Instituto Inmaculada Concepción Valdivia/ Departamento de Ciencias y Educación Tecnológica/ Biología Profesora: Daniela Bermúdez Rodríguez Apunte Complementario IV medio A-B: LAS MUTACIONES El concepto de mutación tienen su origen a principios del Siglo XX, cuando en 1901, el botánico holandés Hugo de Vries, luego de hacer un cruce trabajando con la especie Oenothera lamarckiana, se encontró por casualidad con una forma gigante en la descendencia, a la que llamó forma mutante. De esta forma, a de Vries se le debe el concepto de mutación para referirse a los cambios inesperados en la información biológica. Aunque la sola palabra mutante ya nos suena a algo raro, las mutaciones son un fenómeno que afecta a todos los seres vivos por igual, y por lo tanto no es una rareza en el sentido estricto de la palabra. Entre todos los fenómenos que pueden ocurrir en los seres vivos, las mutaciones, son uno más, solo que se presentan con una frecuencia muchísimo menor. Lo que sí resulta extraño muchas veces, es el fenotipo resultante de una mutación. En general, las mutaciones pueden ser génicas o puntuales cuando a afectan a un determinado gen, o bien pueden ser cromosómicas, cuando se trata de alteraciones de la morfología o número de los cromosomas de una especie. Las mutaciones en general pueden tener tres tipos de repercusiones en los organismos. Muchas mutaciones son neutras porque no provocan ningún tipo de alteraciones. Otras mutaciones pueden ser negativas por provocar diversos tipos de alteraciones que se traducen en diversas enfermedades o trastornos genéticos, algunos de los cuales pueden mortales. Finalmente, hay alteraciones que pueden resultar beneficiosas y al ser seleccionadas positivamente por el ambiente, son fuente de variabilidad genética y evolución. En cuanto a su manifestación, la mayoría de las mutaciones puntuales permanecen ocultas, porque suelen ser recesivas frente a los alelos normales, de tal manera que no se manifiestan en el individuo que las porta, a menos que sea homocigoto. Las mutaciones cromosómicas por afectar a un gran número de genes que son los que están contenidos en uno o más cromosomas involucrados, normalmente tienen múltiples repercusiones que afectan al organismo portador. EL ORIGEN DE LAS MUTACIONES La gran mayoría de estos cambios inesperados en la información genética se producen por errores que ocurren durante la replicación del material hereditario en la etapa S del ciclo celular, mientras que otros se deben a cambios en la estructura o repartición de los cromosomas al momento de la división celular. La velocidad de adición de nuevos nucleótidos de ADN (unos cincuenta nucleótidos por segundo en los humanos, y hasta unos mil por segundo en bacterias) por parte de la ADN polimerasa que sintetiza la cadena complementaria de ADN durante la replicación, puede llevar a que se inserte un nucleótido incorrecto o no alineado con una frecuencia aproximada de uno, por cada cien mil pares de bases. Sin embargo, debido a la función autoreparadora de la misma ADN polimerasa, esta se detiene cuando queda un nucleótido mal alineado, lo remueve y reemplaza por el nucleótido correcto para después continuar. Aun así, puede ocurrir que alguno de estos errores no sean detectados, en cuyo caso entran en juego un conjunto de enzimas reparadoras del ADN que actúan en la etapa G2 del ciclo celular. Complejos de enzimas recorren la molécula en toda su extensión, encuentran y cortan sectores defectuosos, y finalmente los reemplazan con las secuencias correctas. Con todos estos mecanismos se asegura que la ocurrencia de una mutación no se dé con una frecuencia superior, a una por cada cien millones, a mil millones de pares de bases, lo cual representa una frecuencia extraordinariamente baja. Una segunda fuente importante de mutaciones son los errores cromosómicos ya sea por defectos estructurales o numéricos, los que ocurren generalmente durante los procesos de división celular. Errores durante el apareamiento y posterior segregación de los cromosomas pueden generar que ciertos cromosomas no se separen, que se rompan y que sus segmentos se inserten en otros cromosomas, se inviertan, etc., lo cual determina una importante gama de mutaciones que pueden afectar a uno o más cromosomas del cariotipo. Hoy se sabe que una tercera fuente de mutaciones, está representada por los transposones o elementos genéticos transponibles, también llamados genes saltarines, secuencias cortas de ADN repetitivo que presentan una extraordinaria movilidad dentro del cariotipo. Los transposones descubiertos originalmente por Bárbara McClintock en el maíz, actúan como supresores de la expresión de los genes y demuestran