I. 1º) La Guerra de los Cien Años es un hecho muy importante dentro de la historia inglesa medieval. Estos 150 años de enfrentamiento supone la pérdida de influencia y de territorios de la corona inglesa en el continente europeo. Es por eso por lo que creo que es una tema interesante para estudiarlo. 2º)Dentro de La Guerra de los Cien Años me voy a centrar en la batalla librada en las cercanías de la ciudad francesa de Agincourt. En esta batalla los ingleses, aunque inferiores en número, vencen a los franceses, gracias a la superioridad de su infantería armada con arcos largos. II. Desde el siglo XI, los Reyes de Inglaterra tenía una gran parte del noroeste de Francia. Se extendía desde Normandía, pasando por Maine, Anjou, Turena y Poitou, hasta el ducado de Aquitania. Desde el canal de la Mancha hasta los Pirineos se extendía un "imperio" (llamado angevino), gobernado por el rey de Inglaterra. A partir del siglo XII la dinastía francesa de los Capeto, exigía homenaje ligio a los feudatarios del Rey, para reconocer la autoridad de la casa real de Francia. En octubre de 1259, Enrique III firmó un tratado de paz con Luis IX de Francia por el cual renunciaba a sus derechos sobre Normandía, Maine, Anjou, Turena y Poitou. Y el rey francés reconoce a Enrique como vasallo en Aquitania y lo convierte en par de Francia. Como origen del conflicto estaba el homenaje ligio que debía prestar Enrique III a los reyes franceses, y que implicaba ayuda militar a la corona francesa cuando fuera necesario. Por otra parte el ducado de Aquitania estaba en manos de un rey, que por ese tratado se convertía en vasallo de otro rey. En 1294 vuelven a chocar los interese franceses e ingleses en Flandes. Eduardo I rompe sus vínculos con la corona de Francia y entra en guerra con Felipe IV. La lucha termina en 1297 y la paz se firmó en 1303. El este año el ducado de Aquitania, que había sido confiscado por Felipe IV, es devuelto a Eduardo. En 1323 la ciudad fortificada en Saint−Sardos fue atacada y quemada por los ingleses. Esto provocó una nueva confiscación del ducado de Aquitania. Se firmó una tregua y el 1325 Eduardo III prestó homenaje y pagó un rescate para así asegurarse la recuperación de la gran parte de los territorios ocupados por los franceses. A partir de ahora los problemas dejan de ser de tipo feudal para pasar a ser la sucesión al trono de Francia. Eduardo III inició la ofensiva para reclamar el trono Francia. Los hijos de Felipe el Hermoso, rey de Francia, habían muerto sin herederos, por lo que por línea femenina, Eduardo tenía derecho a ella, pues su madre era hermana de Felipe. El más próximo pretendiente era Felipe VI, sobrino de Felipe. Los franceses eligieron al sobrino de Felipe. Eduardo aceptó la decisión, pero se negó a reconocer las reclamaciones de Felipe VI sobre ciertos territorios de Aquitania. En 1337 Felipe declaró entonces la confiscación del ducado de Aquitania para Francia. Se considera que esta decisión marca el inicio de la Guerra de los Cien Años. 1 A. 1337− 1360: La posición de Eduardo III era muy delicada, pues tenía conflictos internos con los escoceses; y con Francia a un nivel mucho mayor. Su oportunidad de ganar aliados se presentó en los Países Bajos. El conde de Flandes era partidario de Francia, pero las ciudades textiles de Brujas, Gante e Yprés eran favorables a Inglaterra, pues necesitaban la lana inglesa para su industria. En mayo de 1337 Eduardo promete lana e importantes concesiones comerciales a estos territorios si le apoyaban contra Francia. Los flamencos no creyeron que Eduardo les apoyaba realmente. La actividad militar que comenzó en Londres en 1339 no tuvo apenas consecuencias. En enero de 1340 Eduardo asumió formalmente el título del rey de Francia. El 24 de junio Eduardo obtuvo la primera victoria de la guerra en la batalla naval de Sluys. Una flota francesa fue diezmada por la táctica superior de los ingleses. Aquellos a quienes se les había prometido la generosidad inglesa exigieron lo que creían que se les debía. Ante la negación de Eduardo le abandonaron, obligándole a firmar la tregua de los franceses en Espléchin el 25 de septiembre de 1340. En 1341, Inglaterra y Francia encontraron un nuevo teatro de operaciones. Al morir Juan III duque de Bretaña, dejando dos herederos Juan de