FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL? Victoria Barbary Economista, ex-Monitor Group Investigadora Asociada, Bocconi University para impulsar sus políticas económicas, dichas naciones comenzaron a afirmarse en el escenario mundial por medio de sus empresas estatales (fundamentalmente, a través de sus empresas petrolíferas nacionales) y de Fondos soberanos de inversión (FSI) para mantener el crecimiento económico interno y la estabilidad a largo plazo. Hasta el momento en que se produjo la crisis financiera, en el mundo desarrollado se daba por supuesto que, a medida que sus economías maduraran, los gobiernos de los mercados emergentes renunciarían al «capitalismo estatal» en favor del libre mercado, tal y como lo concibe la OCDE. Sin embargo, desde que se produjo la crisis financiera, la supuesta superioridad de la economía de libre mercado está siendo cuestionada, de modo que al tiempo que las naciones en vías de desarrollo, que durante mucho tiempo han tenido políticas económicas dirigidas por el Estado, están incorporándose a los mercados, el mundo desarrollado (quizá de manera involuntaria) asiste a un incremento de la intervención pública en la economía. Esta desviación de la interpretación liberal que Wall Street hace del capitalismo como sistema económico dominante tiene profundas consecuencias para la economía mundial y la política de la comunidad internacional. Ahora, es momento de plantearse nuevas preguntas y contar con nuevos jugadores en la partida. Sin embargo, la naturaleza de dichos actores, particularmente de aquellos que pertenecen al mundo en vías de desarrollo, parece haber sido INTRODUCCIÓN Desde el final de la Guerra Fría, ha habido un consenso generalizado en torno a la idea de que los gobiernos deberían dejar que el libre mercado determine los resultados económicos. Pero los efectos de la crisis financiera global y la sensación de que el colapso vino causado, al menos parcialmente, por el crecimiento del capital financiero no regulado más allá de la capacidad de los banqueros para controlarlo, han provocado que esta teoría sea cuestionada de raíz. Desde que se produjo la quiebra de Lehman Brothers, en septiembre de 2008, los gobiernos de todo el mundo desarrollado se han visto obligados a intervenir en sus propios mercados. Ya sea a través de los rescates de los bancos británicos y la industria automovilística estadounidense, los programas de flexibilización cuantitativa, o los rescates en la Unión Europea de Irlanda y Grecia, junto con una regulación más estricta de los bancos bajo el régimen de Basilea III, los gobiernos occidentales están adoptando un papel en la economía global que no se había visto desde el repliegue del Estado registrado en la década de los ochenta. Por lo que respecta a los mercados emergentes, la crisis financiera ha puesto de manifiesto su poder económico. En el transcurso de la primera década del siglo XXI las economías en desarrollo con un crecimiento rápido –el caso más notable es el de los países del BRIC, pero también destacan los estados ricos en petróleo de Oriente Medio y el norte de África–, acumularon una gran riqueza. Utilizando los mercados 107 LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA escasamente comprendida por los responsables políticos, incluso en sus propios países. Las instituciones que quizá reflejan con mayor profundidad este cambio en la participación del Estado en la economía global son los Fondos soberanos de inversión (FSI). Definidos, en un sentido amplio, cada continente alberga al menos uno de estos fondos. Dichos fondos presentan gran variedad de usos y motivaciones, y sin duda puede decirse que no hay dos iguales. Pero su modo de invertir y las razones por las que emplean el capital de determinadas maneras siguen siendo opacos. En el presente artículo examinaremos el espectro de los FSI, los patrones de inversión de los fondos que invierten en el extranjero y cómo esto refleja tanto su condición de instrumentos de política económica como la de medio de proyección de la reputación internacional de una nación. Comprender las actividades de dichos fondos de inversión arroja luz respecto al modo en que se utiliza el capital que está en manos del Estado y pone de manifiesto algunas de las características esenciales de la nueva economía mundial. ten su riqueza en grandes fondos de pensiones. Las naciones ricas en petróleo de la región del Golfo Pérsico invierten en el extranjero sus excedentes procedentes de la venta de petróleo como ahorro destinado a las generaciones futuras, cuando se hayan agotado sus reservas petrolíferas. Por lo general, los excedentes presupuestarios proceden de tres fuentes principales. La fuente más obvia son los ingresos derivados de las rentas que generan los recursos naturales. Suele tratarse de riqueza que dimana de los hidrocarburos (sobre todo, en el caso de Oriente Medio); no obstante, otros recursos naturales –como las piedras y los metales preciosos, los minerales y las tierras raras– también pueden constituir la base de un FSI. La segunda fuente consiste en reservas de excedentes formadas por superávits comerciales persistentes. Entre los casos más destacables, cabe nombrar el de la Corporación de Inversiones de China y el de la Corporación de Inversiones del Gobierno de Singapur. Por último, los FSI pueden constituirse a partir de participaciones estatales en empresas vinculadas a la Administración, por ejemplo, cabe citar el caso de los Holdings Temasek de Singapur, Khazanah Nasional de Malasia (ver en este libro el artículo también de Adrianna Nordin) y la Compañía Holding Mumtalakat de Bahrain. Dado que los objetivos macroeconómicos que persiguen los vehículos de inversión soberana son distintos en cada país, su diversidad es muy amplia. Esto se refleja en sus estrategias de inversión, su comportamiento y sus asignaciones. Sin embargo, a grandes rasgos, pueden agruparse en seis bloques distintos en un espectro de riesgo financiero que puede ir desde los bancos centrales, como la fuente más líquida y de menor riesgo, hasta las empresas de titularidad pública. ¿QUÉ ES UN FONDO SOBERANO DE INVERSIÓN? Existe una serie de vehículos de inversión en manos de gobiernos nacionales (y en algunos casos de gobiernos subnacionales) que se utilizan para invertir superávits presupuestarios y que, si se gestionan inadecuadamente, pueden producir inflación, el «mal holandés» y otras amenazas macroeconómicas. Puesto que la situación de cada país es única, la inversión de excedentes debe adaptarse a cada uno en particular. Algunos países, como Venezuela, Irán o Botswana, optan por crear fondos de estabilización para proteger sus monedas contra el exceso de volatilidad. Otros, como la India, invierten grandes cantidades de excedentes en reservas de divisas debido a la volatilidad de sus flujos de ingresos y sus déficits estructurales. También hay los que, como