Introducción •

Anuncio
• Introducción
El trabajo que a continuación va a ser desarrollado, trata sobre la antigua Grecia y sus correspondientes
etapas históricas.
Las costas del Mundo griego eran bañadas por el Mar Egeo, en su gran mayorÃ−a. Este se constituÃ−a por
la Grecia continental, las islas del Mar egeo, y la costa occidental de Anatolia, incluyendo también las islas
de Creta y Chipre.
En cuanto a la parte Balcánica y penÃ−nsula del Peloponeso, es importante destacar que las condiciones no
eran idóneas para el asentamiento de una civilización, ya que presenta variaciones climáticas que oscilan
entre clima de montaña y clima mediterráneo, este último en zonas costeras. Tampoco acompañaban
las caracterÃ−sticas orográficas del terreno, ya que el 80% del terreno era ocupado por Montañas,
sobrepasando alguna los 2000m de altitud; ni su hidrografÃ−a, por lo que el suelo carecÃ−a de fertilidad.
Otro dato significativo es el de que las comunicaciones entre regiones no se realizaban por tierra, debido a la
existencia de barreras naturales como las cadenas jónicas; sino que utilizaban el Egeo, para comunicarse
entre sÃ− y con los pueblos externos.
Por lo tanto el Egeo se convirtió en el centro de la civilización griega, tanto geográfico como histórico,
en el que confluyeron tendencias europeas, griegas y asiáticas.
El Mar Egeo también fue la causa de los contrastes culturales e históricos, ya que si la comunicación
hubiera sido directamente por tierra, la difusión ideológica y cultural hubiera sido mucho más rápida y
estable. Debido a esta situación la costa de Asia Menor fue mucho más avanzada, por el contacto terrestre
con civilizaciones del mundo próximo oriental y por su fertilidad del suelo, hecho que afectarÃ−a a su
economÃ−a.
Sin embargo, la región extremo occidental era más atrasada, debido a las dificultades de abastecimiento y
comunicación.
La ubicación geopolÃ−tica de Grecia era extraordinaria, puesto que ocupaba el puente de comunicaciones
entre los continentes europeo y asiático. Debido a esto se forjó la civilización griega.
Dentro del territorio continental griego, se pudo hacer cultivo mediterráneo como cereales, vino, aceite…
aunque es la necesidad de grano y de recursos metalúrgicos lo que le mueve a comerciar con Egipto, Sur de
Rusia y Sicilia. Estos buscaban estaño, para hacer la aleación de bronce, en el exterior, por lo que lo
extrajeron de la isla de Chipre, de Asia Menor, sur de Italia y España. En cuanto a los recursos Naturales,
destacamos la Arcilla, cuya explotación favoreció el auge de la construcción.
Otro recurso del que era deficitario fue la Carne, aunque la suplieron con una dieta rica en pescado.
La necesidad de recursos dio lugar a la comunicación entre el propio “pueblo griego”, y también a la
colonización de territorios ajenos al Egeo, como anteriormente mencionamos, sur de Italia, Sicilia, Chipre,
España… entre otros.
aunque hablemos de colonización, no podemos afirmar que los griegos tuvieran una unificación polÃ−tica,
es decir un estado conjunto, aunque ellos si se consideraban culturalmente Griegos, debido a la similitud en la
lengua que utilizaban, es decir, la lengua era el cimiento unificador de su civilización, por supuesto
también las similitudes culturales.
1
Como conclusión, debo opinar que la forja de esta civilización es fascinante, y también su evolución,
que concluyó con la conquista por parte del Imperio Romano.
En el siguiente apartado profundizaremos más en aspectos históricos, ya que esta introducción se ha
referido a la geografÃ−a fÃ−sica y humana, y también a los recursos, indagando en ellos para entender el
establecimiento del pueblo griego en el Egeo.
• Desarrollo
La zona de Mundo Egeo fue poblada por primera vez hacia el 40000 a.C, en pleno PaleolÃ−tico medio,
momento del que tenemos restos de ocupación humana. Pero no es hasta el NeolÃ−tico, concretamente en
los siglos VI y IV a.C., cuando se asientan los primeros grupos.
Según la arqueologÃ−a, los centros que surgen en esta última oleada, no tienen sustrato anterior, por lo que
podemos suponer que no hubo población sedentaria en la zona. Esto indica que las innovaciones fueron
traÃ−das desde el exterior, o bien por migraciones o por invasiones, se supone ya que aparecen objetos
relacionados con oriente medio.
Dichos grupos dejaron restos lÃ−ticos, propios de una cultura pre cerámica. Sus sucesores, conocÃ−an la
agricultura y usaron la cerámica.
Según aparece en el libro “El mundo griego antiguo” de Françoise Ruzé, en la página 27, hacia el
año 3000 a.C., después de las llegada de la población neolÃ−tica, aparecen migraciones anatólicas que
se encargan de introducir el metal, esta colonización se relaciona con las primeras CÃ−cladas.
Tras la fragmentación del pueblo indoeuropeo, los griegos arriban a la zona hacia el 1950 a.C.
aproximadamente, desde el sur de Rusia. Dicha fragmentación la divide en dos partes, una que cruza a
través de Anatólia, otra que baja desde el norte, hasta el Peloponeso, sin entrar en Creta.
Después del establecimiento de los indoeuropeos, se desarrolla la civilización micénica.
Como mencionamos anteriormente, es desde Anatólia de donde procede el conocimiento del metal, esto
puede ser lógico ya que las sociedades próximo orientales ya conocÃ−an el proceso de fundición del
metal o metalurgia.
Esta innovación, supuso que se implantara una sociedad urbana, estratificada, al menos entre productores y
administradores.
Una de las sociedades urbanizadas más conocidas fue la civilización Minoica.
La civilización Minoica tiene una cronologÃ−a entre el 2800 y el 1450 a.C. Dicha sociedad se implanta
sobre la cultura neolÃ−tica existente en la zona de Creta y se asocia con los grandes palacios cretenses,
aunque según datos arqueológicos, no existen los palacios hasta el año 2000 a.C.
Por lo tanto, podemos considerar la isla de Creta como la región más avanzada del espacio egeo en el siglo
II a.C., destacando también sus relaciones comerciales con Egipto, Siria y la penÃ−nsula de Anatolia, por
otra parte también contactos culturales, es decir, “se nutre de influencias culturales externas pero a su vez
difunde su propia cultura” Gonzalo Bravo,” Historia del Mundo Antiguo, una introducción crÃ−tica”.
Como anterior mente mencionamos, la sociedad minoica no construyó palacios hasta el año 2000 a.C., por
lo que dividimos su cronologÃ−a en dos épocas, la época Protopalacial que va desde el 2000 hasta el
1700 a.C., y la época Palacial que consta desde el 1700 hasta el 1400 a.C.
2
Para describir la situación de la zona en esta época utilizamos datos homéricos. Según este, en Creta
habÃ−a 100 ciudades, aunque esto no concuerda con los datos aportados por los yacimientos arqueológicos.
Realmente no podemos hablar de ciudades, sino de estructuras palaciales evolucionadas con control sobre las
zonas anexas. Debemos destacar palacios como Cnosos, Festos, Hagia trÃ−ada, Mirtos y Mallia.
Probablemente Cnosos ejerció cierta hegemonÃ−a sobre la isla, controlando los demás palacios, que eran
gobernados por sus vasallos, es decir por la realeza local. Aunque poniendo en duda la “capitalidad” de
Cnosos, debemos indicar también que estos palacios pudieron ser principados independientes gobernados
por un rey, ni divino ni vitalicio, ya que tenÃ−an que renovar su poder enfrentándose al Mino tauro o dios
toro. Debo añadir también que si Cnosos era la posible capital, y ejercÃ−a cierto control sobre los
demás palacios, es porque existÃ−a una sociedad bastante jerarquizada, que se basaba en la explotación de
los recursos económicos del resto de los palacios; es probable que estemos ante un sistema polÃ−tico
innovador para la época.
Por tanto tenemos una economÃ−a basada en la búsqueda de metales, con una artesanÃ−a y orfebrerÃ−a
desarrollada.
Estos realizaron grandes vasijas que sirvieron de almacén para el lÃ−quido y el grano. Aunque los pocos
almacenes encontrados nos indican la baja productividad de la tierra. Si hay especialistas en una sociedad,
como orfebres o artesanos, a tiempo completo, es que estamos ante una sociedad jerarquizada. Esto último
también se refleja en los diferentes tipos de tumba, uno para cada posible status social. Destacamos el
“Tholoi” que era la tumba de la realeza, la “cámara”, tumba de la aristocracia y la tumba individual donde
yacÃ−a la base de la población.
En cuanto a la religión, en Creta predominaban las deidades femeninas. Esto puede ser indicador de la
existencia de una sociedad matriarcal, pacÃ−fica y sin armas, aunque todo esto está por demostrar.
Avanzando cronológicamente, la siguiente que ocupa el espacio egeo es la Civilización Micénica
(1700-1200 a.C.)
En dicha civilización, probablemente el rey consiguió su poder por la fuerza, ya que en los objetos
arqueológicos, la guerra es el motivo iconográfico más frecuente.
Los micénicos establecieron una supremacÃ−a o “imperio” marÃ−timo, en el cual las estructuras palaciales
controlaban el terreno de sus alrededores, en modo de ciudad- fortaleza.
Se instaura también, de forma autoritaria, una sociedad patriarcal, en la que en el culto religioso aparecen
deidades masculinas.
En cuanto a los elementos arqueológicos, destacamos varios como:
Los palacios, que se caracterizaban por su emplazamiento en colinas altas, reforzando asÃ− sus cualidades
defensivas.
Estos a su vez estaban rodeados de murallas con un grosor de 6 metros aproximadamente.
En cuanto a la planta, estos se erigÃ−an entorno al “megaron” que es un gran patio central, probablemente
hipetro, rodeado por columnas; en las estancias auxiliares, destacamos el empleo de ventanas estrechas, por lo
que pudo servir de refugio a la población de extra-muros.
Destacamos palacios como Cnosos, Pilos, Micenas, Tirinto y Tebas.
3
Por otro lado estaban las tumbas, más conocidas como “Tholoi” que constan del “Dromos”, pasillo mediante
el que se accedÃ−a a la cámara.
Estas tumbas tenÃ−an forma semicircular, sostenida por una bóveda falsa, cuya estructura era recubierta con
tierra.
La puerta de la tumba constaba de un dintel con forma triangular, similar a la de la Puerta de los Leones.
También existieron otro tipo de tumbas como las de cÃ−rculo A y B, descubiertas por Schliemann. Las
tumbas reales eran excavadas hasta 3 metros de profundidad, y rodeadas por un muro circular que servÃ−a de
aislamiento.
Dentro de estas encontramos ajuares en oro, caracterÃ−stica de los reyes; armas, ajuar caracterÃ−stico de la
aristocracia; y la cerámica, caracterÃ−stico de la base de la pirámide social.
En cuanto a la cerámica, se sucedieron diversos estilos, que se corresponden a niveles estratigráficos.
La cerámica es un elemento fundamental ya que transmite información, de si fu producida local o
regionalmente, sobre su iconografÃ−a, cultura, ideologÃ−a…
Produjeron dos tipos de cerámica, pintada, que era destinada al comercio exterior. Este tipo de cerámica
implicaba un alto grado de especialización, por lo que supone la utilización de fuerza de trabajo superior a
la de un taller artesanal de un particular; y cerámica común, de uso domestico.
Dicha cerámica pintada fue encontrada por zonas del continente europeo, por Siria y Egipto, lo que nos
indica que establecieron grandes redes comerciales, o como autores lo denominan, un autentico imperio
comercial.
Como mencionamos anteriormente las armas eran el ajuar de la aristocracia. En esta época realizaron gran
variedad de armas como cascos, en bronce; escudos de doble coraza; y flechas y espadas, que se encontraron
en tumbas del cÃ−rculo A.
Del estado y la sociedad micénica, extraemos información de las tablillas que sobrevivieron a la
devastación.
Dentro de estas encontramos información como nombres de funcionarios, de la estructura social, del
régimen de propiedad y de la organización fiscal y militar del terreno.
La sociedad micénica era piramidal, en cuya cúspide se encontraba el “Wa-na-ka” o rey; este era el
responsable de la acumulación de tributos que eran ofrendas a palacio; tenÃ−a la máxima autoridad
religiosa, siendo responsable del culto y sacrificios humanos; y por supuesto, controlaba la administración,
nombraba funcionarios, supervisaba el ejercito, aunque no era el jefe supremo del ejército.
