacidad para auto determinarse, para decidir por uno mismo. Es un poder inmanente (algo con lo que se nace). Es una experiencia humana, por tanto, es subjetiva. Nosotros sólo tenemos contacto con materializaciones del concepto de “libertad”, sólo somos dueños de la libertad abstracta que está marcada por la ética personal. Alguien debe materializar este concepto abstracto, pues no podemos basar la libertad pública en la ética o en la religión porque al existir tantas religiones sería imposible que una de ellas sirviera como modelo para todas las demás. Tampoco podemos basar las libertades en la filosofía, pues igual que ocurre con la religión, existen muchas corrientes filosóficas distintas. Es el derecho es el que concreta ese concepto abstracto de libertad y lo transforma en libertades. Es necesario que sea el derecho, pues la libertad tiene una doble dimensión: una dimensión natural (la libertad individual, la que está basada en nuestra propia ética), y otra dimensión social (vivimos en sociedad, por tanto, todos nuestros actos implican a los demás). Por eso es necesario que las libertades sean limitadas, porque vivimos en una sociedad y debemos relacionarlas de una manera ordenada con respecto a los demás. Concepto de libertad en el ámbito del derecho 1. El primer concepto es el de libertad como estado o condición de aquel que no es esclavo, que no está preso o que no está obligado al cumplimiento de determinadas obligaciones. 2. El segundo concepto es el de la libertad como facultad de expresarse y actuar del modo que se desee sin alterar el orden público y sin oponerse ni a las leyes ni a la moral comúnmente aceptada (estas son las pequeñas limitaciones). 4 3. La tercera descripción es la de libertad como privilegio o como prerrogativa. Es un privilegio porque no todo el mundo tiene las mismas posibilidades. A partir de esto, aparecen las libertades públicas. ¿Cuándo se considera que un acto humano es libre?: 1. Si la actividad a la que nos referimos está prohibida, dicho acto nunca será libre. 2. Si está permitida tras una autorización, tampoco sería una actividad libre. 3. Si existiese la posibilidad de actuar tras una declaración previa, existe la libertad pero con menos calidad. 4. La única forma de que un acto humano se considere libre es cuando se puede actuar conforme a unas leyes conocidas, porque aunque se nos prohíben cosas, al menos conocemos estas leyes y sabemos que si violamos alguna seremos multados. Estos cuatro puntos nos guiarán para saber en la historia si el régimen que estamos tratando se podría considerar libre. Definiciones de libertades públicas 1. Traducción al orden jurídico de lo que una sociedad considera los derechos de una persona. Por eso existen tantos órdenes jurídicos, porque cada cultura opina de diferente manera y tienen distintas concepciones de lo que es la libertad de una persona. 2. Son realidades concretas en las que se manifiesta el conceptos abstracto de realidad. 3. Las libertades son la proyección de la idea de libertad en cada momento determinado y en cada plano concreto de las relaciones interindividuales y sociales. Las libertades públicas son una categoría histórica y, por tanto, 5 cambiantes. Varían a lo largo del tiempo y a causa de las diferentes sociedades por las que puede pasar. Por ejemplo, las libertades públicas desde la Edad Media hasta nuestros días no han cambiado tan sólo por el paso del tiempo, sino también a causa del cambio social. Las libertades públicas están íntimamente relacionadas con el derecho, por eso se ejercen con respecto a los demás. Por ejemplo, la libertad de expresión es una libertad externa, se ejercen con respecto a los demás, pero esto no quiere decir que todas las libertades públicas se ejerzan colectivamente. Elementos que caracterizan a las libertades públicas 1. Siempre ha existido un conflicto entre poder y libertades, aunque sea éste el que las reconozca, pero si alguien se queja de estas libertades se está criticando al poder que es el que las crea. El poder no quiere reivindicaciones ya que, de esta manera, se convertiría en ilegítimo. Las libertades públicas nunca están en la boca de los discursos del poder porque siempre serán reivindicados por la oposición. 2. Siempre han sido utilizadas como instrumento y argumento político (por ejemplo, si con la libertad de asociación se crea un partido político, esa libertad se politiza). Las libertades públicas son derechos activos, implican a la sociedad y es normal que se politicen. 3. Las libertades públicas casi nunca se reconocen si más, es decir, se ponen limitaciones ya que son de carácter público. Enumeración de las libertades públicas Las libertades públicas son unas categorías históricas, por lo tanto, inacabadas. Responden simplemente a la sociedad a la que pertenecen. Nuestras libertades públicas se enumeran en la constitución, en el capítulo I “De los derechos y libertades”, capítulo II, sección I, artículos del 15 al 29. 6 1. Libertad ideológica, religiosa y de culto (art.16): Es la capacidad que tiene todo ciudadano a elegir una ideología una religión y a rendir culto a ésta. Lo importante es la libertad de culto, pues es un acto público. 2. Libertad de residencia y libertad de circulación (art.19): Es la capacidad de elegir nuestro lugar de residencia y el derecho a circular por cualquier lugar. Se hace referencia a “los españoles”, mientras que en la libertad anterior no se concreta hacia quién va dirigido, por eso es un privilegio. Estas leyes parecen obvias, pero lo más importante es saber que antes estas leyes no estaban reconocidas. Por ejemplo, en el régimen franquista había muchas restricciones a la hora de salir del país. Esta libertad tiene limitaciones, por ejemplo, los presos, los militares, los guardias civiles... 3. Libertad de expresión (art.20 punto1): Es la capacidad de expresar tu opinión sobre cualquier tema. Es una de las libertades más importantes ya que es una libertad instrumental, es decir, es un vehículo para ejercer las demás libertades; sin ella, no existen las demás. 4. Libertad de cátedra (art.20 punto 1c): Es el derecho que tiene un docente de enseñar según su método pero siempre conforme a unas limitaciones. A lo largo de la historia, esta libertad ha sido negada sistemáticamente. Por ejemplo, en la época franquista, los profesores y los alumnos debían responder a un determinado perfil (católico o falangista). Esta libertad está muy relacionada con la libertad de enseñanza. 5. Libertad de enseñanza (art.27): Todos tienen derecho a la educación y todos los centros educativos tienen derecho a funcionar. 6. Derecho de reunión (art.21): Es el derecho a reunirse pacíficamente y sin armas. Las manifestaciones están limitadas, pues podrían perjudicar al orden público. Durante el franquismo se debía pedir autorización para realizar una reunión de más de 20 personas. Este derecho es fácilmente politizable, por eso siempre ha habido conflictos entre este derecho y el poder. Fernando VII prohibía cualquier reunión con cualquier finalidad, y en la II República Española hubo una represión brutal de este derecho. 7 7. Libertad de asociación (art.22): Las asociaciones que persigan medios y fines delictivos son ilegales. Hay que inscribir las asociaciones en un registro, pero simplemente por publicidad. Se prohíben las asociaciones secretas o paramilitares. 8. Liberta de sindicación (art.28): Todos podemos pertenecer a un sindicato, excepto las fuerzas armadas, las fuerzas de seguridad del Estado, etc.. Se reconoce la huelga de los trabajadores como defensa de sus intereses. 9. Derecho de petición (art.29): Poderse dirigir a las autoridades para pedir cualquier cosa extraordinaria (por ejemplo el indulto). Lo podemos utilizar individual o colectivamente excepto los miembros de las fuerzas armadas, policías, etc... que sólo lo pueden utilizar individualmente, pues el ejército tiene poder de coacción. Derechos que determinan estas libertades 1. El derecho a la vida y a la integridad física y moral (art.15): Este es el derecho que legitima a todas las libertades públicas. La pena de muerte está prohibida salvo casos extraordinarios. A lo largo de la historia se ha usado frecuentemente la violencia (torturas o amputaciones físicas a los que, por ejemplo, participan en una revuelta). 2. El derecho a la tutela judicial efectiva (art.24): Es el derecho a poder reclamar ante un juez todo lo que nosotros consideremos que atenta contra nuestras libertades. La presunción de inocencia ahora es básica pero en el medievo, por ejemplo, no lo era ya que el juicio de Dios era un práctica muy habitual. 3. El principio de legalidad penal (art.25): Nadie puede ser castigado por hacer algo que no estuviera considerado como delito en el momento en el que lo realizó. A lo largo de la historia ha sido muy frecuente castigar a alguien por algo que hizo en el pasado cuando esa acción no era delito. 8 CONCEPTO Y NATURALEZA JURÍDICA DE LAS LIBERTADES PÚBLICAS Hemos dicho ya que las libertades públicas son derechos fundamentales reconocidos y respecto de los cuales existe una obligación o compromiso del Estado de garantizar y velar por su pleno respeto y vigencia. Pero no son sólo derechos sino parte de la estructura institucional de un Estado de Derecho. Pertenece desde los orígenes a la tradición de los derechos fundamentales la idea de que no son sólo derechos subjetivos sino al mismo tiempo principios objetivos del orden constitucional. (Hesse p. 91). El Estado los reconoce, reglamenta y tutela y es por ello y al ser promulgados que adquieren la dimensión de públicos (Hernández Valle. Las Libertades Públicas, pp. 11-13). Resumiendo lo dicho hasta aquí, las libertades públicas pueden ser definidas como aquellos derechos fundamentales reconocidos y organizados por el Estado, por medio de los cuales el hombre, en los diversos dominios de la vida social, escoge y realiza él mismo su propio comportamiento, dentro de los límites establecidos por el propio ordenamiento jurídico. (Hernández Valle, op. cit. p. 13). Las libertades públicas se pueden considerar como derechos del individuo frente al Estado. El Estado está obligado y limitado frente a estos derechos. Se pueden considerar también con Jellinek como auto obligaciones del Estado frente a los particulares, lo que les permite una esfera intangible de acción. En opinión de Hernández: ... las libertades públicas deben ser concebidas simultáneamente como derechos fundamentales de los administrados frente al Estado y sus demás semejantes, y como obligaciones correlativas de hacer o no hacer, del estado y de los particulares para asegurar el efectivo goce de la respectiva libertad. En esta forma el derecho fundamental, que es el contenido esencial de toda libertad pública, se 9 engarza de manera dialéctica con la obligación del estado y de los demás sujetos del ordenamiento de respetar su ejercicio o de remover el obstáculo que impide su efectivo disfrute (Hernández, op. cit. p. 16). El reconocimiento jurídico de las libertades públicas supone una relación jurídica entre los administrados y el Estado por virtud de la cual el Estado se auto limita reconociendo un ámbito intangible, una esfera de irreductible libertad al administrado. Surgen así y con motivo de situaciones concretas, poderes jurídicos o, más exactamente, derechos públicos subjetivos, exigibles, y deberes estatales que pueden realizarse por la vía de la abstención o de un hacer. El titular de tales derechos subjetivos es la persona humana y los puede hacer valer tanto frente al Estado como frente a terceros particulares. (Hernández, op. cit. pp.18-20). En términos históricos la primera forma de estado de derecho, el Estado liberal del siglo XIX utilizó la técnica de la abstención como medio de garantía de la libertad. El Estado social de derecho que sucedió a la Segunda Guerra Mundial, en sentido contrario utilizó la intervención directa como mecanismo para garantizar los derechos fundamentales, principalmente aquellos que generaban una obligación prestacional por parte del Estado, sea los derechos fundamentales de naturaleza económica social. Evolución - Características Podemos, además, establecer algunas de sus características fundamentales: Las libertades públicas son derechos cuyo reconocimiento no resulta grato al poder. Desde un punto de vista histórico y hasta nuestros días, se puede señalar sin temor a equivocarnos que las libertades públicas, representan aquellos derechos que resultan menos gratos o más molestos al poder. Pues las libertades públicas son espacios de libertad que se oponen frente al poder público, frente al 10 Estado, lo cual nos permite distinguirlas de las libertades a ejercer en relación con particulares. Como nos señala Ruíz del Castillo, "la libertad -su reconocimiento- ha sido arrancada y el esfuerzo humano tiende siempre a libertarse de las fuerzas representadas por el poder", no obstante, no se debe yerrar en conducir este criterio a una contraposición Estado-Individuo, ya que las libertades públicas hallan, precisamente su reconocimiento y garantía en el Estado. La libertad es arrancada al poder pero sólo cabe hablar en rigor, de libertades públicas cuando ese poder cuenta con algún componente democrático. Así, en la oposición a las dictaduras actuales se exigen las libertades públicas y, apenas ésas entran a formar parte del discurso político del poder, es porque hay un real (o aparente) propósito de democratización. De esta manera, podemos sentenciar que las libertades públicas, como dice Ruiz de Castillo, se ejercen en el marco y con la protección del Estado pero, la experiencia demuestra que su convivencia nunca llega a ser totalmente pacífica. Las Libertades Públicas, Categoría Intermedia entre los Derechos Individuales y los Políticos Desde otro punto de vista, las libertades públicas son expresión inmediata de la sociabilidad humana y, sin llegar a constituir derechos políticos, forma un grupo diferente de los derechos individuales o más vinculados a la personalidad aislada del hombre. Es innegable que el término libertades contiene una mayor carga política frente a la mayor carga filosófica, iusnaturalista e individualista del término derechos. 