Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. Enterobacterias. Antibioticoterapia Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. APUA MARZO 2010 1 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. RESUMEN Las enfermedades infecciosas han influido de forma determinante en la evolución de la historia del hombre y son actualmente la principal causa de morbimortalidad en el mundo a pesar del descubrimiento de cientos de agentes antimicrobianos cada vez más potentes y efectivos. Dentro de los microorganismos problemáticos que se han convertido ya en habituales en nuestros hospitales están las enterobacterias resistentes a fluoroquinolonas y las Enterobacterias productoras de betalactamasas de espectro extendido, fundamentalmente la Echerichia Coli. Estudios recientes llegan a la conclusión de que en infecciones respiratorias o bacteriemias por Echerichia Coli productor de Betalactamasa de Espectro Extendido el coste del tratamiento definitivo aumenta entre dos y cinco veces y la estancia en las Unidad de Terapia Intensiva se prolonga significativamente y aunque autores reportan que no se incrementa la mortalidad en adultos, en niños, sí. Las Enterobacterias son una familia heterogénea y amplia de bacilos gram negativos que residen en el colon del hombre sin causar enfermedad aunque con frecuencia son causantes de un número considerable de infecciones. En los últimos años un porcentaje cada vez mayor de estas bacterias, especialmente Klebsiella spp. y Enterobacter spp. se han hecho resistentes incluso a las cefalosporinas de tercera generación debido al desarrollo de Betalactamasas de Espectro Ampliado además del desarrollo de resistencia a quinolonas es cada vez más preocupante y está relacionado con el consumo indiscriminado de estos antibióticos en el ámbito extrahospitalario. El tratamiento empírico de la bacteriemia por bacilos gram negativos dependerá de múltiples factores. En sentido general, las cefalosporinas son antibióticos bactericidas frente a las Enterobacterias. Los carbapenemicos son las drogas preferidas para el tratamiento de este tipo de infecciones, al igual que los los monobactámicos son muy activos frente a las enterobacterias y se utilizan en general para el tratamiento de infecciones hospitalarias graves. 2 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. INTRODUCCIÓN: Las enfermedades infecciosas han influido de forma determinante en la evolución de la historia del hombre y son actualmente la principal causa de morbimortalidad en el mundo a pesar del descubrimiento de cientos de agentes antimicrobianos cada vez más potentes y efectivos. 1 Las infecciones constituyen uno de los problemas fundamentales en el paciente crítico. Una cuarta parte de las infecciones intrahospitalarias ocurre en la Terapia Intensiva, entre 2 y 10 veces mayor que en otros grupos de pacientes ingresados en un hospital.2 Un porcentaje considerable de pacientes ingresan en Unidades de Cuidados Intensivos siendo portadores de una infección, en España cerca del 20% y un porcentaje aún mayor, una vez ingresados allí, desarrolla infecciones relacionadas con las terapias invasivas características de estas Unidades, debido a que en estas unidades los pacientes son invadidos por diferentes dispositivos: catéteres vasculares, sonda vesical y respirador artificial. Estos procedimientos generan el riesgo de adquirir infecciones hospitalarias: bacteriemias, septicemias, flebitis, tromboflebitis supurada, endocarditis, infección urinaria, neumonía, bronquitis, etc. A ello se añade el uso intensivo de antimicrobianos de muy amplio espectro que conlleva a una microbiota multirresistente.2, 3, 4 La infección respiratoria constituye la principal localización en el paciente crítico. Como motivo principal de ingreso, estudios muestran hasta un 41 - 42% y es la principal infección adquirida en UCI, con una prevalencia entre el 40 y el 50%. 4 La bacteriemia ocupa un segundo lugar con el 11% como motivo principal de ingreso y 25% como infección adquirida dentro del nosocomio y la infección urinaria vinculada a la sonda vesical, la que también aparecen en segundo lugar.4, 5 Se cita que a pesar de la disponibilidad de nuevos antibióticos, se estima que en los Estados Unidos ocurren alrededor de 200.000 casos de septicemia al año con un 20 a 50% de letalidad. 6 El Laboratorio de Microbiología juega un papel fundamental a la hora de brindar un diagnostico etiológico, además ayuda y orienta en la terapéutica con los estudios de los patrones de resistencia de las cepas aisladas. 