1 SISTEMA UNIVERSITARIO ESTATAL FINANCIAMIENTO Y AUTONOMIA EN LA EDUCACION SUPERIOR Por: Danilo Reinaldo Vivas Ramos Rector Universidad del Cauca PRESENTACIÓN Después de una década de aplicación de la Ley 30 de 1992, por medio de la cual se organiza el servicio público de la educación superior del país, se hace necesario lanzar una mirada sobre el terreno recorrido para ponderar sus logros y limitaciones, a la vez que en el tiempo de hoy, definir sus posibles desarrollos y adecuaciones que permitan apuntalar, de mejor manera, los procesos de fortalecimiento y consolidación de la educación superior, en el papel que ella debe jugar en lo que se ha dado por llamar: la era del conocimiento. Es saludable, en consecuencia, la iniciativa que ha tenido la Comisión Sexta del Senado de la República, el haber convocado este foro ‘Evaluación del Estado de la Educación Superior en la última década’, en que participaran actores fundamentales en el diseño y ejecución de políticas en el campo educativo a nivel de educación básica, media y superior, así como la intervención de interlocutores válidos, de cada uno de estos sistemas, para que hagan conocer sus puntos de vista, muchos de ellos, producidos desde la misma práctica en los planteles educativos, en nuestro caso en los claustros universitarios. Me ha correspondido, como miembro del Consejo Nacional de Rectores del Sistema Universitario Estatal, presentar un breve análisis sobre el comportamiento histórico de la financiación de la universidad pública, su relación con el carácter autónomo que nos asiste y sus implicaciones en el cumplimiento de los fines y propósitos institucionales. Que mejor para atender este propósito, que retomar unos estudios serios que al respecto ha realizado el Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe IESALC/UNESCO y que fueron presentados en el mes de julio de 2004 en la ciudad de Bogotá, en el marco del Congreso Nacional: Estudios Nacionales sobre la Educación Superior en Colombia en la coyuntura actual, organizado por la IESALC, ASCUN y el Ministerio de Educación Nacional, los cuales se sustentan en cifras y datos suministrados por los organismos de dirección de la educación superior del país y del Ministerio de Hacienda y Crédito Público. 2 EL PRESUPUESTO PÚBLICO EN EDUCACIÓN SUPERIOR 1990 -2003 Según estudios estadísticos, es fácil apreciar un importante incremento año a año en el presupuesto de la Educación Pública del país con respecto al PIB. De un 2% en el año 1992 pasó en el año 2002 a un 10%. La fuente no establece si en este crecimiento están incluidos los recursos destinados al pago de pensiones de los servidores docentes y no docentes del Sistema Educativo Nacional, de contemplarse, la relación con el PIB sería radicalmente diferente. La participación cada vez mayor de lo asignado para educación, como porcentaje del PIB, revela que el sector educativo ha tenido un tratamiento estratégico dentro de la política presupuestal nacional, sin desconocer que lo asignado, en este período de tiempo, no fue suficiente, para hacer de la educación eje estratégico para el desarrollo del país, reflejo de ello la prevalencia de índices muy bajos y significativos tanto en cobertura como en calidad de la educación. La mayor preocupación de los últimos gobiernos para atender estos aspectos, cobertura y calidad, ha sido el de la eficiencia del sector, muchas veces agravando el tema de la calidad, quizá por el enfoque economicista que ha primado, esto en razón a que su fundamento ha sido siempre la difícil situación fiscal del país. Aquí se forma un nudo que es necesario entrar a desenredar para encontrar luz al otro lado del túnel en lo que a educación se refiere. Presupuesto público para educación como porcentaje del PIB 1990-2003 16,00% 14,00% 12,00% 10,00% 8,00% 6,00% 4,00% 2,00% 0,00% 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 (p) (p) (p) Fuente: Banco de la República, Estadísticas Sector Real y Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Cálculos del Autor Con respecto a la educación superior, la evolución de lo asignado frente al PIB, como se muestra en la gráfica siguiente, ha sido también creciente, pero de una 3 manera menos regular que lo asignado para educación en general. Uno de los factores que ha determinado este comportamiento es quizá el de la