Trenque Lauquen, 2 de junio de 2006.AUTOS Y VISTOS: Las constancias de la causa y de los expedientes administrativos 51007579/06 de Fiscalía de Estado, 3001-719-2004 y 3001-040/94 de la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires (SCJBA).RESULTA: El Dr. Héctor Rubén Simonet, Jefe del Archivo departamental, se presentó el 28.12.05 al sólo efecto de evitar la caducidad y/o prescripción de su derecho a solicitar la inconstitucionalidad de los Acuerdos 3171 y 3220 SCJBA.El 2.2.06 el actor amplió demanda, solicitando la inconstitucionalidad del Acuerdo 3220 de la SCJBA, debido a reducir su remuneración en un 33,33%, al no reconocerle ningún importe por la subrogancia como Jefe de la Receptoría General de Expedientes. Solicita se condene a la demandada a: i) la cesación de la reducción salarial por el período comprendido entre el 8.6.05 y el 31.1.06, debiendo abonarse el importe que contemplaba el Acuerdo 2581, y ii) a la actualización de dicho importe con más sus intereses.Relata el actor, que trabajó desde el año 1965 hasta el año 1991 como empleado del Juzgado Civil y Comercial Nº 6 de de la ciudad de La Plata. En 1991 ganó por concurso el cargo de jefe de archivo del Departamento Judicial Trenque Lauquen. Hasta junio de 2002 se le reconoció el derecho a una remuneración adicional por su desempeño en la Receptoría General de Expedientes departamental (tareas asignadas mediante acuerdo 2495/92), incluyéndolo dentro de las previsiones de los Acuerdos 2366 y 2581.El 19.6.02 la SCJBA dictó el Acuerdo 3046, por el cual no se reconocía al actor (ni a ningún otro agente que estuviera en su misma situación) remuneraciones adicionales por la subrogancia que realizaba, fundado en el estado de emergencia económica de la provincia.La SCJBA mediante el Acuerdo 3171 del 27.10.04, reconoció en forma genérica a quienes ejercieron una subrogancia, el derecho a una remuneración adicional, al haber finalizado el estado de emergencia económica, la cual se liquidaría conforme al Acuerdo 2966. Asimismo se supeditó su otorgamiento a las particularidades de cada caso (tareas encomendadas y carga laboral asumida).Asimismo, mediante los Acuerdos 2858/04, 1418/05 y 2015/05, la SCJBA resolvió abonar el adicional remunerativo en cuestión, por los períodos anteriores (1.1.04 al 27.10.04) a la vigencia de la Acordada 3171, con fundamento en la finalización del presupuesto de hecho que motivó el Acuerdo 3046 (i.e., finalización de la emergencia económica). Por los períodos de vigencia de la Acordada 3171 (27.10.04 al 7.6.05), el actor solicitó en sede administrativa se le reconociera el derecho al cobro del adicional por las tareas de subrogancia realizadas. Conforme surge del expediente administrativo 3001-719-2004 (ver resolución 402/06, del 8.3.06), la SCJBA se encuentra avocada al análisis de la situación de todos los funcionarios que se encuentran en similar situación. Con el dictado del Acuerdo 3220 el 8.6.05, el actor dejaría de tener derecho a la remuneración adicional por la subrogancia que actualmente realiza en la Receptoría General de Expedientes departamental (ver art. 1, 6 y cc A. 3220).El actor manifestó que se notificó del Acuerdo 3220 el 22.6.05, que interpuso recurso administrativo el 27.6.05 y presentó un pronto despacho el 20.9.05, sin que se hubiera resuelto su pretensión. El expediente administrativo en donde tramita el recurso interpuesto no fue remitido, toda vez que se encuentra en trámite ante la Subsecretaría de Personal (ver fs. 158/159).El 16.3.06 el actor amplió su demanda reclamando la diferencia salarial desde el 8.6.05 en adelante, solicitando adicionalmente una medida cautelar por la cual se ordene el pago del adicional remunerativo que disponía la acordada 2581, hasta tanto se resuelva la presente causa.El 20.3.06 se requirió a la parte demandada un informe acerca de los antecedentes y fundamentos de la cautelar peticionada.El 23.3.06 se remitieron los expedientes administrativos 3001-040-94 y 3001-719-04 que fueron vinculados a la presente causa, y el 21.4.06 el actor realizó manifestaciones sobre las constancias administrativas.