Debajo del rey encontramos a los funcionarios de palacio o baja nobleza y al “Ra-wa-ke-ta”, que era el jefe
del ejército.
Por debajo estaba la Alta nobleza, vinculada a la aldea; y el “Qasireu” que controlaba a los artesanos
dependientes de palacio y supervisaba la distribución de las materias primas.
Por debajo de estos, encontramos a los “Eqeta”, que eran los sacerdotes; los “Tereta”, que eran los jefes de los
clanes y a su vez tenÃ−an funciones religiosas; los “Akosota”, que supervisaban el cultivo de los terrenos
pertenecientes a palacio; y por último los “Wedaneu”, que eran los encargados de los cultos y de los
4
escribas, estos constituÃ−an el grado más bajo de la administración provincial.
En cuanto a la división provincial, el reino constaba de subdivisiones administrativas conocidas como
provincias, 2 en concreto, que se catalogaban según la cercanÃ−a a palacio, es decir, la provincia cercana y
la provincia lejana.
Este conjunto se subdividÃ−a a su vez en 16 distritos, y a su vez en sub distritos, donde se ubican las aldeas.
Al frente de las provincias estaba el “Duma”, que era el representante del rey; este a su vez asistido por el
“Damokoro”, que era el tesorero, y por el “porodumate”, que tenÃ−a funciones religiosas.
Al frente del distrito estaba el “Korote”, quien representaba a las aldeas, y el “porokorote” que era su
ayudante.
Dentro de los sub distritos, el “watewa” era la autoridad local, mientras que el “akoro” era el jefe de los
campos.
Todos estos se encargaban del funcionamiento de la sociedad, la polÃ−tica y la economÃ−a, inclúyase
también el comercio; de la organización militar tenemos indicios por las tablillas Oka, por lo que la
defensa del reino descansa sobre el sistema Oka, constituido por puestos militares, que ocupan todo tipo de
guerreros.
Al frente de todos los Oka estaba el Ra-wa-ke-ta, que era jefe del rawo o pueblo armado, es decir, similar al
actual jefe supremo del ejército, representante a su vez de la nobleza guerrera y de la aristocracia militar.
TenÃ−a un poder comparable al del rey. Cada Oka estaba gobernada por el moroqa.
Dentro del mundo micénico, la estructura administrativa se sostenÃ−a por el sistema de distribución,
explotación y control sobre la tierra.
Es importante destacar, que el pueblo productor o “Damos” no está dentro de una categorÃ−a social, sino
dentro de una categorÃ−a jurÃ−dica. También constaban de campesinos libres que explotaban una parte de
las tierras.
Los esclavos o “Doero”, que eran el status más bajo de la sociedad, explotaban otra parte de la tierra, aunque
estos dependÃ−an de particulares, o de templos.
ExistÃ−an 3 tipos de parcela de tierra, la primera “Mora” perteneciente a los “Moroqa”; en segundo lugar
“Kama”, que eran propiedades particulares; y en tercer lugar aparecen las “Kotona”, que a su vez se
dividÃ−an en “Kitimena”, que eran propiedades del rey, y “Damos” que eran tierras comunales, Cedidas a
particulares para su explotación, y también al “Rawaqeta” al que se le cedÃ−a un tercio de la propiedad
real.
Sin embargo, el sistema de reparto era controlado desde el palacio, desde donde se imponÃ−a un tributo, que
la parte baja de la sociedad tenÃ−a que pagar; es decir, si hay una parte exenta del pago del tributo quiere
decir que estamos ante una sociedad de privilegiados y no privilegiados.
Es importante destacar también que en esta civilización, gran parte de los recursos económicos
procedÃ−an del comercio, proporcionando abastecimiento, por un lado del personal de palacio y del templo,
por otro lado de las aldeas y ciudades.
Como consecuencia, los artesanos tenÃ−an que tener una producción continua de bienes de uso cotidiano, y
artÃ−culos de lujo, que por supuesto, eran reclamados por la nobleza.
5
El palacio tenÃ−a como función principal la redistribución de la riqueza, centralizando la producción y la
distribución, controlando asÃ− los niveles de consumo.
La consecuencia de dicho control, es que los artesanos, comerciantes y mercaderes, al servicio del palacio,
eran los soportes fundamentales de la economÃ−a.
En cuanto a la distribución de los trabajos, los artesanos trabajadores del metal, como oro, plata, plomo,
estaño y bronce, se dedicaban a la fabricación del equipamiento militar, tal como dagas, cascos, escudos,
corazas…
Dentro de este gremio, destacamos también a los orfebres, que fabricaban productos de lujo para la corte,
panaderos, ebanistas, artesanos de industria textil…
Estos estaban dentro de status sociales libres o esclavos, por lo que obtenemos la evidencia de sociedad
estratificada.
Podemos afirmar también que la diferenciación social era más horizontal que vertical, y por supuesto,
también habÃ−a diferencias entre la estructura palacial y el régimen de aldea. Esto sucedÃ−a porque no
toda la actividad realizada en el “reino” era conocida por el palacio.
Este factor, junto con la rivalidad existente entre estructura palacial y de aldea; la diferenciación por
consideración fiscal, es decir privilegiados y no privilegiados; y la diferenciación entre propietarios y
productores, tanto libres, como esclavos, fueron los elementos que desencadenaron la desintegración del
sistema micénico.
A partir de este momento, es cuando hablamos de cómo llego al fin este sistema, que curiosamente
desaparece en momento de auge.
En este periodo, S XIII a.C., tenemos constancia de un conflicto en la zona de Asia menor, donde el ejercito
micénico entra en decadencia; por lo que se produjo el ataque a Micenas. Desde este momento se construye
una muralla en el istmo de Corinto, también se construyeron otras murallas, que son claras evidencias de
que habÃ−a conflictos, probablemente internos, aunque tampoco se descartan los externos.
Debido a dichos conflictos, en el periodo IIIb, se produce la deserción y desaparición de los asentamientos,
y la destrucción de los palacios, aunque Yolcos, en Tesalia, y Atenas no fueron destruidas.
Se sabe que dichas destrucciones se produjeron por incendios, aunque barajan la posibilidad de otros factores
tales como: cambios climáticos drásticos, por lo que la población tuvo que emigrar; posibles causas
humanas, como la invasión de los dorios, aunque esta es una teorÃ−a muy debilitada; y también causas
endógenas, que son las más probables, como el desmembramiento del poder polÃ−tico centralizado,
producido por la rivalidad entre monarquÃ−a y nobleza, o por la imposición de la alta nobleza sobre palacio,
mediante el usufructo territorial. También se plantea el que después de estos sucesos la nobleza
suplantara al rey en su puesto.
Otro factor muy importante, es el desajuste entre los recursos para mantener a las clases altas y la existencia o
falta de los mismos, por lo que este sistema, es probable que se derrumbara por su propio peso.
Después de la destrucción de la hegemonÃ−a micénica, aparece la Dark Age, que va desde finales del
siglo XIII a.C. hasta finales del siglo VIII a.C. coincidiendo con el principio del mundo arcaico griego.
La Dark Age es un periodo que se divide en 2 fases: por un lado tenemos la época de decadencia, entre los
siglos XII y X a.C.; y por el otro lado, el proceso de recuperación que va desde el 900 hasta el 750 a.C.
6
Según la arqueologÃ−a, aparecen fases como: el Sub micénico, el Protogeométrico, Siglo XI a.C. y
desde el 900 a.C. el Geométrico ateniense. No se sabe si hay continuidad entre dichos periodos, ya que
según la región se obtienen diversos resultados.
En cuanto al periodo Sub micénico, podemos afirmar que perduró en áreas como Ótica, Tesalia, Mileto.
AquÃ− se encontraron depósitos de cerámica que revelan una segunda ocupación en el Siglo XII a.C.
Dichos asentamientos eran más pequeños que el original y más dispersos, tenÃ−an ajuares más pobres,
y un nivel de producción y de comercialización más bajo.
Pero es a partir del siglo XI a.C. cuando se introduce el hierro, hecho que provoca la recuperación de la
producción y del comercio, produciéndose asÃ− un cambio cultural muy importante. El paso del bronce al
hierro permite salvar la economÃ−a, aunque no es hasta el siglo X a.C. cuando se produce un gran aumento
demográfico.
Aun en la actualidad no se sabe cómo se transmitieron las enseñanzas de la metalurgia por el Mundo Egeo,
aunque se barajan posibilidades, una de ellas es que el grupo micénico superviviente, probablemente
difundió las técnicas metalúrgicas por mar, produciéndose una difusión inmediata. Dichas técnicas
probablemente procedÃ−an de Chipre.
Es importante destacar también que el cambio tecnológico proporciona mejoras en las condiciones de
vida.
En este momento también se recupera el uso de la piedra, fundamentalmente para la construcción de
viviendas, que pasan de planta oval a plata rectilÃ−nea.
Desde el punto de vista arqueológico distinguimos 3 áreas: la primera área, es la central o Egea, que
seguÃ−a beneficiándose del sustrato micénico, ya que utilizaron sus rutas marÃ−timas.
La segunda área, es la occidental, en la que se difundió la cultura sub micénica, que fue el producto de la
evacuación de la población micénica; y la tercera área, es la Meridional, en la que se encuentran menos
restos arqueológicos, excepto en la isla de Naxos, es en este lugar donde surge su propia cultura.
Como mencionamos anteriormente, la Dark age se sub dividÃ−a en 2 partes: la etapa de decadencia, que
correspondÃ−a al periodo entre los siglos XII y VIII a.C., fue una periodo de inestabilidad polÃ−tica, debido
al declive micénico, y en la que se produjo un descenso demográfico, fue una reducción de la población
muy drástica, exactamente ¾ de la población aproximadamente.
Sin embargo, el periodo de recuperación, que corresponde a la cronologÃ−a del siglo X al IX a.C., la
población estaba concentrada en comunidades cerradas que no se relacionaban entre sÃ−. Es un periodo en
el que desaparece el sistema palacial, ya que el estado no se mantenÃ−a, y en el que se produce una
atomización del sistema palacial, es decir aparecen pequeñas unidades de organización polÃ−tica y
social, que eran comunidades estables y autosuficientes, cuyos jefes polÃ−ticos, más conocidos como
“basileus” en los poemas homéricos, eran también jefes militares.
En esta nueva organización polÃ−tica, no existe la sociedad piramidal, ya que aparece una masa poblacional
con recursos escasos, en detrimento de las clases intermedias que desaparecen. En esta masa poblacional, la
riqueza o la pobreza definÃ−an el status del individuo.
En esta etapa desaparecen también la escritura, las tumbas monumentales, los palacios, las murallas, los
templos…
7
Pero no todo iba a ser malo, ya que el suelo para cultivar aumenta, por lo que mejora la dieta de la población,
favorece además la sedentarización de la población, es decir los asentamientos son más estables.
Otro factor que contribuyó a la recuperación de la economÃ−a, fue la introducción y difusión de la
metalurgia de hierro, además de la implantación del protogeométrico.
El mar Egeo se convierte en el mar exclusivo de los griegos, y comienzan los asentamientos en la costa de
Asia menor.
Debido al hecho anteriormente expuesto, se produce la reactivación del comercio entre griegos, comercio
que abarca la penÃ−nsula, las islas del Egeo y la costa de Anatolia. Esto favorece el desarrollo del nuevo
sistema que se basaba en la propiedad privada, frente a la propiedad comunal anterior.
Después de desglosar las dos etapas de la Dark Age, es importante profundizar en los movimientos
poblacionales que se produjeron en dicha época. Tras el declive micénico, las migraciones se produjeron
hacia el este; estas eran poblaciones con diferentes dialectos, que tenÃ−an intenciones de asentarse en las islas
del Egeo y la costa minorasiática, que estaba prácticamente despoblada. AquÃ− encontramos la ciudad de
Mileto, que era micénica, la ciudad de Troya, que controlaba la parte norte de la penÃ−nsula, y Rodios,
ciudad que controlaba la parte sur.
Estos movimientos migratorios del II milenio antes de Cristo, tuvieron como consecuencia la configuración
del mapa lingüÃ−stico en tres áreas, septentrional, central y meridional, que se correspondÃ−an con los
principales dialectos que eran, el Eolio, Jónico-ático y el Dorio.
Dichos movimientos fueron favorecidos por la descomposición de los grandes imperios próximo-orientales.
Los asentamientos Eolios se situaban en la Isla de Lesbos y en la parte oriental (Mitilene). Estos se asentaron
antes de la guerra de Troya, según Cook, su asentamiento no se creó después del año 1000 a.C. aunque
en Troade no hay asentamientos hasta el SIII a.C.