Japón, consideran prioritaria la tarea de cuidar a una población que envejece, razón por la cual invier- FONDOS DE BANCOS CENTRALES Y FONDOS DE DIVISAS Se utilizan para estabilizar la moneda y controlar la inflación, por lo que son muy líquidos, y están gestionados por el banco central o el ministro de Finanzas. Por ejemplo, la Agencia Monetaria de 108 FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL? Arabia Saudí (SAMA) tiene activos por valor de 505.900 millones de dólares y cerca del 70% de dicha cantidad está invertida en bonos extranjeros, mientras que el resto se invierte en efectivo y en oro.1 Algunos de estos fondos, como el fondo SAMA y el fondo de la Administración Estatal de Divisas de China (SAFE), pueden realizar operaciones de inversión de mayor riesgo, pero estas sólo representan una pequeña parte de sus fondos y se utilizan fundamentalmente como cobertura para protegerse frente a fluctuaciones de la moneda. Estos fondos raramente aparecen en las noticias y apenas hemos oído hablar de ellos desde 2008, cuando el fondo SAMA saltó a los titulares al apuntalar la posición de Credit Suisse con 2.000 millones y el fondo SAFE fue «sorprendido» al tratar de intervenir en el sector bancario australiano y asumir involuntariamente sus riesgos en las compañías petroleras Total y BP más allá del límite comunicado. instrumentos internacionales de renta fija».2 Por ello, su cartera de 13.200 millones de dólares se compone en un 85% de deuda soberana y en el 15% restante de deuda bancaria.3 FONDOS DE PENSIONES Y FONDOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL Los mayores fondos gubernamentales de pensiones y de la Seguridad Social gestionan aproximadamente 3 billones de dólares. Estos fondos tienen la responsabilidad de pagar las pensiones de las personas que realizan aportaciones al fondo, cuando estas alcancen la edad de la jubilación. La distribución de activos debe garantizar la suficiente liquidez como para abonar las pensiones adeudadas y el perfil de riesgo debe gestionarse de tal manera que se garantice el cumplimiento sostenido de sus obligaciones futuras. Algunos fondos de pensiones, como el Plan de Pensiones de la Junta de Inversiones de Canadá, el Sistema de Jubilación para Empleados Públicos de California (CalPERS) y el Servicio Nacional de Pensiones de Corea, han equilibrado sus pasivos y sus riesgos de manera que pueden invertir en activos ilíquidos, como infraestructuras y capital riesgo, lo que aparentemente incrementa el riesgo y reduce la liquidez de sus carteras. FONDOS DE ESTABILIZACIÓN Los fondos de estabilización, como el Fondo de Estabilización Social y Económica de Chile, se crean con el propósito de poder ser utilizados con agilidad para estabilizar la moneda de un país en momentos de conmoción macroeconómica grave. Al igual que ocurre con los fondos del Banco Central, por tanto, el criterio de inversión debe ser la garantía de que el gobierno propietario tenga «acceso instantáneo» a los mismos, más que la obtención del máximo beneficio. Consecuentemente, las carteras tienen un perfil de riesgo bajo y son líquidas, y se componen de deuda soberana, efectivo y oro y, potencialmente, de deuda comercial de alta calidad, como puede ser la de los grandes bancos diversificados. La política de inversión del ESSF de Chile obliga a mantener la cartera invertida «exclusivamente en «FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN» Los Fondos soberanos de inversión son sólo un tipo de vehículo soberano de inversión que tienen una identidad corporativa independiente (no los gestiona un Banco Central o el ministro de Finanzas) e invierten con el propósito de obtener rentabilidades comerciales a largo plazo. A diferencia de lo que ocurre con los fondos de los 2 Fondo de Estabilización Social y Económica, Informe del Tercer Trimestre de 2009. 3 Con datos de mayo de 2011, http://www.hacienda.cl/ english/sovereign-wealth-funds/economic-and-social-stabilization-fund/financial-situation/portfolio-composition.html (consultado el 27 de julio de 2011). Como refleja la Autoridad Monetaria de Arabia Saudí, con fecha junio de 2011, Boletín Estadístico Trimestral, junio de 2010, p. 21, http://www.sama.gov.sa/sites/samaen/ ReportsStatistics/ ReportsStatisticsLib/5600_S_Quarterly_ Bulletin_Bo.pdf (consultado el 27 de julio de 2011). 1 109 LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA vas economías, sino que también proporciona rentabilidades superiores a largo plazo para activos tradicionalmente de bajo riesgo como el efectivo y los bonos del Estado en el caso de fondos que no tengan responsabilidades inmediatas. El fondo de la Corporación de Inversiones de China (CIC) y el fondo de la Corporación de Inversiones del Gobierno de Singapur (GIC) pertenecen a esta categoría. El tercer propósito de un FSI –el desarrollo económico– ha estado tradicionalmente reservado a aquellos fondos configurados a partir de carteras de empresas vinculadas a la Administración. Así, Temasek y Khazanah han invertido durante mucho tiempo en sus economías locales procurando el desarrollo de las empresas públicas y preparándolas para una oferta pública inicial, o bien para diversificar y crear capacidad en sus economías locales. Ahora otros países, como los Emiratos Árabes Unidos o Vietnam, intentan lograr el mismo objetivo a cambio de beneficios industriales sólidos. El Foro Internacional de Fondos Soberanos de Inversión, el organismo oficial representante de los FSI constituido en 2008 para elaborar un código de conducta voluntario, también conocido como los «Principios de Santiago», que regula el comportamiento en términos de inversión de los FSI, define los FSI de la siguiente manera: «Fondos o esquemas de inversión con un propósito específico, propiedad del gobierno general. Creados por el gobierno general con fines macroeconómicos, los FSI mantienen, gestionan y administran activos con miras a alcanzar objetivos financieros y emplean una serie de estrategias de inversión que incluyen la inversión en activos financieros extranjeros».5 Esta definición en sentido amplio, sin embargo, abarca una amplia gama de organizaciones, desde los fondos de estabilización de Botswana, Chile y Trinidad y Tobago, hasta fondos soberanos de inversión de bancos centrales, los fondos de estabilización o los fondos públicos de pensiones, no tienen responsabilidades explícitas –es decir, no son necesarios para fines de estabilización ni deben realizar contribuciones de pensiones–, por lo cual pueden tener una mayor tolerancia al riesgo y disponer de activos con poca liquidez para generar rentabilidades superiores. En este sentido, dichos fondos tienen una política de asignación estratégica de bienes que incorpora una amplia gama de activos entre los que pueden incluirse los siguientes: acciones, bonos, capital riesgo, propiedades inmobiliarias, fondos de cobertura, fondos cotizados, contratos de