7 3 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. Desde el punto de vista etiológico la Pseudomona Aeruginosa, Echerichia Coli y Stafilococo Aureus son los microorganismos más frecuentes en la infección en el paciente crítico. Dentro de los microorganismos problemáticos que se han convertido ya en habituales en nuestros hospitales están las enterobacterias resistentes a fluoroquinolonas y las Enterobacterias productoras de betalactamasas de espectro extendido, fundamentalmente la Echerichia Coli. En cuanto a la repercusión de estos microorganismos resistentes en la evolución del paciente crítico, estudios recientes llegan a la conclusión de que en infecciones respiratorias o bacteriemias por Echerichia Coli productor de Betalactamasa de Espectro Extendido el coste del tratamiento definitivo aumenta entre dos y cinco veces y la estancia en las Unidad de Terapia Intensiva se prolonga significativamente y aunque autores reportan que no se incrementa la mortalidad en adultos, en niños, sí. 8 DESARROLLO Las Enterobacterias son una familia heterogénea y amplia de bacilos gram negativos que residen en el colon del hombre sin causar enfermedad aunque con frecuencia son causantes de un número considerable de infecciones, tanto en pacientes con inmunidad conservada como en inmunodeprimidos ya que en el paciente hospitalizado las enterobacterias colonizan el tubo digestivo, la orofaringe, el aparato genitourinario y la piel mientras que en el ambiente hospitalario pueden aislarse del agua, catéteres, sondas, sueros, antisépticos, equipos de respiración mecánica, etc., nichos ambientales con los que pueden entrar en contacto los pacientes hospitalizados y debido a su ubicuidad dentro y fuera del cuerpo a menudo causan infecciones oportunistas, siendo causa frecuente de infecciones nosocomiales. 9 Como grupo, las Enterobacterias son las responsables de una tercera parte de los aislamientos en las bacteriemias, de dos tercios de los aislamientos en gastroenteritis, y de tres cuartas partes de los aislamientos en infecciones del tracto urinario. 10 Habitualmente colonizan las diferentes mucosas, especialmente las del tracto gastrointestinal y urinario, por lo que las infecciones suceden a partir de estas localizaciones. 4 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. Diferentes factores han contribuido al incremento de las enterobacterias en nuestros hospitales. infecciones por Entre los factores de riesgo que se estima pueden tener influencia en la colonización y/o infección se encuentran: la edad y la gravedad del paciente; la duración de la hospitalización y de la estancia en la UCI, el uso cada vez mayor de técnicas diagnósticas y terapéuticas agresivas (catéteres intravasculares, urinarios, de gastrostomía o yeyunostomía, endoscopias, la intubación orotraqueal y la ventilación mecánica; la hemodiálisis y en general cualquier prueba o tratamiento invasivos), la nutrición parenteral total; el desarrollo de úlceras por presión; la malnutrición; la procedencia de una residencia asistida; el empleo de potentes inmunosupresores, las estancias hospitalarias prolongadas, ciertas enfermedades predisponentes como enfermedades hematológicas, neoplasias, cirrosis, insuficiencia renal crónica, diabetes y en los neonatos, el haber nacido con bajo peso. 10, 11, 12 Se caracterizan, desde el punto de vista microbiológico por ser bacterias no esporuladas con crecimiento en aerobiosis y anaerobiosis ósea, son anaerobios facultativos; que reducen los nitratos a nitritos salvo algunas excepciones; que fermentan la glucosa con o sin formación de gas; muestran negatividad a la prueba de la oxidasa; no aumenta su crecimiento en un medio hipertónico y pueden ser móviles, dependiendo de la presencia o no de flagelos perítricos, o inmóviles. Son organismos gram negativos que poseen una membrana interna (citoplasmática), una cubierta de peptidoglicano que la rodea, y una compleja membrana externa (pared celular) que comprende la cápsula y que contiene lipopolisacáridos y porinas (canales para la penetración de antibióticos y nutrientes). Poseen además una serie de factores de virulencia que son esenciales para la producción de los diferentes síndromes clínicos. 