¿INFLUYEN LOS CAMPOS ELECTROMAGNÉTICOS EN NUESTRA SALUD?: UNA PROPUESTA DIDÁCTICA. Categoría: Línea de Investigación Corina Varela Calvo y Mª Belén Fajardo Rodríguez Área de Didáctica de las CC.EE. Dpto. Didácticas Especiales. Universidad de La Laguna cvarela@ull.es Tfno:922-319649 C/ Heraclio Sánchez, 37 38204-La Laguna (Tenerife) INTRODUCCION El interés primordial de este trabajo se refiere más que al estudio de los conceptos bioeléctricos y físicos generales, al análisis de los posibles efectos de los campos electromagnéticos sobre la salud, para lo cual hacemos una hacemos investigación en una población que, aparentemente, sufre su acción. La problemática medioambiental y el tema de las torretas de alta tensión que afecta a una zona de Güímar nos da la oportunidad de explicar a la población algunos aspectos conceptuales, así como de desarrollar en ella una actitud crítica hacia las agresiones al entorno y especialmente en lo que afecta a la salud. Por eso ofrecemos una propuesta Didáctico- Informativa a desarrollar en la zona, comentando aspectos metodológicos de carácter introductorio que faciliten el conocimiento de los posibles efectos de los CEM. LOS CAMPOS ELECTROMAGNËTICOS: DELIMITACION DEL PROBLEMA Sabemos que la electricidad produce ondas en la misma dirección a su propagación pero no sólo dentro del cable por el que se transmite: también fuera. En el caso de las torretas de alta tensión (sobre 220 kv.), al tratarse de corriente alterna, simultáneamente se genera un campo magnético oscilatorio o fluctuante de la misma frecuencia que la electricidad. La magnitud del campo eléctrico está en proporción directa al voltaje y decrece a medida que aumenta la distancia. El campo magnético se mide en dos unidades; en el sistema cegesimal es el gauss, (G), y en el sistema internacional, el tesla (T), que resulta 10.000 veces mayor que el primero; por tanto, dada su magnitud, es frecuente la unidad de miligauss (mG) y el nanotesla (nT) para describir los campos magnéticos asociados a la corriente eléctrica. Experimentalmente se ha demostrado que el efecto de estos campos magnéticos generados por la corriente eléctrica (CEM) sobre los seres vivos está determinado por la intensidad, frecuencia y tiempo de exposición. No se conoce, sin embargo, hasta qué grado puede superar la capacidad de adaptación del individuo. Donde con mayor énfasis se han llevado a cabo estos estudios ha sido en Norteamérica y en Europa Occidental, coincidiendo con un alto grado de industrialización y consumo eléctrico. Los CEM se han relacionado sobre todo con ciertos tipos de cáncer del sistema nervioso central, principalmente gliomas, diversos tipos de leucemia y cáncer mamario. Sin embargo, estudios recientes no acaban de encontrar una relación directa entre la exposición a este tipo de radiación y el aumento significativo de cáncer en la población afectada. En España, el Departamento de Bioelectromagnetismo del Hospital Ramón y Cajal de Madrid es pionero en Europa en la investigación sobre los efectos del electromagnetismo (GONZÁLEZ, 2000) 1 ESTRUCTURA BIOLOGICA Y SU ENTORNO ELECTROMAGNÉTICO NATURAL Y ARTIFICIAL La vida resultaría imposible sin las radiaciones naturales que forman parte de todo proceso biológico. Los seres vivos, tanto plantas como animales, son estructuras bioeléctricas: toda célula viva se comporta como un dipolo, ya que la distribución asimétrica de cargas hace que el interior celular sea negativo respecto al exterior. También el subsuelo terrestre genera radioactividad natural, en la atmósfera se detecta electromagnetismo y las radiaciones solares son, en general, necesarias para la vida. Por tanto, los seres vivos han estado sometidos durante millones de años a influencias magnéticas de origen natural. Nuestros músculos se activan mediante pequeñas descargas eléctricas; también el corazón y el cerebro presentan una actividad de este tipo, y si conocemos tan bien su funcionamiento, ha sido precisamente por el registro de esta actividad eléctrica (electrocardiograma y electroencefalograma). Por otra parte, las ondas presentes en la naturaleza y aquellas artificiales producto de la tecnología humana, pueden colocarse en forma ordenada de acuerdo con la frecuencia de oscilación (formando el espectro electromagnético), que