Perspectiva constitucional de la casación contencioso-administrativa Dr. Ernesto Jinesta L. 1 Perspectiva constitucional de la casación contencioso-administrativa Prof. Dr. Ernesto Jinesta L.1 Introducción Cualquier reflexión sobre el recurso extraordinario de casación en cualquier orden jurisdiccional y, específicamente, en lo contencioso-administrativo, inmediatamente evoca una serie de valores, principios y derechos fundamentales o humanos que constituyen su fundamento primordial. El análisis de la perspectiva constitucional de la casación, se enmarca dentro del fenómeno que Ricardo Guastini ha denominado la “constitucionalización del Derecho”2, siendo que singularmente, también, podemos hablar de una “constitucionalización del Derecho Procesal”. Ese fenómeno quedó, particularmente, patente, durante todo el proceso de preparación y redacción del Código Procesal Contencioso-Administrativo (en adelante CPCA), que arrancó en 1998 y culminó con la aprobación legislativa de ese instrumento adjetivo en el año 20063. Como miembro de las Comisiones Redactora y Revisora de ese código puedo dar fe y testimonio fiel de la consigna de todos los miembros de las mismas de reflejar, de la mejor manera posible, en todas las instituciones y categorías dogmático-procesales recogidas en ese instrumento, lo que Hauriou llamó el “Derecho de la Constitución”4. En efecto, el principal desvelo de las comisiones referidas que integramos a la postre fue actuar el parámetro de constitucionalidad, sea vaciar en los moldes 1 Catedrático de Derecho Administrativo Universidad Escuela Libre de Derecho (UELD) -Costa Rica-, Profesor y miembro de las Comisiones Redactora y Académica Programa de Doctorado en Derecho Administrativo Iberoamericano (DAI), Universidades de la Coruña, España, Nacional del Litoral (Argentina), Nacional del Nordeste (Argentina), de Montevideo (Uruguay), Veracruzana (México), de Guanajuato (México), Santo Tomás de Tunja (Colombia), de Piura (Perú), Monteávila (Venezuela), Hispanoamericana (Nicaragua), Escuela Libre de Derecho (Costa Rica), Director y profesor programa de doctorado en Derecho Administrativo UELD, Presidente de la Asociación Costarricense de Derecho Administrativo, Miembro de la Asociación Internacional de Derecho Administrativo (AIDA), el Foro Iberoamericano de Derecho Administrativo (FIDA), Vicepresidente, por Costa Rica, de la Asociación Iberoamericana de Derecho Administrativo, miembro de honor Asociaciones Mexicana, Dominicana y nicaragüense de Derecho Administrativo. www.ernestojinesta.com 2 GUASTINI (Riccardo), Estudios de Teoría Constitucional, México, Distribuciones Fontamara S.A., reimpresión 1ª. Edición, 2003, pp. 153-183. 3 V. JINESTA LOBO (Ernesto), Fundamentos constitucionales de la nueva jurisdicción contencioso-administrativa. Revista de Derecho Público, No. 6, julio-diciembre, 2007, pp. 1129. 4 HAURIOU (Maurice), Principios de Derecho público y constitucional, Madrid, Editorial Reus S.A., traducción Carlos Ruiz del Castillo, 1927, pp. 280-355. Perspectiva constitucional de la casación contencioso-administrativa Dr. Ernesto Jinesta L. 2 procesales los valores, principios, preceptos y jurisprudencia constitucional en aras de alcanzar un proceso contenciosoadministrativo más garantista y respetuoso de los derechos fundamentales y humanos de los administrados frente a los poderes públicos. En definitiva, uno de los principales fines de los que participamos en la redacción del CPCA fue lograr la plena adecuación de la jurisdicción contencioso-administrativa al modelo constitucional. Desde luego, que tampoco se soslayaron los principios constitucionales que inspiran y dan fundamento a las prerrogativas y privilegios de las administraciones públicas, tales como los de eficacia, eficiencia, legalidad, etc. En el caso particular de la casación, como veremos, la actuación del bloque de constitucionalidad, se logro a plena cabalidad. En esta pequeña contribución procuraremos poner de manifiesto todos los ribetes constitucionales que inspiraron y cuya plena realización quedaron cristalizados en la regulación del recurso de casación en la jurisdicción contencioso-administrativa. Debe