DOSSIER: LIDERAZGO ÉTICO Claves para el liderazgo ético Para ejercer un auténtico liderazgo ético es preciso ejercer con pleno convencimiento las llamadas siete claves “C”; a saber: carácter, coraje, credibilidad, comunicación, conocimiento, compromiso y comprensión. Su asunción plena, junto con la de las tres “H” de humildad, honestidad y humor, nos convierte en verdaderos líderes éticos, unas personas más de la organización que saben reconocer, en el ejercicio del liderazgo, la persona en los demás. CARLOS MARÍA MORENO PÉREZ, Profesor de Antropología y Ética en la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación y del Deporte Blanquerna de la Universidad Ramón Llull. E l liderazgo es uno de los temas recurrentes en las empresas. Es mucho lo que se ha escrito y comentado sobre la esencia del liderazgo. Con razón, Bennis y Nanus han afirmado que “nunca ha trabajado tanta gente para decir tan poco”1. La cuestión del liderazgo tiene su dificultad. Es un tema escurridizo porque aunque podamos describir algunas de sus características fundamentales, siempre se encontrarán aspectos nuevos a considerar y otros que no se acabarán de resolver. FICHA Autor: MORENO PÉREZ, Carlos María. Título: Claves para el liderazgo ético. Fuente: Capital Humano, nº 183, pág. 84. Diciembre, 2004. TÉCNICA Resumen: La ética no es una declaración de buenas intenciones “colgada” de nuestra web corporativa. “Bajarla” y llevarla a la práctica diaria de la empresa es lo verdaderamente importante, y eso es lo que hacen los líderes éticos. Se empeñan en bajar al terreno, día a día y paso a paso, todo aquello que es clave para su organización y empresa. Están empeñados en ello. Forma parte de su carácter y de su manera de trabajar. Así, y con la ayuda de las llamadas siete claves “C” (carácter, coraje, credibilidad, comunicación, conocimiento, compromiso y comprensión) y las tres actitudes “H” (humildad, honestidad y humor), ejercen un auténtico liderazgo ético, y se convierten en una persona más de la organización que sabe reconocer, en el ejercicio del liderazgo, la persona en los demás. Descriptores: Liderazgo / Ética / Liderazgo ético. Capital Humano 84 La explicación la encontramos en el hecho de que el liderazgo lo ejercen personas. Como se sabe bien, hay aspectos de la persona que no se pueden abarcar en su totalidad. Siempre hay algún elemento que se nos escapa de la comprensión de la persona. Por eso, en el análisis de los líderes hay actuaciones que no se alcanzan a explicar. En un análisis comparativo entre unos líderes y otros vemos que el componente de su personalidad marca algunas diferencias. Si añadimos al liderazgo el calificativo de ético, el grado de complejidad aumenta. Un repaso a la historia nos remite a algunos líderes que han sido considerados como tales, pero que ejercían un liderazgo carente de toda ética. El caso recurrente es el de Hitler, pero podríamos señalar algunos cuantos más. Sabemos que hay líderes que no se mueven en parámetros éticos. La duda que plantean estos liderazgos es si, realmente, son tales liderazgos. Si se apuesta por la separación entre liderazgo y ética, se acabó la discusión. No hay problema. Pero, por el contrario, si se entiende que sólo hay liderazgo si es ético, entonces se entra, de lleno, en una perspectiva diferente. Demos por buena esta segunda opción. El liderazgo ético, ¿en qué se concreta? ¿Podemos encontrar algunos indicadores del liderazgo ético? Nº 183 • Diciembre • 2004 1. INDICADORES DE UN LIDERAZGO ÉTICO Los indicadores que, a continuación, se describirán señalan el terreno donde se desarrolla el liderazgo ético. El campo de acción es la empresa o la organización. Una primera constatación que vale la pena siempre enfatizar es que la empresa o la organización la constituye una comunidad de personas. La segunda es que el líder es una persona más. A veces, se tiende a olvidar esta obviedad por el peso, la influencia o el poder que los líderes ejercen sobre la propia organización o sobre nosotros mismos. Hay que recordar, pues, que el líder es, también, una persona. En este sentido, como lo puede ser cualquiera de nosotros. Es tan persona como usted o como aquella otra persona que está sentada dos mesas más allá de nuestra mesa de trabajo. Una persona con limitaciones, con virtudes, que lleva tras de sí una biografía vital, una historia –recorrido– profesional, familiar, social, formativo… Entonces, ¿en qué se distinguen? ¿En qué consiste un liderazgo ético? Siete claves para adentrarnos en el liderazgo ético. 