CAUSA: RECURSO EXTRAORDINARIO DE CASACIÓN INTERPUESTO POR EL Abog. CARLOS BRITEZ CARDENAS en los autos: "ENRIQUE GARCIA Y JOSE LEOPOLDO MENDOZA S/ H. P. C./ LA VIDA HOMICIDIO CULPOSO” ---------------------ACUERDO Y SENTENCIA NÚMERO: MIL CUATROCIENTOS SETENTA Y CUARO En la ciudad de Asunción, Capital de la República del Paraguay, a los .................... del mes de .............................. del año dos mil seis, estando reunidos en la Sala de Acuerdos los Excelentísimos Señores Ministros de la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, Doctores WILDO RIENZI GALEANO, SINDULFO BLANCO y ALICIA BEATRIZ PUCHETA DE CORREA, por ante mí, el Secretario Autorizante, se trajo para acuerdo el expediente caratulado: " ENRIQUE GARCIA Y JOSE LEOPOLDO MENDOZA S/ H.P.C/ LA VIDA- HOMICIDIO CULPOSO” a fin de resolver el recurso extraordinario de casación interpuesto por el Abog. CARLOS BRITEZ CARDENAS en contra del Auto Interlocutorio No. 282 de fecha 18 de noviembre del 2005, dictado por el Tribunal de Apelación en lo Criminal 3ª. Sala.-------Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, resolvió plantear y votar las siguientes:------------------CUESTIONES: ¿Es admisible para su estudio el recurso de casación interpuesto?.---¿En su caso, resulta procedente?.-----------------------------------------A los efectos del análisis correspondiente de las cuestiones a ser estudiadas y con el objeto de establecer un orden en la emisión de los votos, se procede al sorteo, arrojando el siguiente resultado: BLANCO, RIENZI y PUCHETA DE CORREA.---A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA, EL MINISTRO BLANCO, dijo: A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA, EL MINISTRO BLANCO, dijo: El recurso extraordinario de casación fue interpuesto por el Abog. CARLOS BRITEZ CARDENAS en contra del Auto Interlocutorio Nº 282 de fecha 18 de noviembre de 2005, dictada por el Tribunal de Apelación en lo Criminal, 3ª. Sala, de la circunscripción judicial del la capital (fs. 219/221).--------------------------------------------La mencionada resolución dispone:. “1) RECHAZAR con costas el incidente de extinción de la acción penal, interpuesta por el Abogado CARLOS RAUL BRITEZ CARDENAS, en ejercicio de la defensa de JOSE LEOPOLPO MENDOZA... (sic)”.---------------------------------------En primer término corresponde pronunciarse acerca de la admisibilidad de la impugnación interpuesta. En ese sentido, el artículo 477 del Código Procesal Penal, dispone en relación al objeto del recurso: "Solo podrá deducirse el recurso extraordinario de casación contra las sentencia definitivas del tribunal de apelaciones o contra aquellas decisiones de ese tribunal que pongan fin al procedimiento, extingan la acción o la pena, o denieguen la extinción, conmutación o suspensión de la pena".---------------La resolución recurrida, es un Auto Interlocutorio dictado por un Tribunal de Apelación que deniega la extinción de la acción penal, lo que conforme a la redacción del citado articulo es una resolución que no admitiría en principio la interposición del recurso extraordinario de casación, no obstante al ser la cuestión discutida la extinción de la acción penal en razón al trascurso del plazo dispuesto por el art. 136 del C.P.P. y configurar esta una cuestión de orden público, declarable de oficio conforme a los parámetros del art. 137 del mismo cuerpo legal, corresponde el estudio de la misma y determinar si ha transcurrido o no el plazo de duración del procedimiento y las posibles afectaciones a las garantías del debido proceso en cuanto al plazo razonable de decisión de las causas penales (art. 17, 137 de la C.N. en concordancia con el art. 8 inc. 1 del Pacto de San José de Costa Rica). -------La Constitución Nacional en su art. 17 dispone: “...De los derechos procesales. En el proceso penal, o en cualquier otro del cual pudiera derivarse pena o sanción, toda persona tiene derecho a: inc. 10.......El sumario no se prolongará más allá del plazo establecido por la ley”.El articulo 8 inc. 1 del Pacto de San José de Costa Rica, que por imperio de la norma constitucional del art. 137, tiene plena vigencia para los casos sometidos a jurisdicción nacional y de aplicación preeminente señala: “...Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable....”. ------------------------------------------------------------------El principio de plazo razonable implica una limitación al ius puniendi estatal, por el cual el Estado no puede tener enjuiciadas a las personas sin un tiempo limite, presumiendo que en cualquier momento se probara su culpabilidad, lo que atenta contra el principio de inocencia, circunstancia inaceptable en el sistema democrático , correspondiendo a los propios órganos estatales, en este caso, la jurisdicción, el deber de velar su vigencia efectiva, no pudiendo consentirse en manera alguna su vulneración, prescindiendo del del órgano que provenga.----------------------------------------------------Es por ello, que el art. 136 del C.P.P., dispone: “...DURACIÓN MAXIMA. Toda persona tendrá derecho a una resolución judicial definitiva en un plazo razonable. Por lo tanto, todo procedimiento tendrá una duración máxima de tres años, contados desde el primer acto del procedimiento. Este plazo solo se podrá extender por seis meses más cuando exista una sentencia condenatoria, a fin de permitir la tramitación de los recursos”. Por otro lado, esta Sala Penal ha determinado como primer acto de procedimiento a partir del cual se contabiliza el plazo, la notificación del acta de imputación en los siguientes terminos: “...la duración máxima del procedimiento debe ser evaluada a partir de la notificación al imputado del acta de imputación correspondiente” (Acuerdo y Sentencia No. 1322 de fecha 24 de setiembre del 2004 en la causa VALERIA ORTIZ Y OTROS S/ LESION DE CONFIANZA).---------------------------------------------------------Tomando en consideración lo señalado corresponde abocarse al estudio del caso en cuestión en cuanto a su duración total: 1) la causa fue notificada al señor JOSE LEOPOLDO MENDOZA en fecha 09 de mayo del 2001, durante la sustanciación de la audiencia prevista en el art. 242 del C.P.P. (fs. 9); 2) En fecha 16 de agosto del 2002, el Tribunal de Sentencia conformado al efecto condenó a JOSE LEOPOLDO MENDOZA a la pena privativa de libertad de Dos años, la que fue suspendida a prueba; 3) Por escrito de fecha 09 de setiembre del 2002, el Abogado defensor interpone recurso de apelación especial contra la referida resolución; 4) Por Acuerdo y Sentencia No. 77 de fecha 10 de diciembre del 2002, el Tribunal de Apelación, 3ª. Sala resuelve confirmar el fallo apelado; 5) En fecha 27 de diciembre del 2004, fue notificada la resolución de la Cámara de apelación al defensor del condenado (fs. 232); 6) En fecha 01 de febrero del 2005, el abogado Defensor plantea la extinción de la causa.----------------------------------Conforme a lo constatado precedentemente, al momento de notificarse la Sentencia de primera instancia habían transcurrido UN AÑO, TRES MESES y SIETE DIAS. A partir de esa fecha y conforme las previsiones del citado articulo 136, debe adicionarse un plazo de 6 meses para la tramitación de los recursos. En ese orden de hechos procesales, conforme se ha señalado, la Cámara de Apelación competente, dicta la resolución en fecha 10 de diciembre del 2002, es decir a los UN AÑO, SIETE MESES Y UN día de iniciado el proceso. No obstante ello, se produjo una grave omisión del Tribunal revisor, puesto que no procedió a notificar inmediatamente a las partes la resolución dictada, así a la fecha del transcurso total del plazo de 3 años y 6 meses (09 de Noviembre del 2004) la resolución dictada en segunda instancia no había sido notificada a las partes, requisito esencial previsto por los art. 153 y 154 del C.P.P. que exigen la notificación personal al inculpado con copia de la resolución dictada, a los efectos de la articulación de los medios procesales que correspondieren. En otras palabras, la extinción de la acción penal en la presente causa se produjo, y uno de los prespuestos para dicho acontecimiento procesal fue la falta de notificación de la sentencia dictada por la Cámara de Apelación en lo Penal 3ª. Sala dentro del plazo previsto legalmente, por lo cual lo peticionado por el recurrente resulta procedente y no solo en esta instancia, si no que ya debió ser declarado por dicho Tribunal en el A.I. No. 282 de fecha 18 de noviembre del 2005.----------En ese orden de cosas, estimo necesarias algunas consideraciones respecto al fallo de la Cámara de Apelación en lo Criminal 3ª. Sala, en cuanto a las interpretaciones en ella plasmadas referidas a la resolución del pedido de extinción de la acción penal de autos y la forma en que se abordó la cuestión con la consecuente decisión adoptada, esto es así por que la extinción de la acción penal es una cuestión de orden público, que interesa a la justicia y a los órganos jurisdiccionales, dado que implica el respeto de derechos y garantías fundamentales de la persona humana, en este caso del individuo sometido a un proceso penal, de los cuales el Poder Judicial, a través de sus órganos y por mandato constitucional del art. 247 se constituye en custodio.--El Auto Interlocutorio No. 282 de fecha 18 de noviembre del 2005 dictado por el Tribunal de Apelación Tercera Sala es arbitrario. El mismo fue dictado en abierta contravención a disposiciones constitucionales y legales. -La arbitrariedad como defecto grave de la sentencia judicial fue definida por la Corte Suprema de Justicia en la S.D.No. 166 de fecha 18 de julio del 1985 en los siguientes términos: “...cuando ella es arbitraria y se funda en el mero capricho del Juzgador ultrapasando las atribuciones que por ley tiene el Juez de sentenciar conforme a derecho. Toda sentencia que no reúna los requisitos sustantivos y objetivos que la ley exige no es tal y por consiguiente no puede privar a una persona de sus legítimos derechos” (voto del Prof. Dr. Luis Maria Argaña).------------------------Conforme a dicho fallo que sentó en nuestro derecho la doctrina de la Sentencia arbitraria, una sentencia esta afectada de tal vicio cuando: 1) existe una violación al debido proceso; 2) dictada contra legem ( en contraposición abierta a lo dispuesto por la legislación nacional; 3) se dicta en contraposición a las constancias de autos, a los elementos probatorios agregados por las partes y el Juzgador las omite por completo y se funda solo en sus dichos; y 4) dictada en violación de derechos y garantías fundamentales de la persona humana.------------------------------------------------------------El art. 256 de la C.N., en su 2º párrafo dispone: “... Toda sentencia judicial debe estar fundada en esta Constitución y en la ley”. A contrario sensu, la Sentencia Judicial que no tenga como fundamento lo dispuesto por la Constitución y la ley no es válida, no puede ser considerada como tal. En varios tramos de la motivación de la sentencia en estudio se vislumbra su alejamiento de las disposiciones constitucionales y legales vigentes en la materia, las que serán puntualmente señaladas y estudiadas.-------Señala el Tribunal: “...respondiendo al fundamento del peticionante podemos decir que: la ley no habla de una sentencia firme y ejecutoriada que se da con el cúmplase, sino que se haya dictado una sentencia definitiva, como en el caso de autos. (sic)”, fs.220, con ese argumento se respondía al agravio de que la sentencia en autos no se encontraba firme y ejecutoriada por lo que la causa no se había extinguido.-- Ese razonamiento jurisdiccional es absolutamente incorrecto y desprovisto de legalidad. La Sentencia es la consecuencia de un proceso penal, es la norma jurídica particular que pone fin al proceso declarando el derecho de las partes, y en este caso, más grave aún, decidiendo sobre derechos fundamentales del ser humano, como lo es una sanción penal, que implica limitaciones a dichos derechos. En este caso se dispuso una sanción que implica una privación de libertad, que si bien fue suspendida a prueba, de igual manera implica restricciones a sus derechos e impone obligaciones por un periodo de tiempo. No obstante, para que dicha norma jurídica pueda tener una efectiva vigencia, restableciendo la paz social y que no sea una mera declaración, la misma debe ser cumplida, y la ley determina que para que la misma adquiera tal condición, debe ser ya inimpugnable por las partes en razón a desistir expresa o tácitamente las mismas de su derecho constitucional a recurrir, o se hayan agotado los medios impugnaticios, salvo el caso del recurso de revisión que es la excepción.-------------------------------------Es por ello que la ley procesal determina en los arts. 153 y 154 del C.P.P. las condiciones para la notificación de la sentencia y que llegue a conocimiento de la parte afectada el contenido de la misma, puesto que solo así las partes pueden rebatirla y ejercer su derecho a la defensa, siempre que el sistema procesal admita otro mecanismo recursivo ante un Tribunal superior, lo que en este caso se verifica a través del Recurso Extraordinario de Casación. El artículo 136 cuando dice: una resolución definitiva hace referencia a aquella que ya no puede ser impugnada por que se agotaron todas las vías para evitar que la misma quede firme. La resolución definitiva a la que hace referencia la ley es aquella que tiene la virtualidad de la COSA JUZGADA MATERIAL, de lo contrario si solo bastara con una “sentencia definitiva” no notificada, en otras palabras que no esta firme, la misma no se puede ejecutar, no hace cosa juzgada y en consecuencia no pone fin al procedimiento. Con lo cual, además se podría extender el proceso en el tiempo violando el principio del plazo razonable.-----------------------------En otras palabras, debe quedar establecido que cuando la ley refiere a sentencia definitiva en el art. 136 trata de aquella que esta firme y ejecutoriada, contra la que no procede recurso, salvo claro el caso del recurso de revisión, de finalidad especifica y limitada. Todo ello fundado además, en una disposición del C.P.P. por demás clara: “art. 127. RESOLUCION FIRME. Las resoluciones judiciales quedarán firmes sin necesidad de declaración alguna, cuando ya no sean impugnables”.---------------------En ese sentido, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso de Daniel Tiby vs. Ecuador señalo respecto al plazo razonable: “Asimismo, este Tribunal ha establecido que para determinar la razonabilidad del plazo se debe tomar en cuenta que el proceso concluye cuando se dicta sentencia definitiva y firme en el asunto, con lo cual se agota la jurisdicción, y que, particularmente en materia penal, dicho plazo debe comprender todo el procedimiento, incluyendo los recursos de instancia que pudieran eventualmente presentarse.” (Sentencia de fecha 07 de setiembre del 2004). La Corte Interamericana de Derechos Humanos, órgano supranacional a cuya jurisdicción estamos sometidos en virtud a la adopción del Pacto de San José de Costa Rica como Ley 1 de fecha 14 de julio de 1989, ha determinado ya cuando se entiende que culmina el proceso y por sobre todo que el plazo razonable comprende los recursos que pudieran presentarse, lo que nos conduce a otra parte de la sentencia en estudio, que también esta desprovista de fundamento valido.-----------------El Tribunal de apelación determino: “...si bien es cierto, por unas razones u otras, no se ha notificado en tiempo, la resolución dictada en este Tribunal, no causa agravio, en razón de que la misma es inapelable_recurso que ha desaparecido en este nuevo sistema procesal, conforme resulta de las disposiciones del art. 39 que establece la competencia del Corte Suprema de Justicia. Sólo cabe el Recurso Extraordinario de Casación, cuyos motivos se hallan previsto en el art. 478 del C.P.P., que de hecho, no es lo que reclama el peticionante ni tampoco ha mencionado motivo alguno que pudiera ser objeto de dicho recurso, porque justamente las resoluciones dictadas en ambas instancia se hallan ajustadas a derechos. De ello se deduce que el hecho de no haberse notificado con anterioridad a lo realizado, no modifica en lo sustancial el derecho del condenado, por ende, no corresponde la aplicación del art. 136 del C.P.P.(sic)” fs. 220.------------------------------------En primer termino el Tribunal excede el limite de su competencia, puesto que deduce que del escrito presentado por la defensa, de sus reclamos puntuales “no se ha mencionado motivo alguno que pudiera ser objeto de dicho recurso” referido al art. 478 del C.P.P., tácitamente realiza un análisis de admisibilidad de un posible recurso que aun no ha sido articulado y que si lo fuera no le corresponde ningún tipo de decisión sobre el mismo, ni en cuanto a su presentación o motivos posibles. La competencia para el estudio de admisibilidad y procedencia del Recurso Extraordinario de Casación es privativa de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia (art. 39 y 40 del C.P.P.), y la facultad para hacer uso del mismo le corresponde únicamente a la parte afectada, puesto que hace a su derecho a la defensa en juicio (art. 16, 17, 137 de la C.N., art. 8 inc. 2 num. h del Pacto de San José de Costa Rica).----Por otro lado, si bien el Recurso Extraordinario de Casación, es como su nombre lo dice extraordinario, su fin es la revisión de resoluciones judiciales atacadas por su incorrección lógico jurídica o por afectación al principio de legalidad, sobre la base de motivos específicos y cuya resolución puede: anular sentencia recurrida o dejarla firme, o modificarla de diferentes maneras conforme lo admite la legislación procesal (art. 468/480 del C.P.P.). Pero estos presupuestos normativos no le privan de su eminente naturaleza impugnaticia susceptible de afectar sentencias dictadas por órganos jurisdiccionales, siempre que las mismas no estén firmes, esta afirmación esta abonada por las previsiones legales que requieren, como requisito de admisiblidad su interposición dentro de los diez días de notificada la resolución que causa agravio, pasado dicho plazo la resolución adquiere la calidad de cosa juzgada, y ya no puede atacarse por esa vía.----------------------------------------------En otras palabras, que su interposición este sujeta al cumplimiento estricto de presupuestos normativos tasados, no le quita su carácter de recurso vàlidamente articulable contra sentencias judiciales a fin de privarle de sus efectos e impedir que haga cosa juzgada, por lo cual, este recurso se incluye dentro de los mecanismos procesales impugnaticios de instancia, tal como lo afirma el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos precedentemente citado y conforme a lo dispuesto por el art. 136 que determina que el plazo se extiende 6 meses mas luego de dictada la sentencia condenatoria a los fines de la tramitación de recursos. Herramientas recursivas, se entiende susceptibles de anular dichos pronunciamientos, entre los que se incluye el Recurso de Apelación Especial y el Recurso Extraordinario de Casación.-----Asimismo, el texto de la ley en ese punto no hace distingos, simplemente se refiere a los Recursos contra sentencias judiciales, por lo cual no cabe la interpretación del Tribunal de Apelación en ese sentido, puesto que no se puede distinguir donde la ley no lo hace, además la interpretación pretendida, restringe el derecho a la defensa en juicio basado en una interpretación en contra del procesado en violación al art. 5 del C.P.P..--------Otra cuestión bastante llamativa es la afirmación de que ambas resoluciones dictadas en la causa se hallan ajustadas a derecho (sic) fs. 220 vlto. En este punto, el Tribunal de apelación, si precedentemente hizo referencia a la posible admisibilidad del Recurso Extraordinario de Casación que podría ser interpuesto por el procesado, ya en esta parte directamente se coloca como revisor de su propia sentencia declarando que no existe motivo para recurrir por que su pronunciamiento, de acuerdo a su interpretación, no contenía vicio alguno. No solo se atribuye competencia que no le corresponde si no que pretende disponer del derecho del procesado a recurrir y obtener en su caso la anulación del fallo que lo agravia, todo lo cual atenta contra el art. 8 inc. 2 num. H del Pacto de San José de Costa Rica, art. 17 de la C.N..--------Por último, el propio Tribunal de apelación admite que no se procedió a la notificación inmediata de su sentencia, para luego afirmar: “...estuvo siempre libre y obligado de comparecer al Juzgado de Ejecución periódicamente, como para acercarse e interesarse de su juicio y no lo hizo_el interés es la medida de la acción. (sic)”. Esta es otra clara interpretación contra legem. La notificación implica hacer conocer a la parte las decisiones adoptadas en la causa que lo involucra a fin de que actúe en consecuencia. Los arts. 153 y 154 del C.P.P. imponen al órgano jurisdiccional la obligación de notificar las sentencias definitivas remitiendo copias de las mismas a los fines de que las partes puedan hacer uso de las herramientas procesales correspondientes, asimismo, tiene como fin que sus decisiones sean controladas públicamente, puesto que son un acto de gobierno y por último porque al ser la sentencia judicial una norma jurídica que presupone su ejecutoriedad posterior, requiere necesariamente que la misma ya no pueda ser discutida en cuanto a su firmeza, en otras palabras que sea una cosa juzgada. La notificación de la sentencia judicial tiene una doble función: por un lado hacer funcionar la garantía de la defensa en juicio (derecho a recurrir) y por otro la eficiencia del sistema (decisiones que se ejecutan y restablecen la paz social). En ambos casos, el órgano jurisdiccional se constituye en garante del derecho a la defensa en juicio, por que le importa que sus pronunciamientos sean validos y legales y por que en definitiva todo su actuar resultaría inocuo si no asegura la ejecución de sus pronunciamientos.-------------------------------Consecuentemente, es deber del órgano jurisdiccional sentenciante, en el ámbito penal (Juez penal, Juez de sentencia, Tribunal de apelación) cuyas decisiones son susceptibles de revisión por un Tribunal superior, el de notificar las mismas a las partes conforme lo dispone el art. 153 del C.P.P.. Además, forma parte de su deber de Dirección de la regularidad del proceso, en los parámetros del art. 15 del C.P.C., por lo que aún cuando la notificación a las partes operativamente corresponde a la Secretaría del órgano (art. 45 del C.P.P.), este actúa bajo su supervisión y control, todo lo cual permite afirmar que el órgano jurisdiccional debe velar por que sus resoluciones se notifiquen, independientemente del actuar de las partes, en cuanto a su interés de acudir voluntariamente a verificar el estado del proceso, ya que es una cuestión de orden público, que no puede ser desconocida ni vulnerada por los Jueces, cualquiera sea el ámbito de su competencia de grado en materia penal. ----Es por ello, y dado que el Tribunal de Apelación en lo criminal 3ª. Sala, al resolver una cuestión de orden público, como lo es la vigencia y aplicación del principio constitucional del plazo razonable, obró afectando seriamente el principio de legalidad y el derecho a la defensa en juicio, rechazando la petición de extinción de la acción penal sobre la base de argumentos arbitrarios, es que entiendo procedente declarar nulo el fallo, disponiendo en consecuencia la extinción de la acción penal en la presente causa seguida al Señor JOSE LEOPOLDO MENDOZA ZARATE, conforme los fundamentos expuestos precedentemente y a lo dispuesto por los art. 16, 17, 137, 247, 256 de la C.N., art. 8 inc. 1 y 2 de la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), art. 5, 6, 39, 40, 127, 136, 153, 154 , 480 y concordantes del C.P.P.. ES MI VOTO.-------------------------------- A su turno, el Ministro RIENZI GALEANO manifiesta que se adhiere al voto que antecede por los mismos fundamentos.---------------------------------A su turno, la Ministra Dra. PUCHETA de CORREA dijo: Comparto y me adhiero por sus mismos fundamentos a la postura adoptada por los Ministros que me antecedieron en la emisión de opinión, en lo que hace a la DECLARACIÒN DE EXTINCIÒN de la Acción Penal, y en ese contexto resulta pertinente aclarar la sanción dispuesta no es imputable a la Sala Penal puesto que el expediente en estudio llegó extinto a la máxima instancia. Ello se observa fácilmente a partir de las constancias obrantes en autos principales. Así, el Recurso Extraordinario de Casación fue deducido el 23 de diciembre de 2005 (fs. 245/249) y el plazo máximo de duración (tres años y seis meses desde la notificación del acta de imputación realizada el 9 de mayo de 2001_Fs. 9) se había cumplido el 9 de noviembre de 2004, un mes antes de la presentación.-----------------------------------------------------------------------------Por imperio el Art. 4 de la Ley 609/95, la Corte Suprema de Justicia, por intermedio del Consejo de Superintendencia, ejerce poder disciplinario y de supervisión sobre los tribunales inferiores, como un contralor de sus actividades judiciales.----------Es por ello que, en ejercicio de sus facultades de superintendencia previstas por la Ley 609, corresponde a mi criterio, la remisión de las compulsas de estos autos al Consejo de Superintendencia, para la apertura de un sumario en averiguación y constatación de las actuaciones procesales llevadas a cabo por los profesionales abogados, auxiliares de la justicia, así como de los órganos jurisdiccionales en lo atinente a su adecuación a los plazos legales de resolución, por las dilaciones indebidas, retardo injustificado o ejercicio abusivo del derecho, configurados en la tramitación del presente proceso.-----------------------------------------------------------------------------------A LA SEGUNDA CUESTIÓN PLANTEADA, EL MINISTRO SINDULFO BLANCO, dijo: No procede el estudio de la segunda cuestión, dada la manera en que fue resuelta la primera, así doy mi voto.---------------A su turno, los Ministros RIENZI y PUCHETA DE CORREA manifestaron que se adhieren al voto que antecede por sus mismos fundamentos.-------------Con lo que se dio por terminado el acto firmando S.S.E.E., todo por ante mi de que lo certifico, quedando acordada la sentencia que inmediatamente sigue:--------------ACUERDO Y SENTENCIA Nº 1474…..: Asunción, 11 de diciembre del 2006 VISTOS: Los méritos del acuerdo que anteceden, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA PENAL RESUELVE: ANULAR el Auto Interlocutorio No. 282 de fecha 18 de noviembre del 2005 dictado por el Tribunal de Apelación en lo Criminal Tercera Sala, por los fundamentos expuestos en el exordio que antecede.---------------------------DECLARAR la extinción de la acción penal en la causa seguida a JOSE LEOPOLDO MENDOZA ZARATE por los motivos precedentes y disponer el sobreseimiento definitivo en el marco de la presente causa por imperio del art. 328 inc. 3 del C.P.P..