que el fenotipo puede estar determinado por otros elementos distintos de los genes, a los que se denomina factores epigenéticos. La herencia epigenética, específicamente por acción de los transposones, explica algunas enfermedades genéticas como la hemofilia tipo A, provocada por el transposon ALU y una extraña enfermedad degenerativa del sistema nervioso provocada por el transposon Mariner. Sin embargo, el mayor impacto de los transposones se manifiesta en las mutaciones que afectan a los genes supresores de tumores, que se inactivan durante el desarrollo de los cánceres y en la aparición de anomalías cromosómicas estructurales. Finalmente, existe un tipo de mutaciones descubiertas recientemente en humanos, que son debidas a un fenómeno conocido como repeticiones en tándem, que corresponden a la repetición de codones únicos que determinan una gran cantidad de trastornos heredados. Un ejemplo de mutaciones de este tipo es el síndrome de X frágil, que produce una serie de trastornos físicos y mentales para quien lo padece. En el extremo del cromosoma X existen unos treinta codones CGG que son muy estables en todos los cromosomas X, sin embargo, las personas que padecen el síndrome de X frágil pueden llegar a tener cientos de repeticiones del mismo codón. Este exceso de codones CGG forma una especie de madeja de ADN que pareciera colgar del cromosoma, y de ahí deriva su nombre. TIPOS DE MUTACIONES A pesar de que los genes saltarines y las repeticiones en tándem son fuentes de mutaciones, por lo que hasta ahora conocemos de ellas, representan dos fenómenos en que todas las mutaciones de su tipo siguen el mismo patrón, no así, las mutaciones génicas o puntuales y las mutaciones cromosómicas, que presentan una gran cantidad de variantes diferentes, las que deben estudiarse por separado. a) Las mutaciones génicas o puntuales Con este nombre se conocen a todas las mutaciones que son debidas a alteraciones en la secuencia de nucleótidos de un gen, las que pueden ser provocadas por dos fenómenos: sustituciones de pares de bases o por corrimientos en el orden de lectura. - Mutaciones por sustitución de pares de bases: son un tipo de mutaciones que se producen cuando un par de nucleótidos es reemplazado por otro. Cuando se sustituye un par pirimidinapurina por el par diferente, se denomina transición. Cuando se cambia el orden de un par pirimidina-purina por los mismos nucleótidos pero formando el par purina-pirimidina, se denomina transversión. Las transiciones se producen generalmente porque durante la replicación, las bases nitrogenadas pueden cambiar la orientación de sus átomos, dando lugar a bases a formas tautoméricas, que ya no se emparejan con sus bases complementarias sino con las otras, de tal manera que se introduce un cambio en la secuencia normal de nucleótidos. Las transversiones se producen por la formación de huecos, debidos generalmente a la formación de dímeros de pirimidinas que están contiguas en la hebra patrón. Los dímeros de pirimidinas más comunes son los dímeros de timina, los que al unirse dejan un hueco que es rellenado al azar por cualquier base, provocando ya sea, una transición o una transversión. Como por regla general las sustituciones provocan alteraciones en un único triplete de bases nitrogenadas, que es reemplazado por otro, y por lo tanto, no quita ni agrega tripletes en la cadena, no afectan el orden de lectura de los demás tripletes. Esto hace que las sustituciones por lo general, al involucrar un solo aminoácido, no sean perjudiciales. Además, existe la posibilidad que el triplete nuevo también pueda codificar para el mismo aminoácido o que codifique para uno distinto, pero con las mismas propiedades en cuyo caso no afectan en absoluto a la proteína resultante. Por todo lo anterior, no es de extrañar que las sustituciones representen solo el 20% de todas las mutaciones génicas espontáneas. Mutaciones por corrimiento del orden de lectura: Estas mutaciones ocurren cuando hay inserción o pérdida, de uno o más pares de bases nitrogenadas en la cadena de ADN. Cuando se produce una inserción se denominan adiciones; cuando hay una pérdida de bases nitrogenadas, se llaman deleciones. Como el mensaje genético se lee de a tripletes y no es solapado, tanto adiciones como deleciones provocan un corrimiento en el orden de lectura para todo el resto de la cadena, desde el lugar en donde ocurrió la mutación en adelante. Debido a estas características, las mutaciones por corrimiento en el orden de lectura suelen alterar gravemente la composición de los aminoácidos en una proteína por lo que suelen tener consecuencias graves e incluso letales. La única posibilidad de que se corrijan en