Herodoto menciona la existencia de dodecapolis, que eran ciudades situadas entre el valle del Caico y el golfo
de Esmirna, cuya ciudad más importante de la región Eolia fue Cyme.
Estas ciudades formaron la Liga Eolia, junto con Lesbos, que ocuparÃ−an la Troade destruyendo la ciudad de
Troya.
Otra masa poblacional que supuestamente entró en el Mundo Egeo fueron los Dorios, alrededor del 1200 al
1050 a.C.
Sus orÃ−genes son inciertos, Homero, en la IlÃ−ada, hace mención de Dorion, un asentamiento en el reino
de Pilos.
En la Odisea, los sitúa en Creta, concretamente en la parte oriental de la isla, en la que conviven con Aqueos,
Cretenses y otros pueblos de origen egeo.
Según Estrabón, los Dorios proceden de Tesalia, concretamente del PaÃ−s llamado Doris, situado en la
región de la Dóride, que es interior y sin acceso al mar. Esto último choca con la información
proporcionada por homero en el catálogo de naves que se envÃ−an a la guerra de Troya, mandados por el
descendiente de Heracles, héroe Dório por excelencia. Estrabón indica que la población de las islas del
Egeo son Dorias.
Según Herodoto, el pueblo Dorio está en continua migración, hasta la llegada al Peloponeso, e indican
8
que proceden de la región montañosa del Pindo, de donde huyeron debido a la presión de los Cadmeos.
En el “Mito del retorno de Heráclidas”, se refleja que los Dorios pasaron tiempo en Ótica, concretamente
en Maratón, en Lócide, donde fundaron Naupacto, en Rodas donde se asentaron un numeroso grupo, y en
Fócide, en la región de Delfos, donde pedÃ−an consejo al oráculo.
TucÃ−dides afirma que las migraciones de los pueblos hacia Grecia peninsular se iniciaron después de la
guerra de Troya, que coincide con la destrucción de los palacios micénicos, que según Herodoto fue
antes del 1250 a.C. y según Eratóstenes fue antes del 1183 a.C.
TucÃ−dides afirma que los Dorios fueron la tercera migración importante detrás de Tesalios y los Beocios.
Según dicho autor, la estancia temporal de los Dorios en la Doride es temporal, ya que se trasladaron hacia el
Pindo, bajando con el tiempo hacia Grecia central, a Etolia donde se establecieron.
Desde Etolia se barajan dos posibilidades de migración, la primera es la que aparece en el “Ciclo mÃ−tico
del retorno de Heráclidas”, que propone la llegada al Peloponeso a través del Istmo de Corinto.
Y la segunda posibilidad es la versión de PausanÃ−as, aunque esta es ya de tradición tardÃ−a, propone que
llegan al Peloponeso por mar, y desde aquÃ− penetraron a la región de Arcadia. Esta versión se basa en la
existencia de la muralla micénica en el istmo, ya que serÃ−a un obstáculo para cruzar a pié. También
añade, que debido a dicha invasión por mar se inician las evacuaciones de los reinos micénicos.
Esto provoca el desplazamiento de la defensa micénica a la periferia, lo que provoca el debilitamiento del
sistema palacial micénico, debilidad aprovechada por los factores endógenos o exógenos, por lo que se
puede suponer que hubo una rebelión interna en los grupos privilegiados.
Los finales de la Dark Age, estuvieron marcados por signos de recuperación, como por ejemplo el hecho de
que la cerámica Protogeométrica Ateniense se desplaza al resto de los mercados del Egeo.
El siglo IX a.C. comienza la recuperación de la vida urbana, aunque es sin duda el siglo VIII a.C. en el que
se recupera el uso de la escritura, adaptándose al alfabeto griego, que procede del alfabeto Fenicio.
Se recuperan las relaciones entre los pueblos situados en el Mar Egeo, cuya prosperidad provoca un aumento
demográfico.
Aunque la situación polÃ−tica no cambia, ya que continúan los pequeños estados; pero lo que sÃ−
sucede es que las instituciones y la sociedad se hacen mucho más complejas.
Debido a todos estos factores, a mediados del siglo VIII a.C. surge el modelo que caracteriza a las Polis, que
es el de apertura, dinamismo y autonomÃ−a polÃ−tica.
Es Importante mencionar que la ciudad-estado no fue creada por los griegos, ya que existÃ−an en el
Próximo oriente, aunque fue la forma esencial de convivencia griega durante siglos.
Ya en los poemas homéricos aparece el término Polis, aunque se refiere a acrópolis, donde en un primer
momento se situaba el palacio del rey, para después ser sustituido por la residencia del dios o diosa local.
Sin embargo, HesÃ−odo demanda los abusos de la nobleza, lo que implica la existencia de una comunidad
polÃ−tica organizada, en la que los reyes fueron desplazados por los nobles.
Con todo esto, la obra de HesÃ−odo apunta a la existencia de una polis aristocrática.
9
La ciudad-estado se configuró a lo largo del siglo VIII a.C., y en dicha configuración intervinieron factores
tales como, un aumento demográfico, que desbordó el marco de los “oikoi” que se basaban en lazos de
parentesco; otro factor muy importante fue la fusión de aldeas, que anteriormente pertenecÃ−an a tribus,
surgiendo asÃ− la Polis.
Se produjo también la integración del mundo urbano con el rural, lo que fue la base del nuevo sistema de
organización polÃ−tica.
El sistema Polis se mantuvo durante todas las épocas griegas, y en buena parte del periodo HelenÃ−stico.
Dicho sistema se configuró primero en la penÃ−nsula de Anatolia, después en las islas del Egeo, y la zona
del litoral peninsular, desde donde pasó a la Grecia continental.
Este sistema se encargaba de organizar la vida de la comunidad, y mediante el cual se regulaban los derechos
y deberes de los ciudadanos. Estaba constituido por un conjunto de ciudadanos, privilegiados y no
privilegiados, y en el que residen personas no consideradas ciudadanos, y que no podÃ−an participar en la
vida polÃ−tica.
La polis abarca la ciudad y los territorios contiguos, incluidos las aldeas, por lo que es identificada como un
estado. (G.Bravo- Historia del Mundo Antiguo, una introducción crÃ−tica, página 188).
Dentro del área urbana aparecen subdivisiones o espacios, entre los que podemos destacar: el Ógora, que
era el mercado urbano; la Acrópolis, que era el centro religioso; Lugares públicos, reservados a la
residencia real y edificios institucionales como el Pritaneo y el Boulonterion; y por último, el área privada,
que es donde encontramos las viviendas de los particulares.
Como mencionamos anteriormente, la polis abarcaba el territorio contiguo, denominado “Chora”, muy
importante ya que sin él no podrÃ−a existir la polis.
En el caso de Esparta, se anexionan el Peloponeso, en concreto las zonas de Laconia, Mesenia, Arcadia,
constituyendo asÃ− un imperio.
Atenas, se anexionó la región Ótica, mientras que ciudades del Istmo como Corinto, Mégora y Sicion,
disputaron un territorio más pequeño.
Aunque se afirma que la expansión del territorio no fue un factor condicionante para la configuración de la
polis, si que puede apreciarse que las polis con más Chora, tuvieron un mayor desarrollo, que constituyó la
base económica de la polis.
En los lÃ−mites de la Chora, se construÃ−an templos del dios caracterÃ−stico de cada ciudad, para demarcar
y demostrar a quien pertenecÃ−a dicho territorio.
En este momento, la necesidad de defensa, hizo que se reforzara el ejército con soldados autónomos, que
pudieran costearse un equipamiento militar.
Después de la transición desde la Dark Age, entramos en la à poca Arcaica.
En cuanto a la organización polÃ−tica, destacamos instituciones, dentro de la polis, como la asamblea, que
se formaba por todos los ciudadanos con derechos polÃ−ticos, que se encargaban de votar leyes o tomar
decisiones que afectaban al resto de la comunidad; el Consejo, más común en regÃ−menes cerrados, estaba
constituido por un grupo de ancianos, que preparaban proyectos de ley, que debÃ−an ser votados en la
asamblea.
10
Estos también elegÃ−an a los Magistrados o “Arcontes”, que se encargaban de la gestión pública de la
comunidad, a la que a su vez tenÃ−a que rendir cuentas. También existÃ−an órganos especiales como el
Aerópago ateniense, los Tribunales PritanÃ−as, e instituciones federales de carácter religioso, como la
Anfictionia, militares como Symmadria.
Dichas instituciones eran entre polis que aún conservaban su autonomÃ−a.
En cuanto a la economÃ−a, la tierra era la fuente de riqueza básica, aunque esta se fortalecÃ−a con las
relaciones comerciales.
Dichas relaciones se hacÃ−an primero entre el Espacio Egeo, pero poco después alcanzaron las costas del
Mar Negro y Egipto entre otros lugares, sobre todo en busca de metales.
Desde el siglo VIII a.C. comienza la expansión colonial a través del mar Adriatico, estableciendo puestos
comerciales como Emporia y Apoileai, y también en las costas del sur de Asia.
Ya en el siglo VI a.C. se establecieron en Massalia, actual Marsella y Emporion, la actual Ampurias,
controlando asÃ− las relaciones en el Mediterráneo, aunque no monopolizaron el comercio marÃ−timo,
debido a las evidencias encontradas de presencia fenicia. Más tarde surgieron tratado que regularon los
derechos de comercio, que eran aplicados a embarcaciones extranjeras.
El comercio facilitaba a Grecia materias primas que no tenÃ−a, y a través de este realizaban intercambios
de manufacturas y cerámicas.
Los beneficios del comercio generaron un nuevo grupo social, cuya riqueza no se basaba en la posesión de
tierras. La presión social de estos hizo que las polis fueran más abiertas.
En estas circunstancias surge la moneda, concretamente a principios del s VI a.C. y en el Espacio Egeco.
Esta se difundió primero por las islas y ciudades costeras, como Eubea y Corinto, para más tarde difundirse
por la Grecia peninsular y continental, gracias a los Jonios.
La moneda de esta época constaba de un sello con el nombre de la polis emisora y que garantizaba el valor
oficial.
El sistema de la polis entró en crisis en el siglo VIII a.C. aproximadamente, debido entre otros factores a la
escasez de tierras, lo que a su vez fue una de las causas de la expansión colonial, que va desde el siglo
anteriormente citado hasta la época clásica. En La primera fase, participaron en el proceso colonizador
islas y ciudades costeras del istmo de Corinto.
A parte, la escasez de las tierras se agudiza con el aumento demográfico que se produce en la época.
A su vez las pocas tierras eran demandadas, a pesar de estar en manos de la aristocracia, lo que generaba
pobreza dentro del campesinado. Por esto tuvo que producirse un reparto de tierras a los campesinos, que vino
bien ya que era requisito importante para acceder a la ciudadanÃ−a.
Debido a lo expuesto anteriormente, las expediciones coloniales eran agrÃ−colas y comerciales, y estaban
comandadas por los aristócratas.
Se establecieron colonias en la costa de Asia para extraer metales como Emporia, Al-Mina en Siria, y metales
procedentes de minas como Antitano y Armenia. De todo esto podemos deducir que otra causa de la
expansión colonial fue la escasez de metales.
11
La colonización se inicia en el año 775 a.C., siendo Pitecusas (Isquia) el primer asentamiento colonial; en
el área Tirrenica los griegos encontraron mejores condiciones para el asentamiento que en la zona de
Propóntide y CalcÃ−dica.
Estos no seguÃ−an un patrón de asentamiento, ya que las primeras colonias se establecieron lejos de Grecia,
mientras que las colonias más modernas se establecieron cerca de Grecia.
Aunque si sabemos con certeza, que los emplazamientos primitivos fueron costeros, ya que debido a los
accidentes naturales era difÃ−cil acceder por tierra.
Esto entra en contradicción con la necesidad de tierra, por lo que los asentamientos fueron trasladados hacia
el interior.
También sabemos que tuvieron preferencia por las islas y las penÃ−nsulas, como Córcega, Sicilia, y
Potidea (CalcÃ−dica), y por supuesto que fueran tierras sin oposición de los pueblos locales.
En un primer momento, las colonias mantienen mucho más contacto con la ciudad promotora que con el
resto de polis. Aunque poco después, las colonias se asociaron, para defender intereses comunes, contra la
ciudad originaria; aunque generalmente las relaciones eran de amistan, reconociendo incluso el derecho de
doble ciudadanÃ−a.
En el periodo de formación de las polis surge un grupo de familias que se atribuye el derecho al control
polÃ−tico, más conocidos como “Basileis”; forma de gobierno muy común en Grecia hasta el siglo VII
a.C., que con el tiempo se atribuye el derecho de cargo hereditário.
