Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized Public Disclosure Authorized Analytics Mediciones, análisis y conocimientos. número 18 54258 Volumen 3, Boletín mensual Marzo de 2010 ¿Cómo ascender en la cadena de valor? Últimamente, escuchamos con mucha frecuencia la frase “ascender en la cadena de valor”; una expresión que suena tan bien a los ejecutivos y la comunidad empresarial resulta difícil de ignorar. Un problema usual con esta frase es que no estamos todos de acuerdo respecto de su significado. Como no queremos parecer ignorantes, hacemos lo que haría cualquier ser humano y retrocedemos, pero quizá no nos demos cuenta de que las medidas tácticas no nos ayudarán a escapar de la delgada capa de hielo en la que estamos parados. Las empresas a menudo se encuentran en la misma posición, y no siempre les resulta posible comunicarse eficazmente con nosotros para tratar cuestiones relacionadas con la tecnología. Ellos tampoco quieren que se los vea como si no supieran hablar otro idioma. De modo tal que se produce una gran desconexión, con expectativas no manifestadas y entendimientos parciales que, en algún momento, darán lugar a acusaciones. Exploremos el tema para comprender qué significa ascender en la cadena de valor. Hablar con las empresas acerca del valor conduce al tema de las capacidades Las capacidades empresariales describen lo que una empresa hace para crear o brindar valor a sus clientes. Por ejemplo, un banco puede definir sus capacidades empresariales primordiales como “prestar dinero” o “participar en los mercados de capitales”, puesto que estos términos describen las conductas externas, observables y mensurables propias de su actividad. También podría considerarse que la capacidad empresarial es una función que desempeña una organización para crear valor para sus clientes. En una organización dedicada a los recursos humanos, por ejemplo, “contratar personal” y “manejar el desempeño de los empleados” son capacidades empresariales con las que se brinda valor a los clientes y los empleados de esta organización. La buena noticia en relación con este tema es que existe un proceso, probado y ejecutado por un número creciente de personas que tienen la capacidad de trabajar en este entorno. Tienen la habilidad necesaria para combinar el vocabulario empresarial con el de la tecnología de la información y aplicarlo para generar una visión compartida de las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas. Fragmentan y ajustan su visión para adecuarlas a las partes interesadas, los patrocinadores, los encargados de la ejecución y los participantes. Estudian las personas, los procesos, la información y la tecnología, y sobre esa base confeccionan un mapa de las capacidades y analizan esta nueva perspectiva. ¿Qué valor tienen los mapas de las capacidades empresariales y los respectivos análisis? La confección de mapas de capacidades empresariales es el proceso por el cual se arma un modelo de lo que una empresa u organización hace para lograr sus objetivos. El proceso comienza con la definición de las capacidades empresariales de principio a fin para toda la cadena de valor de la organización (Porter, Michael, Competitive Advantage: Creating and Sustaining Superior Performance [Ventaja competitiva: Cómo generar y sostener un desempeño superior], The Free Press, 1985). De este modo, se obtiene una visión completa de los servicios que se necesitan para cumplir los objetivos de la empresa, independientemente de los límites funcionales u organizativos. Los mapas de las capacidades empresariales generan una visión o comprensión más holística de la organización y ponen de relieve el espectro completo de los servicios que se necesitan para crear y suministrar valor pleno para el cliente. Con este método, se habla a los propietarios de las empresas en su mismo idioma, no en el de los especialistas en tecnología, y se prepara el terreno para detectar las deficiencias del conjunto actual de capacidades. La mala noticia, por otro lado, es que no todo el mundo puede ni debe intentar hacer esto por su cuenta. El ambiente que se genera entre clientes con objetivos muy elevados (no siempre estratégicos) y las personas que desarrollan las soluciones técnicas (no siempre tácticas) es sumamente frágil. Hablamos idiomas distintos. Los procesos automatizados que traducen este intercambio no están lo suficientemente maduros como para abordar esta desconexión y la complejidad del idioma empresarial. La capacidad para crear un ambiente centrado no se establece con facilidad, menos aún cuando las partes interesadas, los encargados de la ejecución y los arquitectos empresariales son las mismas personas. Impreso en papel 100% reciclado ¿Dónde estamos y dónde