10, 11 Como la casi totalidad de las bacterias gram negativas disponen en su superficie de centenares de fimbrias, organelas indispensables para poder adherirse a las superficies mucosas y para la colonización bacteriana. Otro factor de virulencia en las enterobacterias es su capacidad de producir toxinas, que es una característica propia de las cepas patógenas de este grupo, dentro de ellas está la hemolisina que potencia la acción de las fimbrias, una amplia 5 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. variedad de citotoxinas (entre ellas la toxina enteropatogénica) y de enterotoxinas causantes de los diferentes síndromes diarreicos. Las enterobacterias tienen la capacidad de adquirir rápidamente resistencia a los antibióticos. Dicha resistencia puede estar mediada por plásmidos o ser cromosómica. La mayoría de las enterobacterias poseen plásmidos, que son unidades de ADN extracromosómico que se autorreplican y que transportan su propia estructura de replicación, los plásmidos R tienen un papel fundamental en la resistencia antibiótica de las enterobacterias y aunque la multirresistencia antibiótica de estos microorganismos es con frecuencia mediada por plásmidos, ciertas especies de Citrobacter, Enterobacter, Proteus indolpositivo, Providencia o Serratia poseen un gen cromosómico que codifica una Betalactamasa de Amplio Espectro, inducida por la presencia de algunos betalactámicos. 13, 14 En los últimos años un porcentaje cada vez mayor de estas bacterias, especialmente Klebsiella spp. y Enterobacter spp. se han hecho resistentes incluso a las cefalosporinas de tercera generación debido al desarrollo de Betalactamasas de Espectro Ampliado. Por otro lado, el desarrollo de resistencia a quinolonas es cada vez más preocupante y está relacionado con el consumo indiscriminado de estos antibióticos en el ámbito extrahospitalario.10 Aunque la resistencia a los betalactámicos está definida por distintos mecanismos (producción de enzimas, alteraciones de la permeabilidad, alteración de la diana y, presumiblemente, expresión de bombas de eliminación activa), el principal mecanismo de resistencia a betalactámicos en Enterobacterias es el enzimático, por producción de las betalactamasas aunque debe considerarse también que en algunos casos la resistencia obedece a la asociación de distintos mecanismos de resistencia. Un ejemplo de esta última situación lo constituyen las cepas de Enterobacter, Escherichia Coli y Klebsiella Pneumoniae con sensibilidad disminuida o resistencia a carbapenemasas. En estos casos se observa una disminución de la permeabilidad asociada a una hiperproducción de la betalactamasa cromosómica en el primero y a una betalactamasa plasmídica de clase C en los otros dos.15, 16 Por supuesto, la adquisición de multirresistencia puede llevar 6 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. a la ineficacia de la mayoría de los antimicrobianos utilizados en la práctica clínica. La familia Enterobacteriaceae consta de varios géneros: Escherichia, Shigella, Klebsiella, Enterobacter, Hafnia, Serratia, Proteus, Morganella, Providencia, Salmonella, Yersinia, Edwardsiella, Citrobacter 10 Foco de origen de la Bacterias gramnegativos más frecuentes bacteriemia Vías urinarias Escherichia Coli, Klebsiella, Enterobacter, Serratia, Proteus Tubo digestivo Escherichia Coli, Klebsiella, Enterobacter, Serratia, Salmonella Vías biliares Escherichia Coli, Klebsiella, Enterobacter, Serratia Aparato genital femenino Escherichia Coli Aparato circulatorio Serratia, Erwinia, Enterobacter Cloacae Piel y tejidos blandos Serratia Aparato respiratorio Klebsiella, Enterobacter, Serratia Las formas clínicas dependen del contexto epidemiológico en que se produce cada infección. Fuera de las UCI y en los casos esporádicos tanto intra como extrahospitalarios, producen fundamentalmente infecciones urinarias y de las heridas quirúrgicas. 17 Las manifestaciones producidas por la bacteriemia debida a estos microorganismos son muy similares entre unos y otros. La bacteriemia puede ser transitorias y acontecer tras diferentes manipulaciones (por ejemplo de las vías urinarias) o por factores locales predisponentes (por ejemplo diverticulitis, enfermedad prostática) la cual puede confundirse con un síndrome gripal y puede no tener mayor trascendencia o ser más prolongada dando lugar incluso a una sepsis por gram negativos con un cuadro clínico mucho más grave acompañándose de fiebre que puede llegar a 41 °C (que puede faltar en los ancianos y en los pacientes urémicos o tratados con glucocorticoides), cefalea, malestar general, artromialgias, náuseas y vómitos. En ocasiones las primeras manifestaciones de la bacteriemia o sepsis por enterobacterias pueden 7 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. consistir en ansiedad, taquipnea y taquicardia. En los ancianos no es raro que la bacteriemia por gram negativos se manifieste sobre todo por confusión mental, estupor, delirio o agitación. Posteriormente es posible que se presenten signos de hipoperfusión de otros órganos, oliguria y finalmente hipotensión, shock séptico y falla multiorganica. En contraste con el plazo relativamente largo de varios días que precede al shock de otras infecciones, el de la sepsis por gram negativos suele presentarse al cabo de sólo 4-10 h de las manifestaciones iniciales. 