1 ** Importante: Estos apuntes sirven para completar lo explicado en clase y visto en el Manual con el Cuaderno de Síntesis. No suplen al libro, completan. En este documento os paso algunos puntos importantes para responder a la 1ª pregunta del comentario PAU (explicación de los términos) y a la 4ª pregunta, que os ayudará a relacionar a Platón con dos o más autores. Tened en cuenta que la relación ha de establecerse desde la idea principal del texto que comentáis, de ahí que divida las temáticas en la comparativa. ¡Buen estudio! Términos PAU Platón Platón 1. Dialéctica En los primeros diálogos no es sino el método socrático de preguntas y respuestas. Pero a partir de la República experimenta una notable transformación: se convierte en el procedimiento por el que el filósofo accede al “mundo inteligible” y conoce cómo las Ideas se encuentran relacionadas entre sí. En un famoso pasaje de la República llamado “el pasaje de la línea” Platón distingue dos formas generales de conocimiento: la opinión y la ciencia. Esto no es una novedad pues tal distinción se hallaba ya en Parménides. La opinión o doxa es el conocimiento sensible de las cosas de este mundo (el mundo visible) y está sujeta a falsedad y error. La ciencia o episteme sólo se ocupa del mundo de las Ideas (o mundo inteligible) y sus enunciados nos conducen siempre a la verdad. La ciencia se divide en dos grados de conocimiento: son la dianoia y nóesis. Dianoia es la razón discursiva del matemático que se apoya en imágenes visibles, y nóesis es la inteligencia intuitiva propia del dialéctico, que alcanza el verdadero “conocimiento” de las Ideas de forma directa sin el uso de imágenes. La física, nuestro mejor ejemplo 2 de ciencia hoy día, no fue considerada por Platón como verdadera “ciencia”, pues versa sobre objetos sensibles. Al final del libro VI de la República Platón explica con cierto detalle en qué consiste la dialéctica, estableciendo la diferencia entre el modo como proceden el matemático y el dialéctico. Las matemáticas emplean un método discursivo descendente: parten de una hipótesis y deducen conclusiones, ayudándose de imágenes visibles (dibujos de figuras geométricas). En cambio, la dialéctica emplea un método discursivo ascendente: las hipótesis son – y ése es su sentido etimológico: “peldaños” (algo su-puesto, “puesto-debajo”)- aquello en lo que el dialéctico se apoya para “llegar a un principio no hipotético“. Y para ello no recurre en absoluto a imágenes. Parte de una Idea y asciende hasta la Idea suprema. Ello supone que el Mundo de las Ideas se encuentra jerarquizado, y que la Idea suprema es el primer “principio” cuyo conocimiento hace verdaderamente inteligibles las demás Ideas. En la República esta Idea es la Idea del Bien (la cual es, así, “el sol del mundo inteligible“). Finalmente, el dialéctico emprende el camino inverso: desciende desde la Idea suprema encadenando con ella todas las demás Ideas. De este modo, el dialéctico consigue establecer la comunicación y la trabazón entre las Ideas, adquiriendo una “visión sinóptica” del Mundo inteligible. En realidad, Platón no nos dice cómo se llega a conocer las Ideas. Únicamente dice que el alma tiene capacidad para ello, y que se trata únicamente de “aprender a mirar en la buena dirección”. Y que como hay que prepararse para una ascensión, las matemáticas son el “preludio de la melodía que hay que aprender”. En efecto, “dan un fuerte impulso hacia la región superior”, ya que arrancan del mundo del devenir e introducen en la contemplación de objetos inteligibles. Sin embargo, el matemático todavía está atado a las imágenes sensibles. Abandonarlas y penetrar en el mundo de las Ideas, ésa es la tarea del dialéctico, es decir, del filósofo. 2. Idea de Bien Frente al relativismo sofista expresado claramente en el aforismo de Protágoras “el hombre es la medida de todas las cosas”, Platón defiende la existencia de esencias inmateriales y eternas que se corresponden con la Belleza o la Justicia en sí misma. A estas esencias las llamó Ideas. Las ideas están jerarquizadas de modo que la Idea del Bien es la idea suprema. Dependiendo de ella se encuentran las ideas éticas, estéticas, matemáticas y, finalmente, de las cosas. Platón no alcanza a definir la naturaleza del bien en sí. Sin embargo, en la República, afronta el problema recurriendo a una alegoría conocida como la alegoría del Sol. La contemplación, en la dialéctica platónica, es la función espiritual que permite ver en lo múltiple la unidad de la idea. Pero como el camino dialéctico que conduce a la idea del bien, al llegar a su última parte, ya no puede ponerse por escrito, lo sustituye por una analogía con el mundo visible. Lo eternamente bueno, nos dice, revela su esencia en su hijo, el supremo dios visible del cielo, Helios, el Sol. En este mundo visible, el sol es la fuente de luz y, por tanto, la causa de toda visión o conocimiento. En el 3 mundo inteligible la Idea del Bien es la causa del conocimiento y la verdad: sólo nos apartamos de la oscuridad de las opiniones cuando la luz del Bien ilumina nuestro conocimiento. Además, del mismo modo que en el sol en el mundo visible es causa del nacimiento, el desarrollo y la nutrición, en el mundo inteligible el Bien otorga el ser a las demás Ideas. La Idea del Bien es la que debe guiarnos tanto en los asuntos “privados como públicos“. Esto quiere decir que tanto en los asuntos de la moral individual, de la virtud, como de la política la Idea de Bien debe ser nuestra guía. Aquellos que llegan a conocer la idea del bien, mediante la dialéctica, llegarán a ser virtuosos y, por tanto, gobernantes ideales. Platón hace un planteamiento teleológico del mundo (el mundo se ajusta a un diseño adecuado a la Idea del Bien) que contrasta con el mecanicismo y el azar presentes en la cosmovisión de Demócrito. Las interpretaciones acerca de la entidad de la Idea de Bien son diversas: algo semejante a la divinidad (W. Jaeger) lo que convertiría a Platón en el primer teólogo de Occidente, o también la “medida justa” lo cual significaría la aceptación de la influencia pitagórica en la teoría de las Ideas de Platón. La Idea de Bien significaría