futuros, materias primas, etc. Dichas inversiones pueden realizarse a través de gestores de valores o bien pueden efectuarse directamente.4 La creación de los FSI suele responder, en concreto, a uno de los tres propósitos siguientes. En primer lugar, sobre todo en el caso de los fondos de materias primas, el objetivo es realizar ahorros intergeneracionales. Cuando los gobiernos obtienen grandes ingresos a partir de un recurso finito, a menudo optan por invertir dichos ingresos para proveer a las generaciones futuras, cuando la fuente de ingresos se haya agotado. Los fondos más destacables de esta categoría son el fondo de la Autoridad de Inversiones de Abu Dhabi (ADIA) y el fondo de la Autoridad de Inversiones de Kuwait (KIA). El segundo propósito que puede tener un FSI es contribuir a diversificar las reservas nacionales. Cuando los excedentes se acumulan, generan presiones inflacionistas y presiones en la tasa de cambio, lo cual puede tener importantes consecuencias en el desarrollo económico de las economías emergentes. La diversificación de las reservas nacionales no sólo reduce la dependencia de las principales monedas y de sus respecti- 4 Todos los FSI con carteras de renta variable y muchos de los que sólo tienen carteras de renta fija, utilizan los servicios de gestores de activos. Sin embargo, aquellos fondos que invierten una proporción significativa de sus carteras directamente, a menudo lo hacen a través de sociedades filiales enteramente de su propiedad que suelen estar registradas en entornos en los que se aplica una baja presión fiscal, como la isla Mauricio o las islas Caimán. 5 Grupo de Trabajo Internacional sobre Fondos Soberanos de Inversión, Principios y prácticas generalmente aceptadas en relación con los Fondos soberanos de inversión, «Principios de Santiago», Octubre de 2008, http://www.iwg-swf.org/pubs/ gapplist.htm (consultado el 27 de julio de 2011). 110 FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL? corte más tradicional, tales como ADIA, GIC y CIC, así como fondos cuya titularidad corresponde a gobiernos subnacionales, como el Fondo Permanente de Alaska. dos tiene un objetivo específico de financiación a nivel estatal que en el futuro ayudará a la economía o a la sociedad del estado en cuestión. EMPRESAS PÚBLICAS FONDOS DE INVERSIÓN Y DESARROLLO LOCAL Las empresas públicas (que reciben diversas denominaciones, entre otras, empresas estatales, empresas vinculadas a la Administración o empresas paraestatales) suelen realizar operaciones en infraestructuras y sectores estratégicos. Las empresas públicas más destacadas en los últimos años han sido compañías petroleras nacionales pertenecientes a mercados emergentes, tales como la empresa saudí Aramco, la rusa Gazprom, la china CNPC, la brasileña Petrobras y la empresa Petronas de Malasia, las cuales, apodadas «las nuevas siete hermanas», dominan el mundo de la producción de petróleo.7 Con frecuencia, las empresas públicas se confunden con los Fondos soberanos de inversión. De hecho, lo que atrajo por vez primera la atención del mundo sobre los Fondos soberanos de inversión de los mercados emergentes fueron los intentos de compra por parte de dos empresas públicas en Estados Unidos: el intento de adquisición de Unocal por parte de CNOOC y la adquisición por parte de Dubai Ports World de la Compañía de Navegación de Oriente y el Pacífico, cuya sucursal americana mantenía contratos activos en seis puertos estadounidenses: Baltimore, Newark, Philadelphia, Nueva Orleans, Houston y Miami.8 Sin embargo, mientras que las empresas públicas suelen adquirir activos extranjeros y algunas como Sonangol de Angola son de facto FSI con extensas carteras de inversiones, no siempre constituyen un vehículo para invertir la riqueza excedentaria y en ocasiones generan pér- Los fondos de desarrollo local están muy extendidos en todo el mundo. Algunos de estos fondos, como el Fondo de la Caisse des Dépôts et Consignations francesa o el fondo de la Cassa Depositi e Prestiti en Italia, son viejas instituciones con mandatos de carácter histórico, mientras que otros, como los fondos Malaysia Development Bhd y Samruk Kazyna de Kazajstán, se han constituido para acelerar el proceso de desarrollo de economías emergentes. Estos fondos crean nuevas empresas y empresas conjuntas vinculadas a la Administración para facilitar el desarrollo económico, ayudar a las compañías locales y gestionar los intereses gubernamentales en empresas vinculadas a la Administración. Asimismo, estos fondos pueden acabar realizando una transición hacia la inversión internacional, como ocurre en el caso de Temasek y Khazanah. Asimismo, existen fondos, fundamentalmente en Estados Unidos, cuya titularidad corresponde, normalmente, a gobiernos subnacionales y que se utilizan para realizar inversiones con propósitos específicos. Además del Fondo Permanente de Alaska, Louisiana ha invertido 4.500 millones de dólares en una serie de «fondos fiduciarios», Oklahoma cuenta con 5.000 millones de dólares invertidos en «fondos estatales no destinados al pago de pensiones» y Texas ha invertido decenas de miles de millones de dólares en el Fondo Permanente para las Escuelas y el Fondo Permanente para la Universidad.6 Cada uno de estos fon- 7 Carola Hoyos, «Las nuevas Siete Hermanas: los gigantes del petróleo y del gas dejan a sus rivales occidentales en mala posición», Financial Times, 11 de marzo de 2007. 8 Yiheng Feng (2009, «No deberíamos transferir la propiedad al diablo»: Consecuencias de la politización en el Congreso de la inversión directa en el extranjero sobre cuestiones de seguridad nacional», International Law and Politics, Vol. 42, pp. 277-280. He aquí otros fondos de inversión estatal de Estados Unidos: el Fondo Fiduciario de Alabama; el Fondo Fiduciario Permanente del Impuesto sobre el Carbón de Montana; cuatro fondos permanentes distintos que son gestionados conjuntamente por el Consejo para las Inversiones del Estado de Nuevo México y el Fondo Fiduciario Permanente sobre Minerales de Wyoming. 