DECÁLOGO “Pequeña y mediana empresa: impacto y retos de la crisis en su financiación” “Lo más destacado del decálogo incluido en el estudio”.... 1.- La “brecha de financiación” de las Pyme ha aumentado notablemente como consecuencia de la crisis actual. Esta brecha es consecuencia de su dependencia de financiación bancaria y se intensifica por su menor poder de negociación y por las dificultades para emitir valores. Esta situación se ha acentuado por la reducción de la demanda de crédito del sistema ante la caída de la inversión y el consumo y por la mayor restricción en la financiación y su encarecimiento. El comportamiento restrictivo del crédito ha sido más severo en las operaciones de financiación de menor importe, lo que ha repercutido más negativamente en la Pyme que en la gran empresa. 2.- Las dificultades que afrontan las Pyme españolas en el acceso a la financiación y su mayor coste, además de estar entre los principales problemas que padecen, son mayores y más intensos que en la Eurozona. Las encuestas semestrales del BCE demuestran que las Pyme españolas perciben más dificultades a este respecto que las de la Eurozona y que las grandes empresas españolas. 3.- En el contexto de crisis actual –con grandes incertidumbres todavíala Pyme afronta un futuro incierto en materia de financiación, que se ahonda ante el impacto negativo derivado de la implantación de Basilea III. Es necesario reaccionar, avanzando por nuevas sendas y buscando alternativas… Estas soluciones deberían basarse en las buenas prácticas internacionales sobre financiación de la Pyme, en modelos de colaboración público-privados que impulsen nuevos espacios en los mercados de capitales y favorezcan la reducción de barreras –reales y culturales- y en la creación de plataformas alternativas de negociación de ámbito europeo. Parece necesario, asimismo, adoptar una normativa (española y comunitaria) a “escala Pyme” y revisar la regulación y principales directivas que afectan a estas empresas. 4.- En estas condiciones de fuerte restricción crediticia para las Pyme es muy probable que se generalice y refuerce el concepto y práctica de la banca relacional, así como el de los servicios financieros orientados en particular a las Pyme (‘Small and Medium Enterprises -SME- Banking’). Estos conceptos valoran positivamente el contacto cercano con los prestatarios (banca relacional) y la oferta de otros servicios y productos que atiendan la demanda de las empresas y les permita mejorar la gestión de su negocio (“SME Banking”). 4 5.- La crisis y recesión de la economía española ha otorgado mayor protagonismo a la actuación pública en el campo de la financiación a la Pyme a través del ICO, que ha puesto en marcha nuevas y más flexibles iniciativas, asumiendo mayor riesgo, aunque ello apenas palia la situación global. El conjunto de iniciativas llevado a cabo en la Pyme, tanto para aliviar situaciones de tensión de la financiación de la inversión como para la financiación de capital circulante, ha logrado que la demanda de crédito al ICO haya aumentado. No obstante, los resultados de estas líneas son relativos y sólo suplen parcialmente las necesidades financieras de estas empresas, principalmente de las que exhiben mejores riesgos, puesto que a ello induce el modelo de intermediación bancaria. 6.- La secular y fuerte dependencia bancaria en la financiación de la pequeña y mediana empresa en España es un factor estructural que condiciona enormemente otras alternativas de financiación no bancarias, principalmente el acceso a mercados de capitales. La creación y evolución del Mercado Alternativo Bursátil (MAB), es una apuesta incipiente pero que va en la buena dirección, y que ha de reforzarse indispensablemente con instrumentos públicos. La dependencia de la Pyme de la financiación bancaria ha sido posible por la eficiencia del sistema bancario español en el último cuarto de siglo y por la abundancia del crédito. Ahora bien, en el contexto actual de restricción crediticia abrir vías de financiación para la Pyme a través de emisiones de acciones y de empréstitos se convierte en una necesidad. El desarrollo de esta alternativa financiera precisa de una acción pública decidida, que debería concretarse en incentivos fiscales atractivos y otras fórmulas para quienes inviertan a través de vehículos especializados o directamente en este tipo de compañías, tal como se ha hecho con muy buenos resultados en Gran Bretaña. En otro caso, probablemente tendrá una lenta y débil implantación o quedará como un intento fallido más. 7.- El capital riesgo, principalmente el ‘venture capital’, no ha sido en España hasta la fecha una alternativa suficientemente eficaz en la financiación de la Pyme, pese al insistente discurso y a los numerosos intentos públicos –nacionales y regionales-. Las iniciativas privadas, aunque minoritarias, han tenido más éxito en el campo del ‘private equity’ en medianas y grandes empresas, pero apenas en las pequeñas. Esta importante herramienta está amenazada en España si no se incentiva adecuadamente. 8.- Las garantías de crédito otorgadas por las sociedades de garantía recíproca, una de las políticas emblemáticas de apoyo público a la financiación de las Pyme, pueden ser un instrumento positivo para empresas de frágil estructura financiera, pero tienen todavía una escasa incidencia en el tejido empresarial. 5 Con la crisis ha aumentado la demanda de avales pero se han reducido las magnitudes de crédito solicitado. Esta fórmula orientada a mejorar el acceso a la financiación ajena mediante la concesión de avales, sigue caracterizándose por su lentitud en el proceso administrativo y heterogeneidad en el funcionamiento. 9.- De la revisión de la teoría financiera y del análisis de políticas públicas se desprende que los programas públicos orientados a la financiación deben enfocarse a que las empresas eficientes puedan acceder a mayores recursos para mejorar su capacidad innovadora y competitiva, así como que hay que reducir la fragmentación y descoordinación del actual conjunto de instrumentos. El acceso al crédito para la Pyme innovadora es un verdadero reto para la modernización del tejido productivo español. Por ello, las políticas de apoyo a la financiación de la Pyme deben orientarse a incentivar particularmente las actividades avanzadas y con mercados en expansión y ayudar a las empresas jóvenes a través de mecanismos de mercado. 10.- En este contexto de restricción crediticia pero contemplando también la tradicional brecha financiera de las Pyme, resultan sugerentes algunas iniciativas institucionales orientadas a: i) complementar su estructura financiera, ii) facilitar su operativa empresarial, iii) fomentar la exportación de las empresas de menos de 50 trabajadores, y iv) incrementar el nivel de conocimiento y cualificación profesional de los gestores financieros de la Pyme, que les permita reorientar sus estrategias de futuro. Dentro de una perspectiva de cambio de modelo productivo en la economía española, parece apropiado indagar en nuevas iniciativas que se complementan con las necesidades de financiación empresarial, como por ejemplo: la “participación financiera de los empleados en la empresa”, la simplificación de la información contable, de los trámites registrales y del uso de formatos simplificados de los estados financieros para las microempresas, o la implantación de procesos y sistemas adaptados a las nuevas tecnologías y la formación permanente. 6