obligatoriedad que determina, al Gobierno Nacional, el Artículo No. 86 de la Ley 30 de 1992, de mantener en pesos constantes a 31 de diciembre de 1992 el presupuesto de las Universidades Públicas. Presupuesto público para la educación superior como porcentaje del PIB 1990-2003 3,50% 3,00% 2,50% 2,00% 1,50% 1,00% 0,50% 0,00% 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 (p) (p) (p) Fuente: Banco de la República, Estadísticas Sector Real y Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Cálculos del Autor El mantenimiento de lo asignado dentro de una franja para educación superior y por consiguiente su no crecimiento durante la última década se constituye en un indicador preocupante con respecto de este subsector de la educación. Esto ha llevado a un rezago en la oferta de la educación superior pública con respecto de la privada y al debilitamiento o al menos no crecimiento de algunas de las IES públicas. La franja en que se ha movido la asignación del presupuesto de la Educación Superior Pública con respecto a los recursos asignados para el sector de la educación en general, en la última década muestra que en el año 1992, fecha en que se promulga la Ley 30, presenta una fuerte baja en la participación del presupuesto para educación superior, siendo éste el referente tomado para la asignación de recursos para los próximos años, con las evidentes limitaciones que ha encontrado el sistema para tener mejores posibilidades de abordar un desarrollo consecuente con el papel que, hoy por hoy, tiene que cumplir la educación superior, en el mundo globalizado y en la era del conocimiento en que nos encontramos, sin desestimar la necesidad de asignar importantes recursos a la educación básica y media. No es descabezado hoy pensar, cuando se está evaluando la educación superior en la última década, replantear la base a 31 de 4 diciembre de las Instituciones de Educación Superior y realizar los ajustes históricos correspondientes, a la vez que aclarar los recursos para pensiones y con ello diferenciarlos de los de funcionamiento. Presupuesto público para educación superior vs presupuesto público total educación. 1990-2003 24,00% 23,00% 22,00% 21,00% 20,00% 19,00% 18,00% 17,00% 16,00% 15,00% 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 Fuente: Banco de la República, Estadísticas Sector Real y Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Cálculos del Autor Los recursos de la nación que se la asignan a la Educación Superior se han destinado, en lo fundamental, para atender el funcionamiento de las IES. Ante la ampliación de cobertura y el compromiso de las Universidades Públicas con la investigación, los recursos de funcionamiento se orientan al pago de salarios, a pesar de las modalidades de contratación a las que se ha recurrido: profesores ocasionales y órdenes de prestación de servicios en el campo administrativo para optimizar cada vez más escasos ingresos. Los recursos asignados, en los últimos años en algunas Instituciones, contemplan el pago de pensiones. Estas situaciones han presionado a las Instituciones de Educación Superior hacia la búsqueda de recursos propios, a través de matrículas, suscripción de convenios, contratos y venta de servicios académicos, de asesoría o interventoría, alrededor del 20%, para aplicar dichos recursos a desarrollo institucional y atención de los servicios generales, sin los cuales el funcionamiento de las IES se vería fuertemente afectado. Consecuentemente con lo anterior, las universidades públicas, unas nacionales, reciben para inversión del Gobierno Central, el cual tuvo una relativa importancia en el lapso 1993 – 2000 cuando representó alrededor del 10%, para luego descender drásticamente y no ser ya representativo en la actualidad; otras, las departamentales han tenido que acudir a las estampillas, debido a que los 5 ingresos provenientes de los Departamentos tienden a decrecer porcentualmente a partir del año 2000, situación que está asociada a las crisis de los fiscos departamentales, generando formas y cuantías que ahondan las diferencias de recursos entre las IES, determinándoles muchas veces desarrollos e impactos desiguales, tanto en las tareas del conocimiento como en la acción social que están llamadas a cumplir por su carácter público que les asiste; para algunas, de no solucionarse estas