abarca desde ondas de frecuencia extremadamente baja, menores de mil ciclos por segundo (Hz) hasta las de muy elevada frecuencia, de miles de millones de Hz.. Este espectro se divide en dos zonas; una de baja a media frecuencia (elevada longitud de onda), que es la que se conoce como zona de radiación no ionizante, en la que se encuentran los CEM, y otra de media a alta frecuencia (baja longitud de onda), en la que se encuentra la radiación ionizante (rayosX), con energía suficiente para producir radicales libres y romper las moléculas de ADN que forman el material genético celular. EFECTOS ATRIBUIDOS A LOS CEM. Desde el cable conductor se descargan electrones al aire circundante, que activan químicamente las moléculas el aire, con lo que se producen nuevos compuestos (“efecto corona”). Es el caso del oxígeno, que se ioniza y se transforma en ozono (una sola molécula entre 12 millones de moléculas de aire, ya resulta peligroso para la vida), pero también se originan óxidos de nitrógeno (diez veces más tóxicos que el ozono) entre otros.... Estudios realizados por la Universidad de Minesota en junio de 1998, establecieron que cada día que una línea de alta tensión trabaja normalmente, se producen en cada kilómetro 37.5 litros de ozono y 25 de óxido de nitrógeno.... La acción sutil de un campo magnético puede comprobarse con un tubo fluorescente de uso doméstico con toma de tierra. Bajo una línea de alta tensión sigue encendido sin necesidad de estar enchufado a la red (MORALES, 1987) La existencia de estas “perturbaciones” generadas en el medio que nos rodea, hace que nos preguntemos hasta qué punto son o no perjudiciales para nuestro organismo. La contaminación electromagnética altera los ritmos bióticos naturales que regulan muchos procesos vitales. Los campos electromagnéticos artificiales invaden los naturales, en consecuencia, los biorritmos se adaptan a las pulsaciones de la corriente eléctrica, lo que perjudica al organismo y aumenta su vulnerabilidad para contraer enfermedades que antes hubiera podido combatir más fácilmente. Aunque actualmente se considera que las radiaciones afectan a la materia viviente, todavía no se cuantifica hasta dónde puede ser causante de una patología importante. Distintos estudios parecen evidenciar la relación entre este campo electromagnético y la aparición de determinados síntomas como trastornos del sueño, fatigas crónicas, pérdidas de memoria, irritabilidad, cefaleas o jaquecas, en los adultos y suelen ser más frecuentes en los niños (por estar en fase de crecimiento y con una rápida división celular), ciertos tipos de cánceres- 2 especialmente cerebrales-y leucemia -el riesgo de contraerla es hasta cuatro veces superior al considerado normal- (MARINO Y BECKER, 1979). Recientemente han sido publicados los hallazgos de la investigación del Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Carolina del Norte (SAVITZ Y LOOMIS, 1995). El estudio se realizó entre empleados de cinco compañías eléctricas de Estados Unidos. Los datos obtenidos, a juicio de los autores, no dan base para una asociación entre la exposición ocupacional al campo magnético y la leucemia, pero sugiere una relación con el cáncer cerebral. La mortalidad por esta causa aumentó ligeramente en relación con la duración de los trabajos y al mayor índice de exposición al CEM. Otro estudio epidemiológico se realizó entre trabajadores de tres compañías eléctricas: Ontario Hydro, Hydro Quebéc y Electricité de France, en un periodo de observación de 19 años. Aunque no se encontró relación entre los CEM en 29 tipos de cáncer estudiados, entre ellos melanoma de la piel, cáncer mamario masculino y de próstata, si se informa de una asociación positiva en otros tipos de cáncer (pulmonar) (THÉRIAULT AND COL., 1994). En trabajadores con una exposición acumulativa alta se encontró un mayor riesgo en tres tipos de leucemia, así como un mayor riesgo de cáncer cerebral (FLODERUS Y COL., 1993). Otro estudio realizado a 2.8 millones de daneses, en un período de 17 años, encontró un exceso de riesgo de padecer leucemia (aguda y de otros tipos), pero no de cáncer cerebral ni melanomas (GUÉNEL Y COL., 1993). FEYCHTING Y AHLBOM (1993), del Instituto Karolinska, en Estocolmo, estudiaron a menores de 16 años que hubieran vivido