11 Existen matices diferentes en el tratamiento jurídico de lo que cabe denominar derechos o libertades y de lo que, indiscutiblemente, son derechos y no libertades públicas. Los derechos serían los más inherentes a la persona humana, los indiscutible y los difícilmente limitables, como son a modo ejemplar: la vida, la integridad física y psíquica, la intimidad; en cambio, derechos-libertades públicas, serían los que tienen un trascendencia o manifestación que busca hallar efectos (incluso, políticos) fuera del estricto ámbito personal de su titular. Sin embargo, no podemos considerar a las libertades públicas, sin más como derechos políticos, en el sentido de instrumentos o pautas de actuación ciudadana encaminados a conformar la voluntad del Estado. A diferencia de los derechos políticos, las libertades públicas no buscan la conformación de la voluntad del Estado, sino la expresión de la sociedad subyacente al Estado, la expresión de su vida propia que puede no ser plenamente coincidente con la de aquél. 12 REGIMEN DE SUSPENSION Y DE QUÉ FORMA SE SUSPENDEN LAS LIBERTADES PÚBLICAS Según el diccionario jurídico, son el conjunto de libertades reconocidas a la persona y a las agrupaciones sociales, las que se presentan como limitaciones a la actividad estatal y a la de los gobernantes, son los derechos fundamentales, potestades jurídicas y situaciones inherentes al ser humano. Muchos lo consideran anteriores y superiores al Estado. Son derechos reconocidos, que al no ser creados por el ordenamiento jurídico, deben ser la función principal del Estado, el protegerlos y garantizar su efectivo ejercicio por vía de acción y de omisión. Se consideran como derechos subjetivos públicos y privados a la vez que como obligaciones del Estado, todo lo cual significa que son derechos fundamentales de la persona humana y, muy importante, parte objetiva y presupuesto estructural del entero sistema político y jurídico. Son parte de la estructura institucional. Sin ellos no hay ordenamiento jurídico ni Estado, por lo menos Estado de Derecho en los términos en que lo concebimos y reconocemos en la civilización moderna. Son por tanto derechos, y como tales exigibles frente al estado y frente a particulares que al ejercitarse presuponen correlativas obligaciones de hacer o de no hacer. Las libertades públicas, entendidas como derechos y libertades individuales y sociales son derechos fundamentales y por lo tanto positivos en el ordenamiento jurídico. Es esta precisamente la diferencia con los derechos humanos los cuales no necesariamente forman parte del derecho positivo aunque debe decirse que hoy por hoy en un Estado de Derecho la inmensa mayoría de los derechos humanos están reconocidos por el derecho positivo, esto es, son derechos fundamentales. 13 Concepto y naturaleza jurídica de las libertades públicas Se ha dicho ya que las libertades públicas son derechos fundamentales reconocidos y respecto de los cuales existe una obligación o compromiso del Estado de garantizar y velar por su pleno respeto y vigencia. Pero no son sólo derechos sino parte de la estructura institucional de un Estado de Derecho. Pertenece desde los orígenes a la tradición de los derechos fundamentales la idea de que no son sólo derechos subjetivos sino al mismo tiempo principios objetivos del orden constitucional. El Estado los reconoce, reglamenta y tutela y es por ello y al ser promulgados que adquieren la dimensión de públicos. Resumiendo lo dicho hasta aquí, las libertades públicas pueden ser definidas como aquellos derechos fundamentales reconocidos y organizados por el Estado, por medio de los cuales el hombre, en los diversos dominios de la vida social, escoge y realiza él mismo su propio comportamiento, dentro de los límites establecidos por el propio ordenamiento jurídico. Las libertades públicas se pueden considerar como derechos del individuo frente al Estado. El Estado está obligado y limitado frente a estos derechos. Se pueden considerar también como auto obligaciones del Estado frente a los particulares, lo que les permite una esfera intangible de acción. En opinión de Hernández Valle: “... las libertades públicas deben ser concebidas simultáneamente como derechos fundamentales de los administrados frente al Estado y sus demás semejantes, y como obligaciones correlativas de hacer o no hacer, del estado y de los particulares para asegurar el efectivo goce de la respectiva libertad. En esta forma el derecho fundamental, que es el contenido esencial de toda libertad pública, se engarza de manera dialéctica con la obligación del estado y de los demás sujetos del ordenamiento de respetar su ejercicio o de remover el obstáculo que impide su efectivo disfrute (Hernández, óp. cit. p. 16). 14 El reconocimiento jurídico de las libertades públicas supone una relación jurídica entre los administrados y el Estado por virtud de la cual el Estado se auto limita reconociendo un ámbito intangible, una esfera de irreductible libertad al administrado. Surgen así y con motivo de situaciones concretas, poderes jurídicos o, más exactamente, derechos públicos subjetivos, exigibles, y deberes estatales que pueden realizarse por la vía de la abstención o de un hacer. El titular de tales derechos subjetivos es la persona humana y los puede hacer valer tanto frente al Estado como frente a terceros particulares. (Hernández, óp. cit. pp.18-20).” Limitaciones de los derechos Fundamentales Por no ser derechos absolutos y por coexistir en sociedad, los derechos fundamentales están afectos a limitaciones o límites externos necesariamente establecidos por el ordenamiento jurídico en su nivel constitucional. Tales limitaciones están contenidas en los artículos 28, 18 y 19 Constitucionales y son las siguientes: El orden público La moral Los derechos de terceros Los deberes constitucionales 1. El orden Público: Se diferencia entre orden público constitucional y orden público administrativo. El primero es el conjunto de principios fundamentales constitucionales que se derivan del conjunto de valores que informan la Constitución. Así la Sala Constitucional ha definido el orden público como: El conjunto de principios que, por una parte atañen a la organización del estado y a su funcionamiento, y, por otra, concurren a la 15 protección de los derechos del ser humano y de los intereses de la comunidad, en un justo equilibrio para hacer posible la paz y el bienestar de la convivencia social (Sala Constitucional Voto 3550-92). El orden público constitucional es entonces el sistema de principios y valores fundamentales que estructuran la organización y funcionamiento del Estado y sus relaciones con los particulares, así como las relaciones entre estos últimos. Por su parte el orden público administrativo se refiere a las labores de seguridad, salubridad, y sanidad asignadas al Estado y para cuyo cumplimiento se goza de potestades de imperio y de policía. 2. La Moral: Es el conjunto de reglas de comportamiento que la opinión pública o mejor aún la comunidad reconoce comparte y acepta en un determinado momento histórico y cuya violación ofende gravemente a los miembros de la comunidad. 3. Derechos a Terceros: Son los derechos de las demás personas, tanto de naturaleza pública como privada. En caso de colisión de derechos se justifica una reglamentación y jerarquización de tales derechos y precisamente es esto lo que autoriza la Constitución Política. 4. Deberes constitucionales: Son comportamientos obligatorios contenidos en normas cuyo fundamento y justificación es el interés público o interés de la comunidad. Tales deberes en lo fundamental se encuentran contenidos en los artículos 18 y 19 Constitucionales que establecen el deber de respeto a la Constitución, defender la Patria y contribuir a los gastos públicos. En la Constitución Política de Costa Rica se habla de los deberes y derechos desde el artículo 18, en el Titulo III y Titulo IV, en los artículos que van desde el 19 al 49, mientras que en el Título V se habla de las Garantías y derechos Constitucionales, que abarcan los artículos del 50 al 74. La Religión se establece en el artículo 45 el cual corresponde al Título VI, la Educación y la Cultura se 16 denota entre los artículos 76 al 89 del Título VII, mientras que el Título VIII, nos remite a los derechos y deberes políticos entre los artículos 90 y 98. Algunas de las Libertades Públicas más apeladas y conocidas: Libertad: Se conoce como el Principio básico que establece que nadie puede obligar a otro a hacer alguna cosa o restringir su libertad, sin haberse constituido un derecho especial al efecto. 1. Libertad de Asociación: principio por el cual todas las personas tienen derecho a asociarse libremente con fines ideológicos, religiosos, políticos, económicos, laborales, sociales, culturales, deportivos o de cualquier otra índole, cuyo ejercicio sólo puede estar sujeto a las restricciones previstas por la ley, que sean necesarias en una sociedad democrática, en interés de la seguridad nacional, de la seguridad o del orden públicos, o para proteger la salud o la moral pública o los derechos y libertades de los demás. // Libertad de los individuos para poner en común, de manera permanente, sus conocimientos, actividades o capitales, con objeto de lucro o no, para formar asociaciones propiamente dichas o sociedades civiles o comerciales. 2. Libertad de Cátedra: libertad de expresar libremente los conceptos e ideas desde la cátedra sin sometimientos ni instrucciones del gobierno. 3. Libertad de circulación: derecho que se otorga a los productos o mercancías nacionales o extranjeras de circular libremente dentro del territorio de un país sin abonar derecho de tránsito. 17 4. Libertad de comercio e industria: derecho de la persona para establecer y explotar una empresa o ejercer la profesión que haya elegido. 5. Libertad de conciencia: principio por el cual toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de religión, incluyendo la libertad de tener o de adoptar la religión o las creencias de su elección, así como la libertad de manifestar su religión o sus creencias, individual o colectivamente, tanto en público como en privado, mediante el culto, la celebración en los ritos, las prácticas y las enseñanzas. 6. Libertad de Culto: Derecho a la libertad religiosa, mientras los actos y ceremonias no sean contrarios a la moral y buenas costumbres. 7. Libertad de Declarar: derecho del imputado de abstenerse a declarar o de requerírsele juramento o promesa de decir la verdad ni de ejercerse contra él coacción o amenaza ni medio alguna para obligarlo, inducirlo o determinarlo a declarar contra su voluntad, ni de hacerle cargos o reconvenciones tendientes al obtener su confesión. 8. Libertad de Domicilio: derecho de la persona de prohibir a otro el ingreso a su morada, aunque sea accidental o transitoria. 9. Libertad de enseñanza: Derecho de toda persona de enseñar a los demás de forma gratuita o no, lo que sabe o cree saber. // libertad de una persona a escoger a sus maestros. 10. Libertad de expresión: Principio por el cual nadie podrá ser molestado a causa de sus opiniones, comprendiendo la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones o ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o de forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección. 18 11. Libertad de Formalidades: libertad de los interesados de usar las formas que juzguen convenientes cuando no se designe forma para algún acto jurídico. 12. Libertad de Imprenta// libertad de prensa 13. Libertad de las Partes: Principio por el cual las convenciones particulares no pueden dejar sin efecto las leyes en cuya observancia están interesados el orden público y las buenas costumbres. 14. Libertad de los Mares: Principio de la libre navegación en alta mar, a excepción de la piratería y trata de esclavos o raza. 15. Libertad de los Niños: Principio por el cual se deben tomar todas las medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral que sean necesarias para impedir el secuestro, venta o trata de menores para cualquier fin o en cualquier forma. 