----------------------------------------------REMITIR estos autos al Juzgado competente a los fines pertinentes.REMITIR compulsas de estos autos al Consejo de Superintendencia de la Corte Suprema de Justicia a los efectos previstos en el exordio del presente fallo.---------------------------------------------------------------------------- ANOTAR, notificar y registrar.-----------------------------------Ministros: Alicia Pucheta de Correa, Sindulfo Blanco, Wildo Rienzi Galeano. Ante mí: Karinna Penoni de Bellassai, Secretaria Judicial. EXPEDIENTE: VICTOR GENES ESPÍNOLA CONTRA RESOLUCIÓN N° 3428, DE FECHA 30 DE DICIEMBRE DE 2003 DEL MINISTERIO DE HACIENDA”. ACUERDO Y SENTENCIA N°: Mil Cuatrocientos Noventa y Siete.En la Ciudad de Asunción, República del Paraguay, a los Diez y ocho días del mes de Diciembre del año dos mil seis, estando reunidos en la Sala de Acuerdos, los Excmos. Señores Ministros de la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, los Dres. SINDULFO BLANCO, WILDO RIENZI GALEANO y ALICIA BEATRIZ PUCHETA DE CORREA, por ante mí la Secretaria autorizante, se trajo a acuerdo el expediente caratulado: “VICTOR GENES ESPÍNOLA CONTRA RESOLUCIÓN Nº 3428, DE FECHA 30 DE DICIEMBRE DE 2003 DEL MINISTERIO DE HACIENDA”, a fin de resolver los recursos de apelación y nulidad interpuestos por el Ministerio de Hacienda, representado por el abogado fiscal, Mario Luís Muñoz, contra el Acuerdo y Sentencia Nº 4, de fecha 07 de Febrero de 2005, dictado por el Tribunal de Cuentas, Segunda Sala. Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, resolvió plantear las siguientes: CUESTIONES: Es nula la sentencia apelada? En caso contrario, ¿se halla ella ajustada a derecho? Practicando el sorteo de ley para determinar el orden de votación dio el siguiente resultado: BLANCO, RIENZI GALEANO y PUCHETA DE CORREA.A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA, el Dr. BLANCO, DIJO: El recurrente no ha fundado expresamente el recurso de nulidad, no obstante, no se observan vicios o defectos que ameriten su tratamiento de oficio. Debe declararse desierto. Es mi voto. A su turno, los DRES. PUCHETA DE CORREA y RIENZI GALEANO, manifiestan que se adhieren al voto que antecede por los mismos fundamentos. A LA SEGUNDA CUESTIÓN PLANTEADA, el Dr. BLANCO, prosiguió diciendo: Por Acuerdo y Sentencia Nº 4, de fecha 07 de febrero de 2005, el Tribunal de Cuentas, Segunda Sala, resolvió cuanto sigue: “HACER LUGAR a la presente demanda contencioso-administrativa instaurada en estos autos por el Señor VICTOR GENES ESPÍNOLA, contra la Resolución Nº 3428 del 30 de Diciembre de 2003, dictada por el Ministerio de Hacienda, y en consecuencia: 2. REVOCAR, la Resolución Nº 3428 del 30 de Diciembre de 2003, dictada por el Ministerio de Hacienda, de conformidad y con los alcances dispuestos en el exordio de la presente resolución. 3. DISPONER, la devolución de los aportes jubilatorios del actor retenidos por la Dirección General de Jubilaciones y Pensiones del Ministerio de Hacienda, de acuerdo al monto certificado en el Informe Nº 2777, del 25 de Junio de 2003, de la mencionada repartición obrante a folios 33/34 de autos. 4. IMPONER las costas a la parte perdidosa (...). I. ANTECEDENTES Demanda: Víctor Genes Espínola promovió acción contenciosa administrativa contra la Resolución Nº 3428, de fecha 30 de Diciembre de 2003, del Ministerio de Hacienda, en virtud de la cual, se le ha denegado la devolución de sus aportes jubilatorios. Refiere el accionante, que en fecha 13 de Diciembre de 1988, por Decreto Nº 1417, fue nombrado Juez de Instrucción en lo Criminal de Pilar, Departamento de Ñeembucu. Posteriormente, fue trasladado a distintas localidades para ejercer sus funciones en el carácter aludido. Señala que durante todo el tiempo que le cupo ejercer el sobredicho cargo, ha aportado mensualmente de manera inínterrumpida en concepto de aporte jubilatorio mediante el descuento automático de sus haberes salariales. Manifiesta que se ha desvinculado del Poder Judicial, debido al hecho que por Decreto de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia Nº 339, del 29 de Mayo de 1993, se han suprimido los Juzgados de Instrucción, motivo por el cual, ha solicitado la devolución de sus aportes jubilatorios en fecha 23 de Marzo de 2000, luego de numerosos trámites. Señala, que la resolución del Ministerio de Hacienda, viola la garantía de igualdad consagrada en la Constitución Nacional, pues, sostiene, por una parte, existen funcionarios de la Administración Pública, verbigracia la Policia Nacional, que pueden obtener la devolución de sus aportes jubilatorios sin condición alguna, en cambio, resalta, en su caso, el criterio es distinto, por cuanto le niegan el derecho a la devolución. Destaca que el sustento legal del acto administrativo impugnado, tiene su génesis en una norma obsoleta, que data de casi 80 años, derogada de manera tácita por mandatos legales y constitucionales. Resalta que la administración pública – Ministerio de Hacienda – ha obviado que corresponde la aplicación de la ley más nueva y favorable al trabajador. Por otra parte, agrega, el aportante es propietario de su aporte y despojarlo del mismo, implicaría enriquecimiento indebido. I.ii. Contestación de demanda – MINISTERIO DE HACIENDA. ABOGACÍA DEL TESORO: El Abogado, Fiscal del Ministerio de Hacienda, Mario Luis Muñoz, contestó la demanda, resaltando, en primer término, el incumplimiento de requisitos formales. En tal sentido, refiere que el accionante recurrió las resoluciones dictadas por la Subsecretaria de Estado de Administración Financiera, omitiendo interponer el recurso jerárquico ante el Ministerio de Hacienda, a fin de agotar la instancia administrativa. En segundo lugar, expone que la acción para solicitar en sede administrativa la devolución de los aportes jubilatorios del accionante ha prescrito, con fundamento en el artículo 12 de la Ley 866/26, que dispone: “La acción de los empleados públicos para pedir la devolución de los descuentos de sus sueldos, será prescripta a los tres meses después de haber sido despedido sin causa justificada”. Resalta que el demandante presento su petición al Ministerio de Hacienda, en fecha 23 de Marzo de 2000, sin embargo, la supresión de su cargo, se verificó en fecha 29 de Mayo de 1997. Resalta, que es notorio el desinterés del demandante de reclamar sus derechos antes la Administración, al permitir que transcurra el tiempo en exceso. Señala que la ley para estos casos prevé una sanción, cual es, el rechazo de su petición por extemporánea. I.iii.Argumento jurídico de la resolución impugnada: El A-quo, respecto del artículo 12 de la Ley 866/26, que sirvió de sustento al acto administrativo impugnado, para rechazar el pedido del accionante de devolución de aportes jubilatorios, con fundamento en que ha prescripto la acción para reclamar la aludida devolución, expone dos argumentos concretos. De un lado, refiere que la Ley 866/26, es una norma que ha puesto en vigencia disposiciones de normas legales y administrativas que sancionan y reglamentan el Presupuesto General de la Nación, tienen vigencia solo por el periodo fiscal para el que fue promulgado. De otro lado, manifiesta que el artículo 8, de la sobredicha Ley 866/26, establece que continuará en vigencia los artículos 4, incisos 4, 10 y 14; 7, 8, 11, 13, 20 y 21 de la Ley 538, con lo cual, el artículo 12, de la aludida Ley 538, citado por la demandada, no tiene eficacia. Por otra parte, remarca que la doctrina, jurisprudencia e incluso la legislación en materia de jubilaciones, en especial, a partir de la promulgación de la Constitución Nacional del año 1992, y de la Ley de Reforma de la Caja Fiscal que rige a partir del año 2004, expresamente consagra el derecho de los aportantes del retiro de sus contribuciones cuando tienen menos de diez años de antigüedad. Expresa que la Ley de referencia, no coarta dicho derecho de retirar los aportes jubilatorios, mediante plazos de prescripción para el ejercicio de la acción de reclamo, ni impone condicionamiento alguno para su recupero en función a las causales de la desvinculación laboral del funcionario, como lo preveía la Ley de Organización Administrativa. La devolución de los aportes jubilatorios, sostiene, encuentra fundamento en la Constitución Nacional que garantiza, entre otros, el derecho de propiedad, la igualdad de las personas, de los derechos laborales y del régimen de jubilaciones. Agrega que en la actualidad, no cabe dudas, de que los aportes jubilatorios así como el producto de la jubilación pertenecen en propiedad al funcionario, sin gravamen alguno y, en consecuencia, integra la propiedad privada garantizada por la Constitución Nacional. Sostiene además, que corresponde la aplicación del artículo 252 de la Ley de Organización Administrativa, que prevé la devolución de los aportes de los funcionarios despedidos sin causa justificada, por cuanto, señala, la desvinculación del actor de la función pública, no se debió a su conducta ni a su voluntad, sino a una disposición de carácter legal dispuesta en el marco de la reorganización del Estado. Respecto del argumento de la demandada, referente al incumplimiento de los requisitos formales para que proceda el juicio contencioso administrativo, el A quo, señala que tal inobservancia no existe, habida cuenta que el procedimiento administrativo ha causado estado, toda vez que el actor ha agotado todos los recursos disponibles en sede administrativa con el resultado adverso a sus pretensiones contenido en la resolución impugnada. Añade que, por un acto de delegación de la máxima autoridad administrativa – Decreto Nº 15982/01 – se autorizó al Subsecretario de Estado de Administración Financiera, a que dicte en representación del Ministerio de Hacienda, los actos administrativos relativos al régimen de jubilaciones y pensiones administrados por la Dirección General de Jubilaciones y Pensiones. Destaca que la sobredicha autorización, y el instrumento en el que consta, es mencionado en el propio considerando de la resolución impugnada, por lo tanto, concluye, el acto administrativo cuestionado se considera como emanado de la máxima autoridad del Ministerio de Hacienda, que solo puede ser atacado en sede judicial por haber causado estado, cumpliéndose con ello, el requisito dispuesto en el artículo 3º, inciso a) de la Ley 1462/35, para acceder al fuero contencioso administrativo. II. RECURSO DE APELACIÓN: ARGUMENTO DE LAS PARTES II.i Apelante – MINISTERIO DE HACIENDA (fs. 91/99): Básicamente, tres cuestiones puntuales reclama el impugnante: En primer lugar, refiere que la Ley 866/26, que dispone que la acción para reclamar la devolución de los aportes prescribe a los tres meses, es la norma aplicable a los casos suscitados antes de la promulgación de la Ley 1626, que establece el plazo de un año para solicitar la devolución de los referidos aportes jubilatorios. Enfatiza que no es cierto que la Ley 866/26, sea una Ley de Presupuesto que rige solamente un año, como erróneamente sostiene el Tribunal inferior. Invoca el artículo 7 del Código Civil, según el cual, las leyes no pueden ser derogadas en todo o parte, sino por otras leyes, y en tal sentido, agrega, la sobredicha Ley 866, nunca fue derogada por otra ley, hasta la promulgación de la Ley 1626, de la Función Pública. En segundo lugar, expresa que la Ley 2345, promulgada en fecha 26 de Diciembre de 2003, no es aplicable al caso, en virtud del principio de irretroactividad de la ley. Enfatiza que la controversia se suscitó exactamente cuando el accionante cuando se alejó de la administración por supresión de su cargo, ocurrida en fecha 29 de Mayo de 1997, estando en vigencia la Ley 866/26. En tercer lugar, niega enfáticamente que la no devolución de los aportes jubilatorios al accionante, implique un enriquecimiento indebido por parte del Estado, con fundamento en que los aludidos aportes jubilatorios corresponden a todos sus aportantes, que durante el tiempo señalado por la ley ingresan puntual y mensualmente a la Caja. En ese contexto, agrega, el artículo 247, de la Ley de Organización Administrativa expresa claramente que, ninguna autoridad podrá disponer de los fondos de jubilaciones ni retardar su entrega para darles otra aplicación que no sea la que expresamente le está asignada. Manifiesta además, que el demandante no puede retirar sus aportes jubilatorios cuando se le antoja, salvo que esté autorizado por la Ley, cumpliendo rigurosamente los requisitos establecidos para el retiro de los aportes jubilatorios, de modo a no causarle perjuicio a los demás aportantes y a la propia Caja Fiscal. Expresa que los fondos de jubilaciones y pensiones se rigen por el demoninado “sistema de reparto”, cuya modalidad de asistencia jubilatoria cumple una función de naturaleza social, según el cual, se impone “se provea los aportes por los afiliados al sistema, sin capital ni intereses, pero corresponde a todos los funcionarios públicos para financiar la jubilación de los que por haber cumplido la edad, el tiempo de servicios y los aportes efectuados por dicho transcurso, reciben la remuneración correspondiente hasta el final de sus días e inclusive de su esposa y esposo sobreviviente (sic)”. Sostiene que en el caso en cuestión, prima el interés general sobre el particular, pues, agrega, ello no significa que el funcionario que no retira sus aportes jubilatorios pierda el derecho sobre el mismo, por cuanto que, éste conserva su antigüedad en la administración, y en el evento de que ingrese nuevamente a la función pública, se beneficiaría con su jubilación. Expresa que la columna vertebral de toda caja de jubilación es la obligatoriedad de los aportes y rige inclusive para el sector privado, por lo tanto, concluye, no puede ser voluntario ni discrecional el retiro de los mismos, pues, si así fuera, agrega, la obligatoriedad no tendría razón de ser, atentando sobre la propia existencia de la caja fiscal. II.ii Contestación de traslado – ACCIONANTE (fs. 101/3): Manifiesta que la fundamentación del Acuerdo y Sentencia impugnada es correcta, en el sentido de sostener que el artículo 12, no se contempla en el artículo 8 de la Ley 866, que remarca que artículos de la Ley 538, permanecen vigente, con lo cual, el plazo de tres meses para solicitar la devolución de los aportes jubilatorios, no es aplicable al caso en cuestión. Por otra parte, enfatiza que la contraparte se opone al pedido de devolución, aferrándose a la aplicación de una ley obsoleta de casi 80 años de antigüedad, como lo es, la Ley 866/26, derogada en forma tácita y expresa con nuevas normativas legales y constitucionales. Resalta que los aportantes tienen el derecho constitucional que se les devuelvan sus aportes, más aún – agrega – si no han podido jubilarse por algún motivo. Refiere además, que en el presente caso, se debe aplicar la norma legal más favorable al trabajador. Finaliza su exposición, solicitando se confirme la resolución impugnada. III.ANÁLISIS JURÍDICO: La cuestión es clara, se trata en definitiva de determinar si el plazo de prescripción de tres meses, establecido en el artículo 12, de la Ley N° 538, erróneamente invocado por el Ministerio de Hacienda como correspondiente a la Ley 866/26- para denegar la devolución de los aportes jubilatorios al accionante, fue correctamente aplicado o, en su caso, qué norma legal rige la cuestión?. En primer término, si bien es cierto que la Ley 866/26, se encontraba vigente al momento de solicitar la devolución de los aportes jubilatorios, también es cierto que el artículo 12, correspondiente a la Ley 538, invocada por el Ministerio de Hacienda como sustento para denegar la devolución, no tiene vigencia. Ello es así, dado que el artículo 8, de la citada Ley N° 866, “por la que se mantienen en vigencia diversas disposiciones de las anteriores leyes de presupuesto”, establece textualmente que: “Continuarán en vigencia las siguientes disposiciones de la Ley N° 538: Art. 4°, incisos 4, 10 y 14; artículos 7, 8, 11, 13, 20 y 21”. En consecuencia, queda claro que el artículo 12 de la Ley 538, que establecía a plazo de tres meses para solicitar la devolución de los aportes jubilatorios, no tiene vigencia, por cuanto el transcripto artículo 8 de la Ley 866/26, solo hace alusión al elenco legal que comprende los artículos 4, incisos 4, 10 y 14; y los artículos 7, 8, 11, 13, 20 y 21 de la aludida Ley N° 538. Es de destacar, que esta inferencia correctamente expresada por el A quo en la resolución impugnada, no ha sido motivo de agravio para el apelante. Ahora bien, excluida la aplicación del artículo 12, de la Ley 538, corresponde determinar qué marco normativo –vigente al momento de producirse la desvinculación del accionante por la supresión del cargo que ocupaba, en el año 1997- ofrece solución a la cuestión. Se remarca que el accionante se ha desvinculado de la función pública, por supresión del cargo que ocupaba en el carácter de Juez de Instrucción. El artículo 252, de la Ley del 22 de Junio de 1909 –DE ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA Y FINANCIERA DEL ESTADO-, establece que: “Los empleados despedidos sin causa justificada, tendrán derecho a reclamar la devolución de los descuentos que hubiesen sufrido durante los años de servicio con más el interés del 3% anual. Esta prescripción comprende únicamente los documentos en virtud de esta ley”. Respecto del término para peticionar la devolución, nada dice la sobredicha normativa. La Ley 200/70, -QUE ESTABLECE EL ESTATUTO DEL FUNCIONARIO PÚBLICO-, vigente al momento de producirse la desvinculación del accionante de la función pública, no hace alusión alguna respecto del tema en análisis. De lo hasta aquí expuesto, se colige que al tiempo de desvincularse el accionante de la función pública –año 1997-, como al momento de peticionarse la devolución de los haberes jubilatorios ante el Ministerio de Hacienda, en el año 2000, el marco normativo vigente, no establecía un plazo o término dentro del cual, el demandante –ex- magistrado-, debía solicitar la devolución de sus aportes jubilatorios, por consiguiente, no cabe inferir otra lógica, que la acción para obtener la devolución de los haberes jubilatorios no se encuentra sujeta a plazo alguno, en otros términos, es imprescriptible. Lo anterior, cobra aún más relevancia cuando se analiza la cuestión, desde la perspectiva constitucional. En efecto, los aportes jubilatorios, se encuadran en el contexto del instituto jubilatorio, con lo cual, se hallan protegidos por garantías constitucionales, tales como la propiedad privada (artículo 109 de la C.N.) y el régimen de jubilaciones (art. 103 de la C.N.). A su vez, la deducción antes expuesta, por imperio de lo dispuesto en el artículo 137 de la Constitución Nacional, operativiza las normas sobre seguridad social consagradas en los siguientes Convenios Internacionales, ratificados por nuestro país, los cuales se traen a colación: a) Declaración Universal de los Derechos Humanos: Artículo 22. “Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad. b) Ley 1/89 –Convención Americana sobre Derechos Humanos, Pacto de San José de Costa Rica- Artículo 26. “Los Estados Partes se comprometen a adoptar providencias, tanto a nivel interno como mediante cooperación internacional, especialmente económica y técnica, para lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos que se derivan de las normas económicas, sociales y sobre educación, ciencia y cultura, contenidas en la Carta de la Organización de los Estados Americanos (…)”. c) Ley N° 1040/97 – Que aprueba el protocolo de San Salvador – artículo 7: “Condiciones justas, equitativas y satisfactorias al trabajo. Los Estados Partes en el presente Protocolo reconocen que el derecho al trabajo (…) supone que toda persona goce del mismo en condiciones justas, equitativas y satisfactorias, para lo cual dichos Estados garantizarán en sus legislaciones nacionales, de manera particular: a); b); c); d) La estabilidad de los trabajadores en sus empleos, de acuerdo con las características de las industrias y profesiones y con las causas de justa separación. En caso de despido injustificado, el trabajador tendrá derecho a una indemnización o a la readmisión en el empleo o a cualesquiera otra prestación prevista por la legislación nacional”. Artículo 9. Derecho a la seguridad social. “1. Toda persona tiene derecho a la seguridad social que la proteja contra las consecuencias de la vejez y de la incapacidad que la imposibilite física o mentalmente para obtener los medios para llevar una vida digna y decorosa. En caso de muerte del beneficiario las prestaciones de seguridad social serán aplicadas a sus dependientes. 2. Cuando se trate de personas que se encuentran trabajando, el derecho a la seguridad social cubrirá al menos la atención médica y el subsidio o jubilación en casos de accidentes de trabajo o de enfermedad profesional y, cuando se trate de mujeres, licencia retribuida por maternidad antes y después del parto”. Adquiera preeminencia, a su vez, en este estado del juicio, lo dispuesto en la Ley 2345 – De Reforma y Sostenibilidad de la Caja Fiscal, Sistema de Jubilaciones y Pensiones del Sector Público- que en su artículo 9, garantiza el derecho de retirar los haberes jubilatorios, para aquellos empleados que no lleguen a completar diez años de servicio: “El aportante que complete sesenta y dos años de edad y que cuente con al menos diez años de servicio, tendrá que acogerse a la jubilación obligatoria. El monto de la jubilación obligatoria se calculará multiplicando la Tasa de Sustitución (valor del primer pago en concepto de jubilación o pensión como proporción de la remuneración base) por la Remuneración Base, tal como se la define en el Artículo 5° de esta ley. La Tasa de Sustitución será del 20% para una antigüedad de diez años y aumentará 2,7 puntos porcentuales por cada año de servicio adicional hasta un tope del 100%. Aquéllos que no lleguen a completar diez años de servicio, tendrán derecho a retirar el 90% de sus aportes realizados, ajustados por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Banco Central del Paraguay”. Respecto de la inaplicabilidad de la Ley 2345, alegada por la parte demandada, con sustento en el artículo 2 del Código Civil, que establece que las leyes disponen para el futuro, cabe destacar que, dicho principio general, no resulta aplicable, pues, en el presente juicio se dirime una cuestión que tiene su génesis en la relación laboral del accionante con el Estado, por consiguiente, los principios generales del derecho laboral deben orientar la aplicación de la norma que conceda mayores ventajas o derechos al trabajador, cualquiera sea la fuente de que provenga. Lo anterior, permite deducir con toda claridad y primera y principal, con la debida correspondencia que debe presentar el tema con el marco constitucional, que la devolución de los aportes jubilatorios en el caso en examen, no se halla sujeto a plazo alguno. Esta deducción, a su vez, es la que se corresponde con la lógica dispuesta en el artículo 107, de la Ley 1626/00, que establece: “El funcionario público que fuera traslado de un organismo o entidad del Estado a otro que cuente con un régimen de jubilación diferente al que pertenecía, inclusive al sector privado, tendrá las siguientes opciones: a) continuar en la caja a la que pertenecía; o, b) incorporarse a la otra caja que se incorpore el monto de su aporte acumulado en el régimen de donde proviene. En tal caso, seguirá aportando conforme al régimen de la caja a la que se incorpore. Igual derecho tendrá el funcionario que hubiera renunciado o hubiera sido cesado y se reincorporarse a la función público, siempre que no hubiese retirado su aporte”.En efecto, de acuerdo al texto de la transcripta norma, el empleado que se desvincula de la función pública, tiene derecho –al momento de reincorporarse a la citada función-, a continuar aportando en el caja, toda vez que no hubiese retirado su aporte, en otros términos no pierde su antigüedad. Nótese que el artículo en cuestión, no somete a plazo, tiempo o término alguno, para que el funcionario público se reincorpore a la actividad pública y continúe aportando a la caja de jubilaciones. La única condición que se le impone, es que no haya retirado su aporte. Por la razón, por qué motivo o con qué fundamento, el funcionario público que termina su relación jurídica con el Estado, se encontraría apremiado con un plazo para retirar sus aportes jubilatorios?. Aplicarle un término de prescripción para solicitar el retiro de la devolución de sus haberes jubilatorios, no solo es violatorio del principio constitucional del derecho de propiedad, sino que también compromete las garantías consagradas en la Constitución Nacional, en los artículos 102 – De los derechos laborales de los funcionarios y de los empleados públicos – y 103 – Del régimen de jubilaciones- al abrogarle el empleado público, la posibilidad de continuar aportando a la caja, y con ello mantener su antigüedad, en el evento de que se produzca su reincorporación a la función pública. Cobra relevancia en el sentido expuesto, lo que dispone la ley 1626, en su artículo 40, al disponer que: “Los funcionarios públicos tendrán derecho a: a) percibir el salario y demás remuneraciones previstas por la ley … g) acogerse a los beneficios de la seguridad social que establezca la ley respectiva, con derecho a que se acumulen los aportes realizados a las distintas cajas de jubilaciones o pensiones (…)”----Para mayor ilustración, un ejemplo: Si se estableciera un plazo de prescripción para peticionar la restitución de los haberes jubilatorios, verbigracia, de tres meses, entonces, el empleado público se vería constreñido a retirarlo en tal lapso de tiempo, de lo contrario, perdería su derecho a obtener el reintegro del citado emolumento. Esto implica a su vez, que el funcionario público que retira sus aportes jubilatorios – apremiado por término o lapso de tiempo – en el evento de que pueda o quiera reincorporarse a la función pública, pierde toda su antigüedad en la caja de jubilaciones a la que pertenecía. El silogismo del ejemplo ilustrativo, ciertamente, no se compadece de ninguna manera con la naturaleza del aporte jubilatorio que – se insiste – integra el instituto de la jubilación, por consiguiente, aplicarle un plazo o término al derecho de peticionar su devolución, no solo es atentatorio del régimen de seguridad social del que debe gozar todo ciudadano, sino que también, es violatorio de las sobredichas normas constitucionales que garantizan el régimen de jubilaciones, los derechos laborales de los funcionarios públicos (art. 102), el derecho de propiedad y el derecho de igualdad de las personas (art. 46). En resumen: La devolución de los aportes jubilatorios peticionado por el accionante, no se halla sujeta a plazo de prescripción alguno, con fundamento en las consideraciones antedichas y los siguientes instrumentos normativos: Constitución Nacional: artículos 46, 102, 103, 109 y 137; Declaración Universal de los Derechos Humanos: artículo 22; Ley 1/89 – Pacto de San José de Costa Rica: artículo 26; Ley 1040/97: Que aprueba el protocolo de San Salvado; artículos 7 y 9; Ley 2345: artículo 9; Ley 1626: artículos 49, incisos g) y 107. Bajo las consideraciones expuestas, la apelación interpuesta debe ser rechazada por improcedente y, en consecuencia, el Acuerdo y Sentencia impugnado debe ser confirmado en todos sus puntos. Conforme al principio objetivo de la derrota, la costas deben ser impuestas a la parte vencida, con fundamento en el artículo 192 y 203, inciso a) del Código Procesal Civil. Es mi voto. A SU TURNO, los Dres. RIENZI GALEANO y PUCHETA DE CORREA manifiestan que se adhiere al voto que antecede por los mismos fundamentos. Con lo se dio por terminado el acto firmado SS.EE., todo por ante mí de que lo certifico quedando acordada la sentencia que inmediatamente sigue: SENTENCIA NÚMERO: 1.497.Asunción, 18 de Diciembre de 2006. VISTOS: Lo mérito del Acuerdo que antecede; la, CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA PENAL RESUELVE: DECLARAR DESIERTO el recurso de nulidad interpuesto por el abogado fiscal, Mario Luis Muñoz, contra el Acuerdo y Sentencia N° 4, de fecha 7 de Febrero de 2005, dictado por el Tribunal de Cuentas, Segunda Sala. NO HACER LUGAR al recurso de apelación interpuesto por el abogado fiscal, Mario Luis Muñoz y, en consecuencia, CONFIRMAR el Acuerdo y Sentencia N° 4, de fecha 7 de Febrero de 2005, dictado por el Tribunal de Cuentas, Segunda Sala. IMPONER las costas a la vencida, en este caso, la parte demanda. ANOTAR, registrar y notificar. Ministros: Alicia Pucheta de Correa, Wildo Rienzi Galeano y Sindulfo Blanco. Ante mí: Abog. Karina Penoni de Bellasai, Secretaria. EXPEDIENTE: RECURSO DE REVISIÓN INTERPUESTO POR EL ABOG. BENJAMIN RIVEROS EN LOS AUTOS: “BERNABE ROJAS S/ HOMICIDIO CULPOSO Y OTRO”.