Atrás MARCO JURÍDICO INTERNACIONAL DEL SISTEMA MEXICANO DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL 3.1. Introducción 2 3.2. Antecedentes de Tratados Internacionales en materia de Propiedad Industrial 3 3.3. Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial 4 3.4. Arreglo de Lisboa relativo a la Protección de las Denominaciones de Origen y su Registro Internacional 7 3.5. Tratado de Cooperación en Materia de Patentes 8 3.6. Tratado de Libre Comercio de América del Norte, Canadá – México Estados Unidos de América (“NAFTA”) 11 3.7. Tratado de Libre Comercio celebrado entre los Estados Unidos Mexicanos y la República de Costa Rica 15 3.8. Tratado de Libre Comercio celebrado entre los Estados Unidos Mexicanos, la República de Colombia y la República de Venezuela (G3) 18 3.9. Tratado de Libre Comercio celebrado entre los Estados Unidos Mexicanos y la República de Bolivia 20 3.10. Tratado de Libre Comercio celebrado entre el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos y la República de Nicaragua 21 3.11. Tratado de Libre Comercio celebrado entre los Estados Unidos Mexicanos y la República de Chile. 22 1 MARCO JURÍDICO INTERNACIONAL DEL SISTEMA MEXICANO DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL 3.1. INTRODUCCIÓN Atrás Un tratado es un: “Acuerdo entre Estados celebrado para ordenar sus relaciones recíprocas en materia cultural, económica, etcétera, o para resolver un conflicto surgido entre ellos, o para prevenirlo.” La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969 señala en el Artículo 2 que: Se entiende por tratado un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el derecho internacional ya conste en un instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y cualquiera que sea su denominación particular. La definición anterior se elaboró para efectos de la Convención de Viena, lo que quiere decir que pueden existir otro tipo de acuerdos que sin quedar cubiertos por la definición se consideran tratados internacionales. Esto ocurre con los acuerdos que celebran las organizaciones internacionales. Asimismo, la definición establece que el tratado debe celebrarse por escrito, más este requisito es igualmente para efectos de la Convención, ya que nada impediría que con los avances tecnológicos un acuerdo entre Estados pudiera contenerse en una forma distinta, verbigracia en una grabación, sin que se afectará el carácter de tratado de ese acuerdo. Lo importante es la manifestación de la voluntad de los Estados. Se hace explícito también, que la capacidad para celebrar tratados es una expresión de soberanía de los Estados. Los tratados se rigen por tres principios: la norma Pacta sun servanda, contenida en el Artículo 26 de la Convención de Viena de 1969: “Todo tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por ellas de buena fe”. El segundo principio es que un tratado produce efectos únicamente entre las partes. Así lo dispone el Artículo 34 de dicha Convención, que prescribe: “un Tratado no crea obligaciones ni derechos para un tercer Estado sin su consentimiento”. El tercer principio establece que el consentimiento es la base de las obligaciones convencionales. Este principio rige no únicamente para la celebración original del tratado, sino para las diversas figuras sobre derecho de los tratados: la adhesión, la terminación, la modificación, etc. En México, el fundamento legal alusivo a los tratados internacionales se encuentra en el Artículo 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que a la letra dice: 2 Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los Tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley Suprema de toda la Unión. Los jueces de cada Estado se arreglarán a dicha Constitución, leyes y tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de los Estados. 3.2. ANTECEDENTES DE TRATADOS INTERNACIONALES EN MATERIA DE PROPIEDAD INDUSTRIAL Atrás En el último cuarto del siglo pasado, ya se percibía la importancia que iba a revestir esta nueva rama del derecho, sobre todo por el carácter internacional de que iba estar dotado, ya que los derechos de propiedad industrial no conocen límites ni fronteras, es decir, tanto las invenciones como los signos distintivos, por su propia naturaleza, están destinados a ser explotados en todos los países del mundo. En esa época, la protección de la propiedad industrial era insuficiente y anárquica. La necesidad de una legislación internacional común, era evidente. Sin embargo, la instauración de la misma se encontraba frente a enormes obstáculos como la ignorancia, la inercia de los hombres y los nacionalismos negativos. A pesar de éstos obstáculos existentes, surgen un grupo de hombres previsores y llenos de ánimo, conscientes de la necesidad de crear una legislación internacional y con la firme voluntad de llevar a cabo esa tarea en forma concreta; así, Karl Pieper, ciudadano alemán, agente de patentes en Berlín, tomó la iniciativa de organizar en Viena, en el año de 1873, en ocasión de una exposición universal, un congreso de especialistas en materia de propiedad industrial. Los resultados de este congreso, fueron los siguientes: en primer lugar, se concibió el proyecto de establecer un convenio internacional que regulara los derechos derivados de la propiedad industrial; además de la creación de un organismo de acción, al cuál se le dio el nombre de Comisión Ejecutiva, cuya misión consistía en promover la adopción del proyecto. En 1878, en París, nuevamente se reunió el mismo congreso, concretando más el proyecto de 1873 y reforzando en esa forma los medios de acción que habían sido previstos. La Comisión Ejecutiva por su parte, elaboró el proyecto definitivo, y logró que el Gobierno de Francia decidiera convocar una conferencia diplomática para examinar dicho proyecto. Esa conferencia se reunió en 1880 en París, bajo la presidencia del Senador Bozerian, sin embargo, fueron necesarios tres años de trabajos y negociaciones para establecer el tratado. Y fue así como el 20 de marzo de 1883, once países firmaron el Convenio de la Unión de París, el cuál es considerado como el documento más importante del régimen internacional de la propiedad industrial. 3 3.3. CONVENIO DE PARÍS PARA LA PROTECCIÓN DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL Atrás Como se ha mencionado en el punto anterior, en las Exposiciones Universales de Viena en 1873 y de París en 1878, se llegó a la conclusión de la necesidad de crear Uniones Internacionales que tuvieran como objeto la protección de la propiedad industrial, dichas Uniones fueron preparadas por un Comité Especial que formuló un proyecto para una Convención. Es así como se llegó posteriormente, a la Primera Conferencia Oficial de Estados, convocada en París en 1880, la que preparó el proyecto firmado en la Segunda Conferencia Oficial que se efectuó en París el día 20 de marzo de 1883 por once Estados miembros que fueron: Bélgica, Brasil, España, Francia, Guatemala, Italia, Países Bajos, Portugal, El Salvador, Servia y Suiza. La denominación o título oficial de este Tratado es el de “Convenio para la Protección de la Propiedad Industrial”, del cuál surgió la organización llamada: “Unión Internacional para la Protección de la Propiedad Industrial”. A partir del año 1884, el Convenio ha sido objeto de varias revisiones importantes, de las cuales ha emanado a pesar de las dificultades y controversias, un