Aunque a partir del siglo VII a.C. la monarquÃ−a es remplazada por la aristocracia, de forma pacÃ−fica o de
forma violenta, según el lugar.
Los aristócratas reclamaban también, que eran descendientes con pasado heroico que tenÃ−an origen
mÃ−tico o divino.
En este momento, la posesión de la tierra era un requisito imprescindible, para el acceso a la ciudadanÃ−a, y
por tanto la participación en el gobierno.
También es un momento en el que la TiranÃ−a se convierte en la alternativa para controlar el gobierno.
Según la República platónica, la TiranÃ−a era la degeneración de la monarquÃ−a, y aunque rey y tirano
reciben el mismo poder absoluto, se diferencia en que el primero lo ejercita bajo el Nomos y el segundo lo
ejercita aprovechándose de sus súbditos.
Aunque hay que decir también que los tiranos acumulaban todo tipo de atribuciones de poder, aunque no
consiguieron imponerse por las armas.
Estos son miembros de la aristocracia, que previamente controlaba una parte del poder de alguna magistratura
mediante el ejército, como Archón de Demos, es decir, desempeñando cargos militares como
“polemarca”. Desde aquÃ−, el tirano aprovechaba el descontento popular contra la aristocracia y la
inestabilidad polÃ−tica, para imponerse a sus rivales con las herramientas del Demos. Y para tener contentos
a todos, atiende a las peticiones de privilegios de los Kakoi y a la población urbana no propietaria que aspira
a la ciudadanÃ−a.
Una vez el tirano se convierte en gobernante, este se dedica a dictar justicia, a otorgar la ciudadanÃ−a, a
confiscar propiedades, a liberar deudas , a redistribuir tierras… también promovieron fundaciones
coloniales, emprendÃ−an programas de obras públicas…
12
En cuanto al contexto económico, las reformas sociales realizadas por el tirano eran acordes a la situación
de colonialismo de las polis.
Este nuevo régimen aparece sobretodo en ciudades con un comercio desarrollado como Corinto, Mégara,
Naxos, Lesbos…, y con gran expansión colonial, lo que provoca la desigualdad del desarrollo social y de las
riquezas.
Surgen por lo tanto nuevos grupos económicos, que no estaban integrados a la polis, por lo que reclamaron
los privilegios polÃ−ticos correspondientes a su posición económica.
La aristocracia basaba su poder en la concentración de la propiedad de la tierra. Con el comercio y la
colonización se generaron beneficios que crearon nuevas formas de riqueza, por lo que los ciudadanos no
pertenecientes a la “Guene” reclamaron el acceso a las magistraturas, ya que al ser sectores acomodados
urbanos ellos también tenÃ−an derecho a la ciudadanÃ−a.
El “demos” demostró a los aristócratas que deberÃ−an contar con el apoyo popular para controlar la vida
polÃ−tica.
Concretando casos, un gran ejemplo de tiranÃ−a que se convierte en oligarquÃ−a es la polis de Esparta.
La polis de Esparta, que es de origen Dorio, estaba formada por tres tribus, los Hylleis, los Dymones y los
Pomphiloi. Con el tiempo, estas tribus controlaron el poder, aunque más tarde un de ellas fue relegada del
mando provocando una configuración en el poder, más conocida como DiarquÃ−a.
Es en el preciso momento, en el que Esparta conquista, a finales del siglo VII a.C., el sur del Peloponeso y a
finales del siglo VI a.C. la Arcadia, ampliando la base económica del estado. AsÃ− se consolida el
régimen oligárquico que sirvió de freno a las ambiciones de las familias que heredaban la realeza
espartana; aunque el poder no se transmitÃ−a de forma dinástica sino que era electivo entre miembros de las
familias que podÃ−an aspirar a la realeza. Este sistema fue conocido como la DiarquÃ−a, que implica la
existencia de un poder compartido, aunque sólo uno de ellos manejaba el ejército.
El poder monárquico tenÃ−a carácter de magistratura, suprema en el ámbito militar, aunque honorÃ−fica
en otros aspectos. En esta el poder no era vitalicio, por lo que uno de los dos reyes podÃ−a ser destituido si
realizaba una mala función. Estos eran controlados por la asamblea, que le hacÃ−a jurar el acatamiento de
las leyes, a cambio respetando la autoridad real, surgiendo asÃ− el equilibrio polÃ−tico.
Otros factores a destacar fueron, la creación del ejercito hoplÃ−tico de tierra, y aunque tuvieran una flota
débil esta era completada con unidades de Naxos y Samos.
Debido a esto surge un estado militarmente reforzado, que se alimentaba o era integrado por poblaciones
dominadas.
En este estado, sólo los Espartiatas tenÃ−an el derecho a la propiedad; por lo que los ciudadanos sin derecho
podÃ−an participar en el ejército, en la construcción de obras públicas y podÃ−an asistir a las
asambleas.
Dicha asamblea era controlada por miembros de los que se extraÃ−an reyes, magistrados, miembros
vitalicios… o GerusÃ−a.
Un personaje importante a destacar es Licurgo, que fue legislador durante el siglo VII a.C. y artÃ−fice de la
constitución espartana “la Retra”.
13
Esta recoge las recomendaciones del oráculo délfico y fueron confiadas a licurgo para que se pusieran en
vigor entre los espartanos.
Entre estas recomendaciones destacamos: la organización de los Lacedemonios en tribus y obai (aldeas); el
establecimiento de la GerusÃ−a, con 30 ancianos incluidos los reyes y una asamblea de ciudadanos que
tuviera plena autoridad, ya que los gerontes y reyes debÃ−an atenerse a sus decisiones.
En cuanto al sistema social, fue el resultado de la combinación de tres estructuras, la primera fue la
polÃ−tica, integrada por los pocos ciudadanos que habÃ−a. Estos tenÃ−an una jerarquización interna que se
dividÃ−a en Reyes, Ã foros, Gerontes, Damos…
La segunda es la estructura militar y económica, por ejemplo los Hippeis que secundaban al rey, los
Hoplitas, que eran el grueso del ejercito, dividido a su vez en EspartÃ−atas y periecos. Estos realizaban
funciones militares a cambio de que los Iliotas o semiesclavos trabajaran sus tierras.
Y por última, la estructura social, con un alto componente de estructura ritual, con lo que cada ciudadano
estaba obligado a mantener el sistema público común como la educación, la asamblea, el ejercito…
Con la combinación de estas 3 estructuras se completa el sistema espartano militarista.
En esta sociedad habÃ−a 3 grupos sociales fundamentales, los EspartÃ−atas, que eran ciudadanos plenos;
estos procedÃ−an de Laconia. Los periecos, que eran ciudadanos con derechos restringidos, estos
procedÃ−an de regiones diversas, como laconia, mesenias, arcadia… y por último los Ilotas que no eran
ciudadanos y eran obligados a explotar las tierras de los espartÃ−atas.
En cuanto al caso Ateniense el paso a la democracia estaba relacionado con una posible unificación
territorial. En este momento, algunas ciudades aceptaron el liderazgo de Atenas, a cambio del establecimiento
de un consejo común de “Aristoi” integrado por representantes de las familias nobles.
Debido a esto, se produce el paso de la monarquÃ−a a la aritocracia.
A partir de este momento, el clan aristocrático se reparte las funciones militares, judiciales y religiosas,
aunque es el monarca el que mantiene el control de los cultos. Una de las diferencias que se establece entre
magistratura y autoridad real era en la duración del cargo.
En un primer momento, los magistrados sustituyen al rey en las funciones anteriormente mencionadas, aunque
estos conservan el carácter vitalicio del poder monárquico. Más tarde se establece en estos cargos un
lÃ−mite temporal de 10 años, aunque finalmente se convierten en cargos anuales. En el caso del Arconte,
privó al rey de la facultad de nombrar el año, por lo que se pasa del cómputo de años reales al de años
de arcontado.
El paso decisivo de este cambio se produce cuando el Polemarco usurpa al rey el titulo del jefe del ejército,
produciéndose asÃ− la desmembración del poder real, que es sustituido por el régimen de los Aristoi.
Aunque este es un proceso lento que encontró su culmen entre los siglos VIII y VI a.C.
Atenas actuó como elemento de cohesión entre los habitantes de la costa, llanura y montaña, los que
residÃ−an en ciudad y los de campo, participando todos ellos como ciudadanos de la polis.
Aunque es importante mencionar que Atenas no participó en la 1ª fase, y también que aun no conoció
la implantación de las tiranÃ−as, aunque esto sucederÃ−a más tarde.
Cuando se suma al movimiento colonizador, las familias nobles promueven reformas económicas y sociales.
14
La última década del siglo VI a.C., conocida como época de los legisladores, se extiende hasta el
arcontado de Solón. Concretamente desde el 640 a.C. existe el Colegio del Arcontado, con 3 jefes
polÃ−ticos, el Polemarco, el Basileus y el arconte epónimo; y 6 legisladores, elegidos anualmente, que se
encargaban de impartir justicia.
Entre los años 630 - 632 a.C. aproximadamente, Ciclón intentó imponer una tiranÃ−a en Atenas,
aprovechando el descontento popular. Este tomó la acropolis, aunque debido a la presencia de soldados
megarenses que le impidieron la maniobra, fracasó.
En el año 621 a.C. se produce la codificación de leyes de Dracón, probablemente uno de los 6
“Thesmothetai”. Este introdujo en la regulación penal el supuesto de intencionalidad, diferenciando asÃ− el
homicidio involuntario del voluntario.
Esta regulación protege al individuo quedando prohibida la venganza por parte de los aristócratas.
Además el estado intervendrÃ−a en las luchas entre facciones de la aristocracia, impidiendo o favoreciendo
la extinción de algunas de las familias importantes.
Más tarde, se estableció la Seisachtheia de Solón; este fue arconte del 594 a.C., y primer personaje
polÃ−tico importante, considerado uno de los 7 sabios de Grecia.
Entre sus reformas y las de Pisistratidas, se implantó la tiranÃ−a que dio paso a la democracia.
Solón pertenecÃ−a a la nobleza, y es considerado el fundador de la democracia, aunque sus reformas
polÃ−ticas y sociales, se corresponden con los principios de un régimen Timocrático, en el que el honor
de los ciudadanos se adecuaba según su capacidad económica.
Este liberó tierras y ciudadanos pobres de la esclavitud, aboliendo también la esclavitud por deudas y por
supuesto, aquellos cargos públicos y privados que abocaban esta situación.
En cuanto a las reformas económicas, este adopto el patrón ponderal corintio de las monedas; promovió el
cultivo del viñedo y del olivo, con vistas a la exportación de aceite; y redujo al máximo la importación
de cereales para instaurar un régimen autárquico.
Con estas reformas consiguió que los productos atenienses desplazaran a los corintios de los mercados
orientales y occidentales; y que Atenas se convirtiera en un centro comercial del Egeo, alimentado por una
creciente industria.
En cuanto a las reformas sociales, estableció la división de la ciudadanÃ−a por clases, en base a su renta
anual.
Primero los Pentakosiome, con una renta de 500 dimnoi y con una categorÃ−a polÃ−tica plena. Segundo los
Hippeis, con una renta de 300 dimnoi y con categorÃ−a polÃ−tica de Arcontado, tras estos aparecen los
Zeugitas, con una renta de 200 dimnoi y que tienen derecho a cargos polÃ−ticos menores, y por último los
Thetes, con una renta inferior a 200 dimnoi sin derecho a ocupar cargos polÃ−ticos.
En esta sociedad no todos poseÃ−an tierras, sino que la riqueza era medida por el estado en grano, aceite y
vino.
Esto era aplicado a los Thetes, que solo podÃ−an asistir a la Ecclesia y prestar apoyo militar al Estado.
Tras esto se proclama la tiranÃ−a de PisÃ−strato. Esta surge cuando las reformas solonianas provocan el
descontento de la ciudadanÃ−a, ya que los eupatridas vieron sus intereses económicos y polÃ−ticos
15
afectados, mientras que las clases bajas no recibieron el reparto de la tierra.
En este momento se produjo una situación de inestabilidad polÃ−tica y social, las dos primeras décadas
del siglo VI a.C. en la que un arconte prolonga 1 año más su mandato de forma anticonstitucional.
Lógicamente fue expulsado, en el 2º mes de 2º año de mandato, estableciéndose para el resto del
año un colegio de 10 arcontes, con una composición eventual, y que representa supuestamente a todos los
sectores de la sociedad, aunque se duda que los campesinos participaran, por lo que en realidad representaba a
los intereses de un determinado grupo social.
Esta fue una época de estabilidad polÃ−tica durante más de 20 años.
