Gramíneas forrajeras

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CULTIVOS HERBACEOS EXTENSIVOS
3º I.T.AGRICOLA
Introducción.
Desde la antigüedad el arte de cultivar el terreno, la agricultura, y la domesticación de animales para el propio
uso humano, la ganadería, han ido juntos de la mano. Así nuestra carrera contiene ambas especialidades por lo
que hemos creído conveniente dar igual importancia al aspecto puramente agrícola del informe y al
estrictamente zootécnico. De esta forma no hemos escatimado ningún tipo de esfuerzo a la hora de elaborar un
informe con un contenido equilibrado pero a la vez intenso de ambas materias.
Con respecto al factor agrícola nos ha parecido conveniente comenzar por caracterizar a la familia Gramíneas,
cuyas especies forrajeras más importantes son la base de nuestro legado por lo que han sido descritas
correctamente en temas tan variados como implantación, clima en el que mejor se desarrollan, variedades...
pero el principal tema, desde un punto de vista práctico, es la calidad del forraje y sus consecuencias en la
dieta que va a ser suministrada al ganado, aspecto que entra a formar parte del otro gran bloque de nuestro
informe. Aquí hemos profundizado en las causas que favorecen o disminuyen la calidad del forraje y la
elección del estado óptimo del mismo para su aporte al ganado, tratando de realizar un informe ameno, claro y
coherente.
Sin más aquí comienza nuestra exposición referente a GRAMINEAS FORRAJERAS.
LOS AUTORES
CARACTERIZACIÓN FAMILIAR DE LAS GRAMINEAS.
* MORFOLOGIA Y CRECIMIENTO.
El objetivo de la siembra y cultivo de praderas es la producción de un forraje destinado a la alimentación del
ganado. Siendo las gramíneas el principal componente de muchas praderas, interesa conocer cómo es la
planta, su crecimiento y desarrollo, así como éstos se ven afectados por las condiciones ambientales.
Las gramíneas pratenses constan de un tallo cilíndrico articulado en ciertos puntos, a lo largo del cual se
insertan las hojas. En su estado vegetativo antes de iniciar la floración, la planta está constituida por varios
retoños, Cada tallo está formado por una serie de órganos foliares u hojas que salen del correspondiente nudo,
constituidas por una vaina que envuelve el tallo y una lámina o limbo que suele ser larga y estrecha, que se
aparta del tallo. En la unión entre la vaina y el limbo se produce un cambio de dirección como consecuencia
de la cual aparece en él dos hechos morfológicos de importancia para la identificación de la especie. Estos son
la aparición de la lígula o pequeña membrana a modo de prolongación de la vaina y las aurículas que tienen el
carácter de prolongación del limbo.
La vaina es en general cerrada en su parte inferior y abierta en la superior.
El limbo, conocido como hoja, es alargado y acabado en punta más o menos aguda.
En estado vegetativo los entrenudos, son muy cortos, siendo en realidad tan cortos que no se pueden apreciar
en la práctica. Lo que parece como tallo es, en realidad, un conjunto de hojas, enrolladas y plegadas una
dentro de la otra que toman el aspecto de un tallo. El crecimiento en este estado de desarrollo se produce partir
del interior de esa estructura compuesta, apareciendo las hojas por el centro de este falso tallo.
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En la intersección de la hoja con el nudo existe una yema que en condiciones favorables puede desarrollarse y
dar lugar a un nuevo tallo, hecho del que se derivan ventajas de gran trascendencia para la producción de
forraje y forma de aprovechamiento de algunas especies.
Los tallos secundarios o hijos tienen una estructura idéntica a la de los tallos principales en los que aparecen, a
su vez pueden ser el soporte de otros tallos produciéndose de esa forma un aumento del número de hijos en
progresión geométrica. Este hecho del ahijamiento tiene la gran ventaja de conseguir una repoblación y
recubrimiento del terreno con un limitado número de plantas. También la supervivencia de la especie frente a
la siega o corte por pastoreo de animal es mucho mayor, así como la velocidad de recuperación tras su
aprovechamiento.
La aparición de los hijos o renuevos puede ser intravaginal o extravaginal, según que el tallo aparezca entre la
lámina de la hoja en cuya axila ha sido formado, como es el caso de la mayoría de las plantas que forman
manojo o macollas como el dactilo, ray−grass, etc., o que rompa la vaina de la hoja y de lugar a un estolón o
un rizoma como la Poa trivalis o el Agropyron repens, respectivamente. La diferencia entre estolón y rizoma
es que el estolón es un tallo rastrero que emite raíces en sus nudos y que da lugar a tallos vegetativos mientras
que el rizoma es un tallo subterráneo.
En las gramíneas se pueden distinguir dos tipos de raíces, seminales o aquellas que en número de 1 a 8
aparecen en la germinación del grano, y raíces nodales o adventicias, que aparecen de los nudos inferiores y
tienen a su cargo la alimentación de las plantas una vez que han desaparecido las raíces seminales.
Las plantas que emiten estolones o rizomas tienen en sus nudos raíces adventicias que permiten a cada tallo
ser prácticamente independiente una vez que han desarrollado su sistema radicular. Este hecho tiene una gran
importancia en la multiplicación y persistencia de ciertas especies como Cynodon dactylon y Agropyron
repens.
Cuando la planta pasa del estado vegetativo al reproductivo inicia un rápido alargamiento de las partes del
tallo situada entre los nudos, conocido como fase de encañado. El resultado es la aparición de un tallo largo o
caña claramente visible, terminado en la inflorescencia.
La caña es hueca en los entrenudos, que en número y longitud variables forman el tallo, el cual sirve de
conducción de agua y alimentos entre la raíz, las hojas y las flores, y de soporte a la inflorescencia.
La inflorescencia de las gramíneas está formada por muchas flores generalmente ocultas dentro de las
espiguillas. El conjunto de espiguillas forma la inflorescencia, que adopta básicamente tres formas, aunque
varía mucho en su forma, tamaño y densidad. La más típica es la espiga, en la que las espiguillas se insertan
sobre el tallo principal directamente (Agropyron, Lolium).Si las espiguillas se insertan sobre el tallo principal
directamente, pero tienen un pedicelo, forman un racimo (Brachypodium). Pero la inflorescencia más común
entre las gramíneas es la panícula o panoja; en ella las espiguillas están sobre las ramificaciones o ramas del
tallo principal (Agrostis, Bromus, Poa).
Cada espiguilla contiene una o más flores, a veces estériles. En ciertos géneros existen espiguillas fértiles y
espiguillas estériles, como es el caso del Cynosurus, o tienen a veces un solo órgano (Holcus). En otros, las
espiguillas tienen diferente tamaño según su situación en la inflorescencia (Festuca) o tienen una flor fértil y
dos estériles en cada espiguilla (Phalaris).
En la base de cada espiguilla existen dos brácteas o glumas que envuelven a las flores que forman la
espiguilla. En un tallo principal llamado raquis se insertan las flores, que a su vez consta de un tallo o raquila
en el que se insertan otras dos brácteas o glumillas, superior o pálea, inferior o lema; estambres, de uno o seis,
pistilos con un solo óvulo. En la base de la flor existen dos pequeñas protuberancias llamadas lodículas, que
sirven para abrir las flores y permitir salir a las anteras y estigmas.
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El fruto de las gramíneas es el normalmente llamado grano o botánicamente cariópside. En los cereales como
trigo y centeno el grano aparece desnudo después de las operaciones de recolección y limpieza, pero en otros
casos como la cebada y avena las glumillas acompañan a los granos. En las gramíneas pratenses las semillas
aparecen cubiertas por la pálea y lema (Phleum, Agrostis, Phalaris) o incluso unidas por el eje de la espiguilla
(Dactylis).
* ¿CÓMO CRECE LA PLANTA?
− CRECIMIENTO DE LA RAIZ.
La raíz tiene importancia porque de ella dependerá la misión esencial de absorción del agua y elementos
nutritivos indispensables para el crecimiento de la planta y la formación de reservas. En las praderas es
además importante porque del ciclo de crecimiento, muerte y descomposición de las raíces se derivan, en gran
parte, los efectos beneficiosos sobre fertilidad del suelo y posible utilización de las plantas como fijadores del
terreno.
En todos los casos la mayor parte de las raíces se desarrollan en la capa superficial del terreno, en los primeros
10 cm, donde se encuentran la materia orgánica y los elementos minerales que van a servir de alimentación de
la planta. En las praderas de clima seco tiene gran importancia que el establecimiento sea rápido y que las
raíces más profundas alcancen rápidamente sus máximos niveles de profundidad, para asegurar la
supervivencia de la planta cuando los condiciones sean adversas.
La falta de nutrientes, nitrógeno principalmente, favorece el desarrollo del sistema de radicular. En cambio el
suministro abundante de nitrógeno favorece más el desarrollo de la parte aérea de la planta que el de las
raíces. Las raíces son más pequeñas y finas cuando la fertilidad es menor, como consecuencia del menor
tamaño de las células.
El crecimiento de raíz tiene máximo crecimiento a principio de la primavera cuando aún la actividad
vegetativa no es muy grande.
La explotación de la pradera afecta al crecimiento de las raíces. Una defoliación produce un parón en el
crecimiento de las raíces como consecuencia de la que la planta utiliza los hidratos de carbono almacenados
en ella para recompensar la parte aérea, hasta alcanzar una relación parte aérea/raíces que es constante en cada
planta en una fase determinada de su desarrollo. Una defoliación continuada produce una depresión
prolongada del crecimiento de las raíces y provoca la muerte de algunas de ellas. La intensidad de defoliación
también afecta a la utilización de las reservas. Un corte bajo deja la planta sin material clorofilicamente activo
que pueda sintetizar los hidratos de carbono que necesita para su posterior crecimiento, pero las nuevas hojas
que aparecen son materiales jóvenes muy eficientes, y el proceso de recuperación se inicia rápidamente. El
estado de las reservas de la planta tiene una gran influencia en la recuperación después de un aprovechamiento
por pastos o siega. Las defoliaciones continuadas producen a una reducción del nivel de reservas, y al
rebrotar, la planta tiene órganos más pequeños, hojas reducidas, tallos más cortos, etc.
La rapidez de recuperación depende, en gran parte, de factores externos, que condicionan la función
clorofilica y la asimilación de carbohidratos por la planta. Con una intensidad de luz alta y temperaturas
nocturnas bajas, el balance de asimilación−respiración es muy positivo y las raíces constituyen sus reservas
rápidamente.
El peso de la parte aérea de la planta está en relación con el sistemática radicular. Una reducción de aquéllas
por defoliación continuada produce la muerte de parte del sistema radicular.
Esta reducción no tiene por qué ser perjudicial para la planta, ya que realmente es adecuado a las menores
necesidades de la misma, pero indirectamente la planta pierde capacidad de alimentación y de resistencia a la
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sequía, pues reduce el volumen de suelo que puede explorar.
Por último, las plantas que disponen de órganos de reserva como rizomas, sobreviven mejor a defoliaciones
continuadas.
− CRECIMIENTO DE LAS HOJAS.
El fundamento de la capacidad de recuperación rápida de las gramíneas está en la existencia de una zona de
crecimiento a salvo de su destrucción por el animal o máquinas, ya que, en caso de desaparición, estas zonas
crecimiento o meristemos pueden ser reemplazados rápidamente por otros nuevos.
Con este sistema de crecimiento se comprenden las ventajas que ofrecen las gramíneas frente a un pastoreo o
aprovechamiento frecuente. Después de un aprovechamiento, las hojas viejas no tienen capacidad de
recuperación para reanudar el crecimiento, pero las hojas jóvenes, aunque pierdan la lámina o parte de ella,
continúan desarrollándose desde la vaina, cuyas células conservan aún la capacidad de multiplicación. Las
hojas más recientes incluso, no son afectadas por ser aún muy pequeñas y continúan su desarrollo normal.
Entre las condiciones ambientales que influyen en la aparición de las hojas las más importantes son:.