Monfort y Carlos de Blois. Cada uno de ellos pide ayuda a los Reyes rivales, Monfort a los ingleses y Carlos de Blois a los franceses. Felipe VI tenía la oportunidad de ejercer un mayor control sobre Bretaña. Eduardo III tenía la posibilidad de situar a un gobernante "cliente" en un ducado de gran interés estratégico para Inglaterra. En 1342 Eduardo ocupó varias zonas de Bretaña. La iglesia convocó a ambos bandos a una conferencia en Aviñón en octubre de 1344. No se llegó a ningún acuerdo debido a la gran diferencia de pretensiones entre ingleses y franceses. En 1346 Eduardo desembarcó en Normandía con un ejercito de 15.000 hombres. Apenas encontró oposición y tomó Caen. Siguió su avance hacia el este y cerca de París continuó hacia el Canal de la Mancha. Por el camino le sorprendió él ejercito francés en Crécy, donde se libró una de las primeras batallas en tierra de la guerra, el 26 de Agosto de 1346. Él ejercito ingles tenia varias ventajas: Una buena posición defensiva, un mando único, una combinación de arqueros y soldados de infantería, contra los que poco podían hacer la caballería francesa y los ballesteros genoveses. Felipe VI tuvo que huir del campo de batalla. Los ingleses fortalecidos por su victoria, avanzaron hasta Calais. La ciudad fue sitiada y el 4 de Agosto de 1347, después de casi un año de asedio y de bloqueo por tierra y por mar, fue tomada por Eduardo III. En 1348 la Peste Negra asoló Europa. Se extendió por toda Francia y el año siguiente pasó a Inglaterra y Gales, alcanzó Escocia en 1350. La peste bubónica fue un golpe lo bastante fuerte como para interrumpir la guerra casi por completo. Inglaterra perdió aproximadamente una tercera parte de su población. En 1350 muere Felipe VI y le sucede Juan II, en 1355 el Príncipe Negro, hijo de Eduardo III, encabezó una expedición desde Burdeos hacia la costa mediterránea de Francia. El rey de Francia se vio desafiado una vez mas en su territorio. Al año siguiente los ingleses planearon un triple ataque contra Francia. El Príncipe Negro avanzaría desde Burdeos hacia la zona del norte y centro del país; Enrique duque de Lancaster, atacaría desde Normandía y 2 Eduardo III avanzaría también desde el Norte. Pero no se llevó a cabo, quedando el Príncipe Negro al frente de un ejercito con un importante botín en el cetro de Francia. El 19 de septiembre se enfrentaron ingleses y franceses cerca de Poitiers. Los franceses que carecían de arqueros, habían sido derrotados por un ejercito que, aunque inferior en número, tenía una vez más una sólida posición defensiva y la combinación de soldados con arcos largos y jinetes desmontados de sus caballos. El rey francés fue hecho prisionero. En Francia, la autoridad y el prestigio de la corona habían entrado en crisis. Dos grandes derrotas en diez años, seguidas del apresamiento del rey, desencadenaron la rebelión en Normandía y conflictos civiles en París que desembocarían en actos de violencia. Aunque el delfín, Carlos, que asumió el poder en lugar de su padre, demostró ser un gran dirigente, no parecía tener otras posibilidades que negociar sin hacer excesivas concesiones. Las negociaciones fueron largas, extendiéndose, con intervalos, desde 1358 a 1360. En mayo de 1358 los franceses acordaron ceder Aquitania junto con otros territorios y pagar, además, cuatro millones de coronas por el rescate de su rey. Eduardo III exigió y consiguió nuevas concesiones: todo lo acordado en 1358 y Normandía, Maine, Anjou y Turena, también con soberanía plena. En Francia, el consejo se negó a realizar estas concesiones que había hecho el rey Juan desde su cautiverio en Londres. En 1359 Eduardo partió hacia Francia con un gran ejército para realizar una demostración de fuerza. La expedición fue un fracaso militar, pero condujo al tratado de Brétigny de marzo de 1360. Este devolvió a Eduardo los territorios que le habían sido cedidos en 1358 y un rescate reducido a tres millones de coronas de oro. Además Eduardo aceptó renunciar a sus derechos sobre la corona de Francia y Juan abandonaría su exigencia sobre los territorios cedidos a los ingleses. En una reunión celebrada en Calais en octubre, las dos cláusulas fueron suprimidas, constituyendo un tratado separado cuya ejecución dependería de que se cumplieran aquellas referentes a la cesión de