16. Libertad de Opinión: Derecho de la persona para expresar sus ideas, creencias o doctrinas por cualquier medio, ya sea verbal o escrito, comprendiendo la libertad de prensa. 17. Libertad de Pensamiento del Trabajador: Prohibición del empleador durante la duración del contrato de trabajo o con vista a su disolución, de obligar al trabajador a manifestar sus opiniones políticas, religiosas o sindicales. 18. Libertad de Prensa: Principio constitucional por el cual no se pueden dictar leyes restrictivas de la libertad de imprenta o establecer sobre ella la jurisdicción federal, entendiéndose por imprenta todo medio de 19 comunicación social. // derecho de publicar las propias opiniones por medio de la imprenta, sin censura o autorización previa. 19. Libertad de Religión: Derecho de la persona de creer o no en materia religiosa, expresar y enseñar su creencia y ejercer públicamente el culto que corresponde a esa creencia. 20. Libertad de Residencia: Derecho constitucional por el cual el individuo puede salir, entrar, transitar y permanecer en el territorio del país. 21. Libertad de Reunión: Derecho de convocar y celebrar reuniones públicas, donde cualquiera puede concurrir, para discutir y deliberar sobre cosas o intereses determinados. 22. Libertad de Sobrevuelo: Libertad de que se concede a las aeronaves extranjeras para volar por encima del territorio de un país. 23. Libertad del Trabajo: Derecho de toda persona a prestar a otras personas su fuerza de trabajo, sus servicios y su industria. 24. Libertad del Demente: Derecho de no ser privado de su libertad solo en casos en que esté en riesgo la seguridad propia o de otros por su enfermedad, este hecho solo puede hacerse bajo decisión judicial. 25. Libertad Individual: Derecho a la libertad física de toda persona, lo que implica el derecho de transitar sin trabas por el territorio del país, el derecho de entrar y salir de él y la garantía contra arrestos, detenciones o penalidades arbitrarias. 26. Libertad jurídica: Derecho a optar entre el ejercicio o no de los derechos subjetivos que no derivan de los propios deberes. 20 27. Libertad Personal: Es el derecho de vivir y ser libre, siempre y cuando sea al margen de la ley. 28. Libertad sindical: derecho que algunos países se reconoce con jerarquía constitucional, a los trabajadores para asociarse o agruparse libremente en gremios o sindicatos. 21 COMO TUTELA LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COSTA RICA LAS LIBERTADES PÚBLICAS La Constitución Política de Costa Rica, redactada en 1949, contiene cinco títulos dedicados exclusivamente a la tutela de los derechos y garantías públicas de los ciudadanos que habitan en el territorio nacional. Estas libertades públicas, se pueden enmarcar en tres grandes grupos, a saber: 1. Derechos y Garantías Individuales 2. Derechos y Garantías Sociales 3. Derechos y Garantías Políticas Bajo el concepto de estos tres grandes grupos, se desarrollan los títulos del IV al VIII de la siguiente manera: Título IV: Derechos y Garantías Individuales o Contiene los artículos del 20 al 49, y en ellos se establecen los principios de: Libertad personal y la no existencia de esclavos. La Inviolabilidad de la vida humana. La libertad de Tránsito por el territorio nacional y la libertad de ingreso y salida del país para los nacionales. La inviolabilidad del domicilio y de los recintos privados, excepto por orden escrita de juez competente para el allanamiento o para impedir la comisión o imputabilidad de delitos. Derecho a la intimidad, a la libertad y al secreto de las comunicaciones. A la asociación voluntaria para fines lícitos. A la reunión pacífica en ámbitos públicos. La reunión en recintos privados no necesita autorización 22 La libertad de petición ante cualquier funcionario o entidad pública y el derecho a obtener pronta resolución A no ser inquietado ni perseguido por manifestar su opinión siempre y cuando no infrinja la ley. Derecho a expresar lo que pensamos y publicarlo sin previa censura El libre acceso a los edificios del Estado con el propósito de obtener información Ningún costarricense puede ser expulsado del territorio nacional. Igualdad ante la Ley y no podrá practicarse discriminación alguna Las Leyes no tendrán efecto retroactivo, salvo las que beneficien a los ciudadanos. Nadie está obligado a declarar en su contra, ni contra su cónyuge, hijos, padres, tío o primos. Nadie puede ser detenido sin un indicio comprobado de haber cometido un delito. Nadie puede ir a prisión por deudas Nadie puede ir a prisión por causa de una ley anterior, y se deberá demostrar su culpabilidad. Principio de inocencia. Nadie puede ser tratado en forma cruel o degradante ni a penas perpetuas. Derecho a una ley pronta, cumplida, sin denegación y en estricto apego a las leyes. Derecho al HABEAS CORPUS para garantizar las libertades e integridades personales y al RECURSO DE AMPARO para mantener o restablecer los derechos consagrados en esta Constitución Derecho a garantizar la legalidad de la función pública 23 Título V: Derechos y Garantías Sociales. o Contiene los artículos del 50 al 74, y en ellos se establecen los principios de: El Estado procurará el mayor bienestar a todos los habitantes del país. Derecho a un ambiente sano y ecológicamente sano. El Estado protegerá el instituto de LA FAMILIA. Se le da un trato especial a la protección de la madre, el niño, y el anciano. EL MATRIMONIO es la base de la familia. Obligación de los padres para con los hijos nacidos dentro y fuera del matrimonio. (Código de Familia) Toda persona tiene el derecho a saber quiénes son sus padres. (Ley de paternidad responsable) Es prohibida toda calificación personal sobre la filiación Derecho de los trabajadores a horarios, días libres, salarios, vacaciones, pago de indemnizaciones. (Código de Trabajo) Derecho al sindicalismo. Derecho al paro laboral y a la huelga, excepto para los servicios públicos esenciales Derecho a una vivienda digna. Derecho a la preparación técnica y cultural (INA) Derecho a los seguros sociales (Creación de la CAJA COSTARRICENSE DE SEGURO SOCIAL) Irrenunciabilidad de los derechos y beneficios de este Título. 24 Título VIII: Derechos y Deberes Políticos. Contiene tres capítulos, con la siguiente distribución CAPITULO I - Los Ciudadanos o Contiene los artículos del 90 al 92, y en ellos se establecen los principios de: Concepto de ciudadanía y se define la mayoría de edad para los costarricenses. Como se suspende la ciudadanía y como se recobra CAPITULO II - El Sufragio o Contiene los artículos del 93 al 98, y en ellos se establecen los principios de: El sufragio es una función cívica y obligatoria por los ciudadanos inscritos en el Registro Civil. Regulación del ejercicio del sufragio. La sufragación de gastos por parte del Estado. Derecho de los ciudadanos a agruparse y participar en el sufragio. CAPITULO III - El Tribunal Supremo de Elecciones o Contiene los artículos del 99 al 103, y en ellos se establecen los principios de: Independencia total y absoluta del Tribunal Supremo de Elecciones. Forma de integración del Tribunal Supremo de Elecciones, su elección y duración en el puesto. Creación del Registro Civil. 25 Aun cuando no se encuentran enmarcados específicamente a alguno de los grupos antes mencionados, los títulos VI y VII contienen principios y deberes fundamentales, a saber: Título VI: La Religión o Establece en el artículo 75 que la religión del Estado es la Católica, Apostólica, Romana, sin embargo se permite el libre ejercicio de otros cultos que no se opongan a la moral ni a las buenas costumbres. Título VII: La Educación y La Cultura o Contiene los artículos del 76 al 89, y en ellos se establecen los principios de: El idioma español es el oficial de la Nación, sin embargo el Estado velará por el mantenimiento de las lenguas indígenas. La educación será gratuita y obligatoria en las etapas de preescolar, general básica y educación diversificada. Libertad de enseñanza bajo la supervisión del Estado. Se crea el Ministerio de Educación. La independencia funcional y jurídica de las universidades Estatales o Privadas. Libertad de cátedra para la enseñanza superior. Como podemos observar, las libertades públicas son muchas y muy variadas, por las cuales se han creado instituciones y leyes específicas a fin de llevar a cabo el objetivo establecido en la carta magna, como los son: El ICE, la CAJA COSTARRICENSE DE SEGURO SOCIAL, el INA, como ejemplos de instituciones y leyes como LA LEY DE PATERNIDAD RESPONSABLE, EL CODIGO DE TRABAJO, EL CODIGO DE FAMILIA, entre muchas otras que nacen estrictamente para el fiel cumplimiento de dichas libertades públicas. 26 CONCEPTO DE LA LIBERTAD PERSONAL Los Derechos y Garantías Individuales Los derechos y garantías individuales de los costarricenses están consagrados en el Título IV, Capítulo Único de la Constitución de 7 de noviembre de 1949 (artículos 20 a 49). La libertad individual abarca cuatro aspectos: las libertades de la persona física, las libertades individuales de ejercicio colectivo, la libertad de pensamiento y los derechos y libertades económicas. Las libertades de las personas físicas Bajo este rubro, podemos ubicar las libertades básicas que garantizan una esfera mínima de autodeterminación del individuo; aquellas que le reservan un campo de acción sin interferencia por parte de terceros o del Estado. La libertad física y la prohibición de la esclavitud La libertad física aparece en nuestra Constitución como la garantía primaria de todo ser humano. En realidad, el reconocimiento del individuo dotado de una esfera de autodeterminación es el presupuesto de toda la construcción dogmática de los derechos humanos. De ésta deriva el resto de libertades: primero, en tanto autodeterminación respecto del poder estatal; posteriormente, en tanto componente de una colectividad, dentro de la cual debe desenvolverse según ciertos presupuestos básicos. No es casual entonces que el artículo 20 de la Constitución encabece el Capítulo Único de Derechos y Garantías Individuales, en los siguientes términos: "Toda persona es libre en la República, quien se halle bajo la protección de sus leyes no podrá ser esclavo ni esclava". 27 La Inviolabilidad de la Vida Humana. El artículo 21 de la Constitución consagra la inviolabilidad de la vida humana. Este precepto involucra tanto la proscripción de la pena de muerte, como toda forma de afectación de la vida y la salud de los habitantes de la República, provenientes de sujetos públicos o privados. La libertad de tránsito. La libertad de tránsito está garantizada por el artículo 22 de la Constitución, en los términos siguientes: "Todo costarricense puede trasladarse y permanecer en cualquier punto de la República o fuera de ella, siempre que se encuentre libre de responsabilidad, y volver cuando le convenga. No se podrá exigir a los costarricense requisitos que impidan su ingreso al país". Como complemento a la libertad de tránsito tradicional, la Constitución consagra, en su artículo 32, la prohibición de obligar a un costarricense a dejar el territorio nacional. La seguridad individual. En este campo, la Constitución contiene una gran cantidad de disposiciones, dentro de las cuales destacamos: la igualdad ante la ley (artículo 33), la no retroactividad de la ley (artículo 34), el principio del juez natural (artículo 35), las condiciones para la detención de los individuos (artículo 37), prohibición de la prisión por deudas (artículo 38), los principios de inocencia, legalidad penal y de debido proceso (artículo 39), el principio de acceso a la tutela judicial (artículo 41), la limitación de la prisión preventiva (artículo 44), la garantía del control de legalidad de la actividad administrativa (artículo 49) y, por supuesto, la existencia de medios reforzados de protección de los derechos fundamentales. 28 El derecho a la intimidad. En lo que respecta a este derecho, la Constitución contiene tres disposiciones: la libertad del domicilio, reconocida por el artículo 22, la inviolabilidad del domicilio: consagrada por el artículo 23 de la Constitución y la inviolabilidad de las comunicaciones, consagrada por el artículo 24 de la Constitución. Las libertades individuales de ejercicio colectivo. Bajo esta categoría clasificamos las libertades que se ejercen, en forma colectiva, o ante otras instancias. Pertenecen a este grupo: La libertad de asociación: el artículo 25 de la Carta fundamental proclama: "Los habitantes de la República tienen derecho de asociarse para fines lícitos. Nadie podrá ser obligado a formar parte de asociación alguna". El núcleo esencial de esta libertad implica tanto la posibilidad de integrarse a toda forma de figura asociativa como la prohibición de exigir la pertenencia a alguna de esas entidades. La libertad de reunión está garantizada por el artículo 26 de la Constitución, según el cual todos tienen el derecho de reunirse pacíficamente y sin armas, con el propósito, sea de ocuparse de negocios privados, sea de discutir asuntos públicos y examinar la conducta pública de los funcionarios. Las reuniones en locales privados no necesitan autorización previa. Las que se realicen en lugares públicos son reglamentadas por la Ley. La libertad de petición, individual o colectiva, dirigida a funcionarios públicos u organismos oficiales, y el derecho a obtener una decisión, son reconocidos por el artículo 27 de la Constitución. 