Fondos soberanos de inversión:¿La forja de un nuevo orden económico mundial?

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FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA
DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL?
Victoria Barbary
Economista, ex-Monitor Group
Investigadora Asociada, Bocconi University
para impulsar sus políticas económicas, dichas
naciones comenzaron a afirmarse en el escenario mundial por medio de sus empresas estatales (fundamentalmente, a través de sus empresas petrolíferas nacionales) y de Fondos soberanos de inversión (FSI) para mantener el crecimiento económico interno y la estabilidad a
largo plazo.
Hasta el momento en que se produjo la crisis
financiera, en el mundo desarrollado se daba por
supuesto que, a medida que sus economías
maduraran, los gobiernos de los mercados emergentes renunciarían al «capitalismo estatal» en
favor del libre mercado, tal y como lo concibe la
OCDE. Sin embargo, desde que se produjo la crisis financiera, la supuesta superioridad de la economía de libre mercado está siendo cuestionada,
de modo que al tiempo que las naciones en vías
de desarrollo, que durante mucho tiempo han
tenido políticas económicas dirigidas por el Estado, están incorporándose a los mercados, el
mundo desarrollado (quizá de manera involuntaria) asiste a un incremento de la intervención
pública en la economía.
Esta desviación de la interpretación liberal
que Wall Street hace del capitalismo como sistema económico dominante tiene profundas consecuencias para la economía mundial y la política de la comunidad internacional. Ahora, es
momento de plantearse nuevas preguntas y contar con nuevos jugadores en la partida. Sin
embargo, la naturaleza de dichos actores, particularmente de aquellos que pertenecen al
mundo en vías de desarrollo, parece haber sido
INTRODUCCIÓN
Desde el final de la Guerra Fría, ha habido un
consenso generalizado en torno a la idea de que
los gobiernos deberían dejar que el libre mercado determine los resultados económicos. Pero los
efectos de la crisis financiera global y la sensación
de que el colapso vino causado, al menos parcialmente, por el crecimiento del capital financiero
no regulado más allá de la capacidad de los banqueros para controlarlo, han provocado que esta
teoría sea cuestionada de raíz.
Desde que se produjo la quiebra de Lehman
Brothers, en septiembre de 2008, los gobiernos de
todo el mundo desarrollado se han visto obligados
a intervenir en sus propios mercados. Ya sea a través de los rescates de los bancos británicos y la
industria automovilística estadounidense, los programas de flexibilización cuantitativa, o los rescates
en la Unión Europea de Irlanda y Grecia, junto
con una regulación más estricta de los bancos bajo
el régimen de Basilea III, los gobiernos occidentales están adoptando un papel en la economía global que no se había visto desde el repliegue del
Estado registrado en la década de los ochenta.
Por lo que respecta a los mercados emergentes, la crisis financiera ha puesto de manifiesto
su poder económico. En el transcurso de la primera década del siglo XXI las economías en
desarrollo con un crecimiento rápido –el caso
más notable es el de los países del BRIC, pero
también destacan los estados ricos en petróleo
de Oriente Medio y el norte de África–, acumularon una gran riqueza. Utilizando los mercados
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LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA
escasamente comprendida por los responsables
políticos, incluso en sus propios países.
Las instituciones que quizá reflejan con mayor
profundidad este cambio en la participación del
Estado en la economía global son los Fondos
soberanos de inversión (FSI). Definidos, en un
sentido amplio, cada continente alberga al
menos uno de estos fondos. Dichos fondos presentan gran variedad de usos y motivaciones, y
sin duda puede decirse que no hay dos iguales.
Pero su modo de invertir y las razones por las que
emplean el capital de determinadas maneras
siguen siendo opacos. En el presente artículo
examinaremos el espectro de los FSI, los patrones de inversión de los fondos que invierten en el
extranjero y cómo esto refleja tanto su condición
de instrumentos de política económica como la
de medio de proyección de la reputación internacional de una nación. Comprender las actividades de dichos fondos de inversión arroja luz
respecto al modo en que se utiliza el capital que
está en manos del Estado y pone de manifiesto
algunas de las características esenciales de la
nueva economía mundial.
ten su riqueza en grandes fondos de pensiones.
Las naciones ricas en petróleo de la región del
Golfo Pérsico invierten en el extranjero sus excedentes procedentes de la venta de petróleo como
ahorro destinado a las generaciones futuras, cuando se hayan agotado sus reservas petrolíferas.
Por lo general, los excedentes presupuestarios
proceden de tres fuentes principales. La fuente
más obvia son los ingresos derivados de las rentas que generan los recursos naturales. Suele tratarse de riqueza que dimana de los hidrocarburos
(sobre todo, en el caso de Oriente Medio); no
obstante, otros recursos naturales –como las piedras y los metales preciosos, los minerales y las
tierras raras– también pueden constituir la base
de un FSI. La segunda fuente consiste en reservas de excedentes formadas por superávits comerciales persistentes. Entre los casos más destacables, cabe nombrar el de la Corporación de
Inversiones de China y el de la Corporación de
Inversiones del Gobierno de Singapur. Por último, los FSI pueden constituirse a partir de participaciones estatales en empresas vinculadas a la Administración, por ejemplo, cabe citar el caso de los
Holdings Temasek de Singapur, Khazanah
Nasional de Malasia (ver en este libro el artículo
también de Adrianna Nordin) y la Compañía
Holding Mumtalakat de Bahrain.
Dado que los objetivos macroeconómicos que
persiguen los vehículos de inversión soberana
son distintos en cada país, su diversidad es muy
amplia. Esto se refleja en sus estrategias de inversión, su comportamiento y sus asignaciones. Sin
embargo, a grandes rasgos, pueden agruparse en
seis bloques distintos en un espectro de riesgo
financiero que puede ir desde los bancos centrales, como la fuente más líquida y de menor riesgo, hasta las empresas de titularidad pública.
¿QUÉ ES UN FONDO SOBERANO
DE INVERSIÓN?
Existe una serie de vehículos de inversión en
manos de gobiernos nacionales (y en algunos
casos de gobiernos subnacionales) que se utilizan
para invertir superávits presupuestarios y que, si
se gestionan inadecuadamente, pueden producir
inflación, el «mal holandés» y otras amenazas
macroeconómicas. Puesto que la situación de cada
país es única, la inversión de excedentes debe
adaptarse a cada uno en particular. Algunos países, como Venezuela, Irán o Botswana, optan por
crear fondos de estabilización para proteger sus
monedas contra el exceso de volatilidad. Otros,
como la India, invierten grandes cantidades de
excedentes en reservas de divisas debido a la volatilidad de sus flujos de ingresos y sus déficits
estructurales. También hay los que, como Japón,
consideran prioritaria la tarea de cuidar a una
población que envejece, razón por la cual invier-
FONDOS DE BANCOS CENTRALES
Y FONDOS DE DIVISAS
Se utilizan para estabilizar la moneda y controlar
la inflación, por lo que son muy líquidos, y están
gestionados por el banco central o el ministro de
Finanzas. Por ejemplo, la Agencia Monetaria de
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FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL?