importante derecho internacional positivo que abarca prácticamente a todos los países del mundo. Dichas revisiones han sido seis: en Bruselas el 14 de diciembre de 1900; en Washington el 2 de junio de 1911; en la Haya el 6 de noviembre de 1925; en Londres el 2 de julio de 1934; en Lisboa en 1958 y por último en Estocolmo el 11 de junio de 1967. México forma parte de la Unión Internacional para la Protección de la Propiedad Industrial desde 1903, en que se suscribió el texto de Bruselas. (Diario Oficial, 17 de septiembre de 1903). El gobierno del General Huerta había reconocido las reformas de Washington, de 1911 (Diario Oficial). Al triunfo del régimen constitucionalista se intentó revocar esa aceptación, sin éxito. El Acta de la Haya de 1925 fue aceptada por México desde 1929 (Diario Oficial de 30 de abril de 1930). La reforma de Lisboa de 1958 aparece publicada en el Diario Oficial del 31 de diciembre de 1962. Por último, la reforma de Estocolmo de 14 de julio de 1967 fue ratificada por México en 1976, después de haber entrado en vigor la Ley de Invenciones y de Marcas (Diario Oficial, julio 27 de 1976). El Convenio de París es un “tratado marco o cuadro”, es decir, un acuerdo internacional celebrado entre entidades soberanas que prevé solamente algunos objetivos y fija ciertos procedimientos, pero no cubre toda la materia y deja a las partes contratantes, la posibilidad de regular singularmente algunas cuestiones dentro del marco general que el propio Convenio instituye. Esta Convención además de establecer a la Unión Internacional para la Protección de la Propiedad Industrial, también creo la Oficina Internacional para 4 la Protección de la Propiedad Industrial, ésta organización intergubernamental, funciona en Ginebra, formando parte de las Oficinas Internacionales Reunidas para la Protección de la Propiedad Industrial Literaria y Artística (BIRPI). Las funciones de esta Oficina incluyen el enlace entre las Direcciones o Departamentos de Patentes de los diferentes países unionistas; el estudio de cuestiones relativas al derecho de propiedad industrial en general; la preparación de las conferencias de revisión; la publicación de documentos y en general, todo tipo de información que pudiera interesar en la esfera de la propiedad industrial. En este Convenio de París se pueden observar cuatro tipos diferentes de disposiciones: Primero se encuentran aquéllas que pueden considerarse de derecho internacional público, y que se refieren a los derechos y obligaciones de los Estados miembros y a la vez, que establecen la Unión y sus órganos. Como ejemplo podrían mencionarse el Artículo 6 Ter. 3) y 4), que requiere o permite a los Estados miembros y a las organizaciones internacionales hacer ciertas comunicaciones en lo que se refiere a los emblemas que quedan excluidos de registro como marcas; el Artículo 12, que exige a los Estados miembros establecer un servicio nacional de la propiedad industrial e imprimir ciertas publicaciones, como por ejemplo la Gaceta de la Propiedad Industrial; los Artículos 13, 14 y 15, que establecen los órganos de la Unión; los Artículos 23 y 27, que se refieren a las relaciones entre este instrumento y las diferentes Actas que emergieron de las revisiones. El segundo grupo de disposiciones son las que permiten o exigen a los Estados miembros, legislar en el campo de la propiedad industrial. Así por mencionar, el Artículo 4 D), 1), 3), 4) y 5), que requiere o permite a los Estados miembros regular algunos aspectos que se refieren al derecho de prioridad; el Artículo 4, G), 2), en lo que se refiere a la división de la solicitud de la patente; el Artículo 5, A), 2) que concede a los Estados miembros el derecho a legislar contra los abusos que puedan resultar del ejercicio de los derechos exclusivos que confirman una patente; el Artículo 10 bis 1) que exige a los Estados miembros asegurar protección efectiva contra la competencia desleal; el Artículo 10 Ter, que obliga a los Estados miembros a proveer remedios legales para reprimir ciertos actos indebidos que se refieren a marcas y nombres de comercio y falsas indicaciones de procedencia; el Artículo 10, que se refiere a la protección a las marcas de servicio; el Artículo 11, para conceder protección temporal a las invenciones, etc. Y desde luego el Artículo 25, que es muy importante, por el cual los países miembros se comprometen a tomar las medidas necesarias para asegurar la aplicación de la Convención en su territorio, y que un país que accede a la Convención debe estar en situación, de acuerdo con su derecho interno, de dar efecto a las disposiciones de la convención. Debe observarse que sin una legislación interna apropiada para hacer aplicables los principios contenidos en esas disposiciones, ellas no resultarían eficaces en foro doméstico. 5 Un tercer grupo está constituido por lo que podría llamarse el derecho unionista, es decir, el principio de la igualdad o asimilación con los nacionales, sin el requisito de la reciprocidad. Por último, un cuarto tipo de disposiciones que se refieren a los derechos y a las obligaciones de los particulares y sobre esto por ejemplo, la definición de propiedad industrial que se encuentra en el Artículo 1; el derecho de prioridad, de que se habla en forma más amplia en el Artículo 4; la limitación de las posibilidades de rehusar o invalidar patentes, que se encuentra en el Artículo 4; el Artículo 5, que se refiere a un periodo de gracia; la protección de marcas registradas en otros países que se observa en el Artículo 6 quinquies; la cancelación de registro indebido de marcas hechas por agentes o representantes, como se ve en el Artículo 6, etc. En términos generales puede decirse que la Convención establece un derecho común internacional, que aspira a sustituir la legislación interna en varios aspectos interesantes. Además, este Convenio contiene como principios fundamentales los siguientes: El principio de “Trato Nacional” o de “igualdad de tratamiento”, establecido en los Artículos 2 y 3 de la Convención, que consiste en que los nacionales de cualquier país miembro de la Unión, así como las empresas domiciliadas en los mismos, gozarán en todos los otros países miembros de la Unión de las mismas ventajas y los mismos privilegios que otorgan a sus nacionales, en lo que a propiedad industrial se refiere. El principio denominado “”Derecho de Prioridad”, siendo éste, el principio más importante de los que establece la Convención, consiste en que, tomando como base la primera solicitud de patente o registro de marca, etc., depositada en uno de los países de la Unión, el solicitante tiene el derecho de pedir la protección similar en todos los demás países de la Unión, con prioridad, dentro del plazo de doce meses para las patentes de invención y mejoras y de seis para las patentes de modelo y las marcas, plazos que comienzan a correr a partir de la fecha de depósito de la primera solicitud, según lo establece el Artículo 4 de dicha Convención. Es decir, el efecto de este mandamiento es excluir a terceros durante el período de tiempo que transcurre entre la primera solicitud y la que se presente en cualquier otro país miembro, dando al titular de la patente o marca, la posibilidad de protegerla en varios países simultáneamente. El principio de la “independencia de las patentes”, señalado en el Artículo 4 bis, el cual consiste en que aquellas patentes que han sido anuladas o canceladas en uno de los países miembros, pueden seguir siendo válidas en otro de los países que la haya concedido. Las disposiciones de “derecho internacional público”, que se refieren al derecho que tienen los países miembros de denunciar el Tratado, derecho que no puede ejercerse sino 5 años después de la fecha de membresía, como lo señala el Artículo 26; asimismo, se establece la prioridad del Convenio sobre 6 otros acuerdos que puedan ser firmados por los Estados miembros, según el Artículo 19. 