la armonía que debe reinar en el alma del hombre y en el Estado y tendría connotaciones matemáticas (G. Reale o G. Grube). Así, cuando Sócrates, en el libro VIII de República, se pregunta cómo podría degenerar la república ideal si alguna vez llegase a constituirse de verdad, responde con el famoso discurso de las Musas. Existe un número perfecto que señala la fecha en que los movimientos circulares de los astros son más propicios para la reproducción de la especie humana. Al principio los gobernantes respetarán este número pero lo irán olvidando con el tiempo y “casarán a las doncellas con mancebos en momentos no propicios, y nacerán niños no favorecidos por la naturaleza ni por la fortuna.” (546d) Estos gobernantes menos capacitados empezarán por descuidar a las Musas en la educación y luego a la gimnasia. La educación deficiente impedirá a los guardianes reconocer las diferencias entre las razas y comenzará la mezcla que es el origen del caos social. 3. Mundo inteligible. Según el mito de la caverna, este es el mundo de las Ideas que gozan de las características del Ser de Parménides: cada Idea es única, eterna e inmutable. El alma, antigua habitante del mundo inteligible, puede acceder al conocimiento de las Ideas y alcanzar así la ciencia verdadera. Se opone al mundo sensible que es un mundo aparente, en continuo devenir, como expone Platón en su diálogo Crátilo siguiendo los planteamientos de Heráclito. De este mundo sensible sólo podemos alcanzar a tener opiniones y no verdades absolutas. 4 4. Opinión En un famoso pasaje de la República llamado “el pasaje de la línea” Platón distingue dos formas generales de conocimiento: la opinión y la ciencia. Esto no es una novedad pues tal distinción se hallaba ya en Parménides. La opinión o doxa es el conocimiento sensible de las cosas de este mundo (el mundo visible) y está sujeta a falsedad y error. La ciencia o episteme sólo se ocupa del mundo de las Ideas (o mundo inteligible) y sus enunciados nos conducen siempre a la verdad. Platón distingue dos grados de conocimiento en la opinión: Primero, la conjetura o eikasia que se ocupa de las imágenes del mundo: quizá la literatura, la historia y las bellas artes. Lo que todos deben aprender. Segundo, la creencia o pistis, el estudio de las cosas naturales: la física. 5. Reminiscencia o anámnesis Según Platón, conocer es recordar (anámnesis). Esto supone que el alma tuvo que conocer las Ideas en una existencia anterior “separada” del cuerpo y que dado que las cosas “imitan” a las Ideas, el conocimiento sensible sirve como ocasión para el recuerdo. En el diálogo Menón se plantea la posibilidad del conocimiento como recuerdo. La respuesta de Sócrates es la siguiente: En primer lugar, hace una deducción la doctrina de la reminiscencia a partir de la creencia mítica en la preexistencia y transmigración del alma. En segundo lugar, hace una demostración de la reminiscencia mediante una experiencia de corte mayéutico (reconocimiento de la propia ignorancia y descubrimiento del saber dentro de uno mismo) llevada a cabo con la intervención de un esclavo. Sócrates pide a Menón que llame a uno de sus esclavos y, a base de hacerle preguntas, sin transmitirle conocimiento alguno, consigue que el esclavo descubra por sí mismo la solución de un problema geométrico. El problema en cuestión es un caso particular del teorema de Pitágoras: cómo construir un cuadrado de área doble que la de un cuadrado dado. La solución consiste en tomar la diagonal del cuadrado dado como lado del cuadrado a construir, ya que si L es la longitud del lado del cuadrado original su área será L 2 y la del cuadrado construido sobre su diagonal será, según el teorema de Pitágoras: L 2 + L2 = 2 L2. Por tanto, este conocimiento habitaba en el alma del esclavo previamente a su nacimiento. La reminiscencia y la inmortalidad del alma están inseparablemente unidas: por vía mítica se deduce la reminiscencia a partir de la creencia en la inmortalidad del alma, y por medio de una constatación empírica se infiere, a partir de la reminiscencia, la inmortalidad o preexistencia del alma. En el Fedro Platón desarrolla el mito del alma alada según el cual el alma mientras vive en el mundo de las Ideas posee unas alas pero cuando cae a la Tierra pierde las alas. La contemplación de las cosas bellas hace que sus alas renazcan y se oriente hacia las Ideas. 5 La doctrina de la reminiscencia emparenta directamente a Platón con la teoría de las ideas innatas de Descartes y es objeto de críticas por parte tanto filosofías empiristas tales como las de Aristóteles y Hume. De todas formas, vuelve a aparecer en el s. XX en la filosofía del lenguaje de Noam Chomsky. 6. Rey-filósofo En la ciudad ideal que Platón presenta en la República la sociedad está dividida en clases atendiendo a la función que cada uno de ellos desempeña en el Estado: los labradores y artesanos producen los bienes (alimentos, vestidos o instrumentos,…) que todos los hombres puedan necesitar; los guardianes o guerreros se encargan de defender el Estado y de mantener el orden interno y, finalmente, los gobernantes deberán promulgar las leyes y establecer justicia. En esta propuesta no democrática y clasista La República entra en una detallada descripción de cómo debe ser la ciudad ideal y, especialmente de como debe ser la educación de los futuros gobernantes. Los gobernantes deben educarse siguiendo un estricto plan de estudios: a) gimnasia y música en la juventud, ambas educan el alma: la gimnasia, su lado fogoso, y si se combina con música, que cultiva la dulzura, produce, en lugar de la fuerza bruta, la valentía e incita a filosofar. La música incluye, además de los ritmos y armonías, los mitos de Homero. Platón es muy crítico al igual que Heráclito y Jenófanes con la religión oficial pues los dioses de los que habla son demasiado humanos. b) matemáticas y astronomía como iniciación al conocimiento de las Ideas hasta los treinta años y c) dialéctica, conocimiento de las Ideas y de la Idea del Bien, otros cinco años. A partir de aquí se ocuparían del estudio práctico del gobierno durante quince años de modo que estarían preparados para gobernar a los