parte, es que, por ejemplo, una deleción se compense con una adición ocurrida más adelante, pero eso es muy difícil de suceder. Por esta razón, las mutaciones por corrimiento del orden de lectura son cerca del 80% del total de las mutaciones génicas espontáneas. - Mutaciones sin sentido: son aquellas mutaciones en las que se introduce un codón de término en forma prematura, de tal forma que la síntesis de la proteína queda incompleta sintetizándose solo una parte de ella. Estas proteínas incompletas no son funcionales y por lo general en este tipo de mutaciones están involucrados transposones. b) Las mutaciones cromosómicas Como su nombre lo indica son mutaciones que afectan a los cromosomas y se deben tanto a cambios estructurales en uno o más cromosomas, como a cambios en el número de ellos. Como en cada cromosoma puede haber cientos o miles de genes, estas mutaciones afectan a muchas características en forma simultánea y muchas de ellas resultan letales. Dependiendo del tipo de que trate, se denominan mutaciones estructurales y mutaciones numéricas. - Mutaciones estructurales: comprende una gama de alteraciones morfológicas de los cromosomas provocadas por el quiebre de un fragmento de cromosoma que se puede reordenar de distinta manera en el mismo cromosoma o puede irse a otro cromosoma. Cuando existe pérdida de un fragmento del cromosoma, también se le denomina deleción, pero en este caso es una deleción de tipo cromosómica. Dependiendo del tamaño que se pierde, suele ser el impacto provocado. Un fragmento importante puede provocar desde patologías graves hasta la muerte. En los seres humanos una deleción en uno de los cromosomas del par 5, es responsable del síndrome de cri du chat (maullido de gato) llamado así porque los niños que lo padecen no lloran sino que emiten maullidos, los que van acompañados de microcefalia y retraso mental agudo. Además estos niños mueren antes y no llegan a adultos. Debido a su impacto, cuando las deleciones son homocigotas, son siempre letales. Las deleciones, al igual que todas las mutaciones cromosómicas, pueden detectarse mediante el microscopio (citoenética) gracias a las técnicas de bandeo y también por la formación de asas o de terminaciones escalonadas, durante el emparejamiento de los cromosomas homólogos en la profase I de la meiosis. Otra forma de mutaciones cromosómicas son las duplicaciones, en las que se repite un segmento del cromosoma, la que puede permanecer unida a él o bien, ir a insertarse a otro cromosoma, o incluso independizarse formando su propio centrómero. A pesar de ser tan evidentes, las duplicaciones no siempre son dañinas, se ha comprobado que éstas permiten aumentar el material genético y gracias a posteriores mutaciones, pueden determinar la aparición de nuevos genes durante el proceso evolutivo. Otro tipo de mutación cromosómica es la inversión, que consiste en el cambio de sentido de un fragmento en el cromosoma, es decir, la porción que estaba hacia el telómero queda orientada hacia el centrómero, y viceversa. Si el fragmento que se ha invertido incluye el centrómero, se denominan inversiones pericéntricas y si no, se llaman inversiones paracéntricas. Cuando ocurre un cambio de posición de un segmento de cromosoma, se denomina translocación y pueden ser por intercambio de segmentos entre dos cromosomas no homólogos, que es lo más común, en cuyo caso se denomina translocación recíproca, o bien pueden ser por translocación de un trozo de cromosoma a otro lugar del mismo cromosoma, o de otros cromosomas, pero sin reciprocidad, en cuyo caso se llama transposición. En el individuo que las padece, las inversiones y translocaciones generalmente no significan trastornos o patologías, debido a que no hay alteración de la información hereditaria, ni aporte ni perdida de genes, pero si ellas pueden ser graves al pasar a la descendencia debido a que por ser distintos, los descendientes heredan solo un tipo de cromosoma, que al recombinarse da lugar a un cromosoma anormal. Hasta hace unos pocos años no se tenían muy claras las razones de las mutaciones cromosómicas estructurales espontáneas, pero hoy sabemos que en muchos de estos casos están involucrados los transposones o elementos genéticos transponibles. Estos pueden llevar segmentos con genes anfitriones y mudarlos a otra parte del mismo cromosoma, o a otro cromosoma cuando saltan, de tal forma que pueden dar origen a translocaciones, deleciones o inversiones. En otros casos se ha determinado que también pueden dejar copias de sí mismos y de otros genes anfitriones antes de saltar, por lo cual también son causa de duplicaciones. Mutaciones numéricas: son todas aquellas en que hay variación