3.4. ARREGLO DE LISBOA RELATIVO A LA PROTECCIÓN DE LAS DENOMINACIONES DE ORIGEN Y SU REGISTRO INTERNACIONAL Atrás Este Arreglo fue creado el 31 de octubre de 1958, revisado en Estocolmo el 14 de julio de 1967 y modificado el 2 de octubre de 1979. En México fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 11 de julio de 1964. Los países a los que se aplica este Arreglo se constituyen en estado de Unión particular en el ámbito de la Unión para la protección de la propiedad industrial. Además, se comprometen a proteger en sus territorios las denominaciones de origen de los productos de los otros países de la Unión particular, reconocidas y protegidas como tales en el país de origen y registradas en la Oficina Internacional de la Propiedad Intelectual. Las denominaciones de origen, según el Artículo 2 del Arreglo, son aquellas denominaciones geográficas de un país, de una región o de una localidad, que sirvan para designar un producto originario del mismo, y cuya calidad o características que le han dado notoriedad se deban exclusivamente al medio geográfico, incluyendo los factores naturales y humanos. Como ejemplos pueden mencionarse Cognac, Champagne, Tequila, Rocquefort, entre otros. Y por país de origen se entiende aquél cuyo nombre constituye la denominación de origen que ha dado al producto su notoriedad, o bien aquél, en el cuál esté situada la región o localidad cuyo nombre es el que forma la denominación de origen que ha otorgado al producto su notoriedad. Este Arreglo otorga una protección contra usurpaciones, imitaciones, o incluso si el verdadero origen del producto figura indicado o si la denominación se emplea en traducción o va acompañada de expresiones como “género”, “tipo”, “manera”, “imitación” o similares. El Arreglo no excluye la protección que ya exista a favor de las denominaciones de origen en cada país miembro, en virtud de otros instrumentos internacionales, tales como el Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial, en cuanto a México se refiere, ya que también hace alusión al Arreglo de Madrid del cuál México no forma parte. El registro se efectúa en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) en Ginebra, a petición de las administraciones de los países de la Unión particular en el ámbito de la Unión de París, en nombre de las personas físicas ó jurídicas, públicas o privadas, titulares del derecho de usar estas denominaciones según la legislación nacional. En la OMPI se deberá llevar un registro general de las denominaciones de origen. 7 3.5. TRATADO DE COOPERACIÓN EN MATERIA DE PATENTES Atrás El Tratado de Cooperación en Materia de Patentes (PCT, por sus siglas en inglés), fue elaborado en Washington el 19 de junio de 1970, enmendado el 2 de octubre de 1979 y modificado el 3 de febrero de 1984. Éste Tratado tiene como objetivo principal, simplificar los métodos tradicionales de solicitud de protección de invenciones por patente en varios países y hacerlos más eficaces y económicos en interés de los usuarios del sistema de patentes y de las oficinas que son responsables de la administración del mismo. Constituye un acuerdo especial del que son signatarios los mismos Estados que forman parte del Convenio de París. El Tratado de Cooperación en Materia de Patentes es un tratado que prevé la presentación de solicitudes con miras a obtener protección por patente en un gran número de países. Asimismo, prevé un procedimiento simplificado para un inventor o solicitante que desee solicitar, y finalmente obtener, una patente. Uno de sus múltiples objetivos es promover el intercambio de la información técnica contenida en los documentos de patente entre los países interesados y dentro de la comunidad científica interesada, es decir, los inventores y los industriales que trabajen en el campo de que se trate. Así pues, además de simplificar el proceso de obtención de patentes, el PCT tiene como objetivo difundir en forma más eficaz los conocimientos técnicos contenidos en la documentación sobre patentes. No obstante, cabe recalcar que el sistema del PCT no prevé la concesión de patentes mundiales. Hasta el 15 de julio de 1999, se tienen 104 Estados contratantes de este Tratado. México se adhirió al PCT el 29 de septiembre de 1994 y fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 31 de diciembre del mismo año. Al suscribirse a través de la Misión Permanente en Ginebra se convirtió en el primer país de habla hispana en signar el Tratado. El PCT entró en vigor en México el primero de enero de 1995 para simplificar y agilizar los procedimientos de solicitudes internaciones de patentes, así como la divulgación de la información técnica contenida en la tramitación. De la misma manera, se alentará la internacionalización de las empresas mexicanas y se les ayudará a estandarizar el sistema nacional de propiedad industrial al obtener un mayor grado de seguridad jurídica. El procedimiento que debe seguir un solicitante que utilice el sistema del PCT es el siguiente: en primer lugar tendrá que presentar una solicitud internacional en cualquier Estado miembro en el idioma respectivo y se asigna una fecha única de solicitud para todos, la cuál deberá pasar por varias etapas. La primera es la etapa general y se denomina fase internacional; ésta va seguida de una fase nacional. En la fase internacional hay cuatro etapas principales: la primera es la presentación, la segunda es la búsqueda internacional realizado por nueve oficinas autorizadas por la OMPI, que son la estadounidense, europea, española, sueca, austriaca, japonesa, china, rusa y australiana; luego 8 viene la publicación internacional, y finalmente el examen preliminar internacional. Es importante mencionar que sólo llega a la última etapa, es decir, la del examen, el solicitante que lo pide expresamente. Después de esto, si el solicitante desea seguir adelante, viene la fase nacional. Existe una fase nacional correspondiente a cada una de las oficinas en las que el solicitante tiene que completar el proceso de obtención de la patente. Podría ser sólo una oficina, o bien dos, cinco o diez oficinas y entre ellas habría oficinas nacionales y también regionales en caso de que el solicitante hubiese designado a ciertos países con el fin de obtener una patente regional. El tiempo que dura el trámite es de 20 a 30 meses, según se soliciten los beneficios del Capítulo I (búsqueda) o del II (examen de fondo, para definir sí el invento presentado es patentable o no). No necesariamente se obtiene la patente en todos los países que son parte del Tratado, ya que cada uno tiene la facultad soberana de otorgarlo o adaptarlo a su propia legislación, pero lo que sí es un hecho es que con el PCT se abaten tiempos y costos. A manera de ejemplo, una patente europea puede obtenerse actualmente en 19 países que están obligados con el PCT. En ese caso, el solicitante se dirigirá a la Oficina