-ACUERDO Y SENTENCIA NÚMERO MIL QUINIENTOS TREINTA Y NUEVE En la Ciudad de Asunción, Capital de la República del Paraguay, a los diez y nueve días, del mes de diciembre del año dos mil seis, estando reunidos en la Sala de Acuerdos los Excmos. Señores Ministros de la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, Doctores SINDULFO BLANCO, ALICIA PUCHETA DE CORREA Y WILDO RIENZI GALEANO, ante mí la Secretaria autorizante, se trajo el expediente caratulado: “RECURSO DE REVISIÓN INTERPUESTO POR EL ABOG. BENJAMIN RIVEROS EN LOS AUTOS: “BERNABE ROJAS S/ HOMICIDIO CULPOSO Y OTROS”, a fin de resolver el Recurso de Revisión interpuesto contra el Acuerdo y Sentencia Nº 650 de fecha 10 de agosto de 2005, dictado por esta Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.------------------------------Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, resolvió plantear las siguientes,-------------------------------C U E S T I O N E S: ¿ES ADMISIBLE EL RECURSO DE REVISIÓN DEDUCIDO?.---EN SU CASO ¿RESULTA PROCEDENTE?.----------------------------Practicado el sorteo de ley para determinar el orden de votación dio el siguiente resultado: Dres. SINDULFO BLANCO, WILDO RIENZI GALEANO Y ALICIA PUCHETA DE CORREA.----------------------------A LA PRIMERA CUESTION PLANTEADA, el DR. BLANCO dijo: En primer término corresponde realizar el examen de admisibilidad del recurso interpuesto, y en tal sentido, se advierte que los requisitos formales de interposición se hallan debidamente acreditados, a tenor de lo dispuesto en los artículos 481, 482 y 483 del Digesto de Formas que nos rige.--------------------Los presupuestos de admisibilidad del recurso de revisión se refieren a: 1) Objeto Impugnado: El fallo atacado constituye una sentencia definitiva (Acuerdo y Sentencia Nº 650 de fecha 10 de agosto de 2005, dictado por esta Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia), con calidad de firme, vale decir, contra la misma no cabe recurso alguno; 2) Plazo: procede en todo tiempo; 3) Sujeto Legitimado: El Abogado Defensor de BERNABE ROJAS se halla debidamente legitimado para interponer el recurso en examen, a tenor de lo reglado en el artículo 482 inc. 1) del Código Procesal Penal; y 4) Forma de interposición: El planteamiento en estudio reúne las condiciones de escrito fundado, conforme a las disposiciones del artículo 483 del mismo de leyes.---En resumen: estimo que el recurso de revisión reúne las condiciones requeridas para declararlo admisible y, en consecuencia, procede entrar a analizar el fondo de la impugnación. ES MI VOTO.----------------------------A SU TURNO, EL DR. RIENZI GALEANO manifiesta que se adhieren al voto del DR. SINDULFO BLANCO por los mismos fundamentos.-----------------------VOTO EN DISIDENCIA DE LA DRA. ALICIA BEATRIZ PUCHETA DE CORREA: Disiento con la decisión adoptada por el ilustre colega que me antecedió en la emisión de opinión, quien estuvo por la procedencia del recurso y la consecuente extinción de la acción.----------------Coherente con mi postura y de manera coincidente con el dictamen del Ministerio Público, considero que corresponde la DECLARACIÓN DE INADMISIBILIDAD de la recurrencia, por la falta de correspondencia entre el motivo invocado por la defensa y el efectivamente contenido en el Art. 481 inc. 4 (hechos nuevos - más concretamente alude el revisionista a un nuevo elemento probatorio).-----------------------------------------------------------El recurrente -al incursar su pretensión en el Art. 481 inc. 4- presenta como nueva prueba la Sentencia Definitiva Nº 650 del 10 de agosto de 2005 dictada por esta Sala Penal, por la cual se rechazó un Recurso Extraordinario de Casación planteado por la defensa. El aludido fallo bajo ningún punto de vista puede ser considerado como “hecho nuevo” susceptible de tornar revisable la condena. Para que sea viable el recurso por el motivo invocado por el recurrente debe hacerse mención a un supuesto fáctico inexistente al momento de dictar la condena o cuando menos desconocido por el juzgador, el fallo traído como “prueba novel” indudablemente no constituye “un hecho”, es una resolución, la cual al ser confirmatoria de la condena resuelta en primera instancia y ratificada en segunda, es “evidentemente posterior” a la sentencia de primera instancia y no por ello puede constituirse en un “elemento de prueba nuevo” habilitador del estudio de la procedencia de la revisión.---------------------------------------------------El carácter de “numerus clausus” que tienen las causales de revisión se halla plasmado en respetada doctrina argentina que sobre el punto menciona: “La regla según la cual los motivos que pueden dar lugar a la revisión de una sentencia firme están descriptos taxativamente en la ley penal, tiene su fundamento en el carácter excepcional del recurso. En efecto, si se concede una importancia real al instituto de la cosa juzgada, desconocerlo supondría un padecimiento de los fines más básicos del derecho. La lesión al carácter definitivo de las decisiones jurisdiccionales debe limitarse, entonces de un modo riguroso”. (Mirna Goransky y Maximiliano Rusconi. Recurso de Revisión en el Derecho Procesal Penal. Editores del Puerto S.R.L. Bs. As. 2004. Pág. 349).-------------------------------------------------------------No obstante lo expuesto, atendiendo a que la extinción de la acción es una cuestión de orden público, corresponde verificar su supuesto acaecimiento ante la afirmación de la defensa de que sobrevino la extinción de la causa luego de dictada la sentencia, por no haber quedado firme la condena antes de los seis meses previstos para la interposición de las vías recursivas, por imperio del Art. 136 del Código Procesal Penal. En ese contexto, cabe realizar una síntesis de las actuaciones a los efectos de determinar la veracidad de lo aseverado por el revisionista:---------------------------------- BERNABÉ ROJAS fue imputado el 16 de mayo de 2001 (fs.3) y se dio por notificado de la imputación el 18 de mayo de 2001 en la Audiencia realizada a los efectos del Art. 242 del Código Procesal Penal (fs. 16).--------------------El 24 de octubre de 2003 por A.I. N° 831 (fs. 263) el juzgado interviniente declaró su rebeldía.-------------------------------------------El 11 de febrero de 2004 -por A.I. N° 34- (fs. 286) fue levantada su rebeldía.-----------------------------------------------------------------------El 30 de abril de 2004, el Tribunal de Sentencia presidido por el Juez Arnaldo Fleitas -por Sentencia Definitiva N° 68 (fs. 347/353)- CONDENÓ a BERNABÉ ROJAS a CINCO AÑOS de pena privativa de libertad, por la comisión de homicidio culposo y exposición a peligro del tránsito terrestre (Art. 107 y 217 inc. 1º del Código Penal respectivamente).---------------------El 25 de agosto de 2004, el Tribunal de Apelación, por Acuerdo y Sentencia N° 59 (fs. 372/375), resolvió: CONFIRMAR la condena dispuesta en primera instancia.--------------------------------------------El 10 de agosto de 2005 la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, por Acuerdo y Sentencia N° 650, RECHAZÓ el Recurso de Casación interpuesto (433/436).--------------------------------------- Nótese que el cómputo se realiza a partir del levantamiento de rebeldía producido el 11 de febrero de 2004 y la resolución de la Sala Penal por la cual se RECHAZÓ el Recurso Extraordinario de Casación es del 10 de agosto de 2005, con lo cual la sentencia de grado quedó firme en esa fecha, mucho tiempo antes del cumplimiento del plazo máximo de duración del proceso, que tendría lugar recién el 11 de agosto de 2007.-----------------------------------El revisionista al abogar por la extinción de la acción sostiene que a los efectos del cómputo del plazo de duración se debe tener en cuenta el plazo anterior a la declaración de la rebeldía. A mi criterio, repito, NO ES ACERTADO el argumento expuesto por el recurrente cuando afirma que “la fuga o rebeldía del incoado suspende el cómputo del plazo”. Evidentemente confunde los efectos de la rebeldía previstos en el Art. 136, de los dispuestos en el Art. 83, ambos del Código Procesal Penal.-----------------El Art. 83 -incluido en el Capítulo I del Título IV del Libro Primero: “El imputado”- dispone la SUSPENSIÓN DE LA INVESTIGACIÓN mientras dure la rebeldía, no legisla en lo atinente al plazo. Pretende impedir que el proceso prosiga y alcance el estado de resolución conclusiva, en ausencia del incoado, parte esencial en el proceso. En cambio el Art. 136 , ubicado en el Capítulo IV del Título I del Libro Segundo “de los Plazos”, al regular sobre la duración máxima del procedimiento, considera entre una de las excepciones a la duración de tres años, la fuga o rebeldía del imputado, que “INTERRUMPIRÁ el plazo de duración del procedimiento”. Y a mayor abundamiento de la tesis expuesta, en el in fine del articulado establece: “Cuando comparezca o sea capturado, se reiniciará el plazo”.-----------------Jurisprudencia: Esta postura fue claramente sentada en los fallos emitidos por la Sala Penal -en pleno- al resolver el Recurso Extraordinario de Casación y el pedido de extinción suscitados en el expediente caratulado: “Paublino Maldonado Silvero y otros sobre robo agravado y reducción en Ciudad del Este”, y por quien suscribe en el Recurso de Revisión planteado en la misma causa (Acuerdo y Sentencia Nº 1144 del 14 de diciembre de 2005. El efecto interruptivo de la rebeldía fue nuevamente sostenido en el Acuerdo y Sentencia Nº 890 del 13 de setiembre de 2006 en el expediente: “Gerhard Hans Bauser sobre comercialización de alimentos nocivos y otro”--------------En resumen: Conforme a las consideraciones vertidas y con sustento en el Art. 481 inc. 4) del Código Procesal Penal, corresponde, DECLARAR INADMISIBLE el recurso de revisión interpuesto, manteniendo el grado de firmeza de la condena de cinco años de pena privativa de libertad, resuelta por el tribunal de mérito y ratificada por ambos órganos de alzada por la comisión del hecho punible de homicidio culposo.--A LA SEGUNDA CUESTION PLANTEADA, el DR. BLANCO dijo: El Abogado Benjamín Riveros, en representación del condenado BERNABE ROJAS, se presenta a fs. 556 de autos a interponer recurso extraordinario de revisión a favor del mismo, quien por S.D. Nº 68 de fecha 30 de abril de 2004, dictada por el Tribunal de Sentencia Colegiado, constituido en la Ciudad de Asunción, y presidido por el Abog. Arnaldo Ortíz Fleitas e integrado por los Abogs. Luis María Yaryes y Antonio Ocampos Carvallo, fuera condenado a la pena de privación de libertad de CINCO (5) años; fallo que fuera recurrido en apelación especial y que en la instancia de Alzada, el Tribunal de Apelación en lo Criminal, Cuarta Sala de la Capital, por Acuerdo y Sentencia Nº 59 de fecha 25 de agosto de 2004 confirmó in totum las conclusiones obtenidas tras los debates del juicio oral y público. Posteriormente por Acuerdo y Sentencia Nº 650 de fecha 10 de agosto de 2005, esta Sala Penal resolvió NO HACER LUGAR por improcedente al RECURSO DE CASACION planteado en relación al condenado Bernabé Rojas.-------------------------------------------------------------------------------------Del análisis de los fundamentos expuestos por el defensor, éste lo cimienta básicamente en el presupuesto contemplado por el Art. 481 inc. 4) del Código Procesal Penal, el cual dispone: “La revisión procederá (…) cuando después de la sentencia sobrevengan hechos nuevos o elementos de prueba que solos o unidos a los ya examinados en el procedimiento, hagan evidente que el hecho no existió, que el imputado no lo cometió o que el hecho cometido no es punible o corresponda aplicar una norma más favorable…”, alegando el recurrente como argumento central de su exposición que al momento de dictarse la sentencia confirmatoria de la condena (A y S Nº 650 de fecha 10 de agosto de 2005) la causa penal seguida a su defendido ya se encontraba extinta.---------------------------------------------------------------------Entre otras cuestiones señala el casacionista: “Que, de esta forma, denuncio como hecho nuevo, que al momento de dictarse sentencia confirmatoria, la causa ya estaba extinta de hecho y derecho, al ser esto una cuestión de orden público y se produce de pleno derecho por el transcurso del tiempo, declarable cualquiera sea la instancia en que se encuentra el proceso y no es renunciable y asimismo un derecho consagrado por la Constitución Nacional y leyes internacionales adoptadas y ratificadas por nuestro país, su violación constituye una causal de nulidad absoluta; más aún teniendo en cuenta que la extinción de la acción penal debe declararse de oficio, ordenando el sobreseimiento definitivo del imputado o condenado, sin necesidad de pedido de este, por lo que están reunidos de modo irrebatible los presupuestos que tornan viable el Recurso de Revisión, y corresponde la aplicación de una norma más favorable. (…) Que a los efectos de computar el plazo para la extinción de esta causa, debe tenerse por notificado de la imputación a mi defendido, en fecha 16 de mayo de 2001, fecha en que concurrió a la audiencia prevista en el art. 242 del Código Procesal Penal, debiendo extinguirse la causa sin sentencia firme, en fecha 16 de mayo de 2004. Que, habiendo acusación de por medio, se llevó a cabo el juicio oral y público en fecha 30 de abril de 2004, es decir, 16 días antes de producirse la extinción en la causa, dictándose la sentencia condenatoria Nº 69 de fecha 30 de abril de 2004, debiendo consecuentemente extender el plazo de duración del procedimiento por seis meses más, a fin de tramitar los recursos (apelación especial y casación) es decir, el plazo máximo de duración del procedimiento debía de fijarse para el 16 de noviembre de 2004, exceptuando la declaración de rebeldía. Que la sentencia del Tribunal de juicio fue apelada en tiempo y forma, y resuelta mediante el Acuerdo y Sentencia Nº 59 de fecha 25 de agosto de 2004, (…) e impugnado por medio del Recurso Extraordinario de Casación, en tiempo y forma en fecha 16 de diciembre del mismo año (…). Que de esta manera, a la fecha en que se dictó el Acuerdo y Sentencia Nº 650 (10 de agosto de 2005), el plazo establecido para la extinción de la acción penal ya había transcurrido…” (sic). Finalmente solicita se declare extinta la acción penal por así corresponder en derecho.----Del análisis de los fundamentos expuestos por la defensa técnica, éste lo cimienta básicamente en el presupuesto contemplado por el Art. 481 inc. 4) del C.P.P., es decir, alegando el hecho de que, si bien su defendido fue condenado, al momento de dictarse el Acuerdo y Sentencia Nº 650 de fecha 10 de agosto de 2005, la causa ya estaba extinta, debido a que conforme al Art. 303 del digesto procesal, el proceso penal contra BERNABE ROJAS se inició al momento de notificarse el Acta de Imputación a su defendido, esto es, en fecha 18 de mayo de 2001, fecha en que concurrió al Juzgado a la audiencia previsto a los efectos del Art. 242 del C.P.P. Así también señala que en autos fue declarado el estado de rebeldía de su defendido por A.I. Nº 831 de fecha 24 de octubre de 2003, emanado del Juez Penal de la Etapa Intermedia Abog. Silvio Reyes, el cual además de ordenar la prisión preventiva del imputado, dispone la interrupción del plazo máximo de duración del proceso conforme al Art. 136 del C.P.P. Manifiesta seguidamente, que para su representación está claro y resulta indiscutible que el período de tiempo que corre entre la declaración de rebeldía y su levantamiento con el otorgamiento de medidas alternativas a la prisión no puede ser computado para la declaración de la extinción de la acción, pero, considera que el período de tiempo trascurrido antes de la declaración de rebeldía debe ser tenido en cuenta a favor de su representado. Por último, y en base a dichas consideraciones solicita sea acogido favorablemente el recurso incoado, y en consecuencia, se anule el fallo atacado, declarando la extinción de la acción penal en relación a Bernabé Rojas.-------------------Corrido traslado al representante de la querella adhesiva, este lo contestó a tenor del escrito obrante a fs. 565/566 de autos.------------------------A su turno, la Fiscal Adjunta y Encargada de vistas y traslados dirigidos a la Fiscalía General del Estado, Abog. María Soledad Machuca, al contestar la vista corrídale del pedido de la defensa (fs. 568/571) manifestó entre otras cuestiones que corresponde rechazar el recurso de revisión planteado por la defensa del condenado Bernabé Rojas, por corresponder así en derecho.-------Así las cosas, resulta acertado traer a colación lo dispuesto en el Art. 481 el Código Procesal Penal, el cual en relación al recurso planteado dispone: PROCEDENCIA. La revisión procederá contra la sentencia firme, en todo tiempo, y únicamente a favor del imputado, en los casos siguientes: …4) cuando después de la sentencia sobrevengan hechos nuevos o elementos de prueba que solos o unidos a los ya examinados en el procedimiento, hagan evidente que el hecho no exisitó, que el imputado no lo cometió o que el hecho cometido no es punible o corresponda aplicar una norma más favorable”.----Es así que, examinado el expediente a fin de resolver lo peticionado por el recurrente, se tiene que el mismo aduce sustancialmente, como fundamento de su pretensión, el hecho que al momento de haberse dictado el Acuerdo y Sentencia Nº 650 de fecha 10 de agosto de 2005, la causa ya cumplió en exceso el plazo previsto en el Art. 136 del Código Procesal Penal, es decir, “ya se había extinguido”.-------------------Dentro de este contexto jurídico procesal, deben realizarse algunas consideraciones, es así que, el revisionista BERNABE ROJAS, fue imputado en fecha 16 de mayo de 2001, por el hecho punible de Homicidio Culposo (Acta de Imputación Nº 13), obrante a fs. 3/4 de los autos principales. El encausado se dio por notificado de la imputación que pesaba en su contra en fecha 18 de mayo de 2001 en la audiencia realizada a los efectos del Art. 242 del Código Procesal Penal en el Juzgado Penal de Garantías a cargo del Abog. Pedro Mayor Martínez, toda vez que la misma presupone la puesta en conocimiento al procesado de los términos de la imputación y de todos sus derechos procesales, máxime considerando que por disposición del Art. 304 –segundo párrafo- del C.P.P., no se puede solicitar ni aplicar medidas cautelares si no existe acta de imputación fundada y previa. También debe considerarse que la imputación fue ampliada en fecha 02 de noviembre de 2001 por el hecho punible de Exposición al Peligro en el Tránsito Terrestre. Asimismo, por A.I. Nº 831 de fecha 24 de octubre de 2003 fue declarada su rebeldía – fs. 263-, aunque en fecha 11 de febrero de 2004, y mediante A.I. Nº 34 se concedieron medidas alternativas a la prisión al declarado rebelde, dejando sin efecto el interlocutorio que dispuso la declaración de rebeldía -fs. 286-. Lo cierto y lo concreto es el que el impetrante estuvo en situación de rebeldía por un tiempo de tres (3) meses y diez y ocho (18) días, durante la etapa intermedia.---------Ahora bien, resulta menester traer a colación las disposiciones legales que guardan relación con el planteamiento de la recurrencia que nos ocupa, a los efectos de constatar la procedencia o no de la cuestión planteada por el recurrente, y así se tiene primeramente que, el Capitulo V del Título I, contenido en el Libro Segundo del Código Procesal Penal, referente al “Control de Duración del Procedimiento”, establece expresamente en su articulado 136 que: “Toda persona tendrá derecho a una resolución judicial definitiva en un plazo razonable. Por lo tanto, todo procedimiento tendrá una duración máxima de tres años, contados desde el primer acto del procedimiento. Este plazo solo se podrá extender por seis meses más cuando exista una sentencia condenatoria, a fin de permitir la tramitación de los recursos. La fuga o rebeldía del imputado interrumpirá el plazo de duración del procedimiento. Cuando comparezca o sea capturado, se reiniciará el plazo…”. Dicha norma necesariamente debe ser concatenada con el Art. 83 del mismo cuerpo legal, el cual en relación a los efectos de la declaración de rebeldía del imputado establece: “La declaración de rebeldía no suspenderá la investigación, salvo en lo que se refiere a resoluciones que pongan fin al proceso. En las etapas subsiguientes, el procedimiento solo se suspenderá con respecto al rebelde y continuará para los imputados presentes. La declaración de rebeldía implicará la revocación de la libertad que le haya sido concedida al imputado y le obliga, en caso de presentación involuntaria, al pago de las costas provocadas. Cuando el imputado rebelde comparezca voluntariamente o sea puesto a disposición de la autoridad que lo requiere, se extinguirá su estado de rebeldía y continuará el procedimiento, quedando sin efecto la orden de captura”.------------------------------------Atendiendo a las disposiciones supra mencionadas, la cuestión principal a ser analizada es si ante una declaración de rebeldía, el plazo procesal se suspende o se interrumpe, atendiendo a que son dos institutos jurídicos que llevan aparejadas consecuencias disímiles. En dicha tesitura, valga mencionar que la declaración de rebeldía no puede ser considerada como una suerte de “sanción procesal” al imputado, sino más bien, debe ser entendida y aplicada como una verdadera garantía de defensa, atendiendo a que la ley impide el juicio en ausencia y trata de asegurar su presencia durante el juicio oral. Obviamente la presencia del imputado en el proceso es indispensable para perfeccionar la relación procesal y para que éste pueda ejercer sus derechos a través de las garantías establecidas en la ley. Es por ello que el código de forma establece que no podrá realizarse la acusación, sin que se haya identificado al imputado, o sin que se haya recibido declaración indagatoria o conste su negativa a declarar. Así las cosas, la Constitución Nacional consagra entre los derechos fundamentales los principios de inviolabilidad de la defensa y el debido proceso; el derecho a la libertad de las personas; la restricción en la declaración contra sí mismo, fortaleciendo la protección de los derechos individuales; así como la reivindicación y plena vigencia de los mismos. Todos ellos constituyen el estatuto básico de defensa de las personas en el proceso penal y entran a funcionar activamente cuando un ciudadano es imputado. Allí esos principios se convierten en facultades concretas de defensa.------Si bien la Constitución Nacional no lo consagra expresamente –la garantía de plazo razonable-, puede entenderse como una de las “garantías innominadas”, que, por otra parte, responde a las fuentes en las que nuestra Carta Magna se basó. Entre los fundamentos legales dentro de nuestro derecho positivo para las referencias del plazo razonable de tiempo, tenemos el Pacto de San José de Costa Rica, el cual nuestro país ha ratificado como Ley Nº 1/89 y, por lo tanto, es derecho vigente en toda la República, y el cual, en su artículo 8 inciso 1) dispone que: “toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable,… en la sustentación de cualquier acusación penal formulada contra ella”. Así, puede entenderse que ha sido voluntad del legislador establecer un plazo cierto dentro del Código –el cual ha sido estimado en tres años- que pueda traducir un plazo razonable, y compatibilice este derecho con la cláusula de la norma precedente.----------------------------------------------De esta manera, la Constitución Nacional acuerda a toda persona pasible de un proceso penal del que pudiera derivarse una sanción, el derecho a merecer “la comunicación previa y detallada de la imputación” (Art. 17 inc. 7), dando inicio el Juzgado Penal, con el conocimiento y notificación de la imputación fiscal, al procedimiento penal, siendo ese el momento en donde la amenaza del proceso se trasmuta en una realidad objetiva.------------------------Indiscutiblemente, podría decirse que la redacción de los artículos del ordenamiento procesal penal más arriba desarrollados ha sido poco feliz, inclusive contradictorias entre sí, puesto que, mientras el primero de ellos establece que la fuga o rebeldía del imputado “interrumpirá” el plazo de duración del procedimiento, el segundo menciona que la declaración de rebeldía no suspenderá la investigación, salvo en lo que se refiere a resoluciones que pongan fin al proceso, y que, cuando el imputado comparezca voluntariamente o sea puesto a disposición de la autoridad que lo requiere “continuará” el procedimiento. Obviamente, cuando dos proposiciones jurídicas contenidas en un mismo texto normativo y reguladoras de la misma cuestión no armonizan entre sí, deben ser interpretadas en su conjunto y de manera sistemática, atendiendo al espíritu de la ley y a la presunta voluntad del legislador. Por ello, no resulta jurídicamente sostenible el hecho de que habiéndose establecido que todo procedimiento penal tendrá una duración máxima de tres años contados desde el primer acto del procedimiento, prorrogables únicamente por seis meses más para la tramitación de los recursos cuando exista sentencia condenatoria, que éste plazo pueda ser interrumpido por la declaración de rebeldía del imputado, puesto que siendo así, el plazo comenzaría a correr de cero nuevamente, pudiendo en realidad vulnerar holgadamente el “plazo razonable” establecido por el Art. 136 del C.P.P. es más, resultaría un contrasentido interrumpir el plazo del procedimiento, por cuanto que con la suspensión válidamente se puede cumplir con el mismo objetivo, cual es la “paralización” del proceso penal durante el lapso que dure el estado de rebeldía.