6 111 LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA didas, debiendo recibir subsidios cruzados por parte de otros actores de las finanzas estatales. la cual tiene muchos intereses en distintos sectores económicos del Emirato. Sin embargo, también dispone de una cartera de valores extranjeros con el propósito de maximizar el beneficio, cartera que utiliza como elemento de apoyo financiero de las inversiones que realiza a nivel local. Asimismo, lleva a cabo proyectos de colaboración con empresas internacionales, como GE y Finemeccanica, al tiempo que ha adquirido empresas como SR Technics (técnicas aeroespaciales) y John Buck International (desarrollo inmobiliario) para realizar proyectos específicos. El fondo de la Autoridad de Inversión de Qatar (QIA) también constituye un ejemplo de fondo de modelo híbrido. Si bien es conocido por sus importantes inversiones en el extranjero, sobre todo en el Reino Unido, QIA (habitualmente a través de su filial Qatari Diar, una empresa de inversiones y desarrollo inmobiliario que es propiedad suya al 100%) ha realizado inversiones locales para desarrollar la economía de Qatar: su inversión de mayor calado han sido los 24.400 millones de dólares destinados a la empresa conjunta creada con Deutsche Bahn para desarrollar la red de ferrocarriles del país en 2009. Asimismo, el fondo invierte en tierras de cultivo situadas en el extranjero para asegurar el suministro de alimentos a través de las empresas Hassad Food y Al Gharrafa Investment Company. MODELOS HÍBRIDOS Aunque estas categorías funcionan como referencia, algunos fondos combinan varias de esa características. El ejemplo más obvio es el de los Fondos de Reserva de Pensiones, como el Fondo Futuro de Australia, el Fondo Nacional de Reserva de las Pensiones de Irlanda y el Fondo de Jubilación de Nueva Zelanda. Dichos fondos se han creado para emplear los excedentes presupuestarios en financiar las futuras obligaciones de los sistemas públicos de pensiones. Actualmente, por tanto, estos fondos no tienen deudas e invierten con el perfil de riesgo propio de un Fondo soberano de inversión. Sin embargo, cuando tengan que atender sus compromisos, tanto su asignación de activos como su tolerancia al riesgo deberán modificarse. Muchos FSI con un propósito de desarrollo económico son también modelos híbridos con un papel que se solapa al de las empresas públicas. Fondos como el de Mumtalakat y el de la Corporación Estatal de Inversión en Capital de Vietnam participan activamente en las operaciones de muchas de las empresas vinculadas a la Administración en las que son partes interesadas. En relación con sus operaciones existen muchos paralelismos con respecto a las modernas empresas de capital-riesgo que se comprometen activamente con sociedades de cartera para agregar valor después de efectuada la inversión. Sin embargo, a medida que dichos fondos abandonan sus sociedades de cartera, cosa que Temasek y Khazanah están haciendo cada vez más, pueden convertirse en inversores de perfil más financiero con carteras de valores de mayor alcance y, de esta manera, evolucionar hacia un fondo de diversificación de reservas. Otros fondos que tienen este enfoque híbrido son los fondos de Abu Dhabi, fundamentalmente, el fondo de la Mubadala Development Company. El mandato de Mubadala es desarrollar y diversificar la economía de Abu Dhabi, razón por LA INVERSIÓN DE LOS FSI EN EL ESCENARIO MUNDIAL9 La creación de vehículos soberanos de inversión constituye una medida de responsabilidad fiscal para muchos gobiernos de economías emergentes, si bien representan mucho más que un simple instrumento destinado a la política económica. El comportamiento inversor de dichos fondos y los beneficios que producen se han convertido 9 Como se señaló anteriormente, la presente sección hace referencia a los «Fondos soberanos de inversión» en sentido amplio. 112 FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL? en un distintivo internacional en lo que respecta a la escrupulosidad y a la responsabilidad fiscal. Sin embargo, la cuestión de cómo y dónde invierten está sometida a un intenso escrutinio, ya que sus inversiones se contemplan desde el exterior no sólo como una indicación de la dirección de la política económica de la nación, sino también como una manifestación atenuada de sus intereses más allá de sus fronteras. Hasta cierto punto, esto puede ser verdad; los FSI invierten para responder a las necesidades de sus accionistas y, puesto que sus propietarios son los gobiernos, sus objetivos también pueden ser extra financieros, lo que implica el legítimo intento de lograr una «doble rentabilidad». Esta motivación extra financiera puede ser la de reflejar una imagen positiva del Estado en el extranjero, y aparecer como un miembro responsable de la comunidad internacional. QIA tiene una estrategia particular que consiste en utilizar sus recursos para realizar inversiones de gran prestigio las cuales, si bien representan una pequeña parte de su cartera, comprenden primeras marcas y aportan ingresos sólidos. Se trata de inversiones por las que QIA recibirá una prima de iliquidez y, de esta manera, se alinea con su posición como inversor a largo plazo. Sin embargo, también proyecta la imagen de Qatar como un país dinámico e influyente, preocupado por la calidad y la reputación. Otro ejemplo es el que encontramos en las inversiones realizadas por CIC en los sectores de energía y materias primas, las cuales permiten a China acceder a las materias primas que necesita para que su economía siga creciendo. Dichas inversiones también cumplen un papel financiero: los superávits presupuestarios de China proceden del comercio y no de derechos sobre materias primas, como ocurre con los FSI del Golfo Pérsico, por ello, su fondo soberano, que tiene el mandato de mantener una cartera diversificada, debe incorporar dichas materias primas. Esta obligación se ve acentuada por el hecho de que las materias primas tienden a presentar una correlación negativa con otras clases de activos. En el volátil entorno económico que ha existido desde la creación del CIC en 2007, la exposición a las materias primas resulta incluso más importante para preservar el valor de la cartera. Es esta sinergia entre la rentabilidad financiera, el beneficio económico y las potenciales ramificaciones políticas futuras de los Estados que despliegan su capital por todo el planeta lo que ha cautivado la imaginación de la comunidad económica. A continuación, y a partir de los datos del Laboratorio de Inversión Soberana de la Universidad de Bocconi, realizaremos un rápido análisis de los patrones de inversión de los FSI en el último lustro. Nuestro objetivo es facilitar una comprensión más amplia de la forma en que invierten los FSI. Queda de manifiesto que si bien se trata de inversores a largo plazo con liquidez en un mundo escaso de capital, y que, por tanto, tienen la facultad de invertir de manera contracíclica, no han aprovechado la oportunidad de explotar esta posición para obtener ventajas políticas o económicas. Los FSI han resultado tan afectados por la crisis financiera global como cualquier otro inversor institucional y, si bien han hecho grandes inversiones –especialmente en el sector bancario occidental durante el invierno de 20072008– sus inversiones se han realizado fundamentalmente en línea con las corrientes económicas globales. No hace falta decir que eso no impidió que las corporaciones occidentales coquetearan con ellos. Pero los FSI sólo invirtieron en aquellas ocasiones en que percibieron sin lugar a dudas que estaban ante una oportunidad de inversión rentable que se ajustaba a sus necesidades estratégicas de asignación de activos y a sus perfiles de riesgo fijados. Lógicamente, existen excepciones –Qatar es