queremos ir? Según se indica en Enterprise Architecture as Strategy (La arquitectura empresarial como estrategia) (Ross, Weill y Robertson, 2006), una organización puede evaluar y determinar dónde está ubicada en términos de “madurez”. Un modelo de cinco niveles describe la madurez de las empresas sobre la base de seis componentes. La arquitectura empresarial generalmente encuentra el punto óptimo… Por ejemplo, el nivel más bajo de madurez corresponde a empresas aisladas (“silos”), y los seis indicadores describen esta categoría del siguiente modo: La arquitectura empresarial organiza las responsabilidades en torno a las actividades más importantes o distribuye las actividades en diversos dominios. Estos dominios empresariales (por ejemplo, préstamos y asesoría, en el contexto del Banco) pueden analizarse como áreas de responsabilidad. Con la arquitectura empresarial, se provee una definición básica de cómo se abordan los procesos en estos dominios y qué dominio es responsable de funciones específicas. Se responden aquí las preguntas acerca del problema a resolver, las metas y los objetivos y el acuerdo sobre cómo medir el éxito. Se logra un entendimiento sobre lo que se hace en la actualidad, qué actividades son primordiales y cuáles no, y cómo debe analizarse el desempeño. De este modo, se obtiene un panorama completo del dominio problemático. Se llama entonces a los actores adecuados del ámbito de la tecnología para determinar qué componentes tecnológicos se necesitan. El vínculo entre la empresa y el sector de tecnología de la información, entre estrategia y operaciones, se establece en enfoques de alineamiento estratégico (Henderson & Vankatraman, 1993). Se han realizado más estudios en este ámbito que, con frecuencia creciente, son de gran escala: se ha pasado de los estudios de casos a las encuestas más abarcadoras. Además del vínculo con el alineamiento estratégico, se establece también un nexo con la bibliografía referida a los modelos empresariales. ¿En qué se diferencian las capacidades de los procesos empresariales? Un proceso empresarial describe cómo se hace algo para brindar valor a los clientes o cómo se conectan las distintas capacidades para generar un resultado deseado. Describe los pasos, el personal, los insumos, los resultados y los recursos tecnológicos necesarios para realizar una tarea. En el ejemplo del banco (“prestar dinero”), el proceso definiría el modo en que se obtienen, desembolsan y controlan los fondos que se traspasan al cliente. Fuentes de los datos (Henderson & Vankatraman, 1993). Enterprise Architecture as Strategy (Ross, Weill and Robertson, 2006) Edición Michael Stumpf Irma Mentzer Agradecimiento especial: M. Debora Ridner Julius Mberiley Wamey Disponible en Internet: ttp://ISG (IT@WB Analytics) Translated by Spanish Translation Team Buenos Aires Hub, Argentina 1.Capacidad en el área de tecnología de la información = Aplicaciones locales 2.Objetivos empresariales = Rendimiento de la inversión de las iniciativas empresariales locales 3.Capacidad de gestión esencial = Gestión del cambio facilitada por la tecnología 4.Las aplicaciones son definidas por los líderes locales de la empresa 5.Principales cuestiones de gobierno = Medir y comunicar el valor 6.Consecuencias estratégicas = Optimización local/funcional En este contexto, ascender en la cadena de valor implica pasar de la empresa aislada a la “tecnología estandarizada”, luego al “núcleo optimizado”, luego a los “módulos en la empresa” y, por último, a un estado de “emprendimiento dinámico”. El nivel más alto de madurez, el de “emprendimiento dinámico”, se define con los seis componentes esenciales del siguiente modo: 1.Capacidad en el área de tecnología de la información = Fusión sin baches con los sistemas de los asociados 2.Objetivos empresariales = Rendimiento de la inversión como iniciativas, emprendimientos de negocios 3.Capacidad de gestión esencial = Creación de componentes empresariales contenidos en sí mismos 4.Las aplicaciones son definidas por el sector de tecnologías de la información, la empresa, los líderes del sector y los asociados 5.Principales cuestiones de gobierno = Gobierno de sociedad en participación 6.Consecuencias estratégicas = Reconfiguración orgánica Movimiento intencional, punto óptimo y madurez de la arquitectura empresarial Emprendimiento dinámico El punto óptimo es el objeto del negocio que, cuando se refina o Módulos en ajusta, genera un acontecimiento la empresa o resultado previsto y deseado. Este movimiento es dirigido, intencional, Núcleo genera un planificado optimizado y medido. movimiento deseable Tecnologías estandarizadas Empresa aislada al punto óptimo Impreso en papel 100% reciclado Un nivel de fuerza bien dirigida