tomarse en consideración que a diferencia de la derogada y vetusta Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa de 1966 –que remitía para todos los efectos a la regulación procesal civil-, el nuevo Código Procesal Contencioso-Administrativo de 2006 en su articulado efectuó un abordaje prolijo del recurso de casación con lo que se le quizó, ex profeso, dotarlo de una singularidad propia, tanto que bajo el Título VII –Recursos- los Capítulos II y III fueron dedicados, respectivamente, al “Recurso extraordinario de casación” y al “Recurso de casación en interés del ordenamiento jurídico”, los que comprenden un total de 19 artículos. 1.- Casación contencioso-administrativa y control de legalidad A través de la casación contencioso-administrativa, se pretende actuar uno de los pilares del Estado de Derecho o lo que la doctrina alemana ha denominado el “parágrafo regio del Estado de Derecho”5. Se trata, concretamente, del artículo 49 constitucional que establece, con una doble dimensión de principio constitucional y de derecho fundamental, el control de legalidad de la función administrativa desplegada por los poderes públicos, en todas sus posibles manifestaciones (v. gr. actividad formal, actuaciones materiales, omisiones formales y materiales, relación jurídico5 V. JINESTA LOBO (Ernesto), El Control Jurisdiccional de la Administración Pública: Su diseño constitucional. En La Dimensión Constitucional de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, San José, Editorial Guayacán, 1999, p. 31. Perspectiva constitucional de la casación contencioso-administrativa Dr. Ernesto Jinesta L. 3 administrativa, etc.). En efecto, ese numeral constitucional dispone, bajo el Título IV –Derechos y garantías individuales- “Establécese la jurisdicción contencioso-administrativa como atribución del Poder Judicial, con el objeto de garantizar la legalidad de la función administrativa (…)”6. La casación viene a rematar el modelo del control de legalidad diseñado en la Constitución, por cuanto, tiene, precisamente, como una de sus principales funciones, la nomofiláctica, sea velar por la uniforme interpretación y aplicación del bloque de legalidad. Desde esa perspectiva, la casación contencioso-administrativa es una garantía indiscutible para los administrados, por cuanto, esa instancia bien puede anular o casar las interpretaciones o aplicaciones indebidas o erróneas efectuadas o la falta de aplicación por los órganos administrativos en la sede gubernativa previa –actualmente facultativa por virtud del VSC No. 3669-2006 y el artículo 31 del CPCA7- o por el juzgado o tribunal contenciosoadministrativo, con lo que la casación se inviste como el interprete último y definitivo del bloque de legalidad. Se constituye, así, la casación, en la última atalaya para la defensa y protección de las situaciones jurídicas sustanciales de los administrados, lo cual dependerá, obviamente, de la especialidad, formación y sensibilidad de los jueces de casación. La relevancia de la casación contencioso-administrativa, para actuar el control de legalidad de la función administrativa desplegada por las administraciones públicas, cuando se repara en que la jurisprudencia de casación tiene en el ordenamiento jurídicoadministrativo, desde la Ley General de la Administración Pública de 1978 (en adelante LGAP), el carácter y la condición de fuente no escrita, siendo que, además de servir para interpretar, integrar y delimitar el campo de aplicación del ordenamiento escrito, tienen el rango de la norma que interpreta, integra o delimita y, 6 Sobre la evolución del diseño constitucional del control de legalidad y la jurisdicción contencioso-administrativa V. JINESTA LOBO (Ernesto), Análisis crítico de la evolución constitucional, legislativa y jurisprudencial de la jurisdicción contencioso-administrativa. En La Dimensión Constitucional de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, pp. 37-58; JINESTA LOBO (Ernesto), Reserva constitucional de la competencia material de la jurisdicción Contencioso-Administrativa. Revista de Derecho Público, Nos. 11-12, enero-diciembre, 2010, pp. 91-104 y JINESTA LOBO (Ernesto), Constitución y jurisdicción contencioso-administrativa. En Congreso Internacional de Derecho Administrativo, San Salvador, San Salvador, Sección Publicaciones Corte Suprema de Justicia, 2011, pp. 291-311. 