cincuenta. Los gobernantesfilósofos, que pueden ser tanto mujeres como hombres, vivirían en comunidad de bienes, parejas e hijos de modo que no tendrían posesiones privadas ni familia, harían las comidas en común como soldados en campaña y podrían dormir con quien quisieran. Deberían proteger las diferencias entre las distintas clases sociales no permitiendo los emparejamientos de individuos de clases diferentes y siendo honestos respecto a la raza de sus propios hijos arrojando entre los artesanos a los propios si así lo mereciesen y ascendiendo a los virtuosos aunque hubiesen nacido de labradores. Además deberán controlar el tamaño de la ciudad de manera que no sobrepase un determinado tamaño y se vuelva incontrolable. Su función principal sería la correcta educación de las otras partes del Estado de modo que los guardianes sean valientes y los trabajadores moderados y todos obedezcan al bien común. Al carecer de intereses privados Platón confiaba en que los gobernantes-filósofos dedicarían su vida al bien común y no al enriquecimiento personal como ocurre en la mayoría de los Estados. Entre esta élite gobernante se elegiría al jefe del Estado, al filósofo-rey. Como dice en el libro V de la República, no habrá justicia en los Estados hasta que no gobiernen los filósofos o los reyes se conviertan a la filosofía. 6 Ideas para relacionar la filosofía de Platón con la de otros autores (4ª pregunta del Comentario PAU) Rafael: La escuela de Atenas. Museos Vaticanos. 1: Zenón de Citio o Zenón de Elea – 2: Epicuro – 3: Federico II Gonzaga – 4: Boecio o Anaximandro o Empédocles – 5: Averroes – 6: Pitágoras – 7: Alcibíades o Alejandro Magno – 8: Antístenes o Jenofonte – 9: Hipatia (pintada como Margherita o el joven Francesco Maria della Rovere) – 10: Esquines o Jenofonte – 11: Parménides – 12: Sócrates – 13: Heráclito (pintado como Miguel Ángel) – 14: Platón sosteniendo el Timeo (pintado como Leonardo da Vinci) – 15: Aristóteles sosteniendo la Ética – 16: Diógenes de Sinope – 17: Plotino – 18: Euclides o Arquímedes junto a un grupo de estudiantes (pintado como Bramante) – 19: Estrabón o Zoroastro? – 20: Claudio Ptolomeo – R: Apeles como Rafael – 21: Protógenes como El Sodoma 1. Introducción La muerte de Sócrates es el origen de la orientación política de la filosofía platónica. 2. Metafísica Platón realiza la primera síntesis filosófica haciendo compatibles las ideas contrarias de filósofos anteriores. Para ello se ve obligado a duplicar el mundo (el mundo de las ideas y el mundo sensible) y las formas de conocimiento (la ciencia y la opinión). El rresultado se conoce como teoría de las ideas e incorpora los siguientes elementos de filósofos anteriores: 7 1. Heráclito: la descripción del mundo sensible como un cambio constante, un devenir perpetuo. “Todo cambia y nada permanece”, decía Heráclito. 2. Parménides: la descripción de las ideas en el mundo inteligible. Cada una de ellas posee las características del Ser en Parménides. Es una, eterna, inmutable. 3. Protágoras: el conocimiento sobre el mundo sensible es relativo, mera opinión. “El hombre es la medida de todas las cosas”, decía Protágoras. 4. Sócrates: el conocimiento del mundo inteligible es ciencia. Hay que perseguir definiciones universalmente válidas y comprensibles.de las definiciones las definiciones universales que existen en el mundo inteligible. Platón, al colocar la Idea del Bien como la Idea suprema, hace un planteamiento teleológico del mundo que contrasta con el mecanicismo y el azar presentes en la cosmovisión de Demócrito. Crítica de Aristóteles. Esta duplicación del mundo es inútil y genera más problemas de los que soluciona. Argumento del tercer hombre. ¿Existen las Ideas del barro y la suciedad?. ¿Cómo pueden explicar las Ideas inmutables el cambio de las cosas sensibles? Platón no hace una síntesis de Heráclito y Parménides sino que otorga a cada uno un mundo diferente. Crítica de Nietzsche El mundo de las Ideas es nihilismo pues sitúa la verdadera realidad en una nada inexistente. 3. Teoría del conocimiento. Platón hereda directamente de Parménides la distinción entre opinión, la vía del ser y no-ser, y ciencia, la vía del ser. Platón distingue también entre opinión, el conocimiento del mundo sensible, y ciencia, el conocimiento del mundo inteligible. Platón incluye dentro de la opinión a la física de los presocráticos lo cual contrasta con nuestra modo de ver la ciencia hoy día. Según Platón, la física de los presocráticos, aunque un grado superior de conocimiento, no alcanza el rango de ciencia. Es muy importante la influencia de los pitagóricos en dos sentidos: 1. La creencia órfica en la transmigración de las almas o metempsicosis permite a Platón elaborar la teoría del conocimiento como reminiscencia. Cuando el cuerpo muere el alma viaja al mundo de las Ideas. Cuando es enviada de nuevo al mundo olvida todo lo que vio pero cuando contempla un cuerpo bello este le recuerda a la Idea de Belleza. De ese modo, según Platón, conocer es recordar. 2. Platón divide el conocimiento el ciencia y opinión. Dentro de la ciencia distingue entre matemáticas y dialéctica. Las matemáticas son el paso previo a la dialéctica pues obligan al filósofo a apartarse de la vía de los 8 sentidos y guiarse sólo por la razón, es decir, orientan el alma hacia el mundo inteligible. Crítica de Aristóteles. Para Aristóteles el conocimiento comienza con la experiencia y a partir de ahí, mediante un proceso de abstracción se alcanza el concepto. Según Platón el conocimiento es posible gracias al recuerdo de las ideas. Racionalismo (Descartes, Kant) y pasaje de la línea. El conocimiento que obtenemos mediante los sentidos (conjetura y creencia –que incluye la física presocrática-) cae dentro de la mera opinión y el conocimiento que se obtiene mediante la razón (matemáticas y dialéctica) es la verdadera ciencia. Esta visión del conocimiento que ya se hallaba en Parménides es el origen del racionalismo que puede encontrarse posteriormente en pensadores como Descartes o Kant. La reminiscencia platónica y las ideas innatas de Descartes están muy relacionadas. En el caso de Kant es evidente el paralelismo entre mundo sensible y fenómeno por un lado, y mundo inteligible y noúmeno, por otro. Crítica del empirismo. Según el empirismo los sentidos nos proporcionan el verdadero conocimiento. No existen la reminiscencia ni las ideas innatas defendidas por Descartes. Próximos al empirismo entendido en un sentido amplio se encuentran Aristóteles y Hume. Crítica del vitalismo. Nietzsche defiende el conocimiento basado en la experiencia, en los sentidos, y las ciencias empíricas frente a la metafísica platónica. 