29 La libertad de acceso a la información de los departamentos administrativos con fines de información sobre los asuntos de interés público, aparece consagrada por el artículo 30 del Texto fundamental. La libertad de pensamiento. Las manifestaciones tradicionales de la libertad de pensamiento están reconocidas expresamente por la Constitución Política: La libertad de opinión implica que nadie puede ser inquietado o perseguido por la manifestación de sus opiniones políticas, ni por actos que no sean contrarios a la ley. Las acciones privadas que no dañen la moral o el orden públicos, o que no causen perjuicio a terceros, permanecen fuera del alcance de la ley. La única restricción concierne a los miembros del clero que no podrán realizar ninguna actividad de propaganda política invocando motivos religiosos o valiéndose de creencias de tal tipo (artículo 28). La libertad de prensa; de acuerdo con la cual todos pueden comunicar su pensamiento de palabra o por escrito y publicarlos sin previa censura; pero serán responsables de los abusos que cometan en el ejercicio de este derecho, en los casos y del modo que establezca la ley (artículo 29). La libertad de enseñanza, garantizada por el artículo 79 de la Constitución, implica tanto el derecho a escoger libremente la educación que se desea recibir y el derecho a enseñar. La libertad religiosa, reconocida por el artículo 75 de la Constitución. Los derechos y libertades económicas Los derechos y libertades económicas están ubicados dentro del capítulo de derechos individuales: 30 El derecho de propiedad, consagrado en el artículo 45 de la Constitución. La libertad de comercio e industria, garantizada por el artículo 46 de la Constitución. Los derechos de autor, consagrados por el artículo 47 de la Constitución. Los derechos y garantías sociales. Abordaremos este punto en tres partes: el reconocimiento de la libertad de trabajo y del derecho al trabajo; los derechos concernientes a las condiciones de trabajo y las libertades sindicales. El reconocimiento de la libertad de trabajo y el derecho al trabajo. El artículo 56 in fine de la Constitución establece expresamente que el Estado garantiza el derecho de escoger libremente el trabajo. El derecho al trabajo, reconocido expresamente por el artículo 56. Las condiciones de trabajo. Las principales disposiciones constitucionales en ese campo son las relativas al salario mínimo (artículo 57); la limitación de la jornada de trabajo (artículo 59); el derecho a vacaciones pagadas y al descanso (artículo 59); el derecho a las indemnizaciones por despido (artículo 63); las medidas de seguridad e higiene laborales (artículo 66); el derecho a la seguridad social (artículo 73). Las libertades sindicales. La Constitución consagra las tres libertades sindicales básicas: La libertad de sindicalización. Este derecho es reconocido a los trabajadores y a los patronos con el fin exclusivo de obtener y conservar las ventajas económicas, sociales o profesionales (artículo 60). 31 El derecho de huelga se encuentra reconocido en el artículo 61 de la Constitución. Se excluye expresamente del alcance de este derecho, la huelga en los servicios públicos, de acuerdo con la regulación que efectúe la ley. El derecho de negociación colectiva. La Constitución establece expresamente que las convenciones colectivas concluidas conforme a la ley entre los patrones y los sindicatos obreros tienen fuerza de ley (artículo 62). 32 INVIOLABILIDAD DE LOS DOCUMENTOS PRIVADOS Y DE LAS COMUNICACIONES GARANTIA Forma parte del ámbito de lo que la doctrina define como la vida privada de una persona, sea aquella esfera en la él puede excluir a terceros, como derecho a será dejado tranquilo. Es evidente que existe un enorme peligro en que el Estado se entrometa en el intercambio a distancia de los pensamientos escritos u orales de los administrados. Por ello, nuestro artículo 24 de la Constitución Política, lo califica de inviolables tales comunicaciones. El secreto de la correspondencia ampara toda clase de comunicaciones escritas de persona a persona; por consiguiente incluye también las cartas postales y los impresos. El secreto postal es un concepto muy ampli0o, ya que cubre incluso los envíos que no contienen ninguna comunicación escrita, tales como los paquetes y giros monetarios. La obligación de secreto comprende el hecho mismo del envío, su contenido y las personas del remitente y del destinatario. El secreto de las comunicaciones orales, a través de la vía telefónica, también es un supuesto especial del secreto de la correspondencia. Por ello existen normas penales expresas que tutelan este ámbito de privacia de los administrados. Los modernos avances tecnológicos han puesto en peligro el secreto de la comunicación por la vía telefónica, ya que hoy día es posible la intercepción de llamadas mediante mecanismos sumamente sofisticados. Nuestra jurisprudencia constitucional, dijo en una sentencia que los “ejemplares de una publicación de esa índole no son documentos privados por estar destinados exclusivamente al público, menos aún pueden equiparse a comunicaciones o correspondencia esencialmente privada”. 33 En realidad lo que hubo en ese caso jurisprudencial fue una lamentable confusión, ya que contenía expresiones que violentaban la legislación de imprenta y se traba de una publicación penalmente punible, pero nunca justificar el secuestro respectivo basándose en que se trataba de un documento público. Es decir, una publicación, aunque contraríe normas específicas para su poseedor, a pesar de que haya circulado públicamente. En consecuencia, éste sólo podrá serle decomisado a quienes lo imprimen o vendan, porque el delito respectivo se comete por éstos, no por quienes lo compran o adquieren por cualquier otro medio, salvo que se llegaren a tipificar como hechos punibles su compra o tenencia. PROTECCION LEGISLATIVA Dada la importancia de esta, la legislación penal castiga fuertemente cualquier injerencia indebida contra ella. Así en el artículo 196 del Código Penal tipifica como delito, con prisión de seis meses a un año, al que indebidamente abriere o se impusiere del contenido de una carta o cualquiera otra comunicación telegráfica o telefónica destinada a otra persona o que haga uso indebido de una cinta magnetofónica. El artículo 197 del mismo código castiga con prisión de tres a seis meses al que se apodere indebidamente de una carta o de otro documento privado, aunque no esté cerrado o al que suprimiere o desviare de su destino una correspondencia que no le está dirigida. El artículo 198 del código de rito castiga la captación de manifestaciones verbales, ya sea grabando las palabras de otro que no están destinadas al público sin su consentimiento o al que mediante procedimientos técnicos escuchare manifestaciones privadas que no le están dirigidas. El artículo 201 del mismo código establece el delito de uso indebido de correspondencia, será reprimido con prisión de seis meses a un año, al que usare indebidamente en cualquier forma, cartas, documentos, grabaciones, despachos 34 telegráficos, telefónicos, cablegráficos o de cualquier otra naturaleza que hubieren sido sustraídos o reproducidos. El numeral 202 del mismo cuerpo de leyes represivas castiga como delito la propalación, o sea, si el hecho pudiere causar perjuicio, el que se halle legitimado en posesión de una correspondencia, de documentos o grabaciones no destinadas a la publicidad, las hace públicas sin la debida autorización aunque le hubieren sido dirigidas. La pena será de treinta a cien días si la información propalada tuviere carácter de privado, aun cuando no causare perjuicio. Es de señalar que el artículo 203 del Código Penal, el cual se refiere a la divulgación de secretos será reprimido con prisión de un mes a un año o de treinta a cien días, quien teniendo noticias por razón de su estado, oficio, empleo, profesión o arte, dé un secreto cuya divulgación puede causar daño, lo revele sin justa causa. Si se tratare de un funcionario público o un profesional se impondrá seis meses a dos años de prisión y además su inhabilitación para el ejercicio de cargos y oficios públicos. De las normas citadas queda bien claro que la protección del ámbito de la vida privada en esta materia se da siempre que cumplan tres requisitos: a) Que los hechos divulgados no sean notorios; b) Que el interesado no haya dado su consentimiento para que sean divulgados y; c) Que la divulgación produzca un perjuicio. SECUESTRO POR PARTE DE LOS TRIBUNALES DE JUSTICIA Para poder exigir el secuestro, registro o examen de documentos privados, únicamente lo pueden solicitar o autorizar los Tribunales de Justicia, cuando ello implique o sea indispensable para esclarecer asuntos que están sometidos a su conocimiento. Es evidente que la excepción en ningún caso autoriza, ni mucho 35 menos legitima intervención de los órganos administrativos en el secuestro o registro de documentos privados. En otros términos, la inviolabilidad de los documentos es una garantía absoluta frente a los órganos de la administración Pública. En los artículos 246 y siguientes del Código Procesal Civil se regula todo lo relativo a la exhibición de documentos tanto públicos como privados, en materia civil. La intervención de las autoridades en caso de quiebra o insolvencia de las sociedades o de los comerciantes o de los comerciantes, solo será autorizada a las de carácter judicial y nuca a las administrativas, dado que de lo contrario quedaría sin sustento alguno lo dispuesto en el artículo 24 de la Constitución Política, que solo permite el secuestro, registro o examen de documentos privados cuando ello sea indispensable para esclarecer asuntos sometidos a la jurisdicción de los Tribunales de Justicia. El artículo 221 le confiere la facultad al juez de ordenar la intervención de comunicaciones telefónicas del imputado, para impedirla o conocerlas. Pareciera que esta norma del Código Procesal es inconstitucional, pues respecto de las comunicaciones orales la Constitución no establece ninguna posibilidad de que el legislador pueda regular o restringir dicha garantía. El 222 del mismo código dispone que no se puedan secuestrar las cartas o documentos que se envíen o entreguen a los defensores para el desempeño de sus cargos. Secreto e Inviolabilidad de las Comunicaciones La inviolabilidad como tal, trasciende no solo a la correspondencia, sino a toda forma de comunicación privada, considerando que cualquier intromisión es constitutiva de un ilícito penal. 36 Hay que tener claro que el secreto de las comunicaciones está referido a terceros, no a las partes directamente involucradas como tal, es decir que el mensaje solo puede ser conocido por el emisor y el receptor, y solo podrá tener acceso a este el tercero que esté debidamente autorizado para ello, sea por las partes o en casos muy calificados cuando una ley reforzada lo autorice, con esto se garantiza la privacidad de las comunicaciones, evitando que el contenido pueda ser incautado o abierto. El secreto de las comunicaciones se configura como garantía formal, en el sentido de proteger la privacidad de la comunicación, sin que tenga importancia el contenido y el medio de comunicación utilizado, este secreto implica una prohibición para interceptar o tener acceso antijurídicamente del contenido de las comunicaciones ajenas, quedando claro que el bien tutelado es la libertad de comunicaciones, por lo que todas ellas quedan cubiertas, sin importar el medio por el que lo hagan. El e-mail, es un medio de comunicación, similar al correo tradicional, con la diferencia que es transmitido por la Red, lo que lo hace más eficaz, eficiente, instantáneo y ágil, por lo que tienen la misma protección que el resto de las comunicaciones, y tanto los datos recibidos como los datos enviados desde la cuenta de correo, estarían protegidos bajo el principio de inviolabilidad de las comunicaciones, salvo excepciones prescritas por ley. El ámbito laboral no ha sido ajeno a los cambios en los medios de comunicación, y muchas empresas sean privadas o estatales, han tenido que adoptar nuevas herramientas tecnologías que faciliten el desarrollo de sus actividades, pero apéndice a estos cambios, se han tenido que implementar previsiones necesarias, con el objeto de que estos se den en armonía con el orden jurídico y principalmente en garantía de los derechos fundamentales, como esfera de tutela hegemónica. Es dentro de este contexto donde se presentan excepciones a la inviolabilidad de las comunicaciones. 