Resumen: “Nuestros deseos, nuestras decisiones: ¿Qué pasa con nuestra Venezuela?” Para Venezuela, en su historia ha tenido muchos altibajos, muchas situaciones difíciles, sin embargo hoy en día enfrente una de sus peores crisis en todos los ámbitos de su vida: es así como contemplamos que en el plano económico se encuentra el petróleo como el eje central del problema, no por su existencia efímera sino por su mal manejo, además de la inestable economía que nos mantiene a flote pero a punto de sumergirse; por otra parte en lo político vemos como nuestras instituciones se arrodillan ante los intereses de la gente que se encuentra en el poder mientras el pueblo no confía en sus decisiones ni en su competencia; en lo internacional nos impresionamos como el mundo ha progresado a diferencia de nosotros y observamos un ambiente difícil de penetrar, hemos involucionado, y por último tenemos el factor más grave: nuestra gente, ya que la peor crisis que puede tener un país es una crisis moral, es un desfase terrible el que la violencia y el terror inunden nuestras calles, es terrible que nuestra educación no responda a nuestras súplicas y que la democracia se esté consumiendo en las llamas del odio entre hermanos. Abundan las críticas pero escasea la disposición para hallar soluciones, es evidente que cada uno de nuestros pasos deben ser meditados, primero para desarrollar a nuestro país es necesario tener unas bases económicas que nos sustenten en lo posible, mientras eso se construye lo más importante para nuestro pueblo es la educación, porque la figura de la escuela representa la integración de toda la comunidad, la unión de nuestros familiares en pro del desarrollo de las criaturas que forjamos como nuestro futuro, esas personitas que aprenderán junto a sus padres y allegados el valor de convivir en armonía, es el lugar ideal para crear a los verdaderos ciudadanos, gente que sepa socializar y que tenga sentido de propiedad, personas que cambiaran a la sociedad y llenaran a Venezuela de armonía y entendimiento. Los jóvenes que se desarrollaran en una escuela completa y digna serán los encargados de llevarnos a la vanguardia del mundo, serán ellos quienes construyan el camino para adentrarnos en el maravilloso mundo que nos observa. Con respecto a los venezolanos de hoy, que nos encontramos en medio de un campo de batalla ya que hasta peleamos con nuestros padres por ideales insulsos que socavan las bases de la democracia participativa, nos imposibilita escucharnos y ayudarnos mutuamente, es por ello que debemos dejar de lado el resentimiento y tener conciencia nacional, dejar la violencia y la discriminación para darle paso a la unión social, unificar a nuestra Venezuela en lazos de la amistad y la fraternidad, pues todos somos partes de ese todo que nos caracteriza. Finalmente y no menos importante se encuentra el instrumento por el cual debemos hacer valer nuestras opiniones, instrumento que nos debe defender de todo el mal que nos espíe, son las instituciones nuestros escudos y portadores de nuestras voces, son las mismas que nos traicionan diariamente: Estado, Partidos políticos, poderes públicos. Nuestra desconfianza es producto de los secretos que estos mismos guardan, la corrupción y el mal manejo de las situaciones, por eso urge reestructurar sus papeles y depurar las malas influencias que recaen en ellos, para que exista la democracia auténtica que aclamamos, es menester oxigenar los poderes y que los partidos retomen la honestidad que al pasar de los años han perdido o se han hecho alérgicos a la misma, es necesario seamos partícipes de este proceso de reconstrucción nacional.