-------En este orden de ideas, puede afirmarse que considerando el fin último de la “declaración de rebeldía” -que el proceso penal se paralice- su realización se concreta en sentido negativo, por cuanto se impide o detiene el ejercicio de los poderes de acción y jurisdicción del Estado. Dicho en otros términos, ese lapso de rebeldía impide que se decida, que se haga valer una pretensión para que se decida sobre el fondo. Es así que en este supuesto, mientras se mantenga la situación prevista, el plazo de la duración del procedimiento no corre, volviendo a correr en el momento en que cesa esa situación.---En el mismo sentido, no debe olvidarse que el proceso penal se integra con una serie de etapas a través de las cuales y en forma progresiva se tiende a poner al juez en condiciones de pronunciar un veredicto, siendo cada etapa presupuesto de la que sigue. Entendido así, el principio de progresividad impide que el juicio se retrotraiga a etapas ya superadas, dado el principio de preclusión. Por ello, tanto el principio de progresividad como el de preclusión reconocen su fundamento en motivos se seguridad jurídica y en la necesidad de lograr una administración de justicia rápida dentro de lo razonable, evitando así que los procesos se prolonguen indefinidamente; pero además, y esto es esencial atento a los valores que entran en juego en el juicio penal, obedecen al imperativo de satisfacer una exigencia consustancial con el respeto debido a la dignidad del hombre, cual es el reconocimiento del derecho que tiene toda persona a liberarse del estado de sospecha que importa la acusación de haber cometido un delito, por lo general, mediante una sentencia que establezca en definitiva, su situación frente a la ley penal, o excepcionalmente, mediante la conjunción de determinados presupuestos que –como el caso de autosconducen a la insubsistencia de la acción penal.-------En este contexto, y convalidando el criterio de prevalencia de la suspensión sobre la interrupción de los plazos procesales, debemos abocarnos a develar el alcance jurídico que ello genera. Incontrovertiblemente, el período de tiempo trascurrido durante la rebeldía no puede en ningún caso ser considerado a los efectos de la duración máxima del procedimiento, sin embargo, el plazo discurrido desde el primer acto del procedimiento hasta la declaración de rebeldía, sí debe ser computado al plazo que corre posterior al levantamiento de la misma.----------------------------------------------------------Esto es así desde el momento que la garantía constitucional de la defensa en juicio incluye el derecho a todo encausado a obtener un pronunciamiento que ponga término del modo más breve a la situación de incertidumbre y restricción a la libertad que comporta el enjuiciamiento penal. Es más, en dilatadas sustanciaciones de procesos penales, las personas sometidas a ellos ven restringida su libertad no sólo por el lapso de tiempo en que están detenidas, sino además por las condiciones impuestas en casos de concesión de medidas alternativas a la prisión preventiva; y, si se considera que el lapso de tiempo transcurrido con anterioridad a la declaración de rebeldía no puede ser computado, el proceso penal se extendería perennemente, contrariando, precisamente la garantía constitucional aludida.-En el mismo orden de ideas, se afirma que el proceso penal en su conjunto implica, una “innegable restricción de libertad”, por tal motivo su duración de ser acotada, y considerando desde una perspectiva más sociológica, es posible advertir el etiquetamiento del imputado como criminal, produciendo ello un nivel de estigmatización que prolongado en el tiempo, puede llegar a ser irreversible, y en ese sentido, los altos niveles de estigmatización, el carácter penoso del proceso y la casi segura violación al derecho a la honra que ello supone, tornan necesario que el proceso penal una vez individualizado el imputado, deba tener un plazo razonable de duración cierta y acotada; plazo de duración, pues, que materializa un derecho de carácter constitucional del perseguido penalmente.--------------------------------Por lo expuesto párrafos anteriores, debe entenderse que, los plazos anteriores y posteriores a la declaración de rebeldía deben sumarse, hasta alcanzar el límite máximo previsto por el Art. 136 del C.P.P. en su caso.-------Por lo demás, cabe añadir que la extinción de la acción penal se funda en el derecho del imputado a verse libre del cargo y de las restricciones del proceso en un lapso razonable y acorde con la gravedad y complejidad de la causa y al respecto la Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, explica los alcances del principio en los siguientes términos: “...El interés del Estado en resolver presuntos casos penales no puede contravenir la restricción razonable de los derechos fundamentales de una persona....Este límite de tiempo tiene como objetivo proteger al acusado en lo que se refiere a su derecho básico de libertad personal, así como su seguridad personal frente a la posibilidad de que sea objeto de un riesgo de procedimiento injustificado....El Estado debe probar la culpa dentro de un plazo razonable para asegurar e institucionalizar la confianza en la imparcialidad procesal del sistema...El principio de legalidad que establece la necesidad de que el Estado procesa al enjuiciamiento penal de todos los delitos, no justifica que se dedique a un periodo de tiempo ilimitado a la resolución de un asunto de índole criminal. De otro modo, se asumiría de manera implícita que el Estado siempre enjuicia a culpables y que, por lo tanto, es irrelevante el tiempo que se utilice para probar la culpabilidad. De conformidad con las normas internacionales, el acusado debe ser considerado inocente hasta que se prueba su culpabilidad” (Resúmenes de la Jurisprudencia del Sistema Americano de Protección a los Derechos Humanos – Sistema Americano PLAZO RAZONABLE.htm).-------------------------------En otras palabras, el plazo razonable implica además respeto de otros principios y esencialmente de aquel que está en la cúspide de esos derechos: la Presunción de Inocencia y, conjuntamente, la legalidad procesal. El sistema democrático de gobierno tiene como uno de sus fundamentos el respeto de los derechos reconocidos constitucionalmente a favor de los sometidos a procesos por parte de las autoridades estatales. El desconocimiento de los mismos implica una grave afrenta al Estado de derecho, puesto que la autoridad de manera alguna puede pretender atar a una persona a un proceso, en tanto en cuanto se disponga la resolución definitiva sin tomar en consideración un límite de plazo, sino sólo condicionado a la voluntad del Juzgador. Eso constituye una arbitrariedad que no puede permitirse, ni mucho menos consentirse. Es así que revisados los antecedentes del caso, se tiene que la causa seguida a BERNABE ROJAS ha cumplido el plazo máximo de duración del procedimiento en fecha 08 de marzo de 2005, conclusión a la cual se arriba luego de computar los plazos anteriores (18 de mayo de 2001 a 24 de octubre de 2003) y posteriores (11 de febrero de 2004 a 10 de agosto de 2005) a la declaración de rebeldía dictada en autos contra el mismo, por lo que el fallo dictado en esta instancia efectivamente ha recaído en tiempo y forma extemporánea, debiendo por lo tanto decretarse la nulidad del mismo y acceder a la declaración de la extinción penal en la forma solicitada.-----------Por ello, y al encontrarse el planteamiento de la defensa enmarcado en el ámbito del recurso interpuesto, soy del criterio que la revisión planteada debe ser admitida, en el sentido de anular el Acuerdo y Sentencia Nº 650 de fecha 10 de agosto de 2005, dictado por esta Corte Suprema de Justicia, declarando la extinción de la acción penal en relación a BERNABE ROJAS, por el transcurso del plazo previsto en el Art. 136 del Código de Formas. ES MI VOTO.-------------------------------------------------------------A SU TURNO el DR. RIENZI GALEANO dijo: De la previa lectura de los autos en general, necesaria para estudiar en detalle el fondo de la cuestión planteada, surge nítidamente una cuestión bastante singular: LA DECLARACIÓN DE REBELDÍA del procesado, sin que figure en autos que éste fue notificado para comparecer a la audiencia preliminar, fijada por el Juzgado; puesto que, según el informe de la ujier notificador, ella no practicó esa diligencia (fs. 250) y, en cuanto al oficio remitido a la Policía Nacional para el efecto, se halla consignada en él solamente la fecha y el número de entrada a esa institución (fs. 249 y 251), sin que exista constancia alguna de haberse realizado la notificación, ordenada en dicho oficio.--------- De este modo, la referida declaración de rebeldía, plasmada en el A.I.N° 831 del 24 DE OCTUBRE DE 2003 (fs. 263), se basamenta y se apoya, como puede leerse en él, en la INASISTENCIA de Bernabé Rojas a la audiencia preliminar fijada para el 24 DE OCTUBRE DE 2003 (fs. 248); inasistencia que se debe, evidentemente, al hecho de no haber sido notificado el procesado, como corresponde, para su comparecencia a la audiencia preliminar, fijada por providencia del 23 de Setiembre de 2003 (fs. 248).------En consecuencia, la declaración de rebeldía dictada por el Juzgado, carece de fundamento y de sustento legal por falta de la notificación correspondiente; por ende, considerar esa decisión como un elemento, negativo o positivo, para resolver la revisión planteada sería una pérdida inútil de tiempo.----------------------------------------Aclarado el punto y entrando al examen del fondo del caso en cuestión, luego de un detallado análisis de los fundamentos del recurrente, no puedo sino estar de acuerdo con el acertado criterio, adoptado sobre la revisión, por el ilustrado Ministro Preopinante, Prof. Dr. Sindulfo Blanco, dado que la presente causa se halla, efectívamente, EXTINGUIDA indiscutible y definitivamente; circunstancia que nítidamente resalta en los autos, desde el momento que pasaron CUATRO AÑOS, DOS MESES y VEINTITRES DÍAS entre la notificación de la imputación el 18 de mayo de 2001 (fs. 16) y la última resolución dictada el 10 de agosto de 2005 (fs. 442), cuando que el plazo máximo de duración del procedimiento es de TRES AÑOS Y SEIS MESES, conforme lo dispone el Art. 136 Código Procesal Penal.-------Y es mas, aun teniendo en cuenta la SUPUESTA REBELDÍA del procesado, que sólo “duró” TRES MESES Y SIETE DÍAS, porque habiendo sido declarada el 24 DE OCTUBRE DE 2003 (fs. 263), fue levantada el 11 de Febrero de 2004 (fs. 286); consecuentemente, restaría todavía a favor de la extinción, considerando las fechas de la notificación de la imputación y de la última resolución dictada en autos, CINCO MESES Y DIECISEIS DÍAS más del plazo máximo que puede y debe durar el procedimiento penal (Art. 136 C.P.P.), puesto que el total, entre los dos actos procesales citados, asciende a TRES AÑOS, ONCE MESES Y DIECISEIS DÍAS.---------------Por consiguiente la extinción de esta causa, o sea, la extinción de la potestad, facultad o función jurisdiccional de entender ella; el plazo para la pérdida de la jurisdicción y competencia del Poder Judicial para entender en el proceso se halla cumplido con exceso, por lo que la persecución penal es concluyentemente improcedente, y el magistrado o los magistrados no tienen otra alternativa sino declarar extinguida la causa, que debe disponerse incluso de oficio, porque así lo ordena la ley.-Ahora bien, la consecuencia inmediata de esa extinción es la libertad del detenido, procesado o condenado, que ya no tiene porqué estar recluido dado que, en la escala de los derechos del hombre, seguido al derecho a la vida está el de su libertad, uno de los derechos humanos fundamentales.----De este modo, la única opción que tengo, justa y adecuada a derecho, es la de mi adhesión in totum a la opinión del Señor Ministro Sindulfo Blanco sobre el caso en estudio, y en especial en cuanto se refiere a la libertad del procesado Bernabé Rojas, derecho humano fundamental, que no permite que persona alguna pueda estar recluida por un tiempo mayor o superior a lo que la ley impone al respecto. ES MI VOTO.------A su turno, la Ministra PUCHETA DE CORREA manifiesta que dada la opinión vertida en la primera cuestión no corresponde pronunciarse respecto a la procedencia del recurso de revisión.--------------------------------------------Con lo que se dio por terminado el acto firmando S.S.E.E., todo por ante mi que lo certifico, quedando acordada la sentencia que inmediatamente sigue: -------------------ACUERDO Y SENTENCIA NUMERO: 1539 Asunción, 19 de diciembre de 2.006.VISTO: Los méritos del Acuerdo que antecede, la; --------------CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA PENAL RESUELVE: 1.- DECLARAR admisible para su estudio el presente recurso.----------2.- HACER LUGAR al Recurso de Revisión interpuesto por el Abogado Benjamín Riveros, a favor del condenado BERNABE ROJAS, en base a los fundamentos expuestos en el exordio de la presente resolución.-----3.- DECLARAR que la causa de homicidio culposo y exposición al peligro en el tránsito terrestre juzgada en la circunscripción judicial de la Capital, en la que recayera condena sobre el señor BERNABE ROJAS, la acción penal se extinguió en fecha 08 de marzo de 2005.-------------------------4.- ANULAR el Acuerdo y Sentencia Nº 650 de fecha 10 de agosto de 2005 dictado por esta Corte Suprema de Justicia.-----------------------------------5.- REMITIR estos autos al Juzgado Penal de Origen a los efectos pertinentes, y a tal efecto LIBRAR los oficios correspondientes.----------------6.-ANOTAR, registrar y notificar.--------------------------------------------Ministros: Alicia Pucheta de Correa, Wildo Rienzi Galeano, Alicia Pucheta de Correa. Ante mí: Karinna Penoni de Bellassai, Secretaria Judicial. ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD EN EL JUICIO: “M. M. A. R. S/ ASISTENCIA ALIMENTARIA”. AÑO: 2005 - N° 321. ACUERDO Y SENTENCIA NÚMERO: Seiscientos sesenta.En la Ciudad de Asunción, Capital de la República del Paraguay, a los diez y seis días del mes de Julio del año Dos mil siete, estando en la Sala de Acuerdos de la Corte Suprema de Justicia, los Excmos. Señores Ministros de la Sala Constitucional, Doctor ANTONIO FRETES Presidente y Doctores VÍCTOR MANUEL NÚÑEZ RODRÍGUEZ y JOSÉ V. ALTAMIRANO AQUINO, Miembros, ante mí, el Secretario autorizante, se trajo al acuerdo el expediente caratulado: ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD EN EL JUICIO: “M. M. A. R. S/ ASISTENCIA ALIMENTARIA”., a fin de resolver la acción de inconstitucionalidad promovida por la Abog. Clara Rosa Gagliardone en representación de la Sra. N. R. C.. Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala Constitucional, resolvió plantear y votar la siguiente: C U E S T I Ó N: ¿Es procedente la acción de inconstitucionalidad deducida?. A la cuestión planteada el Doctor ALTAMIRANO dijo: La presente acción de Inconstitucionalidad la promueve la Abog. Clara Rosa Gagliardone en representación de la Sra. N. R. C., contra el Acuerdo y Sentencia N° 280 del 30 de diciembre de 2004, dictado por el Tribunal de Apelaciones de la Niñez y de la Adolescencia de la Capital, en el expediente caratulado: “M. M. A. R. S/ ASISTENCIA ALIMENTARIA”. N° 478; Año 2002. 1.- La recurrente plantea que las resoluciones impugnadas son violatorias de los artículos 48, 53, 54, 137, 247 y 256 de la Constitución Nacional, manifestando: “...En el juicio de filiación de M. M. A. R. quedó establecido el derecho que el mismo tiene a los alimentos desde la iniciación de la demanda, S.D.N° 516 de fecha 13 de diciembre del 2002, conforme a la Constitución Nacional, la convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y el art. 189 del C.N.A.; ...basándose en ese juicio de filiación fue dictada en los autos sobre asistencia alimentaria la S.D.N° 300 de fecha 30 de junio de 2003. Al intentar ejecutar dicha resolución el padre de M. M. interpuso excepción de inhabilidad de título contra estas sentencias. Inhabilidad que ha sido rechazada en primera instancia. En el fallo impugnado el Tribunal ha dado preferencia a una interpretación procesalista de la sentencia de primera instancia por sobre los derechos humanos vitales del niño a los alimentos...la resolución imcumplió lo establecido por el art. 137 de nuestra Constitución Nacional que determina la prelación de nuestro sistema normativo, donde SIEMPRE se debe aplicar la norma suprema por sobre todo tipo de reglamentación. Que un principio del derecho procesal haya sido antepuesto ante un artículo constitucional, el 54, que ordena y establece cual es el principio rector en la jurisdicción es una violación a la supremacía de la constitución...En los alimentos, una ley expresamente establece desde cuándo deben ser abonados y siendo la misma, como el magistrado lo reconoce, de ORDEN PÚBLICO, el verdadero desorden jurídico devendría justamente en el caso que debamos estar sujetos a la forma en que cada juzgado dicte la sentencia. La aplicación estricta de la ley, la que asegura el criterio que rige el inicio de la obligación alimentaria, es la norma que responde a los principios constitucionales de igualdad entre el padre y la madre y el interés del niño...Con la interpretación procesalista los miembros del Tribunal de la Niñez y de la Adolescencia, violan el art. 256 de la Constitución Nacional...”. De los fundamentos expuesto por el accionante, se corrió traslado a la otra parte por todo el plazo de ley y así mismo se dio intervención al Fiscal General del Estado en virtud a lo dispuesto en el art. 554 del C.P.C., quien manifestó en su Dictamen N° 680 de fecha 26 de mayo del 2006 “...Cabe señalar que el Juzgado tuvo por iniciada la ejecución de sentencia conforme al proveído de fecha 07 de agosto de 2003, luego de ciertos trámites dados en la causa principal, en fecha 28 de mayo de 2004 la parte ejecutada opuso excepciones de inhabilidad de título y de nulidad en los términos del escrito obrante a fs. 73/77 de la causa principal. Para el caso, teniendo en cuenta los agravios de la parte hoy accionante, corresponde hacer referencia a lo atinente a la excepción de inhabilidad de título. Así de la lectura del escrito de oposición de dicha excepción, surge que la misma se basó en la circunstancia de considerar que ejecución de sentencia, sólo podía versar sobre lo expresamente dispuesto en la resolución ejecutada, y que sin embargo en la causa se ejecutaba el importe de alimentos con efecto retroactivo, desde la fecha de iniciación del juicio de filiación, no habiendo ello sido dispuesto por la resolución ejecutada. Del análisis de las constancias obrantes en la causa principal surge efectivamente que el Juzgado de Primera Instancia interviniente, en la S.D. N° 300 de fecha 30 de junio de 2003 por la que fijó la pensión alimentaria a favor del menor M. M. R. y a cargo del Sr. F. A. C., no dispuso de manera expresa que la cantidad fijada en tal concepto, debía ser abonada desde la fecha de iniciación del juicio de filiación, que le había precedido al de alimentos. Por otro lado de las constancias del expediente principal, tampoco surge que dicha resolución fijatoria de la pensión alimentaria haya sido objeto de recurso alguno por la parte accionante, habiendo quedado firme y ejecutoriada...” 2.- Antes de resolver sobre la procedencia o no de la presente acción, considero lastimero que un caso como el planteado llegue a esta máxima instancia por una cuestión meramente procesal, en detrimento de un derecho básico y de rango constitucional cual es el derecho de los hijos a ser asistidos, educados y alimentados por parte de sus progenitores y en el caso sometido a controversia, por obligación del padre. Penosamente en fallos reiterados vengo observando actitudes dilatorias, irresponsables e impropias de progenitores y todo ello siempre en perjuicio de los niños. Considero que esta actitud debería ser observada y en particular en este caso cuando ni tan siquiera se han tomado medidas provisorias que fijen alimentos a favor del adolescente M. M. A. R. y a ello debemos sumar el hecho como que; primeramente la madre del niño ha solicitado el reconocimiento de filiación contra el Sr. F. C. S., dicho juicio fue iniciado en el año 2002, sin beneficio para el niño en un lapso aproximado de cuatro años, es decir durante un proceso judicial, y ni que decir, durante el tiempo anterior de la vida del niño, en que el progenitor no lo ha asistido ni cumplido con su deber de padre y finalmente habiendo al tiempo de esta Acción de Inconstitucionalidad el niño cumplido la mayoría de edad, se perfecciona la irresponsabilidad y el perjuicio grave e irreparable al menor, quien sigue exigiendo un derecho que le es propio, y entonces ¿Quién repara el daño?, por ello las “conductas procesales desvirtuadas, impropias, malintencionadas deben ser sancionadas ya que las mismas claramente transgreden disposiciones expresas de la Constitución Nacional (art. 53) y los artículos 3 inc. 2, 18 inc. 1, 26 inc. 1 y 27 inc. 1 y 4 de la Ley 57/90 que Aprueba y Ratifica la Convención por los Derechos del Niño, por lo que el órgano jurisdiccional competente debe imprimir los trámites correspondientes para hacer efectivo el derecho conculcado. Y EN ESTE SENTIDO DEJAR CLARO QUE “la sentencia de condena de alimentos esta firma y la mayoría de edad no impide la Ejecución real de la misma”. 3.- La presente Acción de Inconstitucionalidad debe prosperar. 3.1.- El Tribunal de la Niñez y de la Adolescencia por Acuerdo y Sentencia N° 280 del 30 de diciembre de 2004 dispuso respecto al recurso de Apelación y Nulidad de la S.D. N° 525 del 01 de octubre de 2004, dictada por el Juzgado de Primera Instancia de la Niñez y de la Adolescencia del 5to. Turno la siguiente fundamentación: “...Partimos de un elemento fundamental de la sentencia para que constituya autoridad de cosa juzgada, cual es la decisión que adopta el juez respecto al objeto de la litis. La fijación de la cuota alimentaria es una sentencia condenatoria en materia civil, por consiguiente, debe de ser interpretación restrictiva. En el caso de autos, tanto el exordio como la parte dispositiva de la sentencia N° 300, no menciona de manera expresa ni implícita desde cuando debe pasar la pensión alimentaria el ejecutado. El juzgado se limitó estrictamente a establecer la cantidad líquida de la pensión, y esta decisión judicial es un norma imperativa para las partes que deben ser cumplida con exactitud. Si bien es cierto, que constituye norma de orden público que en los juicios de filiación favorable al niño o adolescente en su emplazamiento parental, los alimentos debe el demandado desde el inicio de la demanda, esa normativa devendría el fundamento para la retroactividad de la prestación dispuesta, pero, eso no autoriza a extender por la vía de la interpretación más allá del decisorio judicial, caso contrario nos conduciría a un desorden jurídico incompatible con la seguridad de las relaciones interindividuales que nos provee el derecho. En este sentido, conviene recalcar que la parte dispositiva de al resolución es la que causa ejecutoria, pone fin al litigio y señala el derecho y deber de los litigantes...;...Cabe advertir que la sentencia dictada en esta jurisdicción en materia de alimentos constituye autoridad de cosa juzgada formal, por tratarse de una cuestión que puede variar con el tiempo según el art. 167 del C.N. y A” (...las negritas, subrayados y las letras en cursiva; son nuestras) 3.2- El Juzgado de Primera Instancia de la Niñez y de la Adolescencia del 5to. Turno, primeramente resolvió por S.D.N° 516 del 13 de Diciembre del 2002 “...Hacer lugar, con costas, a la presente demanda que por reconocimiento de filiación extramatrimonial de M. M. A. R. promovió N. P. R. en contra de F. A. ...Dejar establecido el derecho a alimentos que tiene M. A. R. en relación a su padre biológico, consecuencia de este pronunciamiento, en los términos del art. 189 primer párrafo del Código de la Niñez y Adolescencia y desde la fecha de la iniciación del juicio de filiación...”; luego por S.D.N° 300 del 30 de Junio del 2003 el mismo Ad-quo dispuso “...Hacer lugar, con costas a la presente demanda promovida por la señora N. P. R. C. en relación a la Asistencia Alimentaria de su menor hijo M. M. A. R., y en consecuencia fijar la suma que resulte del monto de (37) treinta y siete jornales mínimos para actividades diversas no especificadas, incrementándose automática y proporcionalmente conforme a los aumentos salariales resultando a la fecha la suma de GUARANÍES: Un millón ciento noventa y nueve mil doscientos ochenta y uno (Gs. 1.199.281), suma que deberá ser descontada de los haberes percibidos por el Sr. F. A. C. S. como funcionario de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) y ser depositada en la cuenta judicial abierta a tal efecto en el Banco Central del Paraguay a nombre del presente juicio y a la orden del Juzgado y de la Sra. N. P. R. C., quien percibirá los fondos con la sola presentación de su cédula de identidad en ventanilla bancaria...”. 3.3.- Cual es entonces el quid de la cuestión?. La Sra. N. P. R. C. en representación de su menor hijo, inició juicio de reconocimiento de filiación contra el Sr. F. C. S., el juicio fue resuelto favorablemente a la pretensión demandada, y en el mismo, el A-quo, dispuso la obligación del progenitor de asistir en sus derechos alimentarios a su menor hijo. Seguidamente la demandante inicio el juicio de Asistencia Alimentaria (ante el mismo juez del juicio de Filiación) contra el reciente reconocido legalmente progenitor, disponiendo en este sentido, el A-quo por resolución una “cantidad líquida exigible” verificable en jornales mínimos diarios. 3.3.1.- Una vez firme la sentencia de “Alimentos” la demandante presentó el pedido de “Ejecución de Sentencia” en base a una liquidación que fuera presentada (fs. 40) de la que acompañó copia para traslado respectivamente. 3.3.2.- El Juzgado por providencia de fecha 7 de agosto del 2003, tuvo por iniciada la Ejecución de la Resolución Judicial, tomando como base de la “ejecución” la formulación presentada por la parte accionante, y con ello el Juez especificó el monto reclamando, decretando el embargo preventivo sobre los bienes del acreedor hasta cubrir la suma reclamada. 3.3.3.