37 Naturaleza El e-mail, puede ser privado o laboral, dependiendo de quién sea el propietario de la cuenta. Se dice que es privado, cuando el usuario en forma directa posee una cuenta proporcionado por algún proveedor de servicios, sea esta en forma gratuita o mediante un pago, pero en ambos casos queda supeditado a las normas de seguridad y de uso de la cuenta que aceptan en el momento de realizar la suscripción, este correo es de uso estrictamente personal y por ende está protegido como una correspondencia inviolable, no pudiendo en principio establecerse ningún tipo de excepción, lo que significa que no puede ser manipulado, interceptado, intervenido o alterado de alguna forma si no se posee una autorización por parte del receptor u orden judicial, pues está protegido su intimidad como derecho fundamental. El correo electrónico y la jurisprudencia La jurisprudencia nacional, ha otorgado valor probatorio a los correos electrónicos, por ser considerados documentos, al respecto la Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia, confirmo el despido de una trabajadora, después que admitió haber utilizado el e-mail laboral para revelar información de la empresa para la que trabaja. (Resolución 2003-00744). Los funcionarios públicos, por la labor que desempeñan están mayormente obligados a guardar y respetar el deber de diligencia y sana administración, protegiendo la información sensible. Empresas extranjeras y nacionales han despedido empleados por utilizar cuentas de correo electrónico laborales el Tribunal Superior de Catalunya dictaminó procedente un despido de un trabajador que en horas laborales utilizaba el correo electrónico para la distribución de mensajes ajenos a la actividad de la empresa; el 38 mismo Tribunal declaró procedente el despido de un trabajador que en horas laborales jugaba al Solitario en su ordenador. (citado por Castro Bonilla). La Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, mediante resolución 2003-00797 confirmo el despido de una trabajadora, por haber hecho al considerar falta grave a las obligaciones contractuales, uso del correo electrónico laboral para enviar chistes soeces y vulgares, considerando su actuar era falta grave a los deberes morales y éticos. En conclusión podemos señalar que si bien el correo electrónico, es semejante al correo tradicional y por ello conlleva igual protección de inviolabilidad de correspondencia, como derecho fundamental constitucional, esta inviolabilidad no es absoluta en el ámbito nacional, sino que se ve vulnerada tratándose de correos electrónicos laborales, al otorgarle al patrono la facultad de fiscalizar y revisar tanto los correos electrónicos recibidos como enviados por sus trabajadores, y así poder evitar que las herramientas electrónicas laborales, sean utilizadas en beneficio personal, sin embargo esta vulnerabilidad de inviolabilidad a mi criterio no se da el hecho que el patrono suministre dicha herramienta, sino por el hecho de que este al ser el dueño de la cuenta de correo, aporta su nombre de dominio, y todo correo que salga de dicha cuenta será identificado como parte de él, pudiendo la imagen del mismo verse afectada por el tipo de correo que se envíe, o más aún que la información de la empresa queda expuesta, lo que se protege el la imagen de la empresa, tómese en cuenta que no sucede lo mismo con los teléfonos, donde no se identifica en forma directa al dueño de la línea telefónica, o en el caso de las cartas tradicionales, donde si bien se identifica el remitente y el destinatario, no así el mensaje como tal. Sin embargo es importante y necesario tener presente que para que ese control se pueda ejercer por parte del patrono, este debe haber informado previamente al trabajador que el correo electrónico laboral, es solo para fines de trabajo y que se 39 prohíbe el uso personal del mismo, caso contrario, no se podría ejercer ningún tipo de intervención, ya que esta seria arbitraria y consecuentemente ilegal. 40 MARCO LEGAL EN QUE SE DESARROLLAN ESTAS GARANTIAS Puede decirse que las garantías individuales son “derechos públicos subjetivos consignados a favor de todo habitante de la República que dan a sus titulares la potestad de exigirlos jurídicamente a través de la verdadera garantía de los derechos públicos fundamentales del hombre que la Constitución Política ampara. En efecto, las garantías individuales suponen una relación jurídica de supra a subordinación que se produce entre los gobernados y las autoridades estatales. Los derechos y garantías individuales de los costarricenses están consagrados en el Título IV, Capítulo Único de la Constitución de 7 de noviembre de 1949 (artículos 20 a 49). 1.- La libertades individuales abarcan cuatro aspectos: Las libertades de la persona física, las libertades individuales de ejercicio colectivo, la libertad de pensamiento y los derechos y libertades económicas. Las Libertades de las Personas Físicas: Podemos ubicar las libertades básicas que garantizan una esfera mínima de autodeterminación del individuo; aquellas que le reservan un campo de acción sin interferencia por parte de terceros o del Estado. La Libertad Física y la Prohibición de la Esclavitud La libertad física aparece en nuestra Constitución como la garantía primaria de todo ser humano. En realidad, el reconocimiento del individuo dotado de una esfera de autodeterminación es el presupuesto de toda la construcción dogmática de los derechos humanos. De ésta deriva el resto de libertades. No es casual entonces que el artículo 20 de la Constitución encabece el Capítulo de Garantías individuales, en los siguientes términos: 41 "Todo hombre es libre en la República; no puede ser esclavo el que se halle bajo la protección de las leyes" La Inviolabilidad de la Vida Humana El artículo 21 de la Constitución consagra la inviolabilidad de la vida humana. Este precepto involucra tanto la inadmisión de la pena de muerte, como toda forma de afectación de la vida y la salud de los habitantes de la República, provenientes de sujetos públicos o privados. La Libertad de Tránsito La libertad de tránsito está garantizada por el artículo 22 de la Constitución, en los términos siguientes: "Todo costarricense puede trasladarse y permanecer en cualquier punto de la República o fuera de ella, siempre que se encuentre libre de responsabilidad, y volver cuando le convenga. No se podrá exigir a los costarricense requisitos que impidan su ingreso al país". Como complemento a la libertad de tránsito tradicional, la Constitución consagra, en su artículo 32, la prohibición de obligar a un costarricense a dejar el territorio nacional. La Seguridad Individual En este campo, la Constitución contiene una gran cantidad de disposiciones, dentro de las cuales destacamos: la igualdad ante la ley (artículo 33), la no retroactividad de la ley (artículo 34), el principio del juez natural (artículo 35), las condiciones para la detención de los individuos (artículo 37), prohibición de la prisión por deudas (artículo 38), los principios de inocencia, legalidad penal y de debido proceso (artículo 39), el principio de acceso a la tutela judicial (artículo 41), la limitación de la prisión preventiva (artículo 44), la garantía del control de 42 legalidad de la actividad administrativa (artículo 49) y, por supuesto, la existencia de medios reforzados de protección de los derechos fundamentales (artículo 48). El Derecho a la Intimidad En lo que respecta a este derecho, la Constitución contiene tres disposiciones: la libertad del domicilio, reconocida por el artículo 22, la inviolabilidad del domicilio: consagrada por el artículo 23 de la Constitución y la inviolabilidad de las comunicaciones, consagrada por el artículo 24 de la Constitución. 2.- Las libertades individuales de ejercicio colectivo. Bajo esta categoría clasificamos las libertades que se ejercen, en forma colectiva, o ante otras instancias. Pertenecen a este grupo: La Libertad de Asociación El artículo 25 de la Carta fundamental proclama: "Los habitantes de la República tienen derecho de asociarse para fines lícitos. Nadie podrá ser obligado a formar parte de asociación alguna". El núcleo esencial de esta libertad implica tanto la posibilidad de integrarse a toda forma de figura asociativa como la prohibición de exigir la pertenencia a alguna de esas entidades. La Libertad de Reunión Está garantizada por el artículo 26 de la Constitución, según el cual todos tienen el derecho de reunirse pacíficamente y sin armas, con el propósito, sea de ocuparse de negocios privados, sea de discutir asuntos públicos y examinar la conducta pública de los funcionarios. Las reuniones en locales privados no necesitan autorización previa. Las que se realicen en lugares públicos son reglamentadas por la Ley. 43 La Libertad de Petición Individual o colectiva, dirigida a funcionarios públicos u organismos oficiales, y el derecho a obtener una decisión, son reconocidos por el artículo 27 de la Constitución. La Libertad de Acceso a la Información de los Departamentos Administrativos Con fines de información sobre los asuntos de interés público, aparece consagrada por el artículo 30 del Texto fundamental. 3.- La libertad de pensamiento. Las manifestaciones tradicionales de la libertad de pensamiento están reconocidas expresamente por la Constitución Política: La Libertad de Opinión Implica que nadie puede ser inquietado o perseguido por la manifestación de sus opiniones políticas, ni por actos que no sean contrarios a la ley. Las acciones privadas que no dañen la moral o el orden públicos, o que no causen perjuicio a terceros, permanecen fuera del alcance de la ley. La única restricción concierne a los miembros del clero que no podrán realizar ninguna actividad de propaganda política invocando motivos religiosos o valiéndose de creencias de tal tipo (artículo 28). La Libertad de Prensa De acuerdo con la cual todos pueden comunicar su pensamiento de palabra o por escrito y publicarlos sin previa censura; pero serán responsables de los abusos que cometan en el ejercicio de este derecho, en los casos y del modo que establezca la ley (artículo 29). 44 La Libertad de Enseñanza Garantizada por el artículo 79 de la Constitución, implica tanto el derecho a escoger libremente la educación que se desea recibir y el derecho a enseñar. La Libertad Religiosa Reconocida por el artículo 75 de la Constitución. 4.- Los derechos y libertades económicas. Los derechos y libertades económicas están ubicados dentro del capítulo de derechos individuales: El derecho de propiedad. Consagrado en el artículo 45 de la Constitución. La libertad de comercio e industria. Garantizada por el artículo 46 de la Constitución. Los derechos de autor. Consagrados por el artículo 47 de la Constitución Condición no suficiente pero sí imprescindible para la vigencia efectiva de las libertades públicas, en todo sistema jurídico, es su consagración por parte del derecho positivo. El grado máximo de reconocimiento jurídico se presenta cuando estas libertades aparecen expresamente consagradas por el texto jurídico de mayor rango, la Constitución. 45 DERECHOS DE SEGUNDA GENERACIÓN DERECHOS Y GARANTIAS SOCIALES Artículo 50.- El Estado procurará el mayor bienestar a todos los habitantes del país, organizando y estimulando la producción y el más adecuado reparto de la riqueza. Toda persona tiene derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado. Por ello, está legitimada para denunciar los actos que infrinjan ese derecho y para reclamar la reparación del daño causado. El Estado garantizará, defenderá y preservará ese derecho. La ley determinará las responsabilidades y las sanciones correspondientes. (Así reformado por Ley No. 7412 del 3 de junio de 1994) Artículo 51.- La familia, como elemento natural y fundamento de la sociedad, tiene derecho a la protección especial del Estado. Igualmente tendrán derecho a esa protección la madre, el niño, el anciano y el enfermo desvalido. Artículo 52.- El matrimonio es la base esencial de la familia y descansa en la igualdad de derechos de los cónyuges. Artículo 53.- Los padres tienen con sus hijos habidos fuera del matrimonio las mismas obligaciones que con los nacidos en él. Toda persona tiene derecho a saber quiénes son sus padres, conforme a la ley. Artículo 54.- Se prohíbe toda calificación personal sobre la naturaleza de la filiación. Artículo 55.- La protección especial de la madre y del menor estará a cargo de una institución autónoma denominada Patronato Nacional de la Infancia, con la colaboración de las otras instituciones del Estado. 