10 años más tarde, los aristócratas buscaron el apoyo en la ciudadanÃ−a, defendiendo sus intereses
particulares frente a otras facciones, constituyéndose dos partidos.
Aparece uno liderado por Licurgo, que defendÃ−a los intereses de la nobleza terrateniente; otro liderado por
Megacles, que agrupaba a los ciudadanos de la costa y al sector artesanal y comercial de Atenas.
También aparece una tercera facción que se unió a PisÃ−strato, que agrupaba a los habitantes de la
colina y a los campesinos del interior, según Herodoto, no vinculados con la democracia ateniense.
Pisistrato en el año 561, con ayuda de parte del demos, ocupó la acropolis, con intención de imponer una
tiranÃ−a, aunque tuvo que desistir del intento abandonando Atenas, porque los otros 2 lÃ−deres se unieron en
coalición (Licurgo y Megacles)
Con el tiempo y debido a la enemistad entre Megacles y Licurgo, Pisistrato fue reclamando de nuevo para
imponer la tiranÃ−a, aunque otra vez tuvo que huir de Atenas 10 años.
En el destierro, estuvo en la costa de Tracia, donde reclutó un ejército de mercenarios, que desembarcó
en el Ótica en 546 a.C. dispuesto a imponerse estableciendo una tiranÃ−a. Dentro de Atenas recibió apoyo
de los campesinos del interior, a los que recompensó con tierras expropiadas.
En este nuevo régimen se afianzo el monocultivo, proporcionó prestamos de bajo interés a los
agricultores, importó trigo de las tierras del Mar Negro; intensificó las relaciones comerciales de Atenas en
el Egeo, favoreciendo el desarrollo de la artesanÃ−a e industria local. Comenzaron a explotarse las minas de
Tracia, y se realizo un ambicioso programa de obras públicas como el templo de Atenea Parthenos y la
columnata de acceso a la acropolis; el Templo de Zeus en Olimpia y el de Apolo pÃ−tico.
A la muerte de pisistrato en el 527 a.C. se inicia una etapa gobernada por arcontes, que eran sus hijos,
HipÃ−as e Hiparco, con otros miembros de familias aristocráticas, que impidieron el mantenimiento de la
tiranÃ−a.
En el año 514 a.C. Hiparco fue asesinado por Harmonio y Aristogiton, más conocidos como los
tiranicidas, que fueron exaltados como libertadores.
En el 511 a.C. intervino Esparta contra los PisÃ−stratoos, y en este momento Hipias huyó a Asia menor. Por
esto, Atenas recuperó la normalidad constitucional, preparándose el camino hacia la democracia.
Tras la caÃ−da de la tiranÃ−a se estableció una situación confusa, desde el punto de vista polÃ−tico y
social, que denominamos Régimen Isonómico de ClÃ−stenes.
Según el manual “El Mundo Griego Antiguo” de Françoise Ruzé, los Lacedemonios, conducidos por
16
Cleómenes I, expulsaron al tirano, ayudados por los aristócratas exiliados y los Almeonidas. Tras esto se
impuso un régimen oligárquico, con una corporación de 300 ciudadanos, exiliándose 700 familias del
régimen tiránico, ya que influyeron factores como la influencia espartana en el poder y la tentación que
suponÃ−a el programa democrático de Iságoras, lo que provocaron la salida de los expartanos, retornando
asÃ− los exiliados contrarios a la tiranÃ−a.
Según Herodoto V66 y 69, y Aristóteles, “constitución ateniense XX y 55” el pueblo se acostumbró a
obedecer a un único poder, el tirano, y que con su fin los aristócratas recuperaron el poder. En este
momento ClÃ−stenes creó instituciones que relegaban las antiguas agrupaciones a fundaciones civiles.
En el Demos, que equivale al municipio actual, probablemente habÃ−a un centenar de ellos, estaban
integrados por un número similar de ciudadanos.
Estos Demos eran centro de una democracia local, cuya importancia es el uso del Demótico.
Este se distribuÃ−a entre 10 tribus, que sustituyeron a las 4 jónias, que sirvió de marco al conjunto de las
instituciones polÃ−ticas que tenÃ−an que tener el mismo número de ciudadanos, que representaban a la
población.
Para lograr este fin, el territorio ateniense se dividió en 3 tipose de comarcas, en primer lugar la ciudad, que
incluÃ−a la llanura ateniense y la costa a ambos lados del Pireo; en segundo lugar el litoral, aunque podrÃ−a
adentrarse la comarca bastante tierra al interior; Y en tercer y último lugar, el interior.
Estas provincias eran ocupadas por las tribus o tritios, por lo que desaparece la posibilidad de reconstrucción
del poder local, debido a esto hubo enfrentamientos en el siglo V. Los tritios se repartÃ−an los grupos
religiosos.
En cuanto a las consecuencias que se reflejaron en este sistema, se estableció el consejo de los 500
bouleutas, que se encargaban de preparar las sesiones de la asamblea. Dicho consejo sirvió como comité
administrativo central de la ciudad, vigilando a los magistrados y juzgando las infracciones, dentro del marco
legal de 500 Dragmas.
Pero para agilizar el sistema este consejo dejo de trabajar en pleno, para funcionar 50 miembros de la tribu.
En este sistema las magistraturas se impusieron según el sistema decimal compuesto por 9 arcontes, y 10
estrategas, que se elegÃ−an en la asamblea.
En cuanto a las reformas, permitieron introducir la isonomÃ−a, que consiste en la igualdad por la ley y ante
esta, en la vida polÃ−tica.
En la asamblea los ciudadanos gozaban del voto por igual, aunque solo funcionaba asÃ− para un restringido
grupo de personas.
La novedad clisténica estaba en aplicar este principio a todo el pueblo, aunque esta no cernÃ−a ni a
mujeres ni a esclavos, creándose asÃ− la democracia.
Este régimen se estableció paulatinamente, ya que hubo instituciones como las Fratrias que perduraron
mucho tiempo.
Se estableció el Ostracismo, que era una institución que protegÃ−a a la joven democracia, contra la
influencia personal o la amenaza del retorno de la tiranÃ−a.
17
Es importante destacar que en este momento se desarrollaron las Guerras Médicas.
Se dio una situación en la que en varias polis, los tiranos locales estaban instalados por los persas, sobre todo
por la parte jónia.
Debido a la revuelta del 499 a.C., en la que Aristágoras, tirano de Mileto secuestrado en la corte de DarÃ−o,
renunció a su poder de tirano, proclamando la isonomÃ−a, aumentaron las preocupaciones de una guerra.
Por esto se reunió la Liga para pedir ayuda a las ciudades del continente, aunque estas no mostraron
interés alguno.
En el 498 a.C. los persas tomaron la ciudad de Sordes, siendo los griegos vencidos en à feso, debido a que
no se organizaron; los atenienses volvieron a su ciudad, mientras que los jonios se atrincheraron para
defenderse en sus ciudades.
En el año 494 a.C., DarÃ−o mandó una expedición de sumisión y tomo la ciudad de Mileto; otorgó a
las ciudades jonias tratados económicos.
Ya en el año 490 a.C. los persas sometieron a las islas y se apoderaron de Eretria en Eubea.
Desembarcaron al norte de Maratón, desencadenándose la Batalla de Maratón, en la que los griegos
resistieron los ataques. En esta los persas embarcaron de noche para realizar un ataque por sorpresa, aunque la
rapidez de los griegos hizo que ganaran el combate.
Pero los griegos estaban sumidos en combates internos, aunque en el verano del 481 a.C. los griegos se
reunieron en el istmo y aceptaron el mando de las tropas aliadas por parte de Esparta.
Un año más tarde, Jerges atacó con un gran ejército en el paso de las Termópilas, aunque los griegos
resistieron. Pero el intento de ataque por la espalda por parte de los persas, hizo que Leónidas enviara a gran
parte del ejército a la retaguardia, quedándose con un millar de soldados para hacer frente.
Desde la retaguardia se preparó la batalla naval de Salamina, en la que los griegos empujaron a los barcos
persas hacia una zona estrecha para los remos de sus barcos, y donde les causaron miles de bajas.
Esto hizo que los persas retrocedieran hacia asia para establecer los cuarteles de invierno.
En el año 479, Mardonio invadió el Ótica donde se produjeron 3 semanas de combates, hasta que
finalmente se retiraron los persas. Mardonio murió en el combate.
Después de la retirada, las islas quedaron liberadas, por lo que la guerra terminó.
En esta guerra, gracias a TemÃ−stocles, se asentó en poderÃ−o marÃ−timo ateniense y su desarrollo
democrático, este promovió también la construcción del nuevo Pireo, por lo que nacerÃ−a una ciudad
moderna y funcional.
La gran novedad fue el plano urbano, en el que se yuxtaponen barrios coherentemente, aparecen zonas
comerciales, para actividades polÃ−ticas y religiosas.
Tras la batalla de Maratón, las familias aristócratas seguÃ−an disputándose el poder, entre ellos se
enfrentaban Jantipo, Pisistrátidas, Aristicles y TemÃ−stocles.
En este momento se realizaron las primeras elecciones de ostracismo, que exiliaron a las familias de
aristócratas adversarias de la polÃ−tica de TemÃ−stocles, ya que este influyó en la reforma de arcontado.
18
Este régimen se consolidó en una situación en el que los jefes aristócratas eran rivales, y en el que
debido a las circunstancias de la guerra, unos ciudadanos eran evacuados mientras que otros eran entrenados
para el combate.
En este momento las instituciones no solamente funcionaron sino que se fortalecieron, incluido el prestigio de
Aerópago. Este después de la guerra estuvo junto a los aristócratas conservadores o moderados, que
dirigieron la ciudad hasta que Efialtes emprendió reformas decisivas en el sistema.
En esta etapa, la ciudad confiaba a un ciudadano rico la responsabilidad financiera y gerencial, más conocida
como Liturgia, que se dividÃ−a en Coregia y TrierarquÃ−a.
En cuanto a la situación de Atenas, esta es diferente respecto de las otras polis del mundo griego. En este
momento, Esparta no dio el apoyo que se esperaba ya que estaba centrada en la seguridad de istmo.
A pesar de las victorias, la guerra deterioró las relaciones entre ambas polis, ya que Atenas iba
expandiéndose amenazando la hegemonÃ−a de Esparta. Por esto podemos dilucidar que las Guerras
Médicas marcaron un giro en las relaciones internas griegas.
Mediante este desarrollo hemos ido entrando en materia de la historia griega para, paulatinamente, llegar a un
desarrollo más deductivo; este es la historia de la democracia ateniense. Esta información es recogida
sobretodo del libro que lleva el mismo nombre del tema, de la autora Claude Mossé.
Comenzamos con el siglo de Pericles, y concretamente describiendo quien es Pericles.
Este es un personaje muy importante en la vida polÃ−tica de Atenas, pertenecÃ−a a una familia aristocrática
que como mencionamos anteriormente, monopolizaban los cargos importantes.
Pericles se ganó al pueblo dando de comer a los necesitados, vistiendo a los ancianos y quitando las cercas
de sus posesiones para que estos comieran los frutos que habÃ−a dentro de las mismas. Debido a esto, y
aconsejado por Daimónides, repartió los caudales públicos.
Pericles siempre estaba rodeado de hombres de pensamiento, ya que fue discÃ−pulo de Zenón de Elea y de
Anaxágoras. Su doctrina polÃ−tica no fue otra que la democracia, siendo su autoridad de tal magnitud que
tomaba todas las decisiones importantes.
En este momento, el papel del demos era tal que el pueblo era soberano, lógicamente dentro de unos
lÃ−mites. Estos se reunian en la Asamblea, que en este momento estableció las reglas estrictas sobre su
periodicidad y la manera de introducir los proyectos de decretos, entre otras.
También precisaron las atribuciones de la bulé de los 500 y el riguroso control sobre la magistratura
pública, y su toma de posesión por medio de la DokimasÃ−a.
La época de Pericles es de relativo equilibrio social; en esta se da un crecimiento de la población, debido a
razones naturales, y por supuesto debido a la facilidad con la que los extranjeros se integraban en ciudades.
Para poner fin a esta situación, en el 451 se aprobó el decreto que reservaba la cualidad del ciudadano
ateniense, que debÃ−an ser hijos de ciudadanos. AsÃ− se limitaron las ventajas que iban unidas a la
ciudadanÃ−a.
Hubo también un gran desarrollo de la industria cerámica y de las explotaciones mineras, aunque en la
Atenas del siglo V a.C. no hubo clase comerciante.