en el número de cromosomas, ya sea de un cromosoma en forma particular, o de todo el juego de cromosomas de la especie. Un tipo de mutación numérica que consiste en la reducción de un cromosoma por la unión de dos cromosomas no homólogos y con pérdida de uno de los centrómeros, se denomina fusión céntrica. Este tipo de mutación ha sido un factor importante de especiación como ha ocurrido por ejemplo, con la dotación cromosómica de varias especies de Drosophila, que derivan de una especie ancestral de cariotipo n = 6. Lo mismo habría ocurrido con el origen del cromosoma 2 de los humanos que procede de la unión de dos cromosomas que hasta ahora existen separados en los grandes simios del grupo de los póngidos. La fisión céntrica, por el contrario, es aquella mutación en que se produce la escisión o ruptura de un cromosoma en dos, con la consiguiente formación de un nuevo centrómero en uno de ellos. Las aneuploidías son un tipo de mutaciones cromosómicas en que hay un número anormal de ejemplares de uno o más cromosomas, producto de una segregación anómala durante la meiosis. Las aneuploidías se denominan nulisomías, cuando falta un par cromosómico; monosomías, cuando hay un solo cromosoma de un determinado par; trisomías, cuando en vez de un par cromosómico son tres cromosomas; tetrasomías, cuando hay cuatro, etc. Son ejemplos de aneuploidías, la monosomía X0 que afecta a las mujeres con en el síndrome de Turner, y la trisomía del cromosomas 21, que afecta a las personas con el síndrome de Down. También puede haber trisomías sexuales como elsíndrome de Klinefelter donde los individuos son XXY o el síndrome de Jacobs, en que los individuos son XYY. Una euploidía es otro tipo de alteración numérica en la que hay una variación en el número normal de dotaciones cromosómicas de la especie, es decir, involucran a todo el juego de cromosomas de la especie. Un ejemplo de eploidías son las monoploidías, en que hay una sola dotación cromosómica (individuos haploides) por existir un solo cromosoma de cada par. La monoploidía o haploidía es común en muchos organismos que son monoploides, como las bacterias, y otros que pueden ser tanto monoploides como diploides, como ocurre con las abejas en que las hembras son diploides y los machos son monoploides. La poliploidía es aquella euploidía en que hay más de dos ejemplares de cada juego completo de cromosomas. Dependiendo del número de repeticiones del juego cromosómico pueden ser triploidías, tetraploidías, etc. Las poliploidías son comunes en muchas especies de plantas, donde por ejemplo el 47% de las angiospermas son poliploides, sin embargo, son muy raras en los animales. En los vegetales las poliploidías pueden ser inducidas de manera artificial, para conseguir un aumento de tamaño de la planta o de sus frutos. Esto se ha logrado por ejemplo, con las frutillas y las fresas silvestres que al hacerse poliploides, aumentan considerablemente el tamaño y mejoran el aspecto de sus frutos. En cuanto a su origen, las poliploidías pueden ser autopoliploidías, cuando todos los juegos provienen de su misma especie, y alopoliploidías, cuando los juegos extras provienen de la hibridación con otras especies. AGENTES MUTÁGENOS. Como ya se ha analizado, las mutaciones son un fenómeno que puede darse en forma espontánea, en cuyo caso se denominan mutaciones naturales, pero también pueden ser provocadas artificialmente, en cuyo caso se denominan mutaciones inducidas. La frecuencia de mutaciones naturales suelen ser muy bajas debido a los mecanismos de corrección de errores que ya estudiamos, sin embargo las mutaciones inducidas, pueden llegar a tener una tasa de ocurrencia extremadamente alta. Todas las mutaciones inducidas son provocadas por agentes mutágenos o agentes mutagénicos, es decir, por la presencia de factores que son capases de alterar la estructura normal del material hereditario, más allá de lo que este pueda reparar. Por esta razón, se denomina agente mutágeno, a cualquier factor que aumente en forma cuantificable la frecuencia de las mutaciones naturales. Las mutaciones ocurridas en las células somáticas, no se transmiten a la descendencia, sino que normalmente quedan restringidas al tejido donde ocurren, pudiendo incluso no provocar ningún tipo de alteración evidente para el organismo. Sin embargo, las mutaciones que afectan al material hereditario del germinoplasma, es decir, de las células que posteriormente formarán los gametos, con toda seguridad se transmitirán a la descendencia, en cuyo caso pueden provocar diversos tipos de trastornos o anomalías genéticas en la descendencia, porque al ocurrir la fecundación, todas las células del nuevo organismo tendrán la misma información que el cigoto. Las mutaciones ocurridas en el somatoplasma, es decir, en cualquier célula del cuerpo que no sea una célula de las gónadas destinada a la formación de gametos, puede carecer de importancia porque esta célula será rápidamente reemplazada por otra célula sana, o bien permanecerán como parte del tejido, sin embargo, también pueden dar origen a un cáncer, cuando la mutación afecta a los genes encargados del control de la división y la diferenciación celular. A. LOS AGENTES MUTÁGENOS. De acuerdo a su naturaleza, los agentes mutagénicos se agrupan en dos grandes categorías, radiaciones y sustancia químicas. 