10 En la bacteriemia por enterobacterias puede producirse tanto leucocitosis como leucopenia, que casi siempre cursa con trombopenia. La aparición de shock conduce a la insuficiencia renal por necrosis tubular. Los estudios de hemoquímica traducirán afectación en cada órgano disfuncional o en falla, como aumento de bilirrubina sérica y de las enzimas hepáticas, trastornos hidroelectroliticos y del equilibrio acido/ base, evidencia de injuria pulmonar en la gasometría, entre otras. En todos los pacientes con sospecha de infección bacteriémica por bacilos gram negativos y especialmente en aquellos con enfermedades predisponentes (enfermedad hematológica, postoperatorio de cirugía abdominal, pacientes con catéteres intravenosos) hay que extraer precozmente hemocultivos. En el contexto clínico de una infección grave, el aislamiento de estas bacterias en muestras válidas (sangre, esputo, orina) suele ser suficiente para hacer el diagnóstico etiológico. Más problemático resulta el aislamiento de un microorganismo BLEE (+) en una herida, por ejemplo en una úlcera por presión, sin que haya signos aparentes de infección intra o perilesional y donde puede ser un mero contaminante. 17 Nos vamos a referir aquí a las Enterobacterias más frecuentes en nuestra práctica clínica: Echerichia Coli, Klebsiella, Enterobacter, Serratia y Citrobacter cuya presencia conlleva a una elevada morbimortalidad en nuestros pacientes. Infecciones por Escherichia Coli: La Echerichia Coli es un comensal normal del tubo digestivo pero puede causar infecciones en determinadas circunstancias. La puerta de entrada más común es la urinaria, pero no es la única que permite el acceso de este germen a la circulación. En presencia de hepatopatía crónica se producen una serie de anastomosis portosistémicas que permiten su 8 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. acceso a la circulación general sin pasar por el filtro hepático, lo que puede originar una bacteriemia y facilita el desarrollo de peritonitis espontánea del cirrótico aunque la quimioprofilaxis diaria con fluorquinolonas, después de un primer episodio, reduce de forma sustancial las frecuentes recidivas de esta infección en la cirrosis hepática, otra vía es alcanzar el pulmón desde la faringe, mediante microaspiraciones de secreciones. En los últimos años, Echerichia Coli está considerada como la causa más frecuente de gastroenteritis bacteriana asociada con los viajes a países de riesgo (diarrea del viajero). 13, 18, 19 Es el agente causal más frecuente de las infecciones desarrolladas durante la estancia hospitalaria de los enfermos. La forma habitual de contagio es la fecal, aunque en infecciones hospitalarias puede existir una transmisión a través de los fómites. Los portadores sintomáticos o asintomáticos, madres y personal de las guarderías, son los que transmiten la enfermedad en la mayoría de los casos de diarreas infantiles en estos centros. Las infecciones más frecuentes debidas a Echerichia Coli son las urinarias, que se produce por el paso del microorganismo a la zona periuretral y con posterioridad a la vejiga a través de la uretra, aunque son muchos los síndromes clínicos que pueden estar causados por ella. La Echerichia Coli es una de las etiologías más frecuentes de las infecciones de la vía biliar, ocasionando episodios de colecistitis, colangitis o incluso abscesos hepáticos múltiples por colonización ascendente. La existencia de litiasis en el árbol biliar o las manipulaciones previas del mismo, por endoscopia o cirugía, son los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de las infecciones a dicho nivel. Puede producir abscesos en cualquier localización. No son infrecuentes a nivel del tejido celular subcutáneo secundarios a la infección de las heridas operatorias, a isquemia arterial de las extremidades inferiores o a lesiones repetidas por inyecciones subcutáneas. Así mismo ocasiona de forma excepcional un gran número de infecciones como artritis sépticas, endoftalmitis, tiroiditis supurativa, abscesos cerebrales, endocarditis, osteomielitis, prostatitis, sinusitis y tromboflebitis séptica. 