Arabia Saudí (SAMA) tiene activos por valor de
505.900 millones de dólares y cerca del 70% de
dicha cantidad está invertida en bonos extranjeros, mientras que el resto se invierte en efectivo y
en oro.1 Algunos de estos fondos, como el fondo
SAMA y el fondo de la Administración Estatal de
Divisas de China (SAFE), pueden realizar operaciones de inversión de mayor riesgo, pero estas
sólo representan una pequeña parte de sus fondos y se utilizan fundamentalmente como cobertura para protegerse frente a fluctuaciones de la
moneda. Estos fondos raramente aparecen en las
noticias y apenas hemos oído hablar de ellos
desde 2008, cuando el fondo SAMA saltó a los
titulares al apuntalar la posición de Credit Suisse
con 2.000 millones y el fondo SAFE fue «sorprendido» al tratar de intervenir en el sector
bancario australiano y asumir involuntariamente
sus riesgos en las compañías petroleras Total y
BP más allá del límite comunicado.
instrumentos internacionales de renta fija».2 Por
ello, su cartera de 13.200 millones de dólares se
compone en un 85% de deuda soberana y en el
15% restante de deuda bancaria.3
FONDOS DE PENSIONES Y FONDOS
DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Los mayores fondos gubernamentales de pensiones y de la Seguridad Social gestionan aproximadamente 3 billones de dólares. Estos fondos tienen la responsabilidad de pagar las pensiones de
las personas que realizan aportaciones al fondo,
cuando estas alcancen la edad de la jubilación. La
distribución de activos debe garantizar la suficiente liquidez como para abonar las pensiones
adeudadas y el perfil de riesgo debe gestionarse
de tal manera que se garantice el cumplimiento
sostenido de sus obligaciones futuras. Algunos
fondos de pensiones, como el Plan de Pensiones
de la Junta de Inversiones de Canadá, el Sistema
de Jubilación para Empleados Públicos de California (CalPERS) y el Servicio Nacional de Pensiones de Corea, han equilibrado sus pasivos y
sus riesgos de manera que pueden invertir en
activos ilíquidos, como infraestructuras y capital
riesgo, lo que aparentemente incrementa el riesgo y reduce la liquidez de sus carteras.
FONDOS DE ESTABILIZACIÓN
Los fondos de estabilización, como el Fondo de
Estabilización Social y Económica de Chile, se
crean con el propósito de poder ser utilizados
con agilidad para estabilizar la moneda de un
país en momentos de conmoción macroeconómica grave. Al igual que ocurre con los fondos del
Banco Central, por tanto, el criterio de inversión
debe ser la garantía de que el gobierno propietario tenga «acceso instantáneo» a los mismos, más
que la obtención del máximo beneficio. Consecuentemente, las carteras tienen un perfil de
riesgo bajo y son líquidas, y se componen de
deuda soberana, efectivo y oro y, potencialmente,
de deuda comercial de alta calidad, como puede
ser la de los grandes bancos diversificados. La
política de inversión del ESSF de Chile obliga a
mantener la cartera invertida «exclusivamente en
«FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN»
Los Fondos soberanos de inversión son sólo un
tipo de vehículo soberano de inversión que tienen una identidad corporativa independiente
(no los gestiona un Banco Central o el ministro
de Finanzas) e invierten con el propósito de obtener rentabilidades comerciales a largo plazo. A
diferencia de lo que ocurre con los fondos de los
2
Fondo de Estabilización Social y Económica, Informe
del Tercer Trimestre de 2009.
3
Con datos de mayo de 2011, http://www.hacienda.cl/
english/sovereign-wealth-funds/economic-and-social-stabilization-fund/financial-situation/portfolio-composition.html
(consultado el 27 de julio de 2011).
Como refleja la Autoridad Monetaria de Arabia Saudí,
con fecha junio de 2011, Boletín Estadístico Trimestral, junio
de 2010, p. 21, http://www.sama.gov.sa/sites/samaen/
ReportsStatistics/ ReportsStatisticsLib/5600_S_Quarterly_
Bulletin_Bo.pdf (consultado el 27 de julio de 2011).
1
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LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA
vas economías, sino que también proporciona
rentabilidades superiores a largo plazo para activos tradicionalmente de bajo riesgo como el efectivo y los bonos del Estado en el caso de fondos
que no tengan responsabilidades inmediatas. El
fondo de la Corporación de Inversiones de
China (CIC) y el fondo de la Corporación de
Inversiones del Gobierno de Singapur (GIC) pertenecen a esta categoría.
El tercer propósito de un FSI –el desarrollo económico– ha estado tradicionalmente reservado a
aquellos fondos configurados a partir de carteras
de empresas vinculadas a la Administración. Así,
Temasek y Khazanah han invertido durante
mucho tiempo en sus economías locales procurando el desarrollo de las empresas públicas y
preparándolas para una oferta pública inicial, o
bien para diversificar y crear capacidad en sus
economías locales. Ahora otros países, como los
Emiratos Árabes Unidos o Vietnam, intentan
lograr el mismo objetivo a cambio de beneficios
industriales sólidos.
El Foro Internacional de Fondos Soberanos de
Inversión, el organismo oficial representante de
los FSI constituido en 2008 para elaborar un
código de conducta voluntario, también conocido como los «Principios de Santiago», que regula
el comportamiento en términos de inversión de
los FSI, define los FSI de la siguiente manera:
«Fondos o esquemas de inversión con un propósito específico, propiedad del gobierno general.
Creados por el gobierno general con fines
macroeconómicos, los FSI mantienen, gestionan
y administran activos con miras a alcanzar objetivos financieros y emplean una serie de estrategias de inversión que incluyen la inversión en
activos financieros extranjeros».5 Esta definición
en sentido amplio, sin embargo, abarca una
amplia gama de organizaciones, desde los fondos
de estabilización de Botswana, Chile y Trinidad y
Tobago, hasta fondos soberanos de inversión de
bancos centrales, los fondos de estabilización o
los fondos públicos de pensiones, no tienen responsabilidades explícitas –es decir, no son necesarios para fines de estabilización ni deben realizar contribuciones de pensiones–, por lo cual
pueden tener una mayor tolerancia al riesgo y
disponer de activos con poca liquidez para generar rentabilidades superiores. En este sentido,
dichos fondos tienen una política de asignación
estratégica de bienes que incorpora una amplia
gama de activos entre los que pueden incluirse
los siguientes: acciones, bonos, capital riesgo,
propiedades inmobiliarias, fondos de cobertura,
fondos cotizados, contratos de futuros, materias
primas, etc. Dichas inversiones pueden realizarse
a través de gestores de valores o bien pueden
efectuarse directamente.4
La creación de los FSI suele responder, en
concreto, a uno de los tres propósitos siguientes.