- El 24.4.06 se presentó Fiscalía de Estado, y acompañó el expediente administrativo 5100-7579/06, mediante el cual se contestó el requerimiento realizado.El actor solicitó se corra traslado de la demanda, considerando que se encuentran cumplidos los requisitos de admisibilidad del art. 31 CCA y que se haga lugar a la medida cautelar requerida (ver fs. 204).En resumidas cuentas el actor cobró desde el año 1993 al año 2002 un adicional remunerativo por las tareas de subrogación que realizó, y actualmente realiza, en la Receptoría General de Expedientes departamental (ver expediente 3001-040/94). Como consecuencia de la emergencia económica se suprimió ese adicional desde el 19.6.02 y hasta el 1.1.04. Luego percibió el estipendio desde el 1.1.04 al 27.10.04. Por el período 27.10.04 y hasta el 8.6.05, la SCJBA se encuentra analizando si le asiste el derecho al cobro, y desde la vigencia de la Acordada 3220, se suprimió administrativamente el derecho al adicional salarial. El importe que percibía el actor por la remuneración adicional ascendía aproximadamente a la suma de $ 400 desde el año 1992 a octubre del 2000 y desde noviembre del 2000 al 2002 (ver Acordada 2966/00), incluido el año 2004 la suma adicional se aproximaba a $ 1500 (ver fs. 126, 127, 187 y expte. adm. 3001040/94). CONSIDERANDO: Para la procedencia de la medida cautelar se requiere acreditar: i) la verosimilitud del derecho; ii) el peligro en la demora (ver SCJBA, "Bordetas de Catanzaro Ana M. y otros“, act. I 2045, 29.10.96; "Bravo de Moran Lía Beatriz“, act. I 2187, 27.4.99; "Marmo María Inmaculada y otros“, act. I 2290, 16.5.01; "Unión Personal Civil de la Nación“, act. I 2280, 21.3.01; entre otros); iii) que la medida requerida no afecte gravemente el interés público; iv) contracautela suficiente; y v) la previa solicitud de suspensión de los efectos del acto en sede administrativa (cfme., artículos 22 a 25 del CCA).La CSJN ha sostenido que: "(...) si bien por vía de principio, medidas como la requerida no proceden respecto de actos administrativos o legislativos, habida cuenta de la presunción de validez que ostentan, tal doctrina debe ceder cuando se los impugna sobre bases prima facie verosímiles" (CSJN, 21.9.00, "Provincia de Córdoba v. Nación Argentina“, Fallos 323:3853; en igual sentido, Fallos 250:154; 251:336; 307:1702; 315:2956, 307:2270; 314:695; 323:1722; 323:1716).En sentido coincidente la SCJBA ha expresado que las medidas cautelares que tienen como objeto el pedido de suspensión de los efectos de una ley, ordenanza, decreto o reglamento sufren un examen de admisibilidad más estricto, puesto que tales actos deben presumirse legítimos mientras no se produzca una declaración judicial que establezca lo contrario (cfme., "Nestlé Arg. S.A. c/ pcia. Buenos Aires s/ inconst. art. 17 de la ley 10.149“, act. I 1577, 24.11.92; "Seda Productora Industrial y Comercial S.A. c/ Municipalidad de Chascomús s/ Inconstitucionalidad ord. 2140/90“, act. I 1510, 28.5.91; "Cohen Saúl y otros c/ Municipalidad de Florencio Varela s/ inconstitucionalidad y nulidad ordenanza 3124“, act. I 1575, 29.9.92; "Club de Campo San Diego S.A. c/ Municipalidad de Moreno s/ inconstitucionalidad Ordenanza 3189/93“, act. I 1648, 21.6.94; entre otros).La SCJBA se apartó de la estrictez antes mencionada cuando resulta prima facie acreditada, en forma cierta y con la suficiencia que el caso requiere, la verosimilitud del derecho y el peligro en la demora (cfme., entre otros, "Lennox, Roberto Donaldo y otra c/ Municipalidad de San Vicente s/ inconstitucionalidad del art. 178 de la Ordenanza fiscal 3021“, act. I 2134, 26.5.98; "Valverde Carlos J. c/ Provincia de Buenos Aires s/ inconstitucionalidad del art. 57 de la ley 10.579“, act. I 2294, 30.5.01), como así también cuando fueran planteadas invocándose precedentes que hubieren sido acogidos por ese tribunal (cfme., "Boehringer Ingelheim S.A. y otros c/ Pcia. de Buenos Aires s/ inconstitucionalidad ley 10.581“, causa I 1713, 4.5.93; "Alet Laboratorios S.A.C.I y E. s/ inconst. ley 10.581“, causa I 1531, 6.10.92).Debe tenerse en cuenta que los requisitos de verosimilitud en el derecho y peligro en la demora se encuentran de tal modo relacionados, que, a mayor verosimilitud del derecho cabe no ser tan exigente con la gravedad e inminencia en el daño y, viceversa, cuando existe el riesgo de un daño extremo e irreparable, el rigor acerca del "fumus“ se puede atenuar. Así, ha dicho la jurisprudencia de los tribunales inferiores que "estos requisitos se hallan de tal modo relacionados que, a mayor verosimilitud en el derecho, cabe no ser tan exigentes respecto a la gravedad del daño“ [CNFed. Cont. Adm., Sala I, "El Expreso Ciudad de Posadas c/ Estado Nacional (Ministerio de Obras y Servicios Públicos“), 21.5.99, LL 1993-B, pág. 425; CNFed. Cont. Adm., Sala II, "Continental Illinois National Bank and Trust Company of Chicago c/ Banco Central s/ nulidad“, 9.4.92; CNFed. Cont. Adm., Sala III, "Gibaut Hnos. M.C.S.A. c/ Banco Central de la República Argentina“, 18.8.82].La finalidad de las medidas cautelares no es solo mantener un status-quo modificado por un acto administrativo, sino asegurar provisionalmente que la tutela judicial, que en su día puede otorgar una sentencia, sea eficaz y no se produzca indefensión (cfme., Carmen Chinchilla Marín, La Tutela Cautelar en la Justicia Administrativa, citado por Beltrán Gambier y Carlos A. Zubiaur, Las Medidas Cautelares Contra la Administración, L.L. 1993-D, pág. 690).2.