− Temperatura.
− Intensidad de luz.
− Fotoperiodo o duración del día.
− Nutrición.
− El ahijado o crecimiento de los tallos secundarios.
En una planta de ciclo anual como los cereales o las gramíneas forrajeras, llegada una época, los tallos e hijos
se alargan, florecen y semillan, acabando así la vida de la planta. En este tipo de gramíneas el ahijado tiene
una importancia grande, pues de un grano o semilla se consiguen varios tallos equivalentes al tallo principal.
En las especies pratenses de carácter perenne el ahijado es todavía más fundamental. La emisión de tallos
secundarios aumenta las posibilidades de producción y, la independencia de los hijos respecto al tallo
principal permite la supervivencia de la planta, cuando según las condiciones de aprovechamiento de la
pradera, se produce la muerte del tallo principal de la planta.
El crecimiento de los hijos se produce principalmente de dos formas según las especies. En aquellas plantas
cuyo crecimiento es en forma de manojo, macolla o ramo, el hijo crece hacia arriba y aparece al exterior entre
la vaina de la hoja en cuya axila se formó. En algunas plantas cuyo hábito de crecimiento es más rastrero se
puede producir una rotura de la vaina protectora y dar origen a un escalón con rizoma.
Una vez se han formado los hijos o tallos secundarios, estos generalmente producen un sistema radicular
adventicio y, aunque persiste la relación con el sistema vascular del tallo o planta principal, de quien depende
para el suministro de nutrientes minerales e hidratos de carbono en los primeros estados de su desarrollo,
pueden independizarse totalmente con posterioridad y formar una nueva planta.
En una misma planta se puede encontrar tres tipos de tallo, según Langer:
−Tallos que aparecen, florecen y mueren en el mismo año, realizando un ciclo anual.
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−Tallos que florecen y mueren en el año siguiente al de su formación, cumpliendo un ciclo bianual.
−Tallos que no florecen nunca y que pueden vivir desde unas semanas hasta más de un año.
* FACTORES QUE AFECTAN AL AHIJADO.
El crecimiento de nuevos tallos o hijos esta condicionado por unos factores:
−Intrínsecos o genéticos , debidos a las características de cada planta.
−Extrínsecos, debidos a las condiciones ambientales, temperatura, luz y fotoperiodo, agua y nutrientes,
floración, tratamientos hormonales, siega, etc.
Nosotros vamos a centrarnos única y exclusivamente a lo referente al informe.
Efecto del pastoreo y la siega sobre el ahijado.
La recuperación de la planta después de un aprovechamiento depende principalmente de la superficie foliar
remanente y de la concentración de hidratos de carbono en los órganos de reserva.
Las plantas quedan después de un corte con una superficie foliar muy escasa, ya que las partes inferiores
tienen pocas hojas, que además son viejas y fotosintéticamente poco eficientes. La planta debe iniciar su
regeneración principalmente a base de sus reservas que pueden estar en sus distintos órganos: base de los
tallos, tomando la forma de bulbos, rizomas, en las especies que disponen de estos órganos, o sencillamente
en las raíces. Es evidente que si la planta no dispone de reservas suficientes para atender sus necesidades de
respiración, puede perder parte de sus órganos y sólo en caso de que las reservas sean superiores podrá
rebrotar y formar nuevos hijos. La existencia de factores favorables para el crecimiento de las plantas, como
son la abundancia de agua, nutrientes y temperatura suficientes, influyen en la rapidez de rebrote.
Si la planta no dispone entre el aprovechamiento de un periodo suficiente para rehacer sus reservas o parte de
ellas, las posibilidades de recuperación serán menores y el rebrote más débil. Los sistemas de
aprovechamiento continuado en que las plantas disponen de intervalos de reposo insuficientes, pueden ser
perjudiciales y depresivos para algunas plantas de la pradera. Así como las siegas tardías además de producir
un forraje de peor calidad perjudicarán al crecimiento de la pradera después de la siega.
* DESCRIPCIÓN DE ESPECIES Y VARIEDADES.
1− Lolium perenne. (ray−grass inglés).
• Características generales.
Es una planta perenne, de color verde oscuro. Crece en matas densas de porte bajo con gran nº de tallos cuya
base tiene color rojizo. La hoja es estrecha, con limbo carenado, en forma de V acusada y provista de carena
(nervio central) marcada. Toda la hoja es brillante, carece de aurículas y la lígula es muy corta.
Tiene una gran capacidad de ahijado y su hábito de crecimiento es muy variable según las variedades y forma
de aprovechamiento. Aunque puede tener un hábito de crecimiento erecto forma un césped muy denso cuando
se le somete a pastoreo. La inflorescencia es recta, en forma de espiga. La semilla es vestida sin barba o
aristas.
Por su digestibilidad, palatabilidad, ahijamiento, rapidez de rebrote, resistencia al pisoteo y disposición de las
hojas, es la planta ideal para ser pastoreada. En este sistema es la planta por excelencia para praderas de medio
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y largo plazo, sola o asociada con el trébol blanco.
Es uno de los principales componentes de las praderas en las regiones de clima templado, que se encuentran
abundantemente en todas las partes donde se dan condiciones de clima Atlántico. Crece bien en suelos de
buena fertilidad, más bien pesados, frescos y húmedos, sin necesidad de regadío. En nuestro país se utiliza
principalmente en las zonas de clima Atlántico: Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra y Pirineos.
En regadío se puede utilizar en la submeseta Norte en praderas de pastoreo, pero contando con las
limitaciones que los veranos calurosos ofrecen a su crecimiento.
1.2 − CARACTERES AGRONOMICOS.
1.2.1 − Implantación.
Es una planta de fácil establecimiento, la semilla germina con rapidez y produce plantas vigorosas que pronto
cubren el terreno. Esta facilidad de establecimiento la hace peligrosa por su competencia con otras plantas
cuando se siembra en mezclas.
Es una planta exigente en fertilidad en especial nitrogenada.
Entre las plantas utilizadas en las praderas normalmente, es la que posee un sistema radicular más denso,
como consecuencia de tener raíces de menor diámetro que las de otras especies, lo cual representa por un lado
una mayor capacidad de exploración de tierra y posibilidad de nutrición, a la vez que realiza una labor
mejorante de la estructura del suelo, superior a la de otras gramíneas.
La siembra se realiza a una dosis de 20−24 kg./ha. Cuando se siembra puro o asociado con trébol blanco, y en
dosis proporcionalmente menores según la relación que se quiera establecer con otra gramínea. En las
variedades tetraploides se da la dosis de siembra más elevada, 24−30 kg/ha.
1.2.2.Mezclas.
Se da la circunstancia de que es una planta con una utilización marcadamente hacia el pastoreo, o en todo caso
para pasto y siega. Esto hace que en aquellos lugares adecuados para el ray−grass inglés, salvo la
incorporación del trébol blanco como compañero y fuente de suministro de nitrógeno, sólo se comprende la
inclusión de otra gramínea con un fin muy específico. La mezcla con el ray−grass híbrido es importante
porque éste tiene mayor crecimiento invernal que el ray−grass inglés, pero peor crecimiento estival y otoñal, a
la vez que una menor duración. Por esa circunstancia se complementan los ciclos y la mezcla tiene interés
para ampliar la estación de pastoreo en invierno.
El dactilo se asocia con el ray−grass inglés cuando se quiere asegurar la producción en zonas de clima más
seco, veranos más cálidos, suelos más ligeros en los que el ray−grass puede sufrir más la falta de agua, o
porque el aprovechamiento se realice principalmente mediante siega.
La principal mezcla que se hace del ray−grass inglés es con variedades de la misma especie. Por medio de la
selección y mejora se han obtenido y se disponen de un gran número de variedades con características de
crecimiento muy diferentes. Hay variedades de ciclos muy distintos, con diferencias de fechas de floración
mayores a un mes, con una forma de crecimiento adaptada al pastoreo o siega, y otras características, como
resistencia al frío, enfermedades, etc. y, que permiten cambiar algunas de ellas para asegurar la producción en
el caso de condiciones climáticas cambiantes, ampliar el período anual de producción o mejorar la elasticidad
de la producción ante un cambio de manejo.
1.2.3. −Crecimiento estacional.
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Las diferencias de ciclo vegetativo y comportamiento referente a las altas y bajas temperaturas, varían según
el origen de las variedades. Así, por ejemplo, los ecotipos naturales del norte de Europa que son durmientes en
invierno, utilizados en regiones más meridionales no crecerán en invierno aunque existan condiciones
favorables. Por el contrario, los ecotipos recogidos en la cuenca mediterránea son durmientes en verano y no
crecerán aún disponiendo de humedad, lo cual es una adaptación de la planta para soportar fríos muy intensos
en un caso y la sequía estival en otros. Los ecotipos mediterráneos tienen en invierno un desarrollo
comparativamente más activo que los nórdicos. Esta característica ha sido utilizada en la obtención de
variedades de mejor crecimiento invernal o que inician sus crecimientos antes de la salida del invierno, de
gran importancia económica por alargar el periodo de crecimiento.
1.2.4. −Sistemas de aprovechamiento.
Prefiere sistemas de aprovechamiento intensos y relativamente frecuentes, bien sea en pastoreo o siega,
mediante los cuales domina y compite con otras gramíneas y malas hierbas obteniendo unas producciones
totales elevadas. Es una planta de fácil manejo en primavera que puede ser sometida a diferentes sistemas de
pastoreos sin problema para su persistencia, es decir, es fácil de manejar en dicha estación.
1.2.5. − Variedades
El ray−grass inglés ha sido objeto de selección de muchos centros de investigación de todo el mundo y fruto
de este trabajo es la gran colección de variedades que existen en la actualidad en el mercado mundial, y por
tanto, potencialmente en el mercado nacional.
Estos trabajos de selección han llevado a alterarlo con objeto de encontrar variedades con un mayor
rendimiento.
El ray−grass inglés es una planta cuyo número básico de cromosomas es 14. Este número ha sido duplicado
artificialmente dando origen a las variedades tetraploides que actualmente se comercializan en muchos países.
Comparando éstas con los ray−grass diploides, son plantas de mayor tamaño, con hojas, tallos y semillas más
grandes, aunque generalmente con menor contenido de materia seca. Los hidratos de carbono solubles en las
plantas suelen ser más altos lo cual va unido a una mayor palatabilidad e ingestión por los animales. La
resistencia a enfermedades es, en general, mayor.
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2 − Lolium multiflorum (ray−grass italiano).
2.1 − Características generales.
Es una planta parecida al ray−grass inglés, con hojas más largas y anchas, de color verde más claro, casi
amarillento, con los nervios de las hojas más marcados y el envés muy brillante. La vaina abraza al tallo y
tiene dos aurículas largas y lígula claramente visible. Las hojas aparecen enrolladas en el interior de la vaina.
Los tallos tienen sección circular y la base es de color rojizo.
Las semillas se diferencian, por ser mayores y tener una arista. La semilla comercial puede carecer de ella, ya
que en las operaciones de recolección y limpieza se rompe, y es eliminada con las impurezas.
En una planta anual, pero en ciertas condiciones de manejo puede durar incluso varios años. Existe una forma
anual denominada westerwold (L. multiflorum var. Westerwoldicum), seleccionada en Holanda que al no
necesitar un periodo de penalización es estrictamente anual y florece en el año de su establecimiento.
Es la gramínea por excelencia para las praderas de corta duración, sola o asociada con el trébol violeta,
obteniéndose producciones rápidamente a partir del establecimiento.
Se utiliza en todo el mundo tanto para pradera de siega como de pastos.
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Entre las variedades comerciales hay un gran número de variedades tetraploides, lo que demuestra el interés
existente en mejorar esta planta, muy utilizada en todas las regiones de climas suaves, húmedos y templados.
Las principales características de las variedades tetraploides comparadas con las diploides son:
− Semilla de mayor tamaño, casi doble.
− Producción total de materia seca similar y producción estacional semejante a las variedades diploides.