Europea de Patentes y obtendrá una patente europea que tendrá validez en 19 países; por consiguiente no tendrá que ir a cada uno de los 19 países para completar el proceso de obtención de la patente. Sí tendrá que cumplir toda una serie de requisitos, tales como el pago de tasas a las 19 oficinas, pero la cuestión de la concesión de la patente ya no se volverá a plantear en la etapa señalada en párrafo anterior. Por lo tanto el funcionamiento del PCT exige toda una secuencia de operaciones y éstos son los lugares donde se realizan: El primer paso es presentar la solicitud en la oficina receptora, ésta es por lo general, la oficina del país de origen del solicitante, aunque nada impide que pueda tratarse de otra oficina nacional o regional e incluso de la Oficina Internacional, en Ginebra. La segunda etapa, es decir, la búsqueda internacional, como ya se mencionó, se realiza por alguna de las 9 oficinas especialmente designadas por la Asamblea del PCT. Y la oficina que realiza la búsqueda es aquella que domine el idioma del solicitante. La tercera etapa que es la publicación, la realiza enteramente la Oficina Internacional en Ginebra. De hecho, es la única función del PCT de la que son exclusivamente responsables. Publican todas las solicitudes del PCT, cualquiera que sea su procedencia y el idioma en el que se hayan presentado. Para la cuarta etapa, el examen preliminar internacional, se regresa generalmente a la oficina que realizó la búsqueda internacional; aunque los solicitantes pueden dirigirse a otra oficina puesto que se les concede esa flexibilidad. Esto se decide caso por caso. 9 Al final de la fase internacional, o sea al entrar en la fase nacional, el solicitante debe presentarse directamente a cada una de las oficinas y proporcionarles la documentación necesaria. Sin embargo, la Oficina Internacional desempeña un papel secundario en todo el procedimiento porque es responsable de poner ciertos documentos a disposición de las oficinas, del solicitante, etc., y de transmitir ciertos documentos en determinados momentos, en virtud de las disposiciones del Tratado. Ahora bien, por todo este trabajo, el PCT ha establecido varios tipos de tasas. Hay tasas que benefician a todas las oficinas que intervienen en el procedimiento por diferentes razones. Así pues, si se examina el procedimiento desde el comienzo, existe una tasa pagadera a la Oficina receptora, la tasa de transmisión, y esta tasa la fija esa misma Oficina para cubrir sus gastos. Luego existe lo que se denomina la tasa internacional que de hecho, se divide en dos tasas, la de base y la de designación. La tasa internacional la recauda la Oficina Internacional por la labor que realiza preparando la solicitud para su publicación y por todas las comunicaciones que transmite a las oficinas interesadas y al solicitante. Por último está la tasa de búsqueda, que cubre los gastos de búsqueda internacional y que es pagadera a la Administración encargada de la búsqueda internacional. Del mismo modo, existe una tasa de examen destinada a la Administración encargada del examen preliminar internacional. También existen tasas pagaderas durante la etapa nacional, pero cada una de éstas será fijada por las oficinas designadas interesadas. En ciertos casos, los solicitantes tienen la posibilidad de pedir reducciones de ciertas tasas. La reducción posible durante la fase internacional es del 75% y, actualmente, ésta se aplica a la tasa internacional pagadera a la Oficina Internacional. Pueden beneficiarse de esta reducción únicamente las personas que son nacionales o residentes de ciertos países. Los países en cuestión son los que tienen un ingreso nacional por habitante inferior a tres mil dólares americanos anuales, México está entre ellos. Ciertos solicitantes de determinados países obtienen reducciones de ciertas tasas asociadas con el PCT. Además, ciertas legislaciones nacionales han promulgado reglamentos o leyes que permiten a sus Oficinas otorgar reducciones a los individuos y a las empresas de determinados países. El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, tiene convenios con cuatro oficinas en el mundo para el informe de búsqueda y el examen preliminar: la norteamericana, la sueca, la española y la europea. Con esta última se tiene también un descuento del 75%. 10 3.6. TRATADO DE LIBRE COMERCIO DE AMÉRICA DEL NORTE, CANADÁ – MÉXICO - ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (“NAFTA”) Atrás El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), fue celebrado simultáneamente el 17 de diciembre de 1992, en Ottawa, México y Washington, D.C., por el Primer Ministro Brian Mulroney y los Presidentes Carlos Salinas de Gortari y George Bush. Publicado en el Diario Oficial de la Federación del 20 de diciembre de 1993. El capítulo XVII del Tratado, es el referente a la Propiedad Intelectual. Este tratado incluye un capítulo muy completo en materia de propiedad intelectual, dicho capítulo recoge los avances legislativos ya realizados por México, a la vez que incorpora la debida protección en el caso de nuevas materias, como son los esquemas de trazado de los circuitos integrados y la protección de los derechos de los obtentores de variedades vegetales o fitomejoradores conforme al Tratado de la Unión para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV). Este capítulo del TLC hace dos contribuciones de gran importancia para la elevación de la competitividad internacional de toda la región de América del Norte frente a otras zonas comerciales del mundo por un lado, las disposiciones del capítulo incentivan la innovación y el desarrollo tecnológico de las empresas de toda la región, constituyendo así un motor del dinamismo industrial de la región para los próximos años; y por el otro lado, las previsiones del capítulo permitirán desalentar y combatir la competencia desleal en cualquiera de los tres países, de modo que se facilite la efectiva libre circulación de mercancías, servicios, capitales y tecnologías dentro de toda la región, propiciando el aprovechamiento cabal de las economías de escala mediante la producción internacional, reduciendo los costos unitarios de fabricación y comercialización y, por consiguiente, reforzando también por esta vía la competitividad de la región frente al resto del mundo. El capítulo establece nueve distintos tipos o categorías de creaciones intelectuales, tales como las obras artísticas y las literarias (derechos de autor), los fonogramas, señales de satélite codificadas portadoras de programas, marcas, patentes, esquemas de trazado de circuitos semiconductores integrados y los secretos industriales o de negocios y para cada uno de estos tipos de creaciones intelectuales se definen determinados actos que la persona que realizó la creación intelectual podrá autorizar o prohibir a otras personas, dentro de un periodo delimitado de tiempo. Para hacer valer estos derechos de propiedad intelectual, en el TLC se establecen procedimientos y sanciones aplicables a quienes usen, apliquen o destinen las creaciones intelectuales de modos o en circunstancias no autorizadas por sus creadores. Esos procedimientos, garantizan la transparencia y procuran la aplicación de justicia, sin constituir barreras u obstáculos injustificados al Libre Comercio. Las disposiciones previstas en el TLC son compatibles con los tratados internacionales multilaterales más importantes en el