- Contra la providencia de referencia el demandado planteó recurso de reposición y apelación en subsidio oponiéndose al monto de la liquidación presentada por la actora. El Ad-quo resolvió por A.I.N° 130 del 5 de setiembre del 2003 no hacer lugar y ordenó la elevación de los autos de los autos para la tramitación de la apelación subsidiaria, luego el Tribunal de Alzada por A.I.N° 35 de fecha 26 de febrero del 2005 resolvió declarar mal concedido el recurso de apelación en subsidio interpuesto contra la providencia recurrida y disponer la inmediata devolución del presente juicio a los efectos procesales indicados en el exordio de la presente resolución sin más trámites (...el exordio disponía: la providencia recurrida está entre aquellas que son de mero trámites y, consecuentemente, como el recurso de reposición ha sido fundadamente desestimado, el interlocutorio que así lo resolvió causa ejecutoria, es decir, deviene inapelable...sólo resta que el Juzgado corra traslado de las excepciones opuestas a la parte actora a fin de que esta las conteste dentro de plazo de ley y reencausarse de esta manera el sencillo procedimiento que caracteriza a la ejecución de sentencia...). 3.3.4.- Devuelto el expediente al juzgado, el demandado entonces opuso la “excepción de Inhabilidad de Título” fundado en tres presupuestos a) Un procedimiento ejecutivo respecto a cantidades no autorizadas ni previstas en el título ejecutivo; S.D. N° 300; b) una liquidación unilateral surgida de la exclusiva expresión de deseos de la parte ejecutante; c) la inclusión como deuda a ser ejecutada de cantidades ya pagadas por los meses de julio y agosto del 2003 que se ignoró en el obligatorio procedimiento de liquidación judicial previo a cualquier ejecución. La excepción de Inhabilidad de Título fue rechazada por el Juez A-quo por S.D.N° 525 del 01 de octubre del 2004 y en ella se dispuso la ejecución del capital reclamado. 3.3.5.- Posteriormente el ejecutado interpuso recurso de Apelación y Nulidad contra lo resuelto por el A-quo (...rechazo de la excepción de Inhabilidad de Título...) y finalmente el A-quem dispuso revocar la sentencia de primera instancia. Resulta, ésta que derivó finalmente en la interposición de la presente “Acción de Inconstitucionalidad”. En resumidas cuentas, el problema resulta de la divergencia (por la parte demandada) suscitada en el juicio de Asistencia Alimentaria, respecto a la cantidad líquida exigida por la demandante al momento de promover la “ejecución de la resolución judicial” respectiva, sosteniendo aquel, que el monto exigible no puede retrotraerse al tiempo del inicio del “juicio de filiación” y tampoco al de “alimentos”, por cuanto la resolución que dispone la cuantía en materia alimentaria, nada dice respecto del tiempo desde el cual corre el depósito en materia alimentaria, o sea no ordena el A-quo tal cosa y por otro lado la cuota establecida no es líquida ni exigible...Estas últimas conjeturas son los argumentos que sostiene el demandado en todas sus alegaciones. 3.4.- A los efectos de la interpretación del caso y de la contrastación con la normativa aplicable, creo preciso iniciar el análisis con las siguientes premisas legislativas: 1) La Ley Suprema de la República es la Constitución. Ésta, los tratados, convenios y acuerdos internacionales aprobados y ratificados, las leyes dictadas por el Congreso y otras disposiciones jurídicas de inferior jerarquía, sancionadas en su consecuencia integran el derecho positivo nacional en el orden de prelación enunciado... Artículo 137 de la Constitución Nacional. 2) La familia es el fundamento de la sociedad...Esta incluye...a la comunidad que se constituya con cualquiera de los progenitores y sus descendientes. Los padres tienen el derecho y la obligación de asistir, de alimentar, de educar, y de amparar a sus hijos menores de edad. Serán penados por ley en caso de incumplimiento de sus derechos de asistencia alimentaria...Todos los hijos son iguales ante la ley. La Familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de garantizar al niño su desarrollo armónico e integral, así como el ejercicio pleno de sus derechos. Artículo 49, 53 y 54 de la Constitución Nacional. 3) La familia es el elemento fundamental y natural de la sociedad y debe ser protegida por la sociedad y el Estado...5. La ley debe reconocer iguales derechos tanto a los hijos nacidos fuera del matrimonio como a los nacidos dentro de él. Toda persona tiene derecho a un nombre propio y a los apellidos de sus padres o al de uno de ellos. Artículos 17 y 18 de la Ley N° 1/89 “Aprueba y ratifica la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto San José de Costa Rica”. 4) 1. Incumbirá a los padres o, en su caso, a los tutores la responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del niño. Su preocupación fundamental será el interés superior del niño. 2. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social. 3. A los padres u otras personas responsables por el niño les incumbe la responsabilidad primordial de proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, las condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del niño. 4. Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para asegurar el pago de la pensión alimenticia por parte de los padres u otros personas que tengan la responsabilidad financiera por el niño, tanto si viven en el Estado Parte como si viven en el extranjero...Artículo 18 y 27 de la Ley 57/90 “Aprueba y Ratifica la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño”. 5) El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad. El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y posnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación...Principios 3 y 4 de la Declaración de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. 6) El padre y la madre ejercen la patria potestad sobre sus hijos en igualdad de condiciones. La patria potestad conlleva el derecho y la obligación principal de criar, alimentar, educar y orientar a sus hijos... El padre y la madre del niño o adolescente, están obligados a proporcionarle alimentos suficientes y adecuados a su edad. La asistencia alimenticia incluye lo necesario para el sustento, habitación, vestido, educación, asistencia médica y recreación del niño o adolescente. La cantidad fijada en concepto de pensión alimentaria será abonada por mes adelantado desde la fecha de iniciación de la demanda. En caso de que hubiese demanda de filiación anterior, desde la fecha de iniciación del juicio de filiación...Artículos 70, 97 y 189 de la Ley 1680/01 “Código de la Niñez de la Adolescencia”. Consentida, firme y ejecutoriada la sentencia judicial...procederá su ejecución, a instancia de parte con las reglas...; Si la sentencia condenare al pago de cantidad líquida y determinada o hubiere liquidación aprobada y firme, a instancia de parte se procederá al embargo de bienes, de conformidad con las normas establecidas para el juicio ejecutivo. Son excepciones admisibles en el juicio ejecutivo, las siguientes: a); d) falsedad o inhabilidad del título con que se pide la ejecución. La primera sólo podrá fundarse en la falsedad material o adulteración del documento, la segunda, en la falta de acción o en no ser el documento de aquellos que traen aparejada ejecución; Artículos 462 inc. d), 519, 522, del Código Procesal Civil. 3.5.- Pues bien, verificada la constancias de autos y las normas aplicables al caso –constitucionales así como las fondo y de forma considero que los jueces Ad-quem, han resulto de modo arbitrario violentando lo dispuesto en el art. 256 in fine de la Constitución Nacional, al dictar una sentencia arbitraria. La fundamentación de la arbitrariedad mencionada, tiene única y exclusiva relación con los principios rectores, delimitadores y definitorios de las controversias sometidas a resolución en la jurisdicción de la Niñez y de la Adolescencia. La tesis la sostengo en base a lo siguiente: 3.5.1.- El Juez A-quo resolvió establecer como cuota alimentaria a favor del Menor M. M. A. R., el monto de treinta y siete (37) jornales mínimos para actividades diversas no especificadas. Luego de quedar firme la resolución en cuestión, se presentó la parte actora a solicitar la “Ejecución” de lo resuelto por el Ad-queo presentando al efecto la Liquidación correspondiente, la misma propuso la representación cuantitativa de los jornales debidos desde la fecha a la iniciación del juicio de Filiación respectivo. El Juez dio trámite a la Ejecución. 3.5.2.- Es aquí donde comienza el problema de autos. El juez por providencia inició el proceso de “Ejecución” disponiendo como monto reclamando lo solicitado por la parte actora. Es decir, el juez estableció un monto exigible sin una “Resolución de Liquidación” consensuada por las partes, es decir sin sustanciar, lo reclamado por la parte actora. Esta es, el Ad-quo incurrió en un error procesal, que ha suscitado la subsiguiente controversia, la que tampoco fue subsanada por el Tribunal de Alzada, muy por el contrario, el A-quem ha desvirtuado la naturaleza de la Ejecución de sentencias en materia de la jurisdicción de la Niñez y de la Adolescencia, sosteniendo criterios rigoristas y de uso restringido en materia civil. Y esto último lo sostengo en razón de que el demandado promovió recurso de reposición con apelación en subsidio contra la providencia que ordenaba la “Ejecución” respectiva. El ad-quo rechazó la reposición y el Ad-quem sostuvo que dicha providencia no era susceptible de recurso, ordenando al A-quo la prosecución de los trámites habilitando a la parte demandada a oponer las excepciones que considerase pertinente. (...jamás el Tribunal mencionó cosa alguna respecto al monto objeto de Ejecución ni observo vicio procesal alguno al respecto, al Ad-quo...). Por tanto y de manera obvia el Tribunal consintió la falencia de autos, que no provenía de las partes, sino de la facultad de los jueces de “dirigir el procedimiento”, y esta debilidad se nota desde la providencia de Ejecución de Sentencia, hasta la resolución de Alzada que resolvió sobre la Excepción de Inhabilidad de Título. 3.5.3.- Sin ánimo de convertir a la Sala Constitucional como una indebida tercera instancia, creo preciso sin embargo reordenar la controversia de autos y en consecuencia sostener las siguientes cuestiones: a) Considero que la liquidación presentada por la parte actora debe ser sustanciada y que a los efectos de la liquidación debe efectivamente estarse a lo dispuesto en el art. 189 del Código de la Niñez y de la Adolescencia y ello en razón de que “...el niño tiene derecho a la asistencia de sus progenitores, y en este caso, la de su padre desde la concepción. El adolescente, no puede alimentarse ni ser asistido de acuerdo a la voluntad de su progenitor. Este, la sociedad y el Estado están obligados a que los derechos básicos y elementales de los niños sean cumplidos de modo eficaz y eficiente. Por ello el padre, del adolescente M. M. A. R., no puede pretender que el derecho al alimentar se constituya en una suerte de “derecho constitutivo” cuando el juicio de asistencia tiene mero efecto declarativo de una obligación subsistente desde la concepción misma del niño. b) El Acuerdo y Sentencia N° 525 del 01 de octubre del 2004 se sustenta en elementos procesales rigoristas y formales, apartándose el A-quem de su facultad discrecional limitada a la materia de objeto de derecho. En este caso la protección del niño frente al incumplimiento del deber legal alimentario por parte de su padre. La norma procesal civil, establece el procedimiento a ser aplicable para la “ejecución de las resoluciones judiciales” y establece que en la misma además del hecho de estar consentida, firma o ejecutoriada la resolución, la misma debe pretender la “condena” al pago de una cantidad líquida. En autos la cantidad resuelta líquida y exigible es la de 37 jornales mínimos para actividades no específicas. Por otro lado, a los efectos de establecer la liquidación de lo “exigible” el art. 189 del Código de la Niñez, es clarísimo, al establecer el efecto retroactivo al tiempo de inicio de la demanda de filiación. 4.- Cabe mencionar que la arbitrariedad de las sentencias no solamente son la resultante de la falta de fundamentación legal o justificación normativa de lo resuelto, sino por interpretaciones antojadizas y alejadas de la teoría que sostiene la jurisdicción de la cual emana la resulta. Y es por la mencionada en el último punto que considero, -apartamiento considerable de los presupuestos doctrinarios en materia de Niñez y de la Adolescencialesiva la resolución emanada del A-quem. Por todo lo expuesto considero que debe hacerse lugar a la Acción de Inconstitucionalidad planteada y debe ordenarse el reencuase de la controversia en base a lo sostenido en el punto 3.5.3 del presente, imponiendo las costas en el orden causado. Es mi voto. A su turno los Doctores NÚNEZ RODRÍGUEZ y FRETES, manifestaron que se adhieren al voto del Ministro preopinante, Doctor ALTAMIRANO AQUINO, por los mismos fundamentos. Con lo que se dio por finalizado el acto firmando S.S.E.E., todo por ante mí certifico, quedando acordada a sentencia que inmediatamente sigue: Ministros: José V. Altamirano, Víctor Núñez Rodríguez y Antonio Fretes. Ante mí: Héctor Fabián Escobar Díaz, Secretario Judicial II. SENTENCIA NÚMERO: 660.Asunción, 16 de Julio de 2.007.VISTO: Los méritos del Acuerdo que antecede, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA Sala Constitucional RESUELVE: HACER LUGAR, a la acción de inconstitucionalidad planteada y, en consecuencia, declarar la nulidad del Acuerdo y Sentencia N° 280 del 30 de Diciembre del 2.004, dictado el Tribunal de Apelaciones de la Niñez y de la Adolescencia de la Capital. IMPONER las costas en el orden causado. ANOTAR, registrar y notificar. Ministros: José V. Altamirano, Víctor Núñez Rodríguez y Antonio Fretes. Ante mí: Héctor Fabián Escobar Díaz, Secretario Judicial II. ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD: “RADIO ÑANDUTI S.A. C/ ARTS. 305 Y 329 DE LA LEY Nº 834/96 (CÓDIGO ELECTORAL)”. AÑO: 2003 – Nº 1631.---------- ACUERDO Y SENTENCIA NUMERO: MIL DOSCIENTOS OCHENTA Y SIETE.- En República del la Paraguay, Ciudad a de Asunción, Capital los Tres días del mes de de la Diciembre del año dos mil siete, estando en la Sala de Acuerdos de la Corte Suprema de Justicia, los Excmos. Señores Ministros de la Sala Constitucional, Doctor ANTONIO FRETES, Presidente y Doctores VÍCTOR MANUEL NÚÑEZ RODRÍGUEZ Y JOSÉ V. ALTAMIRANO AQUINO, Miembros, ante mí, el Secretario autorizante, se trajo al acuerdo el expediente caratulado: ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD: “RADIO ÑANDUTI S.A. C/ ARTS. 305 Y 329 DE LA LEY Nº 834/96 (CÓDIGO ELECTORAL)”, a fin de resolver la acción de inconstitucionalidad promovida por el Abog. José Pereira Sosa, en nombre y representación de la empresa RADIO ÑANDUTI S.A.-------------------------------------------------------------Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala Constitucional, resolvió plantear y votar la siguiente:--------------------------------------------- C U E S T I O N: ¿Es procedente la acción de inconstitucionalidad deducida?.----------------------------- A la cuestión planteada el Doctor NÚÑEZ RODRÍGUEZ dijo: Se presenta ante esta Corte el Abog. José Pereira Sosa, en nombre y representación de la empresa RADIO ÑANDUTI S.A., a fin de promover acción de inconstitucionalidad contra los Arts. 305, 306 y 329 de la Ley Nº 834/96 “Código Electoral”.----------------------------------------------------1.- Alega el accionante que los citados artículos son inconstitucionales por las siguientes razones: violan la libertad de expresión y de prensa (Art. 26 Cn.), violan el principio de supremacía constitucional (Art. 137 Cn) y coartan la libertad de prensa y de acceso a la información.-------------------------------------------------------------------------------2.- El Art. 305 del Código Electoral establece: “Queda prohibida la difusión de resultados de encuestas de opinión desde los quince días inmediatamente anteriores al día de las elecciones. Las publicaciones deberán contener la correspondiente ficha técnica”. El Art. 306 dispone: “Queda prohibida la difusión de resultados de sondeos de boca de urna, hasta una hora después de la señalada para el cierre de las mesas receptoras de votos”. Y el Art. 329 del mismo cuerpo legal, reza: “Los directivos o responsables de las empresas que realizan sondeos de opinión o encuestas sobre la preferencia de los electores y que divulgan los resultados obtenidos en tales encuestas, dentro de los quince días anteriores a la celebración de las elecciones, se harán pasibles de sufrir la pena de dos a seis meses de penitenciaría, más una multa equivalente a quinientos jornales mínimos. Igual pena se aplicará a quienes violaren la prohibición sobre divulgación de resultado de boca de urna. Se considerarán cómplices a los directivos de los medios masivos de comunicación social utilizados para la divulgación de los datos. La misma pena tendrán los directivos o responsables de los medios masivos de comunicación social que infringieren los plazos de propaganda electoral prevista en la presente ley”.-------------------------------------------------------------------------------------------- 3.- La acción debe prosperar.----------------------------------------------------------------Analizada la inconstitucionalidad, línea argumental podemos de delimitar la dos presente acción cuestiones a de ser estudiadas: 1) la prohibición de publicar encuestas durante un lapso de 15 días anteriores a la fecha de las elecciones en cuestión, 2) la prohibición de dar a conocer los resultados del sondeo de boca de urna hasta una hora después del cierre de las elecciones y; como consecuencia directa de las prohibiciones mencionadas precedentemente, la sanción o pena a aplicar a los interesados y a los directores de medios que infrinjan estas normas.--------------------------------------------------Nuestra CONSTITUCIÓN establece el marco de protección, tanto de la libertad de expresión y prensa, como el derecho que tienen los ciudadanos de recibir información, así, Artículo 26.- “De la libertad de expresión y de prensa. Se garantizan la libre expresión y la libertad de prensa, así como la difusión del pensamiento y de la opinión, sin censura alguna, sin más limitaciones que las dispuestas en esta Constitución; en consecuencia, no se dictará ninguna ley que las imposibilite o restrinja. No habrá delito de prensa, sino delitos comunes cometidos por medio de la prensa. Toda persona tiene derecho a generar, procesar o difundir información, como igualmente a la utilización de cualquier instrumento lícito y apto para tales fines”.----------------------------------------------------------El Artículo 28.- “Del derecho a informarse. Se reconoce el derecho de las personas a recibir información veraz, responsable y ecuánime. Las fuentes públicas de información son libres para todos. La ley regulará las modalidades, plazos y sanciones correspondientes a las mismas, a fin de que este derecho sea efectivo…”.-----------------------------------------Al igual que estos derechos y garantías son reconocidos en nuestra Constitución, también están recogidos y protegidos por instrumentos internacionales.-----------------------En este sentido la Convención Americana de Derechos Humanos prevé en su Art. 13. (1) “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección. (2) El ejercicio del derecho previsto en el inciso precedente no puede estar sujeto a previa censura, sino a responsabilidades ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para asegurar: a) El respeto a los derechos o a la reputación de los demás, b) la protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas”.-----------------------------------------------------------------------------------------------Así mismo, otros instrumentos jurídicos supranacionales que tratan la materia son: A. Las principales declaraciones internacionales que reconocen el derecho a la libertad de expresión son los siguientes: El Preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 afirma en su segundo Considerando: ...ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra... Artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Todo individuo tiene derecho a la libertad de ...expresión... En el mismo sentido, y siguiendo los pasos de la Declaración Universal, se expresa el artículo 10.1 de la Convención Europea de Derechos Humanos: Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. También en la misma línea se mueve el artículo 19.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. El artículo 4 de la Declaración Americana de Derechos del Hombre establece: Toda persona tiene derecho a la libertad de ...expresión... El artículo 13.1. del Pacto de San José de Costa Rica repite la misma fórmula: Toda persona tiene derecho a la libertad ...de expresión. ...///... ...///... El artículo 9.2 de la Carta Africana de Derechos del Hombre y de los Pueblos, de 1981: Toda persona tiene derecho a expresar y difundir sus opiniones en el marco de las leyes y reglamentos. B. Los principales textos que recogen el derecho a la información son: El artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos que recoge este derecho como concreción del Derecho a la libertad de expresión. Esa derivación aparece establecida por la Declaración Universal cuando después de proclamar el derecho a la libertad de expresión, tal y como hemos visto, afirma que: este derecho incluye el de ...recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión. El artículo 4 de la Declaración Americana de Derechos del Hombre afirma: Toda persona tiene derecho a la ...difusión del pensamiento por cualquier medio. El artículo 10.1. del Convenio Europeo de Derechos Humanos establece que el derecho a la libertad de expresión: comprende ...la libertad de recibir o de comunicar informaciones o ideas sin que pueda haber ingerencia de autoridades públicas y sin consideración de fronteras... El artículo 19.2. del Pacto Internacional de Derecho Civiles y Políticos establece que el derecho a la libertad de expresión: comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección. El artículo 13.1. del Pacto de San José de Costa Rica reconoce el derecho a la información en términos idénticos al artículo 19.2. del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, citado en el párrafo anterior. El artículo 9.1 de la Carta Africana de Derechos del Hombre y de los Pueblos, de 1981 establece: Toda persona tiene derecho a la información. El artículo 5.1 de la Declaración de los Derechos y Libertades Fundamentales, aprobada por el Parlamento Europeo en virtud de la resolución del 16 de mayo de 1989: Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho comprende la libertad de opinión y la libertad de recibir o comunicar informaciones o ideas, en particular filosóficas, políticas y religiosas. El Diccionario Electoral del Instituto Interamericano de Derechos Humanos del Centro Interamericano de Asesoría y Promoción Electoral, al hacer referencia a la Voz PROPAGANDA ELECTORAL señala: “II. La regulación jurídica de la propaganda electoral. La importancia que tiene la propaganda electoral orientada a dar a conocer muchas veces como un producto, la personalidad de los candidatos y, en menor grado, los programas de los partidos políticos, obliga a establecer una regulación adecuada que garantice principios fundamentales del proceso electoral: el pluralismo, la libertad política y la igualdad de oportunidades de los electores y de los partidos políticos… Conclusión... Como consecuencia de ello, las regulaciones constituyen frenos a esos abusos. Sin embargo, esas limitaciones tienen que guardar un correcto equilibrio, entre lo permitido y lo prohibido; entre la libertad política y la igualdad de oportunidades de los contendores; entre el estímulo a la confrontación de ideas, y la restricción a la publicidad agresiva y poco edificante; entre la necesidad de dar a conocer los candidatos y su oportunidad mediante un plazo razonable. Todos estos equilibrios fortalecen la democracia, los excesos la distorsionan”.-----------------------------Frente a los artículos impugnados existen disposiciones claras y expresas de la Constitución que garantizan de manera amplia tanto la libertad de expresión y la de prensa, así como el derecho a recibir información, sin más limitación que dicha información sea VERAZ, RESPONSABLE Y ECUÁNIME, sin que exista limitación respecto a la publicación de encuestas o resultados de boca de urna, muy por el contrario, lo que sí encuentro es principios A FAVOR DE ESTA PUBLICACIÓN, como el que se refiere concretamente al derecho que tiene el elector a recibir información que le facilite su decisión el día de las elecciones. El mismo Artículo 28, sobre el “derecho a informarse” establece categóricamente: “Se reconoce el derecho de las personas a recibir información veraz, responsable y ecuánime. Las fuentes públicas de información son libres para todos”.-------------------------------------------------------------------------------------Efectivamente, no existe una fundamentación válida para prohibir que se exprese la opinión de los encuestados en un asunto público, y cuya divulgación no atenta contra el orden público, la intimidad o el bien común. Además, dada la naturaleza de la democracia participativa, la divulgación de encuestas electorales es asunto de interés general. Al ser de interés general el conocimiento de la opinión sobre los hechos que reflejan las encuestas, la información es debida, dado que el Paraguay es una República cuya soberanía reside en el pueblo que lo hace valer sobre todo a través del sufragio, por eso la prevalencia del interés general respecto a toda información que pudiera ser relevante en materia electoral.----------Por tanto, la restricción de publicación de encuestas como de resultados de boca de urna en los plazos establecidos por el Código Electoral, se torna en injusta, inconveniente e inoportuna, pues es un contrasentido que en el momento en que se requiere de mayor información, como capacitación previa para la decisión política de los electores, se les prive del conocimiento de un factor, de interés, cual es la opinión de un sector de la sociedad, porque supone una restricción que riñe con la esencia de la participación de la comunidad en los asuntos públicos. Ninguna medida como ésta puede escapar de tener como consecuencia la vulneración tanto del derecho a la información como de la libertad de expresión y de prensa, ya que impide la difusión de datos que son de interés general; y constituye así mismo un atentado contra la libertad de expresión, por cuanto se impide que la opinión del sector encuestado se exprese, sin razones jurídicas de fondo que sustenten esa posición prohibitiva.