Perspectivas Microeconómicas ANEXO A a. Proyecciones brasileñas del 2000 al 2003, sobre la base del acuerdo firmado con el F.M.I.* Crecimie. del P.B.I. 2000 2001 2003 4,0% 4,5% 4,5% 3,70% 2,40% 1,50% 8,60% 9,77% 8,15% Déficit Nominal Tasa interés real Dólar vs. Real R$ 1,80 R$ 1,84 R$ 1,89 48,09% 45,98% 44,43% Deuda vs. P.B.I. Debe considerarse que el 2001 será año electoral y que por lo tanto, alcanzar estas metas significarán importante esfuerzo político para gobierno del Presidente Cardoso. El acuerdo automotor recientemente celebrado entre nuestros países -que busca ser reformado por Brasil- va a requerir, para que prospere, cierta flexibilidad desde el lado argentino o bien el otorgamiento de algunas concesiones en materia de pollos o menos probable- azúcar. Los exportadores de alimentos transgénicos al mercado brasileño deben estar alerta sobre algunas reglamentaciones obligatorias en materia de envases identificatorios y, sobre todo, por la sensación creciente en la sociedad brasileña de repudio a tal tipo de productos . un el un el Brasil es un país enorme, en todo sentido. Fácilmente podríamos demarcar dentro de su territorio cinco países diferentes, cada uno de ellos con características geográficas, económicas, demográficas y culturales propias. Sin embargo, encontramos algunos rasgos comunes en su gente y en la forma de relacionarse entre si, independientemente de la región que habiten. Estas características van moldeando un estilo brasileño de administrar, dirigir y negociar diferente del argentino. Podemos enumerar características propias brasileña : las de siguientes la cultura 1. FAMILIA – PATERNALISMO La familia es el núcleo de la sociedad brasileña y la autoridad máxima está centrada en la figura paterna. Cuando esta familia se encuentra dirigiendo una empresa, este patriarcado se refuerza confundiéndose los límites entre empresa y familia. b. El estilo brasileño* Muchas empresas familiares fueron creciendo e incursionando en distintas actividades empresarias, teniendo casi siempre presencia política y miembros de ella en la función pública. En Brasil, la figura del líder familiar toma otras dimensiones, lo que se traduce en el concepto de que el patriarca todo lo puede y todo lo sabe. A los miembros de la familiaclan solo les cabe pedir y obedecer. Así, el "estilo Saadi" de dirigir y gobernar se encuentra presente en el nivel nacional, provincial y municipal. Es una cultura basada en un polo de jerarquía-subordinación, presentando una gran concentración de poder. Se aprecia un liderazgo autoritario. No se considera al ciudadano, cualquiera fuese, como núcleo de poder. Es más, en Brasil, la propia palabra * * Juan C. Soldano Deheza, Informe citado. Aram Israelian, Informe citado. Perspectivas Microeconómicas “ciudadano” tiene una connotación negativa, pues es frecuentemente usada para marcar la posición de alguien que está en desventaja o en inferioridad, (por ejemplo: si alguien se molestase por estar haciendo una fila y lo expresase, con seguridad le responderán: "o cidadão terá que aguardar mais um pouco"). La red de amistades-parientes es el camino natural que recorren las personas para resolver sus conflictos u obtener privilegios. El individuo aislado, sin relaciones ni grupo de pertenencia es un ser marginal en relación a otros miembros de la comunidad. Ese concepto de grupo de pertenencia es muy fuerte. La gente necesita sentirse y saberse parte de algo mayor (“minha turma”, le dicen). 3. FLEXIBILIDAD CAMBIO. – ADAPTACION AL 2. LIDERAZGO AUTORITARIO El brasileño presenta una buena capacidad de adaptación a los cambios, pero los mismos deben ser graduales. No gustan de cambios radicales. Van resolviendo de a poco, sin prisa. "Dios y tiempo son recursos inagotables para el brasileño", suelen decir. Esta flexibilidad se transforma en una ventaja comparativa dentro de una época de grandes y rápidos cambios como la actual. Ello se aprecia en las empresas multinacionales, donde las filiales brasileñas presentan los mejores índices de adaptación. "No cuestionan mucho el por qué del cambio, lo adoptan". Esto se relaciona con el rasgo cultural de "tener que obedecer y punto". El líder por lo general es una persona destacada, con una fuerte personalidad y carisma. Es usual reconocer a una empresa en la figura de su principal ejecutivo. El magnetismo ejercido por la persona a través de su discurso o bien por sus contactos (y no por su especialización) son las características de los líderes brasileños. El brasileño se siente y se sabe talentoso, con lo que se refuerza su estilo de improvisar sobre la marcha, no planificar mucho, prevaleciendo el mantenimiento correctivo y no el preventivo. En Brasil el héroe corporativo es el que "apaga incendios", el que resuelve situaciones de emergencia, no el que las previene. Ese líder le indicará lo que tendrá que hacer y tomará las decisiones por él. En consecuencia, delante de una pérdida repentina de un líder autocrático, los liderados presentan un sentimiento de orfandad muy grande, el que podrá durar mucho tiempo hasta aparecer un nuevo líder con características similares. El funcionario brasileño es muy creativo. Según estadísticas, la media de nuevas ideas implementadas es de 3,4 por funcionario, más del doble que la media mundial. No hay un incentivo financiero para las ideas, apenas el reconocimiento de la empresa y de los colegas. Este funcionar orientado por la autoridad externa resume la “postura de espectador” del brasileño, que se traduce en baja iniciativa, poca capacidad de realización por autodeterminación y transferencia de responsabilidades hacia el otro. En Brasil está claro que están los que mandan (que son pocos) y los que obedecen. 