por lo menos un año a no más de 300 m de líneas de transmisión de 200 y 400 kV. El resultado fue un aumento en el riesgo para leucemia infantil, proporcional a la radiación magnética, pero no para linfoma ni tumores del sistema nervioso central. Más tarde apareció una publicación de estos autores sobre el efecto de las líneas de alta tensión sobre posibles patologías asociadas en adultos (FEYCHTING Y ALHBOM, 1994), en la que señalan que en los casos de leucemia mieloide (aguda y crónica) se encontró un riesgo relativo elevado, lo cual señala una probabilidad de que CEM se asocien a esos tipos de cáncer. Un informe del Instituto Nacional Sueco de Salud Ocupacional establece que la exposición ocupacional a los CEM constituye un riesgo en el desarrollo de ciertos tipos de cáncer. Para tumores cerebrales, aparecía un aumento en el riesgo correspondiendo a valores altos de exposición; para la leucemia linfocítica crónica, un riesgo aumentado de acuerdo al nivel de exposición, pero sin embargo no se encontró asociación con la leucemia aguda mieloide (FLODERUS Y COL.,1993). Otros efectos podrían ser reproductivos, ya que en algunos casos se presenta preocupación por casos de aborto espontáneo debido a los CEM En Finlandia se encontró que el aborto natural era mayor cuando el CEM residencial era más alto (JUUTILAINEN Y COL., 1993). Sin embargo, otros muchos investigadores encuentran que la exposición residencial no tiene efectos reproductivos adversos tales como embarazo espontáneo o malformaciones. Estudios sobre animales evidenciaron un descenso de la fertilidad masculina a 1.500 mT (NARRA Y COL., 1996), y también de la femenina a 80 mT, pero no a 30 mT . Respecto a las posibles malformaciones congénitas producidas por exploraciones mediante resonancia magnética realizadas durante el embarazo, no se encuentra relación evidente, todo lo contrario (BAKER Y COL., 1994; EVANS Y COL. ,1993). NORMAS DE EXPOSICIÓN Organizaciones gubernamentales y profesionales han desarrollado normas de exposición, a pesar de que intereses creados por parte de las compañías eléctricas y de los gobiernos impiden que se establezcan medidas eficaces de seguridad, aduciendo que estas repercusiones no están comprobadas fehacientemente. Así, en 1987, el Laboratorio Nacional Lawrence 3 Livermore de Estados Unidos y también la Organización Mundial de la Salud (OMS) desarrollaron y publicaron unas recomendaciones de exposición personal a campos magnéticos (MILLER, 1987) [1]. A finales de 1993, el Consejo Nacional de Protección Radiológica del Reino Unido (NRPB) estableció otras [2]. SOLUCIONES TECNOLOGICAS A diferencia de los campos eléctricos, que pueden ser reducidos mediante protecciones aisladoras, no existen barreras para los campos magnéticos. El campo magnético es una función directa de la intensidad de corriente que fluye por un conductor dado y decrece con la distancia. Ambos parámetros, corriente y distancia, pueden regularse en forma sencilla, pero no siempre es lo más práctico para reducir el campo magnético, ya que el consumo de energía eléctrica crece rápidamente y por tanto deben transportarse mayores cantidades de energía y resulta a veces muy cara la ampliación de los derechos de paso. Sin embargo existen soluciones tecnológicas relativamente sencillas, tales como el aumento en la altura de las torres, reducción de la distancia horizontal entre líneas y una disposición vertical de los conductores. En estas tres modalidades de reducción del CEM, básicamente se regula el factor distancia. Compañías eléctricas, norteamericanas y europeas, además de las investigaciones de carácter científico y tecnológico para reducir los CEM mediante diseños prácticos, han establecido políticas generales e información al público y a sus empleados y organizan debates abiertos para que las diferentes comunidades puedan expresar libremente sus dudas y temores. CASO DE ESTUDIO: La instalación de un tendido de líneas de alta tensión (220 kvoltios) en una zona próxima a un caserío- El Socorro (Güímar)- donde, según la tradición apareció la Virgen de Candelaria, Patrona de Canarias, y que el 7 y 8 de septiembre de cada año recibe a varias decenas de miles de peregrinos. El problema, en una zona, próxima también a un espacio natural protegido como es el Malpaís