46 Abordaremos este punto en tres partes: el reconocimiento de la libertad de trabajo y del derecho al trabajo; los derechos concernientes a las condiciones de trabajo y las libertades sindicales. El reconocimiento de la libertad de trabajo y el derecho al trabajo. El artículo 56 in fine de la Constitución establece expresamente que el Estado garantiza el derecho de escoger libremente el trabajo. El derecho al trabajo, reconocido expresamente por el artículo 56. Las condiciones de trabajo. Las principales disposiciones constitucionales en ese campo son las relativas al salario mínimo (artículo 57); la limitación de la jornada de trabajo (artículo 59); el derecho a vacaciones pagadas y al descanso (artículo 59); el derecho a las indemnizaciones por despido (artículo 63); las medidas de seguridad e higiene laborales (artículo 66); el derecho a la seguridad social (artículo 73). Las libertades sindicales. La Constitución consagra las tres libertades sindicales básicas: La libertad de sindicalización. Este derecho es reconocido a los trabajadores y a los patronos con el fin exclusivo de obtener y conservar las ventajas económicas, sociales o profesionales (artículo 60). El derecho de huelga se encuentra reconocido en el artículo 61 de la Constitución. Se excluye expresamente del alcance de este derecho, la huelga en los servicios públicos, de acuerdo con la regulación que efectúe la ley. El derecho de negociación colectiva. La Constitución establece expresamente que las convenciones colectivas concluidas conforme a la ley entre los patrones y los sindicatos obreros tienen fuerza de ley (artículo 62). 47 Artículo 73.- Se establecen los seguros sociales en beneficio de los trabajadores manuales e intelectuales, regulados por el sistema de contribución forzosa del Estado, patronos y trabajadores, a fin de proteger a éstos contra los riesgos de enfermedad, invalidez, maternidad, vejez, muerte y demás contingencias que la ley determine. La administración y el gobierno de los seguros sociales estarán a cargo de una institución autónoma, denominada Caja Costarricense de Seguro Social. No podrán ser transferidos ni empleados en finalidades distintas a las que motivaron su creación, los fondos y las reservas de los seguros sociales. Los seguros contra riesgos profesionales serán de exclusiva cuenta de los patronos y se regirán por disposiciones especiales. 48 DERECHOS DE PRIMERA GENERACIÓN LOS DERECHOS Y LIBERTADES POLÍTICAS La palabra política proviene del vocablo griego polis, las ciudades-estados griegas independientes, en donde surgió la democracia directa, en una de ellas: Atenas. En esta democracia ateniense del siglo VI a. C. solo participaba en los asuntos gubernamentales, los ciudadanos atenienses, varones y libres. En el mundo antiguo la participación política era restringida, aunque Atenas era un ejemplo, en un contexto dominado por las monarquías teocráticas (reyes que se creían dioses) acentuándose en los restantes períodos históricos, esa tendencia a la proscripción de las personas de la vida política, con el fortalecimiento del poder de los señores feudales en la Edad Media, y las monarquías absolutas de la Edad Moderna. En las sociedades democráticas, las personas que conforman un estado, en su calidad de ciudadanos depositarios de la soberanía, tienen la facultad de intervenir en los actos de gobierno, ya sea por sí mismos, sufragando, constituyendo partidos políticos, o contestando consultas populares, o presentando proyectos de ley (iniciativa popular) o postulándose como candidatos a las funciones públicas, a través de partidos políticos, o actuando en general, por medio de sus representantes. Dentro de la clasificación de los derechos, los políticos, no son inherentes a todas las personas, como los derechos civiles, sino que les corresponden a los ciudadanos nativos o por opción y a los naturalizados, pero no a los extranjeros (en Argentina pueden participar en elecciones municipales). Se debe contar al menos con 18 años de edad. La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) establece el derecho de toda persona a participar por sí misma o por sus representantes, elegidos democráticamente, en el gobierno de su país. Todos pueden acceder en condiciones de igualdad a las funciones públicas, siendo la voluntad popular la base de la autoridad de los poderes del estado. Los mismos principios se reiteran 49 en el artículo 25 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966) y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica, donde se agrega que solo reglamentariamente puede restringirse el goce de los derechos políticos por razones de edad, de nacionalidad, de idioma, de residencia, de condena, por incapacidad mental o civil, instrucción, o por juez que lo determine en causa penal. Los derechos y libertades políticas. La organización de los derechos y libertades políticas la podemos clasificar en tres categorías: el derecho de voto, el derecho de formación de partidos políticos y la eligibilidad. El derecho de voto. La ciudadanía está considerada como el conjunto de derechos y deberes políticos que corresponden a los costarricenses mayores de dieciocho años (artículo 90 de la Constitución) y el sufragio está definido como una función cívica esencial y obligatoria, ejercida ante las Juntas Electorales en escrutinio directo y secreto, por los ciudadanos inscritos en el Registro Civil (artículo 93 de la Constitución). El derecho de constituir partidos políticos. Esta libertad política está regulada en los siguientes términos: "Artículo 98. Todos los ciudadanos tienen derecho a agruparse en partidos, para intervenir en la política nacional, siempre que éstos se comprometan en sus programas a respetar el orden constitucional de la República" La eligibilidad. Las condiciones de eligibilidad son establecidas por la Constitución y por el Código Electoral. Estas varían según que se trate del cargo de Presidente (artículo 131) o de diputado (artículo 108). El contenido esencial de la elegibilidad solo puede ser limitado por normas de rango constitucional. 50 DERECHOS Y LIBERTADES POLITICAS La libertad política es el derecho, o la capacidad y habilidad, de la libre determinación, como expresión de la voluntad del individuo, concerniente a qué tipo de organización social desea tener, desarrollar o a cuál pertenecer. Está definida por el liberalismo como la capacidad de actuar sin restricciones del gobierno; y por el socialismo como la capacidad de tener acceso a determinados recursos por parte del gobierno sin limitación social. Los derechos civiles y políticos son una clase de derechos que protegen las libertades individuales de la infracción injustificada de los gobiernos y organizaciones privadas, y garantizar la capacidad para participar en la vida civil y política del Estado sin discriminación o represión. Los derechos civiles incluyen la garantía de la integridad física de las personas y su seguridad, la protección contra la discriminación por motivos de discapacidad física o mental, género, religión, raza, origen nacional, edad u orientación sexual; y los derechos individuales como la libertad intelectual y conciencia, de expresión, de culto o religión, de prensa, y de circulación. Los derechos políticos incluyen la justicia natural (la equidad procesal) en la ley, tales como los derechos de los acusados, incluido el derecho a un juicio justo, el debido proceso, el derecho a obtener una reparación o un recurso legal, y los derechos de participación de la sociedad civil y la política tales como la libertad de asociación, el derecho de reunión, el derecho de petición, y el sufragio. Los derechos civiles y políticos constituyen la primera porción de la Declaración Universal de Derechos Humanos (así como los derechos económicos, sociales y culturales comprenden la segunda parte). La teoría de las tres generaciones de derechos humanos considera a este grupo de derechos como los "derechos de primera generación", y la teoría de los derechos negativos y positivos considera, en general, como derechos negativos. 51 Análisis Los derechos civiles son las protecciones y privilegios de los poderes personales dados a todos los ciudadanos por la ley. Los derechos civiles se distinguen de los "derechos humanos" o de los "derechos naturales".[cita requerida] Los derechos civiles son derechos que son concedidos por naciones dentro de sus límites territoriales, mientras que los derechos naturales o los derechos humanos son derechos que muchos expertos afirman que los individuos tienen simplemente por nacer.[cita requerida] Por ejemplo, el filósofo John Locke (1632-1704) sostuvo que los derechos naturales de la vida, la libertad y la propiedad debían ser convertidos en derechos civiles y protegerse por el Estado soberano como aspecto del contrato social. Otros han expuesto que la gente adquiere los derechos como regalo inalienable de la deidad o a la vez de la naturaleza antes de que los gobiernos fueran formados. Las leyes, garantizan los derechos patrióticos de las personas que se encaran en los derechos civiles pueden estar puestas por escrito, derivadas de costumbres o implícitas. En los Estados Unidos y la mayoría de países continentales europeos, las leyes de los derechos civiles están en su mayoría escritas. Ejemplos de derechos civiles y libertades incluyen el derecho a una indemnización si uno es lesionado por otro, el derecho a la privacidad, el derecho a protestar pacíficamente, el derecho a una investigación y juicio justo si se es sospechoso de un crimen, y derechos constitucionales más generales como el derecho de voto, el derecho a la libertad personal, el derecho a la libertad de movimiento y el derecho de protección igualitaria. A medida que las civilizaciones surgieron y se formalizaron a través de constituciones escritas, algunos de los derechos civiles más importantes fueron otorgados a los ciudadanos. Cuando estos derechos se encontraron más tarde insuficientes, surgieron movimientos por los derechos civiles como el vehículo para reivindicar más protección igualitaria para todos los ciudadanos y apoyar nuevas leyes para restringir el efecto de las discriminaciones actuales. El Derecho Civil es sinónimo de Derecho Privado. El Derecho Civil constituye la parte fundamental del Derecho Privado que comprende las normas 52 relativas al estado y capacidad de las personas, a la familia, al patrimonio, a las obligaciones y contratos y a la transmisión de los bienes, regulando las relaciones privadas de los individuos entre sí. De forma que el Derecho Civil forma parte del Derecho Objetivo, Positivo y Sustantivo. Los derechos civiles, se suponen que no sean violentados bajo ninguna circunstancia, ya que son tan importantes como los derechos humanos. Libertades Cívicas El concepto de la libertad política está estrechamente vinculado con los conceptos de las libertades cívicas o civiles y los derechos individuales, incluidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que, sin embargo, no han llegado a ser universales. Las libertades cívicas pueden considerarse como la capacidad de realizar diferentes actos de trascendencia pública sin impedimento estatal, y gozando para su disfrute de la protección del mismo Estado. Entre éstas podemos destacar: Libertad de asociación: La libertad de asociación o derecho de asociación es un derecho humano que consiste en la facultad de unirse y formar grupos, asociaciones u organizaciones con objetivos lícitos, así como retirarse de las mismas. La libertad o el derecho de asociación suponen la libre disponibilidad de los individuos para constituir formalmente agrupaciones permanentes o personas jurídicas encaminadas a la consecución de fines específicos. Es una de las prolongaciones de las libertades de pensamiento, expresión y reunión, y una antesala de los derechos de participación, en la medida en que la participación política se canaliza preferentemente a través de formas específicas de asociaciones, entre las que los partidos políticos que ocupan un lugar señalado. Es considerado al igual que el derecho de reunión un derecho humano de primera generación. Siempre y cuando se use este derecho de manera pacífica y para 53 cualquier objeto lícito, según la ley estará permitido a cualquier persona, nacional o extranjero, pero en cuanto a los asuntos políticos internos del país solo los ciudadanos (nacionales y nacionalizados) pueden tomar cartas en asuntos políticos por esta vía, quedando pues a extranjeros limitado este derecho. Claro está, quedan totalmente prohibidas las reuniones armadas y aquellas que de una u otra manera quieran presionar con violencia a alguna autoridad judicial, para que resuelva a su favor. Libertad religiosa: La libertad de culto o libertad religiosa es un derecho fundamental que se refiere a la opción de cada ser humano de elegir libremente su religión, de no elegir ninguna (irreligión), o de no creer o validar la existencia de un Dios (ateísmo y agnosticismo) y poder ejercer dicha creencia públicamente, sin ser víctima de opresión, discriminación o intento de cambiarla. Este concepto va más allá de la simple tolerancia religiosa que permite, como una concesión graciable, el ejercicio de religiones distintas a la oficial, en situaciones de confesionalidad del Estado propias del Antiguo Régimen. En las democracias modernas generalmente el Estado garantiza la libertad religiosa a todos sus ciudadanos, pero en la práctica la elección del credo está dada generalmente por costumbres familiares y sociales, asociándose frecuentemente ciertas sociedades a ciertas religiones. Además las situaciones de discriminación religiosa o intolerancia religiosa siguen siendo muy frecuentes en distintas partes del mundo, registrándose casos de intolerancia, preferencia de una religión por sobre otras y persecución a ciertos credos. La libertad religiosa es reconocida por el derecho internacional en varios documentos como el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; el art. 27 de este mismo Pacto garantiza a las minorías religiosas el derecho a confesar y practicar su religión. De la misma forma lo hace la Convención de los Derechos del Niño, en su art. 14, y el artículo 9 de la Convención Europea de Derechos Humanos. 