-------------------------------------------------------------------------------Finalmente, no puedo dejar de decir que esta disposición, además de ser inconstitucional es inocua por obsoleta y por falta de practicidad, puesto que en el mundo globalizado por los medios de comunicación con los que convivimos es casi más fácil ver canales de televisión extranjeros que nacionales y nada impide publicar en ellas o en los diarios de los países vecinos, esto sin mencionar Internet, el cual, cuyo alcance es ilimitado e imprevisible, hace que de todos modos se conozcan encuestas sin ninguna garantía de seriedad, como la ofrecerían medios de comunicación serios y con una dirección responsable. No existe democracia sin una prensa libre, por tanto debe estarse a la amplitud de la libertad de expresión y prensa.-----------------------------------------------------------------Si bien es cierto que la defensa del orden público interno es un bien constitucional, de tal importancia que en ciertos casos sí puede constituir razón valedera para restringir el derecho a la información, ello ocurre exclusivamente, según la doctrina constitu...///... ...///...cional, cuando el peligro de desorden público es grave e inminente. La dosis de peligro al orden público que entraña la difusión de los informes de “bocas de urnas”, en verdad, no justifica la restricción a derechos tan importantes como la libertad de expresión e información. El eventual peligro de que la población se confunda y promueva el desorden, puede, por lo demás, prevenirse: bastaría exigir que las encuestadoras adviertan previamente al público que la información que divulgan no es exacta, y que puede ser distinta de los resultados oficiales.-------------------------------------------------------------------La Constitución garantiza el derecho a expresarse y a informarse en todo tiempo, en cualquier lugar y de cualquier manera. El Principio de unidad obliga a que el ejercicio de esos derechos se armonice con el de otros derechos y bienes también fundamentales, entre ellos el orden público interno. Pero también es verdad que los derechos a la libre expresión y a la información tienen un rol estructural en el funcionamiento de la Democracia, ya que ésta no puede existir sin una auténtica comunicación pública libre. Por eso, tales derechos ocupan un lugar privilegiado en la pirámide de Principios Constitucionales. En este sentido, si se pretende una restricción a esos derechos, se debe exigir a la ley restrictiva algo más que una mera “racionalidad” en su necesidad: esta necesidad debe ser imperiosa y urgente. Así, la “necesidad” de retrasar la divulgación de los informes de “bocas de urnas” no es una necesidad social, susceptible de justificar la limitación del ejercicio de los derechos privilegiados a la libre expresión y a la información. Desde este punto de vista, no es respetuosa del Principio Constitucional de Razonabilidad ni al de Proporcionabilidad.---Por las razones señaladas, corresponde hacer lugar a la presente acción de inconstitucionalidad contra los Arts. 305, 306 y 329 del Código Electoral en razón de ser contrarios a los principios de razonabilidad y proporcionabilidad que se derivan del principio del Estado de Derecho, y a los derechos constitucionales a la libertad de expresión y prensa y al derecho reconocido a la información que tienen todos los ciudadanos de la República.-----------------------------------------------------------------------------------------------A su turno el Doctor ALTAMIRANO AQUINO dijo: 1) Disiento respetuosamente con el sentido del voto emitido por el colega preopinante, Dr. VÍCTOR M. NÚÑEZ, en base a los siguientes fundamentos: 2) El Abog. JOSÉ E. PEREIRA SOSA, invocando la representación de la empresa RADIO ÑANDUTI S.A., promovió ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD contra los arts. 305, 306 y 329 de la Ley 834/96 (CÓDIGO ELECTORAL).-------------------------------3) El art. 305 de la citada ley ordena: “Queda prohibida la difusión de resultados de encuestas de opinión desde los QUINCE DÍAS inmediatamente anteriores al día de las elecciones. Las publicaciones deberán contener la correspondiente ficha técnica”.----------Por su parte, el Artículo 306, dispone: “Queda prohibida la difusión de resultados de sondeos de boca de urna, hasta UNA HORA después de la señalada para el cierre de las mesas receptoras de votos”.----------------------------------------------------------------------Igualmente, el Artículo 329 dice: “Los directivos o responsables de las empresas que realizan sondeos de opinión o encuestas sobre la preferencia de los electores y que divulgan los resultados obtenidos en tales encuestas, dentro de los QUINCE DÍAS anteriores a la celebración de las elecciones, se harán pasibles de sufrir la pena de dos a seis meses de penitenciaría, más una multa equivalente a quinientos jornales mínimos. Igual pena se aplicará a quienes violaren la prohibición sobre divulgación de resultados de boca de urna. Se considerarán cómplices a los directivos de los medios masivos de comunicación social utilizados para la divulgación de los datos. La misma pena tendrán los directivos o responsables de los medios masivos de comunicación social que infringieren los plazos de propaganda electoral previstas en la presente ley”.----------------4) El accionante alega que las disposiciones legales atacadas lesionan los Arts. 26 y 137 de la Constitución Nacional. En este sentido, el art. 26 de la Constitución Nacional dispone: DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y DE PRENSA: “Se garantizan la libre expresión y la libertad de prensa, así como la difusión del pensamiento y de la opinión, sin censura alguna, sin más limitaciones que las dispuestas en esta Constitución; en consecuencia, no se dictará ninguna ley que las imposibilite o restrinja. No habrá delitos de prensa, sino delitos comunes cometidos por medio de la prensa. Toda persona tiene derecho a generar, procesar o difundir información, como igualmente a la utilización de cualquier instrumento lícito y apto para tales fines”.----------------------------------------------5) Opino que la presente acción de inconstitucionalidad debe ser rechazada.--------6) En primer lugar, haciendo una revisión de resoluciones anteriores similares a la presente, encuentro que no existe unanimidad en los criterios sustentados. Así, por Acuerdo y Sentencia Nº 98 y Nº 99 del 5 de Mayo de 1998, siendo preopinante el Dr. OSCAR PACIELLO CANDIA, se resolvió RECHAZAR la acción de inconstitucionalidad intentada en relación a los arts. 305, 306 y 329 de la ley impugnada. Posteriormente, por Acuerdo y Sentencia Nº 232 del 10 de Abril del 2002, se resolvió HACER LUGAR a la acción de inconstitucionalidad interpuesta, y en consecuencia declarar la inaplicabilidad de los Artículos 305 y 329 del Código Electoral. Desde ya, suscribo y los hago parte de mi voto al estudiado fundamento esgrimido por el Dr. PACIELLO CANDIA en los citados Acuerdos y Sentencias Nº 98 y Nº 99 del 5 de Mayo de 1998, que serán oportunamente transcriptos.-7) Antes de entrar a analizar el fondo de la cuestión, considero prudente aclarar que el presente tema abarca aspectos trascendentales en nuestro desenvolvimiento democrático, ya que la vigencia de principios y libertades fundamentales –LIBERTAD DE EXPRESIÓN y LIBERTAD de PRENSA–, favorecen a la existencia de un real ESTADO DE DERECHO. A primera vista, se podría concluir que efectivamente existiría lesión constitucional en base a lo establecido en los artículos impugnados, por su aparente contradicción a lo dispuesto en el texto constitucional (art. 26 C.N.). Sobre todo, teniendo en cuenta que los mismos pueden ser entendidos como una limitación –aunque sea temporal– de la garantía impuesta por el art. 26 de la CN en relación a la LIBERTAD DE EXPRESIÓN y la LIBERTAD de PRENSA, en donde se establece que no podrán existir “más limitaciones que las dispuestas en esta Constitución”, y que “en consecuencia no se dictará ninguna ley que las imposibilite o restrinja”. Sin embargo, debemos partir del análisis que el conflicto surgido con las libertades de expresión y de prensa sustentadas en la Carta Magna en grado superlativo, debe ser interpretado en un contexto general, amplio, coherente e integrado a todo el sistema normativo paraguayo, acorde con los demás derechos y garantías también enunciados en la propia Ley fundamental, desde su propio PREÁMBULO cuando reafirma LOS PRINCIPIOS DE LA DEMOCRACIA REPUBLICANA REPRESENTATIVA, PARTICIPATIVA y PLURALISTA, así como el reconocimiento a la DIGNIDAD HUMANA (art. 1), De la soberanía que reside en el pueblo (art. 2), y en especial el art. 3 en relación al PODER PÚBLICO que expresa: “El pueblo ejerce el Poder Público por medio del sufragio…”. Igualmente encontramos DERECHOS Y DEBERES POLÍTICOS, fundamentalmente en el art. 117 que dice : “Los ciudadanos, sin distinción de sexo, tienen el derecho a participar en los asuntos públicos…”, y el art. 118 que habla del SUFRAGIO estableciendo que: “El sufragio es DERECHO, DEBER y FUNCIÓN PÚBLICA DEL ELECTOR. Constituye la base del régimen democrático y representativo. Se funda en el voto universal, LIBRE, DIRECTO, igual y secreto….”, entre otros principios. Es decir, cualquier interpretación debe darse en forma integrada con las demás garantías y derechos proclamados por nuestra Carta Magna en relación al fondo del asunto, que se basa, en una cuestión electoral relacionada con la LIBERTAD DE EXPRESIÓN y de PRENSA, específicamente publicidad de ENCUESTAS y resultados de BOCAS DE URNAS en forma absoluta, amplia y sin límite alguno, durante los días previos y en forma simultánea al acto eleccionario. No podría...///... ...///...mos tratar de salvaguardar únicamente un derecho constitucional –LIBERTAD DE PRENSA– en detrimento de otros derechos y garantías, como vimos anteriormente, también constitucionales, que puedan ser conculcados directamente por la declaración de inaplicabilidad de leyes que sustentan, a mi criterio, en forma razonada una limitación temporal de la publicidad de la información, y no una censura previa o límites al contenido mismo de la información. En este sentido, dentro del marco constitucional, afirmo que no existen derechos absolutos y sin límites o irrestrictos, aún en el caso de la libertad de prensa. Todos los derechos –inclusive los de la libertad de prensa– son relativos y se ejercitan de acuerdo a leyes razonables. Encuentran un límite en el derecho de los demás, en la seguridad de todos (art. 9 C.N.) y en las exigencias del bien común. De este contexto y partiendo del sistema axiológico constitucional, considero que las normas impugnadas han preservado el valor justicia y otros derechos explícitos e implícitos de rango constitucional, cumpliendo suficientemente con el principio de razonabilidad y proporcionalidad. Sobre este punto, el tratadista argentino, RAMÓN DANIEL PIZARRO, en su obra RESPONSABILIDAD CIVIL DE LOS MEDIOS MASIVOS DE COMUNICACIÓN, 2da. Edición, Ed. Hammurabi, p. 117, transcribe un fallo de la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACIÓN ARGENTINA que expresa: “…la libertad de prensa tiene un sentido más amplio que la mera exclusión de censura previa y que, por lo tanto, la protección constitucional debe imponer un manejo especialmente cuidadoso de las normas y circunstancias relevantes para impedir la obstrucción o entorpecimiento de la prensa libre y sus funciones esenciales…” (CSJN, 1/12/88, Sánchez Abelenda C. Ediciones La Urraca S.A., JA, 1989-II-377). La activa y libre participación del ciudadano en el acto eleccionario dinamiza y hace vigente la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA, base de nuestro SISTEMA REPUBLICANO DE GOBIERNO. Los derechos electorales (también constitucionales) no se agotan con el simple acto de votar. Abarcan y tutelan un proceso amplio, considerando a todos los partícipes, tanto en función activa (candidatos) y pasiva (electores), regulando minuciosamente la propaganda electoral, la información proveída por los medios de prensa (temporalidad de su difusión), prohibiciones de determinados actos (venta de bebidas alcohólicas, propaganda electoral, horarios, etc.), teniendo como finalidad la libertad de elección, sin injerencias ni presiones de sector alguno durante el acto comicial mismo. Estos derechos también deben ser considerados a la hora de la valoración axiológica de los artículos impugnados, y no considerarlos en forma aislada y en función exclusiva a determinados derechos constitucionales como lo son el de la LIBERTAD DE EXPRESIÓN y DE PRENSA. Es por eso que nos adherimos a aquella doctrina que sustenta que la LIBERTAD DE EXPRESIÓN debe ser considerada como un instrumento para alcanzar fines beneficiosos para la comunidad. Cualquier otro fin o efecto contrario que pudiera provocar esta libertad debe ser regulado y limitado legalmente bajo condiciones de razonabilidad y proporcionalidad, y en caso de violación, ameritar la sanción correspondiente. Ya decía Alberdi: “…La Prensa no es la escalera para asaltar la familia y su secreto; no es la llave falsa para violar la casa protegida por el derecho público; no es el confesionario católico que desciende a la conciencia privada. El que así lo emplea, prostituye su ejercicio y la degrada más que los tiranos…”. Considero oportuno transcribir parte del voto emitido por el Dr. OSCAR PACIELLO CANDIA, en el Acuerdo y Sentencia Nº 98 del 5 de mayo de 1998, que dice: “….Así, de manera general, me permito señalar que en la consideración de los derechos fundamentales, y específicamente en relación con la llamada “libertad de prensa” no existe ni se da ningún derecho absoluto. Esta libertad no configura sino un valor instrumental para la concreción de otros dos derechos fundamentales: la libertad de expresión (que para ser tal necesita de un medio de difusión) y el derecho a la información (que también requiere de un soporte en el que se contenga la información). Pero ninguno de estos derechos es absoluto: son amparados y protegidos en la medida en que no colisionen con otros derechos, prerrogativas o libertades. (Gregorio Peces Barba, Curso de Derechos Fundamentales, Edit. Universidad Carlos III de Madrid, 1995, y Javier Cremades, Los límites de la libertad de expresión en el ordenamiento jurídico español, Edit. La Ley S.A., Madrid, 1995).- Es ésta la razón por la que en la teoría de la prensa se asiste a una evolución – por cierto desde hace varios decenios– en la que se pasa de una concepción, llamada “libertaria” en la que poco más o menos se consideraba la “libertad de prensa” como un derecho absoluto, a la llamada teoría de la responsabilidad social de la prensa, considerando que esta cumple funciones coadyuvantes con los fines de una sociedad abierta, pluralista y democrática (Ver: Peterson, Jensen, River The mass media and modern society, Edit. Holt, Rinehart and Winston, N. York 1965; Rivers and Scharamm Responsability in Mass Communication, Harper & Row, N.Y. 1957).- Enmarcada la cuestión en los términos señalados, cumple señalar los criterios interpretativos que deben primar en la exégesis de los textos constitucionales invocados. De acuerdo con Frossini (Teoría de la Interpretación Jurídica, Temis, Bogotá 1991) en toda interpretación siempre se da un aspecto dialéctico representado por la norma y los hechos, pero también y por sobre todo un carácter demiúrgico, cuando se trata de introducir algún orden en una maraña de prejuicios y apreciaciones no siempre felices sobre esta materia.Wroblewsky (Constitución y teoría general de la interpretación jurídica, Civitas, Madrid, 1988) nos señala que existen cuatro tipos de reglas constitucionales: a) reglas de conducta sensu stricto, b) reglas de organización; c) reglas teleológicas que determinan los fines del Estado; y d) reglas directivas que “señalan las funciones que deberían realizarse mediante algún tipo de actividades o los valores que deberían conseguirse. Así, por ejemplo, hay reglas que identifican los más altos valores del orden jurídico, tales como libertad, justicia, igualdad, pluralismo político, estructuras democráticas”.- Es indudable que en el caso que nos ocupa, nos encontramos frente a normas que responden a la última caracterización señalada; es decir, son directivas establecidas en la Constitución, por una parte, y por la otra, normas establecidas en la legislación que es directamente derivada de ella, como lo es el Código Electoral, que propenden a la materialización de los valores enunciados en la norma fundamental.- En este orden de consideraciones, resulta de singular valía el estudio de Vigo (Interpretación constitucional, Abeledo Perrot, B. Aires, 1993) en cuanto enuncia como criterios válidos de interpretación, la consideración de la Constitución como un sistema, la unidad del ordenamiento jurídico, la máxima funcionalidad del régimen político, la consolidación de los valores constitucionales y la atención a las consecuencias sociales de las decisiones…”.------------------------------------------------------------------------7.1) La C.N., efectivamente, garantiza “…la libre expresión y la libertad de prensa, así como la difusión del pensamiento y de la opinión, sin censura alguna...”. Sin embargo, ella misma se auto limita (art. 28 C.N.) al autorizar que la Ley regule “…las modalidades, plazos y sanciones correspondientes…” para hacer efectivo el derecho de las personas “…a recibir información veraz, responsable y ecuánime…”.------------------------------------------7.2) El problema, por tanto, básicamente, radica en analizar y juzgar con prudencia, si las modalidades, plazos y sanciones previstas en la Ley autorizan razonablemente tanto el derecho de informar como el de recibir la información sin afectación ni detrimento de uno a expensas del otro; y hecho esto, advierto que las regulaciones son mesuradas y están dentro de los márgenes que corresponden a la discrecionalidad legislativa normal; por lo demás, son similares a parecidas previsiones en las legislaciones de varios países de América.-----8) Corresponde, luego del análisis general efectuado, entrar a estudiar los artículos impugnados, recordando que la acción planteada intenta declarar la inaplicabilidad de los arts. 305, 306 y 329 del CÓDIGO ELECTORAL, que se refieren: a) prohibición de publicar encuestas de opinión desde los quince días inmediatamente anteriores al día de las elecciones (art. 305); b) prohibición de difusión de resultados de sondeos de boca de urna, hasta una hora después de la señalada para el cierre de las mesas receptoras...///... ...///...de votos (art. 306); y, c) la sanción a los directivos o responsables de las empresas que realizan sondeos de opinión, encuestas o divulgación de bocas de urna, sobre la preferencia de los electores y que divulgan los resultados obtenidos en tales encuestas (art. 329) .-----------------------------------------------------------------------------------------------9) Entiendo que el espíritu de las normas impugnadas busca evitar la influencia indebida en el electorado, considerando que a través del acto eleccionario se manifiesta la voluntad política de los electores, la cual debe encontrarse libre de ataduras o injerencias provocadas por una libertad extrema, inconducente a los objetivos generales, superiores y razonables previstos por la norma. Además, las normas impugnadas se limitan a establecer un plazo de interdicción breve, SOLO para la PUBLICACIÓN de las encuestas o bocas de urna y no una PROHIBICIÓN PARA LA REALIZACIÓN DE DICHAS ENCUESTAS, por lo que una vez transcurrido, nada obsta que se PUBLIQUEN en forma amplia dichos resultados. Todo se basa de una cuestión de temporalidad, con carácter relativo, y no de contenido o de censura a la información en sí misma. Coincido con la sentencia dictada por la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA individualizada como de la Nación Argentina, A. 682. XXXVI - 'Asociación de Teleradiodifusoras Argentina y otro c/ Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires s/ amparo' - CSJN - 07/06/2005, que resolvió idéntico planteamiento rechazando la inconstitucionalidad planteada mayoría, donde se estableció el criterio que las prohibiciones por tienen la finalidad de "rodear de las necesarias garantías el derecho a voto de sus habitantes". En este sentido, "la prohibición de las tres horas posteriores al cierre del comicio busca evitar la reivindicación de ganadores en base a datos que luego podrían resultar erróneos, o que para el caso de resultar ciertos, puedan influir indebidamente al electorado", dice la citada resolución. Considero prudente y oportuna la decisión del legislador, teniendo en cuenta que lo que se busca proteger es la libre reflexión del electorado en los momentos inmediatamente anteriores al sufragio. Estos tuvieron suficiente información durante los días previos –campaña electoral–, sin limitación alguna y esta libertad sólo se ve temporalmente suspendida por un corto espacio de tiempo. Es cuestión de orden público interno la tranquilidad que debe gozar la ciudadanía en los días previos y más aún en el día del acto eleccionario. Es la tranquilidad pública la que debe primar como objetivo de interés público y general sobre el interés de publicar ilimitadamente datos que pueden alterar la conciencia del elector. El bien jurídico tutelado por la norma es la TRANQUILIDAD PÚBLICA, para lo cual es necesario establecer un espacio de veda –temporal– donde no se pueda difundir información relativa a la intención de voto. Toda posibilidad de distorsión o influencia que se pueda ejercer contra este bien jurídico debe ser cuidadosamente eliminada o delimitada. Además, se debe tener presente, tal como lo tuvo la ley al extender la prohibición de publicación de resultados hasta una hora después del cierre de las mesas, no únicamente el horario ordinario durante el cual se desarrollan los comicios, sino el cierre efectivo de la votación, que en muchos lugares puede extenderse por diversos motivos (atrasos, incidentes, suspensiones, etc.), ya que, pueden existir electores que todavía no hayan depositado sus votos. Cualquier dato o informe no definitivo ni oficial, puede provocar –como en muchos casos ya ha ocurrido– la falsa proclamación de supuestos ganadores, todavía en horas de votación, donde la agitación y convulsión popular se pueden desencadenar en forma extremadamente fácil, con sus ya consabidas consecuencias negativas (violencia, desconfianza, disminución de la participación, etc.). En este sentido, traigo a colación los vivos ejemplos dados a conocer en el citado fallo argentino: “…en los Estados Unidos, en las elecciones presidenciales de 1980, la cadena National Broadcasting Company —NBC— difundió a las 8:15 p.m. —hora de la costa Este— que el candidato Ronald Reagan era el ganador de la elección presidencial según sus propias investigaciones realizadas en boca de urna, y dicho anuncio tuvo lugar cuando todavía faltaban 3 horas para el cierre del comicio y se estaba votando en varios estados de la costa Oeste. Esta situación, es obvio decirlo, tuvo un impacto real en los votantes de esa región y es a partir de ese caso, que numerosa doctrina norteamericana ha señalado que la información proveniente de encuestas en boca de urna tienen una seria aptitud para confundir al electorado, o para influenciar su comportamiento (confr. Mary A. Doty, Clearing CBS, Inc. v. Smith from the path to the polls: A proposal to legitimize States' interests in restricting Exit Polls, en Iowa Law Review, Vol. 47, pág. 737, año 1989). Por ejemplo, se señala que ciertos estudios indicaron que durante las elecciones presidenciales de 1980, las proyecciones tempranas antes del cierre del comicio causaron una perceptible disminución del voto en estados de la costa oeste (ver la nota, Exit Polls and the First Amendment, en Harvard Law. Review, vol. 98, págs. 1927 y 1929-30); que otro estudio demostró en concreto una disminución del voto entre un 2% o 3% en ciertas áreas al conocerse las citadas proyecciones provenientes de encuestas en boca de urna (ver Restricting the broadcast of election day projections: A justifiable protection of the Right to Vote, Dayton Law. Review, vol. 9, págs. 297 y 299); y, que en definitiva, la reducción del incentivo a votar frente a las informaciones que ya señalan un ganador pueden influenciar en el principio fundamental del voto "one-man, one-vote" que forma la base del sistema de gobierno democrático (ver Curtailment of early election predictions: can we predict the Outcome”, University of Florida. Law Review, vol. 36, págs. 489 y 492)…”.------------------------------------------------------------------------------10) Evidentemente el espíritu de las normas en cuestión es dar seguridad y tranquilidad pública al acto comicial, despejando cualquier circunstancia que pudiera provocar interferencias, confusiones o agravar las tensiones –de electores y/o seguidores de las listas en pugna–, lo que justifica plenamente la interdicción de la divulgación de la información durante los días anteriores –15 días previos–, hasta 1 hora después de la finalización de los comicios electorales. Por eso, recalco que la interpretación que debemos dar a la cuestión planteada en autos debe ser la armonización racional entre todos los derechos constitucionales, sin establecer la preeminencia de uno sobre otro, sosteniendo que el derecho a la libertad de prensa no puede ser considerado en forma absoluta, sino sujeto a ciertas limitaciones; como la responsabilidad por daños que pudiera ocasionar y otros cotos que devienen por la propia seguridad pública, el orden público interno y el equilibrio durante los comicios electorales, a fin de propiciar y asegurar un ambiente favorable a la vivencia democrática, sin más presiones que la propia conciencia del elector, libre, pura y genuina.-----------------------------------------------------------------------------------11) Nuestra propia Carta Magna, en su art. 2 establece que la SOBERANÍA reside en EL PUEBLO y que el PODER PÚBLICO ejerce el Pueblo por medio del sufragio (art. 3). De ahí proviene la necesidad de garantizar la genuina y pura voluntad popular, libre de presiones e injerencias que puedan revertir o alterar el SUFRAGIO, considerado igualmente por nuestra propia Constitución Nacional en su art. 118 como DERECHO, DEBER y FUNCIÓN PÚBLICA DEL ELECTOR.—. Estas limitaciones ya han sido consideradas por la propia Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, cuando se estableció que “…el derecho a votar libremente por un candidato es de la esencia de una sociedad democrática ("Reynolds v. Sims", 377 U.S. 533 [1964])….”.