situaciones, el panorama a corto y mediano plazo no se vislumbra alentador. No obstante, la prevalencia de estas situaciones caracterizadas por la limitación de recursos para inversión y desarrollo, estudios del Ministerio de Educación Nacional dejan ver una realidad interesante y que refleja el esfuerzo que desde las Instituciones de Educación Superior Públicas se viene realizando: El presupuesto consolidado por alumno/año en las universidades públicas es tan sólo ligeramente mayor que el de las universidades privadas por el mismo concepto. Efectivamente en el año 2002 el presupuesto consolidado alumno/año de las universidades públicas fue US $2.692 año, mientras que lo propio para las universidades privadas fue US $2.527, es decir tan sólo US $165 menos. LA ASIGNACIÓN DE RECURSOS Las apropiaciones presupuestales para la Educación Superior Pública a partir del año 1998, se han venido realizando con la proyección planteada por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, que la realiza con base en el presupuesto de la vigencia cursante más el IPC estimado para la siguiente vigencia, lo que como es natural trae desfases que luego deben de suplirse con adiciones presupuestales, las cuales mientras se aprueban en el Congreso de la República, limitan el accionar institucional. Para el caso del año en curso, además de lo anterior se tuvo en cuenta el artículo 84 de la Ley 812 de 2003, en la que se somete la distribución del 12% del presupuesto global de las IES públicas a la aplicación de indicadores de gestión, lo que no resuelve el problema de crecimiento y desarrollo de la educación superior pública, por no tratarse de recursos nuevos, situación que se agravó con la asignación para la presente vigencia del presupuesto del año 2002, desestimando los mayores valores por concepto de incrementos de salarios 2003 e incremento de servicios públicos, insumos y materiales para el desarrollo de las actividades de docencia, investigación y extensión. Hoy estamos a la espera de la aprobación de la correspondiente adición presupuestal que de cumplimiento al Artículo No. 86 de la Ley 30 de 1992 y que cursa en el Congreso Nacional En el transcurso de la vigencia, similar a los últimos años, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, atendiendo políticas de manejo macroeconómico, hace los ajustes a la primera programación, cuantía que por lo general son 6 aprobadas y giradas al finalizar cada año, trayendo consecuencias graves a las dinámicas institucionales y generando ambientes no propicios para el desarrollo de la gobernabilidad en las Instituciones de Educación Superior. Muchas IES, para mantener ambientes adecuados de trabajo, se ven precisadas a realizar créditos de tesorería, los cuales tienen como garantía los recursos del PAC que le giran pero los intereses que generen dichos recursos deben ser cubiertos con recursos propios de las Instituciones, que son precisamente los pocos recursos que se destinan para desarrollo institucional y el cubrimiento de los servicios generales. Se hace necesario eliminar la práctica de asignación del PAC como se viene realizando y que vigencia tras vigencia se vuelve más asfixiante, por ejemplo para el año 2002, se asignó el PAC de acuerdo con las necesidades reales de pago hasta el mes de octubre, para algunas instituciones, o hasta el mes de noviembre para otras, debido a que la decisión tomada era la de sólo asignar el 85% del Presupuesto de Gastos de Funcionamiento, el cual se completó a finales de noviembre y principios de diciembre, es decir, en el último mes del año se asignó el 15% del total de los recursos, en virtud a la tradicional adición presupuestal. Estas medidas afectan significativamente los planes y programas aprobados por las Universidades, limitando la acción de los Consejos Superiores, en lo que respecta a la autonomía financiera, pues su acción se reduce exclusivamente a aprobar el PAC asignado y cumplir, en lo fundamental, con el pago de nomina, constriñendo la realización o materialización de mundos posibles y de visiones de futuro que surgen y se ven aniquilados en los mismos recintos universitarios, perdiendo el país con ello, opciones de desarrollo, sustentadas en la generación y materialización de utopías, muchas de ellas asociadas a mayores y mejores inversiones en el campo económico.