4. Antropología La visión del ser humano en Platón tiene una gran influencia de los pitagóricos y la religión órfica. Al igual que estos su concepción del hombre es dualista. Es decir, distingue en el ser humano un cuerpo material y mortal y un alma inmaterial e inmortal. Se sobreentiende que el cuerpo es una cárcel, una prisión, para el alma. Orientar el alma hacia el mundo inteligible es la tarea de la filosofía que, en algún sentido, es una preparación para la muerte. Crítica de Aristóteles. Dentro de la teoría hylemórfica aristotélica cuerpo y alma son inseparables. El planteamiento de Aristóteles es, por tanto, monista. Coincidencia con el idealismo de Descartes y Kant. El planteamiento dualista de Platón volverá a repetirse en la Modernidad dentro de la corriente filosófica llamada racionalismo. Tanto Descartes como Kant defenderán la existencia de un alma separada del cuerpo. Crítica de Nietzsche. La vida y, más concretamente, el cuerpo, son para Nietzsche la única realidad. El alma y la libertad son inventos de la religión para disminuir al ser humano. 9 5. Ética El concepto de virtud o excelencia (areté) en Platón tiene tres componentes básicos que pueden relacionarse con los siguientes filósofos anteriores: 1. La virtud como sabiduría es un concepto socrático. Alcanza la virtud quien obtiene el conocimiento de las Ideas de Bien, Justicia, Valor, Piedad y Belleza. Dentro del intelectualismo moral socrático quien obra mal es porque desconoce el bien. 2. La virtud como purificación es un concepto órfico. Purificar el alma prescindiendo del cuerpo, limitando las pasiones provenientes del alma apetitiva, es necesario para poder emprender el viaje del conocimiento. 3. La virtud como armonía es un concepto pitagórico. La comparación del alma con un instrumento musical tiene su origen en los pitagóricos. Del mismo modo que la armonía del Cosmos produce la música celestial, la armonía de alma puede interpretarse también en términos musicales. El alma sonará armoniosamente cuando cuando la parte mejor, la razón, gobierne sobre las peores, la parte fogosa y la apetitiva. Crítica de Aristóteles. Aristóteles es muy crítico con el intelectualismo moral socrático. La virtud es más bien una cuestión de hábito, de aprendizaje y disciplina. También se diferencia de Platón en que el sumo bien incluye además de la contemplación los bienes corporales. Esto se opone a la idea de purificación órfico-pitagórica. De todos modos, Platón, en Filebo, también defiende una vida mixta, de razón y placer. Crítica del emotivismo ético de Hume. Para Hume la virtud está relacionada con el sentimiento moral y no con el conocimiento racional de ninguna Idea. Crítica de Nietzsche. Nietzsche rechaza la razón como guia ética y reivindica el irracionalismo de los instintos y las pasiones. 6. Política La ciudad ideal platónica es gobernada por los reyes-filósofos que han contemplado las Ideas y se han ejercitado en la virtud. Las semejanzas y diferencias de la propuesta política de Platón y el resto de filósofos son las siguientes: Los gobernantes no serán conducidos por la ambición personal y el derecho del más fuerte -como pretendían algunos sofistas como Trasímaco y Calicles-, sino que se inspirarán en la contemplación del orden inmutable de las Ideas. La teoría organicista del Estado presente en Platón y Aristóteles, según la cual el Estado es anterior al individuo y el hombre es un ser por naturaleza social que sólo dentro del Estado puede desarrollar su ser contrasta con las teorías contractualistas de Hobbes, Rousseau o Kant. Así, tanto Hobbes como Kant defienden que el hombre en estado de naturaleza no es un ser 10 social sino que vive en un estado de guerra de todos contra todos. Según Kant, el motor del progreso social es la insociable sociabilidad del hombre. Asimismo, el carácter ético del Estado que se deriva del organicismo político de Platón y Aristóteles y que implica que la función del Estado incluye la virtud de los individuos es ajena al contractualismo de Kant quien considera que el Estado, ajeno a cualquier paternalismo, debe limitarse a garantizar la libertad política negativa o colibertad. El papel del filósofo en el Estado es diferente en Platón y Kant. Platón considera que es el apropiado para gobernar mientras que para Kant el filósofo debe limitarse a aconsejar al gobernante. Las críticas a la democracia aparecen tanto en Platón como en Kant. Para ambos la democracia es el peor de los sistemas políticos porque deja las decisiones en manos de una mayoría sin juicio. Esta crítica también aparece en Nietzsche. El sistema político propuesto por Kant está basado en los principios de representatividad y separación de poderes mientras que el de Platón es totalmente ajeno a estos conceptos propios de la Modernidad y la Ilustración. La igualdad de la mujer que puede ser tanto guardián como gobernante en la ciudad ideal de Platón contrasta con la misoginia generalizada del resto de los filósofos como Aristóteles o Nietzsche. El comunismo de los gobernantes en la ciudad ideal de Platón está presente en las utopías del Renacimiento como las de Tomás Moro y Campanella. En uno de los artículos preliminares de la Paz perpetua de Kant defiende la necesidad de limitar los daños de la guerra para hacer posible la paz futura. Esta misma idea está presente en Platón al recomendar ciertas reglas que vigilen los enfrentamientos entre griegos. Son interesants las críticas de Popper a las utopías, incluida la República de Platón y el comunismo de Marx. Para Popper, todas las utopías, desde Platón, tienen un carácter totalitario pues se conciben como sociedades perfectas en las que no cabe la libertad de pensamiento o la crítica. Además crítica a los prácticas de eugenesia que propone Platón y que tan catastróficas consecuencias tuvieron durante el dominio nazi. Cuando en el libro IX de la República Platón examina la psicología del tirano se adelanta adelante al descubrimiento del inconsciente por Freud. Recuérdese que según Platón el tirano es aquel que está dominado por una parte del alma más profunda y más baja que la apetitiva, aquella que se transparenta sólo en los sueños y que no se detiene ante ningún tabú, incluido el incesto. 