ámbito mundial, como son 11 los administrados por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, y concretamente este capítulo del Tratado exige a los tres países el cumplimiento de las disposiciones sustantivas de los siguientes tratados administrados por la OMPI: El Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial El Convenio de Berna para la Protección de las Obras Artísticas y Literarias El Convenio de Ginebra para la Protección de los Productores de Fonogramas contra la Reproducción no autorizada de sus Fonogramas El Tratado de la Unión para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV) El Tratado de Washington para la Protección de los Esquemas de Trazado de Circuitos Integrados Aunque son diferentes en alcance y duración los derechos exclusivos que se otorgan en el caso de cada una de las categorías a que hace alusión el capítulo, existen como común denominador cinco principios generales que se aplican a la protección de los derechos exclusivos en todos los casos: La protección y defensa de los Derechos de Propiedad Intelectual no deberá constituir en ningún caso obstáculos al libre comercio con mercancías legítimas. Las disposiciones sustantivas de los tratados y convenciones internacionales multilaterales ya existentes, que representan los pilares fundamentales del consenso internacional en esta materia jurídica, serán aplicados por cada uno de los tres países. La protección que los tres países se comprometen a otorgar a los derechos de propiedad intelectual es el mínimo. Cada país, si así lo desea, puede conceder protección más amplia que la comprometida dentro del TLC. Los medios y procedimientos para la protección y defensa de los citados derechos que se dispongan en cada uno de los tres países, deberán estar a disposición, sin discriminación, para los individuos o empresas que sean nacionales de cualquiera de los tres países. Todos recibirán igual trato, como si fueran nacionales del país en cuestión. Cada país, como parte de su legislación para procurar el buen funcionamiento de la competencia en sus mercados, podrá regular determinadas prácticas o conductas que, tratándose de derechos de propiedad intelectual, puedan considerarse anticompetitivas en casos particulares. Esto es con el objeto de que el ejercicio legítimo de estos derechos no conduzca a abusos por los particulares contra las leyes sobre la competencia en los mercados de cualquiera de los tres países. A manera de resumen, se presentan las principales disposiciones contenidas en este capítulo del TLC, relativas a las nueve categorías anteriormente señaladas: 12 Derechos de Autor: Se aplicará el Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas, de 1971. Los autores tendrán derechos para ampliar su protección en lo que toca a la comercialización y circulación de sus obras, y podrán por tanto autorizar o prohibir: la importación de copias hechas sin su consentimiento; la primera distribución pública del original o de cada copia de la obra, por venta, renta, etc.; la comunicación de la obra al público y la renta comercial de un programa de cómputo. La protección de los derechos de autor se dará cuando menos por 50 años. A las películas mexicanas declaradas en el pasado, administrativamente por Estados Unidos bajo el dominio público, les será restaurada la protección. Fonogramas: Los productores de fonogramas tendrán los siguientes derechos, autorizar o prohibir: la reproducción directa o indirecta del fonograma; la importación de copias del fonograma hechas sin su consentimiento; la primera distribución pública del original y de cada copia del fonograma por venta, renta, etc.; la renta del original o de una copia del fonograma, salvo estipulación en contrario en el contrato celebrado con los autores de las obras fijadas en el fonograma; la protección se dará cuando menos por 50 años. Señales de satélite codificadas portadoras de programas: Dentro del año siguiente a la entrada en vigor del tratado, las Partes deben tipificar como delitos la fabricación, importación, venta, arrendamiento o cualquier acto que permita tener un dispositivo o sistema que sea de ayuda primordial para descifrar una señal de satélite codificada portadora de programas, sin autorización del distribuidor legítimo de dicha señal. Asimismo, establecer como ilícito civil, la recepción, en relación con actividades comerciales, o la ulterior distribución de una señal de satélite codificada portadora de programas, que ha sido descifrada sin autorización del distribuidor legítimo de la señal. Cualquier persona con un interés comercial en una señal de satélite codificada portadora de programas tendrá el derecho de ejercitar las acciones correspondientes. Marcas: Cada país mantendrá un sistema formal y riguroso para el registro de las marcas. Ningún país dificultará el uso de una marca mediante requisitos especiales y las excepciones al derecho conferido para el uso de marcas se limitarán por ejemplo, al uso correcto de términos descriptivos. Estará prohibido el registro de marcas consistentes en palabras que en inglés, francés o español, designen genéricamente los bienes o servicios a los que se apliquen las marcas. 13 La vigencia del registro inicial se una marca será cuando menos de 10 años y será renovable indefinidamente por plazos análogos. Patentes: La patente dará a su titular el derecho de impedir a otras personas que sin su autorización, hagan lo siguiente: cuando la invención sea un producto: fabricarlo, usarlo o venderlo; cuando la invención sea un proceso: utilizarlo o usar, vender o importar al menos el producto directamente resultante del proceso. En algunos casos de invasión de una patente para un proceso, podrá exigirse al supuesto infractor que pruebe que ha utilizado un proceso distinto al patentado, sin desproteger sus secretos industriales. La vigencia de las patentes será cuando menos de 20 años desde su solicitud o de 17 años desde su otorgamiento. Esquemas de trazado de circuitos integrados: Cada país podrá decidir si exige el registro de un esquema de trazado para otorgarle protección. El titular de un esquema de trazado tendrá el derecho de impedir a otras personas que, sin su consentimiento, importen, vendan o distribuyan comercialmente el esquema trazado, un minicircuito que incorpore el esquema de trazado o un artículo que contenga tal microcircuito, si el esquema de trazado fue reproducido ilegalmente. Esto no será ilegal si la persona que lo realiza lo ignoraba. La vigencia será cuando menos de 10 años a partir de la solicitud de registro o de la primera explotación comercial en cualquier lugar del mundo y podrá caducar a los 15 años desde la creación del esquema de trazado. Secretos industriales o de negocios: Para otorgar esta protección, las Partes podrán exigir que la información de que se trate conste en documentos, medios magnéticos o electrónicos, o en instrumentos similares. Y ninguna de las Partes podrá limitar la duración de protección de los secretos industriales o de negocios, en tanto reúnan los elementos que los caracterizan como tales. Los secretos industriales o de negocios podrán licenciarse voluntariamente, sin que un país imponga a esto, condiciones excesivas o discriminatorias que diluyan el valor de los secretos. Los datos experimentales cuya generación implicase un esfuerzo considerable y que no estuvieren publicados, relativos a la seguridad y eficacia