7 V. JINESTA LOBO (Ernesto), Consecuencias de la inconstitucionalidad del agotamiento preceptivo de la vía administrativa. Comentarios al Voto 3669-06 de la Sala Constitucional. Revista IVSTITIA, Nos. 232-233, abril-mayo 2006, pp. 4-12 y JINESTA LOBO (Ernesto), Inconstitucionalidad del agotamiento preceptivo de la vía administrativa: La necesidad de su carácter facultativo. En El Derecho Público en Iberoamérica (Libro Homenaje al profesor Jaime Vidal Perdomo), Tomo II, Bogotá, Editorial Temis S.A. y Universidad de Medellín, 2010, pp. 421438. Perspectiva constitucional de la casación contencioso-administrativa Dr. Ernesto Jinesta L. 4 eventualmente, ante lagunas normativas, tiene rango de ley (artículo 7°, párrafos 1° y 2°, previsiones ulteriormente incorporadas, en 1993, en la Ley Orgánica del Poder Judicial, artículo 5°, párrafo 3°). Desde esa perspectiva, la jurisprudencia de casación bien puede integrar el parámetro de legalidad al que deben ceñirse, cotidianamente, los poderes públicos al ejercer su función administrativa. Desde esa perspectiva la casación además de actuar el control de legalidad, contribuye, positivamente, en la conformación del parámetro de legalidad, pudiendo enriquecerlo o ampliarlo a través de sus pronunciamientos. 2.- Casación contencioso-administrativa y principio de la revisión universal de la función administrativa o de plena justiciabilidad de la conducta administrativa Como se ha indicado el CPCA de 2006, para ser congruente con el numeral 49 de la Constitución y, concretamente, con el principio de la revisión universal o plena justiciabilidad de la función administrativa, reguló un elenco amplísimo de conductas administrativas objeto del proceso y de pretensiones para evitar que quedaran fisuras o ámbitos exentos del control de legalidad (artículos 36 y 42)8. Prácticamente, el único reducto que dejo el CPCA de 2006 fueron los actos políticos o de gobierno (artículo 3°, inciso b), dado que, en este caso se debe aplicar el difuso o, en ocasiones, inexistente parámetro de constitucionalidad para su control, con lo que esa es una competencia de la Sala Constitucional a través del proceso de amparo o de las cuestiones de constitucionalidad. Para actuar el principio de la revisión universal o plenaria de la conducta administrativa, en garantía de los administrados, evitando reductos exentos, se precisa de un recurso de casación completamente flexible, simple y anti-formalista, características del mismo en la nueva regulación de 2006 y de las que nos ocuparemos infra. 8 V. JINESTA LOBO (Ernesto), Manual de Derecho Procesal Administrativo, San José, IUS Consultec S.A. y Editorial Jurídica Continental, 1ª reimpresión 1ª. Edición, 2009, pp. 127-143, 151-159 y JINESTA LOBO (Ernesto) et alt, El nuevo proceso contencioso-administrativo –Tomo I-, San José, Editorial Jurídica Continental, 2008, pp. 225-268. Perspectiva constitucional de la casación contencioso-administrativa Dr. Ernesto Jinesta L. 5 3.- Casación e informalismo (principio in dubio pro actione) En aras de garantizar la revisión jurisdiccional plenaria y universal de toda y cualquier manifestación de la función administrativa, evitando los ámbitos exentos del control de legalidad (artículo 49 constitucional) y, sobre todo, de asegurar la vigencia plena del principio constitucional de la tutela judicial efectiva, del acceso a la jurisdicción y del in dubio pro actione (artículo 41 de la Constitución), se precisa de un recurso de casación flexible, sencillo e informal, sin despojarlo de su natural característica técnica. Eso fue logrado en la regulación del CPCA de 2006, por las razones siguientes: a) Se supera la distinción clásica entre vicios “in iudicando” e “in procedendo”, sea la bipartición entre la casación por razones de fondo o procesales. Y dentro del primer segmento, la vetusta distinción entre violación directa o indirecta de la ley sustantiva, sea por error de hecho o de derecho en la apreciación