RESUMEN DE LA CONFERENCIA SOBRE ALIMENTACION COMPLEMENTARIA Los terminos de alimentación complementaria y destete, se incluyen en un proceso que se inicia cuando el lactante recibe otro alimento que no es la leche materna o una fórmula láctea. Se caracteriza por el aporte de complementos sólidos o semisólidos dados diariamente de una forma regular y en cantidades significativas. Termina cuando el niño recibe una alimentación muy parecida a la del resto de la familia.Se utilizan varios sinónimos, como” beikost”, del término alemán que significa al lado, o bien en francés “les a cotés” . Se aconseja empezar con la alimentación complementaria entre los 4 a 6 meses; a los 6 meses también se puede dar ya la leche de continuación, que no suele ser tan sofisticada como la de inicio, y con un contenido superior en calcio, fósforo, hierro y proteínas. La alimentación complementaria , según el Comité de Nutrición de ESPGHAN (European Society for Paediatric Gastroenterology, Hepatology and NUtrition) está justificada porque a partir de los 4 a 6 meses, el lactante es incapaz de cubrir todas sus necesidades con el aporte lácteo, igualmente este comité recomienda no dar sacarosa por debajo de los 6 meses, no descender nunca por debajo de 500 ml de leche el aporte diario y n o dar gluten por debajo de los 6 meses; esta última recomendación deberá ser revisada ya que según estudios recientes, la administración de gluten entre los 4 a 6 meses, si el bebé recibe lactancia materna, protege de la posibilidad de desarrollar una celiaquía en edades posteriores de su vida. Una pauta que tiene en cuenta las recomendaciones de ESPGHAN es la expuesta en la Tabla I. Se acostumbra iniciar el beikost entre los 4 a 6 meses, con la adición de papilla instantánea sin gluten (papilla sg, en la tabla); a partir de los 6 meses, ya se podrán dar papillas con gluten (papillas cg, en la tabla), al mismo tiempo que se pasa a una leche de continuación. Posteriormente a las 16h se inicia fruta y en último lugar a las 12h del mediodía, se puede dar una papilla de verduras, patata y carne de ave o bien de ternera, entre 40 a 60 gr según la edad en meses. No hay ninguna razón dietética probada para iniciar el beikost con uno u otro de los alimentos citados. Sobre los 9- 10 meses se puede dar pescado, de inicio el blanco, por su menor contenido en grasas, y sobre los 11 meses, si no existe niguna alergia alimentaria, se podrá dar huevo, primero bien hervido, no pasando de los dos a tres a la semana. Será conveniente no poner sal en los alimentos, antes del primer año de vida. A partir de los 12 meses , se pueden iniciar las legumbres y el niño podrá comer de todo; según una frase clásica de los dietistas franceses, al año, el niño puede sentarse en la mesa junto a los adultos y comer como ellos. En las autonomías de la España húmeda, es conveniente administrar Vitamina D , unos 400 UI diarias durante el primer año de vida y posteriormente durante el invierno, para cubrir posibles déficits de insolación en los meses invernales. RAZONES QUE JUSTIFICAN ALGUNOS DE ESTOS CONSEJOS: 1.- Se recomienda no dar azúcar antes del año para no acostumbrar al bebé a los sabores dulces, que podrán condicionar una tendencia a la obesidad en el futuro. Además la sacarosa condiciona la aparición de caries; se ha demostrado que antes se inicia el consumo de sacarosa, antes se coloniza la boca por Streptococcus mutans, causante de las caries; igualmente la sacarosa tiende a formar capas de levanos que cubren el esmalte, y crean una zona sin oxígeno entre el esmalte y la capa de levano, que propicia aún más la proliferación de los Streptococcus mutans. Se ha demostrado que el niño que consume menos de 20 gr de sacarosa al día nunca desarrolla caries. 2. La administración de pescado blanco antes que el azul, viene dada por la mayor cantidad de grasa de este último, que podría favorecer el reflujo gastroesofágico y la tendencia al vómito que presentan muchos lactantes. También últimamente hemos de tener en cuenta la gran contaminación por metales pesados de muchos de los pescados azules del consumo. 3.- La recomendación de no dar más que dos a tres huevos a la semana, viene dada por la recomendación del Comité de Nutrición de ESPGHAN de no pasar de 300 mg de colesterol al día; el huevo de gallina contiene 270 mg. Por ello es conveniente no dar más de dos a tres a la semana para seguir por debajo del límite de colesterol a administrar recomendado, teniendo en cuenta el aporte de colesterol del resto de la dieta. 4.- El aporte de leche, en el caso de la alimentación que nos ocupa leche de continuación, se recomienda que no descienda de 500 ml al día durante la infancia, por el aporte de proteínas de buena calidad que significa, con los 10 aminoácidos esenciales (factor fundamental para decir que una proteína es de buena calidad) y el equilibrio entre proteínas, grasas e hidratos de carbono; la lactosa azúcar prioritario en la leche, facilita la absorción de calcio, es decir aumenta la biodisponibilidad del calcio; se absorbe más cantidad de este mineral en 100 ml de leche, que si se administra el doble de calcio en agua. Un aporte de calcio correcto en la infancia asegura la formación de una adecuada masa ósea, habida cuenta de que a partir de los 25 años, no aumenta más la masa ósea, y entre los 45 a 50 se inicia la pérdida, que viene a ser de un 8% por década en los varones y hasta un 12% por década en las hembras. Por ello cuanta más masa ósea tengan a los 25 años, más retraso en la aparición de osteopenia u osteoporosis, experimentarán en el futuro. 5.- El inicio de verduras entre los 4 a 6 meses, viene dada por la necesidad del aporte de fibras, también incrementado por la administración de frutas. Podemos definir la fibra como el componente dietético hidrocarbonado o no, más o menos fermentescible, que llega sin digerir al colon donde es fermentado por las bacterias del colon, produciendo ácidos grasos de cadena corta, como propionatos acetatos y butiratos que son considerados como el mejor “fuel” del colonocito. Además las fibras contribuyen a la formación de un bolo fecal más blando permitiendo una defecación más cómoda. 6.- Otra de las recomendaciones para iniciar el beikost a partir de los 4 a 6 meses, es para prevenir la deficiencia del aporte de hierro; las verduras y también las legumbres pueden contener hierro en mayor o menor cantidad pero es de poca biodisponibilidad; el hierro que es mejor absorbido es el de la mioglobina del pescado o de la carne; en caso de lactancia materna exclusiva a partir del 5º mes de vida se ha de administrar hierro por vía oral, ya que, aunque de gran biodisponibilidad el hierro de la leche materna, su contenido no llega a cubrir por sí solo las necesidades del lactante. Ramón Tormo Miembro de ESPGHAN Miembro de la New York Academy of Sciences