territorios. B. 1360 − 1396 Uno de los problemas duramente los periodos de paz eran los soldados, que acostumbrados a la lucha se encontraban sin ocupación. Muchos ingleses permanecieron en Francia y se integraron en las bandas de soldados dispuestos a servir a quien quisiera dirigirlos o contratarlos. En 6 de abril de 1362 esos mercenarios derrotaron a un ejército real en Brignais, en el valle del Ródano. Otros entraron al servicio de Carlos de Navarra y contribuyeron a extender el desorden en Normandía y en zonas circundantes. El 16 de mayo de 1364 otro ejército comandado por Bertrand du Guesclin, derrotó al ejército Navarro, con la ayuda de los ingleses, en Cocherel, en el sudeste de Normandía. Se produjo tras la muerte del rey Juan II en Inglaterra, donde continuaba prisionero. Le sucede en el trono su hijo Carlos V. En 1364 terminó la guerra de sucesión en Bretaña, después de veinte años de lucha. La victoria se inclinó del lado de los monfortistas, con apoyo inglés. En lo sucesivo el conflicto va estar centrado en la sucesión al trono del reino de Castilla. Los pretendientes eran Enrique de Trastámara, que tuvo que exiliarse a Francia en 1361; y Pedro su hermanastro. Pero negoció un tratado defensivo con Eduardo III. Enrique en 1365−66 asume el título de monarca del Castilla, con la ayuda de un ejército de 10.000 hombres comandado por Du Guesclin. Pedro se ve en la necesidad de hacer efectiva su alianza. El Príncipe Negro organiza un ejército y en 1367 entra por el norte de España. El 3 de abril su ejército unido al del Rey Pedro derrota a los franceses y a Enrique Trastámara en Nájera. 3 En 1368, Enrique regresó a Castilla para intentar hacer valer su pretensión sobre la corona castellana. Para esto contó con la ayuda de los franceses, los cuales necesitaba urgentemente el auxilio de la flota castellana basada en Sevilla. El 23 de marzo de 1369 Enrique asesino a Pedro en Montiel. En junio de 1369 Eduardo acero asume el nuevo el título de rey Francia. En noviembre Carlos V confiscó Aquitania y los dos reinos entran de nuevo en guerra las incursiones de Sir Robert Knolles en 1370 y de Juan de Gante, tercer hijo de Eduardo III, en 1373 dieron escaso resultado. La iniciativa francesa dio resultado y reocuparon gran parte de Aquitania. La alianza franco−castellana, comienza a tener consecuencias. En 1372 una flota inglesa fue derrotada por galeras castellanas, cerca de La Rochelle. Numerosos soldados ingleses fueron llevados como prisioneros a España. Ante los sucesivos fracasos de los ingleses, la guerra se decidía ahora hacia el bando francés. En 1377 muere Eduardo III, le sucede su nieto Ricardo II. En 1378 estalló un cisma, la doble elección al papado. Esto divide en dos la iglesia occidental, las ciudades de Roma y Aviñón son los centros de autoridad papal. Por supuesto Inglaterra y Francia apoyaban bandos opuestos. En 1380 Carlos VI sucede a su padre en el trono francés. El verano de 1381 contempló el estallido de una revuelta de campesinos en Inglaterra. En 1382 hubo tumultos en Ruán, provocados por la exigencia de impuestos de la corona francesa. En 1386, Inglaterra estuvo a punto de ser invadida desde Francia, planeada la invasión por Felipe, duque de Borgoña. Tuvo apoyos de Bretaña, Flandes, así como una gran parte de Francia. Inglaterra, entre los años 1371 y 1385, apoya las ambiciones de Juan de Gante en Castilla. Entre los años 1380 y 1385 la idea de la paz flotaba en el ambiente. Se comenzó a perseguir la paz de manera formal. La fórmula posible, "la separación de Inglaterra y Aquitania y la creación de una dinastía inglesa en el ducado". En 1383 se concretó en un primer texto esta proposición. Ricardo II nombró a su tío Juan de Gante, en 1390, duque vitalicio de Aquitania. Más tarde, en 1393 se alcanzó un acuerdo provisional en el que los ingleses obtenían la cesión de Calais y la zona de Aquitania al sur del río Charente. El conjunto de la población no compartía las esperanzas de los monarcas. En abril de 1394 la población de una gran parte de esa zona se levantó manifestando su deseo de permanecer vinculada a la corona de Inglaterra. A pesar del bienintencionado plan de los negociadores, este fracasó como consecuencia de la actitud del conjunto de la población. Las negociaciones continuaron entre 1394 