del acervo probatorio. Esta alambicada y clásica tipología, fue sustituida por una fórmula simple contenida en el artículo 134, párrafo 1°, CPCA al indicar que cabe el recurso de casación contra las sentencias y autos con carácter de tal que tengan efectos de cosa juzgada material “cuando sean contrarias al ordenamiento jurídico”. Esto le permite al casacionista, con relativa sencillez, plantear cuáles fueron las razones que producen la infracción sustancial o formal del ordenamiento jurídico, sin tener que distinguir si recurre por el fondo o la forma y que tipo de vicio fue el que se cometió. b) El recurso se interpone directamente ante el respectivo juez de casación, sea el Tribunal de Casación o la Sala de Casación (artículo 139, párrafo 1°, CPCA), siendo que éste debe requerir el expediente a la autoridad judicial correspondiente (artículo 142, párrafo 1°, CPCA). c) En lo relativo al informalismo, vale la pena tomar en consideración lo establecido en los párrafos 3°, 4° y 5° del artículo 139 CPCA, al indicar lo siguiente: “3) Se deberán indicar, de manera clara y precisa, los motivos del recurso, con la fundamentación fáctica y jurídica del caso. Para todos los efectos, no será indispensable indicar el precepto legal infringido concerniente al valor del elemento probatorio mal apreciado. Perspectiva constitucional de la casación contencioso-administrativa Dr. Ernesto Jinesta L. 6 4) No será indispensable citar la normativa infringida en la sentencia recurrida; tampoco la que establece los requisitos del recurso, los plazos y las reglas básicas para su admisión. 5) El recurso no estará sujeto a otras formalidades o requisitos.” d) El artículo 141 CPCA prevé que de omitirse los requisitos técnicos contemplados en el ordinal 139, párrafo 2°, (tipo de proceso, nombre completos partes, firmas, autenticación, hora y fecha resolución recurrida, número de expediente, lugar o medio para recibir notificaciones), se le debe prevenir al recurrente su subsanación dentro de tercer día hábil, indicándose específicamente en la resolución los requisitos omitidos. e) El artículo 143, párrafo 1°, CPCA admite la ampliación de las causas y fundamentos del recurso, de forma escrita y por una única vez, hasta 5 días hábiles después de ser notificadas todas las partes del auto de admisión. Se prevé la subsanación de los requisitos técnicos para la ampliación (párrafo 3°). f) El artículo 147 CPCA dispone que si el juez de casación, antes de dictar sentencia, estima que el recurso de casación o la infracción aducida, pueden no haber sido apreciados debidamente por las partes, por existir en apariencia otros fundamentos jurídicos para sustentar las pretensiones casacionales, los sometará a aquellas, en forma clara y precisa, mediante resolución, advirtiendo que no prejuzga el caso y concediendo 5 días hábiles de audiencia para que formulen las alegaciones escritas que estimen oportunas. Esta norma que es manifestación de los poderes inquisitivos del juez de casación contenciosoadministrativo, dadas las discusiones empañadas en ese tipo de procesos, sea de orden público o indisponibles, puede, a la postre, favorecer al casacionista que ha desenfocado, desde un principio, el asunto, con lo que las situaciones jurídicas sustanciales de su representado podrán ser, eventualmente, tuteladas y restablecidas. 4.- Casación contencioso-administrativa y oralidad Perspectiva constitucional de la casación contencioso-administrativa Dr. Ernesto Jinesta L. 7 Como hemos indicado la oralidad en los procesos, ha dejado de ser una simple moda procesal u opción legislativa para transformarse en un verdadero derecho humano impuesto por los instrumentos del Derecho Internacional Público en la materia que debe ser actuado para garantizar su pleno goce y disfrute9. La oralidad comprende un conjunto de sub-principios (celeridad, inmediatez, sencillez e identidad física del juez), todos los cuales tienen una profunda raigambre constitucional. El CPCA, además de apostar, expresamente, por un proceso predominantemente oral o por audiencias, introdujo la oralidad en la sustanciación del recurso de casación. La audiencia oral puede ser