− Contenido de agua 1−2 % superior y desecación más lenta.
− Mayor contenido de hidratos de carbono solubles.
− Menos persistente en pastoreo en siembras puras.
− Más apetecible para el ganado, en especial en verano y otoño en las zonas de clima húmedo.
− Mayor resistencia a las royas.
2.2 − CARACTERES AGRONOMICOS.
2.2.1. −Implantación y fertilización.
Es una planta de fácil establecimiento. Sembrada en una estación favorable, otoño o primavera, supera a
cualquier otra gramínea en velocidad de establecimiento, pudiendo, si no hay otros factores limitantes, dar un
aprovechamiento a las seis semanas de sembrada. Esta ventaja puede resultar un inconveniente para su empleo
en siembras con otras gramíneas , con las que compite y a las que elimina en muchos casos. Por eso es
desaconsejable incorporarlo a mezclas de praderas de larga duración.
La siembra preferiblemente es a principios de septiembre, para poder obtener un forraje apetitoso, nutritivo y
de gran valor energético en la explotación. Comparado con el ray−grass inglés, su producción es mayor en el
otoño del establecimiento y siempre en invierno y primavera. Las siembras de primavera tienen el
inconveniente de que el crecimiento es menor por las temperaturas elevadas y de la sequía.
Las variedades westerwold deben centrarse exclusivamente en otoño y pronto: finales de agosto o primeros
días de septiembre, para poder dar un aprovechamiento antes del invierno.
La dosis de siembra es de 20 al 30 kg/ha. Según sean las variedades diploides o tetraploides , y de 30 a 40
kg/ha en las variedades westerwold.
El sistema radicular del L. multiflorum es muy superficial, lo cual lo hace sensible a los efectos de la sequía.
Necesita suelos fértiles donde poder mostrar todo su potencial de producción. El nitrógeno es un elemento
particularmente importante para la consecución de estas elevadas producciones y, teniendo en cuenta que en la
estación fría la nitrificación del nitrógeno orgánico existente en el suelo es muy lenta, es necesario aportar
nitrógeno mineral en abundancia.
2.2.2. − Mezclas.
El ray−grass italiano se utiliza en praderas de corta duración de pasto y siega, para consumo en verde,
ensilado o henificación. Utilizado como cultivo forrajero anual se siembra solo, sin ninguna mezcla de
leguminosa ni otra gramínea por las razones expuestas con anterioridad.
En los últimos años se han extendido por los regadíos de la Península las siembras de ray−grass italiano
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westerwold como cultivo forrajero anual.
El ray−grass italiano variedad westerwold se emplea siempre como única planta para cultivos forrajeros con
una duración máxima de 10 a 12 meses.
El ray−grass italiano normal debe sustituir al ray−grass westerwold siempre que se pretenda conseguir una
pradera de más de 12 meses de duración.
Como pradera de corta duración, dos o tres años, se siembra con trébol violeta cuando la pradera se va a
aprovechar mediante siega. Si la pradera va a ser de mayor duración se incluyen en la mezcla dactilo y en
ocasiones la festuca.
Para praderas mixtas de siega y pastoreo la combinación del ray−grass híbrido y/o de ciertas variedades de
ray−grass inglés mejora la producción en otoño, manteniendo un buen crecimiento durante la época de
pastoreo al comienzo y final de estación, sin perder producción en el corte que, para heno o silo, se pueda
hacer al final de la primavera.
2.2.3. − Crecimiento estacional.
En el verano el crecimiento se ve limitado por el sistema radicular superficial y porque el óptimo de
temperaturas para su crecimiento es muy bajo (12−18°C).
El crecimiento otoñal es también escaso, debido a que la planta ahíja menos que el ray−grass inglés y el
rebrote es menos vigoroso y denso que en éste. En invierno, en cambio, crece mejor que el ray−grass inglés y,
aunque en otros países se le considera sensible a bajas temperaturas, en el clima que se da en la península
Ibérica no son de esperar pérdidas importantes por heladas.
Las mismas consideraciones son aplicables al ray−grass italiano variedad westerwold con las siguientes
diferencias: tiene mejor crecimiento invernal y primaveral a la vez que un mayor acusado descenso de la
producción en verano.
2.2.4. − Sistemas de aprovechamiento.
Es una planta bien adaptada a un aprovechamiento por siega, pero puede ser utilizada mediante pastoreo, con
tal de tener en cuenta las limitaciones impuestas por su forma de crecimiento. No tolera pastoreos largos sin
sufrir una reducción importante de su producción.
El sistema de explotación de una pradera cuyo único componente sea el ray−grass italiano será diferente
según la estación.
En el otoño e invierno cabe un aprovechamiento mediante pastoreo teniendo en cuenta la necesidad de realizar
el aprovechamiento suficiente pero no excesivamente espaciados.
En primavera se pueden distinguir dos épocas: antes y después del alargamiento del tallo. En la primera época
se podrán dar dos o tres pases de pastoreos sin que la producción posterior sea afectada.
En verano, como la planta tiene tendencia espigar y el ahijado es escaso, si se dan buenas condiciones de
humedad para su desarrollo y la producción es suficiente, se puede segar para conservación aprovechando que
la estación es adecuada para henificación.
2.2.5. − Variedades.
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3. − Lolium hybridum. (ray−grass híbrido)
3.1. − CARACTERISTICAS GENERALES.
El ray−grass híbrido se produce naturalmente en los lugares donde se encuentran las dos especies Lolium
perenne y Lolium multiflorum, y sus buenas características vegetativas indujeron a seleccionar material
vegetativo espontáneo y a establecer programas de hibridación de L. perenne x L. multiflorum. El resultado es
una planta con características intermedias, a veces no muy fijas entre las dos especies, que reúne la densidad y
persistencia del ray−grass inglés con la palatabilidad y crecimiento invernal del ray−grass italiano.
El ray−grass híbrido mejora la perennidad del ray−grass italiano, y es el componente ideal de las praderas de
pasto y siega de media duración, 3−4 años, aunque puede persistir mediante un adecuado manejo hasta 6−8
años.
3.2. − CARACTERES AGRONOMICOS.
3.2.1. − Implantación.
El ray−grass híbrido es de fácil implantación y se siembra en las mismas épocas que el ray−grass inglés, y a
dosis de 20−24 Kg / ha.
3.2.2. − Mezclas.
Forma parte de las praderas de media y larga duración en el Norte de España y Galicia, asociado con
ray−grass inglés, trébol blanco y/o dactilo.
3.2.3.Sistemas de aprovechamiento.
El aprovechamiento debe realizarse con más cuidado que en el caso del ray−grass inglés. El pastoreo
continuo, escasa fertilidad, veranos secos y siegas muy bajas pueden reducir su perennidad.
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3.2.4.Variedades.
En el Registro de variedades comerciales de 1986, figuran inscritas las siguientes variedades: Sabel , Sabrina ,
Augusta y Leri , todas de procedencia británica y tetraploides , Grasslands Manawa y Grasslands ariki ,
diploides y neozelandesas. Polly, danesa y tetraploide y Lyra (tetraploide).
4.Lolium rigidum ( ray−grass rígido ).
4.1. − CARACTERISTICAS GENERALES.
Es una planta anual de aspecto parecido al ray−grass inglés. Hojas más anchas, brillantes por él envés, con
nervios bien marcados en el haz. Las hojas aparecen enrolladas dentro de la vaina. Con menos hojas que el
ray−grass ingles, en la floración tiene una espiga parecida, algo más larga y con las espiguillas más
espaciadas, más largas y estrechas. Semillas, en general, sin aristas.
Su área de expansión corresponde a zonas de clima mediterráneo con un largo período de sequía en verano.
La planta perpetua la especie por las grandes cantidades de semillas que produce cada año y resiembra
automáticamente.
4.2. − CARACTERES AGRONOMICOS.
En nuestro país su uso no ha llegado a generalizarse por considerarla en principio una planta que puede
infectar los campos y tierras de labor. Las semillas pueden permanecer sin germinar después de las lluvias de
otoño, incluso durante un periodo de cultivo. Este fenómeno es consecuencia de la necesidad de luz de
algunas semillas de L. rigidum para germinar. Este mecanismo permite la perpetuidad de la especie durante
varios años en el terreno.
Aunque como ya se ha hecho notar no es muy utilizable en España podría ser empleado como un cultivo anual
igual que el L. multiflorum, sembrada a finales de verano (agosto, septiembre).
Realiza la misma función práctica que el ray−grass "westerwold", con la ventaja sobre aquel de soportar
mejor el pastoreo, la sequía y ser menos exigente en fertilidad, y la desventaja de ser menos productivo. Se
podrían emplear en unas zonas de secano o de riego eventual asociado con trébol.
Las únicas variedades existentes son australianas, Wimmera y Merredin Early. Esta última más temprana y
más resistente a la sequía que la Wimmera.
5. − Dactylis glomerata (dactilo).
5.1. − CARACTERISTICAS GENERALES.
Es una planta perenne, alta, erecta, fácilmente diferenciable de otras gramíneas por tener las hojas sin pelos,
que aparecen plegadas; de color grisáceo o azulado, con un nervio central muy marcado. La lígula es larga y
blanquecina y no tiene aurículas. Las hojas jóvenes son suaves y blandas, pero duras en su madurez. La
inflorescencia es una panícula muy típica, con espiguillas aglomeradas en ramas, de donde viene su nombre.
El dactilo es una planta adaptada a suelos de fertilidad alta y media que no sean muy fuertes ni húmedos.
Se encuentra espontánea en las regiones de clima templado de Europa, Asia y norte de África. Es utilizado en
las zonas de clima húmedo como componente de las praderas. Su área de expansión natural es más amplia que
la del ray−grass inglés hacia el sur y en consecuencia se adapta a una mayor gama de condiciones climáticas
especialmente cálidas y secas. Los ecotipos de la región mediterránea muy abundante por toda la Península
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Ibérica están adaptados a veranos cálidos y secos y, por tanto, a las condiciones de los pastos de secano.
5.2. − CARACTERES AGRONOMICOS.
5.2.1. − Implantación.
El dactilo es una planta de establecimiento más lento que el ray−grass inglés, pero mejor que el de la festuca y
el phalaris. Las semillas son pequeñas. Germina con facilidad pero su desarrollo es lento en la primera fase, lo
cual la hace sensible a la competencia de otras gramíneas, como el ray−grass. Tolera bien la sombra, Por esta
propiedad puede emplearse en siembras de praderas sin laboreo previo en zonas de vegetación no muy
cerradas.
Es aconsejable su siembra en otoño temprano, para que pueda establecerse antes de las primeras heladas, que
afectan al desarrollo de las plántulas si estas son muy pequeñas. La dosis de siembra es de 15−20 kg/ha o
cantidades proporcionalmente menores según la mezcla que se realice con otras gramíneas.
Como todas las especies originarias de regiones de clima húmedo tiene un sistema radicular superficial y, por
tanto, es sensible a la sequía. Se deben evitar suelos pesados y encharcadizos en los que se desarrolla peor.
5.2.2. − Mezclas.
El dactilo, en general, se utiliza en mezcla con otras gramíneas, formando parte de praderas de media a larga
duración. Debido a tener mayor versatilidad que el ray−grass inglés es componente de una gran variedad de
mezclas. La utilización en el Norte, en condiciones de clima Atlántico sin necesidad de regadío, y en el
interior, formando parte de praderas de riego.
En el Norte se utiliza con el ray−grass inglés en praderas de larga duración de pastoreo y siega, siendo
principalmente el trébol blanco la leguminosa componente de la mezcla.
En los regadíos de la meseta norte se utiliza acompañado del ray−grass inglés o de la festuca, y con trébol
blanco como leguminosa en las praderas de pasto y siega. La inclusión del ray−grass inglés se hará en primer
lugar en función del clima, y en segundo del suelo, de acuerdo con los criterios de utilización de estas dos
especies.