------------------------12) Además, debemos tener presente que cualquier medición puede resultar “falible”, más aún considerando la realidad de nuestro medio político, en donde, si no todos, la mayoría de los medios de prensa tienen algún interés político, ya sea directo o indirecto en el resultado final de las elecciones; por lo que resulta una vez más razonable la limitación temporal de la información, a fin de evitar confusiones en electores que todavía se encuentran indecisos; no sólo en atención al candidato sino a la mera posibilidad de concurrir o no a depositar su voto (ausentismo). Cualquier información, peor aún si resultare errónea, distorsionaría esa voluntad, alentando a cambiar el sentido del voto o simplemente a dejar de concurrir a emitir su voluntad electoral. Dentro de este mismo argumento, debemos destacar la importancia que tienen las MINORÍAS en la partici...///... ...///...pación de la vida política y en las instituciones gubernamentales de nuestra democracia PARTICIPATIVA y PLURALISTA. El hecho de conocer, en forma anticipada y recurrente la SUPUESTA o EVIDENTE DERROTA de un determinado proyecto político, lógicamente restará, inclusive más fuerzas a la misma. Fuerza ésta, que se hubiera visto reflejada en sus reales dimensiones si los electores fueran a votar en forma libre y sin ninguna preopinión sobre el resultado de sus listas o candidatos.-------------------------------13) Se evidencia el carácter tuitivo de las normas impugnadas y su racionalidad en función a la reglamentación de la temporalidad de la difusión y no a la información misma. Cualquier otra interpretación ilimitada que pudiera darse a la LIBERTAD DE EXPRESIÓN y de PRENSA en este especifico caso, serviría meramente para cumplir con necesidades mediáticas de la “instantaneidad” de la información, que con el derecho a informar e informarse veraz, responsable y ecuánimemente (art. 28 C.N.). El interés de la limitación legal es preservar el sosiego y el ambiente favorable a la calidad del voto (libre y sin presiones), además de propiciar el equilibrio y el orden interno. Considero valioso destacar el fundamento sobre esta misma cuestión esgrimido por el Dr. PACIELLO CANDIA en el ya citado Ac. y Sent. Nº 98 del 5 de Mayo de 1998, quien alegó : “….e) En cuanto hace referencia a la publicación del resultado de encuestas electorales luego del período fijado por el Código Electoral, debe considerase que, aparte de no ser ajena al derecho comparado en materia de elecciones, compulsa una indudable razón de interés público. En efecto, el código no establece en ninguna parte la manera como se realizarán tales mediciones de las preferencias electorales; los métodos varían y entre los diversos procedimientos que pueden excogitarse al efecto, existen los que son más refinados, verificables y confiables, y aquellos que, simplemente, pudieran inducir a apreciaciones falaces o manipulaciones de opinión cuya pureza se busca precautelar. Una interpretación teleológica de la norma, al punto nos persuade de su congruencia con los fines establecidos en la Constitución. Acaso pudiera discreparse en aspectos secundarios, tales como el lapso establecido, pero de ninguna manera esta cuestión que responde a criterios de oportunidad y razonabilidad puede ser discutida al legislador que la ha asumido dentro de sus legítimas prerrogativas. Finalmente, y por lo que se refiere a la sanción establecida en la norma respectiva, va de suyo que toda ley si no tiene sanción es como si no existiera. No parece necesario aducir a la coercibilidad que es uno de los caracteres de toda norma jurídica…”.-------------------------------------------------------------------------------En conclusión, voto por el rechazo de la presente acción y el levantamiento del A.I.N° 412 de fecha 25 de abril de 2.003 a (fs. 15), dado que las normas legales impugnadas no lesionan disposición constitucional alguna. Es mi voto.-----------------------A su turno el Doctor FRETES manifestó que se adhiere al voto del Doctor ALTAMIRANO AQUINO, por los mismos fundamentos.-------------------------------------- Con lo que se dio por terminado el acto, firmando SS.EE., todo por ante mí, de que certifico, quedando acordada la sentencia que inmediatamente sigue: SENTENCIA NUMERO: 1287.Asunción, 03 de Diciembre de 2.007 VISTO: Los méritos del Acuerdo que anteceden, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA Sala Constitucional R E S U E L V E: NO HACER LUGAR a la acción de inconstitucionalidad planteada.----------------ORDENAR el levantamiento de la medida de suspensión de efectos dispuesta por A.I. N° 412 de fecha 25 de abril de 2.003.-----------------------------------------------------------ANOTAR, registrar y notificar.-------------------------------------------------------------- Ministros: Víctor Manuel Núñez, Antonio Fretes, José V. Altamirano. Ante mí: Héctor Fabián Escobar Díaz, Secretario Judicial. EXPEDIENTE: "RECURSO DE REVISIÓN INTERPUESTO EN LOS AUTOS: MARIO VELÁZQUEZ ÁLVAREZ S/ POSESIÓN Y TRÁFICO DE ESTUPEFACIENTES" ACUERDO Y SENTENCIA NUMERO TRESCIENTOS SESENTA Y UNO En la Ciudad de Asunción, Capital de la República del Paraguay, a los diecisiete días, del mes de Mayo del año dos mil siete, estando reunidos en la Sala de Acuerdos los Señores Ministros de la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, los Dres. ALICIA BEATRIZ PUCHETA DE CORREA, WILDO RIENZI GALEANO y SINDULFO BLANCO, por ante mí el Secretario autorizante, se trajo el expediente caratulado: “RECURSO DE REVISIÓN INTERPUESTO EN LOS AUTOS: “MARIO VELAZQUEZ ALVAREZ S/ TRAFICO O TENENCIA DE ESTUPEFACIENTES”, a objeto de resolver el recurso de revisión por aplicación de la ley Penal más benigna, planteado por el Juez de Ejecución Penal N° 2, Abog. Carlos Alfredo Escobar, contra la S.D. N° 454, de fecha 06 de Setiembre de 2004, dictado por el Juez Penal de Garantías de la Etapa Intermedia de la Circunscripción Judicial de la Capital.--------------------------------------------------------------------------------Previo el estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, resolvió plantear y votar las siguientes; -----------------CUESTIONES: ¿Es admisible el recurso de revisión planteado?.------------------------En su caso, ¿es o no procedente?.------------------------------------------Practicado el sorteo de ley para determinar el orden de votación dio el siguiente resultado: RIENZI GALEANO, PUCHETA DE CORREA y BLANCO.----------------------------------------------------------------------------A LA PRIMERA CUESTION PLANTEADA, el Señor Ministro RIENZI GALEANO dijo: Que la interposición del Recurso de Revisión, se halla regulada en las disposiciones del Art. 483 del Código Procesal Penal y en concordancia con el Art. 484 del mismo cuerpo legal, debiendo dirigirse contra una Sentencia firme en todo tiempo y únicamente a favor del imputado, para los cinco casos taxativamente enumerados en el Art. 481 del Código Procesal Penal. En ese orden el recurso de revisión interpuesto, se dirige contra una sentencia ejecutoriada, habiéndose puntualizado los motivos en que se funda y citado las disposiciones legales, por lo que el recurso en sí es admisible para su estudio.---A SU TURNO, los señores Ministros PUCHETA DE CORREA y BLANCO, manifiestan que se adhieren al voto que antecede por los mismos fundamentos.---------------------------------------------------------------A LA SEGUNDA CUESTION PLANTEADA, el Señor Ministro RIENZI GALEANO prosiguió diciendo: Por A.I. Nº 1.555, de fecha 12 de octubre del 2005, el Juez de Ejecución Penal Nº 2, Abog. Carlos Alfredo Escobar Espínola, dispuso: “PROMOVER, ante la Corte Suprema de Justicia, LA REVISIÓN de la S.D. Nº 454, de fecha 06 de setiembre de 2004, dictada por el Juzgado de Etapa Intermedia, que resolvió condenar a… MARIO VELAZQUEZ ALVAREZ…, a la pena privativa de libertad de CINCO (05) AÑOS, y a la pena de Multa consistente en la suma de 11.600.000 gs., de conformidad al exordio de la presente resolución. 2) ANOTAR, registrar, notificar y remitir copia de esta resolución a la Excelentísima Corte Suprema de Justicia. (sic)”. El referido magistrado funda su resolución en lo dispuesto por el Art. 500 del C.P.P. y en las disposiciones del Libro Primero del Código Penal, además señala: “… esta Magistratura considera por los argumentos esgrimidos sin necesidad de un nuevo juicio (Art. 485 del C.P.P.), y al no estar facultado para cambiar penas por una menos gravosa, y siendo la misma de exclusiva competencia de la Corte Suprema de Justicia, de conformidad a las leyes, corresponde elevar la presente causa a dicha instancia para LA REVISIÓN DE LA SENTENCIA, con respecto al numeral CINCO 5° de la sentencia mencionada.” (fs. 6/7).--------------------------------------------------------------Efectivamente el art. 500 del C.P.P. señala: “…LEY MAS BENIGNA. AMNISTIA. Cuando el Juez de ejecución advierta que deberá quedar sin efecto o ser modificada la pena impuesta, o las condiciones de su cumplimiento, por haber entrado en vigencia una ley más benigna o una amnistía, promoverá de oficio, la revisión de la sentencia ante la Corte Suprema de Justicia”, la norma citada no hace más que desarrollar la disposición constitucional del art. 14: “…De la irretroactividad de la ley. Ninguna ley tendrá efecto retroactivo, salvo que sea más favorable al encausado o al condenado”, en concordancia con lo dispuesto por el art. 9 de la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica): “… Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el momento de cometerse no fueran delictivas según el derecho aplicable. Tampoco se puede imponer pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito. Si con posterioridad de la comisión del delito la ley dispone la imposición de una pena más leve, el delincuente se beneficiará de ello”. Asimismo, el Código Penal dispone: “art. 4. Aplicación del Libro Primero a leyes especiales. Las disposiciones del Libro Primero de este Código se aplicarán a todos los hechos punibles previstos por las leyes especiales… art. 5. inc. 3. Aplicación de la ley en el tiempo. Cuando antes de la sentencia se modificara la ley vigente al tiempo de la realización del hecho punible, se aplicará la ley más favorable al encausado.-------------------------------Interpretado el ordenamiento jurídico en su conjunto, de manera sistemática, encontramos respecto a la aplicación de la ley penal con respecto al tiempo: 1) La ley no tiene efecto retroactivo, salvo excepción expresa (REGLA – art. 14 C.N.); 2) La ley es susceptible de aplicarse retroactivamente cuando beneficie al procesado o condenado (EXCEPCION – Art. 14 C.N., art. 9 C.A.D.D.H.H.); 3) Las normas de las leyes especiales pueden ser modificadas por las disposiciones penales del Código de fondo, y aplicada la normativa del Libro 1, en cuanto beneficie al acusado o condenado; 4) La aplicación retroactiva de la ley penal más benigna es respecto a los procesados (art. 14 de la C.N.; art. 4 del C.P.) y a los condenados (art. 14 C.N., art. 4 del C.P. y 500 del C.P.P.); 5) Corresponde a la Corte Suprema de Justicia la aplicación de la ley penal más benigna, cuando se encuentra en etapa de ejecución la condena que fuera impuesta (art. 500 del C.P.P.).-----------------------------------------------Entrando en estudio del caso concreto, el Tribunal de Sentencia colegiado, integrado a los fines del entendimiento de la presente causa, por S.D. N° 454, de fecha 6 de setiembre de 2004, resolvió entre otras cosas: “… V) CONDENAR,… al acusado MARIO VELAZQUEZ ALBAREZ a la pena privativa de libertad de CINCO (05) AÑOS… VI) IMPONER la multa del cuádruplo del valor de la mercancía transportada… con relación al condenado MARIO VELAZQUEZ ALVAREZ, multa de Gs. 11.600.000 (once millones seiscientos mil guaraníes)... (sic)”. El Juez de Ejecución Penal, en uso de sus atribuciones y en cumplimiento a la norma procesal citada, de oficio plantea la revisión de dicha condena ante la Corte Suprema de Justicia, por entender que la norma penal de fondo es de aplicación más benigna para el condenado. En efecto, de la lectura de la sentencia se desprende, que el órgano jurisdiccional condenó al acusado MARIO VELAZQUEZ ALVAREZ a dos penas principales: PRIVATIVA DE LIBERTAD Y MULTA, teniendo como base para tal imposición lo dispuesto por la ley 1340/88, que en su art. 27 dispone: “…El que tuviere en su poder, sin autorización, sustancias estupefacientes, drogas peligrosa o productos que las contengan, serán castigados con cinco a quince años de penitenciaría, comiso de mercadería y multa del cuádruplo de su valor”.---Tanto el Código Penal como la Ley Nº 1340/88 regulan materias penales y la primera, por el citado Art. 4º, le remite expresamente la aplicación de su Parte General a la segunda, por lo tanto, cualquier disposición legal de la última, contraria o incompatible a las prescripciones de la parte remitida, quedan sin efecto implícitamente.------------------------En la medida en que la Ley 1340 no sea afectada por la Parte general del Código Penal – que abarca desde el Art. 1 al 104 – sus normativas se hallan plenamente vigentes. Desde luego, no podía ser de otra manera, porque ninguna ley penal por Especial que sea, puede prescindir de la Parte General en la que se estipulan los principios básicos y fundamentales del derecho punitivo. Si se hubiera omitido la remisión, la Ley 1340 hubiera sido inaplicable, pues al incorporarse al Código Penal anterior por virtud de su Art. 82, también se servia de su Parte General, más aquel Código Penal que lo complementaba ha sido derogado por el Art. 323 del nuevo Código Penal.------------------------------------La ley penal más benigna subyace en el Art. 14 de la Constitución Nacional, el cual adquiere positividad reforzada en virtud del Art. 9 del Pacto de San José de Costa Rica en concordancia con el Art. 5 inc. 3 del Código Penal. En el caso particular, el Tribunal para imponer acumulativamente dos penas principales, ha escogido la parte de la norma penal subordinada –Ley 1340- desechando la subordinante que era la aplicable –Ley 1160-; más para determinar la autoría del condenado (Art. 29 del C.P.), paradójicamente reconoce la vigencia de esta última recurriendo a su parte general, lo cual implica la fragmentaria integración e interpretación de la nueva ley penal, soslayando la observancia del Art. 37 inc. 1º del Código Penal de Fondo, que dispone: “…CLASES DE PENAS. Inc. 1 Son penas principales: a) la pena privativa de libertad; b) la pena de multa”, puesto que crea una tercera ley penal, en total contravención a lo dispuesto por el principio de legalidad penal (art. 1 del C.P.), en otras palabras: 1) Determinó la PARTICIPACIÓN conforme a la ley penal de fondo; 2) impuso la SANCION conforme a la ley penal especial.------------Doctrinariamente, se explica el fundamento del principio de retroactividad de la ley penal más benigna: “… El principio de retroactividad de la ley penal más benigna halla su fundamento en la naturaleza misma del derecho penal. Si el derecho penal legisla solo situaciones excepcionales, en el que el Estado debe intervenir para la reeducación social del autor, la sucesión de leyes que alteran la incidencia del Estado en el círculo de bienes jurídicos del autor denota una modificación en la desvaloración de su conducta.” (MANUAL DE DERECHO PENAL. Parte General. Por el Prof. Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni. Editorial Ediar, pag. 175, Bs. As. Argentina, año 2003).----------El proceder del Tribunal de mérito ha puesto en entredicho a otro elemental e indiscutible principio del derecho penal denominado Non Bis In Idem –dada la triple identidad de sujeto, objeto y causa- cuya consagración constitucional se halla patentizada en el Art. 17 num. 4) de nuestra Carta Suprema, sin perder de vista la conculcación del principio de la legalidad establecido en el Art. 1º) del Código Penal, que ha sido avasallada por la desnaturalización del referido principio penal básico, al imponer una pena de multa que de permanecer subsistente, implicaría una doble condena debido a su carácter de pena principal. Conforme a los doctrinarios: “… Con la implementación de la pena de multa como una pena principal, se construye un mecanismo que pretende buscar un sustitutivo de las penas privativas de libertad de corta duración, buscando evitar los efectos adversos que constituye la institucionalización del condenado en un centro penitenciario” (Los Jueces de Ejecución de Sentencia. En la reforma de la Justicia Penal del Paraguay, por Rodolfo Fabián Centurión, Editorial Marben, As. Py., año 2003), por lo que huelga decir que la doble aplicación de pena privativa de libertad con pena de multa, no solo se violentan los principios de legalidad y non bis in idem, sino también el principio de humanidad de las penas, así como las disposiciones del art. 20 del C.N.--------------------------------------------------Por otro lado, conviene tener presente que la resolución en estudio constituye una Sentencia definitiva, que se encuentra en etapa de ejecución, efectivamente existe una Ley más benigna que aplicar, ignorada debido a una deficiencia interpretativa e integrativa del derecho del Tribunal Colegiado de Sentencia. La sentencia está firme, adquirió la calidad de cosa juzgada, por lo que la revocación de una parte de su decisión se hace por motivos expresos y estrictos, los que se encuentran presentes en este caso, pues deficiente. De este modo, el planteamiento objetivo del caso resulta atendible, puesto que su motivación se encuentra prevista en el ordenamiento procesal y que autorizan su estudio.------------------------------- Por ello, y al encontrarse el caso en estudio, dentro de lo dispuesto por la normativa que rige la materia, soy de la opinión que se debe anular el apartado VI) de la S.D. N° N° 454, de fecha 06 de Setiembre de 2004, dictado por el Juez Penal de Garantías de la Etapa Intermedia de la Circunscripción Judicial de la Capital, en lo relativo a la condena de Multa, manteniendo firme la pena privativa de libertad de CINCO (05) años. Asimismo, teniendo presente que la Sala Penal, en otras resoluciones ya ha sentado la postura de la inaplicabilidad de la doble penalidad en los procesos como en el estudio (Acuerdo y Sentencia Nº 953 de fecha 30 de junio del 2004), anulando las disposiciones de las sentencias que imponen conjuntamente la pena de multa con la privativa de libertad, no obstante los Tribunales de Sentencia continúan dicha práctica, corresponde, a los efectos de preservar la legitimidad y legalidad de las resoluciones dictadas por los órganos jurisdiccionales, evitando además el dispendio de recursos y actividades jurisdiccionales innecesarias, puesto que son cuestiones legales de interpretación, por demás aclaradas, notificar la presente resolución a todos los Jueces Penales con competencia para el pronunciamiento de Sentencias definitivas a los fines de su adopción. Es mi Voto.------------------------------------A su turno, la Dra. PUCHETA DE CORREA, dijo: me adhiero a la solución propuesta por el ilustre colega preopinante, pero a fin de contemplar todas las circunstancias que hacen a la interpretación tema, me permito mencionar que, si bien el Art. 53 del código Penal prevé la posibilidad de imponer una combinación de pena privativa de libertad y multa (en calidad de pena complementaria) excepcional y facultativamente cuando el autor se enriqueciera mediante el hecho o lo intentara, no es aplicable el caso en estudio, conforme la explicación que a continuación expongo: -------------------------------El Art. 53 debe ser interpretado en concordancia con el art. 57 del mismo cuerpo legal que regular la “pena patrimonial complementaria”, y demanda para su procedencia dos requisitos: a) que la pena privativa de libertad sea mayor de dos años; b) que la obligación de “pago de dinero” esté prevista expresamente por la ley penal en calidad de pena complementaria. El art. 53 (pena multa complementaria) es inaplicable al hecho punible en estudio (tenencia y tráfico de droga) porque no se halla verificado el segundo presupuesto requerido por la norma para su procedencia.---------------------------------------------------------------- Para una mayor comprensión de lo expuesto, y a modo ejemplificativo de los casos en los cuales procede la aplicación de la pena privativa de libertad y la pena patrimonial complementaria, se puede citar el tipo punible de “reducción”, previsto en el art. 92 del Código Penal, porque la norma que regula el delito realiza una expresa remisión al art. 57. En tal sentido establece: “…4º. Cuando el autor actuara 1) comercialmente 2) como miembro de una banda formada para la realización continuada de hurtos, robos o reducciones, la pena privativa de libertad podrá ser aumentada hasta diez (10) años. Se aplicará además lo dispuesto en los artículos 57 y 94”.------------------------------------------------------A SU TURNO, el señor Ministro BLANCO, manifiesta que se adhiere los votos que anteceden por los mismos fundamentos.---------------Con lo que se dio por terminado el acto firmando S.S.E.E., todo por ante mí de que certifico quedando acordada la sentencia que inmediatamente sigue:--ACUERDO Y SENTENCIA NÚMERO 361 Asunción, 17 de mayo de 2007 VISTOS: Los méritos del acuerdo que anteceden, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA PENAL R E S U E L V E: DECLARAR ADMISIBLE el recurso de revisión interpuesto en estos autos.----------------------------------------------------------------------------HACER LUGAR a la revisión por aplicación de la Ley Penal más benigna planteado por el Juez de Ejecución Penal N° 2, Abog. Carlos Alfredo Escobar, respecto al condenado MARIO VELAZQUEZ ALVAREZ, en base a los fundamentos expuesto en el exordio de la presente resolución.-----------------ANULAR el apartado VI) de la S.D. N° 454, de fecha 06 de Setiembre de 2004, dictado por el Juez Penal de Garantías de la Etapa Intermedia de la Circunscripción Judicial de la Capital, en lo relativo a la condena de Multa, manteniendo firme la pena privativa de liberta de CINCO (05) AÑOS.------------NOTIFICAR el contenido y alcance de la presente sentencia a todos y cada uno de los Jueces Penales de Liquidación y Sentencia de la República.------- REMITIR estos autos al Juzgado Penal competente.------------------ANOTAR, registrar y notificar.--------------------------------------------Ministros: Alicia Pucheta de Correa, Wildo Rienzi Galeano, Sindulfo Blanco. Ante mí: Karinna Penoni de Bellassai, Secretaria Judicial. Expediente: HIRÁN ONOFRE DELGADO VON LEPEL CONTRA RESOLUCIONES D.G.J.P. Nº 1618, DE FECHA 2 DE NOVIEMBRE DE 2005; Y LA DGJP Nº 1667, DE FECHA 26 DE JUNIO DE 2006, DICTADA POR LA DIRECCIÓN GENERAL DE JUBILACIONES Y PENSIONES DEL MINISTERIO DE HACIENDA.-------------------------- ACUERDO Y SENTENCIA Nº: Seiscientos Noventa y Ocho En la ciudad de Asunción, República del Paraguay, a los Veinticuatro días del mes de Agosto del año dos mil nueve, estando reunidos en la Sala de Acuerdos, los Excmos. Señores Ministros de la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, los Dres. SINDULFO BLANCO, ALICIA BEATRIZ PUCHETA DE CORREA, y MIGUEL OSCAR BAJAC ALBERTINI, quien integra en reemplazo del Dr. Wildo Rienzi G., según providencia de fecha 18 de marzo de 2009 (fs 170), por ante mi, la Secretaria autorizante, se trajo a acuerdo el expediente caratulado: “HIRÁN ONOFRE DELGADO VON LEPEL CONTRA RESOLUCIONES D.G.J.P. Nº 1618, DE FECHA 2 DE NOVIEMBRE DE 2005; Y LA DGJP Nº 1667, DE FECHA 26 DE JUNIO DE 2006, DICTADA POR LA DIRECCIÓN GENERAL DE JUBILACIONES Y PENSIONES DEL MINISTERIO DE HACIENDA”, a fin de resolver los recursos de apelación y nulidad interpuestos por el Abogado Fiscal del Ministerio de Hacienda, Marcos A. Morinígo C., contra el Acuerdo y Sentencia Nº 98, del 28 de diciembre de 2007, dictado por el Tribunal de Cuentas, Primera Sala.--Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, resolvió plantear las siguientes: -------CUESTIONES: Es nula la sentencia apelada?.------------------------------En caso contrario, ¿se halla ella ajustada a derecho?.-Practicado el sorteo de ley para determinar el orden de votación dio el siguiente resultado: BLANCO, PUCHETA DE CORREA y BAJAC ALBERTINI.-----------------------------------------------A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA, el Dr. BLANCO, DIJO: --------------------------------------------------------------------Argumento de las partes: 1. Recurrente – Ministerio de Hacienda: Sostiene, que la resolución impugnada es nula, porque se incumplieron los deberes establecidos en el artículo 15, incisos b) y d) del Código Procesal Civil. Refiere, en tal sentido, que el órgano de inferior grado, resolvió más allá de lo peticionado, pues, explica, de un lado, el actor solicitó la actualización de sus haberes jubilatorios y, de otro, agrega, el tribunal dispuso el ajuste inmediato del monto de la jubilación del accionante, hasta alcanzar el 93% del monto correspondiente al sueldo presupuestado que se le asigna a los funcionarios públicos en actividad, y de la misma categoría al de Director General con Categoría B-14, o de la categoría que corresponde en la actualidad.----Reclama, que el Tribunal debió limitarse a ordenar la actualización de los haberes jubilatorios, y no, refiere, señalar cuestiones inherentes a la esfera administrativa, sin desconocer, expresa, la competencia del Tribunal de Cuentas como órgano revisor de las decisiones administrativas dentro de los límites del artículo 3º de la Constitución Nacional.-----------------------------------------------------2. Accionante: Sostiene, que considera que la resolución recurrida se encuentra ajustada a derecho. Refiere, que su parte solicitó a la administración pública la equiparación o elevación al sueldo actual del Director de Institutos Penales, tal como –refiere – lo ordena el artículo 103 de la Constitución Nacional.-------------------------Expresa, que los abogados fiscales pretenden que su haber jubilatorio se mantenga en una suma inferior a claras disposiciones constitucionales y legales sobre la materia. Destaca, que en autos consta que el monto de su haber jubilatorio al momento de su presentación ante el Ministerio de Hacienda era inferior al sueldo del momento correspondiente al Director de Institutos Penales.--------------- Remarca, que su presentación en sede administrativa, fue a los efectos de que se le otorguen los beneficios establecidos en la última parte del artículo 103 de la Constitución Nacional. Finaliza su exposición peticionando se rechace el recurso interpuesto.---------------ANÁLISIS JURÍDICO: Analizados los agravios sustentados por el recurrente, se advierte que ellos pueden ser apropiadamente examinados por vía de la apelación. Por lo demás, no se advierten vicios o defectos que autoricen su tratamiento de oficio. El recurso debe ser desestimado. Es mi voto.--------------------------------------------------------------------------------A su turno, los Dres. PUCHETA DE CORREA y BAJAC manifiestan que se adhieren al voto que antecede por los mismos fundamentos.