En primer lugar, sobre todo en el caso de los fondos de materias primas, el objetivo es realizar
ahorros intergeneracionales. Cuando los gobiernos
obtienen grandes ingresos a partir de un recurso
finito, a menudo optan por invertir dichos ingresos para proveer a las generaciones futuras, cuando la fuente de ingresos se haya agotado. Los
fondos más destacables de esta categoría son el
fondo de la Autoridad de Inversiones de Abu
Dhabi (ADIA) y el fondo de la Autoridad de
Inversiones de Kuwait (KIA).
El segundo propósito que puede tener un FSI
es contribuir a diversificar las reservas nacionales.
Cuando los excedentes se acumulan, generan
presiones inflacionistas y presiones en la tasa de
cambio, lo cual puede tener importantes consecuencias en el desarrollo económico de las economías emergentes. La diversificación de las
reservas nacionales no sólo reduce la dependencia de las principales monedas y de sus respecti-
4
Todos los FSI con carteras de renta variable y muchos
de los que sólo tienen carteras de renta fija, utilizan los servicios de gestores de activos. Sin embargo, aquellos fondos
que invierten una proporción significativa de sus carteras
directamente, a menudo lo hacen a través de sociedades
filiales enteramente de su propiedad que suelen estar registradas en entornos en los que se aplica una baja presión fiscal, como la isla Mauricio o las islas Caimán.
5
Grupo de Trabajo Internacional sobre Fondos Soberanos de Inversión, Principios y prácticas generalmente aceptadas
en relación con los Fondos soberanos de inversión, «Principios de
Santiago», Octubre de 2008, http://www.iwg-swf.org/pubs/
gapplist.htm (consultado el 27 de julio de 2011).
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FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL?
corte más tradicional, tales como ADIA, GIC y
CIC, así como fondos cuya titularidad corresponde a gobiernos subnacionales, como el Fondo
Permanente de Alaska.
dos tiene un objetivo específico de financiación a
nivel estatal que en el futuro ayudará a la economía o a la sociedad del estado en cuestión.
EMPRESAS PÚBLICAS
FONDOS DE INVERSIÓN Y DESARROLLO
LOCAL
Las empresas públicas (que reciben diversas
denominaciones, entre otras, empresas estatales,
empresas vinculadas a la Administración o
empresas paraestatales) suelen realizar operaciones en infraestructuras y sectores estratégicos.
Las empresas públicas más destacadas en los últimos años han sido compañías petroleras nacionales pertenecientes a mercados emergentes,
tales como la empresa saudí Aramco, la rusa Gazprom, la china CNPC, la brasileña Petrobras y la
empresa Petronas de Malasia, las cuales, apodadas «las nuevas siete hermanas», dominan el
mundo de la producción de petróleo.7 Con frecuencia, las empresas públicas se confunden con
los Fondos soberanos de inversión. De hecho, lo
que atrajo por vez primera la atención del
mundo sobre los Fondos soberanos de inversión
de los mercados emergentes fueron los intentos
de compra por parte de dos empresas públicas
en Estados Unidos: el intento de adquisición de
Unocal por parte de CNOOC y la adquisición
por parte de Dubai Ports World de la Compañía
de Navegación de Oriente y el Pacífico, cuya
sucursal americana mantenía contratos activos en
seis puertos estadounidenses: Baltimore,
Newark, Philadelphia, Nueva Orleans, Houston
y Miami.8 Sin embargo, mientras que las empresas públicas suelen adquirir activos extranjeros y
algunas como Sonangol de Angola son de facto
FSI con extensas carteras de inversiones, no
siempre constituyen un vehículo para invertir la
riqueza excedentaria y en ocasiones generan pér-
Los fondos de desarrollo local están muy extendidos en todo el mundo. Algunos de estos fondos, como el Fondo de la Caisse des Dépôts et
Consignations francesa o el fondo de la Cassa
Depositi e Prestiti en Italia, son viejas instituciones con mandatos de carácter histórico, mientras
que otros, como los fondos Malaysia Development Bhd y Samruk Kazyna de Kazajstán, se han
constituido para acelerar el proceso de desarrollo
de economías emergentes. Estos fondos crean
nuevas empresas y empresas conjuntas vinculadas a la Administración para facilitar el desarrollo económico, ayudar a las compañías locales y
gestionar los intereses gubernamentales en
empresas vinculadas a la Administración. Asimismo, estos fondos pueden acabar realizando una
transición hacia la inversión internacional, como
ocurre en el caso de Temasek y Khazanah.
Asimismo, existen fondos, fundamentalmente
en Estados Unidos, cuya titularidad corresponde,
normalmente, a gobiernos subnacionales y que
se utilizan para realizar inversiones con propósitos específicos. Además del Fondo Permanente
de Alaska, Louisiana ha invertido 4.500 millones
de dólares en una serie de «fondos fiduciarios»,
Oklahoma cuenta con 5.000 millones de dólares
invertidos en «fondos estatales no destinados al
pago de pensiones» y Texas ha invertido decenas
de miles de millones de dólares en el Fondo Permanente para las Escuelas y el Fondo Permanente para la Universidad.6 Cada uno de estos fon-
7
Carola Hoyos, «Las nuevas Siete Hermanas: los gigantes del petróleo y del gas dejan a sus rivales occidentales en
mala posición», Financial Times, 11 de marzo de 2007.
8
Yiheng Feng (2009, «No deberíamos transferir la propiedad al diablo»: Consecuencias de la politización en el
Congreso de la inversión directa en el extranjero sobre cuestiones de seguridad nacional», International Law and Politics,
Vol. 42, pp. 277-280.
He aquí otros fondos de inversión estatal de Estados
Unidos: el Fondo Fiduciario de Alabama; el Fondo Fiduciario Permanente del Impuesto sobre el Carbón de Montana;
cuatro fondos permanentes distintos que son gestionados
conjuntamente por el Consejo para las Inversiones del Estado de Nuevo México y el Fondo Fiduciario Permanente sobre
Minerales de Wyoming.
6
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LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA
didas, debiendo recibir subsidios cruzados por
parte de otros actores de las finanzas estatales.
la cual tiene muchos intereses en distintos sectores económicos del Emirato. Sin embargo, también dispone de una cartera de valores extranjeros con el propósito de maximizar el beneficio,
cartera que utiliza como elemento de apoyo
financiero de las inversiones que realiza a nivel
local. Asimismo, lleva a cabo proyectos de colaboración con empresas internacionales, como GE
y Finemeccanica, al tiempo que ha adquirido
empresas como SR Technics (técnicas aeroespaciales) y John Buck International (desarrollo
inmobiliario) para realizar proyectos específicos.