dispuesta, discrecional o facultativamente por el juez de casación respectivo, cuando lo estime pertinente, señalamiento que puede ser de oficio o a instancia de parte (artículo 142, párrafo 2°, CPCA), en este ultimo caso la denegatoria es susceptible del recurso de revocatoria (artículo 152, párrafo 1°, CPCA). En esa audiencia la parte recurrente expondrá los motivos y fundamentos del recurso y de su ampliación, debiendo la contraparte contra-argumenta, para que, finalmente, cada una exponga sus conclusiones suscintas (artículo 142, párrafo 3°, CPCA). Durante la audiencia los jueces de casación podrán solicitar aclaraciones o ampliaciones a las partes o sus representantes. Incluso, durante la audiencia oral se puede recibir prueba documental no conocida con anterioridad sobre hechos nuevos o posteriores a la sentencia (artículo 145, párrafo 1°, CPCA) o prueba para mejor proveer ordena por el juez de casación para conocer, alegar y debatir sobre el resultado de la misma (artículo 148 CPCA). Si alguna de las partes o sus representantes les asiste justa causa para inasistir a la audiencia, deben acreditarla ante el respectivo juez de casación, pudiendo efectuarse una nuevo señalamiento (artículo 144, párrafos 1 y 2, CPCA). En caso de inasistencia sin justa causa el recurso se tiene por desistido y firme la resolución recurrida (artículo 144, párrafo 3°, CPCA). Se prevé el dictado de la sentencia de casación de manera inmediata posterior a la conclusión de la audiencia, por lo menos de parte dispositiva, ya que si la redacción de la parte considerativa suponga “particular complejidad”, debe notificarse integralmente V. JINESTA LOBO (Ernesto), La oralidad en el proceso contencioso administrativo”. IVSTITIA, Nos. 155-156, noviembre-diciembre, 1999; JINESTA LOBO (Ernesto), Particularidades de la oralidad en el proceso contencioso administrativo. En La Gran Reforma Procesal, San José, Ed. Guayacán, 2000, pp. 117-127 y JINESTA LOBO (Ernesto), La oralidad en el nuevo proceso contencioso-administrativo (Costa Rica). En Procedimiento y Justicia Administrativa en América Latina, México, Fundación Konrad Adenauer, 2009, pp. 327-358. 9 Perspectiva constitucional de la casación contencioso-administrativa Dr. Ernesto Jinesta L. 8 dentro del máximo de los 5 días hábiles posteriores (artículo 149, párrafos 1° y 2°, CPCA) En caso de “excepcional complejidad” el dictado y redacción de la sentencia debe efectuarse dentro del máximo de 10 días hábiles (artículo 149, párrafo 3°, CPCA). 5.- Casación contencioso-administrativa y cosa juzgada La cosa juzgada es una institución procesal contemplada en la Constitución, específicamente en el numeral 42, párrafo 2°, al indicar que “Se prohíbe reabrir causas penales fenecidas y juicios fallados con autoridad de cosa juzgada, salvo cuando proceda el recurso de revisión”. Esta norma que contiene una prohibición constitucional expresa para los órganos jurisdiccionales, tiene pleno sustento en el principio constitucional de la seguridad jurídica y le impone el deber a los jueces de velar por la autoridad de la cosa juzgada. Dentro de los propósitos expresos de la casación contenciosoadministrativa, se encuentra la de procurar el respeto de la cosa juzgada, concretamente, al regularse como motivo de la casación por la forma la “Contradicción con la cosa juzgada” (artículo 137, párrafo 1°, inciso i, CPCA) y la casación en contra de la sentencia final dictada en la fase de ejecución de sentencia cuando resuelva en contra de lo ejecutoriado, puntos sustanciales no controvertidos o no decididos (artículo 134, párrafo 2°, CPCA y 704 Código Procesal Civil). 6.