de Güimar, tiene implicaciones científicas, sociales y técnicas. En este trabajo se intenta que, a través de un conflicto social como es la instalación de las torres de alta tensión, se vea reflejada la posición de toda de una comunidad ante los posibles efectos perjudiciales para su salud. La distancia de seguridad de una vivienda a una red eléctrica aérea de alta tensión debe ser de un metro por kilovoltio. Sin embargo, incluso dentro del mismo caserío de El Socorro hay torretas...Y su población no es consciente del posible peligro que entraña para su salud el campo electromagnético que genera el tendido eléctrico aéreo de alta tensión. Elaboramos un cuestionario que pasamos a una muestra de 83 sujetos, -56 mujeres y 27 hombres, de edades comprendidas entre 28 y 73 años-, muestra más que suficiente si consideramos que la población es de 188 individuos de derecho (Ayuntamiento de Güímar, 2000), aunque no de hecho. a) ¿Desde cuándo vive usted en este barrio? (Vemos si es desde antes o después de la instalación) b) El hecho de vivir cerca del tendido, ¿ha supuesto algún cambio en su salud? c) ¿Cree que las torretas producen algún tipo de radiaciones? Creo que si. No, no lo creo. No sabe/No contesta. (En caso de contestar que sí): ¿Cree que es nociva para la salud? d) (Sólo si es mujer y está en edad fértil): ¿Ha sufrido usted algún aborto desde que vive aquí? 4 e) ¿Cree usted que en lugar de ésta instalación debería haberse realizado otra? f) ¿Le gustaría que la red de alta tensión estuviese bajo tierra? Si, es más estético para el paisaje Si, me sentiría más seguro/a No, ¿más obras? serían un trastorno... Me es igual... Otra respuesta: g) ¿Hay alguna otra fuente de radiación electromagnética -aunque sea menor- cerca de usted? ¿dónde? ¿cuál? h) (Si no menciona ninguno de uso doméstico) ¿Hay en su casa microondas, televisor, vídeo, ordenador, teléfonos móviles...? RESULTADOS: Como quiera que no existe una diferencia significativa en las opiniones en función del sexo ni de la edad, pensamos que no merece la pena particularizar. a) Con esta pregunta se pretende saber si los encuestados viven en la zona antes de la instalación de la red: Más de veinte años: 41.7 % Menos de diez años: 16.6 % Entre diez y veinte años: 8.3 % No residen habitualmente: 33.4 % b) El 100% expresan que no han notado que su salud se haya visto afectada por esta causa. Nosotros, sin embargo, tenemos constancia de, al menos, cinco mujeres que han muerto por cáncer de mama, y de otras tres personas, por otro tipo de cáncer, aunque no aseguramos que la causa directa sea la presencia del tendido. c) Si: 58.3 % No sabe: 33.3 % No: 8.4 % De los que contestan afirmativamente, el 14.2 % manifiesta que cree –por haberlo leído u oído en medios de comunicación, fundamentalmente- que son perjudiciales para la salud. El resto no conoce posibles efectos. d) De las mujeres en edad fértil, -un 78% de la muestra femenina- ninguna manifiesta haber sufrido un aborto natural. e) Un 83.3 % de los encuestados indica que bajo tierra. Suponemos que esta respuesta está altamente influenciada por la actual polémica originada por una futura instalación similar en un municipio relativamente próximo, de la que los medios de comunicación de la isla, se han hecho eco Hubo quien manifestó lo sumamente costoso que resultaría ese proyecto, incrementada por la característica volcánica del terreno y la proximidad al espacio natural protegido. f) Las respuestas se reparten entre tres de las alternativas ofrecidas: Si, es más estético: 58.3 % Si, me sentiría más seguro/a: 33.3 % Me es igual: 8.4 % La red eléctrica subterránea parece ser que evita muchos de éstos problemas, aunque existen trabajos que defienden que no existen pruebas convincentes del efecto negativo contra la salud de estos campos, o que, por enterrarlos, no se evitan. g) y h) Dondequiera que haya corriente alterna, necesariamente habrá un campo magnético en los alrededores: siempre que un dispositivo o aparato use electricidad, hay flujo de corriente y se generará un campo magnético oscilatorio acoplado. Un 16 % indica que tienen en su casa un microondas. 