El fondo de la Autoridad de Inversión de
Qatar (QIA) también constituye un ejemplo de
fondo de modelo híbrido. Si bien es conocido
por sus importantes inversiones en el extranjero,
sobre todo en el Reino Unido, QIA (habitualmente a través de su filial Qatari Diar, una
empresa de inversiones y desarrollo inmobiliario
que es propiedad suya al 100%) ha realizado
inversiones locales para desarrollar la economía
de Qatar: su inversión de mayor calado han sido
los 24.400 millones de dólares destinados a la
empresa conjunta creada con Deutsche Bahn
para desarrollar la red de ferrocarriles del país
en 2009. Asimismo, el fondo invierte en tierras
de cultivo situadas en el extranjero para asegurar
el suministro de alimentos a través de las empresas Hassad Food y Al Gharrafa Investment Company.
MODELOS HÍBRIDOS
Aunque estas categorías funcionan como referencia, algunos fondos combinan varias de esa características. El ejemplo más obvio es el de los Fondos de Reserva de Pensiones, como el Fondo Futuro
de Australia, el Fondo Nacional de Reserva de las
Pensiones de Irlanda y el Fondo de Jubilación de
Nueva Zelanda. Dichos fondos se han creado
para emplear los excedentes presupuestarios en
financiar las futuras obligaciones de los sistemas
públicos de pensiones. Actualmente, por tanto,
estos fondos no tienen deudas e invierten con el
perfil de riesgo propio de un Fondo soberano de
inversión. Sin embargo, cuando tengan que atender sus compromisos, tanto su asignación de
activos como su tolerancia al riesgo deberán
modificarse.
Muchos FSI con un propósito de desarrollo
económico son también modelos híbridos con un
papel que se solapa al de las empresas públicas.
Fondos como el de Mumtalakat y el de la Corporación Estatal de Inversión en Capital de Vietnam participan activamente en las operaciones
de muchas de las empresas vinculadas a la Administración en las que son partes interesadas. En
relación con sus operaciones existen muchos
paralelismos con respecto a las modernas empresas de capital-riesgo que se comprometen activamente con sociedades de cartera para agregar
valor después de efectuada la inversión. Sin
embargo, a medida que dichos fondos abandonan sus sociedades de cartera, cosa que Temasek
y Khazanah están haciendo cada vez más, pueden convertirse en inversores de perfil más financiero con carteras de valores de mayor alcance y,
de esta manera, evolucionar hacia un fondo de
diversificación de reservas.
Otros fondos que tienen este enfoque híbrido
son los fondos de Abu Dhabi, fundamentalmente, el fondo de la Mubadala Development Company. El mandato de Mubadala es desarrollar y
diversificar la economía de Abu Dhabi, razón por
LA INVERSIÓN DE LOS FSI EN EL
ESCENARIO MUNDIAL9
La creación de vehículos soberanos de inversión
constituye una medida de responsabilidad fiscal
para muchos gobiernos de economías emergentes, si bien representan mucho más que un simple instrumento destinado a la política económica. El comportamiento inversor de dichos fondos
y los beneficios que producen se han convertido
9
Como se señaló anteriormente, la presente sección hace
referencia a los «Fondos soberanos de inversión» en sentido
amplio.
112
FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL?
en un distintivo internacional en lo que respecta
a la escrupulosidad y a la responsabilidad fiscal.
Sin embargo, la cuestión de cómo y dónde invierten está sometida a un intenso escrutinio, ya que
sus inversiones se contemplan desde el exterior
no sólo como una indicación de la dirección de la
política económica de la nación, sino también
como una manifestación atenuada de sus intereses más allá de sus fronteras.
Hasta cierto punto, esto puede ser verdad; los
FSI invierten para responder a las necesidades
de sus accionistas y, puesto que sus propietarios
son los gobiernos, sus objetivos también pueden
ser extra financieros, lo que implica el legítimo
intento de lograr una «doble rentabilidad». Esta
motivación extra financiera puede ser la de reflejar una imagen positiva del Estado en el extranjero, y aparecer como un miembro responsable
de la comunidad internacional. QIA tiene una
estrategia particular que consiste en utilizar sus
recursos para realizar inversiones de gran prestigio las cuales, si bien representan una pequeña
parte de su cartera, comprenden primeras marcas y aportan ingresos sólidos. Se trata de inversiones por las que QIA recibirá una prima de iliquidez y, de esta manera, se alinea con su posición como inversor a largo plazo. Sin embargo,
también proyecta la imagen de Qatar como un
país dinámico e influyente, preocupado por la
calidad y la reputación. Otro ejemplo es el que
encontramos en las inversiones realizadas por
CIC en los sectores de energía y materias primas,
las cuales permiten a China acceder a las materias primas que necesita para que su economía
siga creciendo. Dichas inversiones también cumplen un papel financiero: los superávits presupuestarios de China proceden del comercio y no
de derechos sobre materias primas, como ocurre
con los FSI del Golfo Pérsico, por ello, su fondo
soberano, que tiene el mandato de mantener una
cartera diversificada, debe incorporar dichas
materias primas. Esta obligación se ve acentuada
por el hecho de que las materias primas tienden
a presentar una correlación negativa con otras
clases de activos. En el volátil entorno económico
que ha existido desde la creación del CIC en
2007, la exposición a las materias primas resulta
incluso más importante para preservar el valor
de la cartera. Es esta sinergia entre la rentabilidad financiera, el beneficio económico y las
potenciales ramificaciones políticas futuras de los
Estados que despliegan su capital por todo el
planeta lo que ha cautivado la imaginación de la
comunidad económica.
A continuación, y a partir de los datos del
Laboratorio de Inversión Soberana de la Universidad de Bocconi, realizaremos un rápido análisis
de los patrones de inversión de los FSI en el último lustro. Nuestro objetivo es facilitar una comprensión más amplia de la forma en que invierten los FSI. Queda de manifiesto que si bien se
trata de inversores a largo plazo con liquidez en
un mundo escaso de capital, y que, por tanto, tienen la facultad de invertir de manera contracíclica, no han aprovechado la oportunidad de explotar esta posición para obtener ventajas políticas o
económicas. Los FSI han resultado tan afectados
por la crisis financiera global como cualquier
otro inversor institucional y, si bien han hecho
grandes inversiones –especialmente en el sector
bancario occidental durante el invierno de 20072008– sus inversiones se han realizado fundamentalmente en línea con las corrientes económicas globales. No hace falta decir que eso no
impidió que las corporaciones occidentales
coquetearan con ellos. Pero los FSI sólo invirtieron en aquellas ocasiones en que percibieron sin
lugar a dudas que estaban ante una oportunidad
de inversión rentable que se ajustaba a sus necesidades estratégicas de asignación de activos y a
sus perfiles de riesgo fijados. Lógicamente, existen excepciones –Qatar es una de ellas– y cada
fondo ha invertido de manera distinta. Sin
embargo, contemplado desde un punto de vista
general, esto demuestra que los gobiernos propietarios de los fondos han sido desde hace
mucho tiempo actores comerciales y responsables
en el marco de la economía mundial.