9 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. Absceso hepático por Echerichia Coli Absceso renal por Echerichia Coli Neumonía por Echerichia Coli Las neumonías son, en general, de adquisición nosocomial aunque también pueden afectar a pacientes diabéticos, alcohólicos o bronquíticos crónicos a nivel comunitario, las primeras a la que hacíamos referencia son consideradas como oportunistas y se observan sobre todo en pacientes debilitados o inmunodeprimidos, a menudo durante su estancia en el hospital, son frecuentemente bacteriémicas y acarrea una elevada mortalidad, se producen como consecuencia de microaspiraciones de secreciones faríngeas que están colonizadas por este microorganismo, con un cuadro clínico-radiológico que se corresponde por lo general con una bronconeumonía de lóbulos inferiores y que ocasionalmente se complica con empiema. La mortalidad puede superar el 50% debido a la gravedad de las enfermedades de base de los pacientes afectados.13, 18, 19 La Echerichia Coli es uno de los microorganismos más frecuentes de bacteriemia, siendo sus focos primarios el material protésico, en forma de catéteres endovenosos o tubos endotraqueales, o los tractos urogenital, gastrointestinal o respiratorio, Los pacientes granulocitopénicos graves por quimioterapia, los sometidos a ventilación mecánica en las unidades de 10 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. vigilancia intensiva y, en menor grado, los cirróticos tienen un riesgo elevado de presentar bacteriemias primarias por Echerichia Coli y otras bacterias entéricas de origen en el tracto gastrointestinal sin evidencia de infección a dicho nivel, por un mecanismo denominado de translocación bacteriana. La utilización de pautas de descontaminación selectiva con antibióticos orales no absorbibles se ha encaminado a reducir estas bacteriemias nosocomiales, aunque su uso no es generalizado y su eficacia no está absolutamente demostrada. En comparación con la frecuencia con la que se observa bacteriemia por este microorganismo, la endocarditis por Echerichia Coli es muy rara, lo cual es debido a la baja capacidad de adherencia a las válvulas cardiacas. 10, 14, 18, 19 El tratamiento antibiótico de las infecciones por Echerichia Coli depende de su localización, de su gravedad y de los resultados de las pruebas de sensibilidad de la cepa aislada, si los mismos están disponibles. En la diarrea infecciosa la rehidratación y el aporte de electrolitos es la terapéutica de elección. Los antibióticos, fundamentalmente las quinolonas, se reservan para los casos de duración prolongada de la sintomatología o para aquellos pacientes con cuadros graves de la enfermedad. En cuanto a la gastroenteritis por este germen casi nunca precisa de tratamiento antibiótico y en general sólo es necesaria una adecuada hidratación; en las infecciones urinarias bajas no complicadas pueden usarse diferentes antibióticos por vía oral (cefalosporinas de primera o segunda generación, amoxicilina-ácido clavulánico, cotrimoxazol, quinolonas) durante cinco a siete días pero en las infecciones urinarias complicadas y pielonefritis, especialmente si cursan con bacteriemia, es preciso utilizar antibióticos parenterales. Como la gran mayoría de las cepas de Echerichia Coli son actualmente resistentes a la ampicilina es necesario el uso de aminoglucósidos o cefalosporinas de segunda o tercera generación ya que la resistencia cada vez mayor a quinolonas puede dificultar en el futuro empleo de estos fármacos. Los aminoglucósidos, como gentamicina o tobramicina, debido a su posible toxicidad se reservan para la terapia de infecciones en pacientes neutropénicos o en casos de neumonías graves, siempre en asociación con un betalactámico. La mayor eficacia de esta combinación, frente a la monoterapia con un betalactámico, no ha sido demostrada. 10, 14, 18, 19 Infecciones producidas por Klebsiella: 11 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. El género Klebsiella está formado por un grupo de bacterias con dos especies que producen enfermedades en el hombre la pneumoniae y la oxytoca las cuales colonizan el tracto gastrointestinal del hombre y son responsables de infecciones de las vías urinarias, respiratorias y síndrome de sepsis. La mayoría de estas infecciones son nosocomiales y generalmente se observan en pacientes debilitados por enfermedades crónicas. La transmisión de paciente a paciente por medio del contacto con el personal sanitario es el principal mecanismo de diseminación de estas epidemias. Los factores de virulencia de Klebsiella son la cápsula, presente en todas sus especies, que es capaz de evitar la fagocitosis y la migración de los leucocitos al área de la infección y la endotoxina propia de las bacterias gram negativas y se diferencia de Enterobacter y de Serratia por ser inmóviles. La neumonía lobar es una manifestación clínica típica de la infección por Klebsiella Pneumoniae, se observa con más frecuencia en personas con alteraciones de los mecanismos defensivos respiratorios como alcohólicos, diabéticos o bronquíticos crónicos, más frecuente en varones mayores de 40 años y el mecanismo patogénico es la microaspiración de contenido faríngeo colonizado por el germen. La enfermedad es de inicio agudo y muy grave con fiebre, escalofríos, grave