2. SIETE CLAVES “C” PARA EL LIDERAZGO ÉTICO • “C” DE CARÁCTER: VOLUNTAD Y HÁBITOS La primer cualidad de todo líder es el carácter. El carácter se hace día a día, en cada acción que se hace o se deja de hacer. Está muy próximo a la voluntad, al querer hacer y… Nº 183 • Diciembre • 2004 hacerlo. También, a los hábitos adquiridos con el tiempo. El carácter se manifiesta –ante todo en las adversidades, como estupendamente ha escrito Álvarez de Món–2 o cuando las cosas van mal dadas. Denota un ánimo sólido, bien formado que permite estar al frente –liderar– cuando otros dan un paso hacia atrás. Dice de la consistencia, de la solidez de la persona para enfrentarse ante situaciones difíciles. El liderazgo ético se ejerce desde un carácter cuyos cuatro pilares son: la prudencia, la justicia, la moderación y la fortaleza. La prudencia es lo que lleva al líder a hacer las cosas correctas. Con la justicia, el líder ético da a cada uno lo que le corresponde. La moderación lleva al líder ético a ser fiel con sus ideas y creencias. La fortaleza es la capacidad que tiene los líderes éticos de liderarse a sí mismos. Quien no se gobierna a sí mismo, difícilmente, lo hará con los demás. Una primera constatación que vale la pena siempre enfatizar es que la empresa o la organización la constituye una comunidad de personas. La segunda es que el líder es una persona más. A veces, se tiende a olvidar esta obviedad por el peso, la influencia o el poder que los líderes ejercen sobre la propia organización o sobre nosotros mismos 85 Capital Humano El líder siempre está “ahí”. Trabaja como el que más. No pide a los demás algo que él mismo no pudiera hacer. Concreta su coraje en su esfuerzo diario, en su empeño por salir adelante • “C” DE CORAJE: SABER DECIR “NO”. En el día a día de las organizaciones y de las empresas, se encuentran muchas oportunidades para demostrar el coraje que se tiene. Coraje que empuja a ir un poco más allá cuando otros ya lo dejan estar. Coraje es decir “no” ante situaciones que no parecen del todo correctas y no callar por mera conveniencia o por simple adaptación a una situación más cómoda. El coraje tiene que ver, también, con la presencia. El líder siempre está “ahí”. Trabaja como el que más. No pide a los demás algo que él mismo no pudiera hacer. Concreta su coraje en su esfuerzo diario, en su empeño por salir adelante y obtener resultados satisfactorios para el conjunto de la organización. • “C” DE CREDIBILIDAD : COHERENCIA , CONSE - CUENCIA Y CONFIANZA. Las personas de la organización “creen” en lo que el líder ético dice porque, en muchas ocasiones y en circunstancias diferentes, cumplió con lo que dijo. Es persona de palabra. No dice una cosa y luego hace otra. No sólo es una persona “legal”, si no que es ética. Se ha ganado la credibilidad con su trabajo. La organización sabe que es coherente, consecuente y, por tanto, que puede confiar en su liderazgo. Despierta confianza entre las personas de una empresa porque se la ha merecido día tras otro. También, el liderazgo ético se ejerce sabiendo que la construcción de confianza es tan costosa de conseguir como rápida de perder. Por eso, el líder ético es muy cuidadoso en todo lo que hace. Intenta no dañar lo que es tan arduo de construir. Es consciente que el capital confianza es esencial para que una organización funcione bien. • “C” DE COMUNICAR: CLARO Y CONCISO. El líder ha de saber comunicar. Ha de ser claro, conciso en sus mensajes para la organización. Quiere llegar, y bien, a todo el mundo A veces es, incluso, reiterativo: se asegura de que su mensaje haya calado. Tiene la ha- Capital Humano 86 bilidad de decir sólo lo que tiene que decir en el momento oportuno y de la manera más adecuada. Empatiza con sus colaboradores. La comunicación que establece con sus equipos no está basada en el “mando” sino en las ideas, en los argumentos y en la convicción. Tiene los argumentos para convencer a sus equipos de las tareas a desempeñar y de los objetivos a alcanzar. Para ello, facilita y apoya el trabajo de su gente. Y quiere que ellos hagan lo mismo con los suyos. Todavía más: son capaces de generar proyectos que ilusionan y aportan “sentido” al trabajo de los demás. Comunican bien porque escuchan mejor. Saben de la importancia de escuchar, atentamente, a los demás. • “C” CIDAD. DE CONOCIMIENTO: COMPETENCIA Y CAPA- Es una persona bien formada, preparada para llevar adelante a la organización. El conocimiento aporta consistencia y competencia. La organización sabe que, con su liderazgo, crecerá. Está avalado por los resultados. No se cuestiona su capacidad. Si el líder