LEASING HABITACIONAL, DEPRECIACIÓN DEL ACTIVO Concepto 2009080363-005 del 13 de enero de 2010. Síntesis: El leasing habitacional para adquirir vivienda familiar por tratarse de un contrato de leasing financiero, no es susceptible de depreciar, sino de amortizar, pues estamos ante la presencia de un activo que se asimila a un crédito. En conclusión entonces, el establecimiento de crédito facultado para celebrar contratos de leasing habitacional para adquirir vivienda familiar, no debe depreciar el activo. «(…) solicita se modifique el concepto contenido en el oficio 2007029151-001 de junio 29 de 2007 e indaga “…si un establecimiento de crédito facultado para celebrar contratos de leasing habitacional familiar tiene derecho a depreciar el bien inmueble en el tiempo menor entre la duración del contrato o la vida útil del bien, tal como lo determina el PUC en la cuenta 1895, con independencia de la clasificación que se disponga para esta operación en el plan único de cuentas expedido por esa Agencia Gubernamental para los establecimientos de crédito”. En primer lugar, debemos manifestarle que no resulta procedente acceder a su petición, toda vez que las consideraciones esbozadas en el concepto cuya modificación solicita consignan la posición institucional que esta Superintendencia ha impartido respecto de las operaciones autorizadas a las Compañías de Financiamiento1 y su caracterización en el mercado nacional de acuerdo con el marco normativo que las rige. En efecto, con fundamento en las previsiones contenidas en el Decreto 913 de 1993, en particular en la definición consignada en su artículo 2º cuyo texto se transcribe a continuación, esta Superintendencia se ha pronunciado respecto de los elementos identificadores de la actividad de leasing financiero como operación exclusiva de estas sociedades especializadas y que en últimas la distinguen sustancialmente del arrendamiento sin opción de adquisición, el cual conforme con el artículo 5º del mismo decreto debe sujetarse a las disposiciones del derecho común. Veamos: Entiéndese por operación de arrendamiento financiero la entrega a título de arrendamiento de bienes adquiridos para el efecto financiando su uso y goce a cambio del pago de cánones que recibirá durante un plazo determinado, pactándose para el arrendatario la facultad de ejercer al final del período una opción de compra. En consecuencia el bien deberá ser de propiedad de la compañía arrendadora derecho de dominio que conservará hasta tanto el arrendatario ejerza la opción de compra. Así mismo debe entenderse que el costo del activo dado en arrendamiento se amortizará durante el término de duración del contrato, generando la respectiva utilidad.(resaltado extratexto) 1 De acuerdo con el artículo 25 de la Ley 1328 de 2009, las Compañías de Financiamiento Comercial, a partir de la vigencia de la ley, se denominarán “Compañías de Financiamiento”. A partir de la definición trascrita se ha destacado el carácter financiero de dicha operación consistente en invertir un capital en activos fijos previamente seleccionados por el cliente y ceder a este su uso y goce por un plazo determinado, con el objeto de obtener una rentabilidad. Es así como en forma correlativa, “Una de las obligaciones del usuario o tomador del contrato de leasing consiste en pagar el precio o cánones de leasing. Esta es la obligación esencial del usuario, que a su vez es el fin del negocio jurídico para la sociedad financiera que realiza esta clase de contratos en desarrollo de su objeto social. El precio se integra por factores como el ‘(…) costo del bien o importe de la inversión, remuneración de este capital, gastos generales de administración y un margen de utilidad o beneficio para la sociedad de leasing. Este valor se paga durante la vigencia del contrato y se divide en cánones periódicos, lo más usual es que sean exigibles mensualmente, término en el cual deben ser cubiertos so pena de incumplimiento del contrato por mora (…)”2. En este orden la distinción entre leasing financiero y leasing operativo obedece al hecho de que en el primero, se presenta como un elemento esencial la opción de adquisición pactada desde el inicio del contrato en favor del locatario, usualmente irrevocable, circunstancia que implica que en el canon se incorpore el costo financiero que se deriva del derecho a ejercer dicha opción; mientras en el segundo, caracterizado por corresponder a un arrendamiento sin opción de compra, el canon se pacta con base en el tipo de bien de que trate y de acuerdo con las condiciones del mercado, sin perjuicio de que al vencimiento del arrendamiento las partes celebren con fundamento en la libertad negocial un contrato de compra-venta sobre el bien que fue objeto de arrendamiento. Esta posición ha sido respaldada por la doctrina y la jurisprudencia nacional, esta última en Sentencia del 13 de diciembre de 2002 de la Corte Suprema de Justicia (Expediente No. 6462), Magistrado Ponente Carlos Esteban Jaramillo Jaramillo, sostiene: En su fase o etapa precontractual (iter contractus), el leasing suele estar precedido, las más de las veces, de la formulación de una puntual indicación que el candidato a tomador le formula a la compañía de leasing, para que ésta –a nombre propio- adquiera el bien o bienes sobre los cuales habrá de celebrarse el contrato, de forma tal que cuando esa actuación se materializa, la adquisición del bien por parte de la sociedad de leasing (negocio jurídico de aprovisionamiento), es meramente instrumental, en cuanto tiene su razón de ser, únicamente, en el posterior perfeccionamiento de la descrita negociación (posterius), la cual, por consiguiente, aflora como un contrato de intermediación financiera –en sentido lato- (…). Ahora, cuando esta situación se presenta, es decir, que la sociedad d e leasing adquiere –de manos de un tercero- el bien por señalamiento concreto