Vuelo de buitres: Estrasburgo, Gobierno y la Asociación de

Vuelo de buitres: Estrasburgo, Gobierno y la Asociación de
Víctimas del Terrorismo
Pura María García- La mosca roja :: 01/11/2013
Es la AVT quien chantajea, sin ningún tipo de disimulo, a los politicuchos y, por
derivación, a la sociedad, amenazando con retirar su voto a la derecha floja
Leo que Alberto Garzón ha recibido amenazas reiteradas contra su vida, y la de sus familiares, a
través de la misma red social que él utilizo para expresar su opinión a favor de la derogación de la
doctrina Parot. Leo que entre los usuarios que le amenazaron, hoy denunciados, está un militante d
Nuevas Generaciones de Madrid que redactó un mensaje que no tiene desperdicio: “@agarzon
aunque pensándolo bien matarte a ti o a todos los d tu calaña nos va a salir igual d caro! Igual no va
a ser tan malo…. Payaso”. Leo, en la página web de esta organización, micro reproducción a escala
del gobierno, que su comité de Derechos y Garantías ha iniciado “el proceso de expulsión de J. Mora
por las manifestaciones que ha realizado hoy en su cuenta personal de la red social Twitter, que
infringen lo estipulado en los Estatutos de Nuevas Generaciones”. Se amparan en el artículo 4.b de
los mismos, en el que se llenan la boca al afirmar que uno de sus principios de actuación es defender
la Constitución Española como instrumento fundamental del Estado de Derecho y garantía de la
estabilidad institucional y democrática en España”. Relacionan este artículo con el 20.4 de la
constitución para, otra vez, fundamentar el proceso de expulsión cautelar del joven genovés
aludiendo a un bien (¿?) común, un emblema incuestionable (¿?), lo que según ellos es la inalterable
constitución, con el que tocarán la sensibilidad de su España y ganarán su perdón ante el desliz, que
ellos no ven tan grave en el fondo, de uno de los suyos: “Estas libertades (de expresión) tienen su
límite en el respeto a los derechos reconocidos en este título, en los preceptos de las leyes que lo
desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la
protección de la Juventud y de la Infancia.” Siguiendo con el aparatoso mecanismo del no menos
aparatoso comité en cuestión, de nombre ampuloso y tufillo demagógico, continúan argumentando,
para justificar la sanción, la tipología de infracción en la que ha incurrido su militante: “…el
Reglamento de Régimen disciplinario de Nuevas Generaciones estipula en su artículo 4.1.a) como
infracciones muy graves “Atentar contra cualesquiera de los derechos o deberes fundamentales
reconocidos en la Constitución”. “@agarzon aunque pensándolo bien matarte a ti o a todos los d tu
calaña nos va a salir igual d caro! Igual no va a ser tan malo…. Payaso”. El mensaje de Twitter de
este cachorro del pp traduce en palabras dos hechos de gran importancia. Uno es el éxito de la
estrategia del gobierno y adláteres para inducir al nosotros social, humillado por políticas que
anulan sus derechos básicos, a vivenciar la tergiversación intencionada de cualquier aspecto de la
realidad que pueda suponer el mínimo atisbo de reflexión crítica, el mínimo disenso con el poder. En
segundo lugar, muestra sin pudor, el verdadero criterio que ha movido al gobierno, a la derecha de
la ley del embudo y la del talión en la que se apoya para auparse, en su política antiterrorista, una
política que se basa en intereses ideológicos, no sociales, y se autoalimenta con la venganza. Vamos
a ráfagas, manipulada nuestra interpretación de la realidad a golpe del timón interesado de los
políticos, pasando del estupor a la indignación, fase en la que con celeridad el (des)gobierno instala
sus tradicionales, habituales y burdas mentiras, o, lo que es lo mismo, sus diques de contención a
nuestro pensamiento y nuestra acción. Los tertulianos y los medios de (des)información ni se
molestan en acabar el curso exprés de derecho que iniciaron, repentinamente, minutos antes de que
saltase la noticia de la sentencia de Estrasburgo y van dibujando su complicidad con la
manipulación. Los titulares se suceden, sin matices, sin grises, en un negro puro que aleja las
posibilidades del color de cualquier bandera blanca: “Los etarras saldrán a la calle”; “Los asesinos
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serán liberados sin cumplir sus penas”; “Europa nos ha traicionado”; “Un juez español colabora con
la trascendental e injusta sentencia” y un etc insoportablemente largo de verdades a medias, cuanto
mucho, de mentiras enteras e imprecisiones. La derecha vengativa, a la primera consigna de los
suyos en el poder, se arma con la ira, la que jamás entendieron ni entenderán en los otros, y se
producen esos milagros de los que tanto gustan, incuestionables y exclusivos de los buenos: como
dios manda, los buenos dejan sus diferencias de lado y se produce un sospechoso hermanamiento
entre ellos, los buenos, los diestros, los que saben que el reino de los cielos les pertenece; como dios
manda, su presidente, como Pablo al recibir la pedrada de luz que le llevó a convertirse (evitaré, por
respeto, hacer el juego de palabras con el apellido de la presidenta de la AVT), pasó de la burla más
vil, la fantochada meteorológica relacionada con la lluvia, a la solidaridad de las plañideras, a su
