CONGRESO NACIONAL DEL BACHILLERATO COCOYOC, MORELOS, 19821 (Síntesis) El Congreso Nacional del Bachillerato fue un evento en el que el diálogo abierto constituyó el elemento principal. Las discusiones se hicieron con base en un documento preparado por una Comisión Nacional Interinstitucional integrada por la Escuela Nacional Preparatoria, el Colegio de Bachilleres, el Colegio de Ciencias y Humanidades, el Instituto Politécnico Nacional, la Subsecretaría de Educación e Investigación Tecnológicas, la Dirección General de Educación Media Superior y la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior. Este documento de trabajo dividió la problemática de estudio en seis puntos fundamentales: Concepción y objetivos generales del Bachillerato Tronco común Capacitación para el trabajo en el Bachillerato Sistemas de evaluación Programa de formación y actualización de profesores Investigación sobre la deserción escolar. Las recomendaciones y conclusiones vertidas en el Congreso fueron: 1. Se considera necesario mantener, de una manera permanente, la comunicación entre las instituciones que imparten el Bachillerato, y se auspicien nuevos estudios y reuniones para ser discutidos en forma abierta, como en el caso de esta primera confrontación de ideas. 2. El Congreso consideró que el Bachillerato constituye una fase de la educación de carácter esencialmente formativo y que debe ser integral y no únicamente propedéutica. 3. Se considera que la finalidad esencial del Bachillerato es generar en el joven el desarrollo de una primera síntesis personal y social, que le permita su acceso tanto a la educación superior como a la comprensión de su sociedad y de su tiempo, así como su posible incorporación al trabajo productivo; para ello deberá: Propiciar, por parte del bachiller, la adopción de un sistema de valores propio; La participación crítica en la cultura de su tiempo; La adquisición de los instrumentos metodológicos necesarios para su formación y su acceso al conocimiento científico; La consolidación de los distintos aspectos de su personalidad que permita desarrollar su capacidad de abstracción en términos de autoaprendizaje, y Su introducción a los aspectos aplicados a la ciencia en las instituciones que prevean la capacitación específica para el trabajo. 4. Dado que el Bachillerato podría ser la última instancia formal en la cual el estudiante tiene contacto con la cultura universal, se hará indispensable que éste transite obligatoriamente por un tronco común con objeto de que se le proporcione una cultura integral básica. 5. Los objetivos que deben alcanzarse con el tronco común deberán guardar congruencias con los propósitos de todas y cada una de las instituciones del Bachillerato. 6. De manera general, las áreas de conocimiento en las cuales se pueden agrupar los contenidos del tronco común son: Área de matemáticas Área de ciencias naturales Área de lenguaje y comunicación 1 Cfr. SEP. Congreso Nacional del Bachillerato, Cocoyoc, Morelos, 1982. Área histórico - social. 7. A partir de la concepción del Bachillerato como un ciclo que debe tener variantes institucionales, se recomienda a las instituciones que lo impartan, el establecimiento de un tronco común a todas ellas, en términos de objetivos de aprendizaje, contenidos y en cualquier asunto que favorezca la congruencia entre las instituciones de este nivel. 8. Se recomienda que al profundizar en la concepción de tronco común no se pierda de vista que el hecho de que haya diversos modelos de Bachillerato coadyuva a satisfacer la amplia gama de exigencias de la sociedad en el presente y en el futuro. 9. Con el fin de ampliar la idea de tronco común, se recomienda que se integren a la discusión sobre su concepción otras instituciones del país que imparten Bachillerato. 10. El ciclo de Bachillerato en el país está integrado por distintas instituciones que responden tanto a necesidades comunes de formación básica que deben satisfacerse a través del tronco común. 11. El perfil general del bachiller, como conjunto de expectativas determinadas por los objetivos institucionales describe al educando egresado de las diferentes instituciones de este nivel educativo. Este perfil deberá servir como un punto de partida para la planeación educativa y la formación de profesores. 12. El perfil del bachiller es un elemento fundamental para establecer congruencia entre el Bachillerato y la Educación Superior en lo referente a los prerrequisitos de ingreso a ésta. 13. Es necesario concebir al tronco común en una forma amplia que tome en cuenta seis aproximaciones interrelacionadas e indisociables que lo describen como: política educativa, proceso educativo, concepción sistémica, estrategia educativa, concepción de operación académica y concepción pedagógica. 14. El perfil del bachiller, correspondiente al tronco común, debe servir de base para determinar y organizar los recursos y los procesos académicos y para determinar y distribuir las cargas académicas. 15. El objetivo terminal del tronco común es: que el educando sea capaz de realizar una síntesis personal acerca de la naturaleza y de la cultura. 16. Es necesario que en el régimen de cargas académicas, se consideren los criterios de congruencia de las estructuras curriculares en función de objetivos de enseñanzaaprendizaje, que permitan un tronco común flexible que contemple el principio de diversificación. 