TERCER DIPLOMADO GPD MODULO: DERECHOS HUMANOS INTEGRANTES: LILIANA BEDOYA ACOSTA - CC 66700702 SANDRA C. PERILLA MORENO –CC 52349266 TAREA 3 “ARTICULO 86 de la CONSTITUCIÓN POLÍTICA:. Toda persona tendrá acción de tutela para reclamar ante los jueces, en todo momento y lugar, mediante un procedimiento preferente y sumario, por sí misma o por quien actúe a su nombre, la protección inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales, cuando quiera que éstos resulten vulnerados o amenazados por la acción o la omisión de cualquier autoridad pública. La protección consistirá en una orden para que aquel respecto de quien se solicita la tutela, actúe o se abstenga de hacerlo. El fallo,que será de inmediato cumplimiento, podrá impugnarse ante el juez competente y, en todo caso, éste lo remitirá a la Corte Constitucional para su eventual revisión. Esta acción solo procederá cuando el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial, salvo que aquella se utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable. En ningún caso podrán transcurrir más de diez días entre la solicitud de tutela y su resolución. La ley establecerá los casos en los que la acción de tutela procede contra particulares encargados de la prestación de un servicio público o cuya conducta afecte grave y directamente el interés colectivo, o respecto de quienes el solicitante se halle en estado de subordinación o indefensión.” Derechos Fundamentales de aplicación inmediata: El artículo 86 que consagra la acción de tutela indica que los derechos fundamentales son aquellos cuya protección inmediata puede ser solicitada al juez. En este orden de ideas, no cabe duda alguna que los derechos que por expreso mandato constitucional son de aplicación inmediata constituyen derechos fundamentales. Se trata de los derechos enumerados en el artículo 85 de la Constitución, es decir: los derechos a la vida; a la integridad personal; a la igualdad; al reconocimiento de la personalidad jurídica; a la intimidad y al habeas data; al libre desarrollo de la personalidad; a la libertad personal en todas sus formas; a la libertad de conciencia, a la libertad de cultos, de expresión y de información; a la honra y al buen nombre; a los derechos de petición, de libre circulación; a la libertad de escoger profesión y oficio y de enseñanza, aprendizaje investigación y cátedra; al habeas corpus; al debido proceso; a no ser sometido a las sanciones de destierro, prisión perpetua o confiscación; a las libertades de reunión y manifestación; y a los derechos políticos TAREA SEMANA 3 a) Planteé un caso que usted conozca o que crea que puede presentarse en el contexto de su actuación como servidor público, en el cual se presente la vulneración de un derecho fundamental y esta situación amerite la presentación de una acción de tutela: Desvinculación de un trabajador por su estado de salud y no por la terminación de la obra contratada. En este caso hay discriminación y se violan los derechos a la igualdad, al trabajo y salud, más aún cuando el trabajador precisa y así lo demuestran los exámenes médicos practicados para su ingreso a la empresa contratante, que su estado de salud era óptimo al iniciar el contrato, y que como consecuencia del desarrollo de las labores encomendadas, su salud se ha deteriorado a tal punto que debe ser incapacitado constantemente, situación que puede ser constatada por los médicos tratantes. Adicionalmente, la empresa contratante no puede demostrar el vencimiento del plazo contractual establecido al inicio del contrato b) Identifique los componentes básicos que se deben tener en cuenta a la hora de presentar una acción de tutela frente al caso que se plantea: 1- Estar absolutamente seguro que no existe otro mecanismo judicial para resolver la situación. Después de tratar de conciliar con la entidad contratante, sin obtener resultados favorables, el trabajador se ve obligado a presentar la acción de tutela porque es el único mecanismo ágil y efectivo para proteger los derechos fundamentales de las personas 2- Tener muy claro el derecho fundamental que se considera que se está violando o amenazando, presentando la acción de tutela de manera escrita u oral. En este caso se violan los derechos a la igualdad, y al trabajo 3- Relatar muy clara y concisamente los hechos y ser presentada por el afectado o por un abogado obrando como apoderado del afectado, teniendo en cuenta de consignar en el documento los datos personales del demandante: nombre, dirección, teléfono. c) Es la política de seguridad democrática coherente con los principios consagrados en la carta magna, concebidos como principios de paz? d) Incide la política de seguridad democrática sobre la eficiencia y eficacia en la actuación de los organismos del ministerio público? e) la efectividad de los mecanismos de defensa de derechos humanos se ve afectada positiva o negativamente a causa de las actuaciones desarrolladas en el marco de esta política’ El actual gobierno colombiano ha convertido la lucha contra los insurgentes en la prioridad esencial y en el objetivo central de esta administración. La Política de Seguridad Democrática (PSD) que es la estrategia de largo plazo que se suponía iba a darle coherencia al proyecto de seguridad, se encuentra estancada desde hace casi un año debido a las pugnas políticas internas y a las discusiones fundamentales sobre la mejor manera de ponerle fin a este conflicto de 40 años de duración. De conformidad con la PSD, el presidente Uribe ha intentado recuperar el control del país incrementando la cantidad y capacidad de las tropas y las unidades de policía, y desplegándolas por todo el territorio para combatir a la guerrilla. Esto ha venido acompañado por un importante incremento en la erradicación de cultivos ilícitos, con el fin de disminuir la producción de coca y amapola, pero también para reducir los ingresos de los grupos guerrilleros y paramilitares. Al mismo tiempo, el gobierno ha reforzado la protección de los oleoductos y gasoductos para salvaguardar esa fuente de ingresos e impedir que les llegue financiación por ese concepto a los grupos armados al margen de la ley, que se habían acostumbrado a extorsionar bajo la amenaza de atacar dichas instalaciones. Estableció una red de más de un millón de colaboradores e informantes civiles a quienes se les paga por suministrar información acerca de los insurgentes. Esto ha suscitado preocupación debido a la posibilidad de que los colaboradores utilicen su poder para resolver rencillas personales; además, ha comenzado a otorgar al ejército diversos poderes policiales, sin aprobación ni supervisión judicial, con lo cual se han restringido las libertades civiles individuales. Estas políticas han posibilitado la ejecución de actividades arbitrarias por parte de las fuerzas de seguridad, que afectan la credibilidad para lograr apoyo internacional. Lo que hemos podido apreciar con el transcurrir de los años es que el grueso del conflicto, incluido el mayor número de enfrentamientos como resultado de la política de seguridad, se ha desarrollado en las zonas rurales de Colombia. La ausencia de políticas de desarrollo regional es una de las amenazas más seria contra la efectividad de la Política de Seguridad Democrática. Consideramos que para obtener triunfos duraderos y verdaderos contra los insurgentes, es indispensable y urgente que las comunidades rurales perciban beneficios claros e inmediatos en la campaña del gobierno. Además, es necesario que exista una política integral que busque reducir la pobreza en el campo, que invierta en programas sociales y que establezca el Estado de derecho; su ausencia dificulta aún más la tarea militar. Sin embargo, creemos que el gobierno también debe mantener la presión sobre los paramilitares, y grupos revolucionarios en general, en especial sobre los que no participan en las actuales conversaciones, y cerciorarse de que cualquier arreglo al que se llegue con los paramilitares no permita que quienes hayan cometido crímenes atroces contra los derechos humanos se libren de ir a la cárcel. No obstante, la Política de Seguridad Democrática no debe cerrar las puertas a la posibilidad de soluciones negociadas. Sería un gran logro de la Política de Seguridad Democrática el convencer a los grupos insurgentes, así como a todos los paramilitares, a entablar negociaciones serias.