una de ellas– y cada fondo ha invertido de manera distinta. Sin embargo, contemplado desde un punto de vista general, esto demuestra que los gobiernos propietarios de los fondos han sido desde hace mucho tiempo actores comerciales y responsables en el marco de la economía mundial. EL «FRENESÍ»: 2006-ENERO DE 2008 Nuestra historia comienza cuando el mundo tomó conciencia de la existencia de los FSI en 113 LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA 2006; ese fue el año del furor de Dubai Ports World y de un cambio visible en el comportamiento inversor de los FSI, que se decantaban cada vez más por inversiones de mayor calado y acuerdos comerciales en los mercados de la OCDE. Si bien el volumen invertido por los FSI no se incrementó significativamente entre 2005 y 2006, el valor de los contratos cerrados se duplicó pasando de 22.400 millones de dólares a 43.000 millones de dólares y la proporción de inversiones en la OCDE pasó de 40 inversiones publicadas en la OCDE con un valor comunicado de 11.500 millones de dólares en 2005 a 55 inversiones valoradas en 25.100 millones de dólares en 2006. 95.900 millones de dólares –una nueva duplicación del valor de la inversión respecto al año anterior–. Se llevaron a cabo algunas inversiones muy visibles, como la adquisición por parte de QIA de Chelsea Barracks en Londres (que con al menos un valor de 1.000 millones de dólares fue la adquisición inmobiliaria más cara de la historia en el Reino Unido), la adquisición por parte de la Autoridad de Inversión de Libia del 3% de las acciones del equipo Juventus FC, la adquisición del hotel Mandarín Oriental en Nueva York por parte del fondo Istithmar World de Dubái y la inversión realizada por Temasek en Barclays Bank, por valor de 3.000 millones de dólares. Sin embargo, la mayor parte de las inversiones de los FSI (111) por valor de 42.500 millones de dólares se efectuó en mercados emergentes, lo que sugiere que si bien los FSI confiaban cada vez más en los mercados de la OCDE, también buscaban oportunidades atractivas en mercados emergentes, que estaban creciendo a un ritmo de dos dígitos o cercano al mismo. Esta tendencia continuó en 2007: a medida que subieron los precios del combustible y se incrementó el comercio internacional, los flujos a las arcas de los FSI se multiplicaron y la actividad inversora se aceleró. En este sentido, se cerraron 186 acuerdos públicos con un valor comunicado de GRÁFICO 1. VALOR DE LAS TRANSACCIONES DE LOS FSI POR REGIÓN OBJETIVO, 2006-2008 Fuente: Datos excluyen Istithmar; datos públicos para los FSiS de private equity y real estate, poinr ventenes y dotaciones de capital. Nota: Monitor-FEEM SWF Transaction Database, 2011. 114 FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL? GRÁFICO 2. VALOR DE LAS TRANSACCIONES DE LOS FSI POR SECTOR OBJETIVO, 2006-2008 Fuente: Datos excluyen Istithmar; datos públicos para los FSiS de private equity y real estate, poinr ventenes y dotaciones de capital. Nota: Monitor-FEEM SWF Transaction Database, 2011. inversión de otros 9.800 millones de dólares realizada por GIC. En aquel momento, la atención de los medios, en especial los de Estados Unidos, se centraba sobre todo en los fondos de Oriente Medio, siendo la inversión por valor de 7.500 millones de dólares efectuada por ADIA en Citi la que acaparaba más titulares. Con todo, eran los fondos asiáticos quienes más habían invertido en las empresas occidentales de servicios financieros. En el último trimestre de 2007 y el primero de 2008, invirtieron 29.200 millones de dólares en bancos estadounidenses y europeos, aparte de 8.500 millones de dólares más en otras empresas de servicios financieros. Frente a esto, los FSI de Oriente Medio invirtieron 15.500 millones de dólares en bancos estadounidenses y europeos, y 5.500 millones de dólares en otras empresas de servicios financieros. En el último trimestre de 2007 y el primero de 2008, los sectores bancarios americano y europeo entraron en crisis como resultado de su exposición a la deuda de las hipotecas de alto riesgo de Estados Unidos. A medida que la economía global se vió envuelta en una espiral descendente, los bancos llamaron a la puerta de los FSI para recapitalizar el sistema financiero, que se había derrumbado a causa de su dependencia de deuda de dudoso cobro. Entre noviembre de 2007 y enero de 2008, Citigroup y Merrill Lynch recibieron 26.400 millones de dólares procedentes de cuatro FSI: ADIA, KIA, Temasek y la Corporación de Inversiones de Corea (KIC). En el mismo periodo, Morgan Stanley recibió más de 5.500 millones de dólares de CIC; Credit Suisse recibió 3.000 millones de dólares de QIA, y otro prestamista suizo, UBS, recibió 2.000 millones de dólares procedentes de SAMA y anunció una 115 LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA Estas inversiones jugaron un papel muy importante en la estabilización del sistema financiero, pero la rápida caída del valor de las acciones de los bancos estadounidense y europeos hizo que su valor de mercado se desplomara. Afortunadamente, la mayor parte de estas inversiones estaban estructuradas como bonos convertibles obligatorios, que abonaban un cupón de en torno al 10% en un plazo comprendido entre 2 años y 2 años y medio antes de ser convertidas en acciones ordinarias. Algunos fondos, como es el caso de GIC y KIA, alcanzaron a vender una parte de su cartera de acciones obteniendo beneficios. Aunque el uso de convertibles puede haber amortiguado parte del golpe, en lo más profundo de la crisis las pérdidas derivadas del ajuste de mercado fueron sustanciales y sometieron a los FSI a una considerable presión, ejercida por sus propietarios gubernamentales y la opinión pública de sus respectivos países. GRÁFICO 3. TRANSACCIONES DE LOS FSI EN LA REGIÓN MENA Y EN ASIA POR NÚMERO Y VALOR DESDE EL 3T DE 2007 AL 4T DE 2008 Fuente: Monitor-FEEM SWF Transaction Database, 2011. de realizar inversiones y, al mes siguiente, el Tesoro de Estados Unidos firmaba un acuerdo con ADIA y GIC, en el que se afirmaba que las decisiones de inversión de los fondos tendrían un carácter puramente comercial, competirían limpiamente con el sector privado, respetarían la legislación de Estados Unidos y mejorarían la transparencia y la responsabilidad a la hora de rendir cuentas. Aún así, a medida que la importancia de las inversiones de los FSI en los bancos El rescate de las finanzas occidentales por parte de los FSI tuvo un profundo impacto sobre el discurso en torno a dichos fondos. El invierno de 2007-2008 supuso un momento crucial; la actitud hostil predominante previa a la inversión en Citigroup por parte de ADIA persistía, mientras en febrero de 2008 la Unión Europea estudiaba un código de conducta para solicitar a los FSI que se centraran en metas comerciales, en lugar de en consideraciones estratégicas a la hora 116 FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL? occidentales