afectación del estado general, tos productiva y dolor en punta de costado. El esputo, pegajoso y difícil de expectorar, puede ser marrón oscuro o sanguinolento. A nivel pulmonar se produce una necrosis tisular responsable de la expectoración característica, pudiendo evolucionar a la cavitación, a la formación de abscesos y al desarrollo de empiema y adherencias pleurales. En ocasiones, las secreciones son tan espesas que obstruyen los bronquios y producen atelectasias. Afecta predominantemente al lóbulo superior derecho. En la radiografía de tórax se observa una condensación lobar con aumento del volumen del parénquima pulmonar afectado y abombamiento de la cisura. La mortalidad en esta afección puede ser elevada. 20 12 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. Neumonía de LSD por Klebsiella Pneumoniae. La Klebsiella Pneumoniae puede ocasionar hasta un 10% de las infecciones urinarias, fundamentalmente en pacientes con obstrucción de las vías urinarias, diabético o con antecedentes de antibioterapia previa no activa frente a este microorganismo. Es además el segundo agente causante de bacteriemia nosocomial dentro de los bacilos gram negativos después de Echerichia Coli. Los focos de origen más comunes son el tracto urinario, las vías respiratorias inferiores, el tracto biliar, las infecciones de las heridas operatorias y los catéteres intravasculares.21, 22 Es un microorganismo que se aísla a menudo en infecciones de heridas quirúrgicas, infecciones de vías biliares, peritonitis, infecciones otorrinolaringológicas, meningitis relacionadas con sistemas de derivación neuroquirúrgicas, abscesos intraabdominales, entre otras. El tratamiento actual de las infecciones debidas a Klebsiella es problemático ya que estas especies cada vez son más resistentes a muchos de los antibióticos usados de forma más habitual. Aunque un gran número de cepas continúan siendo sensibles a los aminoglucósidos, la aparición de cepas de Klebsiella productoras de betalactamasas de espectro ampliado ha hecho que cada vez sea más corriente el desarrollo de resistencias de esta bacteria, no sólo a las cefalosporinas de primera y segunda generación, sino incluso a cefalosporinas de tercera generación. Un buen número de cepas son capaces también de mostrar resistencia a quinolonas. Las combinaciones de betalactámicos (amoxicilina, piperazilina) con inhibidores de betalactamasas (ácido clavulánico, tazobactam) conservan en general su actividad frente a la mayoría de las cepas de Klebsiella, al igual que los carbapenems. 10 Infecciones producidas por Enterobacter: En el género Enterobacter se incluyen 5 especies causantes de infecciones en humanos, denominadas Enterobacter aerogenes, Enterobacter Cloacae, 13 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. Enterobacter Agglomerans (anteriormente denominada Erwinia Agglomerans), Enterobacter Gergoviae y Enterobacter Sakazakii. Se encuentran de forma primaria como colonizantes en pacientes hospitalizados, en especial si previamente han estado tratados con antibióticos. Otros factores de riesgo para su adquisición son los procedimientos invasivos diagnósticos o terapéuticos y la utilización de catéteres. Por lo tanto, se consideran patógenos oportunistas que raramente causan infecciones primarias en el hombre. Aunque pueden producir infecciones de diversas localizaciones de forma aislada, son frecuentes los brotes epidémicos nosocomiales, siendo la propagación de estos a través de las manos del personal del hospital o de la administración de fluidos intravenosos contaminados. 14, 18, 19 Las infecciones más comunes son las infecciones de heridas quirúrgicas, las del tracto respiratorio, las urinarias y las bacteriemias relacionadas con los catéteres intravenosos. Se han descrito casos esporádicos de endocarditis en pacientes con prótesis valvulares y de meningitis secundarias a procedimientos neuroquirúrgicos. No son excepcionales las infecciones de las quemaduras extensas. Los pacientes diabéticos o aquellos con granulocitopenia son muy susceptibles para presentar infecciones por este germen. Recientemente ha surgido un incremento en la resistencia de las diferentes cepas de Enterobacter, sobre todo a los antibióticos betalactámicos, debida a la activación de una betalactamasa cromosómica que inactiva incluso cefalosporinas de tercera generación, lo que obliga al uso de carbapenemes en muchos casos de infección por estos microorganismos. Por lo tanto, en las infecciones por estos microorganismos es imprescindible el estudio de la sensibilidad antimicrobiana para seleccionar el fármaco más adecuado. La asociación de un betalactámico más un aminoglucósido pudiera ser el tratamiento de elección de las infecciones más graves. Las fluorquinolonas o el cotrimoxazol pueden constituir alternativas terapéuticas para cepas sensibles a estos antibióticos. 