5 El resto indica que no (pero sin embargo todos tienen electrodomésticos).Algunos incluso manifiestan que “no, porque no tienen microondas”. Es curiosa la asociación exclusiva radiación electromagnética-microondas, cuando la información que se ofrece actualmente sobre los teléfonos móviles es tan abundante. -----Recogimos que la mayor preocupación de la población era los vertidos al mar del Polígono Industrial de la zona y el inexistente asfaltado de las calles. Al preguntarles a algunos vecinos si les preocupaba la posible radiación hubo quien manifestó que “si la hay, el viento la arrastra hacia arriba” (la zona está bajo la influencia directa de los alisios). CONCLUSIONES: Ante las respuestas obtenidas, nos preguntamos si realmente causan las radiaciones electromagnéticas un efecto perjudicial en los organismos expuestos a ellas. En este sentido también existen numerosas investigaciones que niegan esta relación (ROUCAYRAL, 1993; MOULDER, 2000). “Alta tensión: El veredicto es firme: las ondas electromagnéticas de baja frecuencia, como las que emiten las torres de alta tensión, no son peligrosas para la salud. Un grupo de 16 científicos del Consejo Nacional de Investigación de EEUU ha estudiado durante tres años los 500 trabajos en los que se relacionaba el electromagnetismo y el aumento de riesgo de enfermedades. Los expertos insisten en que no hay ninguna evidencia científica de peso que indique peligro alguno para la población que vive cerca de los cables de alta tensión “(EL MUNDO, 1997). En definitiva: a) Parece ser –por la investigaciones recogidas-, que existe un posible efecto biológico de los campos magnéticos generados por la corriente eléctrica alterna, aunque se desconoce tanto el mecanismo, como los posibles perjucios, ya que no han sido debidamente comprobados: la incidencia de los campos magnéticos en problemas de reproducción y malformaciones congénitas son contradictorios. b) En cuanto a diversos tipos de cáncer involucrados (leucemia y cerebral principalmente), los resultados no son concluyentes, a pesar de la amplia gama de investigaciones en diversas partes del mundo. El efecto en los adultos no ha sido constante ni reproducible, aunque en niños existe un ligera tendencia al aumento en el riesgo para la leucemia. c) Varios organismos han fijado niveles de referencia, aunque no existe acuerdo sobre los límites. El ser humano constantemente está expuesto a campos magnéticos de variada intensidad, al utilizar aparatos eléctricos tanto en su vida doméstica como laboral. d) Mientras se aclara este problema científico, se ha recomendado evitar la exposición a los campos magnéticos cuando resulte razonable, práctico y económico, como aplicación del principio de la precaución, pero no por haberse confirmado un peligro. e) De la misma forma, encontramos abundantes estudios que comprueban el uso benéfico de los CEM en Medicina, desde el rango de picoteslas (pT) hasta los 2 T usados en la resonancia magnética nuclear, pero que al igual que los rayos X, deben ser usados en dosis adecuadas y de una forma controlada. Nosotros nos decantamos por creer que sí hay una relación directa, a pesar de haber recogido casos tanto en un sentido como en otro. Por otra parte, los datos que obtuvimos son algo contradictorios: sabemos de la existencia de casos de cáncer en la zona, sin embargo, ningún encuestado lo ha relacionado con la presencia del tendido. 6 Destacamos la desinformación de éstos vecinos y la existencia de otras prioridades a resolver para mejorar su calidad de vida. PROPUESTA DE ACCIÓN: Por eso elaboramos una propuesta de trabajo a desarrollar en el local de la Asociación de Vecinos. Se iniciará con un ciclo de charlas, tras las que se aportarán artículos para leer, comentar y debatir, se procurará que la población: - capte cómo se produce básicamente un CEM y mida algunos valores. - conozca las relaciones entre CEM y la contaminación y alteración que se produce en el ecosistema. - relacione y compare los posibles efectos perjudiciales de las líneas de alta tensión con el uso de los electrodomésticos usuales en el hogar. No se trata de alarmar a la población, sólo de que sean conscientes de los posibles peligros que entraña el vivir en una zona demasiado próxima a una instalación así. Se invitará a las sesiones a un representante del Ayuntamiento, y a un miembro del grupo ecologista de la zona, TABONA Fases: - Charla inicial -desde una perspectiva muy