se hizo cada vez más evidente, comenzó a emerger en paralelo una tendencia en sentido contrario. Algunos «pesos pesados», como Stephen Schwartzman de Blackstone y Warren Buffett, argumentaron que las actitudes negativas hacia los FSI resultaban injustificadas y reducirían el atractivo de los mercados occidentales como destino de inversión para dichos fondos, justo cuando estos mercados necesitan inyecciones de capital. Pero los FSI habían tomado nota de las críticas acerca de su opacidad y sus motivaciones políticas, y muchos decidieron ser más transparentes. En octubre de 2008, se elaboró un código voluntario de conducta, los Principios y Prácticas Generalmente Aceptadas para los FSI (los «Principios de Santiago») que fué suscrito por fondos soberanos de 23 países y que obligaba a los firmantes a invertir con propósitos comerciales y de forma transparente, respetando las estructuras reguladoras de los países en donde se realizase la inversión. En su siguiente reunión, celebrada en Kuwait en el mes de abril de 2009, los signatarios constituyeron un Foro Internacional que, desde entonces, se ha reunido en Bakú (Azerbaiyán), y en dónde los participantes han realizado una declaración en la que reafirman la necesidad de mantener un entorno de inversión abierto. Por otra parte, mientras que los fondos de Singapur y Australia habían publicado siempre informes financieros, en 2009 se sumaron a esta práctica los fondos Mubadala, CIC y KIC. Incluso el fondo noruego comenzó a publicar más abiertamente sus resultados trimestrales. millones de dólares en el primer trimestre de 2008, en el segundo trimestre del año, dichos fondos sólo realizaron 15 inversiones con un valor comunicado total de 1.300 millones de dólares y en el tercer trimestre el número de inversiones disminuyó aún más, alcanzando 11 inversiones con un valor comunicado total de 3.600 millones de dólares, de los cuales 3.400 millones de dólares correspondían a la inversión complementaria realizada por Temasek en Merrill Lynch. Los fondos de Oriente Medio, quizá debido a su menor nivel de gastos en los mercados financieros occidentales a lo largo del invierno, mantuvieron durante el año una tasa de inversión y de gasto más constante. Aunque los desembolsos efectuados por los fondos de Oriente Medio descendieron desde los 13.900 millones de dólares del primer trimestre de 2008 a 7.700 millones de dólares en el segundo, alcanzaron el equilibrio en aproximadamente 10.000 millones de dólares en el tercer y cuarto trimestres, y el número de acuerdos suscritos se incrementó gradualmente en el transcurso del año. Por otro lado, si bien resultaba difícil encontrar oportunidades de inversión, los fondos de Oriente Medio continuaron mostrando interés por las empresas occidentales de servicios financieros: Istithmar asumió el 51% del riesgo en el fondo de cobertura estadounidense Gulf Stream Asset Management, por un valor de 29 millones de dólares y QIA invirtió en el conocido banco británico Barclays, que por entonces estaba teniendo problemas, e inyectó 3.500 millones de dólares en la entidad a cambio del 7,7% de la participación accionarial en el mismo. A diferencia de lo que ocurrió con los fondos asiáticos, los fondos de Oriente Medio siguieron invirtiendo en los mercados occidentales, particularmente en Europa: las inversiones en este continente supusieron cerca del 40% de los desembolsos efectuados por los FSI en el segundo y en el tercer trimestres de 2008. Dicha inversión se repartió en distintos sectores, como el hotelero, el sanitario, petróleo y gas natural, así como en los de ingeniería e industria manufacturera. CRISIS Y RECUPERACIÓN: MARZO DE 2008-FINALES DE 2009 El desplome de los valores en bolsa que se produjo en 2008 tuvo un profundo impacto en la actividad de los FSI. Trás el colapso de Bear Stearns en marzo de 2008, los FSI restringieron la inversión en términos generales, especialmente los fondos asiáticos. Habiendo realizado 37 inversiones sobre las que se informó públicamente con un valor comunicado total de 37.500 117 LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA GRÁFICO 4. INVERSIONES DE LOS FSI EN 2008-2009 POR SECTOR OBJETIVO Totals may not sum correctly due to rounding errors. Other: Businesss Equipment; Business Supplies and Shipping Containers; Consumer Goods; Electrical Equipment; Fabricated Products and Machinery; Food Products; Healthcare, Medical Equipment, Pharmaceutical Products; Personal and Business Services; Printing and Publishing; Recreation; Retail; Hotels, Restaurants, Motels; Communication; Utilities; Aircraft, ships, and railroad equipment; Electrical Equipment; and Beer and Liquor. Note: Data excluding Istithmar deals; Publicly available data for SWF equity & real estate deals, joint ventures and capital injections. Fuente: Monitor-FEEM SWF Transaction Database, 2011. GRÁFICO 5. VALOR DE LA INVERSIÓN DE LOS FSI EN 2008-2009 POR REGIÓN OBJETIVO Other: Asia (Non-Pacific) and Latin America. Nota: Otros de Asia no Pacífico y América Latina. Fuente: Monitor-FEEM SWF Transaction Database, 2011. 118 FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL? Dicho esto, en 2008 la mayor parte de los FSI sufrieron fuertes pérdidas. Temasek fue duramente golpeado por la depresión, e informó de pérdidas del 31% (aproximadamente, 39.000 millones de dólares) entre marzo y noviembre de 2008. ADIA, KIA, QIA, Khazanah y Mubadala comunicaron pérdidas situadas entre el 20 y el 25% en 2008. GIC salió mejor parado, pues tuvo pérdidas reales de un 15%, mientras que la cartera de KIC sólo se contrajo un 14% y, finalmente, CIC comunicó pérdidas de escasa entidad (2,1%) correspondientes al año citado en su cartera global, de la cual sólo el 3,2% había sido invertida en valores. El colapso de Lehman Brothers que se produjo en septiembre hizo temblar al mundo entero y nadie quedó a salvo. A finales de 2008, resultó obvio que Oriente Medio y Asia estaban muy ligados a los mercados globales. Espoleados por la contracción del crédito global y la repatriación de capitales desde los mercados emergentes por parte de los inversores occidentales, y sometidos a una creciente presión por parte de los gobiernos y la ciudadanía de sus respectivos países, los FSI se vieron obligados a regresar a sus mercados locales. Un ejemplo claro de esto último es el caso de Kuwait. Cuando el precio del petróleo se derrumbó, en el segundo semestre de 2008, la Bolsa de Valores de Kuwait perdió casi el 50% de su valor mientras el capital extranjero se marchaba, aumentaba el desempleo y el descontento popular se cebaba con el gobierno y el fondo KIA, que sufría terribles pérdidas debido a los 5.000 millones de dólares que había invertido en Citigroup y Merrill Lynch. En un acto sin precedentes, el parlamento kuwaití solicitó al fondo KIA que apuntalara la economía, particularmente en lo que respecta al sector financiero que estaba excesivamente