y 1396 y en marzo de 1396 los dos bandos acordaron una tregua de 28 años y el matrimonio de Ricardo II con una de las hijas de Carlos VI, Isabel. C. 1396−1422 En Francia los duques pretendían gobernar en lugar de Carlos VI, quien desde 1393 sufría una enfermedad mental, que no le abandonaría hasta su muerte en 1422. Ricardo II fue depuesto y asesinado en 1399. En su lugar es coronado Enrique IV, hijo de Juan de Gante. En 1400 se produjo un desembarco de tropas francesas en Gales para ayudar a los galeses contra Inglaterra. Los ingleses atacaron la costa de Normandía en varias ocasiones entre 1400 y 1410. En 1411, a petición de Juan, duque de Borgoña, un pequeño ejército inglés participó en lo que estaba 4 convirtiéndose en una gran guerra civil en Francia. En mayo de 1412 se firmó el tratado de Bourges. Entre Enrique IV y los duques de Berry, Borbón y Orleans. El rey inglés consigue con esto el reconocimiento de que Aquitania pertenece por derecho a Inglaterra. Cuando los duques franceses firmaron la paz en Auxerre tres meses después, los únicos perdedores iban a ser los ingleses. Enrique V sucede a su padre en 1413. Enrique exige la corona de Francia y los territorios que en otro tiempo estuvieron bajo dominio inglés: Normandía, Maine, Anjou, Turena, Aquitania, junto con los atrasos que se debían todavía por el rescate de Juan II y la mano de la hija del monarca francés. Al rechazar los franceses sus condiciones, Enrique decide ir a la guerra. En agosto de 1415 un ejército inglés desembarcó en Normandía. Comienza el asedio a Harfleur en la desembocadura del río Sena. La ciudad capituló seis meses después. Más tarde Enrique V decide avanzar hasta Calais. El 25 de octubre de 1415, aunque superados el número por los franceses Enrique y su ejército con su táctica tradicional basada en los arqueros y en los caballeros armados, derrotaron a los franceses en Agincourt. Los franceses cayeron en la trampa de realizar un ataque bajo una auténtica lluvia de flechas. Carlos el duque de Orleans fue hecho prisionero. En 1416, los franceses intentaron por todos los medios recobrar Harfleur. La guarnición sufrió duras penalidades pero el 15 de agosto de 1416, Juan duque de Bedford, derrotó a la flota enemiga en el estuario del Sena. Para el verano de 1419 toda Normandía pertenecía a Enrique V: las grandes ciudades fortificadas del ducado, Caen, Falaise, Cherburgo y Ruán habían caído en manos de los sitiadores ingleses. Enrique V no deseaba otra cosa que la conquista militar. Todos aquellos que se negaron a reconocerle fueron privados de sus tierras y conducidos a una especie de exilio en la propia Francia, en el territorio dominado por los Valois. De esta forma a través de una política deliberada de conquista y colonización, Enrique V amplió los beneficios de la guerra a muchos de sus compatriotas, tanto soldados como civiles. El delfín Carlos se entrevistó el 10 de septiembre de 1419 en Montereau con Juan duque de Borgoña. En el encuentro resulta muerto el duque de Borgoña. Este asesinato sirvió para agravar las divisiones políticas existentes en Francia. La muerte brutal de Juan llevó inevitablemente a Felipe, su hijo y sucesor, a situarse en el bando del único hombre que podía ayudarle. Enrique aprovechó la oportunidad que le podía conducir hasta París. El resultado fue el tratado de Troyes de mayo de 1420. Fue éste el tratado más importante de la Guerra de los Cien Años. El tratado firmado entre Enrique V y el duque Felipe de Borgoña, impuesto al rey enfermo Carlos VI. No dividía al reino, su objeto era preservar la unidad de Francia, solucionar los problemas de tal forma que una nueva dinastía pudiera asumir la corona de Francia. Esa dinastía sería la casa real de Inglaterra. El tratado de Troyes convertía a Enrique V en heredero de la corona de Francia. Carlos VI seguiría siendo rey hasta su muerte, pero mientras Enrique actuaría como regente, ocupando el trono cuando muriera Carlos. Para dar mayor peso al acuerdo se estableció también que Enrique tomaría como esposa a Catalina hija de Carlos. Francia e Inglaterra permanecieron separadas, cada una con su identidad legal y administrativa. El tratado dejaba sin resolver el punto más importante, o sea hasta que punto el rey de Inglaterra controlaría de hecho el gobierno de Francia. El