elemental- de lo que es un CEM y cómo se produce. - Trabajo con el plano de la zona, viendo todo el recorrido de la red, los paisajes naturales por los que pasa, los núcleos de población cercanos... Se analizará también la posible ilegalidad de la obra, al faltar informes. - Lectura en pequeño grupo de uno de los documentos propuestos en los materiales de trabajo, de modo que cada grupito trabajará un artículo de los propuestos, a partir del cual se expondrá al gran grupo: - Las ideas principales del artículo. - Las palabras o conceptos desconocidos, que luego trataran de explicarse. - Ejemplo de un estudio de impacto ambiental y posterior discusión. - Explicación del funcionamiento del trifield TM Meter, que aunque sencillo e impreciso, puede dar una aproximación al valor del CEM y permite dar un cierto orden a las magnitudes. Un grupo medirá en una casa el valor del CEM de baja frecuencia (banda cercana a los 50 Hz., que es la más frecuente en los hogares), generado por el uso de los electrodomésticos habituales), utilizando unas fichas-modelo. Luego se comentarán las mediciones ante el gran grupo y se contrastarán con los valores de la Tabla. Materiales de trabajo: - Planos: Hoja nº 8 de la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos, con el recorrido de la red de Alta Tensión. - Artículos: - Peligro: ¡A.T.! (Cruz, A. , 1997) La Rendija. Ecología/Medio Ambiente. - Torres de Alta Tensión. La Razón Digital 24-09-00 - Vivir al lado de una torre de Alta Tensión. El País, 2-12-99 - Torres de Alta tensión: Muerte silenciosa (Curie, A., 1998) Revista GEN-T. Sociedad, Cultura, Salud y Política. Monterrey, Nuevo León, año I, nº 3, 5 de diciembre. - Tablas: Valores del CEM de aparatos eléctricos, de J. Castellanos. (Pág 21, pero con los valores en nT., no en mG ). - Instrumentos: - trifield TM Meter. - Fichas de medición (ANEXO I y II) 7 La técnica utilizada será una combinación de las siguientes: - Enseñanza tradicional, con instrucción directa al grupo. - Basada en la socialización, favoreciendo un buen clima de trabajo en la realización de las pequeñas tareas que se asignaran a cada uno de los pequeños grupos que se formarán, adecuadas para conseguir que se obtenga un rendimiento óptimo en la información ofrecida. - Fundamentada en la participación personal, al abordar tareas cuyas ejecución motriz se abra a varias realizaciones donde lo importante es el desarrollo de la tarea, más que el rendimiento en ella. Intentamos potenciar la capacidad de análisis, comprensión, reflexión, autodescubrimiento y síntesis en cada miembro del grupo. BIBLIOGRAFÍA: - BAKER, P.N. Y COL.(1994): A three-year follow-up of children imaged in utero with echo-planar magnetic resonance imaging. American Journal Obstet. Gynecol., nº 170, pág3233. - CASTELLANOS, J.(1996):“Las radiaciones electromagnéticas y nuestra salud”. Asociación de Estudios Geobiológicos. Madrid. - EL MUNDO (1997): Salud y Medicina. Suplemento Actual. El Bisturí, nº 248. 22 de mayo. - EMBID, A. (1983): “Una forma de perder la salud:Contaminación eléctrica”, Integral, nº 50, pag 12 -13. - EVANS, J.A. Y COL. (1993): Infertility and pregnancy outcome among magnetic resonance imaging workers. Journal Occup. Med., nº 3, pág 1191-1195. - FEYCHTING, M. y AHLBOM, A. (1993): “Magnetic fields and cancer in children residing near Swedish high-voltage Power lines” American Journal Epidemiology, nº 7, pág 467-481. - FEYCHTING, M. y AHLBOM, A. (1994): “Magnetic fields,leukemia and central nervous system tumors in Swedish adults residing near high-voltage Power lines” Epidemiology, nº 5, pág 501-509. - FLODERUS, B. Y COL. (1993): “Occupational exposure to electromagnetic fields in relation to lekemia and brain tumors. 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Ejemplo de impreso de resultados: RESULTADOS Áreas neutras: Menos de 100 nT Áreas de cierta nocividad: 100 nT- 250 nT Áreas de alta nocividad: 250 nT- 1000 nT Áreas de muy alta nocividad: Más de 1000 nT Zonas o aparatos eléctricos usados - Sala de estar - Cuarto de estudio - Cuarto de baño Tiempo medio aproximado de permanencia en el campo - 4 horas diarias - 2 horas diarias - ½ hora diaria Total 6,5 h. - - Cocina - Cocina con microondas - - Dos horas diarias Total: 2 h. Dos horas y media diaria Total: 2,5 h. - 9