54 La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en el citado artículo 18, indica: Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia. Libertad de circulación: La libertad de circulación, también enunciado como libertad de movimiento, es el derecho de toda persona a moverse libremente por el mundo, ya sea dentro de un país o de un país a otro. Está reconocido parcialmente en el artículo 13º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Libertad de enseñanza: La libertad académica o libertad de cátedra es: "La libertad de enseñar y debatir sin verse limitado por doctrinas instituidas, la libertad de llevar a cabo investigaciones y difundir y publicar los resultados de las mismas, la libertad de expresar libremente la propia opinión sobre la institución o el sistema en el que se trabaja, la libertad ante la censura institucional y la libertad de participar en órganos profesionales u organizaciones académicas representativas. Todo el personal docente de la enseñanza superior deberá poder ejercer sus funciones sin sufrir discriminación alguna y sin temor a represión por parte del Estado o de cualquier otra instancia" Libertad de empresa: Libre empresa es el término con el que se designa al concepto de empresa en la economía de mercado propia del sistema económico capitalista, y que se sustenta en la ética racionalista de la libertad individual. Según la teoría económica liberal es un concepto esencial para el teórico funcionamiento sin restricciones de un mercado libre de competencia perfecta, sin monopolios coercitivos ni distorsiones debidas al intervencionismo del Estado (quinto poder). Con el nombre de libertad de empresa se designa también 55 habitualmente al concepto de libertad económica, con rango constitucional en muchos países. Libertad de expresión: La libertad de expresión es un derecho fundamental o un derecho humano, señalado en el artículo 19º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, y las constituciones de los sistemas democráticos, también lo señalan. De ella deriva la libertad de imprenta también llamada libertad de prensa. El derecho a la libertad de expresión es definido como un medio para la libre difusión de las ideas. Libertad de reunión: El derecho de reunión es la libertad pública individual que faculta a un grupo de personas a concurrir temporalmente en un mismo lugar, pacíficamente y sin armas, para cualquier finalidad lícita y conforme a la ley. Se considera una libertad política y un derecho humano de primera generación. Es el reconocimiento del pluralismo político y de la libertad de expresar las propias opiniones, aparejado al reconocimiento del derecho a transmitir a otros tales opiniones, escuchar las ajenas y a obrar en consecuencia. La conflictividad del ejercicio del derecho de reunión surge cuando ésta se celebra en lugares abiertos al público y, más precisamente, cuando se desarrolla en la vía pública, en lo comúnmente conocido como manifestación. En algunos países, la autoridad gubernativa puede prohibir la reunión en caso de alteración al orden público o se ponga en peligro personas o bienes, ya que en países de Latinoamérica no existen leyes especiales que prohíban o limiten este derecho. Libertad de pensamiento: La libertad intelectual se refiere a la capacidad de manifestar y disfrutar de cualquier idea, opinión o pensamiento sin limitaciones externas. Libertad de usufructo de la propiedad: Propiedad privada son los derechos de las personas y empresas de obtener, poseer, controlar, emplear, disponer de, y dejar 56 en herencia tierra, capital, cosas y otras formas de propiedad. La propiedad privada se diferencia de la propiedad pública, en que esta última se refiere a bienes propiedad del Estado, comunidad o gobierno y no de individuos o entidades empresarias. El concepto de propiedad ha ido sufriendo modificaciones a lo largo de la historia. A fines del siglo XVIII, durante la revolución industrial, la propiedad privada surgió como la forma predominante de propiedad en el ámbito de la producción y las tierras, desplazando a la propiedad feudal, gremios, sistema de talleres de trabajo y producción artesana, que se basaban en la propiedad de las herramientas de producción por parte de trabajadores individuales o gremios de artesanos. Libertad para portar armas: El derecho a la posesión de armas consiste en el derecho de cualquier individuo a la tenencia, uso y transporte de armas, con fines defensivos, deportivos y cinegéticos (como medio de supervivencia o deporte), sin perjuicio de otras actividades legales que pudieran realizarse con las mismas. Este derecho suele estar asociado con Estados Unidos de América, donde, con pocas limitaciones por la ley, está plenamente reconocido. Pero en realidad sus orígenes son más antiguos y su interpretación original distinta a la actual. Libertad sexual: La libertad sexual es el derecho a la libertad de elección sexual del individuo. La libertad sexual es la facultad de la persona para auto determinarse en el ámbito de su sexualidad, sin más limitaciones que el respeto a la libertad ajena, facultad que se expande hasta utilizar el propio cuerpo a voluntad, seguir en cada momento una u otra tendencia sexual, hacer y aceptar las propuestas que se prefieran, así como rechazar las no deseadas. 57 Libertad de procreación Libertad de imprenta: La libertad de prensa es la existencia de garantías con las que los ciudadanos tengan el derecho de organizarse para la edición de medios de comunicación cuyos contenidos no estén controlados ni censurados por los poderes del Estado. Libertad de Cátedra: La libertad de cátedra es uno de los derechos incluidos dentro del derecho humano o fundamental de Libertad académica. Es el derecho a ejercer la docencia, en el ámbito de la Educación Superior, con absoluta libertad, es decir, es "la libertad de enseñar y debatir sin verse limitado por doctrinas instituidas". La libertad académica, sin embargo, es un concepto mucho más amplio que la libertad de cátedra. Incluye, por ejemplo, la libertad de llevar a cabo investigaciones y difundir y publicar los resultados de las mismas, la libertad de expresar libremente su opinión sobre la institución o el sistema en que trabaja, la libertad ante la censura institucional y la libertad de participar en órganos profesionales u organizaciones académicas representativas. 58 LOS DERECHOS DE TERCERA GENERACIÓN Los derechos de tercera generación, son también conocidos como los derechos de los pueblos, colectivos o solidarios, surgen en la década de los 70s, comenzaron a gestarse a partir de la Segunda Guerra Mundial, o sea, en la segunda mitad del siglo XX. Son los que menos énfasis jurídico y por tanto, respaldo real tienen en la práctica para ser exigibles. Estos derechos son colectivos, ya que su resolución afecta a conjuntos específicos de la sociedad (o en algunos casos, a toda la humanidad), por lo cual llevan intrínsecamente el valor de la co-responsabilidad. Bajo este nombre tan genérico se han ubicado nuevos derechos no clasificables en las categorías tradicionales, los cuales trascienden en muchas ocasiones los límites geográficos de los países y adquieren dimensiones internacionales. Muchos de estos derechos no pueden ser concebidos, y mucho menos protegidos, sin la interacción entre las naciones. Sin que haya total consenso sobre ello, podemos citar dentro de esta categoría, los siguientes: Los derechos de la solidaridad, son entre otros: Derecho al desarrollo Derecho a las comunicaciones La protección de los derechos de los consumidores Derecho a la paz Derecho a la nacionalidad Derecho a la información Derecho a la libre determinación Y probablemente el que más extensión ha alcanzado en los últimos años, el derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado. 59 De estos, el derecho a la nacionalidad tiene amplia cabida en el texto constitucional (artículos 13 a 17), aunque no aparece contemplado como un derecho fundamental, precisamente por su reciente consideración internacional con tal rango. Diversos instrumentos internacionales vigentes en Costa Rica se ocupan de reforzar este derecho. La protección de los derechos de los consumidores, tiene asidero constitucional luego de la reforma a los artículos 24 y 46 del Texto fundamental. Los derechos que componen esta generación han ido evolucionando gradualmente por temas concretos, al interconectarse con otros derechos principalmente. Por ejemplo, el derecho al desarrollo no surge como tal, sino como producto de la discusión en las diversas cumbres sobre el desarrollo social y el desarrollo sostenible. De esta forma, poco a poco se han ido sentando las bases para consolidarse como Derecho constituido. Por su parte, con la reforma al artículo 50 de la Constitución Política operada en junio de 1994, el derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado adquirió en Costa Rica rango de derecho constitucional. A pesar de que anteriormente la Sala Constitucional se había encargado de establecer jurisprudencialmente dicho derecho, su proclamación con rango constitucional significa un avance significativo en este campo. Son múltiples los instrumentos de derecho internacional en esta materia que complementan la disposición constitucional. El sujeto protegido ya no es el individuo en sí mismo, como en los de primera generación, o por su rol social, como en los de segunda generación, sino por integrar un pueblo, una nación, o ser parte de toda la humanidad. Se toma en cuenta a las personas, como integrantes de una comunidad con conciencia de identidad colectiva. La Segunda Guerra Mundial había dejado un sabor amargo de muerte y destrucción, y el mundo se propuso no volver a sufrir calamidad semejante. Sin embargo, el riesgo subsistía con la conformación de dos bloques política y 60 económicamente antagónicos: el capitalista, bajo el liderazgo de Estados Unidos, y el comunista, bajo la influencia de la Unión Soviética. Estos bloques se estaban armando con armas nucleares, poniendo en peligro la existencia misma de la Tierra. Por eso surgió la necesidad de postular el derecho a la paz. Paralelamente, el desarrollo fabril y tecnológico, sumado a la explotación desmedida e irracional de los recursos, generó drásticas consecuencias ambientales, poniendo en riesgo a la humanidad presente y futura. El derecho a un ambiente sano surgió en este contexto para defender el hábitat sin el cual ningún derecho podría ser ejercido, ya que significaría al igual que lo expresado con el uso de armas químicas, la desaparición de nuestro planeta. Otros derechos de tercera generación son: El respeto a las minorías étnicas, como los aborígenes que bregan por el reconocimiento de su cultura. El derecho a la identidad, perdido por muchos niños secuestrados por las dictaduras militares, y entregados a familias en adopción, quienes los inscribieron como propios. Los derechos del consumidor (el grupo económico con mayoría en el mercado) desprotegido ante el avance de grandes empresas y de la tecnología, que los hacen suscribir contratos de adhesión, o sea fijando unilateralmente las pautas, como cuando uno compra un teléfono celular y se adhiere sin poder modificar las condiciones de compra-venta, o cuando se compra algún producto alimenticio dañino para la salud, por contener elementos transgénicos o hallarse en mal estado. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales que adoptó la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1966 aceptó el derecho a la libre determinación de los pueblos a su política y su desarrollo, disponiendo en forma libre de sus recursos, estableciendo la cooperación económica internacional. 