tratado, surgió de un conjunto muy concreto de circunstancias, no contribuyó en absoluto a la unificación de Francia sino que sirvió, más bien, para subrayar las divisiones que existían desde hacía más de dos decenios. Thomas duque de Clarence y hermano de Enrique V, fue derrotado y muerto en Baugé, en Anjou, por un ejército franco−escocés el 22 de marzo de 1421. Enrique regresó a Francia y pudo desalojar al enemigo de los bastiones que todavía ocupaba cerca de París. Durante el asedio de Meaux el rey contrajo una enfermedad mortal. El 31 de agosto de 1422 murió en Vincennes en las afueras de París, Enrique VI no tenía todavía un 5 año. D. 1422−1453 A la muerte de Carlos VI, Enrique VI, que ya era rey de Inglaterra, obtuvo también la corona de Francia. El duque de Bedford, tío de Enrique intentó reducir la zona que permanecía fiel al pretendiente Valois, que ya era conocido como Carlos VII. El 31 de julio de 1423 un ejército mixto formado por ingleses y borgoñones derrotó al ejército franco−escocés en Cravant, mientras que un año más tarde, el 17 de agosto de 1424, otro ejército, encabezado por el propio duque de Bedford, derrotó en Verneuil, después de una dura lucha con otro ejército enemigo, reforzado en esta ocasión por ballesteros genoveses. Supuso la segunda derrota francesa en un año y sirvió para devolver la reputación militar a los ingleses. En el otoño de 1429 una campesina de Lorena, Juana de Arco, convenció al delfín de que había sido enviada por Dios para levantar el asedio. Juana recibió permiso para alcanzar el objetivo para el que crecía haber sido enviada. El 8 de mayo de 1429 los ingleses levantaron el sitio; Francia habría conseguido una gran victoria moral a través de Juana de Arco. En el plazo de un mes los franceses dieron el siguiente paso lógico, la coronación del delfín como rey de Francia. Para los ingleses la coronación de Carlos VII en Reims, suponía una gran amenaza a su integridad. En diciembre de 1431, Enrique VI, fue conducido a París y coronado en Nôtre−Dame por un obispo inglés. Al año siguiente Juana de Arco fue hecha prisionera en Compiègne y en mayo de 1431, tras un juicio político fue condenada a la hoguera en Ruán. En estos momentos la situación estaba en punto muerto. En 1439 se llevó a cabo un nuevo intento de conseguir un acuerdo diplomático cuando ingleses, franceses y borgoñones se reunieron cerca de Calais en el verano de este año. Los franceses ofrecían una "paz a medias", pero posteriormente fue desechada cuando los ingleses exigieron una paz perpetua junto con la concesión de Normandía y de Aquitania ampliada en plena soberanía. En el verano de 1444 se asumió que se había acordado una tregua entre Inglaterra y Francia y que Enrique VI se casaría con Margarita de Anjou, sobrina de Carlos VII. La tregua de Tours señaló el comienzo de una breve frase diplomática. En diciembre de 1445, Enrique VI se comprometió secretamente a abandonar el condado de Maine. Si Enrique VI esperaba conseguir la paz sufrió una desilusión. Desde 1446 a 1448 los franceses no ahorrarán esfuerzos para conseguir la rendición de Maine, a la que se resistían los ingleses que ocupaban Le Mans, su capital. Quince meses después con el pretexto de que los ingleses habían roto la tregua, los franceses invadieron Normandía desde varias direcciones. Los primeros días de 1450 los ingleses, expulsados de sus territorios y derrotados en la batalla de Formigny en abril, habían perdido el control del norte de Francia. Sólo permanecía en su poder Calais. En 1451 los franceses invadieron y saquearon la mayor parte de Aquitania y conquistaron Burdeos, aunque más tarde los ingleses reconquistaron la ciudad. En 1453, los franceses volvieron de nuevo a la carga y el 17 de julio derrotaron Castillon a los ingleses. Con esta batalla termina la Guerra de los Cien Años. III. En el verano de 1415, Enrique V desembarcó en Normandía. Marchó hacia la ciudad de Harfleur y la sitió. El 22 de septiembre la ciudad se rindió al asedio de los ingleses. Pero los ingleses perdieron muchos hombres en este asedio debido, principalmente a la fiebre y a la disentería. 