En resumen el dactilo tiene un campo de utilización muy amplio como consecuencia de su mejor adaptación a
las condiciones de clima de la Península y la diversidad de variedades existentes, que permiten su adaptación
a un gran número de situaciones. No obstante, en casi todas las mezclas el dactilo juega un papel secundario
entre las gramíneas. Acompaña al ray−grass inglés en unas situaciones, a la festuca elevada en otras y no
viceversa, lo cual hace prever una mayor atención a la utilización de las otras especies en el futuro.
5.2.3. − Crecimiento estacional.
El dactilo no crece a temperaturas menores a 5ºC, y en primavera su comienzo de crecimiento es lento al
principio, pero luego se recupera con rapidez, alcanzando un rápido desarrollo. En, en general, más precoz
que el ray−grass inglés y tiene el mismo ciclo que algunas festucas según su precocidad. El rebrote, después
de la siega a la que suele estar sometida a finales de la primavera, es bueno si las condiciones son favorables,
humedad suficiente y no excesiva temperatura.
En la Península se presentan una gran complejidad de situaciones al existir grandes diferencias de las
temperaturas invernales entre regiones, unido a veranos en los que la temperatura y la humedad pueden ser
limitantes.
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5.2.4. − Sistemas de aprovechamiento.
El dactilo es muy sensible al sistema de explotación a que es sometido y con las plantas con que se asocie.
La sustancias de reserva de la planta se acumulan en las bases del tallo y vainas de las hojas, y la aparición de
nuevos hijos es intravaginal. En consecuencia si se somete a defoliaciones mediante pastoreo o siega, las
sustancias de reservas desaparecerán, la capacidad de regeneración se verá limitada y la planta además de
producir menos puede morir.
En un sistema de explotación menos severo y con periodos entre aprovechamientos más largos, el dactilo se
desenvuelve mejor.
5.2.5. − Variedades.
Desde 1986 puede comercializarse cualquier otra que figure en los catálogos oficiales de los países de la UE.
La mayor parte de las variedades utilizadas en España son de origen europeo importándose la totalidad de la
semilla empleada.
Aparte de las que exponemos a continuación en el cuadro de variedades cabe destacar tres variedades
australianas de posible interés por su resistencia a la sequía y crecimiento invernal. Se trata de las variedades
Currie, Berber ( tetraploide ) y Kasbah aunque no están incluidas en el Registro español de variedades
comerciales.
6. − Festuca arundinacea (festuca alta o festuca elevada).
6.1. − CARACTERÍSTICAS GENERALES.
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La festuca alta es una planta perenne. Las hojas son ásperas por la parte superior y brillantes y suaves por el
envés. Tiene aurículas y lígula muy pequeñas. Las hojas aparecen en gran número en la base del tallo. En la
base de la planta se forman pequeños tallos subterráneos y rizomas en los cuales acumula las sustancias de
reserva.
La semilla de aspecto muy parecido a la semilla del ray−grass. Los tallos en la floración son largos, lo que da
nombre a la especie.
El sistema radicular es denso en superficie, a la vez que algunas raíces pueden descender muy profundas, lo
cual hace que sea utilizable en la conservación de suelos, pues fija bien el terreno frente a la erosión. Por
densidad de su sistema radicular es planta que soporta bien el pastoreo incluso en épocas en que el terreno está
húmedo.
Dentro de las festucas elevadas hay que distinguir dos tipos, el europeo y el Mediterráneo, resultado de la
adaptación a las condiciones climáticas de estas dos regiones. Inviernos fríos y parón vegetativo en las
europeas y veranos secos y resistencia a la sequía en las mediterráneas.
6.2. − CARACTERES AGRONOMICOS.
6.2.1. − Implantación.
La festuca es una planta que tiene un establecimiento muy lento y es vulnerable a la competencia por otras
especies. Las plántulas son poco vigorosas. El manejo debe ser muy cuidadoso en esta época, pues puede
desaparecer.
Sembrada en otoño la producción del primer año es baja, inferior a la del ray−grass inglés o italiano e incluso
del dactilo, en la primavera siguiente, obteniéndose a partir del verano los rendimientos que cabe esperar de
esta especie. En siembras de primavera no se espera de ella más que conseguir un buen establecimiento,
básico para la producción futura de la pradera que comenzará a rendir a partir del otoño siguiente.
La dosis de siembra será de 20−40 kg/ha. En un terreno bien preparado, sin enterrar excesivamente la semilla.
Como la generación es lenta, las siembras han de hacerse pronto en el otoño no más tarde de la primera
quincena de septiembre, para conseguir el establecimiento antes de los fríos. En primavera también se deben
hacer siembras tempranas para competir con las malas hierbas.
6.2.2. − Mezclas.
En praderas de larga duración asociada con otra gramíneas y alguna leguminosa o bien sola.
Entre las leguminosas que la acompaña en las mezclas, la alfalfa es la mejor por tener un manejo más fácil. Es
buena acompañante de la festuca dependiendo de las condiciones de manejo de la pradera y del clima de la
región donde se establezca.
La alfalfa, sembrada a una dosis de 6 a 8 kg/ha es la compañera adecuada en los regadíos de zonas de veranos
calurosos e inviernos no muy fríos. La combinación es bastante duradera y tiene una producción estable a lo
largo del año.
La festuca elevada se incluye en mezclas de praderas de larga duración asociada con otras gramíneas, el
dactilo además del trébol blanco y/o la alfalfa.
La festuca no es buena compañera en mezclas con otras gramíneas. Por su porte más elevado no es compatible
con el ray−grass, y con el dactilo puede haber problemas de diferencia de ciclo y crecimiento estacional. Los
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principales problemas surgen cuando la pradera es pastoreada. La selectividad del ganado hacia las plantas
más apetecibles favorece la formación de macollas de festuca, ya que ésta no es muy apetecida por el ganado.
La alternancia de siega y pastoreo puede mantener un equilibrio de las especies sembradas.
6.2.3. − Crecimiento estacional.
La festuca elevada es la gramínea que en nuestras latitudes tiene un crecimiento más uniforme a lo largo del
año. Empieza a crecer pronto, al final del invierno, antes que otras gramíneas. Tiene un buen crecimiento en
primavera y un buen rebrote después del aprovechamiento, para pasto o siega, que se haga en la época del
encañado. En verano es la gramínea de clima templado que mejor crece en zonas calurosas, pues su óptimo
térmico está por encima del ray−grass y del dactilo, a los que supera en producción en esta época cuando
dispone de agua.
En otoño su crecimiento se mantiene hasta bien iniciado el invierno.
La festuca de tipo europeo no tiene una latencia estival, pero las variedades de origen mediterráneo son más
resistentes a la sequía continuada del verano, adaptación a las condiciones de la región de donde son
originarias, sin embargo, tienen una buena persistencia. Esto es debido a que tienen unas raíces muy
profundas que pueden abastecer de agua a la planta.
6.2.4. − Sistema de aprovechamiento del forraje.
Una vez comienza el encañado la espigazón se produce muy rápidamente y el forraje pierde calidad. La gran
ventaja de la festuca es que el rebrote se realiza con rapidez, creciendo nuevos tallos que ya raramente espigan
en el resto del año. Este rebrote se produce mejor en las variedades tempranas.
La festuca repone rápidamente sus reservas después de una defoliación, lo que le permite un sistema de
explotación bastante intensivo y frecuente, pero no continuo. Los intervalos entre aprovechamiento deben ser
superiores a 3 ó 4 semanas, si no se producirán rechazos por parte de los animales. Para ello es necesario que
la planta disponga en verano de agua y fertilidad suficiente. En épocas adversas, verano por calor y falta de
agua o invierno por efecto de las heladas, la festuca se seca, y queda un rastrojo en la pradera que se
descompone con facilidad, la dureza de sus tallos y hojas hace que los rechazos del ganado sean grandes. La
consecuencia es una pradera a la que conviene dar un corte de limpieza.
Los aprovechamientos al final del otoño, cuando se construyen las reservas a partir de las que va a rebrotar la
planta en primavera, deben ser realizados con cuidado.
Como resumen, para conseguir de la festuca todo su rendimiento y calidad es necesario un terreno profundo o
bien regado, fértil, o bien fertilizado y aprovechamiento intenso y frecuente.
6.2.5. − Variedades.
Las variedades de festuca elevada existentes en el mercado son principalmente de tipo europeo, es decir,
tienen parada invernal y crecimiento estival. Sin embargo, existen algunas variedades de tipo mediterráneo o
con algunos caracteres incorporados. Los programas de selección continúan con objetivos muy amplios y
variados:
− Digestibilidad y palatabilidad.
− Resistencia a enfermedades.
− Vigor y establecimiento más rápido.
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− Mejor crecimiento en otoño e invierno.
− Resistencia al frío.
Kentucky−31.− De origen americano, es semitardía, es bastante persistente a sequías, poco apetecible y poco
digestible.
Demeter.−Australiana tiene más hojas que la Kentucky−31 y color más oscuro. Semiprecoz, mejor
crecimiento en invierno pero inferior en verano.
Fawn.− Americana precoz y de muy aceptable palatabilidad.
Manade.− Francesa, más precoz, muy buena persistencia y también buena resistencia a royas.
Por su excesiva profundidad es difícil su manejo en pastoreo.
S−170. − Semiprecoz y resistente al frío, sensible a las royas.
Tima.− Española, características intermedias entre las europeas y las mediterráneas.
Raba.− Francesa, precoz, buena productora, pero poco palatable. Resistente al frío y royas.
Clarine.− Francesa, semitardía. Buen establecimiento y producción, crecimiento en verano.
Maris Jebel.− Inglesa, semitardía o tardía. Buen crecimiento invernal y primaveral, pero bajo en verano y
otoño. Buena palatabilidad.
Maris−Kasba.− Inglesa, buena producción en invierno y primavera.
7. − Festuca pratensis ( festuca de los prados).
7.1. − CARACTERISTICAS GENERALES.
Presenta un aspecto bastante parecido al de la festuca alta. Las hojas, son más tiernas y suaves. Lígula poco
visible y aurículas sin pelos. La inflorescencia es en panícula abierta. El sistema radicular es superficial.
Es una planta de las zonas frías de clima templado, que resiste bien el frío invernal, pero muy sensible a la
sequía y al calor en verano. Prefiere suelos húmedos y fértiles más bien pesados, pero tolera suelos alcalinos y
arenosos siempre que haya humedad.
Es la planta que mejor soporta el encharcamiento entre las gramíneas cultivadas.
Está extendida por todas las regiones de clima húmedo y frío de América. Es comúnmente utilizada en
praderas de media duración. En España se encuentra espontánea por la cornisa Cantábrica y zonas de
montaña, Pirineos principalmente. Se emplea poco en praderas por la escasa resistencia a la sequía y al calor.
7.2. − CARACTERES AGRONOMICOS.
7.2.1. Implantación.
Es de muy lento de establecimiento. La semilla, más pequeña que la festuca elevada, pierde el poder
germinativo con rapidez. Se siembra a dosis de 15 a 20 kg/hectárea, en mezclas con trébol blanco y/o violeta,
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cantidad que se reduce en el caso que se utilice con otras gramíneas, preferible la siembra en otoño, salvo en
zonas muy frías en las que puede ser afectada por los fríos tempranos.
La producción total anual es inferior a la de otras gramíneas como la festuca alta, dactilo y ray−grass, pero
tiene algunas ventajas en cuanto a su crecimiento estacional durante el verano si las condiciones de humedad
y temperaturas son favorables, ya que no es en absoluto durmiente en esa estación. En años de sequía puede
morir. Su crecimiento en otoño se detiene pronto, pero mantiene sus hojas verdes y bastante palatables para el
ganado. El rebrote en primavera es tardío.
El manejo de la festuca de los parados es sencillo, pues acepta el pastoreo y siega en la misma forma que la
festuca alta. Es menos persistente que ésta (3 a 5 años) y sensible a la roya de hoja y de la corona.
A pesar de sus buenas características es una planta muy poco utilizada.