4. CORTO-PLACISMO El brasileño en general no se preocupa demasiado con el futuro. Vive mucho más el tiempo presente, buscando más los resultados a corto plazo. No tienen mucha ansiedad por lo que vendrá, no son de tomar medidas precautorias “por lo que pudiese ocurrir”. Esto es consecuencia directa del paternalismo, por el cual el líder se ocupa de pensar en el mediano y largo plazo. Desde el Perspectivas Microeconómicas punto de vista económico suelen justificarlo por tantas décadas de inflación e inestabilidad económica, que tornaban imposible la planificación a largo plazo. solución "a la criolla" cuando se infringe claramente la ley. El "jeitinnho brasileño" es más light, consiste en contornar o eludir el problema. 5. LEGALIDAD–“JEITINHO BRASILENHO”. 6. EVITAR EL CONFLICTO FRONTAL Desde el punto de vista legal, presentan una aceptación tácita de las muchas normas y reglas que tienen, pero que en la práctica son solo “una guía”, influenciada por otros elementos culturales. Existen muchos procesos y canales ilegales aceptados como normales y regulares por la conciencia colectiva. En definitiva, prevalece un proceso de reinterpretación de las leyes cuyo resultado va a depender esencialmente de quien esté del otro lado de la cuestión, pudiendo aplicarse una flexibilidad amplia o una rigidez absoluta. Existe un dicho típico que resume la postura del brasileño en cuestiones legales: "Para los amigos, todo; para los enemigos, nada; para los indiferentes, la ley". Los líderes y los influyentes gozan de un alto nivel de impunidad, lo que fortalece aun más su posición de poder. Esta impunidad se refleja en la apatía que presenta el ciudadano común frente a la función y a la efectividad del poder judicial. Como consecuencia de ello, muchas veces se transforma en héroes a aquellos que consiguen resultados positivos transgrediendo las leyes. La transgresión es una victoria con los líderes actuales y no una derrota del sistema racional legal. Todo lo anterior se resume en la expresión "jeitinho brasileño", por el cual se le busca una solución por fuera de la norma a problemas de todo tipo. Siempre se lo tomó como una característica pícara (equivalente a nuestra “viveza criolla”), pero en los últimos años se lo está considerando como una de las causas de los males de fondo que afectan a la sociedad brasileña. Es interesante destacar que ellos llaman En Brasil se le da mucho valor a la armonía en las relaciones, les gusta que éstas estén “tudo bem”. Esto hace que tenga una postura diferente a la argentina frente a los conflictos. Son menos “ legalistas”, no se aferran al contrato firmado, éste es sólo una guía orientadora que en caso de que las razones en las que se fundamentaba dicho acuerdo cambiaran considerablemente, el mismo no tendría razón de ser, a pesar de que faltara tiempo hasta la fecha de expiración. Los brasileños tienen una forma muy interesante de manejar los conflictos. Pueden discutir usando palabras duras pero sin elevar el tono de voz ni perder la compostura. Siempre van a iniciar su argumentación con una frase amable para con el oponente circunstancial. Para rechazar alguna propuesta o reclamar por algo no precisan ponerse serios y tener cara de “duros”, lo van a hacer descontraídos y con una sonrisa. Este puede ser el motivo por el cual los argentinos que negocian esporádicamente con brasileños los encuentran falsos y mentirosos. Creo que parte de la explicación reside en nuestra forma estructurada de ver como debería ser la actitud lógica de dos personas delante de un conflicto. Una forma muy común de resolver conflictos, es usar soluciones indirectas (triangulaciones) entre los lados opuestos. Es decir, una tercera persona, respetada, que tenga relación con ambas partes y que en definitiva los guiará a una solución satisfactoria para todos. No cumplir ni respetar lo pactado con esta tercera persona como testigo, implicará un descrédito moral muy grande frente al resto de la sociedad. Perspectivas Microeconómicas 7. COMPETITIVIDAD No prima un concepto ni un espíritu de competición agresiva. Ya el término utilizado (“concorrente”) da una idea menor de enfrentamiento que “competidor”. Suelen decir al referirse a una empresa colega: "somos concorrentes, pero no enemigos". Cuando es necesario competir se lo hace en forma más cooperativa. Salvo en las empresas multinacionales -en las que se premia a “los triunfadores del mes”-, en general no se reconoce tanto el éxito individual. Se valoriza más la idea de grupo. Dentro de las empresas, entre los colegas, se respeta y valoriza la antigüedad del funcionario o gerente. Podemos decir que este concepto prima sobre el de la meritocracia. Esas personas, además de "ser de confianza", son el vínculo para transmitir los valores culturales de la empresa y establecer esa relación tan personal con los nuevos empleados. Los gerentes brasileños tienen que aprender a presentar resultados y dejar de lado su tendencia a justificar todo. En EE.UU., por ejemplo, al evaluar a un ejecutivo no importan tanto las condiciones iniciales de su desempeño, ya que lo que importa es el resultado logrado. En Brasil, cada resultado es evaluado dentro de su contexto y todo objetivo no alcanzado tiene una justificación. Como ellos mismos reconocen "entregan medallas hasta para el que llegó en octavo lugar". 