Quaoar ¿Décimo planeta del Sistema Solar? El reciente descubrimiento de un objeto cuya órbita se sitúa más allá de la órbita de Plutón (transplutoniano) ha desencadenado una serie de circunstancias interesantes que van a culminar con una decisión de la Unión Astronómica Internacional (IAU): nuestro Sistema Solar, ¿tiene ocho o diez planetas? ANTECEDENTES. En el año 1950, dos eminentes científicos y astrónomos, proponen dos modelos estructurales del Sistema Solar que se complementan. Jan Oort, propone la existencia de una inmensa nube de cuerpos que se encontraría más allá de la órbita de Plutón y que sería el punto de partida de los cometas que se acercan o se precipitan al Sol. Gerard Kuiper, plantea la posibilidad de la existencia de un segundo cinturón de asteroides, entre las órbitas de los grandes planetas situados en el confín del Sistema Solar conocido; Urano y Neptuno. El descubrimiento del asteroide y cometa Quirón, en 1977, trajo innumerables conjeturas sobre la estructura del Sistema Solar y los cuerpos que lo pueblan. La circunstancia de encontrar un cuerpo con características de asteroide y cometa, puso a pensar a los científicos que nuestra comunidad solar todavía escondía mucho de sus secretos. De manera similar, su descubrimiento en una órbita bastante cercana a la predicha por Gerard Kuiper, 40 años antes, despertó un verdadero ímpetu en la cacería de objetos en estas vastas regiones del Sistema Solar. Nuestro conocimiento del Sistema Solar se amplió sustancialmente con el descubrimiento de la luna de Plutón, Caronte, por Charles Kowal en 1978. Hasta esa fecha, la mayor relación de masas que existía entre un planeta y sus lunas era la de la Tierra-Luna (aproximadamente 1 a 80. Harían falta 80 Lunas para formar un planeta Tierra). Para el resto de los planetas, la totalidad de las masas de sus lunas no alcanzan ni la milésima parte de su masa. Al descubrir Caronte y determinar su masa se encontró la extraordinaria relación de 1 a 10 (harían falta 10 Caronte para formar un Plutón). Esta circunstancia comenzó a fraguar la condición de planeta doble para el conjunto Plutón-Caronte. A la fecha, se estimaba que la estructura de nuestro Sistema Solar era de 8 planetas principales, un planeta doble, que bien podría ser un asteroide capturado (Plutón-Caronte) y un cinturón de asteroides situado entre las órbitas de Marte y Júpiter y un cuerpo extraño (el asteroide-cometa Quirón) girando entre las órbitas de Saturno y Urano. Para los científicos planetarios no dejaba de intrigarles la existencia de este “asteroide” en una órbita tan lejana. A partir de 1992, cuando se inician los descubrimientos de una gran cantidad de objetos entre las órbitas de Urano, Neptuno y Plutón, es que comienza a darse una visión más completa de la estructura de nuestro Sistema Solar. El segundo cinturón de asteroides, predicho por Gerard Kuiper cuatro décadas antes, comenzó a tomar forma y en la actualidad se han descubiertos cientos de objetos de gran tamaño (cerca de 500 objetos), entre los cuales podemos señalar a Varuna, uno de los pocos con nombre propio, 2001 KX76 y 2002 AW197, cada uno de los cuales tienen diámetros cercanos a unos 900 kilómetros, medidos de manera indirecta por su luminosidad. Uno de estos grandes cuerpos del ahora denominado Cinturón Edgeworth-Kuiper, fue descubierto desde el Observatorio de Llano del Hato, en los páramos venezolanos; el 2000 EB173, de unos 600 kilómetros de diámetro. Esta cadena de descubrimientos trajo como consecuencia que una cantidad importante de astrónomos y científicos planetarios comenzarán a poner en duda el estamento de “planeta” que la Unión Astronómica Internacional (IAU) le había asignado a Plutón. Los argumentos más importantes son: 1) La órbita de Plutón es muy inclinada, por lo que sugiere que el cuerpo no se generó a partir del proceso de constitución del Sistema Solar, sino que parece más bien una “captura gravitatoria” de un asteroide, por parte del Sol. 2) La composición de Plutón se asemeja mucho a los cuerpos helados encontrados en el Cinturón Kuiper. 