- Dentro del análisis que requiere la medida cautelar solicitada, deben apreciarse la concurrencia de las notas de apariencia de buen derecho que justifiquen su acogimiento. Ello, en el entendimiento que las medidas cautelares no exigen de los magistrados el examen de la certeza sobre la existencia del derecho pretendido, sino, sólo de su verosimilitud, de la comprobación que el derecho fuere verosímil ("fumus in bonis juris").Dada la urgencia que amerita el otorgamiento de una medida cautelar, hay que conformarse con la apariencia del derecho, la que resulta de una cognición más superficial y rápida que la ordinariamente requerida (cfme., Calamandrei, P., Introduzione allo Studio Sistemático dei Provvedimenti Cautelari, pág. 59 y ss.)."...Como resulta de la naturaleza de las medidas cautelares, ellas no exigen el examen de la certeza sobre la existencia del derecho pretendido, sino sólo de su verosimilitud. Es más, el juicio de verdad en esta materia se encuentra en oposición a la finalidad del instituto cautelar, que no es otra que atender a aquello que no excede del marco de lo hipotético, dentro del cual, asimismo, agota su virtualidad“ (CSJN, "Empresa Distribuidora y Comercializadora Norte SA c/ Provincia de Buenos Aires“, Fallos 323:1716; cfme. Fallos 323:349).Desde ya aclaro que por las razones que a continuación detallaré, considero que la actora ha acreditado la verosimilitud del derecho alegado para el otorgamiento de la medida requerida.- La relación de empleo público que vincula al actor con la demandada se encuentra regida en el marco constitucional, entre otros, por los arts. 14 bis de la CN, 39 y 103, inc. 12 CP, además, se encuentra reglamentada por la Acordada 2300 SCJBA. Dichas normas reconocen el derecho a la estabilidad en el empleo público y a la retribución justa.La retribución para ser justa debe atender cuatro variables esenciales: i) la tarea efectivamente realizada por el dependiente (CSJN, Fallos 268:561), ii) el producto de ese esfuerzo, iii) las necesidades del trabajador y de su familia, y iv) el bien común (cfme., Sagües, Néstor Pedro, Elementos de derecho constitucional, Tomo 2, pág. 656, edit Astrea, Bs As 2003).El derecho a la retribución justa es tanto para los empleados privados como públicos (Fallos 295:937).- Su causa jurídica es la prestación del servicio (cfme., Bielsa, Principios de Derecho Administrativo, pág. 420, El Ateneo, Bs. As., 1948) y el acto formal del nombramiento y/o asignación (cfme SCJBA causa B 53522 "Angelini, Cecilia Edith y otros c/ Pcia. de Bs. As. s/ Demanda Contencioso Administrativa" del 14.3.95; y causa B 55493 "Rodríguez, Luis María c/ Municipalidad de Berisso s/ Demanda Contencioso Administrativo" del 11.3.97).La remuneración del empleado se encuentra protegida, entre otros, por el derecho de propiedad (cfme. Sagües, Néstor Pedro, Elementos de derecho constitucional, Tomo 2, pág. 601, edit Astrea, Bs As 2003).El derecho constitucional de propiedad comprende "todos los intereses apreciables que el hombre puede poseer fuera de sí mismo, de su vida y de su libertad" (SCJBA, causa L 68921 "Mojica, Gabriel c/ Centenera SA y otro" del 19.3.03, voto del Dr. De Lazzari; cfme. Bidart Campos, Germán J., Tratado de Derecho Constitucional Argentino, Tomo I, pág. 481, edit Ediar, Bs As 1994).- "El término propiedad, cuando se emplea en los arts. 14 y 17 de la Constitución o en otras disposiciones de este estatuto, comprende, como lo ha dicho esta Corte, todos los intereses apreciables que el hombre pueda poseer fuera de sí mismo, fuera de su vida y de su libertad. Todo derecho que tenga un valor reconocido como tal por la ley, sea que se origine en las relaciones del derecho privado, sea que nazca de actos administrativos (derechos subjetivos privados o públicos) a condición de que su titular disponga de una acción contra cualquiera que intente interrumpirlo en su goce, así sea el Estado mismo, integra el concepto constitucional de propiedad. Que el principio de la inviolabilidad de la propiedad, asegurado en términos amplios por el art. 17, protege con igual fuerza y eficacia tanto los derechos emergentes de los contratos como los constituidos por el dominio y sus desmembraciones. Mientras se halle garantizada en la constitución la inviolabilidad de la propiedad o en tanto el Congreso no se halle investido de facultades constitucionales expresas que lo habiliten para tomar la propiedad privada sin la correspondiente indemnización o para alterar los derechos privados de los hombres, ha dicho esta Corte, la limitación existe para el departamento legislativo, cualquiera sea el carácter y la finalidad de la ley.