EL «FRENESÍ»: 2006-ENERO DE 2008
Nuestra historia comienza cuando el mundo
tomó conciencia de la existencia de los FSI en
113
LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA
2006; ese fue el año del furor de Dubai Ports
World y de un cambio visible en el comportamiento inversor de los FSI, que se decantaban
cada vez más por inversiones de mayor calado y
acuerdos comerciales en los mercados de la
OCDE. Si bien el volumen invertido por los FSI
no se incrementó significativamente entre 2005 y
2006, el valor de los contratos cerrados se duplicó
pasando de 22.400 millones de dólares a 43.000
millones de dólares y la proporción de inversiones
en la OCDE pasó de 40 inversiones publicadas en
la OCDE con un valor comunicado de 11.500
millones de dólares en 2005 a 55 inversiones valoradas en 25.100 millones de dólares en 2006.
95.900 millones de dólares –una nueva duplicación del valor de la inversión respecto al año anterior–. Se llevaron a cabo algunas inversiones muy
visibles, como la adquisición por parte de QIA de
Chelsea Barracks en Londres (que con al menos un
valor de 1.000 millones de dólares fue la adquisición inmobiliaria más cara de la historia en el
Reino Unido), la adquisición por parte de la Autoridad de Inversión de Libia del 3% de las acciones
del equipo Juventus FC, la adquisición del hotel
Mandarín Oriental en Nueva York por parte del
fondo Istithmar World de Dubái y la inversión realizada por Temasek en Barclays Bank, por valor de
3.000 millones de dólares. Sin embargo, la mayor
parte de las inversiones de los FSI (111) por valor
de 42.500 millones de dólares se efectuó en mercados emergentes, lo que sugiere que si bien los
FSI confiaban cada vez más en los mercados de la
OCDE, también buscaban oportunidades atractivas en mercados emergentes, que estaban creciendo a un ritmo de dos dígitos o cercano al mismo.
Esta tendencia continuó en 2007: a medida que
subieron los precios del combustible y se incrementó el comercio internacional, los flujos a las
arcas de los FSI se multiplicaron y la actividad
inversora se aceleró. En este sentido, se cerraron
186 acuerdos públicos con un valor comunicado de
GRÁFICO 1. VALOR DE LAS TRANSACCIONES DE LOS FSI POR REGIÓN OBJETIVO,
2006-2008
Fuente: Datos excluyen Istithmar; datos públicos para los FSiS de private equity y real estate, poinr ventenes y dotaciones de capital.
Nota: Monitor-FEEM SWF Transaction Database, 2011.
114
FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL?
GRÁFICO 2. VALOR DE LAS TRANSACCIONES DE LOS FSI POR SECTOR OBJETIVO,
2006-2008
Fuente: Datos excluyen Istithmar; datos públicos para los FSiS de private equity y real estate, poinr ventenes y dotaciones de capital.
Nota: Monitor-FEEM SWF Transaction Database, 2011.
inversión de otros 9.800 millones de dólares realizada por GIC.
En aquel momento, la atención de los medios,
en especial los de Estados Unidos, se centraba
sobre todo en los fondos de Oriente Medio, siendo la inversión por valor de 7.500 millones de
dólares efectuada por ADIA en Citi la que acaparaba más titulares. Con todo, eran los fondos
asiáticos quienes más habían invertido en las
empresas occidentales de servicios financieros.
En el último trimestre de 2007 y el primero de
2008, invirtieron 29.200 millones de dólares en
bancos estadounidenses y europeos, aparte de
8.500 millones de dólares más en otras empresas
de servicios financieros. Frente a esto, los FSI de
Oriente Medio invirtieron 15.500 millones de
dólares en bancos estadounidenses y europeos, y
5.500 millones de dólares en otras empresas de
servicios financieros.
En el último trimestre de 2007 y el primero de
2008, los sectores bancarios americano y europeo
entraron en crisis como resultado de su exposición a la deuda de las hipotecas de alto riesgo de
Estados Unidos. A medida que la economía global se vió envuelta en una espiral descendente,
los bancos llamaron a la puerta de los FSI para
recapitalizar el sistema financiero, que se había
derrumbado a causa de su dependencia de
deuda de dudoso cobro. Entre noviembre de
2007 y enero de 2008, Citigroup y Merrill Lynch
recibieron 26.400 millones de dólares procedentes de cuatro FSI: ADIA, KIA, Temasek y la Corporación de Inversiones de Corea (KIC). En el
mismo periodo, Morgan Stanley recibió más de
5.500 millones de dólares de CIC; Credit Suisse
recibió 3.000 millones de dólares de QIA, y otro
prestamista suizo, UBS, recibió 2.000 millones de
dólares procedentes de SAMA y anunció una
115
LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA
Estas inversiones jugaron un papel muy
importante en la estabilización del sistema financiero, pero la rápida caída del valor de las acciones de los bancos estadounidense y europeos
hizo que su valor de mercado se desplomara.
Afortunadamente, la mayor parte de estas inversiones estaban estructuradas como bonos convertibles obligatorios, que abonaban un cupón de en
torno al 10% en un plazo comprendido entre 2
años y 2 años y medio antes de ser convertidas en
acciones ordinarias. Algunos fondos, como es el
caso de GIC y KIA, alcanzaron a vender una
parte de su cartera de acciones obteniendo beneficios. Aunque el uso de convertibles puede haber
amortiguado parte del golpe, en lo más profundo de la crisis las pérdidas derivadas del ajuste de
mercado fueron sustanciales y sometieron a los
FSI a una considerable presión, ejercida por sus
propietarios gubernamentales y la opinión pública de sus respectivos países.
GRÁFICO 3. TRANSACCIONES DE LOS FSI EN LA REGIÓN MENA Y EN ASIA POR
NÚMERO Y VALOR DESDE EL 3T DE 2007 AL 4T DE 2008
Fuente: Monitor-FEEM SWF Transaction Database, 2011.
de realizar inversiones y, al mes siguiente, el
Tesoro de Estados Unidos firmaba un acuerdo
con ADIA y GIC, en el que se afirmaba que las
decisiones de inversión de los fondos tendrían un
carácter puramente comercial, competirían limpiamente con el sector privado, respetarían la
legislación de Estados Unidos y mejorarían la
transparencia y la responsabilidad a la hora de
rendir cuentas. Aún así, a medida que la importancia de las inversiones de los FSI en los bancos
El rescate de las finanzas occidentales por
parte de los FSI tuvo un profundo impacto sobre
el discurso en torno a dichos fondos. El invierno
de 2007-2008 supuso un momento crucial; la
actitud hostil predominante previa a la inversión
en Citigroup por parte de ADIA persistía, mientras en febrero de 2008 la Unión Europea estudiaba un código de conducta para solicitar a los
FSI que se centraran en metas comerciales, en
lugar de en consideraciones estratégicas a la hora
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FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL?
occidentales se hizo cada vez más evidente,
comenzó a emerger en paralelo una tendencia en
sentido contrario. Algunos «pesos pesados»,
como Stephen Schwartzman de Blackstone y
Warren Buffett, argumentaron que las actitudes
negativas hacia los FSI resultaban injustificadas y
reducirían el atractivo de los mercados occidentales como destino de inversión para dichos fondos, justo cuando estos mercados necesitan
inyecciones de capital.