61 El 4 de julio de 1976 la ONU dictó la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos, donde consagró el derecho de los pueblos a existir, a auto determinarse, a liberarse de toda dominación extranjera, a poseer un régimen democrático, una identidad nacional y cultural, a conservar la posesión de su territorio en paz, y gozar de sus recursos, de hablar su propia lengua, y los integrantes de un pueblo, a no ser expulsados, torturados, perseguidos o deportados, por su identidad nacional o cultural. Cada estado ha ido incorporando a sus constituciones, paulatinamente, durante los siglos XX y XXI, esos derechos. Algunos autores, como Hartney, sostienen que el derecho debe proteger al individuo y no a ciertos grupos con sus particulares intereses, y que bastaría con que cada uno luchara por sus derechos, para que se lograra, con la suma de los derechos individuales, la protección de los derechos colectivos. Otros autores, como Joseph Raz, sostienen que es necesario el reconocimiento de derechos colectivos, pues ningún individuo podría alegarlos por sí solo, por pertenecer al conjunto comunitario. En las tres últimas décadas ha tomado auge una nueva categoría, de fronteras muy amplias, y también imprecisas, denominada derechos humanos de la tercera generación. Bajo este nombre tan genérico se han ubicado nuevos derechos no clasificables en las categorías tradicionales, los cuales trascienden en muchas ocasiones los límites geográficos de los países y adquieren dimensiones internacionales. Muchos de estos derechos no pueden ser concebidos, y mucho menos protegidos, sin la interacción entre las naciones. Sin que haya total consenso sobre ello, podemos también citar dentro de esta categoría, los siguientes: Derecho al desarrollo que permita una vida digna Derecho a las comunicaciones Derecho a la protección de los derechos de los consumidores Derecho a la paz 62 Derecho a la nacionalidad Y probablemente el que más extensión ha alcanzado en los últimos años… Derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado. Derecho a la autodeterminación Derecho a la independencia económica y política Derecho a la identidad nacional y cultural Derecho a la coexistencia pacífica Derecho al entendimiento y confianza La cooperación internacional y regional La justicia internacional El uso de los avances de las ciencias y la tecnología La solución de los problemas alimenticios, demográficos, educativos y ecológicos El patrimonio común de la humanidad De estos, el derecho a la nacionalidad tiene amplia cabida en el texto constitucional (artículos 13 a 17), aunque no aparece contemplado como un derecho fundamental, precisamente por su reciente consideración internacional con tal rango. Diversos instrumentos internacionales vigentes en Costa Rica se ocupan de reforzar este derecho. La protección de los derechos de los consumidores, tiene asidero constitucional luego de la reforma a los artículos 24 y 46 del Texto fundamental. Por su parte, con la reforma al artículo 50 de la Constitución Política operada en junio de 1994, el derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado adquirió en Costa Rica rango de derecho constitucional. A pesar de que anteriormente la Sala Constitucional se había encargado de establecer jurisprudencialmente dicho derecho, su proclamación con rango constitucional significa un avance significativo en este campo. Son múltiples los instrumentos de 63 derecho internacional en esta materia que complementan la disposición constitucional. El primer párrafo del artículo 7 de la Constitución dispone que “Los tratados públicos, los convenios internacionales y los concordatos, debidamente aprobados por la Asamblea Legislativa, tendrán desde su promulgación o desde el día que ellos designen, autoridad superior a las leyes. Los tratados públicos y los convenios internacionales referentes a la integridad territorial o la organización política del país, requerirán aprobación de la Asamblea Legislativa, por votación no menor de las tres cuartas partes de la totalidad de sus miembros, y la de los dos tercios de los miembros de una Asamblea Constituyente, convocada al efecto”. Corresponde al Presidente, conjuntamente con los ministros respectivos, concluir los acuerdos, tratados públicos y concordatos, promulgarlos y aplicarlos luego de su aprobación por la Asamblea Legislativa o eventualmente una Asamblea Constituyente, cuando la Constitución exija tal aprobación (artículo 140, párrafo 10 y segundo párrafo del artículo 7 de la Constitución antes mencionado). El proyecto de aprobación del tratado o de la convención por parte de la Asamblea Legislativa debe ser objeto de dos debates en días no consecutivos. La aprobación de la mayoría de diputados presentes es necesaria. El proyecto debe ser sancionado por el Poder Ejecutivo y publicado en el Diario Oficial (artículo 124 de la Constitución). En lo que respecta la superioridad de las convenciones internacionales sobre las leyes, el texto constitucional no deja ninguna duda. El problema práctico que se planteaba antes de la creación de la Sala Constitucional era que la Corte Suprema de Justicia mantenía la tesis según la cual las disposiciones legislativas contrarias a las convenciones internacionales no son inconstitucionales. Según esta tesis, es a los jueces, resolviendo cada caso particular, a quienes correspondía establecer la jerarquía de las normas y hacer valer la superioridad de las convenciones. Esta interpretación dejaba en manos de la discrecionalidad de los jueces la aplicación 64 de las convenciones internacionales, lo que limitaba enormemente el alcance protector del orden internacional. La jurisprudencia de la Sala Constitucional ha venido a corregir dicha tesis, y se puede afirmar que, desde 1989, se ha restablecido el verdadero valor de los instrumentos internacionales sobre derechos humanos, tal y como con toda claridad lo estableció la reforma al artículo 48 de la Constitución Política operada en ese mismo año. Costa Rica es signataria de un gran número de instrumentos internacionales relativos a los derechos humanos. Por sus efectos y por el hecho de que está dotada de medios jurisdiccionales tendentes a su aplicabilidad, la Convención Americana de Derechos Humanos es la más importante entre ellas. La Convención Americana sobre Derechos Humanos. Esta convención fue firmada en San José de Costa Rica el 22 de noviembre de 1969 y entró en vigor el 18 de julio de 1978. Las disposiciones de esta convención que vienen a completar el bloque de libertades públicas son las siguientes: El derecho a la vida está reconocido desde el momento de la concepción (artículo 4.1) Las personas acusadas en un proceso penal deberán, desde el momento de su detención, permanecer separadas de las personas condenadas y deberán ser objeto de un tratamiento apropiado a su status de personas no condenadas (artículo 5.3). 65 Los menores sometidos al procedimiento penal serán separados de los adultos y juzgados por tribunales especializados. Serán tratados de acuerdo con su condición de menor (artículo 5.5). La finalidad de las penas privativas de libertad será la reforma y la readaptación sociales de los prisioneros (artículo 5.6). Toda persona detenida tiene derecho de ser informada de las razones de su detención, y será informada rápidamente de los cargos acumulados contra ella (artículo 7.4). Toda persona acusada de un crimen tiene derecho de ser considerada inocente hasta que sea demostrado lo contrario de conformidad con la ley. El inculpado gozará durante el procedimiento de las garantías mínimas siguientes: a) El derecho a ser asistido por un intérprete en caso necesario b) La notificación detallada de los cargos que se le imputan c) El tiempo y los medios necesarios para la preparación de la defensa d) El derecho de asegurar la propia defensa o de ser asistido por el defensor de su escogencia y comunicarse en forma libre y privada con él e) El derecho a la asistencia legal gratuita suministrada por el Estado f) El derecho a interrogar los testigos presentados al tribunal y a proponer como testigos a expertos o personas informadas de los hechos g) El derecho de apelación ante un Tribunal Superior (artículo 8.2) La aceptación de los hechos por parte del inculpado no es válida en caso de haber sido obtenida por la fuerza (artículo 8.3). En caso que una ley posterior a la comisión del delito prevea la imposición de una pena menos severa, el condenado podrá disfrutar de la reforma (artículo 9). 66 El derecho a ser indemnizado cuando se ha sido condenado en virtud de una sentencia definitiva dictada como consecuencia de un error judicial (artículo 10). El derecho de rectificación y respuesta (artículo 14). Igualdad de derechos para los hijos extramatrimoniales y los nacidos dentro del vínculo matrimonial (artículo 17.5) El derecho a un nombre (artículo 18). Otros Instrumentos internacionales sobre derechos humanos suscritos por Costa Rica En los anexos 1, 2 y 3 se detallan los instrumentos internacionales sobre derechos humanos vigentes en Costa Rica. Los hemos clasificado en tres grandes grupos: Los instrumentos de rango universal o regional y otros de rango categorial no comprendidos en los dos grupos siguientes. Los instrumentos originados en la Organización Internacional del Trabajo. Los instrumentos relacionados con el ambiente. Todos y cada uno de estos instrumentos complementan y refuerzan el núcleo básico de libertades públicas derivado de las normas y principios de la Constitución Política. Declaración sobre el Derecho al Desarrollo El derecho a la paz, implícito en la Declaración Universal en la medida que ésta era una respuesta a los horrores de la Segunda Guerra Mundial pero no recogido en su articulado. Entre otras disposiciones, en la medida que el derecho a la paz es un derecho necesariamente "transversal", que impregna las distintas actividades de las Naciones Unidas, la UNESCO aprobó, en 1999, la Declaración sobre una Cultura de Paz: 67 "Reconociendo que la paz no sólo es la ausencia de conflictos, sino que también requiere un proceso positivo, dinámico y participativo en que se promueva el diálogo y se solucionen los conflictos en un espíritu de entendimiento y cooperación mutuos," El derecho a la autodeterminación de los pueblos, tratado en la Declaración Sobre la Concesión de la Independencia a los Países y Pueblos Coloniales de 1960 e incluido en las dos Convenciones de 1966 (sobre derechos civiles y políticos y sobre derechos económicos, sociales y culturales). La sujeción de pueblos a una subyugación, dominación y explotación extranjeras constituye una denegación de los derechos humanos fundamentales, es contraria a la Carta de las Naciones Unidas y compromete la causa de la paz y de la cooperación mundial. Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación; en virtud de este derecho, determinan libremente su condición política y persiguen libremente su desarrollo económico, social y cultural." 68 CONCLUSION Los derechos humanos tal como los conocemos hoy en día se basan en los principios de igualdad, libertad y solidaridad surgidos de la revolución francesa y recogida por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Aunque todo derecho humano debe interpretarse considerando estos tres principios rectores, por motivos históricos, cada uno de ellos dio origen a un conjunto distinto de derechos. Aquellos regidos por el principio de la libertad, llamados también "derechos de primera generación", que comenzaron a ser exigidos en el siglo XVI, incluyen el derecho a la vida y la integridad física, a pensar y expresarse libremente, a participar del gobierno del propio país, a no ser detenido sin un motivo legal, a ser juzgado con garantías de imparcialidad y a tener propiedad, entre otros. Este conjunto de derechos se conoce como "derechos civiles y políticos". La "segunda generación" de derechos se refiere a los derechos económicos, sociales y culturales, tales como el derecho al empleo y al salario justo, a la vivienda, a la salud, a la educación y a la cultura. Estos derechos fueron reivindicados sobre todo por el movimiento obrero a lo largo de los últimos siglos a partir de la constatación que no se pueden ejercer los derechos civiles y políticos si no se asegura el acceso de todos a un conjunto mínimo de recursos imprescindibles. Este tipo de exigencias fue abriendo el camino a una nueva mentalidad según la cual es necesario que el estado no se limite a mantener el orden público y el cumplimiento de los contratos, sino que actúe positivamente para que los derechos de la primera generación no sean un privilegio de unos cuantos, sino una realidad para todos. Por esta razón se dice que la segunda generación constituye un conjunto de exigencias de la igualdad. 69 Los llamados "derechos de la tercera generación" indican que toda persona tiene que nacer y vivir en un ambiente que le permita el ejercicio real de todos sus derechos. La contaminación de los recursos naturales, así como todas las expresiones de violencia, incluyendo los conflictos bélicos, atentan contra esta posibilidad. Estos derechos no han sido recogidos todavía en una declaración internacional, pero en los últimos años se ha generado la conciencia de que su promoción es imprescindible si se desea alcanzar una sociedad más equitativa, para lo cual es necesario un fuerte compromiso solidario a nivel internacional. 70 BIBLIOGRAFIA Libros: Constitución política costarricense -Folletos varios Internet: http://www.cesdepu.com/revelec/art-rsv2.htm http://www.wikipedia.org/wiki/Derechos_humanos http://www.cubaencuentro.com/derechos-humanos/clasificacion-ycaracteristicas/clasificacion/derechos-de-tercera-generacion-o-derechos-delos-pueblos http://derecho.laguia2000.com/parte-general/derechos-de-tercerageneracion http://www.cesdepu.com/revelec/art-rsv2.htm http://www.cubaencuentro.com/derechos-humanos/clasificacion-ycaracteristicas/clasificacion/derechos-de-tercera-generacion-o-derechos-delos-pueblos http://www.portalsostenibilidad.upc.edu/detall_01.php?numapartat=4&id=20 5 http://www.amnistiacatalunya.org/edu/es/historia/dh-futuros.html 71