“ (CSJN, Fallos 145:327). Por lo tanto habrá una alteración al derecho a la justa retribución, en la medida que: i) el trabajador haya realizado el servicio o tarea a que se obligó (CSJN, Fallos 270:184 y 307:398); ii) la tarea fuera asignada por un acto administrativo formalmente válido; iii) se le disminuya el sueldo (CSJN, Fallos 312:1054), iv) exista una norma anterior de similar o superior jerarquía a la norma que le disminuyó el salario, que reconozca a su favor el derecho a esa retribución (SCJBA "Benegas, Julio s/ Inconstitucionalidad art. 6, Acordada 2084" del 18.12.90), y v) que no exista un deber jurídico de soportar la limitación a ese derecho."Las modificaciones al contrato no pueden ser arbitrarias, sino que deben ser razonables y fundadas, debiendo respetar la sustancia de cada relación contractual (...) y conservar el equilibrio económico-financiero tenido en cuenta al contratarse, por lo que las prestaciones extraordinarias o mayores, los traslados no previstos, etc., deben ser debidamente compensados, ya sea con el pago de horas extras, compensaciones especiales, pago de viáticos, etc. según fuere procedente" (en referencia a la relación de empleo público, Escola, Tratado Integral de los Contratos Administrativos, tomo II, pág., 426, Depalma, Bs. As. 1979). En el marco de una emergencia económica ratifica por ley (situación que no se presentaría en el caso), la CSJN ha sostenido in re "Guida Liliana c/ Poder Ejecutivo Nacional s/ empleo público", que la Administración "goza -en el ámbito de su competencia- de prerrogativas exorbitantes propias del régimen ius administrativo que le permiten, a fin de satisfacer en la mejor forma el interés público, introducir modificaciones en el contrato, siempre que ellas sean razonables y no signifiquen una alteración sustancial de sus condiciones. Cabe destacar que esta Corte ha reconocido desde antiguo las particularidades de la relación de empleo público y su incidencia en las modalidades que ésta asume (Fallos: 166:264; 187:116; 191:263; 210:85; 220:383, entre otros) (...) la intangibilidad del sueldo del empleado público no está asegurada por ninguna disposición constitucional, ya que la Ley Fundamental sólo la contempla respecto del presidente y vicepresidente de la Nación, los ministros del Poder Ejecutivo, los jueces de la Nación y los miembros del Ministerio Público (arts. 92, 107, 110 y 120 de la Constitución Nacional). No existe, por ende, un derecho adquirido a mantener el nivel de la remuneración futura sin variantes y en todas las circunstancias. Aun la estabilidad administrativa reconocida en el art. 14 bis de la Constitución, es susceptible de razonable limitación "en ocasión de grave penuria nacional" (Fallos: 253:478), por lo que ante la misma situación, no puede juzgarse inicua la decisión de disminuir -razonablemente- las remuneraciones que deben ser atendidas con el presupuesto de la Nación, sin que sea requisito de validez para tal disposición, la restitución de las sumas que los agentes han dejado de percibir..." (Fallos 323:1566 "Guida"; ver también Fallos: 326:1138 "Müller"; 327:2111 "Miglierini"; 327:5318 "Colina"). La Administración goza de prerrogativas que resultarían exorbitantes para el derecho privado, que encuentran su límite en la imposibilidad de alterar la sustancia del contrato celebrado. La reducción salarial, no puede modificar la relación de empleo público originariamente establecida hasta desvirtuarla en su significación económica, a modo tal que deje de expresar un valor retributivo razonable (Escola, Tratado Integral de los Contratos Administrativos, tomo II, pág., 485, Depalma, Bs. As. 1979). Menos, cuando no existe una declaración legal del estado de emergencia económica y/o institucional. En relación a la particular situación de los agentes que desempeñan dos cargos, ya Marienhoff (Tratado de Derecho Administrativo, Tomo III-B, pág. 266, Abeledo Perrot, Bs. As. 1978), advertía, que dichos funcionarios tienen derecho a una diferencia de sueldo por esta circunstancia, ya que se parte del supuesto de que la actividad de dichos sujetos fue "útil" para el Estado, y que cuando la Administración no reconozca dicha situación "de nada valdrían los referidos decretos para negarles el suplemento de remuneración a dichos funcionarios o empleados: si tal aumento no lo reconociere por sí la Administración Pública, ésta se expone a que el Estado sea demandado ante la justicia..." (ver en particular las citas de la nota 1338 bis).La Acordada impugnada (3220) fue dictada sin que exista un estado de emergencia económica y/o institucional declarado por el poder legislativo. La SCJBA mediante el Acuerdo 3171 del 27.10.04, reconoció la finalización del estado de emergencia económica (es más le abonó al actor los emolumentos adicionales por el período 1.1.04 al 27.10.04). Dicha circunstancia se torna relevante, ya que fuera del estado de emergencia, las reducciones en los salarios de los empleados públicos, deben ser analizadas con carácter estricto, en cuanto disminuyan la remuneración habitual y permanente del empleado, sin que exista una modificación en las tareas asignadas. Las dos últimas leyes de presupuesto (13402 y 13403), no extendieron los alcances de la emergencia económica (ley 12.727). La SCJBA en diversos fallos dictó la inconstitucionalidad sobreviniente de la reducción de salarios de empleados públicos, debido a que la situación económica de la provincia no tenía la misma proporción que al momento de disponerse su declaración.