11 7. Cosmología El único diálogo que Platón dedica a la Física es el Timeo. En su visión del universo puede comprobarse la influencia de los siguientes filósofos: 1. La inteligencia universal de Anaxágoras (Nous) cumple un papel semejante al que tiene el Demiurgo en la cosmovisión de Platón. 2. Platón retoma la teoría de los cuatro elementos de Empédocles, añadiéndole un toque pitagórico al identificar cada elemento con un sólido regular. Podemos hablar por tanto de Platón como un antecedente de Galileo y su propósito de investigar la naturaleza utilizando las matemáticas. 3. La cosmovisión de Platón contrasta con la de Demócrito. Mientras que Platón contempla el Universo como orientado a un fin (la Idea del Bien) para Demócrito el Universo es el fruto del choque al azar de átomos en el vacío. El punto de vista de Platón es teleológico y el de Demócrito es mecanicista. Son evidentes las semejanzas entre la física platónica y la aristotélica: el círculo como forma perfecta, la distinción sublunar (sensible)- supralunar (inteligible), las entidades divinas del Demiurgo y el Primer Motor. 12 Términos PAU Aristóteles (1ª pregunta comentario PAU) Busto de Aristóteles. Mármol, copia romana del original griego en bronce de Lysippos, del 330 AC; la toga de alabastro es una adición moderna. 1. Felicidad Es el bien o fin del hombre. Consiste en una actividad del alma (no se puede ser feliz en la pasividad) conforme a la virtud perfecta (aquella relacionada con la razón pues la razón es lo propio del ser humano) y a lo largo de una vida completa. Los seres humanos tienen facultades comunes con las plantas (nutrición) y animales (sensibilidad) pero posee otra facultad, la razón, que es propia de él. En su ejercicio está la verdadera felicidad, en la contemplación. Sólo los sabios son felices de verdad, pues el vulgo considera la felicidad el negocio, las riquezas y los honores. Pero éstos nos son fines perfectos pues si se los desea es porque conducen a la felicidad que es el auténtico fin último. 2. Naturaleza El objeto de la Física es la physis o Naturaleza. Entre los “físicos” jonios, como Tales o Anaxímenes, la physis es el primer elemento material a partir del cual surgen el resto de los seres. Aristóteles adapta el significado de la physis para explicar el movimiento o cambio en los seres “naturales”. La physis es el principio inmanente del movimiento sustancial de los seres “naturales”. De acuerdo con la teoría hylemórfica la physis es la forma que termina por actualizarse en la materia. Dicho de otro modo, la physis es la causa interna por la que una semilla se transforma en árbol. Esta teoría se adapta especialmente a los seres vivos: Aristóteles toma como modelo de la realidad a los organismos vivos, y su pensamiento es fundamentalmente biológico. Por ejemplo, el hombre es un animal social y político por naturaleza, es el modo de ser propio de la realidad humana, que lo define. El hombre se realiza viviendo en sociedad. Además, en el terreno ético como la naturaleza humana se distingue de la de los demás seres por la razón, por el logos, su función o actividad propia es vivir y actuar racionalmente. Por tanto, el cumplimiento de la physis o naturaleza humana implica la vida en sociedad y el cultivo de la razón. 13 3. Ser social Los seres que viven solos o son dioses o son animales. El hombre es por naturaleza un animal social y un ser político, que vive en las polis. Esto queda demostrado por su posesión del lenguaje. El ser humano necesita de lo social para satisfacer sus necesidades y para realizar sus funciones propias: las racionales. La vida preferible es la de la comunidad. Autarquía es la condición de lo que se basta a sí mismo. La autarquía fue considerada por algunos filósofos como el bien supremo del hombre, que consistiría en no desear nada, en ser autosuficiente. Para Aristóteles la autarquía no es el bien supremo del individuo, porque la verdadera autarquía sólo la consigue la comunidad política. El fin del hombre es la felicidad: cuando ésta se consigue, proporciona una cierta autarquía al individuo pero no es en absoluto suficiente. La verdadera autarquía reside en la polis: el ser humano es un ser social, un ser que necesita relacionarse con la familia, con los amigos y con los conciudadanos. Más tarde, en la época helenista, cuando se derrumbe la polis, los cínicos, los epicúreos y los escépticos tenderán a identificar la autarquía con la felicidad puesto que la política ya no encierra bienes sino solamente males. Entonces, la autarquía se convertirá en autonomía individual. 4. Sustancia Aristóteles observaba que tras los cambios de apariencia que afectan a casi todos los objetos permanece siempre algo inalterado. Eso que permanece idéntico e inalterado, el sustrato material al que no le afectan los cambios, es la sustancia. Por ejemplo, el agua sigue siendo agua independientemente de su estado, sólido, líquido o gaseoso. La sustancia tiene entidad por sí misma, es el soporte real sobre el que descansan todas las demás cualidades cambiantes de las cosas. Estas cualidades cambiantes son los accidentes (el color, la dureza de un material, su forma, su temperatura, etc.). Aristóteles distingue dos tipos de sustancias: sustancias primeras (los individuos concretos, como Sócrates, la farola o el tenedor) y sustancias segundas (la forma o el universal: “humano”, “animal”, “vegetal”…). En sentido estricto, sólo los individuos concretos deben ser considerados sustancias. Pero puesto que las especies y los géneros son también algo real, no meros conceptos, también deben ser consideradas sustancias, aunque