6 Enrique, con su ejército diezmado decide retirarse y marchar hacia Calais para embarcar hacia Inglaterra. El rey inglés era consciente del peligro que corría, pues esta zona esta dominada por el enemigo y sus hombres solo tenían provisiones para ocho días. Los ingleses se ven obligados a adentrarse tierra adentro, pues no podían vadear el río Somme. El 18 de octubre encuentran dos vados seguros y al día siguiente todo el ejército inglés vadea el río Somme. Poco después llegarán heraldos de las de las fuerzas francesas, anunciando que los nobles franceses planeaban ofrecer batalla en el camino hacia Calais. Lo hicieron cerca de la aldea de Agincourt. La posición de los ingleses el 24 de octubre, inferiores en numero y hambrientos, parecía desesperada, pero Enrique estimuló a su ejército. El 25 de octubre y tras una noche tormentosa, los dos bandos podían ver las disposiciones del otro. El pequeño ejército inglés esta extendido en una línea de cuatro de fondo a lo largo de los extremos de los bosques de Agincourt y Tramecourt. El duque de York mandaba el ala derecha y Lord Camoys la izquierda, mientras que el rey se colocó en el centro. Cada una de las tres divisiones comprendía cuerpos de lanzas, con arqueros en formación de cuña a cada uno de sus lados. Todos los hombres, incluido el rey, lucharon a pie. Esta pequeña fuerza, 900 lanzas y unos 5000 arqueros, se enfrentaba a un ejército formado por lo menos por el cuádruple de soldados que el inglés. En las primeras y segundas líneas de los franceses estaban todos los nobles. Los que no eran de noble cuna estaban relegados a la tercera línea. Este fue uno de los errores de los franceses, pues los caballos no disponían de espacio y no podían usar sus armas largas; los ballesteros, colocados detrás de la línea frontal, resultaron inútiles. Enrique decide tomar la iniciativa y las mueve, y por la mañana dio la orden de ponerse en marcha. Toda la línea inglesa avanzó a través del barro, hasta un tiro de arco de los franceses. Los arqueros ingleses clavaron en el suelo estacas afiladas para rechazar la caballería francesa. La táctica de Enrique da resultado y los franceses se prepararon para cargar contra los arqueros. La mayoría de los caballeros montados fueron derribados antes de que hubieran logrado acercarse a los ingleses; Los que llegaron a las estacas de los arqueros fueron muertos por disparos concentrados a corta distancia. Los pocos hombres que sobrevivieron fueron llevados atrás, hacia sus propias líneas, por sus caballos atemorizados. Mientras tanto, la primera línea de guerreros a pie avanzaba con dificultad, debido al peso de la armadura, sé hundían en el barro. El ataque francés estaba desordenado y entonces Enrique ordenó a sus arqueros que dejaran sus arcos largos y se enfrentases a los caballeros franceses en combate cuerpo a cuerpo. Los arqueros se lanzaron sobre ellos con hachas, mazas y espadas. Estos derribaron a la mayoría de los caballeros en el suelo. A la vez avanzaba la segunda línea, pero también se agotó en el barro. Se quebró bajo la lluvia de flechas y retrocedió. Pronto los caballeros franceses muertos se contaron por miles y la tercera línea francesa, viendo la matanza, empezó a disolverse. Los ingleses quedaron dueños indiscutibles del campo y el camino de Enrique a Calais estaba abierto. Por la incompetencia táctica y una creencia fuera de lugar en su superioridad, los franceses habían pagado un precio terrible. 7 IV. La Guerra de los Cien Años fue provocada por la disputa del vasallaje entre los reyes de Francia e Inglaterra. La ambición de los reyes ingleses en el asunto de la sucesión al trono de Francia, es otro de los problemas de la Guerra de los Cien Años. Me llama la atención la exigencia del matrimonio con la hija del rey francés, por parte del rey ingles de turno, para asegurarse su derecho de sucesión al trono francés. En general fue un acontecimiento muy importante en la historia de Inglaterra, pues pierde su dominio en el continente. El final de la guerra crea luchas internas que darían lugar a la Guerra de las Dos Rosas. BIBLIOGRAFIA Se han usado los siguientes libros: Eduard PERROY La Guerra de los Cien Años Ed. AKAL Universitaria, Madrid, 1982 Chistopher ALLMAND La Guerra de los Cien Años Ed. Critica, Barcelona, 1990 E.L. WOODWARD Historia de Inglaterra Ed. Alianza, Madrid, 1974 Anthony LIVESEY Grandes jefes militares y sus Batallas Ed. Ediciones Folio, Barcelona, 1996 1º DE FILOLOGIA INGLESA 8