- "En atención a los hechos sobrevinientes, se impone entonces la necesidad de efectuar un nuevo análisis de la situación, a partir de la sanción de la ley de emergencia económica 12.727. [...] la validez de la emergencia económica en el Estado de Derecho exige la acreditación de una situación de grave riesgo social, como así también la observancia de diversos límites en las medidas adoptadas para superarlas: que estén enderesadas al bien común; que no importen alterar la sustancia o esencia del derecho objeto de limitación, que sean razonables y temporarias. [...] Pero en circunstancias como las actuales, en que se advierte una clara mejora de la situación económica financiera de la Provincia de Buenos Aires, lograda por una mayor recaudación tributaria, una administración austera a la que contribuyó como salvataje de urgencia, la aceptación, circulación y emisión del patacón, se impone revisar las reducciones de los salarios de los trabajadores públicos. La persistencia en el tiempo de dichas rebajas, aun cuando sujetas a la discrecionalidad del poder político, para el futuro se tornan inconstitucionales, contrarias a parámetros de razonabilidad al que se halla condicionado el control de legalidad de las medidas restrictivas, proporcionalidad de las afectaciones, justa distribución de la carga comunitaria frente a una situación de crisis económica y por lo tanto, vulneran los artículos 14 bis, 17, 19 y 28 de la Constitución Nacional. [...] Por lo que la prerrogativa del Estado de reducir salarios, aún en tiempos de emergencia económica, deberá limitarse severamente, a proporciones de cuantía baja, sin menoscabo de la garantía del artículo 17 de la Constitución Nacional, cuando razones de orden público lo justifiquen, siempre que la reducción no resulte confiscatoria o arbitrariamente desproporcionada. [...] La emergencia económica no puede ser dictada sine die, debe perdurar solamente mientras subsistan las causas que la produjeron, es un remedio legal que debe caducar inexorablemente, ya que no puede el Estado mantenerse en esta situación permanentemente. [...] En consecuencia, considero que en punto a esta cuestión la reducción de salarios, carece a la fecha de uno de los requisitos esenciales para que proceda la validez de las alteraciones en el cumplimiento de las obligaciones del Estado fundadas en la llamada emergencia económica, cual es la razonabilidad" (SCBA, causa B 63.177 "Barrionuevo, Héctor y otros s/ Amparo - Inconstitucionalidad ley 12.727" del 30.6.03, voto del conjuez Cafferatta; cfme. causas B 63.099 "López, Juan José s/ Amparo", B 63.212 "Todisco, Delia s/ Amparo", B 63.279 "Flores, Analía Gabriela s/ Amparo", y Larroque, Oscar A. s/ Amparo", todas del 30.6.03; causa B 63.060 "Paz, Hipólito Jesús s/ Amparo" del 18.7.03; causa B 63.090 "Durruty, Julio C. y otros c/ Pcia. de Bs. As. y otro" del 16.12.03, L.L.B.A. 2004-493; cfme. Gordillo, Agustín, La sociedad civil vs. el poder político, LL 2003-E-263).Aun en el hipotético caso que se sostuviera que la Acordada 3220, se dicto para regir en un período de emergencia, debe tenerse presente que la declaración de emergencia pública debe ser limitada en el tiempo, declarada por el Poder Legislativo, excepcional y de interpretación restrictiva. Asimismo debe existir proporción y razonabilidad entre las limitaciones a los derechos y el fin perseguido por la declaración de emergencia (cfme, CSJN, Fallos 136:170; 172:21; 243:467; 313:1513; ST Tierra del Fuego, causa "Del Valle, Jorge c/ Pcia. de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur" del 17.12.96, voto del Dr. Hutchinson, punto II, considerando 7 y ss, LL 1998-A-67).La CSJN resolvió la inconstitucionalidad de la reducción de la remuneración de empleados públicos (aun en estado de emergencia económica), cuando la medida carecía de limites temporales, y de razonabilidad y proporcionalidad con el fin perseguido, ya que se había tomado por razones presupuestarias y destina a regir más allá del límite de la emergencia. En tal caso, consideró innecesario el análisis de la confiscatoriedad de la reducción (Fallos 325:2059, considerandos 12, 13, 15 y 16 "Tobar"; cfme. Hernández, Héctor H., Defensa del salario de la gente, ED 199-222; Carnota, Walter, La remuneración del sector público como propiedad constitucionalmente protegida, LL 2002-E-425; Bianchi, Alberto B., De Guida a Tobar, JA 2002-III-287).