no existen separadas de la sustancia primera (de los individuos), sino en ella (en los individuos concretos). La sustancia primera es un compuesto de materia (hylé) y forma (morphé). Esta es la teoría hylemórfica. La Forma es la esencia de la cosa, la sustancia segunda, la especie, y es eterna. La Materia es, en el caso del hombre, carne, huesos y sangre; en el caso de una estatua, bronce o madera. A este tipo de materia le llama Aristóteles materia próxima, perceptible por los sentidos. Pero habla también de una materia primera absolutamente indeterminada, carente de forma, cualidades o extensión, incapaz de existir independientemente. Esta noción recuerda al apeiron de Anaximandro, o a la materia primordial del 14 Timeo de Platón. Dicha materia primera también sería eterna, pero imperceptible por los sentidos, sólo por la inteligencia. A diferencia de Platón, Aristóteles admite que la sustancia puede estar sometida a procesos de desarrollo vital y devenir (génesis), como observaba frecuentemente en los embriones de seres vivos. Así, la sustancia primera no será simplemente algo estático (una Idea eterna en Platón), sino una realidad capaz de desarrollarse, perfeccionarse y crecer. Para explicarlo utilizará los conceptos de potencia-acto. 5. Causa Sólo adquirimos conocimiento científico de algo cuando conocemos sus causas. La Física se ocupa de establecer las causas de los seres naturales, dotados de movimiento propio. Las críticas de Aristóteles a los filósofos anteriores obedecen al hecho de que la mayoría se fijaron sólo en una causa. Por ejemplo los físicos en la causa material: Tales de Mileto en el agua, Heráclito en el fuego, Anaxímenes en el aire y Empédocles en fuego, aire, tierra y agua. Platón habló de dos causas, la formal (las ideas) y la material, pero estableciendo un abismo entre una y otra y dejando la forma, las ideas, fuera de las cosas. Aristóteles, sin embargo, habla de cuatro causas en total: 1) causa material (carne, huesos y sangre, en el caso de un hombre); 2) causa formal (la forma humana, la esencia, physis o naturaleza humana); 3) causa motriz o eficiente (hombre y mujer producen el nacimiento de un nuevo ser) y causa final (animal social, racional, el fin hacia del desarrollo del ser humano). Coinciden causa formal (la forma hombre), eficiente (a un hombre lo engendra otro hombre) y final (la realización completa de todas las potencialidades de la forma hombre). Las tres hacen referencia a la naturaleza o physis oponiéndose a la causa material. 6. Potencia-Acto Todo ser tiene dos aspectos o dimensiones: “lo que ya es” (acto, por ejemplo, un árbol) y “su capacidad para llegar a ser lo que aún no es” (la potencia, por ejemplo, una semilla). El acto posee prioridad absoluta sobre la potencia. Aunque una semilla parezca cronológicamente anterior al acto, no es así: la semilla procede de un árbol en acto. El acto es el fin de la potencia, aquello hacia lo que está orientada la potencia. Aristóteles tenía una concepción finalista o teleológica de la realidad. Aristóteles entiende el movimiento como paso de la potencia al acto. El error de Parménides consistió en entender el ser unívocamente, en un solo sentido: como lo-que-es-en-acto. Pero no-ser y ser-en-potencia son cosas diferentes. Del no-ser no surge nada, mientras que el-ser-en-acto siempre procede del ser-en-potencia. El error de Heráclito fue suponer que todo cambia y nada permanece. Aristóteles entiende que si esto fuese así el mundo sería ininteligible. Por ello, Aristóteles supone que existe una sustancia que subyace bajo los accidentes y que proporciona orden y estabilidad al mundo. 15 Potencia-acto y materia-forma son pares de conceptos análogos o paralelos. La materia está en potencia respecto a la forma; la forma es lo que actualiza la materia, la perfecciona y le confiere su ser. La forma siempre es acto. Ideas para relacionar la filosofía de Aristóteles con la de otros autores (4ª pregunta Comentario PAU). 1. Introducción Aristóteles: naturalista, biólogo, observación y estudio de la naturaleza. Platón: matemático, creencias órfico-pitagóricas. Crítica de Aristóteles a la teoría de las ideas de Platón. 1. Para intentar explicar un mundo, Platón lo duplica (Mundo de las IdeasMundo sensible), y con ello hace la tarea doblemente difícil: ahora también hay que explicar el segundo. 2. El mundo de las Ideas no permite explicar nada sobre el mundo de las cosas. Si las esencias de las cosas están separadas de las cosas mismas, es que no son propiamente sus esencias: “si fueran la esencia de las cosas, estarían en las cosas”. Platón afirmó que las cosas participan de o imitan a las Ideas, pero “decir que las Ideas son paradigmas o modelos, y que las cosas participan de ellas, no es sino pronunciar palabras vacías y construir metáforas poéticas. 3. Tampoco las Ideas permiten explicar el origen, el devenir y los cambios de las cosas puesto que son eternas e inmutables. 4. Arremete Aristóteles contra la matematización de la teoría de las Ideas. Según Aristóteles las Ideas no pueden ser números porque los números no pueden ser sustancia de ningún tipo. 5. Platón ya se preguntaba en el Parménides si existen ideas del barro y la suciedad. Aristóteles retoma esta autocrítica y la vuelve contra su maestro. 6. Argumento del tercer hombre. Pero no rechaza en su totalidad la Teoría de las Ideas; sólo niega su existencia separada. En lo fundamental, Aristóteles permanece fiel a la herencia platónica y socrática: la ciencia versa sobre lo general y universal, es una búsqueda de la esencia común que se encuentra en las cosas mismas y no separada de ellas. 