19
En cuanto a la colonización, debemos distinguir las CleruquÃ−as que eran guarniciones temporales de
Hoplitas, enviados a una ciudad aliada rebelde para su vigilancia. Por esto, la colonización, no era un medio
para resolver las dificultades, sino que formaba parte de un programa polÃ−tico y militar.
Podemos hablar de un verdadero imperio ateniense, ya que el dominio que ejerce sobre el Egeo era el
elemento decisivo del equilibrio social.
La manumisión del Egeo permitÃ−a asegurar a los atenienses el abastecimiento de cereales. El crecimiento
de la población iba en paralelo al crecimiento de las necesidades, por lo que Atenas importaba más de la
mitad de trigo que consumÃ−a.
Aunque el equilibrio social que permitÃ−a el funcionamiento de la democracia se realiza gracias al dominio
ejercido sobre el mundo Egeo mediante la liga de Delos.
Este dominio paso de ser de Alianza a sumisión, debido al control que ejerció Atenas como por ejemplo la
creación de los episcoi o inpectores, o las guarniciones del ejército ateniense; aparte que obligó a los
“aliados” a tomar su moneda, sistema de medidas y a pasar todos los casos jurÃ−dicos por el tribunal
ateniense. Esta moneda permitió a Atenas, debido a su alto contenido en plata, que se hiciera con todos los
productos indispensables.
El desarrollo del Pireo fue posible gracias a este dominio económico.
En esta etapa, los navÃ−os depositaban su cargamento en el Pireo, seguros de encontrar compradores y de dar
salida a su mercancÃ−a a cambio de una moneda de buena ley que se cotizaba en todas partes “Las
Lechuzas”; mientras que los atenienses tenÃ−an necesidad de obtener materias primas como cereales,
metales, madera de construcción para barcos…
En este periodo Atenas fue considerada la escuela de Grecia, en dos campos, en el pensamiento especulativo,
que sólo interesó a una pequeña parte de los atenienses, sobre todo cercanos a Pericles; y en el campo
religioso.
De este aspecto religioso forman parte el teatro y los templos, al igual que las grandes fiestas en honor a
Atenea o de Dionisos que junto con la actividad polÃ−tica constituÃ−an el aspecto esencial de la vida de los
atenienses del siglo V. por esto los habitantes de la ciudad, estaban habituados a oÃ−r a oradores, por lo que
eran más sensibles a la magia de la palabra; estos participaban en las grandes procesiones y en los juegos
que manifestaban su devoción con los dioses.
Todo este sistema, que parecÃ−a perfecto, entro en una fase de inestabilidad que desembocó en una guerra,
la del Peloponeso. A lo largo de la historia se ha considerado a Pericles como el origen de la guerra, debido al
imperialismo ateniense, aunque hay que destacar que esta guerra entraba en la lógica de su polÃ−tica, ya que
la democracia ateniense estaba condicionada al mantenimiento del imperio; por lo que consideraban que
cualquier amenaza contra el imperio, era una amenaza directa contra el régimen.
La guerra comenzó por un doble conflicto, que opuso a atenienses y corintios, ya que la colonia de Corcira
ya no estaba tan unida a su metrópolis Corintia. Esta colonia aprovechó el conflicto para pedir ayuda a
Atenas. Otro ejemplo fue también el de Potidea, colonia corintia y polis tributaria de Atenas, que fue
obligada a romper la estrecha relación que tenÃ−a con su metrópoli. Los intereses que habÃ−a detrás de
este conflicto, no eran más que el simple expansionismo ateniense, y algún recurso que le interesara de la
zona, para asÃ− no tener que comerciar con los Corintios, obteniéndolo directamente.
Dicho conflicto entre polis de la Liga Atico-Delica, hizo que Grecia entrara en estado de guerra, ya que
Corinto pidió ayuda a Esparta, que no vio con buenos ojos el poderÃ−o ateniense. Los espartanos
20
simplemente querÃ−an limitar el poder ateniense, por lo que puso en contra de esta polis a sus antiguas
enemigas: Egina y Megara.
Esto fue conocido como la Primera Guerra del Peloponeso, que finalizó en el año 445 a.C. aunque los
rencores de las grandes polis seguÃ−an en vigencia.
Desde este momento, surgen dos “bandos”, el de los seguidores de Pericles, y el de los detractores, que
consideran el sistema espartano, un modelo que debÃ−a importarse para Atenas; aunque los corintios
acusaron a Esparta de ser demasiado débiles.
Tras esto, Esparta envió a Atenas dos embajadas, la primera exigÃ−a que Pericles fuese castigado por el
sacrilegio cometido por su familia contra la diosa, iniciado por Megacles en la conspiración de Ciclón, y
que provocó la condena de toda esta familia, los Alcmeónidas. Resucitar este antiguo reproche era un
medio de desacreditar a Pericles.
En la segunda embajada, los Lacedemonios exigieron que los atenienses debÃ−an: levantar el sitio de Potidea,
conceder la independencia a Egina y abolir el decreto recién adoptado contra los megarenses.
En este momento Pericles rechaza el ultimátum ya que cree que Atenas serÃ−a superior en el combate,
sobre todo con su táctica que consistÃ−a en llevar la guerra al Mar, defendiendo exclusivamente la ciudad y
el Pireo; La guerra del Peloponeso (431-404 a.C. aprox) habÃ−a comenzado.
Debido a esto, se produjo un éxodo interno, en el que los habitantes del territorio Ótico se trasladaron a
Atenas, hasta tal punto, que muchas de estas migraciones se transportaron desde Atenas a Eubea y a las islas
cercanas. Mientras que los peloponesios evacuaban el Ótica, el ejército ateniense arrasaba con la
Megárida consolidando sus posiciones. Al verano siguiente, los peloponesios volvieron al Ótica, momento
en el que estalló una epidemia de Peste que acabó con la vida de un cuarto de la población de Atenas. Esta
situación se agravó más porque los habitantes del campo, al no tener casa, se refugiaban en la ciudad, lo
que provocó una rápida expansión de la enfermedad.
Mientras tanto la guerra continuaba, y en Atenas estaban cada vez más en contra de Pericles y de la guerra,
aunque este les convenció para que no capitularan. Aun asÃ− el discÃ−pulo de Anaxagoras tuvo que rendir
cuentas ante el Demos y fue castigado con una gran multa; aun asÃ−, y debido a su gran influencia sobre el
Demos, este fue re-elegido estratego.
Poco después Pericles murió vÃ−ctima de la epidemia, y aun se le recuerda como el que estableció una
democracia sólida en Atenas, y como fundador del poderÃ−o marÃ−timo de la ciudad.
Tas su muerte, la guerra continuaba, es decir seguÃ−an produciéndose invasiones en las que arrasaban
periódicamente el Ótica, motivo por el cual, los aliados de Atenas iban retirándose. Un caso concreto fue
el de la isla de Lesbos, que combatió con Atenas; tras esto una flota de 100 navÃ−os sitio Mitilene, y estos
se aliaron con los espartanos para que les liberaran del Imperio.
En este momento, se inicia una sucesión en la cabeza del Partido Democrático, siendo Lisicletes el sucesor,
aunque dejó su lugar a un hombre con mayor popularidad, Cleón el curtidor.
Cleón comienza a demostrar su autoridad en el momento de la rendición de Mitilene. En un primer
momento la asamblea decidió el destino de los Lesbianos, que no fue otro que el de la muerte a todos los
hombres adultos, usando a las mujeres y a los niños como esclavos. Aunque tras otra reunión de la
asamblea, un orador, Diodoto, mostró a los atenienses que no se debe confundir al Demos, con los
responsables de la deserción. Dicha propuesta obtuvo una gran mayorÃ−a por lo que los de Militene se
salvaron y asÃ− Atenas ganó la popularidad de las ciudades aliadas, consiguiendo también que estas se
21
pusieran en contra de los espartanos.
El hundimiento de la rebelión de Mitilene marcó un giro en la guerra, convirtiéndose en una lucha entre
dos ideologÃ−as polÃ−ticas, la Democracia ateniense, amada por las clases populares de todas las polis; y por
otro lado la OligarquÃ−a espartana, sostén de las familias nobles. AsÃ− se acabó con el equilibro del
mundo griego; en el que los Lacedemonios atacaban anualmente el Ótica, mientras tanto los atenienses
cruzaban la costa del Peloponeso para realizar ataques rápidos o Razzias.
En el año 425 Demóstenes decidió invadir la polis de Pilos, para construir después una fortificación,
mientras que los espartanos acampaban en el Ótica.
En este momento se produjo un recrudecimiento de la epidemia, cobrándose nuevas vÃ−ctimas; y Brasidas,
rey de Esparta, con su ejército se asantó en Tracia y sitió AnfÃ−polis, polis defendida por el estratego
Eucles, sostenido por una flota que cruzaba Tasos bajo el mando de TucÃ−dides el historiador. Esta fue una
grave derrota para Atenas, por lo que se condenó a TucÃ−dides al exilio. Tras esto, Cleón se aproximó
con un ejército a AnfÃ−polis para recuperarla, aunque las consecuencias de este combate fue la muerte de
Basidas y Cleón, lo que forzó una tregua o lo que es lo mismo, una paz para 50 años, según la cual,
atenienses y lacedemonios se restituÃ−an recÃ−procamente los territorios conquistados, entre ellos
AnfÃ−polis.
El pretexto para la ruptura del tratado fue la expedición ateniense a Sicilia, aunque hubo también
desacuerdos en el seno del Demos, que se irán agravando, hasta el punto en que se llega a cuestionar el
régimen democrático.
Por un lado estaban los partidarios de la paz, que no eran otros que la masa de habitantes del campo, para
quienes los 10 años de guerra fueron penosos.
Frente a estos estaba el Demos urbano, que eran partidarios de la guerra. Hay que añadir que la masa de los
Testes no encontraba en la paz las mismas ventajas que los campesinos propietarios, ya que para ellos la
guerra significaba un salario regular, por lo que cualquiera que les sedujera con una expedición fácil
verÃ−a que estarÃ−an dispuestos a seguirlos.
Aunque los acontecimientos dieron la razón a las personas que no creÃ−an en la paz ni en se fiaban de los
Lacedemonios.
En este momento de tregua, los espartanos no devolvieron AnfÃ−polis y negociaban con los Beocios que eran
enemigos de los atenienses. En este momento AlcÃ−biades, pariente de Pericles y discÃ−pulo de Sócrates,
se vio obligado a interrumpir la paz.
Se produjo una alianza entre Argos y Atenas, lo que constituyó un pretexto de rivalidad entre Nicias, aliada
de los lacedemonios, y AlcibÃ−ades. Se produjeron luchas civiles en Argos ya que el pueblo apoyaba la
unión con Atenas, mientras que los notables preferÃ−an acercarse a Esparta.
Los atenienses estaban interesados por Sicilia desde el comienzo de la guerra, ya que la colonia principal,
Siracusa, era de origen corintio, quienes eran los principales enemigos de Atenas. El pretexto de la
intervención en la isla fue la llamada de los Segesta, y para ayudar contra la colonia a los Leontinoi.
Desde este momento sale una expedición hacia Sicilia, comandada por AlcibÃ−ades, Nicias, que no vió
provechosa dicha expedición y Lámarco.
Esta partió a mediadios del verano del año 415, aunque los detractores de esta, tiempo antes de su partida
destrozaron los bustos de piedra de los Hermes. El nombre de AlcibÃ−ades fue mencionado por un esclavo en
22
las investigaciones, por los que recibió la orden de abandonar el mando y volver a Atenas para compadecer
ante los jueces, aunque huyó al Peloponeso.
Mientras tanto, los siracusanos resistieron al asalto ateniense y recibieron ayuda de esparta, por lo que los
Atenienses fueron vencidos y hechos prisioneros.
La consecuencia de todo esto fue la vuelta a la guerra, muy criticada por la opinión pública ateniense. En
este momento, los espartanos con el rey Agis al frente, penetraron en el Ótica, invadiendo la fortaleza de
Decelia, donde establecieron una guarnición permanente. Debido a esto los atenienses se encontraron con
todos sus recursos agotados.
Tras el anuncio del desastre de Sicilia, Atenas destinó todos sus recursos a la fabricación de una gran flota,
por lo que la guerra se trasladó al Egeo. Los lacedemonios también siguieron esta decisión.
Es importante mencionar, que únicamente Samos, donde tomo el poder el Demos, apoyó
incondicionalmente la flota Ateniense.
En estos momentos de incertidumbre, los enemigos de la democracia ateniense vieron la ocasión para
destruir el régimen e instaurar la oligarquÃ−a, por lo que se produce la primera revolución
oligárquica. Estos tenÃ−an un opinión hostil contra la guerra, aunque pretendÃ−an la hegemonÃ−a
ateniense sobre el mundo griego; también realizaron una reforma constitucional que sustrajo la soberanÃ−a
al demos y a sus oradores.