repentina implicación y abrazo con la asociación de víctimas del terrorismo. Llueven mentiras y el
juego sucio, sucísimo, del gobierno que está utilizando las mentiras para enervarnos, aún más, y
estar entretenidos con asuntos que nos alejen de sus aberrantes prácticas, leyes, reformas y
contrareformas. Llueve mucho, dijo el impresentable personaje que gobierna un equipo que se
caracteriza con idéntico adjetivo, pero donde llueve es al otro lado de la política, al lado donde se
rompen cada día los derechos y las esperanzas, a nuestro lado. Aquí llueven mentiras y ocultaciones
de la mínima verdad. Los cachorros diestros, y sus progenitores, hablan en su web de respeto a la
incuestionable Constitución pero han apoyado que la ley se la saltara a la torera cuando
consintieron, y piden que se les conceda el seguir consintiéndolo, la aplicación de medidas que
precisamente son inconstitucionales, que incumplen, entre otros, el principio de la irretroactividad
en la aplicación de las penas. Hablan de derechos, de poner normas, de libertades y respeto, pero se
refieren exclusivamente a las que ellos dictan y, en el otro lado, las que ellos no tienen obligación de
cumplir. Era un secreto a voces que los miembros del gobierno con formación jurídica (aunque nos
parezca increíble, los hay) sabían la irregularidad e ilegalidad de la doctrina Parot. Mienten cuando
ponen cara de sorpresa y se echan la mano a la cabeza, vacía de propuesta y de ética, fingiendo
asombro ante la sentencia del Tribunal de Estrasburgo. Sabían, y consentían, la irregularidad contra
los derechos humanos que se estaba practicando, pero en su (in)código (a)moral no había problema:
era contra los malos, contra el enemigo y constituía la moneda de cambio, la supuesta dureza de la
derecha y su teóricamente irrompible y desinteresada amistad con la Asociación de Víctimas del
terrorismo, para ganar los votos de un colectivo con el que jugaban trasteando su razonada
sensibilidad y dolor. A este colectivo se les hizo creer que se estaba de su lado, votos por medio por
supuesto. El fallo de Estrasburgo ha dado la vuelta a la tortilla y es la AVT quien chantajea, sin
ningún tipo de disimulo, a los politicuchos y, por derivación, a la sociedad, amenazando con retirar
su voto a la derecha floja, a la que llaman sin pensárselo traidores (¿De qué pacto? Entonces, ¿es
cierto que le unía un pacto?). Enarbolan la bandera del dolor, en la que se han instalado y DE LA
QUE NO LES INTERESA SALIR, para pedir medidas ilegales, venganza y EN NINGÚN CASO LA
APLICACIÓN DE LA LEY, cosa que se hace si a los presos se les mantiene encarcelados LOS AÑOS
que constan en la sentencia, y no la propina cruel de años que la doctrina Parot permitía. Piden
JUSTÍCIA PARA UN FINAL CON VENCEDORES Y VENCIDOS, pero quieren en realidad justicia a la
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suyaparaunnofinalconvencedores(ellos),porencimadetodo,yniunresquicioparaelconsenso.
Una organización sin ánimo de lucro y sin fines
políticos, según consta en su web, que ha hecho
que dejase de llover sobre Rajoy, el chantajeado,
y que saliese a la calle, junto a políticos de
pasarela -los Botella, Aguirre, gallardones y etc.
que salen de su habitáculo solo cuando sale el
(cara al) sol- a pasear su solidaria amistad y a
gritar que él y lo suyos no apoyan a la doctrina
Parot sino a las víctimas del terrorismo (me he
debido perder algún capítulo de la historia y ha
debido haber un atentado hace unos días, del que
nada he sabido, y esa es la razón del apoyo a las
victimas). Una asociación que, como aparece en
su página, atiende a unas 4.000 personas ha
hecho que “Su (de ellos que no mío) Majestad el
rey ajuste su agenda de monarca convaleciente”
para acceder, bajo nuevo y sutil chantaje, a una
entrevista de la que no han podido “disfrutar” republicanos, víctimas del franquismo o desahuciados
y habitantes de la calle. Una asociación que se atreve a iniciar la sección de legislación autonómica
de su web con un texto que, curiosamente, no se permite a las víctimas del franquismo: “Durante
muchos años, las víctimas del terrorismo en España vivieron olvidadas y casi en la sombra. Esa
oscuridad, ostracismo y soledad no solo procedía de parte de la sociedad. También existía un vacío
institucional, legal y judicial en el que apenas existía amparo y consuelo alguno para los que
sufrieron el azote terrorista en nuestro país durante muchas décadas” Alguien tendría que sentarse
frente al gobierno y sus amigos perennemente instalados en el victimismo y decirles que no se puede
permitir que esta asociación les maneje (nos maneje) y que obtengan un trato de favor por sus votos
y su ira, arma boomerang como Rajoy ha podido comprobar. Ellos no son más que los demás, más
que nadie, ni los únicos que experimentan el dolor, la sensibilidad. Ellos son UNA ASOCIACIÓN a la
que se deben poner límites LEGALES y CLAROS. PS: Releo lo escrito. Paradoja no poder expresar
una opinión, como ha hecho Alberto Garzón, y, sin embargo, salir a manifestarse pidiendo respeto.
Paradoja la lluvia, la de la hipocresía, que hace que los impresentables, de repente, no teman
“MOJARSE”.
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