7.2.2. − Variedades.
En la lista española están incluidas las variedades holandesas BARKAS, BELIMO y ROSSA, de
características muy parecidas; SENSU PAKJBERG, danesa algo más precoz; SEQUANA francesa
semiprecoz resistente a las royas y SK−6 polaca.
8. − FESTULOLIUM.
8.1. − CARACTERISTICAS GENERALES.
El Festulolium es una planta forrajera obtenida a partir de cruzamientos de plantas del género festuca con el
género Lolium. Se pueden producir espontáneamente en las praderas naturales. Los híbridos naturales son
estériles.
9. − Phalaris aquatica (Phalaris tuberosa).
9.1. − CARACTERISTICAS GENERALES.
El phalaris es una planta perenne adaptada a las condiciones de clima mediterráneo de veranos secos e
inviernos suaves y húmedos.
Crece en macollas, sus hojas son de color verde azulado, con lígula y sin aurículas, de limbo largo. La
prefoliación es enrollada. Las vainas de las hojas tienen un pigmento rojo característico. La inflorescencia es
en forma de panícula compacta, con espiguillas unifloras. La semilla es pequeña.
La planta desarrolla en la base de los tallos o nudos inferiores unos engrosamientos, en donde acumula
reservas al final de la estación de crecimiento, cuando la planta ha florecido. Estos tubérculos soportan los
largos y secos veranos y asegura la supervivencia de la parte vegetativa de la planta para que no muera en el
verano.
El phalaris se adapta a una gran variedad de suelos, pero crece mejor en suelos profundos, fértiles y fuertes.
Tolera pH muy variables y tiene un sistema radicular muy desarrollado, gracias al cual persiste en situaciones
de sequía extrema en verano. En la época de lluvias soporta encharcamientos durante periodos relativamente
largos.
Se encuentra naturalmente en todo el Sur de la Península, en las zonas más frías de ambas mesetas y cuenca
del Ebro.
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Es la gramínea más interesante para las praderas de secano de la Península, aunque presenta inconvenientes de
tipo agronómico, como es la gran dificultad para su establecimiento, por lo que su utilización es muy
restringida.
9.2. − CARACTERES AGRONOMICOS.
9.2.1. − Implantación y mezclas.
El phalaris es de establecimiento muy lento y no tolera la competencia de malas hierbas u otras plantas de la
pradera durante los primeros estados de su desarrollo. Esto es debido al pequeño tamaño de la semilla, que
produce una planta muy pequeña y poco vigorosa.
La preparación del terreno debe ser buena, para facilitar la distribución y tapado de las semillas que no debe
quedar a más de
1 cm. La tierra tiene que estar fina en superficie y compacta en el lecho de la semilla para mantener un
estrecho contacto de ésta con la tierra. Las siembras superficiales sufren los inconvenientes de la sequía que se
produce con frecuencia en el otoño.
La siembra suele realizarse en otoño. Las siembras tempranas dan buenos resultados en los años con lluvias
abundantes y frecuentes, pues las temperaturas son suaves y las plantas se desarrollan con gran facilidad. Las
más tardías tropiezan con el inconveniente de que las temperaturas son más bajas y, por tanto, su desarrollo es
menor y más sensible a la competencia de las malas hierbas de invierno.
La siembra en primavera ofrece algunas ventajas, como es la posibilidad de hacer una mejor preparación del
terreno cara a combatir las malas hierbas y el poder disponer de un régimen de humedad más constante a la
vez que de buenas temperaturas.
Las dosis de siembra que se utiliza en España es de 10−12 kg/hectárea de semilla de buen poder germinativo,
generalmente asociado con el trébol subterráneo en los suelos ácidos y medicagos anuales o alfalfa en los
alcalinos. No se siembra con otras gramíneas para evitar problemas de competencia.
El phalaris no es una planta de regadío pues su latencia en verano le impide hacer un aprovechamiento del
agua de riego. Tampoco es una planta colonizadora como el trébol subterráneo, ya que requiere suelos de
buena fertilidad. Al ser una gramínea y no tener capacidad de fijación del nitrógeno, necesitan disponer de
este elemento en el suelo, por lo que debe sembrarse tras praderas antiguas que hayan acumulado materia
orgánica, acompañado de leguminosas que suministren nitrógeno a la asociación.
Además de necesitar nitrógeno, el phalaris es una planta muy sensible a la carencia de azufre, elemento que
puede faltar en algunos suelos ligeros y de terrazas iluviales.
El manejo de la pradera en la implantación es delicado, teniendo en cuenta lo dicho anteriormente sobre el
lento desarrollo de la planta en las primeras fases de su vida. En el caso de invasión de malas hierbas se debe
dar un pastoreo mediante pases de ganado breves y no muy intensos, cuando el terreno no está muy húmedo.
De ahí la importancia de que el terreno para la siembra sea firme.
9.2.2. − Crecimiento estacional.
La característica más importante del phalaris con respecto a su crecimiento es su latencia estival. El phalaris
crece durante todo el año excepto durante el verano y, por tanto, es la planta ideal para los pastos de secano en
regiones secas, pero su gran ventaja está en la habilidad para rebrotar pronto en otoño antes que otras
gramíneas, y conseguir una producción más estable que los ray−grass anuales en los años secos.
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A finales de primavera inicia el espigado, simultáneamente comienza el engrosamiento de los entrenudos de la
base del tallo, y al mismo tiempo desarrolla su sistema radicular profundo. Una vez madurada la semilla, los
tallos y hojas de estas plantas principales se secan y quedan los tubérculos vivos, pero durmientes, hasta que
las lluvias y temperaturas más bajas del otoño desbloquean la inactividad fisiológica del tubérculo y entran en
actividad las yemas axilares.
9.2.3. − Variedades.
Las únicas variedades comerciales son de origen australiano.
Australian : Es la selección de la semilla comercial, tradicionalmente usada en Australia desde 1936. Tiene
menor resistencia a la sequía y es menos durmiente en verano que las variedades que a continuación se citan.
Su hábito de crecimiento es algo postrado y el crecimiento invernal es lento. Las plántulas son débiles y
pequeñas, por lo que se establece mal. La espiga se desgrana con facilidad.
Seedmaster : similar en todas sus características al Australian, sin embargo tiene una mayor resistencia al
desgrane y semillas ligeramente mayores, por lo que es notablemente superior en producción de semillas.
Sirocco, Sirolan y Sirosa : Son variedades más recientes, seleccionadas a partir de material recogido en
Marruecos. Se caracterizan por un crecimiento más erecto, colores más claros y semillas y plántulas de mayor
tamaño, lo cual facilita un rápido establecimiento.
Agronómicamente tienen mejor crecimiento en otoño−invierno y mayor resistencia a la sequía en el verano, al
ser más durmientes que el Australian o Seedmaster. En este aspecto la variedad Sirocco supera a Sirolan y
Sirosa.
En cuanto a la producción de la semilla, Sirolan y Sirosa superan a Sirocco. Con relación a los alcaloides,
Sirosa y Siloran tienen un contenido menor que Siroco.
10. − Phleum pratense (fleo).
10.1. − CARACTERÍSTICAS GENERALES.
Tiene un sistema radicular muy superficial que hace que sea sensible a la sequía. En la base del tallo forma
abultamientos. Tolera terrenos arcillosos y encharcadizos.
Es la gramínea típica de países fríos, donde es la base de la producción de heno a principios de verano.
10.2. − CARACTERÍSTICAS AGRONÓMICAS.
Aunque su actividad es muy reducida en la península, es una especie interesante para las praderas húmedas de
montaña en donde su excelente producción primaveral puede dar un buen aprovechamiento para
conservación.
La implantación requiere una preparación cuidadosa del terreno, pues la semilla es pequeña, y no puede
quedar muy enterrada. Se emplean de 6 a 8 kg/ha. La germinación es lenta, así como su desarrollo en las
primeras fases de su vida. Se puede sembrar en primavera pronto, ya que resiste bien el frío. Necesita pasar el
invierno para espigar.
Su producción anual está condicionada por su adaptación a climas fríos, es decir una gran parada invernal y
óptimo de crecimiento con temperaturas relativamente bajas, 18 ºC, lo cual en nuestras latitudes condiciona el
rebrote después del aprovechamiento de fin de primavera. Su ciclo anual en comparación con el ray−grass
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inglés es:
− En primavera, comienza la vegetación más tardía.
− Mayor producción en primavera.
− Producción inferior en verano por recuperarse muy lentamente de las siegas en estado de espigazón.
− Menor resistencia a la sequía y temperaturas altas.
− En otoño el crecimiento se prolonga menos que el ray−grass.
Sólo en zonas muy frías y húmedas de alta montaña es superior a las otras gramíneas.
10.2.1. − Mezclas.
A pesar de las desventajas que ofrece el fleo, pueden incluirse en mezclas con otras gramíneas como festuca
de los prados y dactilo, debido a su gran palatabilidad en estado vegetativo. A pesar de florecer muy tarde (es
la más tardía de todas las gramíneas frecuentemente utilizadas), tiene un comienzo de crecimiento vegetativo
proporcionalmente más temprano que otras gramíneas, que espigan mucho antes. Aunque se le ha considerado
como una planta de siega, es perfectamente adecuada para una explotación mediante pastoreo, siendo muy
apetecida por el ganado en primavera. En la espigazón pierde mucha calidad.
En mezclas con leguminosas son las más comunes el trébol violeta, trébol híbrido y alfalfa.
10.2.2. − Variedades.
En cuanto a variedades, apenas son conocidas en nuestro país, ni existe lista en el Registro del INSPV.
11. − Cynodon dactylon (grama).
11.1. − CARACTERÍSTICAS GENERALES.
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Es una planta de tipo subtropical que se encuentra espontánea en zonas de suelos profundos de la Península,
márgenes de cultivos y riberas de ríos en verano. Como todas las plantas de tipo subtropical muere y
desaparece en invierno, rebrotando el año siguiente de sus rizomas subterráneos. Tiene la característica
importante de crecer a temperaturas más elevadas que la mayoría de las especies de clima templado que se
han descrito. Alcanza su máximo desarrollo entre los 30−35 °C y lo detiene completamente entre 10−15 ºC.
Asimismo no existe saturación de luz hasta intensidades muy elevadas, superiores a las especies de tipo
templado, lo cual supone una pequeña ventaja en las condiciones de gran luminosidad que se dan en el Sur,
costa Mediterránea y, en general, en casi toda la Península.
11.2. − CARACTERES AGRONOMICOS.
La principal deficiencia que presenta esta planta es su crecimiento casi nulo por debajo de 15 °C, y por esa
razón tiene un parón de seis meses o más, salvo en las zonas más costeras del Sur y Suroeste. Tiene que ser
utilizada por tanto en regadío, pues aunque resiste muy bien la sequía no produce sin agua.
La tolerancia a la salinidad, así como al riego con aguas salinas, es muy elevada, por lo que es una planta muy
útil en la recuperación de terreno salinos y su posterior dedicación a cultivo, por ser de fácil erradicación.
En cultivo puro demanda gran cantidad de nitrógeno, no existiendo mucha experiencia de su comportamiento
en mezclas con leguminosas para pastoreo, si bien debido a su agresividad, parece difícil que el
mantenimiento dé una mezcla equilibrada.
11.2.1. − Variedades.
Existen algunas variedades comerciales, siendo la más conocida el Coastral y el Coastcross−1.
El Coastral es una variedad tetraploide obtenida en los Estados Unidos, más productivo y apetecible que el
común. Aunque produce semilla se suele establecer por medio estolones, que rápidamente enraízan y se
extiende cubriendo el terreno. Tiene rizomas, lo que hace que sea muy difícil de extirpar una vez establecido,
siendo muy invasora y mala hierba de cultivos.
El Coastcross−1 es un híbrido también tetraploide, obtenido mediante el cruce del Coastral x Kenya. Es estéril
y por tanto, no desarrolla los rizomas, característico de la mayoría de las variedades de esta especie. Se
establece muy rápido y puede aprovecharse a las 4−6 semanas de sembrado.