3) El desplazamiento de Plutón se encuentra en resonancia con el planeta Neptuno. Esto quiere decir que se encuentra afectado por la influencia gravitatoria del planeta. Desde 1992, comenzó a definirse a Plutón y a Caronte, como miembros importantes de los TNO (Objetos Transneptunianos) y KBO (Objetos del Cinturón Kuiper). La IAU en 1999, determinó que el status de Plutón continuaba siendo el de “planeta”, por lo tanto mantenía la condición asignada desde su descubrimiento en el año 1930. Con este orden de las cosas es que adviene el descubrimiento de “Quaoar”. ¿DÉCIMO PLANETA? El pasado 4 de junio, casi 72 años después del descubrimiento de Plutón, dos astrónomos del Instituto de Tecnología de California (CalTech), Michael Brow y Chadwick Trujillo, haciendo uso del telescopio de 5 metros del Observatorio de Monte Palomar, descubren un objeto moviéndose en la constelación de Ofiuco. Lo lejano y pequeño del objeto no permite que se pueda medir su diámetro con el telescopio. Entonces ambos astrónomos, solicitan el uso del Telescopio Espacial Hubble, el cual, por estar situado en órbita y muy por encima de las capas de la atmósfera, les permite realizar las mediciones. El cuerpo tiene un tamaño de 1.300 kilómetros de diámetro y es, hasta la fecha, el objeto más grande detectado en el Cinturón Kuiper. De hecho es unos 400 kilómetros mayor que los demás objetos, incluyendo el asteroide Ceres, el más grande asteroide del primer cinturón, descubierto por Guissepe Piazzi en Enero de 1801. Otras características del mismo son que su órbita es casi circular y tiene una inclinación de casi 8 grados (la órbita de Plutón está inclinada 17 grados y la de Mercurio, 7 grados). Da una revolución en torno al Sol en 288 años. Estas características pudieron establecerse por registros fotográficos anteriores realizados en 1982, 1996, 2000 y 2001, pero que al no cotejarse, no produjeron el descubrimiento del referido cuerpo. Al comienzo, el objeto fue denominado 2002 LM60, pero sus descubridores propusieron el nombre de “Quaoar”, un dios de la tribu de los Tongva, de la región de California, que según la leyenda trajo orden sobre el caos reinante y es el creador de los animales y la humanidad. El descubrimiento de “Quaoar” vuelve a traer a colación el problema de la definición de planeta asignado a Plutón, ya que este objeto tiene un tamaño importante y según parece su composición es bastante similar a la de Plutón. LAS NUEVAS DEFINICIONES. Ahora la IAU no puede seguir escurriendo el bulto para las futuras definiciones de asteroides y planetas. Casi todos los astrónomos que trabajan en la detección de cuerpos en el Sistema Solar saben que con la puesta en funcionamiento de nuevos telescopios, con mayor tecnología y mayor tamaño, les va a permitir profundizar en la detección y descubrimiento de nuevos objetos en el Sistema Solar y es muy factible que apenas estemos en el inicio de una verdadera comprensión de nuestra casa estelar. En este sentido, la IAU, debe avanzar en la definición de estos objetos y tal conclusión puede arrojar consecuencias de “consecuencias planetarias” ya que puede decretarse que nuestro Sistema Solar tiene, hasta el momento, 8 planetas, si decide desbancar a Plutón de su estamento o puede decretar que posee 10 planetas, con el recientemente descubierto. TELESCOPIOS Para analizar el recién hallado cuerpo celeste, los astrónomos han recurrido a los mejores telescopios, como el Hubble en el espacio y el Keck en la Tierra, así como al gran radiotelescopio hispano alemán IRAM de 30 metros de diámetro, situado en el Pico Veleta, Sierra Nevada, en la península ibérica. Quaoar es el primer objeto del cinturón de Edgeworth-Kuiper medido directamente por un telescopio (el Hubble con su nueva cámara) en toda la historia de la astronomía. El tamaño de otros objetos menores hallados en los últimos años en esta zona - dos de ellos con diámetros de unos 900 kilómetros - ha tenido que ser deducido de otros valores, como la temperatura y la reflectividad. El radiotelescopio situado en España fue utilizado para confirmar el tamaño de Quaoar, midiendo su temperatura. El hallazgo de este nuevo objeto del cinturón de Kuiper no puede considerarse casual, ya que es el fruto más importante de una búsqueda sistemática emprendida por dos astrónomos del Instituto Tecnológico de California (más conocido como Caltech) que utilizan el histórico observatorio de Monte Palomar. Michael Brown y Chadwick Trujillo, quienes anunciaron el descubrimiento en una reunión de ciencias planetarias en el estado de Alabama, están seguros de que existen objetos mucho más grandes en esa zona prácticamente desconocida, ya que hasta ahora sólo han analizado el 5%. Llevan desde el año pasado fotografiando con el telescopio Oschin de 1,2 metros, el Cinturón de Kuiper, para comprobar si algún cuerpo se ha movido. Este telescopio es el mismo que utiliza la NASA, para detectar asteroides que se aproximen peligrosamente a la Tierra. El 4 de Junio de este año, Brown y Trujillo observaron por primera vez un punto luminoso descolocado en una de las imágenes y tuvieron la suerte de que al examinar placas tomadas hace varios años, por el mismo observatorio, pudieran establecer exactamente los elementos orbitales de este cuerpo del Sistema Solar, recientemente descubierto.