Realizaron una propaganda en la que reclamaban la vuelta a la patrios politeia ,es decir a la antigua
constitución de Dracón o de Solón.
La excusa para actuar fue proporcionada por AlcibÃ−ades, que huyó a Turioi desde donde se traslado al
Peloponeso, concretamente a Esparta; y Puede que fuera él quien incitó a Agis para tomar Decelia.
Pero este fue obligado a salir de Esparta porque fue el amante de la mujer de Agis, acabando junto a
Tisafernes.
AlcibÃ−ades querÃ−a regresar a Atenas para seguir desempeñando el papel de gobernante. Este comenzó
a separar a Tisafernes de la alianza espartana, pero sin acercarlo a los demócratas radicales atenienses; y a
seducir a los atenienses con la ayuda del sátrapa a condición del establecimiento de un gobierno
oligárquico.
Uno de los estrategos que estaba por Samos en aquel momento, concretamente fue Pisandro, regresó a
Atenas para convencer al pueblo de la necesidad del retorno de AlcibÃ−ades, aceptando sus modificaciones
del régimen aunque fueran provisionales.
Se inició por tanto el plan de Pisandro, que consistÃ−a en derrocar las democracias de ciudades aliadas, para
después implantar un régimen oligárquico en Atenas.
En Atenas se asesinaron a seguidores de la democracia como Androcles, por lo que hubo un clima de terror en
la polis.
A partir de este momento las cosas se desarrollaron muy rápido, sometiéndose en la asamblea un proyecto
que venÃ−a a establecer una nueva constitución en la que se abolÃ−an los misthoi, se modificaban las
condiciones de acceso a la magistratura y se sustituÃ−a la bulé de 500 por la de 400 elegidos por
cooptación.
23
Dicha bulé se reservaba la elección de los 5000 ciudadanos a los que estarÃ−a reservado el disfrute de los
derechos polÃ−ticos plenos.
Los 400 instauraron un régimen de terror, encarcelando y deportando a sus opositores, lo que provocó una
reacción en el ejército de Samos.
Los soldados y marineros atenienses, con TrasÃ−bulo al frente, estaban vinculados a AlcibÃ−ades, al que
indultaron de sus delitos anteriores; AlcibÃ−ades, junto con el ejército rebelde, vencieron a la flota
peloponesa.
Estos hechos, intranquilizaron a los oligarcas de Atenas; aunque la situación externa era muy grave, ya que
la flota peloponesa avanzaba hasta Salamina, amenazando con interrumpir las comunicaciones entre Atenas y
Eube.
Este hecho llevó a improvisar un flota a toda prisa para hacer frente a los peloponesos, aunque fue un
desastre, que precipitó la caÃ−da de los oligarcas, retornando asÃ− a las prácticas democráticas.
Al volver la democracia, volvió AlcibÃ−ades, por supuesto cubierto de gloria, por lo que fue elegido de
nuevo estratega en el año 407 a.C. con su amigo TrasÃ−bulo.
Aunque en este momento tuvo que justificar ante la asamblea las acusaciones realizadas contra él, tuvo que
testimoniar su devoción contra las diosas.
A los cuatro meses de su retorno, volvió a partir con una flota para retener el avance de la flota peloponesa.
Aunque fue un desastre, que provocó la destitución de los estrategas en funciones. Debido a esto
AlcibÃ−ades decidió no volver más a Atenas, refugiándose en un terreno fortificado que poseÃ−a en
Quersoneso.
Después de esto, la flota peloponesa con Calicrátidas al frente, asediaron Lesbos donde se encontraba
parte de la flota ateniense, que recibió ayuda de una flota más de refuerzo, haciendo que la flota peloponesa
capitulara, por lo que los atenienses salieron victoriosos de la batalla. Aun asÃ− se perdieron 25 naves
atenienses, lo que les costó a los estrategas rendir cuentas de su misión. Finalmente fueron condenados a
muerte y ejecutados.
En El final de la Guerra del Peloponeso, Atenas se vio obligada a tomar medidas extremas, como al
fundición del las victorias de oro del tesoro de la diosa y se distribuyó a los pobres una asignación diaria
de 2 óbolos.
El momento decisivo llegó cuando, Lisandro de nuevo al frente de la flota peloponesa, se enfrentaron en
Egospótamos, donde la flota Ateniense quedó totalmente destruida.
Después de liberar a las ciudades del Helesponto de las guarniciones atenienses comenzó el camino hacia
Atenas, mientras Pausanias reforzó el ejército de la guarnición de Agis en Decelia.
En el final de esta guerra, al contrario de lo que muchos helenos pensaban, los lacedemonios no esclavizaron a
los Atenienses, debido a los grandes bienes que proporcionaron a la Hélade en momentos de mayores
peligros, sino que se conformaron con la destrucción de los Muros Largos y del Pireo; con la entrega de
todas las naves, excepto 12; de que admitiesen a los desterrados y de que tuvieran los mismos amigos y
enemigos.
AsÃ− se desplomó el poderÃ−o ateniense, tras una guerra de más de un cuarto de siglo, aunque la ciudad
salió arruinada y descompuesta.
24
En cuanto a la situación de después de la guerra, la democracia fue reinstaurada, aunque se iba a enfrentar
con problemas graves; aún asÃ− los campesinos pudieron recuperar sus tierras.
Esta parcelación de la propiedad agraria explica que el reparto de las tierras no fuera un punto en el
programa de los demócratas, cuyos dirigentes, procedÃ−an cada vez menos del agro y de la vida rural. Por
esto, por la guerra, y por la invasión del territorio ateniense los campesinos se vieron muy perjudicados, lo
mismo se puede decir de los habitantes de la ciudad. Es importante mencionar que con el imperio
desaparecieron los sueldos y los salarios que permitÃ−an comer mejor o peor a muchos atenienses; también
que disminuyó la actividad artesanal.
En este periodo se tomaron medidas severas para asegurar a la ciudad el avituallamiento de cereales.
Aun asÃ−, la vuelta de la guerra en el 395 a.C. iba a abrir nuevas perspectivas a los atenienses, que trataron de
mantener a sus ejércitos mediante la recaudación de impuestos a sus antiguos aliados, la Eisforá.
Esta se intento aplacar con una imposición de paz por parte del rey espartano, aunque los atenienses la
rechazaron en el año 392 a.C., ya que en Atenas aparecÃ−a una opinión conocida como PanegÃ−rico de
Isócrates, que trataba de defender el retorno de la hegemonÃ−a ateniense, única cuestión capaz de liberar
a los griegos del arbitrio del rey, pero una hegemonÃ−a que renunciara a los errores pasados, que fuera
libremente aceptada por todos y que se ejerciera respetando la libertad individual.
En este momento, en el que las circunstancias eran favorables para Atenas, se realizo la segunda
confederación marÃ−tima.
Es un momento en que la alianza entre la liga peloponesa y la confederación beocia estaba rota, desde que
los espartanos dejaron a Febidas apoderarse de la Cadmea, ciudadela de Tebas, para favorecer al partido
prolaconiano(381 a.C.); Se produjo en el 379 a.C. una alianza entre Atenas y Tebas.
El debilitamiento de Esparta fue aprovechado por los atenienses para estrechar su alianza con algunas
ciudades del Egeo, como Mitilene y Quios, asÃ− como con Bizancio, para tratar de obligar a los
Lacedemonios a dejar vivir en libertad y autonomÃ−a a los griegos, y a disfrutar por completo de su territorio.
AsÃ− trataban de ofrecer garantÃ−as a los aliados contra los excesos que en el siglo V habÃ−an caracterizado
al imperialismo ateniense, y de dar a la alianza un carácter más federal.
Se estableció un consejo el Sinedrión, que se reunÃ−a con frecuencia, y al que le presentaban los proyectos
elaborados por la bulé, antes de su votación por la ekklesia.
En este consejo no estaban representados los atenienses.
Dicho consejo se comprometió a no recaudar tributos, aunque en caso de guerra a los aliados se les podÃ−a
exigir una aportación excepcional o sintaxis.
En este momento, la disminución del comercio acabó con una de las principales fuentes de ingresos para la
ciudad; aunque ya la ciudad no contaba con las cargas militares del siglo V, por lo que recurrieron a los
soldados mercenarios.
Pero un hombre, el orador CalÃ−strato, tomó conciencia de estos problemas y trató de ponerles remedio.
Este fue elegido estratego en varias ocasiones, aunque no era un profesional de la guerra.
CalÃ−strato quiso transformar el impuesto deguerra o Eisfora, repartiendo a los contribuyentes en 100
sinmorÃ−as, repartiendo a su vez a los 300 ciudadanos más ricos entre estas 100 sinmorÃ−as.
25
La otra reforma de CalÃ−strato es más conocida, fue la modificación de las condiciones dentro de las que
el estado concedÃ−a a los particulares el derecho de explotación de las minas de plomo argentÃ−fero de
Laurión, esto permitió la reanudación de la actividad de Laurión.
Debemos destacar que en este periodo hubo otro problema, el del ejército, que se desarrolló, porque los
ciudadanos de Atenas rechazaban cada dÃ−a más el abandono de sus ocupaciones para atender al periodo de
servicio.
Debido a esto, se recurrió a los mercenarios, por lo que se sustituyeron al pesado ejército de Hoplitas por
una infanterÃ−a ligera más operativa; aunque los estrategos pagaban a dichos soldados con su propio dinero.
Aun asÃ− el recurso a los mercenarios presenta otro problema, ya que al dirigir un ejército profesional,
compuestos de extranjeros adictos en cuerpo y alma al estratego, este escapaba cada vez más al control de la
ciudad, aunque los estrategos estuvieran obligados a responder de su gestión.
Aunque tal independencia de los estrategos se vio reforzada por la mayor complejidad de la administración
de la ciudad y sobre todo por su aspecto financiero.
Contra esta prepotencia de los estrategos, los ricos sujetos a la proeisforá y a la trierarquÃ−a, sintieron la
tentación de rebelarse.
Esto no resulto fácil, ya que la guerra era la única salida para la masa empobrecida, ya que se les aseguraba
un salario del botÃ−n, aparte de permitir el mantenimiento de las posesiones atenienses en el Egeo y el
control de los estrechos por donde llegaba el grano póntico que alimentaba a gran parte de la población
Ótica.
No obstante, esta guerra iba a ofrecer la oportunidad de actuar, ya que en el año 356 la flota ateniense fue
derrotada, lo que probaba el fracaso de la polÃ−tica imperialista. Aun asÃ− el poder de la ciudad paso a
manos, durante unos años, del financiero Eúbulo, convirtiéndose en el responsable de la polÃ−tica de
Atenas.
Este trató de demostrar en su obra “De los ingresos” que Atenas podÃ−a vivir de sus ingresos y renunciar a
la explotación de los aliados, aunque para que esto funcionara era básico el mantenimiento de la paz.
El periodo comprendido entre los años 359 y 322 pertenece al oscurecimiento y ocaso de la ciudad de
Atenas, es la época de Filipo y Alejandro de Macedonia.
Macedonia era una región situada fuera de la Hélade, aunque su historia estaba muy relacionada con los
griegos, ya que los reyes macedonios mantuvieron relaciones muy tempranas con las ciudades griegas.
Pero la situación cambió bruscamente con el surgimiento del joven prÃ−ncipe Filipo, que convirtió a esta
en una gran potencia, reforzando la autoridad monárquica que era muy limitada. Este aprovechó la
situación de debilidad por la que estaban pasando las polis griegas para imponer su hegemonÃ−a. Intervino a
la vez junto a los tebanos en la guerra sagrada frente a los focidios por el control del santuario de Delfos y de
la anfictionÃ−a délfica, y no solo consiguió castigar a Tesalia sino que llegó a apropiarse de los dos
votos de los focidios en el consejo anfictiónico. Frente a estos proyectos de Filipo, la opinión ateniense
estaba dividida, por un lado estaban los partidarios de Eúbulo, los hacendados, fieles en su mayorÃ−a a una
polÃ−tica pacifista; y por otro lado los que temÃ−an la amenaza que pesarÃ−a sobre Atenas en el caso de
perder la ruta septentrional de Egeo, que eran los partidarios de resistir a Filipo, quienes encontraron a un
portavoz en la asamblea, Demóstenes.