Pero los FSI habían tomado nota de las críticas acerca de su opacidad y sus motivaciones
políticas, y muchos decidieron ser más transparentes. En octubre de 2008, se elaboró un código
voluntario de conducta, los Principios y Prácticas
Generalmente Aceptadas para los FSI (los «Principios de Santiago») que fué suscrito por fondos
soberanos de 23 países y que obligaba a los firmantes a invertir con propósitos comerciales y de
forma transparente, respetando las estructuras
reguladoras de los países en donde se realizase la
inversión. En su siguiente reunión, celebrada en
Kuwait en el mes de abril de 2009, los signatarios
constituyeron un Foro Internacional que, desde
entonces, se ha reunido en Bakú (Azerbaiyán), y
en dónde los participantes han realizado una
declaración en la que reafirman la necesidad de
mantener un entorno de inversión abierto. Por
otra parte, mientras que los fondos de Singapur
y Australia habían publicado siempre informes
financieros, en 2009 se sumaron a esta práctica
los fondos Mubadala, CIC y KIC. Incluso el
fondo noruego comenzó a publicar más abiertamente sus resultados trimestrales.
millones de dólares en el primer trimestre de
2008, en el segundo trimestre del año, dichos
fondos sólo realizaron 15 inversiones con un
valor comunicado total de 1.300 millones de
dólares y en el tercer trimestre el número de
inversiones disminuyó aún más, alcanzando 11
inversiones con un valor comunicado total de
3.600 millones de dólares, de los cuales 3.400
millones de dólares correspondían a la inversión
complementaria realizada por Temasek en
Merrill Lynch.
Los fondos de Oriente Medio, quizá debido a
su menor nivel de gastos en los mercados financieros occidentales a lo largo del invierno, mantuvieron durante el año una tasa de inversión y
de gasto más constante. Aunque los desembolsos
efectuados por los fondos de Oriente Medio descendieron desde los 13.900 millones de dólares
del primer trimestre de 2008 a 7.700 millones de
dólares en el segundo, alcanzaron el equilibrio
en aproximadamente 10.000 millones de dólares
en el tercer y cuarto trimestres, y el número de
acuerdos suscritos se incrementó gradualmente
en el transcurso del año. Por otro lado, si bien
resultaba difícil encontrar oportunidades de
inversión, los fondos de Oriente Medio continuaron mostrando interés por las empresas occidentales de servicios financieros: Istithmar asumió el
51% del riesgo en el fondo de cobertura estadounidense Gulf Stream Asset Management, por
un valor de 29 millones de dólares y QIA invirtió
en el conocido banco británico Barclays, que por
entonces estaba teniendo problemas, e inyectó
3.500 millones de dólares en la entidad a cambio
del 7,7% de la participación accionarial en el
mismo.
A diferencia de lo que ocurrió con los fondos
asiáticos, los fondos de Oriente Medio siguieron
invirtiendo en los mercados occidentales, particularmente en Europa: las inversiones en este
continente supusieron cerca del 40% de los desembolsos efectuados por los FSI en el segundo y
en el tercer trimestres de 2008. Dicha inversión
se repartió en distintos sectores, como el hotelero, el sanitario, petróleo y gas natural, así como
en los de ingeniería e industria manufacturera.
CRISIS Y RECUPERACIÓN: MARZO
DE 2008-FINALES DE 2009
El desplome de los valores en bolsa que se produjo en 2008 tuvo un profundo impacto en la
actividad de los FSI. Trás el colapso de Bear
Stearns en marzo de 2008, los FSI restringieron
la inversión en términos generales, especialmente los fondos asiáticos. Habiendo realizado 37
inversiones sobre las que se informó públicamente con un valor comunicado total de 37.500
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LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA
GRÁFICO 4. INVERSIONES DE LOS FSI EN 2008-2009 POR SECTOR OBJETIVO
Totals may not sum correctly due to rounding errors.
Other: Businesss Equipment; Business Supplies and Shipping Containers; Consumer Goods; Electrical Equipment; Fabricated Products and
Machinery; Food Products; Healthcare, Medical Equipment, Pharmaceutical Products; Personal and Business Services; Printing and Publishing;
Recreation; Retail; Hotels, Restaurants, Motels; Communication; Utilities; Aircraft, ships, and railroad equipment; Electrical Equipment; and
Beer and Liquor.
Note: Data excluding Istithmar deals; Publicly available data for SWF equity & real estate deals, joint ventures and capital injections.
Fuente: Monitor-FEEM SWF Transaction Database, 2011.
GRÁFICO 5. VALOR DE LA INVERSIÓN DE LOS FSI EN 2008-2009 POR REGIÓN OBJETIVO
Other: Asia (Non-Pacific) and Latin America.
Nota: Otros de Asia no Pacífico y América Latina.
Fuente: Monitor-FEEM SWF Transaction Database, 2011.
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FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL?
Dicho esto, en 2008 la mayor parte de los FSI
sufrieron fuertes pérdidas. Temasek fue duramente golpeado por la depresión, e informó de
pérdidas del 31% (aproximadamente, 39.000
millones de dólares) entre marzo y noviembre de
2008. ADIA, KIA, QIA, Khazanah y Mubadala
comunicaron pérdidas situadas entre el 20 y el
25% en 2008. GIC salió mejor parado, pues tuvo
pérdidas reales de un 15%, mientras que la cartera de KIC sólo se contrajo un 14% y, finalmente, CIC comunicó pérdidas de escasa entidad
(2,1%) correspondientes al año citado en su cartera global, de la cual sólo el 3,2% había sido
invertida en valores.
El colapso de Lehman Brothers que se produjo en septiembre hizo temblar al mundo entero y
nadie quedó a salvo. A finales de 2008, resultó
obvio que Oriente Medio y Asia estaban muy
ligados a los mercados globales. Espoleados por
la contracción del crédito global y la repatriación
de capitales desde los mercados emergentes por
parte de los inversores occidentales, y sometidos
a una creciente presión por parte de los gobiernos y la ciudadanía de sus respectivos países, los
FSI se vieron obligados a regresar a sus mercados
locales.