- Reiteradamente se ha sostenido que la restricción que impone el Estado al ejercicio normal de los derechos patrimoniales en virtud de un estado de emergencia, debe ser razonable, limitada en el tiempo, un remedio y no una mutación en la sustancia o esencia del derecho adquirido por sentencia o contrato, y está sometida al control de constitucionalidad, toda vez que la emergencia, a diferencia del estado de sitio, no suspende las garantías constitucionales (conf. Fallos: 243:467). En cuanto a la legislación de emergencia, también se ha señalado que para su justificación se requiere: 1) que exista una situación de emergencia que imponga al Estado el deber de amparar los intereses vitales de la comunidad; 2) que la ley tenga como finalidad legítima la de proteger los intereses generales de la sociedad y no a determinados individuos; 3) que la moratoria sea razonable, acordando un alivio justificado por las circunstancias; 4) que su duración sea temporal y limitada al plazo indispensable para que desaparezcan las causas que hicieron necesaria la moratoria (ver, CSJN, entre otros, Fallos: 313:1513, 325:2059). El estado permanente emergencia pública, sin solución de continuidad temporal, y las limitaciones constitucionales consiguientes, implican una grave alteración de la seguridad jurídica (Fallos 243:449, voto Dres. Aráoz de Lamadrid y Oyhanarte), siendo impropias de un Estado de Derecho.Cuando se dispone una reducción de los salarios, debe considerarse el principio de igualdad ante la ley y las cargas públicas (art. 16 CN), que ordena la razonabilidad en la alteración del sinalagma, de lo contrario se impondría a un sector un sacrificio especial que desnaturaliza la relación contractual (cfme., García Pullés, Los principios de igualdad y verdad real como límite para la reglamentación de derechos en el marco de la relación de empleo público, J.A. 2003-I-173).En el caso, adviértase, que el sacrificio se pide a quienes, prima facie, desarrollan una mayor prestación de servicios (i.e., el actor tiene dos cargos bajo su responsabilidad), lo cual no parecería respetar el principio de generalidad e igualdad. Asimismo se excluye de la limitación a quienes tienen un mayor nivel presupuestario (20 y 21), lo cual, si bien podría estar orientado en razones de política administrativa, se torna contrario a principios de justicia conmutativa. Ello, en un contexto en el que se otorgó un aumento generalizado de salarios para todos los empleados judiciales. "Demás está decir que toda "disminución" aceptable del monto del sueldo, debe tener alcance general, y no particular para determinados agentes. De lo contrario vulneraríase el "principio de igualdad" proclamado por la Constitución Nacional" (Marienhoff, Tratado de Derecho Administrativo, Tomo III-B, pág. 273, Abeledo Perrot, Bs. As. 1978). Reitero, al actor se le reconoció un adicional salarial por las tareas asignadas por el Acuerdo 2495, desde el año 1993 y hasta el 2002, (ver expediente 3001-040/94). Como consecuencia de la emergencia económica se le suprimió ese adicional desde el 19.6.02 y hasta el 1.1.04. Luego percibió el estipendio desde el 1.1.04 al 27.10.04. Por el período 27.10.04 y hasta el 8.6.05, la SCJBA se encuentra analizando la procedencia del derecho al cobro de esa remuneración. Asimismo por la 3220, se suprimió el derecho al adicional salarial. Ello así, la remuneración adicional percibida por el actor por sus tareas en la Receptoría General de Expedientes departamental, por más de nueve años (1993/2002 y parte del 2004), tenía carácter de habitual y permanente para ser considerada un complemento normal de su salario. La reducción salarial implicó para el último período de su percepción, una disminución mensual de aproximadamente $ 1400 (ver fs. 187), lo cual para el salario del actor (ver expediente administrativos 3001-040/94 y recibos adjuntados a fs. 126 y 127, y acordadas que regulan el salario para el nivel presupuestario del actor) representa un parte sustancial de su salario. El Acuerdo 3220 se dictó sin que exista una ley que disponga la emergencia económica, con fundamento en cuestiones presupuestarias, sin limitación de tiempo (i.e., destinado a regir sine die y más allá de las limitaciones de presupuesto) y sin prever compensaciones futuras. Ello así y aun considerando que la Administración tiene facultades (más allá de la existencia de un estado de emergencia) para modificar la remuneración de sus