Al no tener rizomas se puede erradicar con más facilidad que el Coastral. Es más sensible al frío en invierno.
También tiene una capacidad limitada de almacenamiento de reservas, pero su sistema radicular muy
profundo, más de 2 m, le permite soportar periodos de sequía prolongada. Es más digestible que el Coastral.
12. Poa pratensis ( poa de los prados).
Gramínea inferior perenne , con rizomas cortos, capaz de formar céspedes densos y de rellenar espacios
vacíos.
Mucha capacidad de adaptación , prefiriendo lugares secos y algo húmedos.
Globalmente, la intensidad de tratamiento con abono y de la utilización por un lado y la falta o la presencia
del competidor más importante (Lolium perenne) por otro lado desempeñan un papel más importante en la
conducta de la especie que el clima y el suelo.
Tratamiento con abono. En los prados de crecimiento intenso, aunque aprovecha bien los nutrientes fáciles de
absorber y el carbonato de calcio, se ve desplazada por el tratamiento con abonos ricos en N; en lugares secos
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y de menor ritmo de crecimiento y con terrenos progresivamente más altos se ve claramente favorecida; en
campos de pastoreo cuya capa de vegetación se mantiene baja agradece mucho el tratamiento con abonos
(especial los nitrogenados y a base de humus). En los suelos pesados e incluso temporalmente perhúmedos se
desarrolla bien y por ejemplo desplaza incluso a las festucas.
Los riegos sólo resultan una ventaja en los suelos permeables y de recalentamiento rápido. En caso de
empobrecimiento, la humidificación, la compactación de suelo, sin tratamiento intenso del suelo con abono,
resulta represora; sensible a la sal.
Valor. Muy valiosa, ingerida por todos los apacentadores en cualquier tiempo, apreciada tanto en los campos
de pastoreo como en forma de heno; resistente al pastoreo, apenas forma tallos perturbadores, capaz de
adaptación y no muy exigente, en resumen, una gramínea excelente; también en lugares secos debido a las
insuficiencias, el crecimiento inicial es más lento. En las zonas de clima más continental constituye el único
sustituto, casi con pleno derecho, del Lolium perenne. En ocasiones, como mala hierba de los sembrados
sobre suelos muy buenos.
Utilización. Praderas permanentes de todo tipo, con la salvedad de lugares muy perhúmedos por un lado y de
los lugares nativos del Lolium perenne por otro; componente mayor de los campos de pastoreo sobre suelo
mineral y suelo pantanoso de bastante secos a bastante húmedos. Falta junto al trébol de vida corta, pero
presente en prados temporarios duraderos.
13. − Bromus sp. (bromos).
Los bromos se encuentran ampliamente repartidos con un gran número de especies espontáneas, en la
península Ibérica, Europa, y el resto del mundo, y pueden ser clasificados en anuales y perennes. El interés de
los investigadores franceses, país europeo que más ha desarrollado el estudio sobre los bromos en los últimos
años, se ha centrado en las especies perennes, las cuales se dividen a su vez en dos grandes grupos: B. inermis
y B. ceratochloa, siendo este último grupo el único prácticamente interesante desde el punto de vista
económico.
A él pertenecen los B. catharticus, B. sitsensis, B. carinatus, B. valdivianos, de los que el primero de ellos es
el más extendido en cuanto a su empleo en praderas.
Bromus catharticus.
Es una planta alta, perenne, de hojas largas y anchas con vainas cubiertas de pelos muy numerosos, finos y
pequeños.
Tiene lígula aserrada y carece de aurículas. Las hojas permanecen dobladas, dando aspecto a la planta de
tallos planos como sucede con el dactilo. La aparición de los hijos es intravaginal.
La inflorescencia es una panícula que agrupa espiguillas muy planas. Tiene un crecimiento muy precoz en
primavera, e incluso anterior al ray−grass italiano, lo que hace que pueda ser afectado por heladas tardías en
zonas muy frías. Es una planta que espiga con facilidad, lo que condiciona su aprovechamiento. Vuelve a
espigar después de cada defoliación hasta llegar al invierno.
El establecimiento es fácil, pues las semillas son muy grandes, con una arista larga que dificulta la siembra
por máquinas. La semilla puede enterrarse como la de los cereales, 6−8 cm. de profundidad.
Las dosis de siembra son por esta razón altas, 40−60 Kg/ha. Puede sembrarse en primavera, entrando en
producción rápidamente. Es bastante resistente a la sequía, pero no como para emplearse en praderas de
secano en las zonas del clima mediterráneo de la península. Como planta de regadío puede ser útil en las
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regiones centro y sur del país. Se puede pastorear, pero es muy sensible al pisoteo en épocas húmedas.
Pastoreado por ovino si la intensidad es adecuada, tiende a la formación de macollas y acumular residuos de
difícil descomposición.
No soporta el encharcamiento y prefiere suelos arenosos y ligeros. Su crecimiento en verano es mejor que el
del Lolium multiflorum, y en otoño continúa creciendo hasta bien entrado el invierno, siendo en general,
sensible al frío y a las heladas. El rebrote es lento y la persistencia de 3 a 5 años.
Es una planta con poca capacidad de ahijado. Si se siembra en mezclas se debe poner con especies no muy
agresivas como el dactilo. En praderas para el pastoreo se puede asociar con el trébol blanco, y para siega con
el trébol violeta o la alfalfa.
Existen las variedades comerciales Primabel y Bellegarde, ambas francesas y precoces, y la Matua de Nueva
Zelanda.
*APTITUD Y CALIDAD FORRAJERAS.
RAY−GRASS INGLES.
Mantiene una digestibilidad superior a la de otras gramíneas perennes, antes y después de la aparición de la
inflorescencia. Este es un hecho de gran importancia para su valoración en comparación con otras especies, en
sistema de producción animal. Su contenido en celulosa es superior al ray−grass italiano e híbrido, y su
contenido en hidratos de carbono solubles es inferior. El resultado de estos dos hechos es que su palatabilidad
es menor que la de sus parientes próximos dentro de la familia de los Lolium, pero superior a la de otras
plantas como dactilo, festuca, etc. En cambio su contenido en materia de nitrógeno es superior a todas ellas en
estado de vegetación similar.
Como forraje es de gran calidad, pero tiene el defecto de ser sensible a la roya, por lo cual se deben elegir las
variedades más resistentes a este hongo; con tiempo frío, adquiere un color amarillento por la cobertura de
roya.
RAY−GRASS ITALIANO
La calidad del forraje es comparable a la de otras gramíneas. En la época en que se encuentra en estado
vegetativo su contenido en agua es superior al de otras gramíneas, en especial en las variedades tetraploides.
El contenido en materia nitrogenada es inferior al de otras plantas en el mismo estado, lo cual parece ser un
inconveniente cara a alimentación animal. Sin embargo, es la planta con mayor contenido de glúcidos
solubles, lo cual la hace muy apetecible por el ganado.
Estas cualidades se dan en alto grado por su fácil instalación y facilidad de resiembra.
Por su parte, la gran facilidad de aprovechamiento en pastoreo y siega aumenta el interés de su cultivo.
RAY−GRASS HIBRIDO
El contenido en celulosa del ray grass híbrido es inferior al del ray grass inglés y casi igual al del italiano. Este
menor contenido en celulosa hace que la ingestión sea mayor, lo cual tiene como resultado un mejor
aprovechamiento por el animal.
DACTILO
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El dactilo produce un forraje de buena calidad cuando la planta es joven, pero pierde rápidamente calidad y
digestibilidad cuando florece.
Hay que señalar como inconveniente general de esta especie tanto por su influencia en la producción como en
la calidad y apetitosidad para el ganado, su sensibilidad a la roya en condiciones que se producen en nuestro
país. Afortunadamente hay variedades seleccionadas en este sentido menos sensibles.
En una pradera de dactilo explotada en régimen de pastoreo en la que se produzcan rechazos, los restos de las
plantas se descomponen difícilmente. Esto es una grave inconveniente, pues los animales rehusan comer estos
restos y los rebrotes que aparecen mezclados con ellos, produciendo praderas con un desastroso aspecto,
principalmente en invierno.
En cuanto a su calidad como forraje tiene la ventaja de que, en estado vegetativo, su riqueza en materia
nitrogenada es superior al de otras gramíneas.
FESTUCA ELEVADA
La festuca alta cultivada es muy productiva y el forraje no ofrece dificultades para el consumo; es apetente y
fácil de pastorear cuando se ha logrado eliminar los defectos de esta especie, la dureza y la dificultad de
implantación (sobre todo el primero).
Las especies espontáneas son poco apetecibles, duras y ásperas, rechazadas por el ganado en la fase avanzada
de crecimiento, incluso antes de su entallado.
FESTUCA DE LOS PRADOS
La festuca pratense es una excelente forrajera, de gran calidad alimentaria, que hace césped aunque
aparentemente no se manifieste (puede confundirse con el raygrass italiano). Magnífica para pasto, da
compacidad al prado y aumenta la masa forrajera; siega, henifica y ensila perfectamente.
Los cortes para heno, pasada la floración, contribuyen a facilitar su resiembra, que es efectiva si se apoya con
el pisoteo de ganado; esta práctica prolonga su presencia en el prado.
FALARIS
El phalaris produce un forraje de buena calidad que mientras está en fase vegetativa, pero en cuanto encaña y
espiga su valor nutritivo disminuye rápidamente como en todas las gramíneas.
Por otra parte el phalaris contiene alcaloides que lo hacen tóxico para los animales y puede ocasionar la
muerte en algunos casos. Según la referencia esta intoxicación se produce por el pastoreo del phalaris en
ciertas épocas, que corresponden a periodos de luminosidad baja, praderas muy densas y, por tanto, plantas
con falta de luz, suelos ricos en nitrógeno y temperaturas elevadas. Sus efectos se pueden prevenir, pero no
curar, con la aplicación de cobalto a los animales.
FLEO
El valor forrajero del fleo no es de los mejores, pero este defecto es ampliamente compensado por la
permanencia, notablemente larga, en estado hojoso, muy avanzada la primavera; es la gramínea más tardía. Se
presta a toda clase de aprovechamiento en verde y, en las zonas de montaña, a la henificación.
POA DE LOS PRADOS
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La aptitud forrajera es buena, la mejor entre las de su género y una de las excelentes entre el resto de las
plantas , da un buen césped. Es planta espontánea que no precisa resiembra y resiste admirablemente el
pisoteo y pastoreo intenso.
GRAMA
En ciertos lugares de considera valiosa para prados permanentes de pastoreo y pastizales, por ser de resistente
al pisoteo y al pastado; puede dar grandes rendimientos y forraje de buena calidad si se explota bien en otras
latitudes. Pero KLAPP no la cita como forrajera en su escala de valores forrajeros.
BROMOS
Aunque los bromos están presentes en la flora pratense y natural, su calidad es mediocre, endureciéndose con
el entallado y espigazón; de ahí los esfuerzos de los obtentores en lograr variedades más interesantes.
Para tener en cuenta la productividad, la apetitividad y el valor nutritivo de las diversas especies se puede
emplear un coeficiente del valor atribuido a cada una de ellas. En Europa occidental estos valores para
gramíneas forrajeras son los siguientes (según Delpech):
VER PAGINA SIGUIENTE
* EL PODER NUTRITIVO DE LA HIERBA.
El ganado y la pradera.
Para una explotación racional de la pradera debemos conservar un equilibrio óptimo en la flora, favorecer las
especies más productivas, disminuir los períodos de parada vegetativa y prolongar la duración de la pradera.
Sin embargo pueden surgir cuestiones como ¿no corre peligro de perjudicar el futuro del ganado? ¿Estamos
seguros de que el estado vegetativo que así se logra es el más conveniente para el equilibrio nutritivo
necesario? ¿En qué medida no se oponen el devenir o evolución de la pradera y el del ganado? ¿Son
compatibles las exigencias de ambos?. Hay que tener en cuenta que entre las soluciones que escoja el
ganadero pueden entrar respuestas muy divergentes.