- Segmentación del juez de casación y justicia pronta y cumplida Una medida no muy bien ponderada introducida en el CPCA para agilizar la casación y hacerla congruente con el imperativo constitucional de una justicia pronta y cumplida (artículo 41 constitucional), lo constituye el desdoblamiento o segmentación del juez de casación, haciendo una distribución subjetiva u orgánica y material entre el Tribunal de Casación y la Sala Primera de Casación10. La finalidad, de tal desdoblamiento, fue no saturar a la Sala Primera, que no es una sala de casación especializada en lo contencioso-administrativa, dada la amplia cantidad de materias que conoce y resuelve. En efecto, los artículos 135 y 136 CPCA, deslindan las competencias entre sendos órganos jurisdiccionales, atribuyéndole 10 Afirmamos que se trata de una medida no bien ponderada, por cuanto, la Corte Plena propuso una reforma legislativa al Código Procesal Contencioso-Administrativo para suprimir el Tribunal de Casación en la materia, la que cristalizó en el expediente legislativo No. 17.782. Perspectiva constitucional de la casación contencioso-administrativa Dr. Ernesto Jinesta L. 9 a Sala Primera el conocimiento de la casación cuando se impugnan actos administrativos emanados de ciertos entes y órganos públicos de relevancia, como también lo concerniente a la validez y eficacia de los reglamentos, la materia tributaria y la casación en interés del ordenamiento jurídico. Al Tribunal de Casación, se le reservó la competencia para conocer y resolver la casación respecto de actos emanados de ciertos entes y órganos públicos de menor relevancia y en la materia de sanciones disciplinarias, multas y condenas en sede administrativa. 7.- Casación por infracción del Derecho de la Constitución El artículo 138, inciso d), CPCA, dispone que procederá el recurso de casación por violación de normas sustantivas del ordenamiento jurídico, entre otros casos, “Cuando la sentencia viole las normas o los principios del Derecho constitucional, entre otros, razonabilidad, proporcionalidad, seguridad jurídica e igualdad”. Pese a que la norma hace una referencia parcial al bloque de constitucionalidad, por cuanto, no menciona los valores constitucionales y la jurisprudencia vinculante de la Sala Constitucional (artículo 13 LJC), se imponen varias precisiones relevantes de la misma que son las siguientes: a) Per se, el precepto no convierte al juez de casación, que sigue siendo un juez de legalidad, en uno de constitucionalidad, dado que, como se indicó en el Voto de la Sala Constitucional No. 1185-95, en Costa Rica existe un control de constitucionalidad concentrado y reforzado, que lo ejerce, exclusivamente, la Sala Constitucional. De modo que la Sala Constitucional es el intérprete último y definitivo del parámetro de constitucionalidad. b) La norma es una manifestación específica de la ya contenida en el artículo 8°, párrafo 1°, de la LOPJ en cuanto le impone la prohibición al cualquier juez ordinario de “Aplicar leyes ni otras normas o actos de cualquier naturaleza contrarios a la Constitución o al derecho internacional o comunitario vigentes en el país” o “(…) interpretarlos ni aplicarlos de manera contraria a los precedentes o la jurisprudencia de la Sala Constitucional”. Perspectiva constitucional de la casación contencioso-administrativa Dr. Ernesto Jinesta L. c) 10 Consecuentemente, si el juez de casación tiene duda fundada de constitucionalidad, por no existir precedentes previos similares o iguales de la Sala Constitucional sobre un tema, debe, necesaria y obligatoriamente, plantear la consulta judicial de constitucionalidad ante la Sala Constitucional (artículo 8, párrafo 1°, LOPJ y 102 LJC). 8.- Seguridad jurídica y casación en interés del ordenamiento jurídico Un instituto procesal específico para actuar el principio constitucional de la seguridad jurídica lo constituye el recurso de casación en interés del ordenamiento jurídico. En efecto, a través de este recurso se procuró centralizar en el Sala Primera de Casación, para asegurar una uniforme interpretación de la ley y, por consiguiente, un control de legalidad simétrico. El artículo 153 CPCA dispone que el órgano jurisdiccional indicado deberá conocer del recurso contra las sentencias firmes dictadas por el Tribunal Contencioso-Administrativo o del Tribunal de Casación que producen cosa juzgada, cuando se estimen violatorias del ordenamiento jurídico. Se prevé, en aras de la seguridad jurídica, de interponer el recurso en cualquier momento y la legitimación es eminentemente institucional u orgánica, habiéndosele conferido al Procurador General, el Contralor General, el Defensor de los Habitantes y el Fiscal General.