de productos farmoquímicos o agroquímicos que utilicen nuevos componentes químicos, cuando sean presentados por alguna persona ante una autoridad para obtener 14 una aprobación de comercialización, estarán protegidos en general contra su publicación o contra su utilización por otra persona para obtener una aprobación para comercialización, por 5 años contados a partir de su primera presentación ante una autoridad de esta índole. Indicaciones geográficas: Ningún país estará en obligado a proteger las indicaciones geográficas que hayan caído en desuso o no estén protegidas en su país de origen. Cada país solo permitirá que se comercialice en su territorio un producto que ostente esta denominación sugerente de procedencia, si efectivamente el producto fue producido en el país del que es distintivo. Cada uno de los países reconocerá como productos distintivos de los otros países los siguientes: México : Tequila y Mezcal E.U.A. : Bourbon Whisky y Tenessee Whisky Canadá : Canadian Whisky Se negará el registro como marca, a indicaciones geográficas que falsamente señalen una procedencia distinta al verdadero origen geográfico del producto. El uso de una indicación geográfica que contraviniera lo señalado en el tratado, subsistirá si se hizo de buena fe o por lo menos desde 10 años antes de la firma del TLC. Diseños industriales: El titular de un diseño industrial que sea nuevo, original y de creación independiente, tendrá el derecho de impedir que otras personas, sin su consentimiento, fabriquen o vendan artículos que ostenten o incorporen un diseño que sea una copia o imite la esencia del diseño protegido a favor del titular. Sólo se podrán hacer excepciones limitadas a este derecho que no interfieran con la explotación normal de los diseños industriales, ni perjudiquen los legítimos intereses de sus titulares. La vigencia del derecho sobre un diseño industrial será cuando menos de diez años. Para los diseños textiles la protección podrá conferirse por legislación especial o por Derechos de Autor, sin que su costo, examen o publicación obstaculicen dicha protección. 3.7. TRATADO DE LIBRE COMERCIO CELEBRADO ENTRE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y LA REPÚBLICA DE COSTA RICA Atrás Este Tratado fue celebrado en México, Distrito Federal, el 5 de abril de 1994, por los Presidentes Rafael Calderón Fournier y Carlos Salinas de Gortari, y publicado en el Diario Oficial de la Federación del 10 de enero de 1995. Y el capítulo XIV del Tratado es el que se refiere a la Propiedad Intelectual. 15 Cada Parte otorgará en su territorio a los nacionales de la otra Parte, protección y defensa adecuada y eficaz para los derechos de propiedad intelectual y asegurará que las medidas destinadas a defender esos derechos no se conviertan a su vez en obstáculos al comercio legítimo. Además, podrán otorgar protección más amplia de la que señale el Tratado en sus legislaciones siempre y cuando no sean incompatibles. Las Partes, además de las disposiciones contenidas en este Tratado, se sujetarán a: El Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas, 1971. El convenio de Ginebra para la Protección de los Productores de Fonogramas contra la Reproducción no autorizada de sus Fonogramas, 1971. La Convención de Roma sobre la Protección de los Artistas Interpretes o Ejecutantes, los Productores de Fonogramas y los Organismos de Radiodifusión, 1961. El Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial, 1967. El Arreglo de Lisboa para la Protección de las Denominaciones de Origen y su Registro Internacional, 1967. En este capítulo XIV del Tratado, se manejan la protección a los derechos de propiedad intelectual, disposiciones relativas a las marcas, protección de las indicaciones geográficas o de procedencia y denominaciones de origen, protección a la información no divulgada, derechos de autor, derechos conexos, así como las disposiciones relativas a aplicación de los derechos mencionados, aspectos procesales y recursos en procedimientos civiles y administrativos, medidas precautorias y las sanciones penales que acuerdan las Partes intervinientes. Se impone el principio de trato nacional, lo que significa que los nacionales de cada País gozarán de la misma protección y defensa de sus derechos de propiedad intelectual contenidos en este capítulo del Tratado y no se podrá exigir que cumplan con formalidades o condiciones para adquirir derechos de autor y derechos conexos, para que sea posible el trato nacional. Todo privilegio, ventaja, favor o inmunidad que conceda una Parte a los nacionales de cualquier otro país, se otorgará inmediatamente y sin condiciones a los nacionales de la otra Parte. Salvo que, se deriven de acuerdos internacionales sobre asistencia judicial y observancia de la ley de carácter general y no limitados en particular a la protección de la propiedad intelectual; se hayan otorgado de conformidad con las disposiciones del Convenio de Berna o de la Convención de Roma, que autorizan que el trato concedido no esté en función del trato nacional sino del trato dado en el otro país, o se refieran a los derechos de los artistas intérpretes o ejecutantes, los productores de fonogramas y los organismos de radiodifusión que no prevea el capítulo. 16 Las Partes cooperarán con miras a eliminar el comercio de bienes que infrinjan los derechos de propiedad intelectual. Con ese fin, las Partes establecerán y darán a conocer puntos de contacto, establecidos en sus gobiernos, dedicados a intercambiar información relativa al comercio de esos bienes. En relación con las marcas, cada Parte podrá establecer como condición para el registro que los signos sean visibles o susceptibles de representación gráfica. Aunque cada Parte podrá denegar, conforme a su legislación, el registro de marcas que: incorporen los símbolos nacionales o de otras entidades públicas nacionales o internacionales; signos, palabras o expresiones contrarias a la moral, al orden público o a las buenas costumbres; puedan inducir a error en cuanto a su procedencia, naturaleza o calidad; o sugieran una conexión con otras marcas. El registro inicial de una marca tendrá una duración de diez años contados a partir de la fecha de presentación de la solicitud o de la fecha de concesión y podrá renovarse indefinidamente por períodos sucesivos de diez años, siempre que se satisfagan las condiciones para la renovación. Las denominaciones de origen protegidas en una Parte no serán consideradas comunes o genéricas para distinguir un bien mientras subsista su protección en el país de origen. Cada Parte, de oficio si su legislación lo permite, o a petición de una Parte interesada, denegará o invalidará el registro de una marca que contenga o consista en una indicación geográfica o denominación de origen respecto a bienes no originarios del territorio indicado, si el uso de esa indicación en la marca para esos bienes en ese país es de naturaleza tal que induzca al público a error en cuanto al verdadero lugar de origen. La información no divulgada, es decir, los secretos industriales, se encuentran protegidos por este tratado en tanto realmente constituyan secretos de carácter industrial, y que consten en documentos, medios electrónicos o magnéticos, discos ópticos, u otros instrumentos similares, y ninguna de las Partes podrá limitar la duración de la protección a los mismos, mientras mantengan su naturaleza especial. Tratándose de derechos de autor, éstos, de acuerdo al Tratado, son permanentes durante toda la vida del autor. Después de su fallecimiento, quienes hayan adquirido legítimamente esos derechos los disfrutarán por el término de 50 años como mínimo; salvo que la duración se calcule sobre una base distinta de la vida de una persona física, serán no menos de 50 años contados desde el final del año civil de la publicación o divulgación autorizada de la obra, o 50 años a partir del final del año de la realización de la obra a falta de su publicación o divulgación autorizada dentro de un plazo de 50 años a partir de su realización. Cada Parte tiene derecho a circunscribir las limitaciones o excepciones a los derechos que establece este Tratado en materia de derechos de autor a casos especiales determinados que no impidan la explotación normal de la obra ni ocasione perjuicio injustificado a los legítimos intereses del titular de los derechos. 