Para responder a estas cuestiones es indispensable conocer el valor nutritivo de la hierba y sus fructuaciones,
viendo además como estas influyen en las cantidades que consume el ganado.
Factores de variación de la composición de la hierba.
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Esta composición varía tanto en lo que se refiere a los componentes orgánicos como a los minerales.
Componentes orgánicos: el estado de desarrollo es el factor esencial de esta variación, y se trata de una doble
expresión:
a) Relación hojas/tallo (F/T).
En las gramíneas esta relación es muy elevada al principio del primer ciclo: 7 en el ray−grass inglés y 9 en las
festucas pratenses. Disminuye rápidamente en el encañado y resulta inferior a 1 en la floración. En el curso de
los ciclos siguientes, el valor volverá a elevarse aún más y evolucionará tanto más lentamente cuanto más
completamente hayan sido eliminados los ápices en el primer ciclo.
b) La proporción de constituyentes protoplásmicos con relación a membranas también varía con la edad, sobre
todo en las gramíneas. En el ray−grass inglés se mantienen más o menos hasta el espigado la proporción del
70% para las primeras, bajando después rápidamente, pues no alcanza el 38% en la floración (debido sobre
todo a la disminución de las materias nitrogenadas, de los ácidos orgánicos y de los azúcares totales); por el
contrario, los componentes de las membranas varían, aumentando regularmente del 33% al 50%. Ello es
debido al aumento de peso de vainas y tallos y a su lignificación, pero también, en las mismas hojas, al
crecimiento de las membranas.
Dados sus cometidos de conducción y de reserva, los tallos contienen más nitrógeno no proteico y más
azúcares solubles, sobre todo en el espigado y más fructosanas que se acumulan en el cuello.
Todo esto influye mucho en la digestibilidad y apetitividad de los forrajes.
La digestibilidad de los forrajes varía entre el 50% y el 85%, lo que introduce fuertes variaciones en su valor
energético. La digestibilidad de las gramíneas aprovechadas en el año de la siembra es muy elevada, y
disminuye poco con la edad (entre el 85% y el 80% el ray−grass inglés, y entre el 80% y el 75% el dactilo).
Las condiciones del cultivo.
En las gramíneas, el frío y la sequía pueden frenar el crecimiento, aumentado con ello los glúcidos
protoplásmicos. Pero este freno del crecimiento no impide totalmente el envejecimiento de la planta, sobre
todo la disminución de materia nitrogenada y el aumento de las membranas: la planta permanece pequeña y
poco desarrollada, pero envejece.
Componentes minerales: el estado de desarrollo resulta ser el factor esencial que actúa sobre F/T en las
gramíneas, ya que existen más elementos minerales en los limbos que en los granos o en los tallos.
En el curso de los ciclos siguientes, donde hay pocos tallos, la variación de la composición mineral es más
lenta, y es paralela a la variación de los limbos foliares. Los contenidos en minerales varían a lo largo de los
diferentes ciclos.
a)Especies: en iguales condiciones, las leguminosas son cuatro veces más ricas (pero no más pobres en P) en
Ca, también más ricas en Mg y Mn, pero más pobres en Na que las gramíneas.
El dactilo es treinta veces más ricos en Na que la festuca pratense y esta más rica en Mg que el ray−grass
inglés o el fleo.
b)Condiciones del medio: los años secos tienden a disminuir el contenido en P de los forrajes. En tiempo
caliente y húmedo existe también una mayor absorción de K. La fertilización fosfopotásica parece influir
también en el contenido en P y K de los forrajes (aunque mucho menos que el estado de desarrollo).
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Conclusiones: en conclusión, el envejecimiento de la hierba (y especialmente el de las gramíneas, a partir del
espigado en el primer ciclo) conduce a una disminución notable de la digestibilidad, ligada sobre todo al
predominio del crecimiento de los tallos con relación a las hojas.
La apetencia de las hierbas disminuye rápidamente con la edad, se acentúa la degradación del poder nutritivo,
confirmando el interés de las recolecciones precoces sobre todo en el primer ciclo de las gramíneas.
La misma regresión se observa para los elementos minerales y comprende a los oligoelementos.
Está claro que cuando las plantas son frondosas, son más apetecibles, más nutritivas, y más ricas en elementos
minerales.
Se tendrá en cuenta que la influencia de la fertilización sobre la composición mineral se olvida con frecuencia;
produciéndose el hecho de que la fertilización mineral aumenta el rendimiento de las praderas, sin aumentar a
la vez el contenido en elementos aportados. Solamente más allá de una riqueza ya muy elevada, se observa
generalmente un cambio en la composición mineral.
*ELECCIÓN DEL ESTADIO ÓPTIMO DE LA HIERBA PARA EL GANADO.
Inconvenientes de la hierba demasiado joven.
Acabamos de ver que el descenso del valor alimenticio de la hierba conforme va envejeciendo es muy rápido
y generalizado; por tanto, él recolectarla o hacerla pastar de manera tardía priva a los animales de una parte
importantísima de su valor nutritivo. No tendría esto tanta importancia si el volumen del tubo digestivo de los
animales no fuera limitado, lo cual obliga a que su alimentación sea basándose en materias ricas y no
demasiado voluminosas. Esta consideración nos llevaría a recomendar el consumo de la hierba cuando es muy
joven.
Pero la hierba demasiado joven también encierra algunos peligros: por contener un 85% de H2O en su peso y
una cantidad muy elevada de K, ejerce un efecto laxante muy fuerte. A consecuencia de ello se produce una
eliminación excesiva de sales minerales, en particular Na, y se obliga a desarrollar un trabajo exagerado a la
mucosa intestinal, la cual puede acusar entonces una falta exagerada de Cu. Algunos elementos, como el Mg,
no son bien asimilados, debido a su rápido paso por el intestino. Y como la hierba joven apenas contiene
celulosa, se presta mal a la insalivación y a la rumia, y no puede garantizarse la formación en cantidades
suficientes de ácidos grasos volátiles. Además, predispone el ganado a algunos tipos de indigestión,
ocasionados por la retención de burbujas gaseosas y trae consigo la meteorización.
Por último, la riqueza excesiva en N fatiga inútilmente el hígado y los riñones del animal, tiende a acumularse
amoniaco en la panza, lo que perjudica el proceso habitual de las fermentaciones, y, cuando pasa a la sangre,
motiva una peligrosa alcalinización de la misma.
Un justo término medio.
Por tanto, no debe hacerse pastar la hierba muy corta y muy joven. Tampoco es aconsejable esperar a que las
plantas hayan fructificado: no sólo despilfarraría mucho el ganado, sino que, su calidad nutritiva disminuiría
mucho.
La elección del momento óptimo para el ganado es el resultado de un equilibrio: ni demasiado pronto ni
demasiado tarde. No ha de ser la altura de la hierba quien nos fije el momento, sino su estado vegetativo: en
las proximidades del espigado la planta contiene la mayor cantidad de azúcares solubles, al propio tiempo que
su riqueza en N no ha tenido tiempo de disminuir. En este estado, la hierba es lo suficientemente equilibrada y
rica para satisfacer las necesidades del ganado. En el caso de que vaya a pastarse, y sobre todo en el caso de
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plantas que endurecen rápidamente, puede ser interesante adelantar algunos días entre el encañado y el
espigado. Si el aprovechamiento se hace mediante siega, por el contrario, puede retrasarse algunos días (hasta
el comienzo de la floración), para que el secado de la hierba resulte más fácil.
De esta forma, el estado óptimo que acabamos de elegir, en función del valor nutritivo de la hierba y de las
necesidades del animal, no se diferencia apenas del requerido para la mayor persistencia del vegetal: cuando
los esbozos de las inflorescencias se sitúan a 5−20 cm. Por encima del suelo. Podemos admitir que dicho
monumento es, en realidad, el ideal para la explotación de la pradera.
Influencia de la clase de ganado.
De un animal a otro pueden existir diferencias en lo que respecta a necesidades, no solo en cantidad, sino en
calidad. Por ejemplo, las vacas lecheras muy productoras requieren una alimentación más rica en nitrógeno
que las jóvenes aún en curso de desarrollo.
Y este tipo de ganado necesita una proporción mayor de materias nitrogenadas que los animales de tiro. La
característica peculiar de sus necesidades alimenticias puede expresarse mediante una proporción aplicada al
conjunto de su reacción: proteínas digestibles/unidades forrajeras.
Para las vacas lecheras en plena lactación, esta relación debe tener un valor comprendido entre 100 y 150,
mientras que para las secas, el ganado joven o el productor de carne es suficiente un valor comprendido entre
70 y 100.
Debido al rápido descenso en el contenido de proteínas digestibles a medida que la hierba envejece, y para
respetar las normas anteriores, habrá que jugar con el margen de 8 a 10 días de que disponemos cuando
elegimos el momento ideal.
El ganado lechero deberá pastar, por ejemplo, en el encañado, mientras que el de menores existencias podrá
esperar a la fase del pleno espigado.
Finalmente, y en lo que respecta a los animales monogástricos (cerdos), el pastoreo requiere plantas poco
celulósicas, por lo que deben pastarse muy jóvenes. Además, para dicho ganado ha de ser sólo un
complemento en su ración.
*CALIDAD ALIMENTICIA
Pese a que las leguminosas no constituyen por sí solas un régimen alimenticio completo para el ganado, sí
puede afirmarse en cambio que son superiores a cualquier otra planta en contenido mineral y proteico, y
también muchas veces en digestibilidad, ingestión, etc., supuestas en igual etapa del desarrollo ambas.
El aspecto más importante quizás sea − especialmente en comparación con las gramíneas − su mayor
contenido proteico; si bien es conocido que rara vez la proteína de la hierba es factor limítrofe de crecimiento
de los animales, salvo en periodos muy cortos y específicos. Son, sin embargo, inferiores generalmente en
cuanto al valor energético.
En comparación con las gramíneas, la disminución del contenido proteico con la edad de la hierba es mucho
más lenta en las leguminosas, e incluso podría decirse que son más aptas para la alimentación después de la
floración que antes de la misma, ya que en este estadio el contenido proteico puede ser demasiado alto en
comparación con un escaso porcentaje de fibra.
Debido a estas circunstancias cualquier rastrojo o pasto seco de leguminosas tiene mayor valor alimenticio
que otro equivalente de gramíneas.
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Las partes aéreas de las leguminosas son las más ricas en nitrógeno, especialmente semillas y hojas.
En cuanto al contenido de distintos elementos químicos, se observa cómo los valores de elementos tan
esenciales como son fósforo, magnesio y calcio suelen ser superiores en más de un 100% en las leguminosas,
especialmente de los dos últimos.
*MÉTODOS DE EXPLOTACIÓN DE LA PRADERA.
El pastoreo libre o continuo.
El pastoreo libre consiste en dejar el ganado suelto en parcelas muy grandes, sin tratar de dirigir o racionar su
alimentación.
Al comienzo de la primavera, los animales se ven literalmente enterrados en la abundante masa de hierba en
crecimiento, y sólo la utilizan parcialmente, separando y escogiendo la que más les agrada.
En verano, las especies pratenses endurecen, se lignifican, por lo que el volumen del forraje verde que ofrece
la pradera al ganado disminuye fuertemente. Existen regiones que sufren de sequía en las que puede suceder
una penuria de forraje, con la natural pérdida de peso de los animales.
El pastoreo libre es un método de explotación que solo requiere una ligera vigilancia por parte del dueño de la
explotación, vigilancia que puede ejercerse desde bastante lejos, a veces; se trata de un sistema de pastoreo
que conviene fundamentalmente al ganado de carne o al que esté en crianza, pero no al lechero.
Frecuentemente, el ganadero vende su ganado, por lo que todos sus conocimientos y sus esfuerzos se orientan
más hacia la venta de los animales que hacia el cultivo de las praderas.