12, 23, 24 Infecciones producidas por Serratia: Existen un gran número de especies en este género, aunque la gran mayoría de las infecciones en el hombre están causadas por Serratia Marcescens y de forma infrecuente se diagnostican infecciones por Serratia Liquifaciens, Serratia Rubidaea y Serratia Odorífera. 14 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. La Serratia, a diferencia de la mayor parte de las Enterobacterias que colonizan el tracto gastrointestinal, es un comensal de los tractos respiratorios y urinario de pacientes adultos hospitalizados mientras que en neonatos coloniza de forma habitual el tracto digestivo, no es un patógeno primario por lo que se comporta como un microorganismo oportunista que produce infecciones de adquisición intrahospitalaria en forma de bacteriemias, neumonías e infecciones urinarias, de la herida operatoria o cutáneas. La transmisión cruzada entre pacientes está ocasionada por el contacto de las manos del personal sanitario. La instrumentación respiratoria, vascular o urinaria es el principal factor de riesgo de las infecciones por Serratia. Neumonía por Serratia. De igual manera que con Enterobacter, se han descrito brotes epidémicos de infecciones bacteriémicas relacionadas con el uso de soluciones intravenosas contaminadas o la contaminación de otras soluciones, como los líquidos de limpieza de instrumentación médica. En los usuarios de drogas por vía parenteral se producen endocarditis y osteomielitis y se han observado casos de artritis séptica en pacientes con antecedentes de inyecciones intraarticulares con finalidad diagnóstica o terapéutica. Las especies de Serratia desarrollan con facilidad resistencia frente a numerosos antibióticos, por lo que pueden llegar a constituir un grave problema terapéutico en algunos hospitales. En general las cefalosporinas de tercera generación y los aminoglucósidos, especialmente la amikacina, son activos frente a esta bacteria y la asociación de una cefalosporina de tercera o cuarta generación más un aminoglucósido parece ser la terapéutica de elección en la 15 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. mayoría de pacientes. Las nuevas quinolonas fluoradas tienen una buena actividad frente a Serratia y constituyen una terapia alternativa. 25, 26 Infecciones producidas por Citrobacter El género Citrobacter tiene tres especies, C. amalonaticus, C. diversus y C. freundii y producen casi de forma exclusiva infecciones hospitalarias. Las neumonías y las infecciones del tracto urinario son las localizaciones más frecuentes aunque en neonatos se han relacionado con meningitis y abscesos cerebrales. Se han descrito casos de endocarditis y bacteriemia nosocomiales en pacientes con importantes enfermedades de base o en el postoperatorio inmediato. La resistencia a diversos antibióticos es habitual en las especies de Citrobacter, por lo que es usual que la elección del tratamiento se base en los estudios de sensibilidad antimicrobiana. 27, 28 CONCLUSIONES: El tratamiento empírico de la bacteriemia por bacilos gram negativos dependerá: a) de la puerta de entrada, lo que a veces permite sospechar cuál es el agente causal, b) de la flora gramnegativa que más abunda en cada hospital, y c) del porcentaje de resistencia de las enterobacterias a los antibióticos en cada hospital. La verdadera prevalencia de Betalactamasas de Espectro Extendido es desconocida y probablemente esté subestimada por las dificultades de su detección en el laboratorio pero si queda claro que los microorganismos productores de BLEE están distribuidos mundialmente. Se cita por ejemplo que en Europa, después de la descripción inicial en 1983, la proliferación de BLEE ha sido notable y su prevalencia en Holanda es alrededor del 1% de las cepas de Echerichia Coli y Klebsiella Pneumoniae, mientras que en Italia y Francia se observó resistencia a ceftazidima en el 40% de las cepas de Klebsiella Pneumoniae, en Norteamérica, ascendió hasta el 25% de las Enterobacterias y en Latinoamérica hasta índices de 45% para Klebsiella Pneumoniae y 8.5% para Echerichia Coli. Por tanto, su control constituye un desafío.29 Existen diferentes antimicrobianos con actividad frente a las enterobacterias, entre los que se encuentran los betalactámicos (penicilinas, cefalosporinas, 16 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. carbapenemes o monobactámicos), las sulfamidas, las quinolonas y los aminoglucósidos.28 Las penicilinas sintéticas de amplio espectro, ampicilina o amoxicilina, son fármacos de poco coste y con actividad bactericida pero las tasas de resistencia pueden superar el 30% al 50% en las enterobacterias por tanto la asociación de estos antimicrobianos con inhibidores de las betalactamasas (ácido clavulánico o sulbactam) permite recuperar la sensibilidad en gran parte de las enterobacterias. La asociación de una cefalosporina de tercera generación, como cefotaxima o ceftriaxona, y un aminoglucósido permite no sólo ampliar el espectro antimicrobiano, sino alcanzar un efecto sinérgico y aumentar la acción bactericida, aunque es posible que el tratamiento con un solo antibiótico (carbapenem, amoxicilina- clavulánico, piperacilina-tazobactam) resulte también eficaz. 