17 Cada Parte garantizará que en su legislación se establezcan procedimientos de observancia de los derechos de propiedad intelectual conforme a lo que prevén los Artículos 14-27 al 14-32 (relativos aspectos procesales de la materia), que permitan la adopción de medidas eficaces contra cualquier acción infractora de los derechos a que hace referencia este capítulo, incluyendo recursos ágiles para prevenir las infracciones y recursos que constituyan un medio eficaz de disuasión de nuevas infracciones. Estos procedimientos se aplicarán con el fin de evitar la creación de obstáculos al comercio legítimo y preverán salvaguardas contra su abuso. 3.8. TRATADO DE LIBRE COMERCIO CELEBRADO ENTRE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, LA REPÚBLICA DE COLOMBIA Y LA REPÚBLICA DE VENEZUELA (G3) Atrás Este Tratado fue celebrado el 13 de junio de 1994, en Cartagena de Indias, Colombia, por los Presidentes César Gaviria, Carlos Salinas de Gortari y Rafael Caldera. Publicado en el Diario Oficial de la Federación del 10 de enero de 1995. Es el capítulo XVIII del Tratado el que se refiere a la Propiedad Intelectual, y entre sus principios básicos se encuentran: El Trato nacional, que otorgará a los nacionales de los Países miembros del Tratado, protección y defensa efectiva a los derechos de propiedad intelectual, en las mismas condiciones para todos, asegurándose de que las medidas destinadas a defender esos derechos, no obstaculicen el comercio legítimo. Con relación a los derechos de propiedad intelectual, toda ventaja, favor, privilegio o inmunidad que conceda una de las Partes a los titulares de derechos intelectuales de cualquier otro país, se otorgará inmediatamente a los titulares de derechos intelectuales de las otras Partes. Cada Parte otorgará en su legislación, protección más amplia que la establecida en este capítulo, siempre y cuando tal protección no sea incompatible con la de este Tratado. Las partes integrantes de este capítulo son la protección al derecho de autor, derechos conexos y la protección a la propiedad industrial, haciendo referencia a las marcas, denominaciones de origen e indicaciones geográficas, secretos industriales así como la promoción de la transferencia de tecnología. Las Partes, además de la aplicación de este capítulo para la protección de los derechos de autor y derechos conexos, aplicarán las disposiciones de: Convenio de Berna para la Protección de las obras Literarias y Artísticas, Acta de París, 1971. Convención Universal sobre los Derechos de Autor, Revisión de París, 1971. Convención Internacional para la Protección de los Artistas Intérpretes y Ejecutantes, Productores de Fonogramas y Organismos de Radiodifusión, Roma, 1961. 18 Convención Internacional para la Protección de los Productores de Fonogramas contra la Reproducción no Autorizada de sus Fonogramas, Ginebra, 1971. Ninguna Parte podrá exigir a los titulares de los derechos de autor y derechos conexos que cumplan con formalidad o requisito alguno, como condición para el goce y ejercicio de sus respectivos derechos. En relación con las marcas, las Partes podrán establecer como condición para el registro de las mismas, que los signos sean visibles o perceptibles si son susceptibles de representación gráfica. El derecho al uso exclusivo de la marca se adquirirá por el registro de la misma ante la respectiva oficina nacional competente, sin perjuicio de que cualquier Parte reconozca derechos previos, incluyendo aquellos sustentados sobre la base del uso, de acuerdo con su legislación. Las Partes podrán negar el registro de marcas que atenten contra la moral y las buenas costumbres, que reproduzcan símbolos nacionales o que induzcan al error. El registro de una marca tendrá una duración de diez años contados a partir de la fecha de la presentación de la solicitud o de la fecha de su concesión y podrá renovarse indefinidamente por períodos sucesivos de diez años, en los términos que establezcan las legislaciones de cada Parte. Cada Parte podrá declarar la protección de denominaciones de origen o en su caso, de indicaciones geográficas, según lo prevea su legislación, a solicitud de las autoridades competentes de la Parte donde la denominación de origen o la indicación geográfica esté protegida. Y las denominaciones de origen o indicaciones geográficas protegidas en una Parte no serán consideradas comunes o genéricas para distinguir el bien, mientras subsista su protección en el país de origen. La información de los secretos industriales deberá estar referida a la naturaleza, características o finalidades de los bienes, a los métodos o procesos de producción, o a los medios o formas de distribución o comercialización de bienes o prestación de servicios. Asimismo, la información de un secreto industrial deberá estar contenida en algún soporte material, tales como documentos, películas, microfilmes, medios electrónicos o magnéticos, etc. Las Partes contribuirán a la promoción de la innovación tecnológica y a la transferencia y difusión de la tecnología mediante regulaciones gubernamentales favorables para la industria y el comercio que no sean contrarias a la competencia. 19 3.9. TRATADO DE LIBRE COMERCIO CELEBRADO ENTRE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y LA REPÚBLICA DE BOLIVIA Atrás Firmado en Río de Janeiro, Brasil, el 10 de septiembre de 1994, por los Presidentes Carlos Salinas de Gortari y Gonzalo Sánchez de Losada. Publicado en el Diario Oficial de la Federación del 10 de enero de 1995. Este Tratado es compatible y además permite en lo posible la aplicación de los siguientes Tratados y Convenios administrados por la OMPI, como si cada Parte fuera miembro de esos convenios: Arreglo de Lisboa para la Protección de las Denominaciones de Origen y su. Registro Internacional, m.1967. La Convención Internacional sobre la Protección de los Artistas Intérpretes o Ejecutantes, los Productores de Fonogramas y los Organismos de Radiodifusión, 1961 (Convención de Roma). La Convención relativa a la Distribución de Señales Portadoras de Programas transmitidas por Satélite, 1974, (Convención de Bruselas). El Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas, 1971. El Convenio de Ginebra para la Protección de los Productores de Fonogramas contra la reproducción no autorizada de sus fonogramas, 1971. El Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial, 1967. El Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales, 1978 ó 1991, m.