apalancado. En lugar de revitalizar la economía entregando fondos públicos directamente a los ciudadanos o mediante el aumento del gasto en infraestructuras, el gobierno obligó a KIA a retirar 3.600 millones de dólares de su cartera de inversiones para crear un fondo que invirtiera en la maltrecha bolsa local. Esta crisis también modificó el enfoque de KIA: mientras que anteriormente había diversificado su potencial de inversión en el extranjero, desde 2008 el fondo se concentró en apoyar a la economía local a través de inversiones directas en empresas kuwaitíes y en el sistema sanitario local. Al disminuir el ritmo de los ingresos por el desplome de los precios del petróleo y contraerse el comercio global, el clima de volatilidad en torno a la inversión despertó en los FSI una mayor aversión al riesgo. A comienzos de 2009, por tanto, siguieron interviniendo con cautela en la economía global, y redujeron sus adquisiciones para reflejar su percepción del aumento del riesgo en los mercados. Durante la primera mitad de 2009, los FSI sólo llevaron a cabo 39 transacciones comunicadas públicamente por un valor total de 10.600 millones de dólares. Sin embargo, los FSI continuaron dispuestos a realizar inversiones en el extranjero cuando surgiese la oportunidad. El repliegue no podía ser una estrategia a largo plazo y el entorno ofrecía ciertas perspectivas para inversores pacientes que dispusieran de fondos para identificar activos infravalorados. Particularmente, este fue el enfoque de los fondos de Abu Dhabi, que invirtieron estratégicamente para respaldar los objetivos de desarrollo económico a largo plazo del Emirato. Mubadala se centró en la construcción de un centro aeroespacial y en proporcionar servicios públicos en el campo sanitario y educativo. La Compañía Internacional de Inversiones Petrolíferas (IPIC) adquirió el 70% de MAN Ferrostaal para dar acceso al Emirato a las capacidades y a los conocimientos punteros de la empresa en los campos de la industria petroquímica, la energía solar y en construcción y gestión de proyectos, elementos vitales para el desarrollo del país del golfo. Asimismo, su inversión en Daimler posibilitó el acceso a tecnología en ingeniería de última generación. Durante este periodo muchos fondos, entre los que destacan CIC, Norway y Temasek, experimentaron un proceso de reorganización y reestructuración. En 2009, el entorno económico había sufrido grandes alteraciones y debían 119 LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA soberana a mayor escala, tras su decisión de suspender el pago de la deuda y aumentar en gran medida la vigilancia gubernamental sobre dichos vehículos de inversión soberana a través del Consejo Asesor del Gobierno de Dubai, intentando al mismo tiempo reasignar la carga de la deuda a través de la red «Dubai Inc.» reconsiderar los presupuestos subyacentes acerca del riesgo. Dicho proceso quedó de manifiesto a través de la reestructuración de su arquitectura organizativa, la modificación de su enfoque de inversión, la asignación de activos o el reequilibrio de su cartera. En Dubai, se llevó a cabo una reestructuración de los vehículos de inversión GRÁFICO 6. VALOR DE LAS INVERSIONES DE LOS FSI POR LOCALIZACIÓN DEL OBJETIVO: LOCAL FRENTE A EXTRANJERA Fuente: Monitor-FEEM, SWF Transaction Database, 2011. sectores relacionados con la ingeniería tales como el sector del automóvil y la construcción resultaron ser más atractivos, mientras que los recursos naturales (el sector de la minería y el sector del petróleo) supusieron una inversión por valor de 6.800 millones de dólares –una cuarta parte de la inversión total realizada por los FSI en el tercer trimestre–. La reestructuración hizo que los FSI ganaran confianza, lo que se tradujo en un aumento significativo de la actividad de estos fondos en la segunda mitad de 2009: en dicho periodo se realizaron 75 acuerdos comunicados públicamente por un valor registrado total de 58.100 millones de dólares. Asimismo, regresaron a los mercados internacionales a medida que aumentó la confianza de los FSI en la estabilidad económica global e intentaron sacar partido de los activos infravalorados de los países desarrollados. Sin embargo, los FSI continuaron evitando realizar inversiones en servicios financieros y, en su lugar, dirigieron su atención hacia las inversiones basadas en la economía real. Los HACIA LO DESCONOCIDO 2010 El entorno económico global de 2010, aunque incierto todavía, resultó más favorable que el de 2009. Si bien la actividad inversora de los FSI se 120 FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL? incrementó durante el año, desde los niveles más bajos de actividad de los FSI en la «era moderna» de dichos fondos,10 la actividad resultó sesgada debido a que algunos fondos se dedicaron a realizar grandes inversiones y recapitalizaciones de bancos a nivel local. En 2010, los 21 FSI activos realizaron 172 inversiones comunicadas públicamente por valor de 52.700 millones de dólares. Esto representa un aumento de más del 50% en el volumen de acuerdos con respecto a 2009, pero una disminución del 23% en el valor de la inversión, lo que sugiere que los FSI continuaron efectuando más inversiones de carácter individual, pero de menor valor, y que –en general– arriesgaron menos. 2010 comenzó con cierta cautela: los FSI sólo realizaron 40 inversiones directas comunicadas públicamente por un valor total de 5.700 millones de dólares en el primer trimestre, en respuesta a las preocupaciones sobre el lento crecimiento económico y la posibilidad de una recesión en forma de doble uve. En el Segundo Trimestre, los FSI duplicaron con creces su inversión directa hasta situarla en los 15.900 millones de dólares. Pero este movimiento ascendente no era necesariamente reflejo de un aumento de la confianza en la economía global, ya que los FSI concentraron más del 60% de sus desembolsos (9.800 millones de dólares) en nueve inversiones de 500 millones de dólares o más en los mercados de los países desarrollados, aprovechando oportunidades para lograr acceso a materias primas y a los devaluados activos europeos. Dos de estas inversiones, valoradas en 1.800 millones de dólares, se realizaron en el sector de la minería, mientras que la inversión del fondo CIC en Apax Partners y la toma del 4,99% del banco Unicredit (Italia) por parte del fondo IPIC indicaban que los FSI aún veían potencial en los deprimidos activos bancarios occidentales. Un vez más, sin embargo, QIA fue el centro de todas las miradas al adqui- rir Harrods, los afamados almacenes londinenses, por 2.200 millones de dólares y la compañía operadora con base en Canadá del legendario Hotel Raffles en Singapur por 847 millones de dólares (también adquirió la propiedad por 275 millones de dólares). Estas compras llamaron tanto la atención que la adquisición por parte de QIA del 5% de las acciones del gigante francés del sector