Un ejemplo claro de esto último es el caso de
Kuwait. Cuando el precio del petróleo se
derrumbó, en el segundo semestre de 2008, la
Bolsa de Valores de Kuwait perdió casi el 50%
de su valor mientras el capital extranjero se
marchaba, aumentaba el desempleo y el descontento popular se cebaba con el gobierno y el
fondo KIA, que sufría terribles pérdidas debido
a los 5.000 millones de dólares que había invertido en Citigroup y Merrill Lynch. En un acto
sin precedentes, el parlamento kuwaití solicitó
al fondo KIA que apuntalara la economía, particularmente en lo que respecta al sector financiero que estaba excesivamente apalancado. En
lugar de revitalizar la economía entregando
fondos públicos directamente a los ciudadanos
o mediante el aumento del gasto en infraestructuras, el gobierno obligó a KIA a retirar
3.600 millones de dólares de su cartera de
inversiones para crear un fondo que invirtiera
en la maltrecha bolsa local. Esta crisis también
modificó el enfoque de KIA: mientras que anteriormente había diversificado su potencial de
inversión en el extranjero, desde 2008 el fondo
se concentró en apoyar a la economía local a
través de inversiones directas en empresas
kuwaitíes y en el sistema sanitario local.
Al disminuir el ritmo de los ingresos por el
desplome de los precios del petróleo y contraerse el comercio global, el clima de volatilidad en
torno a la inversión despertó en los FSI una
mayor aversión al riesgo. A comienzos de 2009,
por tanto, siguieron interviniendo con cautela en
la economía global, y redujeron sus adquisiciones
para reflejar su percepción del aumento del riesgo en los mercados. Durante la primera mitad de
2009, los FSI sólo llevaron a cabo 39 transacciones comunicadas públicamente por un valor total
de 10.600 millones de dólares.
Sin embargo, los FSI continuaron dispuestos a
realizar inversiones en el extranjero cuando surgiese la oportunidad. El repliegue no podía ser
una estrategia a largo plazo y el entorno ofrecía
ciertas perspectivas para inversores pacientes que
dispusieran de fondos para identificar activos
infravalorados. Particularmente, este fue el enfoque de los fondos de Abu Dhabi, que invirtieron
estratégicamente para respaldar los objetivos de
desarrollo económico a largo plazo del Emirato.
Mubadala se centró en la construcción de un centro aeroespacial y en proporcionar servicios
públicos en el campo sanitario y educativo. La
Compañía Internacional de Inversiones Petrolíferas (IPIC) adquirió el 70% de MAN Ferrostaal
para dar acceso al Emirato a las capacidades y a
los conocimientos punteros de la empresa en los
campos de la industria petroquímica, la energía
solar y en construcción y gestión de proyectos,
elementos vitales para el desarrollo del país del
golfo. Asimismo, su inversión en Daimler posibilitó el acceso a tecnología en ingeniería de última
generación.
Durante este periodo muchos fondos, entre
los que destacan CIC, Norway y Temasek, experimentaron un proceso de reorganización y reestructuración. En 2009, el entorno económico
había sufrido grandes alteraciones y debían
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LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA
soberana a mayor escala, tras su decisión de suspender el pago de la deuda y aumentar en gran
medida la vigilancia gubernamental sobre dichos
vehículos de inversión soberana a través del Consejo Asesor del Gobierno de Dubai, intentando al
mismo tiempo reasignar la carga de la deuda a
través de la red «Dubai Inc.»
reconsiderar los presupuestos subyacentes acerca
del riesgo. Dicho proceso quedó de manifiesto a
través de la reestructuración de su arquitectura
organizativa, la modificación de su enfoque de
inversión, la asignación de activos o el reequilibrio de su cartera. En Dubai, se llevó a cabo una
reestructuración de los vehículos de inversión
GRÁFICO 6. VALOR DE LAS INVERSIONES DE LOS FSI POR LOCALIZACIÓN
DEL OBJETIVO: LOCAL FRENTE A EXTRANJERA
Fuente: Monitor-FEEM, SWF Transaction Database, 2011.
sectores relacionados con la ingeniería tales
como el sector del automóvil y la construcción
resultaron ser más atractivos, mientras que los
recursos naturales (el sector de la minería y el
sector del petróleo) supusieron una inversión
por valor de 6.800 millones de dólares –una
cuarta parte de la inversión total realizada por
los FSI en el tercer trimestre–.
La reestructuración hizo que los FSI ganaran
confianza, lo que se tradujo en un aumento significativo de la actividad de estos fondos en la
segunda mitad de 2009: en dicho periodo se
realizaron 75 acuerdos comunicados públicamente por un valor registrado total de 58.100
millones de dólares. Asimismo, regresaron a los
mercados internacionales a medida que aumentó la confianza de los FSI en la estabilidad económica global e intentaron sacar partido de los
activos infravalorados de los países desarrollados. Sin embargo, los FSI continuaron evitando
realizar inversiones en servicios financieros y,
en su lugar, dirigieron su atención hacia las
inversiones basadas en la economía real. Los
HACIA LO DESCONOCIDO 2010
El entorno económico global de 2010, aunque
incierto todavía, resultó más favorable que el de
2009. Si bien la actividad inversora de los FSI se
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FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL?
incrementó durante el año, desde los niveles más
bajos de actividad de los FSI en la «era moderna»
de dichos fondos,10 la actividad resultó sesgada
debido a que algunos fondos se dedicaron a realizar grandes inversiones y recapitalizaciones de
bancos a nivel local. En 2010, los 21 FSI activos
realizaron 172 inversiones comunicadas públicamente por valor de 52.700 millones de dólares.
Esto representa un aumento de más del 50% en
el volumen de acuerdos con respecto a 2009,
pero una disminución del 23% en el valor de la
inversión, lo que sugiere que los FSI continuaron
efectuando más inversiones de carácter individual, pero de menor valor, y que –en general–
arriesgaron menos.
2010 comenzó con cierta cautela: los FSI
sólo realizaron 40 inversiones directas comunicadas públicamente por un valor total de 5.700
millones de dólares en el primer trimestre, en
respuesta a las preocupaciones sobre el lento
crecimiento económico y la posibilidad de una
recesión en forma de doble uve. En el Segundo
Trimestre, los FSI duplicaron con creces su
inversión directa hasta situarla en los 15.900
millones de dólares. Pero este movimiento
ascendente no era necesariamente reflejo de un
aumento de la confianza en la economía global,
ya que los FSI concentraron más del 60% de sus
desembolsos (9.800 millones de dólares) en
nueve inversiones de 500 millones de dólares o
más en los mercados de los países desarrollados, aprovechando oportunidades para lograr
acceso a materias primas y a los devaluados
activos europeos. Dos de estas inversiones, valoradas en 1.800 millones de dólares, se realizaron en el sector de la minería, mientras que la
inversión del fondo CIC en Apax Partners y la
toma del 4,99% del banco Unicredit (Italia) por
parte del fondo IPIC indicaban que los FSI aún
veían potencial en los deprimidos activos bancarios occidentales. Un vez más, sin embargo,
QIA fue el centro de todas las miradas al adqui-
rir Harrods, los afamados almacenes londinenses, por 2.200 millones de dólares y la compañía operadora con base en Canadá del legendario Hotel Raffles en Singapur por 847 millones de dólares (también adquirió la propiedad
por 275 millones de dólares). Estas compras llamaron tanto la atención que la adquisición por
parte de QIA del 5% de las acciones del gigante francés del sector de los servicios públicos
Veolia por una valor de 868 millones de dólares
prácticamente pasó desapercibida.