17. Es indispensable promover la interrelación docencia-investigación mediante el ejercicio de la docencia por el investigador y el de investigación por el docente. 18. Es indispensable que los objetivos de la investigación educativa en el Bachillerato estén orientados a la comprensión y optimización del proceso enseñanza - aprendizaje de acuerdo con los fines y enfoques de este nivel. 19. Es necesario promover el establecimiento de un régimen de distribución de actividades de los docentes, en el cual se contemple su participación en la docencia y en la investigación. 20. Que las instituciones que imparten el Bachillerato, realicen un trabajo conjunto en el que se adopte una estrategia de diseño curricular que permita establecer los objetivos de aprendizaje, así como las áreas de conocimiento, relativos al tronco común. 21. Propiciar la investigación relativa al tronco común del Bachillerato, tanto la institucional como la interinstitucional; y difundir los resultados, especialmente entre las escuelas que imparten este nivel. 22. Es necesario que la educación para el trabajo despierte en el alumno la actitud necesaria para que participe con sentido social en las actividades de interés social y económico que desempeñe de acuerdo con su formación. 23. Que las instituciones educativas actúen como agentes promotores del desarrollo, al formar recursos humanos adecuados a las necesidades impuestas por los cambios económico sociales. 24. La preparación para el trabajo provee al educando de un acervo cultural importante y una filosofía de la vida y el trabajo, que le permiten acercarse a la sociedad. 25. La preparación para el trabajo proporciona al estudiante la posibilidad de ascender a otros niveles en el área laboral de su especialidad, así como, dentro de un mismo nivel, puede desarrollar habilidades adicionales y adquirir conocimientos, para desempeñar tareas en otras áreas afines a la de su interés inicial. 26. Los objetivos de la educación para el trabajo deben contemplar el interés y beneficio del educando de la institución educativa y de la nación. 27. Se recomienda revisar los procesos y mecanismos de evaluación institucionales y desarrollar criterios que permitan diseñar sistemas acordes con los propósitos curriculares y a los requisitos de admisión. Al mismo tiempo se debe propiciar el desarrollo de especialistas en el área. 28. Queda establecido que la función más importante de la evaluación educativa consiste en proporcionar información que fundamente la toma de decisiones y conduzca a la optimización del sistema educativo. 29. La evaluación debe concebirse como un proceso continuo e inherente a la educación, y como un sistema integral; esto es aplicable para todas las instancias del proceso educativo. 30. Es conveniente promover el intercambio de información y experiencias entre las unidades encargadas de la evaluación educativa de las diferentes instituciones de este ciclo. 31. La evaluación del aprendizaje debe basarse en criterios absolutos, que estimen el dominio alcanzado por el estudiante sobre los objetivos propuestos, ya que este sistema evaluativo es congruente con el sistema de programación por objetivos adoptado. 32. Conviene formular normas generales de evaluación, así como crear un banco de reactivos que constituya la materia prima para la elaboración de instrumentos evaluativos en cada institución. 33. Es conveniente, también disponer de un banco de materiales didácticos que pueden ser utilizados por instituciones de este ciclo. 34. Es necesario crear instrumentos que proporcionen los perfiles de ingreso y egreso, real o ideal de los estudiantes y contrastarlos entre sí con el propósito de orientar la toma de decisiones. 35. Se recomienda realizar dos tipos de evaluación referidas al personal docente: evaluación diagnóstica del aspirante a profesor y evaluación continua del profesor en servicio. 36. A fin de lograr tanto la eficiencia como la eficacia del sistema, la evaluación curricular ha de llevarse a cabo de manera sistemática y permanente, con la participación de un grupo interdisciplinario e interinstitucional. 37. Elaborar un programa que facilite a la totalidad de profesores de las instituciones adoptantes, antes de aplicar los nuevos currícula, un acercamiento, análisis y asimilación inicial de los principios en los que se sustenta el tronco común, los objetivos que lo han originado, las estrategias educativas que supone y las implicaciones administrativas que tiene. 38. Elaborar un programa integral de formación pedagógica. 39. El profesor debe estar en permanente actualización respecto a su área de especialización para poder cumplir eficazmente con su función. 40. De los programas que se diseñen debe procurarse que sean evaluables de alguna manera sus resultados. 41. Los programas deben estar estructurados de manera que permitan agregar actos relacionados con los temas y puntos de interés que manifiesten los profesores, como no considerados, pero necesarios. 42. Unificar esfuerzos institucionales en relación a la formación y actualización de profesores. 43. Elaborar un estudio de los elementos que propician la deserción escolar; conocer el estado actual de la problemática, definir el estado deseado y realizar estudios y presentar alternativas para pasar del primer estado al segundo.