de los servicios públicos Veolia por una valor de 868 millones de dólares prácticamente pasó desapercibida. Sin embargo, las grandes inversiones del segundo trimestre enmascaran un gran número de pequeñas inversiones efectuadas en un amplio rango de sectores en mercados emergentes: el sector sanitario y el de distribución eléctrica de la India, el sector bancario vietnamita, las telecomunicaciones de Zambia, las minas de platino sudafricanas y un centro turístico en Jordania... todos estos destinos han recibido inversiones procedentes de FSI desde el día 1 de abril al 30 de junio. De hecho, fueron estos acuerdos, antes que las prestigiosas inversiones realizadas en Europa y América del Norte, los que marcaron la pauta para el resto del año, a medida que los FSI ralentizaban sus inversiones directas en la OCDE. El tercer trimestre, tradicionalmente más tranquilo, fué dominado por la muy esperada OPV del Banco Agrícola de China. El 14 de julio del 2010, KIA, QIA, el Fondo Nacional de la Seguridad Social de China y Temasek adquirieron un total de más de 6.000 millones de dólares en acciones de Agbank -lo cual supone el 60% de las inversiones directas realizadas en ese trimestre por los FSI. Fue una situación que muchos esperaban que se repitiera en Estados Unidos, cuando el gobierno intentó recuperar parte de su inversión en General Motors poniendo en marcha la mayor OPV de la historia americana en el mes de noviembre. A pesar de todo, si bien varios FSI de Oriente Medio y Asia fueron cortejados como inversores decisivos, ninguno se decidió a adquirir una participación sustancial (aunque se rumoreó que habían participado en la oferta accionarial). 10 La mayor parte de los fondos a los que seguimos la pista apenas han sido creados en la última década, por tanto sólo a partir de 2005 disponemos de un universo de fondos comparable al que existe en la actualidad. 121 LAS ECONOMÍAS EMERGENTES Y EL REEQUILIBRIO GLOBAL RETOS Y OPORTUNIDADES PARA ESPAÑA GRÁFICO 7. VALOR DE LAS INVERSIONES DE LOS FSI POR SECTOR OBJETIVO, 2010 Publicly available data for direct SWF equity & real estate deals, joint ventures and capital injections. Fuente: Monitor-FEEM SWF Transaction Database, 2011. GRÁFICO 8. VALOR DE LAS INVERSIONES DE LOS FSI POR REGIÓN OBJETIVA, 2010 Otros: América Latina, África Subsahariana, y Asía (No pacífico). Fuente: Monitor-FEEM SWF Transaction Database, 2011. 122 FONDOS SOBERANOS DE INVERSIÓN: ¿LA FORJA DE UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO MUNDIAL? escala que permitiera la participación de los gobiernos en los mercados occidentales. Sin embargo, no parece probable que esto se produzca en un futuro próximo. Para un cambio de tal magnitud sería imprescindible que el mundo desarrollado reevaluara su supuesta adhesión al modelo de libre mercado en el cual el Estado permanece en una posición distante. Con todo, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y algunos países nórdicos, como Noruega y Suecia, ya han abandonado la política de absoluta falta de intervención por parte del Estado. Sus grandes fondos estatales de pensiones y sus fondos de reserva de pensiones invierten en valores internacionales y mercados de deuda, así como en opciones alternativas en todo el mundo. Sin embargo, en círculos políticos de dichos países, y sobre todo en Estados Unidos y en la mayor parte de Europa, siguen dominando los discursos a favor de la supremacía del libre mercado. Basta echar un vistazo al debate que rodea a la creación de un nuevo FSI australiano financiado a partir de los royalties de activos mineros para comprobar la poca aceptación con que cuenta la idea de la intervención gubernamental. Sin embargo, el hecho de que en los últimos dos años los gobiernos de la OCDE se hayan visto forzados por las extraordinarias circunstancias económicas a intervenir en la banca y en otros sectores estratégicos ha abierto la puerta a un debate acerca del papel del Estado y de cómo debería intervenir en ciertos países tales como el Reino Unido.11 A pesar de todo, la reacción popular ante tales ideas está lejos de ser entusiasta, lo que sugiere que queda un largo camino hasta que un debate de tales características pueda convertirse en una corriente de pensamiento principal. En estos momentos en que la confianza del público en los políticos y los banqueros se encuentra en mínimos históricos en la mayor parte de Occidente, es difícil anticipar si los electorados de dichos países estarán dispuestos a permitir que sus gobiernos adopten un papel más activo en la economía. Ahora bien, si el «capitalismo estatal» está destinado a controlar la economía global, el comportamiento de los FSI hasta el momento sugiere que podemos confiar en que actuarán de forma seria y responsable. Esto repitió el patrón de inversión más general de los FSI: en la segunda mitad del año, 56 de las 82 inversiones directas que registramos, valoradas en 24.600 millones de dólares (cerca del 80% del total para la mitad del año) se realizaron en mercados emergentes, particularmente en Asia. En este periodo, los objetivos europeos sólo supusieron 11 acuerdos valorados en 1.800 millones de dólares, mientras que Norteamérica sólo implicó 10 acuerdos (aunque por valor de 3.500 millones de dólares), fundamentalmente como resultado del descubrimiento por parte del fondo CIC del deprimido mercado inmobiliario americano: el fondo invirtió 2.300 millones de dólares en General Growth Properties, un consorcio de inversión inmobiliaria que invierte en todo el territorio estadounidense. ¿UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO? No cabe duda de que en los últimos cinco años se ha registrado un cambio espectacular en la implicación de los gobiernos en los mercados, situación que ha sido ejemplificada por la aparición de los FSI en la escena mundial. Sin embargo, cabe preguntarse si esto representa una transformación sistémica del orden económico o si el mundo desarrollado intentará una vez más que desaparezca la intervención pública. En términos generales, el comportamiento de los FSI ha demostrado que estos inversores de titularidad estatal son actores responsables que intervienen en el mercado con horizontes de inversión a largo plazo para aprovechar las oportunidades que brindan los mercados financieros globales a fin de promover los intereses de sus accionistas, en lugar de suponer elementos que alteren el sistema de manera fundamental. Pero constituyen solo una clase de actor y, por sí solos, no pueden cambiar el complejo y dinámico sistema global. Para poder hacerlo, requerirían un consentimiento a mayor 11 Véase, por ejemplo, el discurso del líder de la oposición en el Reino Unido, Ed Milliband, en la Conferencia del Partido Laborista celebrada en 2011 http://www.telegraph. co.uk/news/politics/ed-miliband/8791870/Labour-Party-Conference-Ed-Milibands-speech-in-full.html (consultada el 3 de octubre de 2011). 123