30 En sentido general, las cefalosporinas, agrupadas en generaciones según su actividad intrínseca frente a las bacterias gram negativas, son antibióticos bactericidas frente a las Enterobacterias. Las de primera y segunda generación son de utilidad para el tratamiento de infecciones comunitarias no complicadas producidas por Echerichia Coli, especies de Klebsiella y Proteus Mirabilis. Las cefalosporinas de tercera o cuarta generación son muy activas frente a la mayoría de enterobacterias, incluidas las especies hospitalarias oportunistas que pueden ser resistentes a otros antimicrobianos, por lo que constituyen el tratamiento de elección de infecciones nosocomiales o de procesos de adquisición en la comunidad con graves complicaciones. Su penetración en el líquido cefalorraquídeo es adecuada para ser utilizadas en la terapéutica de las meningitis. Las cefamicinas (cefoxitina, cefotetan) son estructuralmente más estables que otras cefalosporinas a la hidrólisis por BLEE y muchas enterobacterias permanecen susceptibles in vitro. 30, 31, 32 Actualmente, los carbapenemicos son las drogas preferidas para el tratamiento de este tipo de infecciones, al igual que los los monobactámicos son muy activos frente a las enterobacterias y se utilizan en general para el tratamiento de infecciones hospitalarias graves. Su uso está avalado por su resistencia a la hidrólisis por las BLEE, su excelente actividad in vitro y la eficacia clínica. Sin embargo, el aumento en su utilización, se asoció con la emergencia de especies resistentes a los carbapenémicos, además de su elevado coste y la 17 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. Zuleica del Carmen Galí Navarro. posibilidad de desarrollar superinfecciones por organismos resistentes condiciona que en la mayoría de los hospitales sean considerados dentro de la categoría de antibióticos de uso restringido. 13, 16, 17 Además, los plásmidos que codifican esta resistencia portan genes de resistencia a otros antibióticos, como cotrimoxazol, aminoglucósidos y tetraciclinas y el fenómeno de la resistencia cruzada es muy frecuente. Las fluoroquinolonas han sido consideradas como alternativas atractivas, debido a que al no ser agentes ß-lactámicos no son afectadas por las BLEE, pero desafortunadamente, se documentó un incremento en la resistencia de los microorganismos productores de BLEE a estos antibacterianos mediante plásmidos o mutaciones. Algo similar parece ocurrir con los aminoglucósidos, con aparición de resistencia por medio de plásmidos. 29 Entre las medidas de prevención de los brotes han resultado eficaces: la reducción y el uso adecuado de antibióticos en el marco hospitalario, así como la reducción en su administración «profiláctica», la restricción del uso de cefalosporinas de tercera generación, la aplicación de medidas de barrera (aislamiento cutáneo) ante la detección de una colonización o infección, y la educación continua del personal sanitario en materia preventiva. Conviene insistir hasta la saciedad en la trascendencia del adecuado lavado de las manos así como el uso de determinados desinfectantes. La descontaminación intestinal es una medida cuestionada, ya que puede seleccionar otros microorganismos multirresistentes. 12, 33, 34, 35, 36 BIBLIOGRAFIA: 1. Cue B.M, Morejon S.M: Antibacterianos de acción sistémica Rev. Cub. Med. General Integral 14(4) 1998 347-67 2. Galí Navarro ZC: Epidemiología de la sepsis por microorganismos en la terapia intensiva de cirugía cardiovascular del Hospital “Hermanos Ameijeiras”de mayo 2006 a mayo 2007.tesis presentada en opción al título de master en enfermedades infecciosas. 3. Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene. Estudio de Prevalencia de las Infecciones Nosocomiales en España, 2006. 4. Álvarez-Lerma F, Palomar M, Olaechea P, Otal JJ, Insausti J, Cerdá E, Grupo de Estudio de Vigilancia de Infección Nosocomial en UCI. National Study of 18 Enterobacterias. Antibioticoterapia. Dra. 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