Sin embargo, las grandes inversiones del
segundo trimestre enmascaran un gran número
de pequeñas inversiones efectuadas en un amplio
rango de sectores en mercados emergentes: el
sector sanitario y el de distribución eléctrica de la
India, el sector bancario vietnamita, las telecomunicaciones de Zambia, las minas de platino
sudafricanas y un centro turístico en Jordania...
todos estos destinos han recibido inversiones
procedentes de FSI desde el día 1 de abril al 30
de junio. De hecho, fueron estos acuerdos, antes
que las prestigiosas inversiones realizadas en
Europa y América del Norte, los que marcaron la
pauta para el resto del año, a medida que los FSI
ralentizaban sus inversiones directas en la
OCDE.
El tercer trimestre, tradicionalmente más
tranquilo, fué dominado por la muy esperada
OPV del Banco Agrícola de China. El 14 de julio
del 2010, KIA, QIA, el Fondo Nacional de la
Seguridad Social de China y Temasek adquirieron un total de más de 6.000 millones de dólares en acciones de Agbank -lo cual supone el
60% de las inversiones directas realizadas en ese
trimestre por los FSI. Fue una situación que
muchos esperaban que se repitiera en Estados
Unidos, cuando el gobierno intentó recuperar
parte de su inversión en General Motors
poniendo en marcha la mayor OPV de la historia americana en el mes de noviembre. A pesar
de todo, si bien varios FSI de Oriente Medio y
Asia fueron cortejados como inversores decisivos, ninguno se decidió a adquirir una participación sustancial (aunque se rumoreó que habían participado en la oferta accionarial).
10
La mayor parte de los fondos a los que seguimos la
pista apenas han sido creados en la última década, por tanto
sólo a partir de 2005 disponemos de un universo de fondos
comparable al que existe en la actualidad.
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LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA
GRÁFICO 7. VALOR DE LAS INVERSIONES DE LOS FSI POR SECTOR OBJETIVO, 2010
Publicly available data for direct SWF equity & real estate deals, joint ventures and capital injections.
Fuente: Monitor-FEEM SWF Transaction Database, 2011.
GRÁFICO 8. VALOR DE LAS INVERSIONES DE LOS FSI POR REGIÓN OBJETIVA, 2010
Otros: América Latina, África Subsahariana, y Asía (No pacífico).
Fuente: Monitor-FEEM SWF Transaction Database, 2011.
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FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL?
escala que permitiera la participación de los
gobiernos en los mercados occidentales.
Sin embargo, no parece probable que esto se
produzca en un futuro próximo. Para un cambio
de tal magnitud sería imprescindible que el
mundo desarrollado reevaluara su supuesta adhesión al modelo de libre mercado en el cual el Estado permanece en una posición distante. Con todo,
Canadá, Australia, Nueva Zelanda y algunos países
nórdicos, como Noruega y Suecia, ya han abandonado la política de absoluta falta de intervención
por parte del Estado. Sus grandes fondos estatales
de pensiones y sus fondos de reserva de pensiones
invierten en valores internacionales y mercados de
deuda, así como en opciones alternativas en todo
el mundo. Sin embargo, en círculos políticos de
dichos países, y sobre todo en Estados Unidos y en
la mayor parte de Europa, siguen dominando los
discursos a favor de la supremacía del libre mercado. Basta echar un vistazo al debate que rodea a la
creación de un nuevo FSI australiano financiado a
partir de los royalties de activos mineros para comprobar la poca aceptación con que cuenta la idea
de la intervención gubernamental. Sin embargo, el
hecho de que en los últimos dos años los gobiernos
de la OCDE se hayan visto forzados por las
extraordinarias circunstancias económicas a intervenir en la banca y en otros sectores estratégicos ha
abierto la puerta a un debate acerca del papel del
Estado y de cómo debería intervenir en ciertos países tales como el Reino Unido.11 A pesar de todo,
la reacción popular ante tales ideas está lejos de ser
entusiasta, lo que sugiere que queda un largo camino hasta que un debate de tales características
pueda convertirse en una corriente de pensamiento principal. En estos momentos en que la confianza del público en los políticos y los banqueros
se encuentra en mínimos históricos en la mayor
parte de Occidente, es difícil anticipar si los electorados de dichos países estarán dispuestos a permitir que sus gobiernos adopten un papel más activo en la economía. Ahora bien, si el «capitalismo
estatal» está destinado a controlar la economía global, el comportamiento de los FSI hasta el momento sugiere que podemos confiar en que actuarán de
forma seria y responsable.
Esto repitió el patrón de inversión más general
de los FSI: en la segunda mitad del año, 56 de las
82 inversiones directas que registramos, valoradas
en 24.600 millones de dólares (cerca del 80% del
total para la mitad del año) se realizaron en mercados emergentes, particularmente en Asia. En este
periodo, los objetivos europeos sólo supusieron 11
acuerdos valorados en 1.800 millones de dólares,
mientras que Norteamérica sólo implicó 10 acuerdos (aunque por valor de 3.500 millones de dólares), fundamentalmente como resultado del descubrimiento por parte del fondo CIC del deprimido
mercado inmobiliario americano: el fondo invirtió
2.300 millones de dólares en General Growth Properties, un consorcio de inversión inmobiliaria que
invierte en todo el territorio estadounidense.
¿UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO?
No cabe duda de que en los últimos cinco años se
ha registrado un cambio espectacular en la implicación de los gobiernos en los mercados, situación
que ha sido ejemplificada por la aparición de los
FSI en la escena mundial. Sin embargo, cabe preguntarse si esto representa una transformación
sistémica del orden económico o si el mundo
desarrollado intentará una vez más que desaparezca la intervención pública. En términos generales,
el comportamiento de los FSI ha demostrado que
estos inversores de titularidad estatal son actores
responsables que intervienen en el mercado con
horizontes de inversión a largo plazo para aprovechar las oportunidades que brindan los mercados financieros globales a fin de promover los
intereses de sus accionistas, en lugar de suponer
elementos que alteren el sistema de manera fundamental. Pero constituyen solo una clase de
actor y, por sí solos, no pueden cambiar el complejo y dinámico sistema global. Para poder
hacerlo, requerirían un consentimiento a mayor
11
Véase, por ejemplo, el discurso del líder de la oposición en el Reino Unido, Ed Milliband, en la Conferencia del
Partido Laborista celebrada en 2011 http://www.telegraph.
co.uk/news/politics/ed-miliband/8791870/Labour-Party-Conference-Ed-Milibands-speech-in-full.html (consultada el 3 de
octubre de 2011).
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