8. RELACIONES CORDIALES Todo proyecto empresario debe tener en cuenta tres aspectos: el conceptual, el metodológico y el ambiental, o sea la creación de un clima psicológico favorable al trabajo, lo que resumimos como "buena onda". Esta es una virtud de los brasileños: tienen facilidad para implementar un clima de alegría y camaradería en sus relaciones diarias. Es difícil encontrar personas que vean su trabajo solo como un ambiente profesional ya que al mismo tiempo lo consideran un lugar para hacer amigos. Sin embargo esto se traduce en una dificultad para enfrentar conflictos directos. La confrontación de ideas siempre queda contaminada por las relaciones personales. Les cuesta lograr ser duros con el problema si es que ello implica ser duros con las personas que son parte del mismo. No funcionan solo los argumentos lógicos y racionales. Tiene vital importancia el quién lo dice, cómo lo dice y cuándo lo dice. Son habituales las reuniones "a la mineira" (característica de los habitantes de Minas Gerais, reconocidos políticos), las cuales sólo se realizan cuando ya todo fue previamente resuelto. 9. NACIONALISMO El brasileño es mas nacionalista que el argentino, tiene con su país una relación distinta de la que tenemos con el nuestro. Ambos países presentan los mismos tipos de problemas (corrupción, violencia, impunidad, inseguridad, etc.) aunque con diferente grado de intensidad, por lo que existen sobrados motivos para que el ciudadano se queje. Sin embargo cuando lo hacen se refieren a Brasil diciendo "nuestro país" y no "este país" como acostumbramos decir los argentinos. El otro punto a resaltar es que los descendientes de inmigrantes se consideran a si mismos “brasileños”. Conocen la historia de sus antepasados, respetan las tradiciones y su cultura y hasta algunos hablan su lengua, pero ellos son brasileños sin remarcar tanto el origen de sus antepasados (francés, inglés, alemán, árabe o armenio, como en mi caso) como solemos hacer en Argentina. Perspectivas Microeconómicas Tienen otra postura frente a la opinión de las grandes potencias, especialmente EE.UU. No aceptan tan fácilmente que las soluciones sugeridas o impuestas desde el exterior sean siempre la mejor alternativa. No adhieren totalmente a las privatizaciones, en especial cuando son ganadas por empresas extranjeras y aún hoy no logran entender ni aceptar por qué Argentina adoptó el esquema de paridad cambiaria. Como conclusión de todo lo anterior, podemos decir que a pesar de ser vecinos y tener idiomas bastante parecidos existen diferencias de interpretación para una misma frase que solamente el convivir con ellos y conocer sus características propias, permite comprenderlas. Tienen una forma de ser diferente, un estilo de hacer las cosas diferente. El brasileño como todo ser humano tiene defectos y virtudes, pero debemos ser cuidadosos al juzgarlos pues muchos de los que nosotros consideramos defectos no serían difíciles de corregir, es cuestión de que se lo propongan. En cambio, presentan muchas virtudes -algunas de ellas innatas- que, para quien no las posee, son difíciles de adquirir o aprender en algún curso o seminario. Sólo precisan entender que una virtud llevada al extremo se transforma en un defecto. Como defectos podríamos marcarles que tendrían que improvisar menos, dejar un poco de lado su reconocido "jogo de cintura" para resolver situaciones; ser más metódicos y disciplinados; ser un poco más "aguerridos" (algo que ellos tanto elogian de los argentinos) y terminar de convencerse de que pueden dejar de ser el país promesa y transformarse en una potencia. Tienen todo para serlo. Para ello cuentan con un mercado interno enorme, donde hay de todo por hacer; tienen una gran flexibilidad y adaptabilidad a situaciones nuevas; tienen capacidad para tomar decisiones con menos información que la que nosotros estamos acostumbrados a demandar, una ventaja importante delante de escenarios inciertos como son los actuales; tienen un estilo de administrar más "con el hemisferio derecho que con el izquierdo", como solemos hacer nosotros los argentinos y tal vez por ello nos incomode un poco su informalidad y su poca atención en los detalles; son más intuitivos y menos estructurados, pero por sobre todo tienen una actitud positiva y optimista frente a la realidad, y es ese "ir prá frente" lo que les permitió sobreponerse a los golpes que tuvieron y seguir avanzando . Agosto, 2000 o0o