Palabras de Vida La Salle 24 Domingo de Cuaresma (C) 28 de Febrero 2013 Lc 9,28-36 Lectura de la Buena Noticia según san Lucas Unos ocho días después de estas palabras, tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago, y subió al monte a orar. Y sucedió que, mientras oraba, el aspecto de su rostro se mudó, y sus vestidos eran de una blancura fulgurante, y he aquí que conversaban con él dos hombres, que eran Moisés y Elías; los cuales aparecían en gloria, y hablaban de su partida, que iba a cumplir en Jerusalén. Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero permanecían despiertos, y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Y sucedió que, al separarse ellos de él, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías», sin saber lo que decía. Estaba diciendo estas cosas cuando se formó una nube y los cubrió con su sombra; y al entrar en la nube, se llenaron de temor. Y vino una voz desde la nube, que decía: «Este es mi Hijo, mi Elegido; escuchadle.» Y cuando la voz hubo sonado, se encontró Jesús solo. Ellos callaron y, por aquellos días, no dijeron a nadie nada de lo que habían visto. ESCUCHAR A JESÚS Los cristianos de todos los tiempos se han sentido atraídos por la escena llamada tradicionalmente "La transfiguración del Señor". Sin embargo, a los que pertenecemos a la cultura moderna no se nos hace fácil penetrar en el significado de un relato redactado con imágenes y recursos literarios, propios de una "teofanía" o revelación de Dios. Sin embargo, el evangelista Lucas ha introducido detalles que nos permiten descubrir con más realismo el mensaje de un episodio que a muchos les resulta hoy extraño e inverosímil. Desde el comienzo nos indica que Jesús sube con sus discípulos más cercanos a lo alto de una montaña sencillamente "para orar", no para contemplar una transfiguración. Todo sucede durante la oración de Jesús: "mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió". Jesús, recogido profundamente, acoge la presencia de su Padre, y su rostro cambia. Los discípulos perciben algo de su identidad más profunda y escondida. Algo que no pueden captar en la vida ordinaria de cada día. En la vida de los seguidores de Jesús no faltan momentos de claridad y certeza, de alegría y de luz. Ignoramos lo que sucedió en lo alto de aquella montaña, pero sabemos que en la oración y el silencio es posible vislumbrar, desde la fe, algo de la identidad oculta (J.A. Pagola) de Jesús. Esta oración es fuente de un conocimiento que no es posible obtener de los libros. Lucas dice que los discípulos apenas se enteran de nada, pues "se caían de sueño" y solo "al espabilarse", captaron algo. Pedro solo sabe que allí se está muy bien y que esa experiencia no debería terminar nunca. Lucas dice que "no sabía lo que decía". Por eso, la escena culmina con una voz y un mandato solemne. Los discípulos se ven envueltos en una nube. Se asustan pues todo aquello los sobrepasa. Sin embargo, de aquella nube sale una voz: "Este es mi Hijo, el escogido. Escuchadle". La escucha ha de ser la primera actitud de los discípulos. Los cristianos de hoy necesitamos urgentemente "interiorizar" nuestra religión si queremos reavivar nuestra fe. No basta oír el Evangelio de manera distraída, rutinaria y gastada, sin deseo alguno de escuchar. No basta tampoco una escucha inteligente preocupada solo de entender. Necesitamos escuchar a Jesús vivo en lo más íntimo de nuestro ser. Todos, predicadores y pueblo fiel, teólogos y lectores, necesitamos escuchar su Buena Noticia de Dios, no desde fuera sino desde dentro. Dejar que sus palabras desciendan de nuestras cabezas hasta el corazón. Nuestra fe sería más fuerte, más gozosa, más contagiosa. DISCERNIMIENTO, DIÁLOGO Y ORACION “koinonía” Para la revisión de vida En mi vida, como en la de todo ser humano, ha tenido que haber tiempos o momentos privilegiados, llenos de sentido, embriagados de amor, de felicidad plena. Me hará bien revivir esos momentos o tiempos: cuáles fueron, cómo se dieron, cómo los viví, qué sentía… y hacer un tiempo de oración recordando en mi conciencia esas vivencias de “transfiguración”. “Este es mi hijo predilecto, escuchadle": ¿puedo decir que el proyecto fundamental de mi vida es una acogida de la propuesta de Jesús, una voluntad de vivir según el Evangelio? Para la reunión de grupo El ser humano no sólo es un “animal racional”, al decir de Aristóteles, sino un “animal de sentido”. Necesita un sentido para vivir. Y lo necesita tanto o más que los bienes materiales necesarios para su vida. Sin sentido, su vida se hace sencillamente insufrible. ¿Qué relación tiene la cultura y la religión con esta necesidad antropológica fundamental? Estamos en un tiempo sin utopías, donde todo se compra y se vende y se calcula fríamente... ¿Qué mensaje nos trae el símbolo de la transfiguración a este tiempo de mirada tan corta? Para la oración de los fieles Para que purificando nuestro corazón y educando nuestros ojos seamos capaces de transfigurar nuestra mirada sobre la realidad de cada día y ver el sentido divino que la habita. Para que el Señor sostenga nuestra fe, nos haga dignos de este don y no nos deje caer en la desorientación o el sinsentido de la vida... Por todos los hombres y mujeres que buscan y no encuentran el sentido para sus vidas; para que Dios se les haga encontradizo y ellos alcancen la felicidad a la que están destinados. Para que seamos testigos de esperanza ante nuestros hermanos, pero siempre con la humildad de quien ofrece un don gratuito y no un mérito propio... Para que seamos personas contemplativas, que acostumbran a saborear esa presencia de Dios que se oculta en la realidad pero se descubre en la oración. Oración comunitaria Dios Padre nuestro: como el evangelista Lucas, también nosotros creemos que de hecho, en la vida de Jesús, Tú mismo nos has estado dirigiendo tu Palabra. Haz que iluminados por ella, podamos transfigurar y mirar de un modo nuevo las realidades que también hemos de transformar, unidos a todos los hombres y mujeres. Que, iluminados de mil modos por tu misma Palabra, caminemos hacia ese «otro mundo posible» que Tú quieres ayudarnos a construir entre todos los pueblos de la Humanidad. Nosotros te lo pedimos inspirados en Jesús, hijo tuyo y hermano nuestro. Amén.