Demóstenes pertenecÃ−a a la burguesÃ−a ateniense, era un hombre rico que fue amigo de Eúbulo. Este no
26
pretendÃ−a engañar al demos, aunque los éxitos de Filipo sobre Atenas habÃ−an constituido un rudo
golpe para el prestigio de Eúbulo.
Demóstenes se marcó un doble objetivo, por un lado trataba de asegurar alianzas a Atenas para afrontar el
conflicto en el que iban a recaer, obligando a los atenienses a aceptar una serie de medidas encaminadas a
reforzar el potencial militar de la polis.
Se acordó una alianza que decidió equipar una flota de cien trirremes y reunir un ejército de diez mil
hombres, a los que se añadirÃ−an mil jinetes.
Este pretendÃ−a a la vez convencer a los otros griegos del peligro común que les amenazaba, se esforzaba
en reconstruir un ejército capaz de oponerse a Filipo y para ello, encontrar los medios para costearlo. Por
esto hacia el 349 se creó una caja de estratiotika, es decir, una caja militar, cuyos fondos serian desinados al
teórico presupuesto militar.
Este obligó a los ricos a cumplir con su deber, que aseguraron el equipamiento de los trirremes., liberó a los
pobres de las injusticias que sufrÃ−an y consiguió hacer los preparativos en el momento portuno.
Esto permitió a los atenienses hacer frente a las tentativas de Filipo sobre Bizancio y la región de los
estrechos.
Tras la alianza que firmó Demóstenes con Tebas, Filipo instaló una guarnición en Cadmea, después de
su victoria.
Debido a la amenaza, en Atenas se traslado a toda la población dentro de las murallas, donde se reunió, en
asamblea permanente, la bulé en armas para organizar la defensa.
Este reclamó a los ciudadanos en el exilio y otorgó la ciudadanÃ−a a los metecos y la libertad a los
esclavos.
Demóstenes consiguió negociar una paz con Filipo que liberara a Atenas de la ocupación extranjera,
garantizando su autonomÃ−a.
Debido al miedo a la agitación polÃ−tica, se aprobaron las mayores penas para los que intentaran derribar al
régimen, por lo que se instauró una tiranÃ−a.En dicha paz, Atenas perdió Quersoneso y se disolvió la
confederación.
En el año 336, Filipo murió asesinado, siendo su sucesor su hijo Alejandro. Durante los 13 años de
reinado del macedonio, Atenas prosiguió con su vida tradicional, siendo un reflejo lejano de lo que fue en
otro momento.
En cuanto a la economÃ−a de este periodo, Atenas salió debilitada de la guerra del Peloponeso, pero gracias
a la reconstrucción de imperio y al aprovechamiento de los recursos mineros, consiguió convertirse de
nuevo en la primera potencia del Mar Egeo.
Las actividades comerciales se desarrollaban al margen del mundo ciudadano, ya que los comerciantes son
con frecuencia extranjeros o metecos.
Algunos informantes del siglo IV nos dan a conocer las ganancias obtenidas por los concesionarios de minas,
que no dudaban en excavar galerÃ−as más allá de sus concesiones o en derribar portes de mineral para
extraer más plata de la mina.
27
La fiebre por ganar dinero invadió la ciudad. La masa campesina continuó viviendo dentro de condiciones
precarias y se confirma la libertad de los artesanos, aun que la cerámica del ática solo se encontraba en la
penÃ−nsua de Kertsch.
La moneda de Atenas entró en competición con las cantidades en metálico lanzadas al mercado egeo a
causa de la conquista de Alejandro.
En este periodo, el demos del puerto y de la ciudad se encuentra amenazado por la escasez y el hambre; El
avituallamiento de Atenas depende de la generosidad de los ricos metecos, a los que la ciudad recompensa con
la concesión de privilegios honorÃ−ficos. Mientras los esclavos constituyeron una masa anónima, y
seguÃ−a siendo objeto de propiedad.
En cuanto a la vida cotidiana la ciudad sigue siendo un conglomerado de casas, talleres y puestos alrededor de
la acrópolis, que presentan, junto con el ágora, un carácter monumental.
La mayorÃ−a de las casas atenienses estaban hechas con adobe, sin abertura hacia la calle excepto la puerta, y
apenas tenÃ−an decoración interior.
La habitación principal es el Talamos, donde se guardaban los objetos más preciados; tenÃ−an un patio
interior.
El papel de la mujer en Atenas jugaba un papel muy importante, aunque era menor en polÃ−tica y
socialmente; sin embargo la educación de los hijos se le escapaba ya que confiaban en un pedagogo. El
niño recibÃ−a educación musical, mientras que hacÃ−a gimnasia en la palestra; hay que destacar que
aunque muchos atenienses supieran leer, pocos podÃ−an frecuentar el gimnasio.
La práctica del atletismo estaba reservada a los jóvenes acomodados, esto es, aquellos que no tenÃ−an
necesidad de aprender un oficio para vivir. Estos también podÃ−an costearse las lecciones de un retórico
junto al que, discutiendo de problemas polÃ−ticos, aprenden el arte del bien hablar. Mientras tanto, los hijos
de artesanos o de campesinos, aprendÃ−an el oficio paterno sin que su educación fuera demasiado lejos.
Un personaje importante de este periodo fue Licurgo, ya que era orador del partido anti macedonio y
encargado de la administración financiera.
Este era un viejo aristócrata ateniense que, a partir del siglo V, se vio despojado de sus antiguas
prerrogativas polÃ−ticas.
Afirmaba que el equilibrio del presupuesto puede explicarse también por una restricción de los gastos, en
concreto de los militares, y sobre todo de la manutención de los ejércitos mercenarios, que estaban
agrupados por tribus, bajo el mando de un sofronista que recibÃ−a 4 óbolos por hombre y dÃ−a para la
alimentación y manutención de su tropa.
Sin embargo, Atenas no renunciaba a mantener una flota, ya que se necesitaban naves para escoltar a los
barcos comerciales.
Licurgo intentó restaurar los antiguos cultos y festividades religiosas, además de la reconstrucción del
tesoro de Atenea, pidiendo ofrendas a los particulares.
Sin embargo se pone en duda de que todo esto contribuyera a resucitar la grandeza de Atenas, ya que Licurgo
querÃ−a restaurar la Atenas tradicional de Solón.
Pero en el año 330 surge una crisis que no tardarÃ−a en derribar los resultados obtenidos, crisis en principio
28
de aspecto económico.
En esta faltó trigo y cebada, lo que hizo que los especuladores se aprovecharan de ello elevando los precios y
agravando la situación de los más pobres.
Pero el éxito de Demóstenes, que era una aprobación del Demos de una polÃ−tica antimacedonia, iba a
estar seguido muy pronto por la eliminación de Licurgo.
Surge un partido Macedonio, que cobró más fuerza después de la victoria de Filipo. Entre sus principales
representantes encontramos hombres como Demado y Esquines, quien aconsejó a sus compatriotas el
entendimiento con el lÃ−der macedonio.
Este mismo, tras la muerte de Filipo, aconsejó que se permaneciera al margen de la agitación que sacudÃ−a
al resto de grecia.
Es indiscutible que, con excepción de Foción, reelegido estratego en varias ocasiones, estos hombres no
ocuparon cargos importantes en la ciudad, dominada todavÃ−a por los oradores del partido antimacedonio.
En el año 329 a.C. surge el episodio de Harpalo; este era tesorero de Alejandro, y condujo al Pireo un barco
de cereales, ganándose la gratitud de los atenienses que le concedieron a tÃ−tulo honorÃ−fico el status de
ciudadano.
En el año 325 a.C. llegó a Atenas con 30 navÃ−os, 6000 soldados y 5000 talentos de oro, robados a
Alejandro, pidiendo asilo polÃ−tico.
Harpalo se quedó a vivir en Atenas con la cortesana Pitiónique, rodeado de amigos más o menos
mantenidos a su costa, como CalÃ−crates o su yerno Foción.
Este consiguió huir a Creta donde encontró la muerte. Tras esto, parte del oro que traÃ−a y que fue
embargado y depositado en el Partenón no fue encontrado.
De esta manera, se inculpó a las personas cercanas al tesorero deAlejandro, entre ellos a Demóstenes,
acusado de haber malversado fondos. Este pidió que fuera el Aerópago el encargado de llevar el proceso,
condenándolos a una multa de 50.000 Talentos.
Demóstenes se vio obligado a irse al exilio.
En el año 323 a.C. muere Alejandro, y si el rey ya no existÃ−a todo era posible, aunque Foción trató de
calmar los ánimos, sin embargo, Atenas no estaba en condiciones de enfrentarse a las tropas que el
macedonio habÃ−a dejado en Europa, bajo el mando de AntÃ−patro.
Este es el preciso momento en el que Hiperides reclutó un ejército de mercenarios, y fue movilizada una
flota de 240 barcos que fue muy bien equipada.
También se declaró la amnistÃ−a en Atenas, lo que permitió volver a Demóstenes para participar en el
combate.
Comenzó la guerra LamÃ−nica, en la que en verano del 332 a.C. el ejército macedonio con más de
50.000 hombres se dirigÃ−a hacia Tesalia.
Aunque para Atenas la última esperanza era evitar mediante las negociaciones la entrada de AntÃ−patro en
la polis. Por lo que se envió una embajada para hablar con este en Tebas.
29
Las condiciones fueron que Atenas recibirÃ−a a una guarnición macedona, pagarÃ−a los gastos de la guerra
y una fuerte multa, además Demóstenes e Hiperides debÃ−an ser entregados. Los atenienses tuvieron que
aceptar las condiciones.
En este momento se aprobó un decreto por el que se reservaba la plena ciudadanÃ−a a los que tuvieran una
fortuna de al menos 2000 dragmas. La pérdida de la plena ciudadanÃ−a significaba la pérdida de las
ventajas materiales ligadas a la condición de ciudadano.
El temor a una subversión popular, no habÃ−a hecho sino crecer desde el año 330, arrojó a los
moderados al partido macedonio y los llevó a aceptar a un régimen oligárquico.
Aunque la historia de Atenas no finaliza con el establecimiento de una oligarquÃ−a, ya que con el tiempo los
atenienses consiguieron instaurar una democracia, sin desacerse de la guarnicón de muniquia.
En el siglo II a.C., la benevolencia del rey de Pérgamo permitió a la ciudad cubrirse de monumentos. Pero
la vida polÃ−tica era solo un simulacro, ya que las decisiones no contaban con un gran alcance.
El Pireo fue abandonado por los barcos de mercaderes a favor de Rodas, AlejandrÃ−a o Delos.
Debido a esto, las masas empobrecidas vegetaban dentro de su miseria, mientras que la burguesÃ−a
participaba en los favores reales.
Atenas habÃ−a dejado de ser una gran potencia polÃ−tica, aunque después de la conquista romana,
continuarÃ−a interpretando el papel de escuela de Grecia y del mundo civilizado.
• Conclusión
Para concluir con este desarrollo, voy a mencionar, a groso modo, como terminó el momento, en el que el
hijo de Filipo, Alejandro, conquisto el imperio Helénico; quiero añadirlo porque en las últimas páginas
del desarrollo solamente se habla de Atenas.
Como ya mencionamos anteriormente, Alejandro nació el mes de Agosto del 356 a.C. y fue instruido por el
gran genio de la filosofÃ−a, Aristóteles.
Tras la muerte de Filipo, Alejandro ostentaba los cargos que fueron anteriormente de su padre: comandante
supremo de la Liga Helénica, comandante en jefe de la Liga de Corinto y presidente de la Liga Tesalia. De
esta manera se ponÃ−a de manifiesto que el joven rey era el dueño absoluto de Grecia, continuando la
polÃ−tica expansionista de su padre.
Este conquisto todo el espacio Egeo, la penÃ−nsula Arábiga, el valle del Nilo, donde anteriormente se
asentó la gran civilización egipcia, la india… constituyendo uno de los mayores imperios, sin contar con el
Romano, que ha visto la historia antigua universal.
Desde mi punto de vista, este trabajo me ha servido para acabar con la curiosidad que tenÃ−a sobre este punto
de vista de la historia antigua, y también me ha servido para saber cómo eran las formas de polÃ−tica,
economÃ−a y sociedad que se vivÃ−an en la antigua Grecia.
• BibliografÃ−a
Los libros que he empleado en este trabajo, han sido fundamentalmente 3:
Para la parte General:
30
• Historia del Mundo Antiguo, una introducción crÃ−tica / Gonzalo Bravo.
• El mundo griego antiguo : de los palacios creteneses a la conquista romana / Françoise Ruzé,
Marie-Claire Amouretti.
Para la parte especÃ−fica:
• Historia de una democracia. Atenas / Claude Mossé.
[Escribir texto]
31
Descargar