2012, ¿un año especial? Artículo de Claudia C. Pérez Ferrer, Astrónoma Aficionada Argentina y perteneciente a la Liga Iberoamericana De Astronomía (LIADA), donde explica de manera sencilla la falacia tras la tan sonada catástrofe mundial del año 2012. ——El 2012, parece ser un año “especial” a juzgar por la gran cantidad de eventos (muchos catastróficos…) que de acuerdo a los corrillos de internet, sucederán durante diciembre, específicamente el 21(jugando con los números: 21-12-2012 ó 12-21-2012 de acuerdo al país) El mayor inconveniente que encuentran tales predicciones es la ciencia. La Astronomía, para mayores precisiones, ya que todo está relacionado con eventos “llegados del cielo y el Universo” o asociados a él. La Astronomía, esta antigua ciencia, desmiente como tal, dichas afirmaciones. Debemos, antes que nada, decir que sobre este tema existen, páginas de internet que afirman tener “toda la verdad” y los “detalles”. Además de las “evidencias” de una larga lista de “predicciones” realizadas a lo largo de la historia, que según ellos, apuntan todas al 2012 como fecha del “fin del mundo”. Para reforzar todo esto, enumeran o muestran a los famosos que supuestamente adhieren a… no se sabe bien qué. Con una recorrida que va desde Nostradamus al Calendario Maya, pasando por leyendas de diversas culturas de todos los tiempos, pretenden convencernos que será mejor no planear nada para más allá del 2012. Nueva “cosmovisión”; “renacer de la humanidad”; “pasar a un nuevo plano” o “dejar absolutamente todo lo material (incluido el cuerpo) para entrar en una etapa de espiritualidad”, son algunas de las seductoras definiciones que se presentan, despertando los ansiados sentimientos de esperanzada espiritual, paz, bondad y hermandad que la humanidad anhela. Claro que para alcanzarla, de acuerdo a sus seguidores, primero deberemos soportar, por ejemplo, un terrible golpe cósmico causado por un asteroide (por suerte, absolutamente ningún asteroide, tiene ruta de colisión asegurada con la Tierra. Las matemáticas no mienten.) Para nada científico ni creíble, es hablar de que el “misterioso planeta X” o “Nibiru” llegue corriendo a todo vapor desde los más recónditos lugares del Sistema Solar a jugar carambolas con la Tierra. Por más rápido que viajase, el espacio es tan, pero tan grande que ya tendría que haber comenzado su loca carrera para alcanzar la Tierra en el 2012, y en ese caso ¡Ya se hubiese descubierto! Matemáticamente, no hay evidencias de la existencia de ningún planeta gigante más allá de Neptuno. Ya sabemos que por allí, habitan los planetas enanos, algunos núcleos cometarios y los pequeños y helados integrantes del Cinturón de Kuiper, algo semejante al Cinturón de Asteroides, pero de cuerpos con mucho hielo. Otra de las posibilidades mencionadas, sería una “alineación de los planetas” o “alineación con el centro de la Galaxia”. Lamentablemente, no habrá ninguna “alineación” de los planetas para esa fecha, ni física ni visual. En cuanto a alinearse el Sol con el centro de la Vía Láctea y la Tierra tironeada en medio. Debemos decir que, en realidad, se encuentren “alineados” Sol-Tierra y la dirección hacia la que se encuentra el centro de la Galaxia todos los años, durante la segunda mitad del mes de junio y ¡Aquí estamos! No sucede nada destacable. Ni bueno, ni malo. Por estos días, salga a la medianoche, levante la cabeza y mire al cielo: estará mirando directamente en dirección al centro de La Vía Láctea y piense que exactamente a sus espaldas (del otro lado del mundo) se encuentra el Sol ¡Y usted está en medio parado sobre la Tierra! Tranquilo, de seguro que no sentirá ningún tirón gravitatorio o cosa semejante, solo maravilla de comprender la belleza y grandiosidad del Universo. La Tierra se alinea con el Sol y el Centro de la Galaxia comúnmente. Claro que también asociado con las predicciones del Calendario Maya, muchos hablan del popular cúmulo abierto de La Pléyades como “el centro del universo”, “puerta cósmicas” y cosas así, pero, las personas que tienen tan solo una leve idea de astronomía, saben que Las Pléyades, aunque muy bonitas, fácilmente visibles y conocidas por toda la humanidad con los más diversos nombres, no son “el centro” de absolutamente nada. Solamente un grupo más, de entre los 300 mil millones de estrellas que conforman la Vía Láctea. Para el Calendario Maya, el 2012 es “el final de un ciclo”, por eso hablan del “renacer de la humanidad”. Sabido es, que los mayas se basaban en los movimientos del planeta Venus (lo que popularmente llamamos el “Lucero”) para elaborar dicho calendario. Quizás, sería más realista concluir, que simplemente, no continuaron proyectando sus cálculos y dieron por “finalizado un ciclo”. Para la época, fue algo muy trascendente al pensar varios cientos (o miles) de años a futuro. Solo resta mencionar (…por ahora…) el “Apocalipsis” llegado de la mano de una eyección de masa coronal, o popularmente conocida como “explosión solar”, que según los presagios, (ayudados por una película estrenada hace unos meses) nos dejaría literalmente cocidos como en un gigantesco asado. Pero tampoco encontramos algo sólido allí, basado en evidencias concretas de que tal cosa pudiese pasar. Es más, el Sol se encuentra en el mínimo de actividad solar y se prevé que recién para mayo del 2013 podría llegar al máximo… que sería el más bajo de los últimos años. En lo personal, no suelo inmiscuirme en las creencias de la gente, pero en este caso me veo en la obligación de aclarar tantas cosas científicamente erróneas, por buena o mala fe, y sobre todo, alertar. Algunas veces estas cosas pueden terminar en tragedias, como la ocurrida hace años en EEUU, cuando una secta convencida de que un simple y bello cometa era “su nave espacial-espiritual” que los llevaría a un “lugar mejor, sin nada material” se suicidaron en masa para que sus almas pudieran alcanzar esa “nave”…Quizás, sea mejor, aprovechar este Año Internacional de la Astronomía, para acercarnos a ella, aprender y descubrir las maravillas del universo y, de paso, estar preparados para cuando nos presenten “predicciones” como estas. Cometa Hale-Bopp. La Secta "Puertas del Cielo" aseguraban que oculta en su cola, venia una nave espacial.