SALVAMENTO DE VOTO A LA SENTENCIA T-713 DE 2010 Referencia: Expediente T-2664575 Accionante: Rosa Elina Ardila Oliveros y Luís Fernando Rojas Chaves. Accionados: Colegio La Presentación de Girardot. Magistrada Ponente: María Victoria Calle Correa Salvo mi voto frente a la sentencia de tutela aprobada por la Sala Primera de revisión en sesión celebrada el 8 de septiembre de 2010, por las razones que a continuación expongo: De manera general, no resulta valido para el juez constitucional pronunciarse sobre la aplicación futura de una norma la cual (i) no ha sido demandada como inconstitucional en una acción pública y (ii) no está haciendo uso de la excepción de inconstitucionalidad. De manera específica, excede la órbita del juez de tutela entrar a declarar la inconstitucionalidad de una norma en abstracto, debido a que en esta materia sus facultades se restringen a declarar que en un caso específico, la norma produce efectos inconstitucionales y, por tanto, la inaplica. En la sentencia que estudiamos en el numeral tercero se ordena: Declarar que no se puede aplicar la causal quinta de terminación o no renovación del contrato de matrícula contenida en el Manual de Convivencia del Colegio La Presentación de Girardot, que dice: “los casos decididos en el Consejo Disciplinario y aprobados expresamente por el Consejo Directivo como: embarazo, matrimonio (El Colegio La Presentación en su jornada única es una entidad educativa para jóvenes solteros)”, hasta tanto no se modifique el reglamento de forma tal que respete el principio de legalidad y el derecho al debido proceso. La reforma del Manual de Convivencia debe hacerse mediante un procedimiento que permita la participación de la comunidad educativa, en especial la participación de las alumnas y los alumnos, tal cual como lo dispone el propio Manual de Convivencia actual del Colegio. En el procedimiento de tutela al juez sólo le es lícito pronunciarse sobre la constitucionalidad de normas aplicadas en el caso concreto y no declarar su inconstitucionalidad en abstracto, por cuanto no es competente para ello. Esto porque esta facultad no se le confirió ni constitucional ni legalmente y, adicionalmente, por cuanto el proceso de tutela no reúne los requisitos para poder pronunciarse sobre la constitucionalidad en abstracto de una norma. En efecto, en el trámite de amparo no existe lugar a discutir los problemas de constitucionalidad en abstracto de una disposición normativa, tampoco la oportunidad de que intervengan los posibles interesados o el ministerio público. Siendo esto así, el juez no tiene suficientes elementos de juicio para tomar ese tipo de decisiones. Este punto se hace especialmente relevante en el caso bajo estudio, pues en el análisis del artículo en mención no tuvieron oportunidad de pronunciarse ninguna de las partes interesadas. Ni siquiera se constata que cualquiera de los intervinientes se declarara en algún sentido sobre la norma en cuestión, pues esta no era objeto de debate en el proceso. En síntesis, considero que no corresponde al juez de tutela pronunciarse sobre la constitucionalidad en abstracto de las normas, por cuanto, el trámite de tutela no es adecuado para dar ese debate y menos en este caso, en el cual los intervinientes no hicieron mención alguna sobre la juridicidad de la norma. MAURICIO GONZÁLEZ CUERVO Magistrado