2. La metafísica. La principal diferencia de la metafísica aristotélica respecto a la de Platón estriba qué es sustancia para cada uno. Para Platón sustancia es la Idea 16 (inmutable, eterna, trascendente) mientras que para Aristóteles, la sustancia primera no es la Idea sino el individuo concreto, particular y sujeto al cambio o devenir. Aristóteles aplica a la sustancia primera su teoría hylemórfica. Admite que la sustancia puede estar sometida a procesos de desarrollo vital y devenir (génesis), como observaba frecuentemente en los embriones de ave, mamíferos o reptiles. Así, la sustancia primera no será simplemente algo estático (una Idea eterna en Platón), sino una realidad capaz de desarrollarse, devenir, perfeccionarse y crecer. La sustancia primera está formada por materia y forma. La materia, a su vez, puede ser próxima y primera. La materia primera es semejante al apeiron de Anaximandro, o a la materia primordial del Timeo de Platón. La forma es la esencia de la cosa, la sustancia segunda, la especie, y es eterna, aunque no puede existir separada del individuo. Es el objeto de la ciencia como ya enseñaron Sócrates y Platón. La potencia y el acto. La distinción entre potencia y acto surge como un intento de afrontar con éxito el problema de la explicación física del movimiento. Parménides había reducido la realidad a algo estático e inmóvil, la esfera compacta del Ser. Heráclito entendió que todo era movimiento y devenir continuo. Platón intentó superar el inmovilismo parmenídeo y el excesivo movilismo de Heráclito distinguiendo dos tipos de realidad distintos: el Mundo Sensible, donde sí hay movimiento, transformaciones y cambios continuos; y el Mundo Inteligible, poblado exclusivamente de Ideas eternas e inmutables, al que consideraba la verdadera realidad. Pero Aristóteles habla del Ser, el acto, por un lado, y de una forma muy peculiar de no-ser: la potencia. El movimiento consistiría en el paso de la potencia al acto. Aristóteles entiende el movimiento como paso de la potencia al acto. El error de Parménides consistió en entender el ser unívocamente, en un solo sentido: como lo-que-es-en-acto. Pero no-ser y ser-en-potencia son cosas diferentes. Del no-ser no surge nada, mientras que el-ser-en-acto siempre procede del ser-en-potencia. El error de Heráclito fue suponer que todo cambia y nada permanece. Aristóteles entiende que si esto fuese así el mundo sería ininteligible. Por ello, Aristóteles supone que existe una sustancia que subyace bajo los accidentes y que proporciona orden y estabilidad al mundo. 3. La Física Es el estudio de la Naturaleza o Physis. Fue la ocupación principal de los filósofos jonios y de otros como Empédocles, Anaxágoras y los atomistas. Parménides consideró a la naturaleza fuente de conocimiento engañoso, (mera “opinión”), pues su filosofía del Ser implicaba una negación de la naturaleza misma. Para Platón la naturaleza no podía ser objeto de ciencia estricta, porque la verdadera ciencia sólo podía ocuparse de Ideas (esencias); la consideraba simplemente fuente de conjeturas, sugerencias o mitos carentes de valor científico. Fue Aristóteles quien dio a la Naturaleza su auténtico valor de fuente para el conocimiento científico. La naturaleza nos muestra seres compuestos de materia y forma, en movimiento. Es una fuente de conocimiento valiosa por sí misma, tanto como puedan serlo las Matemáticas (estudian sólo 17 formas abstraídas de la materia) o la Teología (estudia formas puras que existen independientemente de la materia). Las cuatro causas (aitía): Sólo adquirimos conocimiento científico de algo cuando conocemos sus causas. La Física se ocupa de establecer las causas de los seres naturales. Las críticas de Aristóteles a los filósofos anteriores obedecen al hecho de que los filósofos jonios se fijaron sólo en la causa material (Tales de Mileto en el agua, Heráclito en el fuego, Anaxímenes en el aire y Empédocles en fuego, aire, tierra y agua), Platón en la material y la formal (las ideas) pero colocándolas en mundos diferentes. Aristóteles, sin embargo, pensaba que era preciso ampliar la propia noción de “causa” para incluir todos sus aspectos. Aristóteles, sin embargo, habla de cuatro causas en total: 1) causa material (carne, huesos y sangre, en el caso de un hombre); 2) causa formal (la forma humana, la esencia, physis o naturaleza humana); 3) causa motriz o eficiente (hombre y mujer producen el nacimiento de un nuevo ser) y causa final (animal social, racional, el fin hacia del desarrollo del ser humano). Coinciden causa formal (la forma hombre), eficiente (a un hombre lo engendra otro hombre) y final (la realización completa de todas las potencialidades de la forma hombre). Las tres son intrínsecas y hacen referencia a la naturaleza o physis oponiéndose a la causa material. 4. Cuerpo y alma Constituyen una única sustancia, y guardan entre sí la misma relación que la materia y la forma. Esto le lleva a considerar absurda la doctrina de la reencarnación: el alma no puede ser forma de cualquier cuerpo. Puesto que el alma es el principio de toda la actividad del ser vivo, no es nada distinto de esas funciones. “Si el ojo fuera un animal, la vista sería su alma”. Es decir: cuerpo y alma no son separables. Un cuerpo sin alma dejaría de ser un animal o un organismo vivo. Y un alma sin cuerpo no sería nada. Queda excluida, por tanto, la preexistencia del alma o su existencia más allá de la muerte como afirmó Platón. Mientras Platón distinguía tres partes en el alma, Aristóteles defiende la unidad del alma y la sitúa por todo el cuerpo, no en partes concretas. La insistencia en la unidad total del ser vivo implica que no es el alma la que siente o piensa, sino todo el ser humano gracias al alma. Pero sí le asigna funciones al alma: 1. Función nutritiva o vegetativa (incluye las funciones de crecimiento, nutrición y reproducción); 2. Función sensitiva (superior, de la que derivan la función apetitiva, los deseos, las percepciones y la función motriz); 3. Función pensante (tiene la capacidad de pensar y entender). 5. La teoría del conocimiento. Entre los filósofos griegos y ya desde los presocráticos, la sensibilidad y la experiencia estaban muy devaluados como fuente de conocimiento. Según Parménides, los sentidos proporcionan conocimiento engañoso (opinión) y sólo la razón permite conocer la realidad de manera fiable. Platón únicamente 18 consideraba verdadero el conocimiento de las Ideas, para lo cual los sentidos eran un continuo estorbo. Pero Aristóteles adopta una perspectiva opuesta: no duda en devolver todo su valor a lo empírico. Su teoría del conocimiento, por lo tanto, será empirista -aproximándose así a Hume. No admite más mundo que el de la experiencia, el mundo conocido por nuestros sentidos. Además, Aristóteles se opone a la utilización de las matemáticas en el sentido pitagórico, es decir, como llave exclusiva hacia el descubrimiento de los secretos de la naturaleza. Esta línea de investigación que seguirá Platón y, luego en el Renacimiento Galileo, se convertirá en el fundamento del método hipotéticodeductivo. 