crea dudas en la gente por sus conocimientos y capacidad, el liderazgo empezará a desquebrajarse. Y si el conocimiento es clave, el reconocer que no se sabe todo, resulta fundamental. El líder ético es humilde. Por eso busca colaboradores que, en determinadas áreas, sepan más que él. Suma la conjunción de conocimientos para alcanzar logros mayores. Es así como el líder ético se convierte en un auténtico constructor de equipos. • “C” CIÓN. DE COMPROMISO: TRABAJO Y ORGANIZA- Destaca el líder ético por el compromiso adquirido con su trabajo y con la empresa. No hay reserva posible. Al contrario, su entrega al trabajo es a fondo. Su compromiso se trasluce en las acciones que emprende y las decisiones que toma. La organización percibe su compromiso por su dedicación en lo que hace. Centrado y concentrado en su trabajo, los integrantes de la organización saben que su liderazgo se basa en un trabajo intenso, de profundidad y calidad. Horas de trabajo, sí, muchas pero sobre todo, horas “inteligentes”, bien aprovechadas. El líder ético está comprometido, en primer lugar, con su propio trabajo y la organización percibe, nítidamente, este compromiso. Nº 183 • Diciembre • 2004 • “C” DE COMPRENSIÓN. La comprensión significa la capacidad del liderazgo para ahondar en hechos y circunstancias que rodean a las personas de la organización. Tiene que ver con la flexibilidad, alejada de cualquier rigidez que sólo conduce a tensionar más o bloquear situaciones y personas. El liderazgo ético se ejerce con un espíritu sereno pero decidido. Sólo el que está en la posición de comprender puede, después, sugerir, facilitar y apoyar. La comprensión del otro es lo que permite al líder ético conocer la cara humana de la organización. 3. ¿CÓMO EJERCER EL LIDERAZGO ÉTICO? El liderazgo ético se ejerce desde un liderazgo sereno o tranquilo como ha expresado Badaracco3. Se puede concretar en diez rasgos: • Es una pasión equilibrada por las personas y al organización: una pasión intensa, de calado, profunda, de dentro hacia fuera, serena, tranquila, de ánimo templado. • Persuade, convence. Ni grita ni impone. • Lleva a cabo una escucha atenta, cuidadosa. • Empuja –mueve– a las personas y a la organización. • Inspira a los demás con su trabajo. • Dota de sentido –“¿en qué dirección?”– a la empresa y el trabajo de los demás. • Tiene en cuenta el pasado y desde el presente ofrece visión de futuro. … y las tres “H”: humildad, honestidad y humor. La ética nos aproxima a la manera de hacer • Humildad porque está lejano de actitudes arrogantes o prepotentes. Humildad porque se sabe prescindible. • Honestidad porque está convencido que siendo honesto es la mejor manera de hacer las corras correctas. • Humor que, en organización, se llama optimismo. Es la energía de los que quieren estar adelante y sacar adelante una organización. En definitiva, el líder ético es persona y reconoce, en el ejercicio del liderazgo, la persona en los demás. El liderazgo ético es una cuestión de cada día porque ocurre cada día. Lo ejercen personas que, con su trabajo diario, se han puesto al frente de una empresa, de un área o departamento, de una unidad de negocio y son referentes para los demás. Les define su actitud, sus hábitos y su manera de trabajar. 4. ¿Y LA ÉTICA? La ética nos aproxima a la manera de hacer de las personas. La ética está, estrechamente, ligada al día de las personas y de las organizaciones. Se concreta en las personas de la organización y en la cultura que se crea, diariamente, entre todas las personas pertenecientes a una empresa. No es, únicamente, una declaración de buenas intenciones “colgada” de nuestra web corporativa. Lo realmente importante es “bajarla” de la web y llevarla a la práctica diaria de la empresa. Es lo que hacen los líderes éticos. Se empeñan en bajar al terreno –día a día– paso a paso, todo aquello que es clave para su organización y empresa. Están empeñados en ello. Forma parte de su carácter y de su manera de trabajar. Así, ejercen un liderazgo ético. NOTAS de las personas. La ética está, estrechamente, ligada al día 1 BENNIS, W. y NANUS, B. (2001). Líderes. Estrategias para un liderazgo eficaz, Paidós Plural, nº 17, Barcelona, p. 24. en las personas de la organización y en la cultura 2 ÁLVAREZ DE MON, S. (2003). Desde la Adversidad. de las personas y de las organizaciones. Se concreta que se crea Liderazgo, cuestión de carácter. FT/ Prentice Hall, Madrid. 3 BADARACCO Jr., J. L. (2002). Leading Quietly. Harvard Business School Press. Boston, Massachusetts. Capital Humano 88 Nº 183 • Diciembre • 2004