agentes, ello no puede realizarse de forma tal que altere las condiciones sustanciales de la relación de empleo público, bajo pena de vulnerar los derechos de propiedad y retribución justa, y los principios de razonabilidad y legalidad. En cuanto la reducción no se realiza a todos los agentes públicos, sino sólo a aquellos que tienen una mayor carga de responsabilidades, se conculcaría además los principios de generalidad, igualdad y justicia conmutativa.Por lo tanto, prima facie (y sin que la presente regla pueda ser extendida a otras situaciones que no presentan similares antecedentes de hecho), la Acordada 3220 en cuanto implica la total eliminación del adicional salarial por el ejercicio de una subrogancia, que en el caso se extendió por más de 12 años (con derecho al cobro del estipendio en tanto no existía emergencia económica), y que representa una parte sustancial de la remuneración habitual que percibía el actor, se presenta prima facie, y sin perjuicio de lo que oportunamente pueda resolver en la sentencia definitiva, como una medida que supera los límites de razonabilidad, para legitimar una reducción permanente del sueldo del actor.Al reducir la remuneración que oportunamente se otorgó al actor, sin modificar la contraprestación a su cargo, el Estado no hace sino quebrantar el equilibrio de las prestaciones, convirtiendo en injusta la nueva remuneración (CNFed. Cont. Adm., Sala V, causa "Huarriz, Juan Carlos c/ EN y otros s/ Amparo", ED 165-560).En el fallo plenario de la CNFed. Cont. Adm., "Galicer, María Cristina y otros c/ Estado Nacional s/ cobro de pesos" del 10.6.88, los votos de los Dres. González Arzac y Mordeglia (por sus fundamentos con la mayoría) son ilustrativos: "El nivel remuneratorio alcanzado -uno de cuyos componentes es el aguinaldo- está amparado por la garantía constitucional de estabilidad en el empleo, por ser un atributo esencial de éste (...) Fuera de casos excepcionales no resulta legítimo que el Estado restrinja esa garantía mediante la reducción unilateral de la remuneración de sus empleados (doctr. CS Fallos: 290:138, consid. 16; 292:351, consid. 5; 295:634, cons.1; 295:807, cons.4; 6-12-77, "Meza", ED Rep. 12-352 Nº 13; Cam. Cont. Adm. Fed., Sala III, 22-05-1986, "Galizia" Revista Argentina del Régimen de la Administración Pública RAP 96:87/8;id. 22-6-1987)". (Carattini M., Fallos Plenarios, pág. 248, RAP, Bs. As., ed. actualizada al año 2004).- Por último, la Administración siempre tiene la posibilidad de cubrir el cargo que ocupa el actor (en la Receptoría de Expedientes), mediante el llamado a concurso público (ver recomendación del Dr. Hitters a fs. 5 del exp. adm. 3001719-2004).3. El peligro en la demora debe ocasionar, en caso de no dictarse la medida, un perjuicio grave e irreparable al actor (cfme., Fallos 307:2267; Cam. Nac. Fed .Cont. Ad., Banco Juncal Coop. Ltdo. c/ Banco Central, Sala I, 23.7.85, ED, tomo 105, pág. 201).Manuel Diez ha señalado que: "la irreparabilidad del perjuicio no puede medirse por la cuantía del daño aunque pudiera tener una repercusión ruinosa en el patrimonio del particular afectado, pues ha de admitirse que la entidad administrativa demandada tiene la solvencia suficiente para proveer a la reparación del daño ocasionado si fuese revocado el acto que lo causó. La irreparabilidad del daño está relacionada con el derecho mismo que el acto vulnera y habrá perjuicio irreparable con la ejecución del acto administrativo frustrando el derecho subjetivo del interesado sin que a éste le quede una vía apta para conseguir la reparación debida“ (citado por Beltrán Gambier y Carlos A. Zubiaur, Las Medidas Cautelares Contra la Administración, L.L. 1993-D, pág. 690; en igual sentido Eduardo García de Enterría y Ramón Fernández, Curso de Derecho Administrativo, T. I, pág. 570).Los elementos fácticos alegados por la parte actora, no cuestionados por Fiscalía de Estado en su presentación (ver fs. 202), y la naturaleza alimentaria del salario (cfme. Marienhoff, Miguel S., Tratado de Derecho Administrativo, Tomo III B, punto 966, edit Abeledo Perrot, Bs. As. 1978, entre otros), tienen una entidad suficiente para fundar el peligro en la demora, toda vez que la medida cautelar solicitada tiende a resguardar la estabilidad del empleo público y la justa remuneración.Adicionalmente la Administración podrá en caso de resultar ilegítima la pretensión del actor, descontar en los futuros estipendios los importes que como consecuencia de esta medida se abonen. 4.