Tras el período del verano sobrevienen las lluvias de Septiembre y Octubre: el césped reverdece, el rebaño
encuentra de nuevo hierba abundante, y frecuentemente los animales permanecen en la pradera hasta
Noviembre o Diciembre, apurando los brotes jóvenes.
Inconvenientes del pastoreo libre:
Es un sistema de aprovechamiento de las praderas que no exige al agricultor ni conocimientos técnicos, ni un
trabajo continuo, ni tampoco gastos. Sin embargo, posee muchos defectos:
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1. − Los animales despilfarran la hierba en primavera: en esta época, el crecimiento es demasiado rápido para
que pueda adaptarse a él el consumo. Las especies precoces se lignifican muy rápidamente. Las hojas
demasiado largas no son fáciles de pastar. El animal elige lo que le agrada y deja el resto. Tal despilfarro,
puede evaluarse, según los casos, en un 30% o un 50% de la hierba producida en este período.
2. − El animal vuelve, a menudo, a buscar lo que prefiere: las hojas jóvenes, tiernas, de las plantas al
comienzo de su vegetación. Tenderá a cortarlas a ras cada vez que rebrote, sin permitirles tiempo para que
descansen.
De esta forma, y a consecuencia del empleo liberal de la pradera, que conduce a la formación de zonas
desechadas habrá también pastoreo excesivo y se fatigarán las especies más apetitosas. De esta forma, el
equilibrio floral de la pradera se verá rápidamente turbado.
3. − El pisoteo del ganado es muy peligroso ya que no se someten a ningún control. Este apelmazamiento
nefasto no hará sino acentuar la desaparición de las especies más productivas, agravando los estragos del
pastoreo excesivo.
4. − La falta de cuidado y vigilancia entraña siempre una ausencia de fertilización mineral: es poco probable
que el agricultor aporte a estas praderas extensivas un abonado mineral equilibrado.
5. − El sistema de pastoreo libre acentúa los defectos de las praderas naturales y la irregularidad de su ritmo
de producción. A la abundancia de la primavera le sucede la penuria del verano, siendo preciso esperar al
otoño para encontrar de nuevo una brotación de vegetación verde. Por tanto, un tipo de producción como esta
no es precisamente la ideal para la alimentación del ganado, cuyas necesidades son relativamente constantes.
Puede adaptarse mejor, en cambio, a los animales de engorde o cría.
Necesidades de supervisar el consumo.
Los inconvenientes del pastoreo libre superan ampliamente a sus ventajas, razón por la que sólo puede
justificarse cuando haya de hacerse lejos de la explotación, o cuando la falta de mano de obra sea crucial. Lo
mismo si se trata de atender preferentemente a las necesidades el ganado como de mejorar la calidad de la
pradera, no podemos por menos de condenar semejante práctica.
La fisiología de las gramíneas y las leguminosas nos ha hecho comprender que el pastoreo libre es una
practica desafortunada, porque:
1. − Hace desaparecer las especies más productivas y apetitosas, multiplicando las precoces y bastas.
2. − Impide la creación de reservas y no permite el aprovechamiento de la hierba en su estado óptimo, cuando
aparecen los esbozos de las espigas.
3. − Acentúa la parada vegetativa del verano.
El pastoreo rotacional.
Es uno de los métodos más conocidos para controlar la explotación de las praderas.
Implica la observancia de ciertas reglas, que pueden enunciarse de la siguiente forma:
1. − Conviene dividir la pradera en cercados; la presencia permanente del ganado se sustituye por otra
intermitente.
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2. − Estos cercados deberán recibir una importante fertilización equilibrada, en particular, una calidad
apreciable de nitrógeno.
3. − Cada una de estas parcelas deberá pastarse rápidamente. El ganado pasará de una a otra parcela, y entre
cada dos pasadas por una misma parcela deberá dejarse un tiempo suficiente para que se reponga.
4. − Se dividirá los rebaños en grupos homogéneos, clasificados con arreglos a sus necesidades características.
5. − La salida del ganado de una parcela se aprovechará para efectuar en la misma algunas operaciones:
limpieza de deyecciones, siega de los rodales de hierba despreciados por el ganado, etc.
Tratamos de comprender el fundamento de estas diversas normas, explicándolas sucesivamente:
−La división de la pradera en parcelas permitirá dar al ganado una alimentación de calidad bastante
homogénea: será mucho más fácil elegir un determinado estado vegetativo de la hierba en una parcela de 50
áreas que en una pradera de una decena de hectáreas. El agricultor puede elegir el momento ideal, bien en
función de la flora más o menos precoz o bien en función de la topografía.
Por consiguiente, la división en parcelas permite lograr una calidad más constante y aumentar el contenido de
la hierba en materia nitrogenada.
Por otra parte, sabemos que esta subdivisión elimina el enorme despilfarro que se observa en la primavera:
cuanto más pequeñas sean las parcelas, mayores rendimientos se obtienen.
Parece que el ideal sería subdividir el prado hasta obtener parcelas que equivalgan a dos tres días de pastoreo.
− La aplicación de un abonado abundante y equilibrado resulta indispensable para asegurar que crezca la
hierba vigorosa y rica en proteínas. De esta forma se podrá doblar la producción favoreciendo a las especies
pratenses mejores, que son también las más exigentes.
Sin abono, especialmente sin N, no puede haber hierba abundante y nutritiva. Los períodos de reposo que se
conceden a los cercados, pueden aprovecharse para efectuar las aportaciones de nitratos.
− La precocidad de la vegetación de cada parcela es lo que debe determinar la entrada del ganado a cada una
de ellas, con el fin de que pueda consumir la hierba el ganado en el orden que va alcanzando su estado óptimo.
A partir del momento en que el ganado abandone la parcela, la hierba necesitará un tiempo de reposo variable
según las diferentes estaciones.
− La división del rebaño en grupos homogéneos permite satisfacer mejor las necesidades de cada uno de ellos:
por cada parcela pasará en primer lugar el ganado lechero, que consumirá, la hierba mejor y más rica en N.
Seguirá después el de cría y el de carne, que aprovecharán lo que quede, ya que sus exigencias en proteínas
son claramente inferiores.
− Los períodos de descanso se aprovecharán para realizar las aportaciones de fertilizantes nitrogenados, así
como también para las limpiezas, esparcimiento de boñigas, siega de las matas que el ganado no consumió y
aplicaciones de purín cuando las lluvias lo permitan: esto será el complemento seguro para obtener una mejor
flora equilibrada y más vigorosa, al mismo tiempo que se reducen los eventuales despilfarros.
Inconvenientes del pastoreo rotacional.
1º La división del prado en pequeños cercados es costosa y bastante penosa de realizar: Se concibe sobre todo,
situando el agricultor dispone de superficies importantes de buena pradera natural. Es mucho más difícil de
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llevar a cabo en zonas muy parceladas, con explotaciones pequeñas.
2º Puede también reprocharse a este sistema el que no elimina por completo las pérdidas de forraje: se
reducen, es cierto, pero la estancia de los animales en el cercado durante tres días trae consigo algo de pisoteo,
selección de hierba y despilfarros.
Para paliar estos inconvenientes se ha ideado el método de pastoreo racionado o pastoreo en bandas.
Pastoreo racionado.
Consiste en desplazar el ganado todos los días, o incluso dos veces al día, a través de la pradera. La
disposición del ganado extremadamente densa sobre el pasto disminuye de forma muy considerable las
pérdidas de forraje y conduce a superficies diarias de pastoreo sumamente reducidas.
Este sistema de cercado móvil establecido en torno al rebaño y guiándolo a través de la pradera precisa casi
siempre recurrir a la cerca eléctrica.
La práctica demuestra que los animales aprenden enseguida a conocer las sacudidas violentas que motiva la
corriente eléctrica: una interrupción de la corriente, donde la misma, aunque sea de algunas horas, no perturba
la prudencia que el ganado toma respecto a la cerca eléctrica.
Con el fin de disminuir el tiempo de desplazamiento de los postes móviles, hay quien aconseja colocarlos en
zig zag, con lo que en cada desplazamiento sólo es preciso mover un piquete de cada dos.
Como podía preverse de su propia concepción, el sistema de pastoreo racionado conduce a una disminución
muy clara de las pérdidas y de la hierba que rechaza el ganado, por lo que se logra un rendimiento superior en
cada hectárea de pradera. En cambio, y al menos por lo que respecta a los animales muy exigentes, se observa
un descenso en su rendimiento individual.
Debido al hecho de que la concentración de ganado es muy alta y también es importante la restitución por
medio de las deyecciones, la limpieza de éstas, cuando sale el ganado, es muy aconsejable. Por la misma
razón, no se recomienda el paso de un segundo grupo de animales, ya que apenas existirán en la pradera zonas
que estén exentas de deyecciones.
En conclusión, el pastoreo racionado no supone grandes inversiones en cercas y sólo exige un poco de trabajo
de vigilancia diaria. Se adapta tanto a las explotaciones demasiado fragmentadas como a las grandes
superficies, que, no obstante deberán subdividirse previamente. Se delimitan parcelas que representan unos 7
u 8 días de pastoreo, por medio del hilo móvil que desplaza diariamente, lo cual permite obtener rendimientos
muy elevados por hectárea. Hay que tener bien en cuenta que el pastoreo racionado al igual que todos los
sistemas intensivos, debe ir acompañado de fuertes aportaciones de abono y sobre todo de N, así como de la
debida alternancia de siegas y pastoreo que permita la reducción del despilfarro de hierba. La siega de los
rodales que han sido rechazados por el ganado así como el esparcido de deyecciones, son prácticas
indispensables
El pastoreo por medio de estacas.
El sistema de pastoreo racionado puede considerarse como una "puesta al día" del método de pastoreo con
estacas. Se trata de uno de los métodos más antiguos de racionamiento que se conocen, y aún se practica en
muchas regiones, bajo el nombre de él " pastoreo al tercio. El animal estaba atado con una cuerda de tres a
cuatro metros de longitud, a una estaca en el suelo. El cadáver desplaza la estaca de 0,50 a 0,70 metros,
aproximadamente, varias veces al día. Como la cuerda de termina un radio de pastoreo muy reducido, el
despilfarro de hierba, evidentemente es muy pequeño; en primavera se asignan superficies de 60 a 80 m2 por
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cabeza y días. Por la mañana, el animal sólo dispone de una modesta la superficie de pradera fresca, lo que le
obliga a apurar los restos de la hierba que ya pastoreo anteriormente.
El pastoreo continuo intensivo.
Se caracteriza por los siguientes puntos:
−supresión de parcelas y de hilos eléctricos diarios: se pone a disposición del rebaño una superficie muy
importante, pactada al crecimiento de la hierba.
−carga importante.
−abonado de nitrógeno muy importante de al menos 300 a 400 kg/hectárea de nitrógeno, aplicado en
intervalos regulares sobre la totalidad de la superficie ocupada por los animales.
El pastoreo continuo e intensivo conduce a una pradera densa, tupida, de buena calidad y en las primaveras
húmedas presentan menos daños de pisoteo que en el pastoreo rotacional. El estado sanitario de los animales y
de su producción lechera son idénticos; no se observan las discontinuidades resultantes del paso de una
parcela a la otra. Pero en periodo seco hace falta utilizar las zonas de reserva, lo que lleva aparejado un mayor
consumo de concentrados.
La ausencia de parcelación facilita los trabajos de distribución del fertilizante y hace a los animales menos
pendencieros. Por el contrario, es necesario perder mucho más tiempo para concentrar el rebaño para el
ordeño. En total, la ganancia observada sobre la facilidad de mantenimiento de la pradera no resulta suficiente
para compensar las dificultades del ordeño y sobre todo, el aumento del gasto de concentrados. El estado de la
hierba es sin embargo irreprochable.
TRABAJO GRAFICO
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• URBANO TERRON, Pedro. − Tratado de Fitotecnia General. Ed. Mundi−Prensa. Madrid. 1995.
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