1. Las radiaciones: como su nombre lo indica, una radiación corresponde a cualquier forma de energía radiante, es decir, energía invisible que se propagan en forma de ondas, las que son capaces de traspasar nuestros tejidos, y en su paso, pueden provocar daño celular y alterar la constitución de nuestro material hereditario. Según su naturaleza y sus efectos, las radiaciones se agrupan en dos subcategorías, las radiaciones ionizantes y las radiaciones no ionizantes. a) Las radiaciones ionizantes, representadas por los rayos X y las radiaciones , , beta y gama) son radiaciones atómicas y pueden ser electrones, como es el caso de los rayos X, o bien, pueden ser radiaciones nucleares, es decir, que corresponden a la emisión de partículas de alta energía provenientes del núcleo atómico. Sea cual sea el caso, las radiaciones ionizantes pueden atravesar los tejidos y provocan pérdidas de electrones en los átomos, los que irán a parar a otros átomos, dando lugar a iones positivos y negativos. Estos iones pueden provocar formas tautoméricas, o sea, formas de bases nitrogenadas que no poseen los grupos funcionales correspondientes a la base a la que pertenecen, haciendo imposible su emparejamiento con la base complementaria, también pueden llegar a romper los anillos de las bases nitrogenadas, e incluso pueden llegar a romper los enlaces fosfodiéster de las cadenas de ADN, con lo cual se rompe la hebra de la molécula y se puede llegar a romper los cromosomas. b) Las radiaciones no ionizantes, están representadas por radiaciones del espectro de radiación electromagnética, los que provocan la ascensión de electrones de bajo nivel de energía a niveles superiores de energía, con lo cual se favorece la formación de enlaces covalentes entre bases nitrogenadas contiguas. Lo usual es que se unan dos pirimidinas contiguas, formándose dímeros de timina o dímeros de citosina, pero también que se formen enlaces timina- citosina. En otros casos las radiaciones no ionizantes también pueden favorecer la aparición de formas tautoméricas, las que pueden originar transiciones. La más común de las radiaciones no ionizantes es la radiación ultravioleta (radiación UV) del sol, sin embargo, en los últimos años ha existido una fuerte polémica por atribuirles, o no atribuirles igual característica, a las microondas que transmiten las señales de telefonía celular, y a las radiaciones producidas por el paso de la corriente eléctrica en las líneas de alta tensión. Al parecer, habría alguna evidencia de que la exposición prolongada a estas radiaciones inducirían una mayor frecuencia de ciertos tipos de cánceres y la ocurrencia de mutaciones durante el desarrollo embrionario. 2. Sustancias químicas mutágenas: corresponden a una serie de compuestos químicos capaces de provocar alteraciones del material genético debido a que inducen modificaciones de las bases nitrogenadas. Entre los mutágenos químicos más importantes están, el ácido nitroso (HNO2), que desamina a algunas bases nitrogenadas como la citosina, convirtiéndola en uracilo, la hidroxilamina, que introduce grupos hidroxilo a las bases nitrogenadas, y todos los agentes alquilantes, que son aquellos que les añaden grupos metilo, etilo, etc., en cuyo caso se encuentran el dimetil sulfato y el gas mostaza. Lo importante es que todos estos productos, inducen procesos que modifican las bases nitrogenadas y favorecen el emparejamiento con bases nitrogenadas diferentes de las bases complementarias. En el caso de la alquilación (adición de grupos metilo o etilo), se puede romper la estructura de las bases nitrogenadas y los enlaces fosfodiéster e incluso se pueden formar puentes entre las hebras mediante enlaces covalentes. También existen otras sustancias químicas como las acridinas, que pueden intercalarse entre los pares de bases provocando el alargamiento de la doble hélice, de tal manera que al replicarse, la ADN-polimerasa introduce bases adicionales donde está la acridina, con lo cual se origina un corrimiento de toda la cadena en el orden de lectura.