6. Ética. Recordemos que para Platón el estudio de la ética se hallaba mediatizado por la Teoría de las Ideas. Frente al relativismo y el escepticismo con que los sofistas consideraron la ética, Platón la convirtió casi en una ciencia exacta. Por ejemplo, Protágoras consideraba que “el hombre es la medida de todas las cosas” y que, por tanto, todas las opiniones son relativas incluidas aquellas que tratan sobre el Bien. En cambio tanto Sócrates como Platón defendieron la existencia de una definición, de un universal del Bien. Aristóteles, se acerca a los sofistas porque no acepta la Teoría de las Ideas y considera que no existe un único Bien o Fin sino una multiplicidad de ellos, según los individuos prefieran en la vida el honor, el conocimiento, el dinero o el placer. Pero, al mismo tiempo, se acerca a Platón al afirmar que, entre todos los fines, existe uno que es perfecto y suficiente, la felicidad, cuya clave está en la razón. Otra diferencia importante entre la ética de Platón y la de Aristóteles gira en torno al concepto de virtud. Para Platón, por influencia del intelectualismo socrático, la virtud es cuestión de conocimiento de la Idea del Bien, mientras que en Aristóteles el concepto de virtud ética, el término medio, tiene que ver con más con la práctica que con la teoría, se adquiere y consolida con el ejercicio y la disciplina. Asimismo la virtud platónica entendida como purificación, de origen órfico, implica la represión de las pasiones, del cuerpo y el desprecio de los bienes materiales. Por el contrario la virtud aristotélica tiene menos tintes religiosos, acepta la importancia del cuerpo y los bienes materiales para conseguir la felicidad. Los planteamientos éticos de Aristóteles se desvanecen en la filosofía helenística. El fin perfecto y suficiente para las nuevas corrientes filosóficas ya no es la felicidad, entendida como contemplación teórica, sino que es diferente según la escuela: cínicos -autarquía frente a animal social-, epicúreos -placer frente a razón-, escépticos -epojé frente a conocimiento-, estoicos imperturbabilidad frente al término medio-. El racionalismo ético de Aristóteles, para el que virtud y felicidad implican necesariamente a la razón, contrasta llamativamente con el relativismo 19 emotivista propuesto por Hume donde la virtud es accesible sólo a través de los sentimientos. Hume define la virtud como “cualquier acción o cualidad mental que le produce a un espectador el sentimiento agradable de aprobación; y vicio, lo contrario”. Dentro del planteamiento ético de Kant la ética de Aristóteles es calificada de moral material por su carácter hipotético y normativo. La propuesta formal de Kant aspira a superar el relativismo de las éticas materiales como las de Aristóteles mediante el imperativo categórico. 7. Política La teoría organicista del Estado presente en Platón y Aristóteles, según la cual el Estado es anterior al individuo y el hombre es un ser por naturaleza social que sólo dentro del Estado puede desarrollar su ser contrasta con las teorías contractualistas de Hobbes, Rousseau o Kant. Así, tanto Hobbes como Kant defienden que el hombre en estado de naturaleza no es un ser social sino que vive en un estado de guerra de todos contra todos. Según Kant, el motor del progreso social no es la insociable sociabilidad del hombre. Asimismo, el carácter ético del Estado que se deriva del organicismo político de Platón y Aristóteles que implica que la función del Estado es la virtud de los individuos es ajena al contractualismo de Kant quien considera que el Estado, ajeno a cualquier paternalismo, debe limitarse a garantizar la libertad política negativa o colibertad. Aristóteles criticó la política idealista y utópica de Platón. Entendió la Política como una ciencia empírica, aunque no exacta, lo que explica que recopilara las constituciones políticas de las principales ciudades griegas, ayudado por sus discípulos. Aristóteles mantuvo siempre el ideal de la pequeña ciudad-Estado. Consideraba absurdo el ideal cínico o epicúreo de la autarquía a o autosuficiencia del individuo. Para Aristóteles el hombre es un ser por naturaleza social. En cuanto a la preferencia por las distintas formas de gobierno muestra la misma clasificación que los sofistas: monarquía, aristocracia y democracia, con sus degeneraciones en tiranía, oligarquía y demagogia (a la que llama, sin más, “democracia”). En las tres primeras gobiernan los mejores y más virtuosos, teniendo como objetivo el bien común y no la satisfacción personal de los más fuertes como defendieron algunos sofistas. Sólo cuando optan por el provecho particular derivan hacia las formas degeneradas de gobierno. 8. Cosmología Tiene algunas cosas en común con la de Platón pero la manera en que Aristóteles la expuso, alejada del mito, y su verosimilitud, de acuerdo con los 20 conocimientos naturales de la época, fue lo que la mantuvo vigente durante toda la Edad Media, hasta la revolución científica del Renacimiento. Aristóteles sustituye el dualismo platónico (Ideas-cosas) por otro: el mundo supralunar (perfecto, “divino” e incorruptible) y el mundo sublunar (imperfecto y corruptible). Tanto Aristóteles como Platón afirman que el cielo es una esfera porque la esfera -figura perfecta- es la más apropiada para los cuerpos celestes. Esta creencia será mantenida incluso por Kepler, que sufre una enorme decepción cuando él mismo descubre las órbitas elípticas. Otro elemento común a la cosmología de Platón y Aristóteles es el Demiurgo o Primer Motor, es decir, para ambos existe una causa eficiente del movimiento en el universo. Esta idea será aprovechada por la filosofía cristiana como parte de sus pruebas de la existencia de Dios y será cuestionada seriamente durante la Ilustración por Hume y Kant.