de su cliente, a quien entregará luego su tenencia, con opción de compra al final del contrato, se está en presencia del denominado leasing financiero, que difiere en ese preciso aspecto, en lo que a modalidades se refiere - sin ahondar en otras clasificaciones doctrinales que incluyen expresiones del contrato como el leasing de consumo; el ‘lease-back’; el ‘crossborder leasing’; el ‘big ticket’; el leasing sindicado; el ‘taylor made’; el samurai leasing, el leasing inmobiliario y el mobiliario, entre otras -, del llamado leasing operativo, en el que 2 Superintendencia Bancaria, hoy Superintendencia Financiera de Colombia, oficio 1994049172-1 de septiembre 20 de 1994. el bien objeto del contrato, de antemano, hace parte del haber –o “stock”- de la compañía, la que se sirve del leasing para comercializar un producto suyo. Es el apellidado leasing del fabricante o del distribuidor, en la actualidad de menor usanza (resaltado fuera de texto). De igual modo, se precisa aclarar que la Ley 223 de 1995, por la cual se expide normas sobre racionalización tributaria, no derogó ni modificó las previsiones contenidas en el prenombrado Decreto 913 como sugiere en su comunicación. En forma adicional, procede destacar que los preceptos contenidos en la misma ley refieren a un tratamiento estrictamente tributario de las operaciones de leasing financiero y operativo sin que tengan la virtualidad de cambiar el alcance de disposiciones especiales de naturaleza comercial que regulan la operación financiera. Con esta misma orientación se pronunció la Sección Cuarta del Consejo de Estado en Sentencia del 5 de julio de 2007, Consejera Ponente Ligia López Díaz, al señalar que: (…) el artículo 127-1 del Estatuto Tributario regula expresamente los contratos de arrendamiento financiero o leasing con opción de compra para efectos contables y tributarios, por tanto de obligatorio acatamiento en esas materias por ser norma especial. No hay razón alguna para dejar de aplicar esta disposición tratándose de la determinación del impuesto sobre la renta. En consecuencia deben atenderse las definiciones establecidas en dicha disposición para efectos contables y tributarios, para lo cual se diferencia entre el arrendamiento financiero y los contratos que “serán considerados como un arrendamiento operativo". El artículo 158-1 del Estatuto Tributario extiende el beneficio de la deducción por adquisición de activos fijos productivos aún cuando se utilice el "leasing financiero con opción irrevocable de compra ", con lo cual excluye de este tratamiento al denominado "leasing operativo”. El contexto de la norma es claramente tributario, y por ello son aplicables las definiciones legales especiales establecidas para esa materia. Para efectos de la deducción especial por adquisición de activos fijos no es acertado, como lo pretende el demandante, tener en cuenta el concepto de arrendamiento financiero establecido en el artículo 2° del Decreto 913 de 1993, el cual es para efectos comerciales. Adicionalmente que las regulaciones comerciales del contrato de leasing o arrendamiento financiero consagradas en el artículo 2° del Decreto 913 de 1993 no son aplicables a la deducción por la adquisición de activos fijos productivos, porque en ellas se dispuso que la compañía arrendadora conserva el derecho de dominio hasta tanto el arrendatario ejerza la opción de compra, lo que impediría que éste último pueda amortizar el valor del bien. Ahora bien, respecto de su interrogante le informo que consultada la Dirección de Supervisión Institucional para Intermediarios Financieros Dos de esta Superintendencia, profirió el siguiente pronunciamiento sobre el particular: Sea lo primero recordar que el artículo 4° del decreto 3760 de 2008 que modificó el artículo 2° del decreto 1787 de 2004, definió el leasing habitacional destinado a la adquisición de vivienda familiar, como el contrato de leasing financiero “mediante el cual una entidad autorizada entrega a un locatario la tenencia de un inmueble para destinarlo exclusivamente al uso habitacional y goce de su núcleo familiar, a cambio del pago de un canon periódico; durante un plazo convenido, a cuyo vencimiento el bien se restituye a su propietario o se transfiere al locatario, si este último decide ejercer una opción de adquisición pactada a su favor y paga su valor.” (el subrayado es nuestro). De igual manera, vale recordar también, que existen diversas modalidades de leasing, las cuales se enmarcan en dos tipos fundamentales que son el leasing financiero y el leasing operativo. En el leasing financiero el locatario tiene derecho a adquirir el activo al final del contrato por el valor de la opción de compra. En el leasing operativo, no se establece la opción de adquisición al término del contrato. Así las cosas, nuestra regulación contable ha clasificado el contrato de leasing financiero como un activo asimilable a la cartera de créditos, código 14 del Plan Único de Cuentas, el cual debe amortizarse en la medida del cumplimiento de los términos fijados en el contrato. Por su parte, el contrato de leasing operativo se clasifica como un activo fijo -Propiedades y equipo- y dada esta naturaleza debe depreciarse en el tiempo que resulte menor entre la vida útil del bien y el plazo del contrato de leasing, de tal suerte que el gasto por depreciación de los bienes arrendados guarde adecuada relación con los ingresos que genera el contrato. Hechas las anteriores precisiones, el leasing habitacional para adquirir vivienda familiar por tratarse de un contrato de leasing financiero, no es susceptible de depreciar, sino como vimos, de amortizar, pues estamos ante la presencia de un activo que se asimila a un crédito. En conclusión entonces, el establecimiento de crédito facultado para celebrar contratos de leasing habitacional para adquirir vivienda familiar, no debe depreciar el activo. (…).»