(Convenio UPOV). Básicamente al igual que los Tratados anteriormente señalados, se maneja el principio de trato nacional, el principio de trato de nación más favorecida, así como la facultad de otorgar cada Parte en su legislación, una protección más amplia que la que integra a este tratado. Se protege el libre comercio y se aseguran disposiciones contra la competencia desleal, asimismo, se hace una intensa promoción de la innovación y la transferencia de tecnología. El capítulo XVI del Tratado, denominado Propiedad Intelectual, protege a los derechos de autor, derechos conexos, protección de señales de satélite portadoras de programas, marcas, indicaciones geográficas y denominaciones de origen, los cuales se protegen y norman en forma similar a los tratados anteriormente descritos; diseños industriales, patentes, modelos de utilidad y protección a la información no divulgada. Los diseños industriales se protegerán cuando sean nuevos u originales, y de creación independiente, y cada Parte podrá establecer que dicha protección no se extienda a los diseños basados esencialmente en consideraciones funcionales o técnicas. Cada Parte otorgará una protección de por lo menos diez años contados a partir de la fecha de la presentación de la solicitud. Las patentes se otorgarán para invenciones de bienes o de procedimientos, en aquellas áreas tecnológicas que permita la legislación de cada Parte, siempre 20 que sean nuevas, resulten de una actividad inventiva y sean susceptibles de aplicación industrial. No habrá restricción al otorgamiento de las patentes ni en el goce de los derechos respectivos, en función del campo de la tecnología, del territorio del país en que la invención fue realizada o de sí los bienes son importados o producidos localmente. Pero prohibirán la patentabilidad a las invenciones cuya explotación comercial alteren el orden público o la moral o la salud humana, animal o vegetal. La protección se establecerá por un período de 20 años, contados a partir de la fecha de presentación de la solicitud. Los modelos de utilidad, entendidos como objetos, utensilios, aparatos y herramientas que, como resultado de una modificación en su disposición, configuración, estructura o forma, presenten una función diferente respecto de las partes que los integran o ventajas en cuanto a su utilidad, tendrán una protección de 10 años improrrogables contados a partir de la fecha de presentación de la solicitud. En cuanto a los secretos industriales, se maneja la misma protección en todos los Tratados de que México es parte, y no se podrá limitar la duración de la misma en tanto existan las condiciones necesarias para que se continúen considerando como secretos industriales. 3.10. TRATADO DE LIBRE COMERCIO CELEBRADO ENTRE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y LA REPÚBLICA DE NICARAGUA Atrás Firmado en la Ciudad de Managua, el 18 de diciembre de 1997, por los Presidentes Ernesto Zedillo Ponce de León y Arnoldo Alemán. Publicado en el Diario Oficial de la Federación del 26 de mayo de 1998. El capítulo XVII del mencionado Tratado, es el relativo a la Propiedad Intelectual, y en el se contempla la protección a las marcas, las indicaciones geográficas o de procedencia y denominaciones de origen, a la información no divulgada, a los derechos de autor y a los derechos conexos. Los principios básicos de este Tratado son: el trato nacional, la protección más amplia en la legislación de cada Estado miembro, el trato de nación más favorecida, control de prácticas y condiciones abusivas o contrarias a la competencia, cooperación para eliminar el comercio de bienes que infrinjan los derechos de propiedad intelectual, que se han venido explicando a lo largo de este capítulo. Las Partes aplicarán, cuando menos, las disposiciones contenidas en este capítulo y las disposiciones sustantivas de: El Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas, 1971. El Convenio de Ginebra para la Protección de los Productores de Fonogramas contra la Reproducción no Autorizada de sus Fonogramas, 1971. 21 La Convención de Roma sobre la Protección de los Artistas Intérpretes o Ejecutantes, los Productores de Fonogramas y los Organismos de Radiodifusión, 1961. El Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial, 1967. La Convención Relativa a la Distribución de Señales Portadoras de Programas Transmitidas por Satélite, 1974 (Convención de Bruselas). Resultaría repetitivo señalar el contenido del Tratado en cuanto a los derechos de propiedad intelectual que protege, ya que básicamente contiene los mismos preceptos que los otros Tratados que México ha celebrado con diferentes países. 3.11. TRATADO DE LIBRE COMERCIO CELEBRADO ENTRE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y LA REPÚBLICA DE CHILE Atrás Firmado en la Ciudad de Santiago de Chile, el 17 de abril de 1998, por los Presidentes Ernesto Zedillo Ponce de León y Eduardo Frei Ruíz Tagle. Publicado en el Diario Oficial de la Federación del 30 de diciembre de 1998. La Propiedad Intelectual se encuentra señalada en el capítulo XV, y se protege: a los derechos de autor, a los derechos conexos, a las marcas de fabrica o de comercio, y a las denominaciones de origen. Principios básicos: trato nacional, la protección más amplia en la legislación de cada Parte, trato de nación más favorecida, control de prácticas y condiciones abusivas o contrarias a la competencia, cooperación para eliminar el comercio de bienes objeto de infracciones. Los Convenios que están obligados a observar las Partes son: El Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas, 1971. El Convenio de Ginebra para la Protección de los Productores de Fonogramas contra la Reproducción no Autorizada de sus Fonogramas, 1971. La Convención de Roma sobre la Protección de los Artistas Intérpretes o Ejecutantes, los Productores de Fonogramas y los Organismos de Radiodifusión, 1961. El Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial. 1967. Igualmente este Tratado repite las disposiciones que México ha venido estableciendo con los países con los que celebra Tratados Comerciales. Sin embargo lo más destacado de este Tratado es lo relativo a las disposiciones sobre las denominaciones de origen: 22 Chile reconocerá las denominaciones de origen "Tequila" y "Mezcal" para su uso exclusivo en productos originarios de México. En consecuencia, en Chile no se permitirá la importación, fabricación o venta de productos bajo la denominación de origen "Tequila" o "Mezcal", a menos que hayan sido elaborados y certificados en México, conforme a las leyes, reglamentaciones y normatividad de México aplicables a esos productos. México reconocerá las denominaciones de origen "Pisco", "Pajarete" y "Vino Asoleado", para su uso exclusivo en productos originarios de Chile, como también a aquellos vinos con denominación de origen chilena que se determinará por una comisión bipartita, sobre la base del Anexo 15-24 dentro del término de un año contado a partir de la fecha de entrada en vigor de este Tratado. En consecuencia, en México no se permitirá la importación, fabricación o venta de productos bajo dichas denominaciones de origen, a menos que hayan sido elaborados y certificados en Chile, conforme a la legislación chilena aplicable a tales productos. Lo anterior es sin perjuicio de los derechos que México pueda reconocer, además de a Chile, exclusivamente al Perú, con relación al "Pisco". 23