- Por otro lado, la medida cautelar no afectaría gravemente el interés público.La preservación del Estado, de sus organismos, y debida prestación de los servicios esenciales, se configura como un elemento primigenio para la protección de los derechos humanos. El interés público no debe identificarse necesariamente con el interés de la Administración (cfme., Mairal, Héctor A., Control Judicial de la Administración Pública, Volumen II, pág. 829, edit Depalma, Bs As 1984), ni implica la postergación, empobrecimiento y sacrificio de los intereses individuales en aras de proteger un interés del Estado (Escola, Héctor J., El interés público: su concepto y contenido, RAP Nº 301, Año XXVI, pág.123; Botassi, Carlos, Emergencia y Derecho Administrativo. El caso de la provincia de Bs As, El derecho administrativo de la emergencia I, pág. 143, edit. Fundación de Derecho Administrativo, Bs. As. 2002).El interés público debe atender a una razonable reglamentación de los derechos individuales para el logro del bienestar general [ver Fallos 179:113 y 295:157; cfme. Cassagne, Juan Carlos, Derecho Administrativo, Tomo I, pág. 43 y ss, edit Abeledo Perrot, Bs As 1997; Santiago, Alfonso (h), El concepto de bien común en la jurisprudencia de la Corte Suprema argentina, ED 192-876]. Tiene por fin el logro del "bienestar general", que consiste en que todos y cada uno de los miembros de la comunidad participen de los bienes materiales y espirituales de la civilización (Fallos 289:430), y la vigencia real y segura del derecho en el seno de la comunidad, y por ende, que el derecho sea realizable, porque lo que no es realizable, no es derecho (Fallos 300:1282).No debe plantearse una oposición entre los derechos de cada persona y el interés público (Fallos 319:3040, voto del Dr. Fayt); sino, al contrario, el auténtico interés público es el compromiso del Estado en asegurar, proteger y promover inmediatamente y de forma universal a través de sus funciones, los derechos que garantizan la dignidad de las personas y el desarrollo de su personalidad (Sammartino, Patricio Marcelo E., Tutela autosatisfactiva frente a autoridades públicas que desarrollan la función administrativa, E.D.A. 2004, pág. 228).- En el caso, y toda vez que, prima facie, no puede sostenerse que la Acordada 3220 en su aplicación específica al caso, ponga en riesgo la preservación del servicio de justicia, la salvaguarda de un estado de emergencia establecido por ley, y/o la continuidad de algún organismo del estado, el interés público se concreta en la salvaguarda del derecho a una remuneración justa, frente a una medida administrativa que, prima facie, se presenta el caso como irrazonable.Por otro lado, cuando se encuentra comprometido un derecho alimentario, la apreciación del interés público en el marco de una medida cautelar debe realizarse con carácter amplio tendiendo a su salvaguarda (ver SCJBA, causa B 55.469 "Nieto, Emilio c/Municipalidad de Pueyrredón" del 9.11.93, y causa "Chiabaut Morales, Eduardo Rodolfo c/ Instituto de Previsión Social" del 13.4.99, entre otras; cfme. Soria, Daniel Fernando, La medida cautelar positiva en el proceso administrativo, E.D. 182-1115, y D´Argenio, Inés, Las medidas cautelares en el proceso administrativo. La doctrina de la SCBA en materia alimentaria, E.D. 156-217).Por lo tanto, considero que no asisten circunstancias que ameritan el rechazo de la medida cautelar por la afectación al interés público comprometido.5.- En atención a las presentaciones realizadas por el actor en sede administrativa impugnando la legitimidad del acto, y al pedido de informes realizado en el presente expediente (y la no remisión del expediente administrativo en donde el actor impugnó el acto, art. 30, inc. 2 CCA), se torna innecesario, por configurar un ritualismo inútil, la acreditación del requisito de la solicitud previa en sede administrativa de la suspensión de los efectos del acto. Adicionalmente debe considerarse que la medida cautelar solicitada, excede la mera suspensión de los efectos del acto, implicando una acción positiva por parte de la demandada. 6.- Conforme los términos del artículo 24, inciso 3, CCA, y en atención al carácter alimentario del salario, requiérase caución juratoria. En razón de los fundamentos expuestos RESUELVO: 1.- Hacer lugar a la medida cautelar solicitada, debiendo abonarse al actor mensualmente, y por quien corresponda, un importe similar a la última remuneración adicional que hubiera percibido por el desempeño de las tareas asignadas por el acuerdo 2495/92, mientras dure el desarrollo de esas tareas, y hasta tanto se resuelva la presente causa. El estipendio deberá liquidarse mediante el procedimiento y forma que se realizó durante el período 1993 a 2002. 2.- La medida dispuesta en el punto 1, supra, se hará efectiva a partir del primer día del mes subsiguiente a que quede firme la presente resolución. 3.- Previo a lo dispuesto en el punto 1, supra, dese caución juratoria. Notifíquese con copia íntegra de la resolución. Pablo C. Germain Juez Contencioso Administrativo