-------------------------------------------------------------------------A LA SEGUNDA CUESTIÓN PLANTEADA, el Dr. BLANCO PROSIGUIÓ DICIENDO: -----------------------------------------Por Acuerdo y Sentencia Nº 98, del 28 de diciembre de 2007, el Tribunal de Cuentas, Primera Sala, por voto en mayoría resolvió: “HACER LUGAR a la demanda contencioso administrativa, promovida por el Dr. HIRÁN DELVADO VON LEPEL con motivo de la RESOLUCIÓN Nº DGJP Nº 1667 de fecha 26 DE JUNIO DE 2006, dictada por el Director General de Jubilaciones y Pensiones, por la cual rechaza por improcedente el RECURSO DE RECONSIDERACIÓN deducido por el hoy accionante contra la RESOLUCIÓN DGJP Nº 1618 del 02 DE NOVIEMBRE DE 2005, dictada por el mismo funcionario. 2º. REVOCAR los actos administrativos impugnados, y en consecuencia ORDENAR que el Ministerio de Hacienda proceda por donde corresponde al ajuste inmediato del monto de la jubilación o haberes jubilatorios del accionante, Dr. HIRÁN ONOFRE DELGADO VON LEPEL, hasta alcanzar el 93% del monto correspondiente al sueldo presupuestado que se le asigna a los funcionarios público en actividad y de la misma categoría al de un Director General con Categoría B-14, o de la Categoría que corresponda en la actualidad al cargo mencionado, además de los reajustes igualitarios y gratificaciones que se acumularon a partir de la última actualización que recibiera el citado jubilado, por los fundamentos expuesto en el exordio del presente acuerdo. 3º. IMPONER las costas del proceso a la perdidosa …(SIC)”.-----------------------Argumento de las partes a) Apelante – Ministerio de Hacienda: Sostiene que los jueces que votaron en mayoría ignoraron que la Resolución administrativa cuestionada, que denegó la actualización del accionante se basó en el informe Nº 437/99 y el Dictamen Nº 3612/05, según el cual, se señala que el haber jubilatorio del recurrente se actualizó en enero de 2004. Agrega, que según el Dictamen Nº 1449, del 22 de febrero de 1999, consta que el demandante percibió en concepto de pago de haberes atrasados, Gs. 2.943.108.--------------------------------------Remarca, que no puede pretenderse una actualización de haber jubilatorio que ya se actualizó. Respecto de las Leyes Nº 1019/96 y 1227/97, del Presupuesto General de Gastos de la Nación, citados por el órgano de inferior grado, sostiene que dicho marco normativo no es aplicable, pues, refiere, ellas hacen relación a los gastos presupuestarios relativos a un año específico que ya transcurrió, tomando en consideración que la sentencia se ejecuta en otro ejercicio fiscal. Sobre el punto, resalta, que no puede existir una doble actualización de haberes jubilatorio en el mismo periodo, por ser violatorio del artículo 103 de la Constitución Nacional.--------------------- Respecto del citado artículo constitucional, expresa, que por imperio del mismo, la Ley es la que regula el sistema de jubilaciones de los funcionarios y los empleados públicos y garantiza la actualización de los haberes en igualdad de tratamiento dispensado al funcionario público en actividad..-----------------------------En relación a la garantía de igualdad ante la ley, sostiene que la administración realizó las actualizaciones de la jubilación del actor y de las personas que se encuentran en su misma situación, lo cual, expresa, se acreditó en autos. Resalta, que el actor debió haber demostrado que recibió un tratamiento no igualitario con los demás jubilados, pero, sostiene, no lo hizo. Sostiene, que es imposible otorgar al recurrente la misma remuneración que un funcionario en actividad. ----------------------------------------------------------Remarca, que el voto en mayoría dispensó un trato desigual al recurrente, respecto del otorgado a los demás jubilados por la administración. Peticiona se revoque el fallo impugnado. En cuanto a las costas, peticiona que en el hipotético caso de que los recursos se consideren inviables, la imposición de ellas sea en el orden causado, por tratarse de una cuestión controvertida.----------------------------------b. Parte apelada – Accionante: Se remite a los fundamentos expuestos en cuanto al pedido del rechazo del recurso de nulidad.--------------------------------------------------------------------------------Agrega, que su parte en ningún momento solicitó la actualización de sus haberes jubilatorios, remarca, que lo que sí reclamó es el beneficio establecido en el artículo 103 de la Constitución Nacional, que en la práctica, sostiene, no es otra cosa que equiparar el monto que le corresponde en concepto de haber jubilatorio al sueldo que percibe actualmente el Director de Institutos Penales. Resalta, que al momento de presentar su petición ante el Ministerio de Hacienda, su haber jubilatorio era claramente inferior al monto que percibe el actualmente el Director de Institutos Penales. Sostiene, que no corresponde entrar en consideraciones respecto de si la cuestión se trata de actualización, ajuste, elevación, o cualquier otra, pues, remarca, su parte fue beneficiada con una jubilación ordinaria y completa, por haber prestado más de treinta años de servicio, y aportes a la administración pública. Por último, peticiona no se haga lugar al recurso, con costas.-------------------------------------------------------ANÁLISIS JURÍDICO: Juzgo que la apelación interpuesta resulta procedente, por las razones que expongo a continuación:----------------El voto en mayoría de la sentencia impugnada contiene un error conceptual, al sostener que corresponde equiparar el haber jubilatorio del accionante en un 93% del monto del sueldo presupuestado que se le asigna, actualmente, a los funcionarios públicos en actividad y de la misma categoría del cargo.------------------En efecto, esta Sala Penal, por unanimidad sentó posición en los fallos: a) Ac. y Sent. Nº 421, del 04 de junio de 2007; y, b) Ac. y Sent. Nº 14, del 25 de febrero de 2008, que la equiparación o equivalencia de haber jubilatorio respecto del salario percibido por el funcionario en actividad, no es aplicable al sistema de jubilaciones paraguayo. Lo que sí estatuye tanto la Constitución Nacional como las leyes que reglamentan la cuestión, es “la actualización de los haberes jubilatorios”. La Constitución Nacional (art. 103), estatuye que: "...la ley garantizará la actualización de los haberes jubilatorios en igualdad de tratamiento dispensado al funcionario público en actividad", y en igual sentido, el artículo 105 de la Ley 1626/00, estatuye que: "Los haberes jubilatorios serán actualizados automáticamente en los mismos porcentajes de sueldos dispensados a los funcionarios en actividad considerando las categorías y cargos correspondiente, de conformidad al Artículo 103 de la Constitución Nacional”.-------------------------------------------------------------------------------- En los sobredichos fallos, esta Sala Penal dejó sentada la posición en el sentido de que “la equiparación significa igualar, asemejar, para ser más grafico, si un funcionario en actividad, de igual categoría y cargo percibe un sueldo de dos millones de guaraníes, la equiparación para el jubilado que ha ocupado el mismo cargo y categoría en el presupuesto, implica que su haber jubilatorio sea lisa y llanamente el mismo importe que el del funcionario activo, es decir, de dos millones de guaraníes. La actualización, en cambio, no supone una igualación sino una puesta al día, un mejoramiento gradual conforme disponibilidad asignada en la Ley de Presupuesto, que en el caso de los haberes jubilatorios debe dispensarse en igualdad de tratamiento dispensado al funcionario público en actividad. Tiene por objetivo evitar la degradación de los haberes, tomando como parámetro para ello las remuneraciones, que generan los aportes y contribuciones, recursos ordinarios de los organismos previsionales con los que se atienden el pago de los beneficios. El principio básico que sustenta el sistema previsional paraguayo es el de la necesaria proporcionalidad que debe existir entre el haber de pasividad y el de actividad, entendiendo dicha relación como parámetro razonable para conjugar la naturaleza del haber previsional, los fines que persigue su reconocimiento y el establecimiento de una razonable reglamentación de la materia (sic)”.--------------------------------------------------En concreto: Lo que está plenamente garantizado al jubilado, es su derecho a la actualización de su haber jubilatorio en los mismos porcentajes de sueldos dispensados a los funcionarios en actividad conforme programa previsto en el Presupuesto, lo cual, insisto, no equivale a equiparación, es decir, otorgamiento del mismo sueldo de un funcionario en actividad considerando la categoría y cargo correspondiente del jubilado. La ley 2345, en su artículo 8°, contempla un mecanismo de actualización de los haberes jubilatorios, como así también, el Decreto Reglamentario N° 1579/04, en su artículo 6°, por consiguiente, vinculada con la garantía constitucional de la actualización de la jubilación. ----------------------------------------------------En resumen: La equiparación o equivalencia de haberes jubilatorios, efectuada por el órgano jurisdiccional de inferior grado, es incorrecta. La Constitución Nacional garantiza la actualización de los haberes jubilatorios, por consiguiente, la conclusión a la que arribó el Tribunal de Cuentas, respecto del cargo y el monto que le corresponden al accionante, son incorrectos.------------El análisis que antecede, lo justifica el interés público y lo impone la conservación misma del patrimonio común de los afiliados. Considero oportuno e importante recordar, que tan acreedores al beneficio son los afiliados como los que los sucedan, por consiguiente, la legislación en estudio, que tiene por objeto una reforma general y reconstructiva de las finanzas de la Caja, debe ser siempre examinada con suma prudencia dado que, se encuentra en juego el principio de solidaridad y la justicia distributiva inherente al derecho público.----------------------------------------------------------------------A propósito de las cuestiones previsionales, la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece que "toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social .. habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado (art. 22). A su vez, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, Pacto de San José de Costa Rica, afirma que "los Estados partes se comprometen a adoptar las providencias .. para lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos que se derivan de las normas económicas, sociales y sobre educación ... en la medida de los recursos disponibles".---------------------De lo anterior se desprende, que las transcriptas garantías vinculan los beneficios sociales a las "concretas posibilidades de cada Estado". La atención a los "recursos disponibles" del sistema, constituye la directriz para analizar el cambio de legislación del marco previsional paraguayo.-------------------------------------------------------------La crisis del sistema previsional no es un fenómeno que acontece sólo en Paraguay. Es objeto preocupación y discusión inclusive en los países más avanzados. Los jueces tenemos el deber de ponderar las consecuencias sociales de nuestra decisión, más aún cuando se encuentra en juego el interés público preeminente. ----------Se insiste, como en los anteriores fallos, que lo hasta aquí dicho, cobra relevancia, toda vez que cualquier determinación que sobre el tema en estudio asuma la Corte, y los demás órganos jurisdiccionales de inferior grado, deben hacerlo siempre a la luz de las repercusiones que podría generar su posición sobre las finanzas del Estado o para el sistema económico del país.---------------------------------- Bajo las consideraciones antedichas, debe hacerse lugar a la apelación interpuesta y, por consiguiente, el fallo impugnado debe ser revocado. En cuanto a las costas, ellas deben ser impuestas en el orden causado, debido a que la cuestión requirió de interpretación judicial. Es mi voto.----------------------------------------------VOTO EN DISIDENCIA, DEL MINISTRO PROF., DR. OSCAR BAJAC ALBERTINI: Disiento con el análisis y las conclusiones arribadas por el Ministro pre-opinante, y opino: La controversia del caso traído a la vista, gira como primafacie en torno a la interpretación y aplicación del Art. 103 de la Constitución Nacional que textualmente dice: Del régimen de Jubilaciones. “Dentro del sistema nacional de seguridad social, la ley regulará el régimen de jubilaciones de los funcionarios y los empleados públicos, atendiendo a que los organismos autárquicos creados con ese propósito acuerden a los aportantes y jubilados la administración de dichos entes bajo control estatal. Participarán del mismo régimen todos los que, bajo cualquier título, presten servicios al Estado. La ley garantizará la actualización de los haberes jubilatorios en igualdad de tratamiento dispensado al funcionario público en actividad”.--------------------Esto implica claramente un mandato legal de inexcusable cumplimiento anual, permanente y automático de igualar “equiparar” el haber jubilatorio de los beneficiarios con el salario equivalente del funcionario y/o empleado público en actividad, en este sentido es el Ministerio de Hacienda, habida cuenta que por leyes de la Nación, como Organo del Estado receptor y creador de las propuestas de presupuestos sectoriales, actuando al mismo tiempo como depurador, quien debe establecer como propuesta definitiva dentro del programa presupuestario de gobierno a ser elevada periódicamente al Parlamento Nacional, el cumplimiento inexcusable del mandato constitucional antes mencionado, consistente en el poder deber, de modo que no puede ignorar de incluir anualmente las partidas o rubros necesario para cumplir esta clase de encargo constitucional en la ley anual de presupuesto de la nación.---------------Sucede sin embargo, que el proyecto de ley del Presupuesto General, preparado por el Ministerio de Hacienda, viola, sistemáticamente, al no actualizar anualmente los haberes jubilatorios del Sr. HIRÁN DELGADO VON LEPPEL, violación ésta que se hace más severa si se advierte que es de jerarquía constitucional; La gravedad de esa omisión sube de punto si se piensa que con dicho procedimiento se atenta sustancialmente contra los derechos de los particulares interesados, quienes están facultados, constitucionalmente, a hacer efectiva la responsabilidad civil del funcionario que al ignorar el contenido de las disposiciones legales, les causa daño a su patrimonio, más aun cuando la propia Constitución dispone en su Art. 46: “De la Igualdad de las personas: Todos los habitantes de la República son iguales en dignidad y derechos. No se admiten discriminaciones. El Estado removerá los obstáculos e impedirá los factores que las mantengan o las propicien. Las protecciones que se establezcan sobre desigualdades injustas no serán consideradas como factores discriminatorios sino igualitarios”. En base a lo señalado precedentemente igual criterio sostuvo el Tribunal de Cuentas, Primera Sala, en el juicio caratulado “JUICIO: JOSÉ ALBERTO CORREA Y OTROS CONTRA RESOLUCIÓN FICTA DICTADA POR EL MINISTERIO DE HACIENDA”, a través del Acuerdo y Sentencia Nº 165 de fecha 24 de Diciembre de 1999, y que fuera confirma por la Corte Suprema de Justicia a través del Acuerdo y Sentencia Nº 598 de fecha 20 de Octubre del año 2000.--------------------------------------------------------------En consecuencia, y en atención a las manifestaciones vertidas, corresponde no HACER LUGAR al Recurso de Apelación y Nulidad que fuera interpuesto por el Abog. Marcos Morínigo, por su notoria improcedencia y en consecuencia confirmar el Acuerdo y Sentencia Nº 98 de fecha 28 de diciembre del año 2007, emanado del Tribunal de Cuentas Primera Sala, con expresa imposición de costas en esta instancia al recurrente, conforme lo establece el Art. 192 del C.P.C.. Es mi voto.-------------------------------------------------------------------A SU TURNO, LA SEÑORA MINISTRA PROF. DRA. PUCHETA DE CORREA, manifiesta que se adhiere al voto del SEÑOR MINISTRO, Prof. Dr. BLANCO, por los mismos fundamentos.-------------------------------------------------------------------------Con lo que se dio por terminado el acto firmando SS.EE., todo por ante mí de que lo certifico quedando acordada la sentencia que inmediatamente sigue:-------------------------------------------- Ante mi: SENTENCIA NÚMERO: 698 Asunción, 24 de Agosto de 2009.- VISTOS: Lo méritos del Acuerdo que antecede; la, --------CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA PENAL RESUELVE: 1. DESESTIMAR el recurso de nulidad interpuesto por el Abogado Fiscal del Ministerio de Hacienda.------------------------2. HACER LUGAR al recurso de apelación interpuesto por el Abogado Fiscal del Ministerio de Hacienda, Marcos A. Morinígo C. y, en consecuencia, REVOCAR el Acuerdo y Sentencia Nº 98, del 28 de diciembre de 2007, dictado por el Tribunal de Cuentas, Primera Sala.--------------------------------------------------------------------------3. IMPONER las costas en el orden causado.--------4. ANOTAR, registrar y notificar.----------------------Ministros: Sindulfo Blanco, Alicia Pucheta y Miguel Oscar Bajac Ante mi: Karina Penoni de Bellassai, Secretaria Judicial EXPEDIENTE: “CARLOS ROBERTO VILLAMAYOR BENITEZ S/ ESTAFA”. ACUERDO Y SETENCIA NÙMERO: Ochocientos cuarenta y cinco. En la ciudad de Asunción, Capital de la Republica del Paraguay, a los veinticuatro días del mes de Noviembre del año dos mil nueve, estando reunidos en la Sala de Acuerdos los Excmos. Señores Ministros de la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, Doctores ALICIA BEATRIZ PUCHETA DE CORREA, SINDULFO BLANCO Y VICTOR MANUEL NUÑEZ, quien integra esta sala en reemplazo del Dr. Wildo Rienzi, por ante mí, la Secretaria autorizante, se trajo el expediente caratulado: “CARLOS ROBERTO VILLAMAYOR BENITEZ S/ ESTAFA”, a fin de analizar los plazos de Extinción de la acción en estos autos.------------------------------Previo el estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala Penal, resolvió plantear las siguientes; ----------------------------------------------------------- CUESTIONES: ¿Resulta procedente la Extinción de la acción en estos autos?------------------- A los efectos de establecer el orden de votación se realizó el sorteo de ley que arrojó el siguiente resultado: PUCHETA DE CORREA, BLANCO Y NUÑEZ.-------La DRA. PUCHETA DE CORREA dijo: Corresponde examinar la extinción de la acción, por ser ésta una cuestión de orden público en primer lugar, y en segundo en razón de la inoficiosidad del avance de este proceso de constatarse el exceso en la duración del mismo y la procedencia de la declaración de extinción.-----------------------El objeto del control de la duración del procedimiento es lograr que el Estado realice una persecución penal eficaz dentro de un plazo razonable que no se prolongue de manera indefinida, de modo que tanto la ciudadanía como la persona sindicada como autor del hecho punible puedan tener una respuesta del órgano estatal en un espacio de tiempo, principalmente se pretende un pronunciamiento que defina la posición del imputado frente a la ley y la sociedad y ponga término, del modo más rápido posible, a la situación de incertidumbre y de innegable restricción de la libertad que comporta el enjuiciamiento penal.------------------------------------------------------------------------------La sanción procesal (extinción), consecuencia de la conclusión del “plazo razonable”, se funda en el derecho del imputado de verse libre del cargo y de las restricciones del proceso en un lapso de tiempo razonable y acorde con la gravedad y complejidad de la causa. Se relaciona con el principio de inocencia y el derecho a la libertad e intimidad del perseguido por la justicia, que resultaría vulnerado por un proceso excesivo e innecesariamente largo.----------------------------------------------------El plazo razonable de duración del proceso penal es una garantía de gran amplitud consagrada en la Carta Magna y en los diferentes tratados suscriptos por nuestro país, que por imperio del Art. 137 de ley suprema, forman parte de nuestro ordenamiento legal. Así la Constitución Nacional preceptúa: “En el proceso penal o en cualquier otro del cual pudiera derivarse pena o sanción, toda persona tiene derecho a: (…) 10. El sumario no se prolongará más allá del plazo establecido por la ley” (Art. 17). Esta norma constitucional se ciñe a los principios republicanos de gobierno inspirados en dos presupuestos esenciales: la limitación temporal de los actos de gobierno y la responsabilidad de los funcionarios intervinientes en el sistema. Esta posición no busca otra cosa sino la fijación de limites en la duración de todos los procesos penales con la finalidad de combatir el retardo injustificado de la administración de justicia, en cumplimiento del certero adagio que prodiga que “la justicia tardía equivale a la consagración de la injusticia”.------------------------------------En igual sentido, el Pacto San José de Costa Rica, ratificado por nuestro país por Ley 1/89, básicamente establece: “Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter (…)”. El Pacto de Derecho Civiles y Políticos – ratificado por Ley Nº 5/92 – se expide sobre la cuestión en idénticos términos (Art. 14.3.c).------------------------------------------------Tanto la Constitución Nacional como los diferentes Pactos Internaciones sostienen de manera uniforme y coincidente que el proceso penal debe tener un “plazo razonable” de duración. Ahora bien, ¿Qué se entiende por plazo razonable? Esta interrogante encuentra una respuesta en nuestra legislación positiva (Art. 136 de la Ley 1286/98), en la cual, a los efectos de hacer operativa la garantía enunciada, los legisladores fijaron de manera expresa lo que en su momento entendieron por plazo razonable de duración del proceso (tres años, con el aditamento de seis meses para los supuestos de sentencia condenatoria).-----------------------------------------------------------Así el Art. 136 de la Ley 1286/98 dispone: “Toda persona tendrá derecho a una resolución definitiva en un plazo razonable. Por lo tanto, todo procedimiento tendrá una duración máxima de tres años, contados desde el primer acto de procedimiento. Este plazo sólo se podrá exceder por seis meses más cuando exista una sentencia condenatoria, a fin de permitir la tramitación de los recursos (…)”.-----------------------La norma enunciada debe ser interpretada en concordancia con los artículos 137 y 25 del mismo cuerpo legal. El Art. 137 define los efectos del transcurso del plazo máximo y al respecto establece: “Vencido el plazo previsto en el articulo anterior el juez o tribunal, de oficio o a petición de parte, declarará extinguida la acción penal, conforme a lo previsto por este Código.-------------------------------------------------- Y el Art. 25 prevé entre los motivos de extinción: “(…) 3. el vencimiento del plazo previsto en el articulo 136 de este código”-----------------------------------------------La Sala Penal, luego de realizar una armónica interpretación de los artículos que regulan la materia, ha determinado que el cómputo del plazo máximo de duración se inicia a partir de la notificación al procesado de la resolución del juez de la causa, que luego de tomar conocimiento del acta de imputación tiene por iniciado el procedimiento, conforme, conforme a las previsiones del Art. 303 del Código Procesal Penal (Acuerdo y Sentencia Nº 1322 del 24 de setiembre de 2004).-------------------------En las constancias obrantes en los autos principales se observa que Carlos Villamayor fue imputado por la fiscalia, notificándose de esta acta el encausado en fecha 26 de Noviembre de 2002, conforme obra a fojas 108 de autos. Por esta observación, no puede ser aplicable a este caso la Ley 2341/04, ya que la notificación del Acta de Imputación es anterior a la vigencia de la misma.--------------------------------De esta manera, es desde esta fecha que debe correr el plazo establecido en el articulo 136 del CPP antes citado, por lo que este juicio debería extinguirse en fecha 26 de Noviembre de 2005, existiendo la posibilidad de utilizar los seis meses de la norma penal en razón de existir sentencia de condena en autos.--------------------------------------Tampoco obran en autos otros elementos que logren la suspensión del proceso o su interrupción, por lo que la fecha de extinción de la causa será en fecha 26 de Mayo de 2006.----------------------------------------------------------------------------------------------El Ministerio Público, en su dictamen Nº 1621 de fecha 3 de Diciembre de 2007, en lo relacionado con la extinción, expresó que en base a un cálculo del tiempo del presente juicio, se ve que el mismo ha durado en exceso sobrepasando el plazo del artículo 136 del CPP, lo que hace procedente la extinción de la acción penal.-------------Cabe destacar igualmente que la extinción sobreviviente no es atribuible a este Magistratura, puesto que el expediente ingresó en ella ya en estado de extinción, conforme al cotejo de los plazos de autos.-------------------------------------------------------De igual manera, corresponde remitir estos autos al Consejo de Superintendencia de la Corte Suprema de Justicia a efectos de ser usadas sus facultades disciplinarias y de supervisión previstas en el artículo 23 de la Ley Nº 609/95.----------------------------------De esta manera, es procedente declarar el estado de extinción con relación al procesado Carlos Roberto Villamayor Benítez, debido a que el mismo no ha tenido diligencia alguna y tampoco posee causa de interrupción en el transcurso del proceso. ES MI VOTO.-------------------------------------------------------------------------------------A su turno los Doctores BLANCO y NUÑEZ manifiestan que se adhieren al voto que antecede por los mismos fundamentos.-----------------------------------------------Con lo que se dio por terminado el acto firmando S.S.E.E., todo por ante mí que lo certifico, quedando acordada la sentencia que inmediatamente sigue: -------------------- SETENCIA NÙMERO: 845 Asunción, 24 de Noviembre de 2009. VISTOS: Los méritos del acuerdo que antecede, la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA PENAL RESUELVE: 1.- DECLARAR que en la causa penal en estudio se ha operado la extinción de la acción, por haberse cumplido en exceso el plazo previsto en el Art. 136 del Código Procesal Penal para la duración del proceso y por imperio de los artículos 137 y 25 inc. 3 del mismo cuerpo legal; y disponer en consecuencia el SOBRESEIMIENTO DEFINITIVO del procesado Carlos Daniel Villamayor Benítez, por imperio del Art. 25 numeral 3 del Código de Formas.----------------------------------------------------------------2.- REMITIR estos autos al Consejo de Superintendencia de la Corte Suprema de Justicia a los efectos señalados en el considerando de esta resolución.----------------------3.- ANOTAR, registrar y notificar.--------------------------------------------------------------FDO. LOS MINISTROS ALICIA BEATRIZ PUCHETA DE CORREA, SINDULFO BLANCO Y VICTOR MANUEL NUÑEZ ANTE MÌ: KARINA PENONI DE BELLASAI SRIA.-